Hola a todos, dentro de los factores mencionados creo que que hay uno que siempre estuvo omnipresente y es el tratado de Versalles, hay autores que afirman que la primera guerra mundial fue la antesala para la segunda guerra, es decir la primera guerra le pavimentó el camino a la segunda .Las condiciones humilantes y exageradamente duras para la economía alemana que fueron debilitando la credibilidad de la joven répública nacida de la post guerra Es importante resaltar también la incapacidad de los comunistas alemanes (por orden de Moscú) para establecer alianzas con el centro político, recordemos que en américa Latina los comunistas realizaron alianzas antes que estallara la segunda guerra mundial comenzaron a levantar la estrategia de los frentes populares antifascistas, en dichos frentes se privilegiaba la alianza con los partidos socialdemócratas para aislar a la derecha golpista, el propósito era proteger internacionalmente a la unión soviética de un probable ataque alemán.
Hitler y su partido, se nutren de los postulados, racistas, antibolcheviques y nacionalistas que responsabilizan y acusan a los judíos y a los socialdemócratas de la derrota en la gran guerra, en lo personal descarto que Hitler hubiese engañado a las masas como lo señalan algunos foristas, es probable que dada el bajo desarrollo de los medios de comunicación de masas, muchos desconocieran en profundidad sus postulados, pero eso es otra cosa, Hitler en sus discurso nunca dejó de hablar en contra la democracia, esa era una de sus banderas de lucha, incluso para sectores de derecha Hitler era un bolquevique por su discurso populista. . A continuación dejo un pequeño artículo que escribí basado en. del libro de Ian Kershaw," Hitler".en dónde el autor sostiene la tesis de que Hitler llegó al poder fundamentalmente por las condiciones externas, es decir la coyuntura histórica política y económica, más que por sobre las habilidades personales de Hitler y sus seguidores.
Muchas personas se han preguntado alguna vez, como Hitler siendo una persona con pocos estudios, que a los 29 años de edad no tenía ninguna trayectoria política y que prácticamente era un “don nadie” sumido en una pobreza dura y casi sin amigos, por lo tanto sin una red social que lo apoyase y contuviese en momentos difíciles o para ayudarlo a realizar sus proyectos, llegó a ser jefe de Estado de uno de los países mas culto y desarrollado del mundo, es más, Hitler ni siquiera era alemán, era austriaco, uno se imagina que solo mediante el engaño, la mentira y el crimen, pudo hacerse con el poder, ¿de que otra manera un criminal que ordenó asesinar a 6 millones de judíos podría haberlo hecho?.
Hitler hasta su enrolamiento en el ejercito alemán en 1914, era un frustrado artista que vivía vendiendo acuarelas y pinturas de paisajes urbanos en los cafés de las calles de Viena y luego en Munich para sobrevivir. Hasta que se desató la primera guerra mundial, el joven Hitler no descubría su quehacer, su lugar en el mundo, fue justamente en plena guerra cuando finalmente encuentra ese lugar, siendo apenas un recluta encargado de transmitir las ordenes (un correo) del cuartel general a los comandantes de batallón de la línea del frente, en esta labor es herido en dos ocasiones por lo cual fue condecorado, una vez terminada la guerra en 1918 con la derrota y caída del imperio alemán, Hitler intenta por todos los medios de no ser desmovilizado del único lugar en donde se había sentido alguien, donde había tenido una sensación de pertenencia, (más tarde diría que su estadía en el ejercito había sido la época más memorable de su vida) se convierte entonces en un informante y luego de ser capacitado, tambien pasa a ser un propagandista antimarxista al servicio del ejército, en su labor asiste a las reuniones y mítines que se celebraban en las cervecerías y cafés de Munich, organizadas por grupos políticos tanto de izquierda como de derecha, es en estas circunstancias en donde conoce a Anton Drexter, un cerrajero ferroviario que lo invita a ingresar a su grupo político. Es por esto que podemos decir que Hitler no fue a la política sino que la política fue a Hitler, fue en ese momento cuando Hitler descubre su poder con las palabra, su poder de convencimiento, su carisma. Las ideas políticas de Hitler no eran nada nuevo en la Alemania de los años ´20 s, hacia rato que existían grupos nacionalistas (volkisch) que pregonaban el antibolchevismo y el racismo, lo nuevo, era la forma en que esos contenidos eran transmitidos y Hitler se transformo en un gran orador de masas, un motivador, gracias a este don fue invitado a participar en el partido de los trabajadores alemanes dirigido por Drexter, que poco más tarde se transformaría en el NSDAP (Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores). Posteriormente y después de liderar el Putsch de Noviembre de 1923 (como se conoce su fracasado intento de golpe de Estado) pasa algunos meses en la cárcel en dónde escribe la primera parte de su libro "Mein Kampf", continúa su trayectoria de agitador de masas por mucho tiempo como un líder marginal dentro de la política alemana, con un discreto apoyo electoral, los acontecimientos sociales políticos y económicos como la crisis económica del año 1929 que terminó por darle el golpe de gracia a la ya desacreditada república del Weimar, unido a la confusión ideológica propia de la época y al oportunismo, terminan por catapultarlo al centro del quehacer político, obteniendo en las elecciones de 1932 un 37% de los votos, situando a su partido como la principal fuerza electoral de Alemania. Puede resultar sorprendente para la mentalidad actual, que observa desde la comodidad que otorga el tiempo trascurrido al pasado, la gran adhesión popular que llegó a alcanzar la propuesta de establecer un régimen autoritario en esos años, Hitler siempre fue muy explícito a este respecto, nunca ocultó sus intenciones dictatoriales ni su antisemitismo, es más, eran parte importante de sus discursos de campaña.
Como vemos, existió un contexto histórico que sirvió de abono a los postulados nacistas, unido a algunos hechos fortuitos y cierta astucia y habilidad personal que terminaron por permitir que Adolfo Hitler lograra escalar hasta convertirse en el dictador que fue, no fue su inteligencia criminal por sí misma, ni mucho menos el triunfo exclusivo de la voluntad de un hombre que forja su destino con esfuerzo paso a paso, los factores gravitantes, Hitler se encontró -por así decirlo- con su destino en forma accidental y en un contexto histórico nacido de la derrota de los alemanes en la gran guerra, el humillante tratado de Versalles impuesto por las potencias vencedoras y la crisis económica como telón de fondo. Sin ese contexto y sin esas ocurrencias en la vida de Hitler, como fue su designación como informante del ejército no hubiésemos conocido al dictador que desencadenó la destrucción de gran parte de Europa y la muerte de millones de personas.
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