Totalmente de acuerdo con Widerstand. La captura de las Filipinas era absolutamente central en toda la estrategia japonesa de expansión en el Pacífico y Sudeste asiático. Sin las Filipinas todas las rutas comerciales y comunicaciones con las Indias Orientales Holandesas y la Indochina hubieran estado amenazadas. Y no bastaba tomar Luzón sino que había que dominar todo el archipielago filipino pues la existencia de bases militares activas en el mismo hubiera pueso en jaque esas comunicaciones. De hecho en el otoño de 1944 debido a la pérdida de la batalla combinada del Golfo de Leyte y el desembarco de los norteamericanos en las Filipinas el Japón metropolitano quedó prácticamente aislado de sus posesiones en el Sudeste asiático. Otro motivo de importancia eran las materias primas que se podían extraer de las Filipinas ya que tenía yacimientos de metales preciosos y algo de metales ferrosos (como cromo por ejemplo) así como algunos suministros agrícolas.Widerstand escribió:No veo lógica alguna en tu planteamiento Eriol. Precisamente el ataque sobre la flota norteamericana en Pearl Harbor se produjo porque en un avance hacia el sur, era necesario que las Filipinas quedaran neutralizadas, ya que si no ocurría esto, se corría el riesgo de que los norteamericanos en cualquier momento podrían entrar en la guerra cortando de cuajo la vital y tan ansiada ruta de suministro que los japoneses debían trazar para poder sacar provecho a los recursos naturales obtenidos en las Indias Orientales holandesas y Borneo.
Al igual que Widerstand no comparto la tesis de una guerra prolongada -que los japoneses sabían no se podían permitir- sino que todo se había jugado a la carta de una guerra corta donde EE.UU. y el Imperio Británico aceptarían las pérdidas como inevitables.wingate escribió:Cuando me refiero que las rutas de suministro son mas cortas, intento remarcar, que tras haber renunciado a la defensa o a la conquista del famoso circulo exterior de defensa que comprendia islas como Eniwetok, Palau, Tarawa o Makin, Miday Wake, la amplitud de la zona de acción de la marina mercante japonesa, quedaria bastante mas reducida, pasando a actuar solo por zonas protegidas(Mar de la China), por ejemplo, y siempre con una vigilancia costera aerea, puesto que cualquier ruta de navegación queda por detrás de las Filipinas(creo que no nombro ningun objetivo, donde la marina mercante se aventure fuera del radio Japón-Puertos chinos-singapur- Nueva guinea-filipinas-Japon. La marina mercante japonesa ya estaba preparada para la excedencias en transporte de suministros desde los territorios anexionados, sino no hubiera entrado en guerra.donde se ahorra es en el transporte de manutención y refuerzo de las tropas, no de suministros industriales. Aun asi estos, quedaban mas protegidos con la idea que propongo de las rutas interiores o costeras.
En cuanto a a politica de la tierra quemada, pensaba que habia sido especifico. Casi el 50% de los pertrechos de un soldado, con impunidad se pueden conseguir sobre el terreno.Solo se excluye del mismo, el amuncionamiento, la sanidad(si no se puede conseguir) y el factor moral(Correo por ejemplo). El resto(comida, alojamiento,etc)forma parte del otro 50%, que es el que nos ahorramos en transporte de suministros.( al fin y al cabo, yo pensaba que Japón ya lo hizo en realidad, pero bueno).
En cuanto al flujo de tráfico mercante o flete naval hay que diferenciar claramente lo que eran las rutas vitales para la economía del Japón Imperial en su nuevo orden asiático. Las rutas vitales eran las que iban desde el Japón metropolitano a Formosa, Manchuria y posesiones chinas así como las Indias Orientales Holandesas que proveerían de todo el petróleo, caucho, estaño y bauxita que necesitaba su economía. Una ruta más secundaria pero de cierta importancia era a Indochina donde había cierta cantidad de petróleo, estaño, níquel y suministros limitados pero importantes de arroz y otros productos agrícolas. La mayoría de islas del Pacífico central ofrecían escasos recursos naturales pero evidentemente sus guarniciones necesitaban suministros constantes de munición, combustible, pertrechos, alimentos, etc. A pesar del carácter espartano del soldado japonés pronto quedó claro que el Japón a duras penas disponía de flete para semejante tarea una vez la guerra se alargó. Tenía el justo para mantener esos puestos avanzados. Los problemas surgieron cuando debido a la falta de preparación japonesa los sumergibles norteamericanos comenzaron a hacer estragos en la flota mercante. Aunque pienso que en el mejor de los casos sólo se hubiera retrasado unos meses lo inevitable, es evidente que una mejor gestión de los recursos por parte de los japoneses y una visión más global del conflicto en vez de fiarlo todo a un gran enfrentamiento naval con las flotas anglosajonas hubiera permitido a los japoneses explotar sus riquezas conquistadas. Pero habría que haber eliminado el enfrentamiento cainita entre el Ejército y la Marina e intentar sacar mejor partido de la mediana industria japonesa.