¡Hola a todos!
Una fugaz intervención en este subforo para un par de comentarios.
Martin Niemöller escribió:
En cuanto a la invasión, lo que más necesitaba Hitler en ese momento era aviación, la cual sería suplida por la URSS, y de esta forma se conseguiría la superioridad aérea. La infantería soviética, que colaboraría en el desembarco, luego sería utilizada como fuerza de ocupación.
Yamashita escribió:
Martin Niemöller escribió:En cuanto a la invasión, lo que más necesitaba Hitler en ese momento era aviación, la cual sería suplida por la URSS, y de esta forma se conseguiría la superioridad aérea. La infantería soviética, que colaboraría en el desembarco, luego sería utilizada como fuerza de ocupación.
No, lo que mas necesitaba Hitler era una Flota. Dudo mucho que los Polikarpov I-15 e I-16 hubiesen contribuido demasiado a la derrota del Reino Unido en 1940 y su fuerza de bombarderos tampoco era para nada destacable.
mark escribió:
La posible colaboración militar entre la URSS y Alemania durante la II Guerra Mundial como una maniobra de engaño por parte de Hitler con la que aplazar provisionalmente su objetivo final con el fin de eliminar obstáculos, es decir, Gran Bretaña, me parece interesante y "factible", aunque en mi opinión no a través de una colaboración en la invasión de Inglaterra.
Schwerpunkt escribió:
Salvo que se replantee radicalmente el hilo no veo la menor posibilidad realista de una invasión conjunta al Reino Unido con fuerzas conjuntas germano-soviéticas. Como ya ha indicado Yamashita, lo que los alemanes necesitaban era una flota después de establecer la superioridad aérea.
Ni Hitler ni sus altos mandos en las tres ramas de la Wehrmacht consideraron jamás una cooperación o participación militar soviética directa en la proyectada Operación León Marino cuando en junio y julio de 1940 todos ellos se estrujaban los sesos tratando de encontrar la manera de sacar a Gran Bretaña de la guerra o derrotarla por la fuerza de las armas. Por otra parte, en la situación dada en el verano de 1940, Stalin jamás iba a dar un paso, respecto a una colaboración con Alemania, más allá de las obligaciones derivadas de sus acuerdos económicos con los nazis.
Como seguramente sabréis, Hitler, tras la conclusión victoriosa de la campaña contra Francia, estaba convencido de que Gran Bretaña pronto llegaría a un entendimiento para sentarse en una mesa de negociaciones y firmar la paz. A lo largo de junio y primeras semanas de julio hizo varias "ofertas" de paz a los británicos en este sentido. Su última oferta seria de paz a Gran Bretaña la hizo el 19 de julio de 1940, el mismo día que Roosevelt, tras su nominación como candidato a la presidencia por el Partido Democrático, declaró en un discurso público que los países totalitarios eran el enemigo de los Estados Unidos. Tres días después, el 22 de julio, Lord Halifax, en nombre del gobierno británico, rechazó totalmente esa oferta de Hitler y declaró una lucha implacable contra el Eje. Un día antes, Hitler convocó a los comandantes en jefe de las tres ramas de la Wehrmacht (Brauchitsch, Göring y Raeder) para tratar una serie de asuntos de cara a la continuación de la guerra. En esta reunión, tratando de explicar la actitud británica de continuar en la guerra, Hitler concluyó que sólo se podía entender por la esperanza británica de que USA y/o la URSS se aliaran con Gran Bretaña en la guerra. Y Hitler tenía mucha razón, pues Churchill había tratado, sin éxito, de enfriar y distanciar las relaciones de la URSS con Alemania, mientras que apuraba, aquí con éxito, a Roosevelt a acercarse a la guerra. En esa reunión, Hitler ya encargó a Brauchitsch que empezara trabajar sobre el "problema ruso".
Unas semanas antes, el 30 de junio, Jodl había presentado un memorando para la continuación de la guerra, Aquí proponía, entre otras opciones, que si los británicos no cedían en su empeño de continuar en la guerra, entonces había que invadir Inglaterra, y el primer paso era derrotar a la RAF para conseguir el dominio aéreo como requisito para un posterior desembarco. El 2 de julio el OKW instruyó a los tres servicios de la Wehrmacht para que procedieran con los preparativos de una operación de desembarco (León Marino), mientras que el día siguiente Halder dio instrucciones a su jefe de operaciones, Greiffenberg, para que examinara "los requerimientos de una intervención militar que obligara a Rusia a reconocer la posición dominante de Alemania en Europa".
Ahora bien, en la referida reunión del 21 de julio, Hitler dijo a sus tres comandantes en jefe que los requisitos para "León Marino" eran conseguir el dominio aéreo contra la RAF y tener acabados los preparativos para el desembarco a principios de septiembre. Si no se conseguían estos dos requisitos, entonces había que considerar "otros planes".
El 30 de julio los planificadores de la Kriegsmarine aconsejaron a Brauchitsch y Halder cancelar "León Marino" al menos durante 1940. Los dos jefes del OKH discutieron entonces otra posibilidad al tiempo que planificaban una guerra limitada contra la URSS: buscar la cooperación militar italiana en el Mediterráneo y la soviética en el Golfo Pérsico como continuación de la guerra contra Gran Bretaña. Retornaban así a una de las opciones que Jodl había propuesto en su memorando del 30 de junio: la llamada "estrategia periférica". Brauchitsch y Halder contemplaron esta opción para evitar el riesgo de una guerra en dos frentes, algo que resultaría si británicos y soviéticos llegaban a aliarse, o si Alemania atacaba a la URSS. Por ello decidieron que lo mejor, por el momento, era continuar la cooperación con los soviéticos.
Y así llegamos a la famosa conferencia de Hitler con sus altos comandantes de la Wehrmacht en el Obersalzberg el 31 de julio de 1940, donde el Führer finalmente se decidió por la guerra contra la URSS. Ni Brauchitsch ni Halder le expusieron la opción que habían considerado el día anterior. Y a partir de entonces el OKH jamás volvió a considerar una vuelta a la cooperación con la URSS. Los únicos defensores del acercamiento con los soviéticos en busca de un bloque continental fueron los diplomáticos de la vieja guardia en el Ministerio de Exteriores alemán, con el apoyo de su jefe, especialmente cuando supieron de la decisión de Hitler del 31 de julio, y antes y después de la visita de Molotov a Berlín en noviembre de 1940.
Éste es el contexto, forzosamente resumido, bajo el que tuvieron lugar las consideraciones de distintas élites políticas y militares del régimen nazi para una mayor cooperación con la URSS.
El caso que propone mi viejo y entrañable discutidor Martin Niemöller en este hilo, una invasión nazi-soviética contra Inglaterra, es pura ficción para el año 1940. En cambio, no es para nada fantasiosa considerar la plausibilidad de la formación de un bloque continental en el otoño-invierno de 1940, y a partir de ahí especular sobre la hipótesis de una operación militar soviético-nazi contra Gran Bretaña en 1941. Aunque esto a mí me supera, ciertamente
Saludos cordiales
JL