Grl. Vicentenario escribió:Malta como importante puerto y base para aviones diezma el transporte maritimo entre Italia y los puertos del Norte de Africa.
Éste es el punto donde no estoy en absoluto de acuerdo contigo. Malta realmente era una molestia para las rutas de abastecimientos con destino al norte de África, más que nada por el amplio rodeo que debían dar los convoyes italianos con el fin de evitar la aviación británica que podría estar basada en la isla, pero afirmar que gracias a Malta se diezmó el transporte marítimo entre Italia y el norte de África es, en mi opinión, una exageración.
Como bien has dicho, al comienzo de la guerra, Malta no suponía ninguna amenaza para el tránsito mercante italiano debido a los escasos medios con los que disponía. Dada su proximidad a Sicilia y la península italiana, Malta se encontraba muy expuesta a los ataques aéreos. El grueso de la Mediterranean Fleet tenía su base en Alejandría y desde pocas horas después de la entrada de Italia en la guerra el 10 de junio de 1940, Malta comenzó a sufrir bombardeos por parte de la aviación italiana. Al final de la primera semana de guerra, la alarma aérea había sonado ya treinta veces en Malta. En los primeros meses la isla no era lo bastante segura como para que los cruceros y destructores pudieran utilizar regularmente su puerto y si a esto añadimos lo exiguo de su poder aéreo (a finales de 1940 la RAF contaba en la isla con 15 Hurricane, 12 Swordfish, 16 Wellington, 4 hidroaviones Sunderland y 4 Glenn Martin de reconocimiento) no nos puede soprender, pues, que sólo se hubiesen hundido el 2 ó 3% de las 690.000 toneladas de barcos que los italianos habían enviado a Libia entre julio y diciembre de 1940, y que 47.000 hombres hubieran podido desembar allí sin sufrir bajas.
Pese que a finales de 1940, la situación general en el Mediterráneo no era para nada crítica para los británicos (más bien todo lo contrario ya que el 5 de enero de 1941 Bardia se rendía a los británicos), la situación para Malta empeoró drásticamente (más si cabe) cuando en ese mismo mes de enero comenzó a desplegarse en los aeródromos sicilianos elementos del
X Fliegerkorps bajo el mando del general Geissler. Su misión: neutralizar Malta como base aeronaval británica a fin de proteger los convoyes que se dirigían a Libia, impedir los abastecimientos británicos y apoyar a las fuerzas del Eje en el norte de África. Los ataques diurnos y nocturnos del
X Fliegerkorps que continuaron durante todo febrero y marzo con intervalos de pocos días, se dirigían principalmente contra las instalaciones portuarias, las localidades de La Valletta y Senglea y contra los tres aeródromos situados en la isla, en los que ocasionaron grandes daños a los aviones que estaban en tierra.
Si nos centramos a partir de junio de 1942 como indica tu mensaje, estimado Vicentenario, Malta atravesaba una grave crisis por falta de abastecimientos, ya que el útlimo envío de víveres y municiones se recibió el 25 de marzo de 1942, cuando llegaron a la isla 5.000 toneladas de las 25.000 necesarias. Fue a mediados de junio cuando se decidió, por parte del Gobierno británico, preparar una agran operación de abastecimiento de Malta: uno formado por once transportes procedente de Egipto (nombre clave
Harpoon) y otro compuesto por seis transportes, procedente de Inglaterra vía Gribraltar (
Vigorous). El resultado de los combates navales desarrollados por italianos que intentaban interceptar los convoyes y los buques de guerra británicos que los protegían, fue que desde Gibraltar llegaron a Malta únicamente dos mercantes, uno de ellos gravemente averiado por una mina y desde Alejandría no llegó ninguno debido a que los británicos, ante la presencia en el mar de las fuerzas navales italianas, el convoy dió media vuelta y no hubo combate. Después del fracaso casi total de esta operación de abastecimiento, los británicos lo único que pudieran hacer para dar "oxígeno" a Malta fue enviarles los más esenciales abastecimientos como carburante, municiones antiaéreas y torpedos por medio de submarinos y de algún buque de superficie de alta velocidad lo cual, estarmos todos de acuerdo, limitaba su carga de manera considerable. Esto nos puede dar una idea de la grave situación por la que atravesaba Malta en esas fechas. Vamos, que la situación no permitía que desde Malta se bloquease el vital tráfico mercante italiano.
Ahora bien, la situación de Malta a principios de agosto de 1942 había llegado a un punto excepcionalmente crítico; según los cálculos ofiales, las provisiones y el combustible se agotarían por completo en un plazo de tres o cuatro semanas como máximo. Si no se recibía la ayuda necesaria, la rendición se haría inevitable.
El 10 de agosto se organizó el convoy
Pedestal (59 buques de guerra que daban cobertura a 14 mercantes con destino a Malta) y tras varios días de intensos ataques por parte de los uboote, lanchas torpederas italianas y la aviación, el resultado de esta acción supuso para los británicos unas pérdidas totales de un portaaviones, dos cruceros, un destructor y nueve mercantes hundidos, además de un portaaviones, dos cruceros y tres mercantes resultaron seriamente dañados. Del inventario que resultó después de la llegada del convoy
Pedestal, se dedujo que entonces la base podría resistir hasta primeros de diciembre.
En el transcurso de los meses de octubre y noviembre de 1942, cuando se consiguieron las primeras victorias aliadas en el norte de África, no existía todavía ningún indicio que indicase el fin del asedio de la isla. El 17 de noviembre zarpó hacia
Grand Harbour (Malta) el convoy
Stoneage (4 mercantes y diversos buques de guerra), esta vez procedente de Port Said. Para este convoy supuso una ventaja enorme el fulminante avance del 8º ejército a lo largo de la costa libia (Tobruk cayó el 13 de noviembre y Bengasi el 20), pues ello le permitió entrar, sin ser molestado, en el puerto de
Grand Harbour la noche del 19 al 20 de noviembre. Éste útlimo convoy fue el que salvó definitivamente la fortaleza.
Como tú comprenderás, estimado Vicentenario, en esta situación Malta distaba mucho de ser la punta de lanza de ataque que usaron los británicos para intentar detener el constante tráfico mercante italiano. Tráfico mercante que podríamos cuantificar en el total de la guerra en el Mediterráneo en 4.385 convoyes (122 al mes, igual a una media de 4 convoyes diarios en el mar), 1.242.729 hombres transportados, equivalente al 96% del personal embarcado y 4.199.375 toneladas de material y avituallamientos que llegaron al punto de destino, igual al 90,5% de todo lo enviado. Los carburantes y combustibles llegaron a los puertos de desembarco en la medida del 81%.
Es indiscutible que la Marina italiana cumplió con uno de sus principales objetivos, que era precisamente el asegurar el abastecimiento a las divisiones que operaban en ultramar. El que luego los aprovisionamientos fuesen insuficientes, dispersos y desorganizados, sin duda hay que achacarlo a otras causas como podemos comprobar en los enlaces expuestos en este hilo y no sólo a los responsables políticos, militares y económicos del país, que no supieron prepararlo para la guerra.
Saludos!