Batalla del Atlántico, acontecimientos previos y posteriores. mis conclusiones ....
Publicado: Lun Sep 06, 2021 2:12 pm
.... basadas en los hechos que acontecieron.
La batalla del Atlántico desde la perspectiva alemana
Bien he creido conveniente sacar este tema sobre las que serían mis ideas sobre porqué los alemanes no fueron capaces de vences a los aliados en la batalla del Atlántico.
Para ello vamos a analizar las causas del fracaso, a pesar de las cuales los alemanes con pocos sumergibles pusieron en serios apuros a los aliados y más concretamente a los británicos.
Mis conclusiones y opiniones son las siguientes.
Resumen previo de los tratados navales relacionados con Alemania y Gran Bretaña y plan Z
Los alemanes siguieron una política de aumento de armamento y tras los Tratados de Washington (1921-1922) y pasados unos años se llevaron a cabo unas negociaciones bilaterales entre Gran Bretaña y Alemania que fueron plasmadas en el Acuerdo Naval Anglo Germano (1935) por el cual los alemanes podían disponer de una flota de un 35% de la británica. Este acuerdo dio lugar a violaciones de las restricciones impuestas en el Tratado de Versalles y permitió a los alemanes mejorar de forma sustancial su Armada.
Apoyados en ese tratado los alemanes fueron incrementando el tonelaje de su armada construyendo tras ese tratado bilateral dos grandes buques de 30000 toneladas, el Scharnhorst y el Gneisenau. En lo que respecta a la flota de submarinos los alemanes ya hacía tiempo que estaban sorteando las restricciones, formando tripulaciones y diseñando sumergibles para otros países pero aprovechando las construcciones fuera de Alemania y experimentando y aprendiendo del trabajo en astilleros extranjeros, España entre otros.
El dilema que se les planteaba a los alemanes era si debían construir cuatro acorazados previstos o concentrarse en una construcción naval más equilibrada en la que se incluyera otros buques más pequeños entre cruceros, buques más pequeños y submarinos.
En 1938 esta cuestión se hizo más acuciante tras la anexión de Austria por Alemania cuando la tensión entre alemanes y británicos fue en aumento empañando las relaciones entre ambos.
Hitler, que había descartado con anterioridad un conflicto con los británicos empezó a referirse a Gran Bretaña y Francia con el calificativo de "odiosos enemigos" y en agosto de ese mismo año en conversaciones con Raeder planteó que debería considerar a Gran Bretaña como adversario futuro. A Raeder se le planteaba un problema que era cambiar su estrategia sobre construcción naval para fijar las prioridades de la Kriegsmarine de un modo consecuente.
Hellmuth Heye, oficial del estado mayor de Raeder lanzó una primera propuesta basada en que la flota alemana no podía enfrentarse e imponerse a la Royal Navy y que por tanto se debería buscar el modo de imponerse por maniobrabilidad (buques más pequeños). Heye afirmaba que la vulnerabilidad de los británicos estaba en sus comunicaciones marítimas, debilidad que podía aprovecharse atacando sus mercantes que navegaran por las líneas marítimas de abastecimiento británicas para cuya ejecución se necesitarían una cantidad respetable de buques pequeños que además tuvieran una velocidad y autonomía elevadas que sustituyeran a grandes y pesados buques de guerra.
El Comité de Revisión rechazó las argumentaciones de Heye y planteó a Raeder un plan de construcción de diez años que incluía enormes acorazados (los tipo “H”) de más de 56000 toneladas. Temiendo que Alemania entrase en guerra con Gran Bretaña antes de completarse estos proyectos tan largos y costosos, Raeder puso de nuevo encima de la mesa la construcción de buques pequeños incluidos submarinos y se lo presentó a Hitler como alternativa al plan del Comité de Revisión de diez años. Por medio de esa presentación de Raeder, en forma de informe, explicó las dos opciones posibles. Bien preparar una fuerza de acorazados de bolsillo y submarinos cuya construcción sería en tiempo breve y que aunque evidentemente desequilibrada podría convertirse en una seria amenaza para las líneas de comunicación británicas o la segunda opción buques de gran calado que se tardaría más en construir pero que amenazarían las líneas marítimas británicas y se podrían enfrentar a los grandes buques de la Royal Navy con posibilidades de vencer.
Hitler optó por la segunda opción a la cual Raeder respondió planteando que si estallara la guerra en los siguientes dos años la flota no estaría lista. Hitler quitó importancia diciendo a su vez que en que para sus metas políticas no necesitaba la flota antes de 1946.
Hitler aprobó en enero de 1939 el plan Z, un plan que satisfacía a todos y en él se planteaba la construcción de grandes buques (6 acorazados tipo “H”, 4 portaviones y diversos buques de diferente tamaño para cuya construcción se requerían años de construcción, equipamiento y puesta a punto.
Unas semanas después de promover a Raeder a Gran Almirante y concretamente el 28 de abril (4 meses después) Raeder quedó seriamente preocupado al revocar Hitler el Acuerdo Naval Anglo-Germano mientras en los discursos de éste último despotricaba contra los británicos por el apoyo de estos y franceses a Polonia.
Tras declarase la guerra el 1 de setiembre de 1939, casi 9 meses después de firmarse el plan Z, Hitler aun tuvo el cinismo de decirle a Reader “Después de todo no pude evitar la guerra con Gran Bretaña”.
Lo más inmediato fue abandonar el plan Z y solo se continuó la construcción de los buques grandes iniciados y la prioridad pasó a ser la construcción de submarinos. Pasarían dos años antes de que Dönitz, comandante del arma submarina, pudiese tener a su disposición una fuerza de submarinos totalmente efectiva.
Entre tanto los sumergibles alemanes causaron un buen número de hundimientos a pesar de la exigua fuerza que componía su flota de submarinos. A ello contribuyeron los buques corsarios de superficie que los alemanes tenían distribuidos por diferentes zonas.
(Continuará)
La batalla del Atlántico desde la perspectiva alemana
Bien he creido conveniente sacar este tema sobre las que serían mis ideas sobre porqué los alemanes no fueron capaces de vences a los aliados en la batalla del Atlántico.
Para ello vamos a analizar las causas del fracaso, a pesar de las cuales los alemanes con pocos sumergibles pusieron en serios apuros a los aliados y más concretamente a los británicos.
Mis conclusiones y opiniones son las siguientes.
Resumen previo de los tratados navales relacionados con Alemania y Gran Bretaña y plan Z
Los alemanes siguieron una política de aumento de armamento y tras los Tratados de Washington (1921-1922) y pasados unos años se llevaron a cabo unas negociaciones bilaterales entre Gran Bretaña y Alemania que fueron plasmadas en el Acuerdo Naval Anglo Germano (1935) por el cual los alemanes podían disponer de una flota de un 35% de la británica. Este acuerdo dio lugar a violaciones de las restricciones impuestas en el Tratado de Versalles y permitió a los alemanes mejorar de forma sustancial su Armada.
Apoyados en ese tratado los alemanes fueron incrementando el tonelaje de su armada construyendo tras ese tratado bilateral dos grandes buques de 30000 toneladas, el Scharnhorst y el Gneisenau. En lo que respecta a la flota de submarinos los alemanes ya hacía tiempo que estaban sorteando las restricciones, formando tripulaciones y diseñando sumergibles para otros países pero aprovechando las construcciones fuera de Alemania y experimentando y aprendiendo del trabajo en astilleros extranjeros, España entre otros.
El dilema que se les planteaba a los alemanes era si debían construir cuatro acorazados previstos o concentrarse en una construcción naval más equilibrada en la que se incluyera otros buques más pequeños entre cruceros, buques más pequeños y submarinos.
En 1938 esta cuestión se hizo más acuciante tras la anexión de Austria por Alemania cuando la tensión entre alemanes y británicos fue en aumento empañando las relaciones entre ambos.
Hitler, que había descartado con anterioridad un conflicto con los británicos empezó a referirse a Gran Bretaña y Francia con el calificativo de "odiosos enemigos" y en agosto de ese mismo año en conversaciones con Raeder planteó que debería considerar a Gran Bretaña como adversario futuro. A Raeder se le planteaba un problema que era cambiar su estrategia sobre construcción naval para fijar las prioridades de la Kriegsmarine de un modo consecuente.
Hellmuth Heye, oficial del estado mayor de Raeder lanzó una primera propuesta basada en que la flota alemana no podía enfrentarse e imponerse a la Royal Navy y que por tanto se debería buscar el modo de imponerse por maniobrabilidad (buques más pequeños). Heye afirmaba que la vulnerabilidad de los británicos estaba en sus comunicaciones marítimas, debilidad que podía aprovecharse atacando sus mercantes que navegaran por las líneas marítimas de abastecimiento británicas para cuya ejecución se necesitarían una cantidad respetable de buques pequeños que además tuvieran una velocidad y autonomía elevadas que sustituyeran a grandes y pesados buques de guerra.
El Comité de Revisión rechazó las argumentaciones de Heye y planteó a Raeder un plan de construcción de diez años que incluía enormes acorazados (los tipo “H”) de más de 56000 toneladas. Temiendo que Alemania entrase en guerra con Gran Bretaña antes de completarse estos proyectos tan largos y costosos, Raeder puso de nuevo encima de la mesa la construcción de buques pequeños incluidos submarinos y se lo presentó a Hitler como alternativa al plan del Comité de Revisión de diez años. Por medio de esa presentación de Raeder, en forma de informe, explicó las dos opciones posibles. Bien preparar una fuerza de acorazados de bolsillo y submarinos cuya construcción sería en tiempo breve y que aunque evidentemente desequilibrada podría convertirse en una seria amenaza para las líneas de comunicación británicas o la segunda opción buques de gran calado que se tardaría más en construir pero que amenazarían las líneas marítimas británicas y se podrían enfrentar a los grandes buques de la Royal Navy con posibilidades de vencer.
Hitler optó por la segunda opción a la cual Raeder respondió planteando que si estallara la guerra en los siguientes dos años la flota no estaría lista. Hitler quitó importancia diciendo a su vez que en que para sus metas políticas no necesitaba la flota antes de 1946.
Hitler aprobó en enero de 1939 el plan Z, un plan que satisfacía a todos y en él se planteaba la construcción de grandes buques (6 acorazados tipo “H”, 4 portaviones y diversos buques de diferente tamaño para cuya construcción se requerían años de construcción, equipamiento y puesta a punto.
Unas semanas después de promover a Raeder a Gran Almirante y concretamente el 28 de abril (4 meses después) Raeder quedó seriamente preocupado al revocar Hitler el Acuerdo Naval Anglo-Germano mientras en los discursos de éste último despotricaba contra los británicos por el apoyo de estos y franceses a Polonia.
Tras declarase la guerra el 1 de setiembre de 1939, casi 9 meses después de firmarse el plan Z, Hitler aun tuvo el cinismo de decirle a Reader “Después de todo no pude evitar la guerra con Gran Bretaña”.
Lo más inmediato fue abandonar el plan Z y solo se continuó la construcción de los buques grandes iniciados y la prioridad pasó a ser la construcción de submarinos. Pasarían dos años antes de que Dönitz, comandante del arma submarina, pudiese tener a su disposición una fuerza de submarinos totalmente efectiva.
Entre tanto los sumergibles alemanes causaron un buen número de hundimientos a pesar de la exigua fuerza que componía su flota de submarinos. A ello contribuyeron los buques corsarios de superficie que los alemanes tenían distribuidos por diferentes zonas.
(Continuará)