¡Hola a todos!
En enero de 2020 Michael Jabara Carley* publicó un artículo en
Strategic Culture Foundation (12-1-2020) titulado “What Poland Has to Hide About the Origins of World War II”** ("Lo que Polonia tiene que ocultar sobre los orígenes de la IIGM") que está estrechamente relacionado con lo que discutimos a lo largo de este hilo.
Como ya comenté en anteriores intervenciones, en cuestiones de "culpabilidad" (mejor sería hablar de responsabilidad) tengo claro que el protagonista principal fue Alemania, el auténtico responsable de desencadenar la guerra contra Polonia, que devino una guerra generalizada a los tres días de su inicio. Ahora bien, el que Hitler pudiera desencadenar esa guerra, tal como se llevó a cabo, fue posible gracias a las irresponsabilidades de otros protagonistas, entre los cuales estuvo Polonia. ¿Qué dice el especialista y revisionista (en el genuino sentido académico del término en el estudio de la Historia) historiador Jabara Carley al respecto? Os voy a resumir lo sustancial.
Jabara motiva su artículo en los siguientes sucesos. El 20 de diciembre de 2019, Putin intervino públicamente para corregir "la falsa historia de Occidente" sobre los orígenes de la IIGM. Cuatro días más tarde, volvió a intervenir para caracterizar al embajador polaco en Berlín de finales de la década de 1930, Jósef Lipski, como un "cerdo bastardo y antisemita". La élite dirigente polaca era notablemente antisemita, y en 1938 Lipski dijo a Hitler que los polacos "le erigirían un hermoso monumento en Varsovia si llevaba a cabo [un] plan para expulsar a los judíos europeos a África". La reacción del parlamento polaco, con una mayoría bipartidista, fue anunciar su intención de "aprobar una ley que criminalizara las mentiras sobre las causas de la IIGM". Jabara comenta que el lenguaje que Putin empleó sobre Lipski
no fue muy presidencial, pero estaba claramente indignado. Tenía razones para estarlo.
El pasado agosto (2020), continúa Jabara, Trudeau, el primer ministro de Canadá, realizó una declaración lamentando el "infame" pacto de no-agresión nazi-soviético concluido el 23 de agosto de 1939. Trudeau equiparó a la Unión Soviética con la Alemania nazi por traer "sufrimientos inenarrables a las personas de Europa". Obviamente, sigue Jabara, Trudeau no sabe nada sobre los orígenes y despliegue de la IIGM, pero no está solo. Varias semanas después, el Parlamento Europeo de Estrasburgo (PACE) aprobó una resolución que siguió las mismas líneas de la declaración de Trudeau: el pacto de no-agresión nazi-soviético "allanó el camino para el estallido de la IIGM". Parece que el origen de la resolución estuvo en un grupo de diputados polacos (del PACE) que representaban al ala derecha, llamada Grupo ECR. Para PACE y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) esas resoluciones no eran nada nuevo. En 2008-2009 PACE estableció el 23 de agosto como falsa festividad para conmemorar a las víctimas del "totalitarismo" fascista y comunista y la firma del pacto de no-agresión nazi-soviético. Los europeos del Este y la Asamblea Parlamentaria de la NATO (léase Estados Unidos) estaban detrás del establecimiento de la nueva "festividad". Finalmente, concluye Jabara,
Los polacos harían bien en no plantear preguntas sobre los orígenes de la Segunda Guerra Mundial. Es como cavar con un palo en un montón de estiércol. Tan pronto como lo revuelvas, el estiércol comienza a apestar. Y a continuación da comienzo a su artículo.
Jabara comienza diciendo que el estado polaco se restableció al final de la IGM, y que estaba dirigido por nacionalistas conservadores polacos que buscaron recrear Polonia como una gran potencia dentro de sus fronteras de 1772. El general (más tarde mariscal) Józef Piłsudski se dispuso inmediatamente a agregarse los territorios orientales de Ucrania y Bielorrusia, lo que condujo a la guerra con la Rusia Soviética. Piłsudski tenía grandes ambiciones y en diciembre de 1919 envió extraoficialmente agentes a París para conseguir el consentimiento francés para una gran ofensiva oriental en la primavera de 1920. La posición de Francia era importante porque era un aliado clave y el mayor suministrador de armas de Polonia. Los franceses no aprobaron abiertamente la ofensiva, diciendo que era una decisión que debían tomar los polacos, aunque continuaron suministrando armas a Polonia. Al gobierno francés, entonces muy hostil hacia la Rusia Soviética, le favorecía cualquier debilitamiento de los soviéticos, y si los polacos podían hacerlo, mejor que mejor.
Los polacos lanzaron su ofensiva a finales de abril de 1920, llegando a Kiev el 7 de mayo. El Ejército Rojo se retiró de la ciudad para lanzar más tarde una contraofensiva que obligó a los polacos a retirarse en desbandada hacia los alrededores de Varsovia a principios de agosto. Y luego los polacos lanzaron su propia contraofensiva obligando a retirarse al Ejército Rojo. En octubre se estableció un armisticio y en febrero de 1921 se firmó el Tratado de Riga. Ninguna de las dos partes quedó satisfecha con el tratado: los polacos no consiguieron sus fronteras de 1772, mientras que la Rusia Soviética tuvo que conceder territorios que consideraba rusos.
Durante la década de 1920 el gobierno soviético intentó mejorar relaciones con Francia y, puesto que Polonia era aliada de Francia, con Polonia. Sin resultados, pues ni franceses ni polacos estaban interesados en esas aperturas soviéticas. En mayo de 1926 Piłsudski encabezó un golpe de estado y asumió esencialmente poderes dictatoriales o cuasi-dictatoriales que mantuvo hasta su muerte en mayo de 1935. Durante toda esta etapa se negó a perseguir mejores relaciones con los soviéticos.
La llegada de Hitler al poder en 1933 agravó la situación. El nuevo gobierno nazi abandonó la política de cooperación existente con los soviéticos (
Reichswehr y Ejército Rojo) y lanzó una campaña de propaganda contra la URSS. En diciembre de 1933, el Politburó lanzó una nueva política basada en la seguridad colectiva y la asistencia mutua contra la Alemania nazi. En 1934 la URSS entró en la Sociedad de las Naciones.
La URSS intentó nuevamente mejorar relaciones con Polonia, que entonces estaba acercándose a Alemania. El 26 de enero de 1934 Polonia firmó un pacto de no-agresión con Alemania. A partir de aquí las relaciones soviético-polacas fueron a peor. En conversaciones entre el comisario de exteriores soviético Litvinov y su homólogo polaco Józef Beck en Moscú en febrero de 1934, el comisario soviético le dijo a Beck que Polonia había cometido un grave error al firmar el pacto de no-agresión, al confundir tácticas a corto plazo con estrategia a largo plazo. Hitler estaba ocultando sus ambiciones territoriales de momento, pero atacaría cuando viera la ocasión. Beck rechazó las preocupaciones de Litvinov diciendo que no veía amenazas de parte de Alemania o amenazas de guerra en Europa.
El informe de Litvinov de esa reunión con Beck fue tan profético que los soviéticos lo desclasificaron en 1965 y lo publicaron a partir de entonces.
Polonia fue alineándose con los nazis con el objetivo de bloquear los esfuerzos soviéticos de cara a construir un sistema de seguridad colectiva en Europa. En Francia, el ministro de exteriores Louis Barthou concentró sus esfuerzos en establecer una alianza con la URSS, sin preocuparse ya más por Polonia, pero sus esfuerzos se abortaron abruptamente tras su asesinato en Marsella en octubre de 1934 como resultado del asesinato del rey Alejandro de Yugoslavia.
Ya en la primavera de 1934, los diplomáticos soviéticos observaron que los polacos estaban intentado provocar a los checoslovacos por la cuestión del distrito de Těšín, donde había una importante población polaca. Al mismo tiempo, el gobierno polaco no estaba interesado en la "cuestión austriaca", la anexión que pretendía Alemania por esa época, que finalmente llevó a cabo en marzo de 1938. Poco después le llegó el turno a Checoslovaquia. Durante la crisis de primavera-verano que concluyó con el Pacto de Munich, Polonia se opuso rotundamente a que el Ejército Rojo, cruzando su territorio, fuese en ayuda de los checos, caso de producirse la agresión nazi. Rusia, independientemente de cuál fuera su régimen político, era el "enemigo no. 1" para los polacos. Para el comandante en jefe del ejército polaco, Edward Rydz-Śmigły, "si el alemán sigue siendo un adversario, es al menos europeo y un
homme d'ordre (hombre de orden)...El ruso es un bárbaro, un elemento asiático, corrupto y venenoso, con el cual cualquier contacto es peligroso, letal".
Además el gobierno polaco tenía su vista puesta en Těšín. A finales de septiembre, cuando la crisis checa estaba llegando a su clímax, Beck le dijo al embajador británico en Varsovia que Polonia no aceptaba que si se satisfacían las demandas alemanas sobre los Sudetes, no recibiera nada Polonia. Luego del Pacto de Munich y la anexión del resto del territorio checo en marzo de 1939, vino la crisis polaca por la cuestión de Danzig provocada por los nazis. Aquí ya no es necesario seguir con el resumen de la misma de Jabara, pues este hilo da cuenta de ella.
Jabara concluye diciendo que el pacto nazi-soviético de 23 de agosto de 1939 no tuvo lugar en un vacío. No fue algo que surgiera
ex nihilo, apostillo yo. Fue, para volver a Jabara, el resultado directo de casi seis años de política fallida para organizar la seguridad colectiva y la asistencia mutua contra la Alemania de Hitler.
Ningún gobierno en Europa quería aliarse con entusiasmo, o en absoluto con la Unión Soviética contra la amenaza nazi. Todos buscaron acuerdos con Berlín para cambiar al lobo hacia otra presa. En cuanto a los polacos, fueron los arruinadores y saboteadores de la seguridad colectiva. El pacto de no-agresión nazi-soviético fue el resultado directo de la política británica, francesa y polaca, y especialmente de los acuerdos de Munich que vendieron Checoslovaquia.
Los recientes comentarios del Presidente Putin sobre los orígenes de la guerra están apoyados en la evidencia de archivo. La indignación del gobierno polaco, apoyada por comentarios del ignorante embajador estadounidense en Varsovia y desde Berlín, es pura propaganda basada en una historia falsa de motivación política. "
La URSS, aislada", concluyó Putin en su declaración citada, "
tuvo que aceptar la realidad que los estados occidentales crearon con sus propias manos". Y para Jabara, esta declaración resume cómo y por qué estalló la guerra en 1939.
*Jabara escribió dos libros fundamentales:
1939: The Alliance That Never Was and the Coming of World War II (1999), y
Silent Conflict: A Hidden History of Early Soviet-Western Relations (2014). El primero es crucial para entender todo esto.
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https://www.academia.edu/41603373/_What ... card=title
Saludos cordiales
JL