Quince días

¿Qué pasaría si…?

Moderador: José Luis

maximus

Mensaje por maximus » Mié Feb 07, 2007 12:20 pm

El post anterior de Alvaro va al fondo de la cuestión: las prioridades.

Efectivamente, el III Reich con los recursos naturales de Rusia y el Ejército Rojo derrotado, no tendría ya nada que temer de GB ni de EEUU ni de nadie. A eso se redujo la estrategia de Hitler. El gran éxito contra Francia dio a los alemanes tal arrogancia y complejo de superioridad que no utilizaron para nada esos 10 12 meses entre la victoria de Francia y Barbarroja, durante los cuales el ejército alemán, en lugar de afianzar su victoria, se limitó a descansar.

Creo que es parecido a lo que leí en un libro sobre la Francia de Vichy, según el cual los petainistas sí estaban interesados en aliarse con los alemanes, algo que en Montoire no se solicitó, pero que los alemanes "por no aparentar debilidad" no estuvieron interesados.


La guerra no podían ganarla los alemanes sin aliados, pero, aparte de que eran demasiado "malvados" para ganarse la confianza de nadie, tampoco gustaban de reconocer que necesitaban ayuda pues eso hubiese menoscabado su imagen de superioridad. Asegurar el poder sobre Europa, rendir el Imperio inglés y conquistar los inmensos recursos naturales, humanos e industriales del Mediterráneo, les hubiera muy probablemente asegurado la victoria y tuvieron tiempo y oportunidades para hacerlo (puede que incluso después de Barbarroja), pero ¿no hubiese eso implicado que no estaban seguros de conseguir la victoria contra los infrahumanos soviéticos, por sí solos y en una guerra europea y frontal?

Por cierto, de las objeciones que se pusieron a este plan de enviar a Rommel quince días antes (y con una misión más ambiciosa), creo que es interesante precisar que el único que hubiese podido salvar la situación para los británicos hubiera sido el almirante Cunningham, al que se ha llegado a comparar con Nelson en brillantez táctica, y que ciertamente hubiera podido emular lo de Abukir, cuando precisamente Nelson logró impedir que Napoleón se apoderase de Egipto cortándole sus suministros por mar. Claro que Napoleón no tenía Luftwaffe ni submarinos...

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beltzo
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Mensaje por beltzo » Mié Feb 07, 2007 3:04 pm

Hola de nuevo:

En el planteamiento de Alvaro, es cierto que si los alemanes derribaban a la URSS en 1939-40 las esperanzas franco-británicas quedaban reducidas prácticamente a la nada, pero esto era absolutamente imposible de llevar a cabo en esas fechas, amen de muchos otros factores, sólo mencionaré el que a mi juicio es el principal: los alemanes necesitaban los suministros provenientes de la URSS para poder continuar la guerra con los franco-británicos, pero lo que es más importante, necesitaron hacer acopio de estos suministros para llevar a cabo barbarroja, en 1939-40 sencillamente no se disponían de ellos, con un frente occidental abierto y Alemania sometida a bloqueo no había ninguna otra alternativa para recibir estos suministros, una invasión del territorio soviético era sencillamente imposible de llevar a cabo en esas circunstancias.
Y habría que empezar a preguntarse que haria la URSS con los alemanes tratando de llegar hasta Ismailia y Suez, o incluso más lejos.

¿Que entregaria Alemania a la URSS para evitar su intervención?
Casi con total seguridad los rusos hubiesen intervenido… contra los intereses británicos.
En centro de gravedad del sistema mundial se habia mudado de continente, y nada ni nadie podia cambiar eso en la década de 1940. Ignorar esto es ignorar toda la dinámica Histórica comtemporánea.
Estimado Werto, permíteme decirte que es una curiosa forma de entender la historia donde parece que las cosas son absolutamente predecibles y sin ninguna otra alternativa, sinceramente pienso que eso es ceguera retrospectiva. Eliminemos esa ventaja, para ello me tengo que salir un tanto del objeto de este foro y pido disculpas por ello: ¿qué ocurrirá en el siglo XXI?, ¿se trasladarán los centros de poder, primero económico y después militar y tecnológico desde los EEUU a China?, ¿es algo inevitable y nada ni nadie puede pararlo?... yo no tengo las respuestas pero supongo que tú si ¿qué dicen los flujos de la historia? O quizá, lo que en realidad tengamos que aplicar son las palabras de Rommel: “la mejor batalla es aquella que se libra en retrospectiva”.

Saludos
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Álvaro
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Mensaje por Álvaro » Mié Feb 07, 2007 4:18 pm

Al final da igual cuales serían los movimientos lógicos en la guerra, porque al final Hitler tendría una "inspiración de las suyas" y ordenaría no retirarse en alguna de sus "iluminadas desiciones" tal como hizo en Stalingrado o en tantas otras ocasiones. Esto acabaría costando algunos ejércitos entero a los alemanes y la destitución o dimisión de montones de generales y mariscales competentes. Así Alemania perdería la guerra por muchas opciones y posibilidades que tuviese.
Por mucho que sepamos los movimientos estratégicos más inteligentes, Hitler siempre se las arreglaba para elegir el más ilógico y desastrozo de todos, porque ¿qué otra cosa se podía esperar de alguien con 4 enfermedades psiquiátricas y otros tantos achaques físicos que le cegaban la razón? Por mucho que sus oficiales le aconsejaban, nunca los oía (por suerte).
Un saludo.
…y ahora ellos estarán diciendo ¡***, es el Hijoputa de Patton otra vez!
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p3c0
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Mensaje por p3c0 » Jue Feb 08, 2007 12:47 pm

Hola a todos!

Mi querido Alvaro no estoy deacuerdo contigo, en un analisi somero de la cuestión podria ser así, pero yo considero que alemania estuvo arañando el cielo en esa ofesinva (barbarroja) y si bien es cierto que las malas decisiones del Furer fueron muy grabitantes, si algunas circunstancias fueran diferentes.... umm para mi que el resultado podria cambiar.

Saludos cordiales a todos :-D

Domper
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Mensaje por Domper » Vie Feb 09, 2007 2:29 pm

Varias cosas:

1. Alemania ataca a Rusia en 1940. Ojalá. Por varios motivos:

- Los aliados occidentales (Inglaterra y Francia) no negociarían con Hitler. Demasiadas promesas incumplidas.

- El invierno de 1940 – 1941 fue el más frío del siglo. Hasta los rusos (que de frío saben) tuvieron tremendos problemas en Finlandia. Aparte que en 1939 la mayor parte de los tanques eran poco fiables Pz-I y Pz-II. Alemania se hubiese quedado atascada en Bielorrusia y hubiese perdido sus tanques y buena parte de sus aviones mientras Francia permanecía incólume.

2. Los recursos de… El problema era obtener esos recursos, lo que requería la colaboración de los pobladores. Y Alemania hizo justo lo contrario. En 1942 entre Alemania (incluyendo Austria y Chequia), países ocupados (Grecia, Polonia, Francia y la parte occidental de la URSS) y aliados, satélites y vecinos (Italia, los Balcanes, incluso Suecia y España) disponían de una capacidad industrial que rivalizaba con la de Estados Unidos.

Otra cosa fue que Alemania se dedicó a saquear a amigos y enemigos. La producción de la industria francesa fue ridícula (comparada con la de 1940). No digamos ya la polaca o la de la Rusia ocupada. La producción de muchas organizaciones germanas también fue escasa y de calidad deplorable. El motivo creo que resulta obvio: a la gente no le gusta que se le trate como esclavos.

Napoleón, o incluso el imperio soviético, consiguieron obtener mucho más de los territorios que ocupaban: ofrecían una ideología (buena o mala, esa es otra). Lo que ofrecía Alemania sólo era bueno para los alemanes (no todos) y tal vez los nórdicos. Para los alemanes, mucho peor que la resistencia organizada fue la resistencia pasiva de las poblaciones de los países ocupados.

Con los países aliados, parecido. Era absurdo que las industrias aeronáuticas italianas o rumanas produjesen tipos de aviones inferiores simplemente porque los alemanes exigían fortunas por las licencias de sus modelos. Cuesta lo mismo producir un motor Fiat de 800 HP que un DB601, pero no vuelan igual un Macchi Mc 200 que un Macchi Mc 201. Lo mismo, pero más acusado, puede decirse de los tanques. La derrota de Stalingrado tuvo su base en el deficiente equipo de las unidades rumanas (a las que no se les cedió ni el material soviético capturado). Lo mismo puede decirse de los italianos.

Los problemas de Alemania en Rusia se hubiesen solucionado si Hitler hubiese convertido su ataque no en una guerra de conquista y exterminio sino en una cruzada anticomunista. Voluntarios no le hubiesen faltado. Pero esos posibles voluntarios fueron asesinados en masa, uniendo a los rusos bajo Stalin.

Pero ese era el problema con Alemania, una ideología racista y excluyente no puede conseguir colaboraciones.

3. Los inmensos recursos del Mediterráneo ¿qué recursos? Las zonas productivas (la costa europea) o era aliada o estaba en manos alemanas. La productividad de Cirenaica era ínfima (salvo ese petróleo que no se buscó).

4. Más divisiones italianas y menos alemanas. Las divisiones italianas lucharon muy bien a partir del verano del 41, en cuanto aprendieron lo de la guerra motorizada. Si fallaban era sobre todo por carecer de equipo adecuado. Un tanque M14 poco puede hacer frente a un Valentine, pero se supone que si no vence es por cobardía.

De hecho los alemanes (Rommel) saquearon los recursos italianos. Por ejemplo, sustrayendo sus camiones (mejores que los alemanes). Luego pasaba que los italianos se rendían y los alemanes se retiraban, peor es que a pie es difícil retirarse 500 Km. Muchos “ochentayochos” eran realmente cañones 90/53 italianos. Etcétera.

Aparte que da igual, lo que importaba eran las toneladas que se podían transportar. Sustituir una división acorazada italiana por una alemana no mejoraba la logística, de hecho la empeoraba (había que transportar los vehículos). Había gasolina para lo que había.

Sobre la capacidad de descarga, era la que era, si no puedes descargar un barco y lo tienes que dejar esperando en la bocana, las municiones que lleve no te sirven para nada. Claro que a Túnez se llevaron más suministros: distancia mucho menor, e instalaciones portuarias mucho más capaces. Pero si se descargaba en Túnez ¿cómo se lleva la gasolina hasta Tobruk? Una posibilidad era tender un ferrocarril y oleoductos, como los ingleses habían hecho ¿se intentó?

5. Cruce del Nilo. Rommel había cruzado muy pocos ríos en Rusia, sobre todo porque aún no habían atacado. La diferencia en Rusia era que los equipos se podían acercar por vía terrestre, a Egipto había que descargarlos en Bengasi y transportarlos por caminos mil kilómetros.

6. Defender Bengasi. Veamos, si tras la ofensiva de Crusader no se pudo defender Bengasi, y las tropas atrapadas ahí tuvieron que rendirse ¿cómo pensaban resistir en 1941? Durante las ofensivas africanas Cirenaica era puenteada uan y otra vez, y las unidades que se quedaban en la costa o se retiraban a toda velocidad, o tenían que rendirse, fuesen alemanas, inglesas, australianas o italianas. Por muchos cañones contracarro que se tengan, Bengasi es indefendible: para poder resistir es preciso dominar la sierra que se extiende al sur, tan amplia que requiere un cuerpo de ejército, que puede ser rodeado por el sur y que por su magnitud tiene que rendirse también.

Durante la SGM hubo posiciones que cambiaron de manos tan fácilmente que se vio que hubieran debido ser abandonadas. Un ejemplo puede ser Manila, Mac actuó correctamente al abandonarla para concentrarse en Bataan, los japoneses se aferraron a Manila sólo para ser derrotados. Pues con Bengasi, lo mismo.

Quedan muchos flecos por ahí, pero lo sustancial es esto, el Norte de África era un escenario que requería dominio naval que el Eje no tenía.

Eso no quiere decir que no se hubiese podido intentar. Una estrategia mediterránea podría incluir:

- Obligar a España a entraren guerra y a Francia o a ceder su flota, o a declarar la guerra a Inglaterra (tras lo de Mers-el-Kebir era el momento ideal). Bloquear Gibraltar, y presionar en el Atlántico: enviar barcos italianos a operar desde Cádiz o Huelva, basar barcos alemanes en Galicia.

- Apoyar a los italianos: sobre todo, cediendo petróleo a la flota para poder operar masivamente: mientras que toda la flota inglesa salía al mar para proteger cada convoy, los italianos tenían que dejar sus barcos en puerto porque Alemania no cedía combustible. De paso, informar a los italianos sobre ese aparatito (el radiotelémetro alias radar) y ceder patentes de equipos avanzados.

- Destinar la mayor parte de la Luftwaffe a la guerra naval: tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo, intentando anular Malta (tomarla no era fácil) y negando la libertad de operar a la flota inglesa.

- Mientras, ir acumulando medios en Cirenaica o, en su defecto, en Tripolitania. No planificar al ofensiva al menos hasta verano. Entonces, adelante, pero con suficientes camiones, municiones y petróleo como para llegar a Egipto.

Claro que después de Egipto sigue quedando todo Oriente Medio. Y habría que ver que hacía Stalin: recomiendo la lectura de “Icebreaker” de Suvorov.

Saludos

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Mensaje por Álvaro » Vie Feb 09, 2007 3:13 pm

Dicho por Domper:

En 1942 entre Alemania (incluyendo Austria y Chequia), países ocupados (Grecia, Polonia, Francia y la parte occidental de la URSS) y aliados, satélites y vecinos (Italia, los Balcanes, incluso Suecia y España) disponían de una capacidad industrial que rivalizaba con la de Estados Unidos.

¿España?


La derrota de Stalingrado tuvo su base en el deficiente equipo de las unidades rumanas (a las que no se les cedió ni el material soviético capturado). Lo mismo puede decirse de los italianos.


¿Rumanos e Italianos culpables del desastre de Stalingrado?
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Mensaje por beltzo » Vie Feb 09, 2007 3:28 pm

Hola de Nuevo:
Sobre la capacidad de descarga, era la que era, si no puedes descargar un barco y lo tienes que dejar esperando en la bocana, las municiones que lleve no te sirven para nada. Claro que a Túnez se llevaron más suministros: distancia mucho menor, e instalaciones portuarias mucho más capaces. Pero si se descargaba en Túnez ¿cómo se lleva la gasolina hasta Tobruk? Una posibilidad era tender un ferrocarril y oleoductos, como los ingleses habían hecho ¿se intentó?
La capacidad de descarga es la que es, en eso no hay desacuerdo, el problema esta precisamente en lo que no se intentó y de lo cual Rommel se lamentó en muchas ocasiones, la capacidad de los puertos es en muchos casos ampliable, no se intentó ampliarlos como tampoco se intentaron tender oleoductos o ferrocarriles que aunque no cubrieran todo el terreno al menos cubrieran una parte lo que ayudaría sustancialmente el tema de los suministros. Llevar gasolina desde Tunez a Tobruk tiene pocas más dificultades que hacerlo desde Trípoli, por algo existía una red ferroviaria entre Bizerta y Gabes.

España y Francia estuvieron dispuestas a unirse al eje pero los alemanes no quisieron saber nada de ello hasta después de la batalla de Inglaterra cuando el momento había pasado, para que volviese, se necesitaba precisamente un triunfo en África del norte que sin el concurso de estos dos países era mucho más complicado.

Pero que todo esto, y muchas otras cosas más, no se intentaran o se hiciera demasiado tarde no quiere decir que no fuese posible y eso es precisamente lo que debate aquí, posibilidades, puesto que los hechos son los que son y la historia no se reescribe.

Antes de nada para tener alguna posibilidad en el norte de África lo primera premisa era tomar Bengasi algo que Rommel hizo, de otra manera los ingleses hubiesen podido operar desde Malta y Bengasi con la aviación y los suministros germano italianos hubiesen acabado en el fondo del mediterraneo incluso en el caso de que la Luftwaffe pudiese mantener alejada a la flota británica, en definitiva si Rommel no hubiese tomado Bengasi cuando lo hizo, la aventura africana probablemente hubiese llegado a fin de año.

Cuando refiero que en todo caso se podían sustituir tropas italianas por alemanas me refiero a las divisiones blindadas y no lo hago porque unos sean más valientes que otros, se trata principalmente de la distinta capacidad combativa de unos y otros motivada por el material y la preparación, nunca por el valor personal. Si el África Korps hubiese tenido 4 divisiones blindadas, en lugar de dos, las cosas hubiesen podido ser muy diferentes.

Los principales cresponsables de Staligrando fueron los alemanes, aunque rumanos e italianos también tuvieron su cuota de responsabilidad.

Sobre Suvorov es absolutamente recomendable leer el siguiente hilo: viewtopic.php?t=1410&highlight=suvorov

Saludos
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Mensaje por Domper » Sab Feb 10, 2007 11:08 am

España y el Eje: es un ejemplo de emplear mal los recursos.

Alemania, hasta 1941, tenía todo el petróleo y alimentos que necesitaba, es decir, podía satisfacer las necesidades españolas y exigir a cambio compensaciones. La industria española en 1939 no era de primera línea, pero tampoco despreciable: a final de la guerra había sido capaz de producir la casi totalidad de las municiones empleadas durante la guerra. Se tenía una apreciable industria aeronáutica y naval. Pero esas industrias tuvieron que trabajar casi sin recursos, con diseños anticuados, y en 1945 no habían producido sino unos centenares de aviones anticuados (principalmente CR-32, I-15 e I-16). España es una importante fuente de materiales estratégicos (no sólo el Tungsteno, también plomo, cobre y hierro) pero de nuevo la producción española y la entrega de estos materiales estuvo condicionada por la presión de los aliados, que controlaban esos recursos que Alemania no quería ceder a España.

Básicamente, lo que esperaba Alemania es que España compensase sus necesidades mediante adquisiciones en el mercado internacional (léase Estados Unidos) y vendiese su producción a Alemania ¿cómo hacerlo? Pues hinchando artificialmente el valor del marco, con el que además sólo se podían adquirir productos alemanes que se vendían a precios de usura.

Los militares españoles no eran lumbreras en economía, pero tontos tampoco, y pronto apreciaron que el comercio con Alemania era una variante del timo del Nazareno, y exigían la entrega de bienes “sustanciosos”, no de papel. Esos bienes (armamento) fueron entregados con gran retraso y resultaron tener una calidad ínfima. La “solidaridad ideológica” no compensaba la presión real de un bando (que podía entregar los suministros que España necesitaba) frente a otro bando que simplemente contemporizaba, y el comercio con el Eje se fue agotando.

Parecido ocurrió con Rumania. Una fracción importante del petróleo alemán era rumano, y Rumania tuvo que ceder también cereales, carbón y productos manufacturados. Se le obligó a ceder Transilvania a Hungría, Besarabia a la URSS y parte de la Drobudja a Bulgaria. Se le obligó a una guerra catastrófica con la URSS (digo “obligó”, mirad las circunstancias mediante las que Antonescu llegó al poder). A cambio ¿qué recibió Rumania? Casi nada. Se le pagaba con dinero de papel recién fabricado en Alemania (cuando se le pagaba) con el que sólo podía comprar los productos alemanes que Alemania decidiese venderles, y aprecio de oro: unos pocos tanques de segunda mano anticuados (Pz-35, Pz-38 en ¡1943!), aviones descartados (el He-112), materiales de aviación obsoletos. Cuando los rumanos solicitaron el motor BMW801 para desarrollar el IAR-80, se les dijo que nones, no se les entregó ni un ejemplar para instalarlo en un prototipo, ni se cedió la licencia para su producción.

En resumen, que Alemania se dedicó a saquear los recursos de sus aliados pero se negó a si misma lo que hubiera podido obtener de una colaboración sincera. En una fábrica rumana poca diferencia había entre producir un IAR-80, un IAR-80 mejorado, o un Fw-190. Al fin y al cabo eso se había hecho en Chequia. Por eso lamentar que Alemania no pudiese obtener (saquear) más recursos en el Mediterráneo es absurdo. Es como llevar a un caballo a pastar trigo verde y luego lamentar no tener cosecha.

En esa línea, estoy un poco cansado de leer como los ejércitos húngaros, rumanos o italianos eran derrotados por los aliados con relativa facilidad. Claro que si tenían que defenderse de T-34 con cañones de 37 y 47 mm y botellas de gasolina…

Sobre la capacidad de descarga: desde luego que podía potenciarse. Los aliados lo demostraron sobradamente operando desde las playas de Normandía. Pero sólo se podía hacer tras años de preparativos. Ni alemanes ni italianos tenían en 1941 una fuerza anfibia apreciable, ni se dedicaron a desarrollarla ni (sobre todo) hubiese estado a tiempo para el verano de 1941. Sobre lo de presionar a la Francia de Vichy, completamente de acuerdo, era absurdo perder barcos en la costa tunecina que hubieran podido operar protegidos por la aviación propia. Pero de nuevo no daba tiempo a que ese factor influyese en 1941. Lo mismo con los tanques alemanes, no daba tiempo a llevarlos (y sigo insistiendo, los tanques italianos que ya estaban ¿se abandonaban? ¿no hubiese sido mejor ceder tanques modernos a los italianos?).

Para acabar, aunque se salga de tema, sobre “Rompehielos”. En otros foros ya he dicho que yo no creo por completo esas teorías. No creo que Stalin estuviese preparando un ataque para un par de semanas después. Pero los signos son por lo menos ominosos. Mi impresión (personal) es otra:

- Stalin sí había considerado antes de 1939 lanzar una guerra ofensiva en Europa ¿para qué si no tanto armamento? En 1939 Stalin tenía más tanques o más bombarderos que el resto del mundo junto. La ocasión sería una repetición de la Gran Guerra, atacando a una agotada Alemania enfangada en la frontera francesa.

- La gran victoria alemana en Polonia y sobre todo en Francia le hizo replantearse la situación. Alemania no tenía frente Oeste, y la nueva táctica era tremendamente efectiva. Había que reorganizar.

- El erróneo planteamiento soviético en 1941 creo que era una muestra de soberbia. Si atacaba Alemania, sería detenida en las fronteras y se contraatacaría. Al penetrar el ejército alemán profundamente en la URSS se trastocó el planteamiento.

- Pero la URSS estaba preparada para aprovechar la ocasión, probablemente no en 1941, pero sí en 1942 o a lo sumo 1943. Si Alemania dedicaba su potencial a una guerra en el confín del mundo (en Mesopotamia, o desembarcando en Inglaterra) mejor que vigilase su espalda.

Saludos

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Mensaje por José Luis » Sab Feb 10, 2007 9:09 pm

¡Hola a todos!
Domper escribió: 7. Barbarroja: el retraso en la ofensiva a estas alturas ya es conocido que se debió más al deshielo invernal retrasado (el invierno del 1941, sin ser tan duro como el de 1940, fue de los peores del siglo). Dos semanas no sé si darían muchas opciones a los tanques ante Moscú.
El retraso de tres o cuatro semanas "por culpa de las operaciones en los Balcanes" tiene su origen en las frustraciones de Hitler durante los últimos días de su vida en el búnker de la Cancillería del Reich. En sus lamentaciones retrospectivas, Hitler estaba reinventando la historia.

Aunque no hubiese habido intervención alemana en Yugoslavia y Grecia, la Operación Barbarroja no habría podido comenzar antes de lo que lo hizo en la realidad, esto es, el 22 de junio de 1941 o por esas fechas.

El retraso invernal es cierto que imposibilitaba toda operación motorizada antes de mediados de mayo de 1941. Pero el factor decisivo fue el Programa Otto, las operaciones ferroviarias para desplegar las divisiones alemanas necesarias a las áreas de reunión de la frontera germano-soviética.

Aunque los antecedentes de Otto se remontan a un plan aceptado por el Reichsbahn y el coronel Rudolf Gercke el 25 de abril de 1940 (el plan buscaba el incremento de la capacidad diaria de cinco líneas ferroviarias completas desde Alemania hasta la frontera soviética a 48 trenes cada una al final del verano), y el OKW cursó máxima prioridad a Otto con su directriz de 27 de julio de 1940 (después de que Hitler hubiese puesto sus ambiciones en el Este) exigiendo que Otto estuviese listo a finales de año, lo cierto es que muy pronto se evidenció que esos plazos eran imposibles de llevar a cabo, y el plazo se pospuso para el 15 de abril de 1941.

La planificación detallada comenzó el 31 de octubre de 1940, mediante una reunión entre representantes del Reichsbahn y oficiales de la Wehrmacht que establecieron un plan inicial que requería la utilización de 15.000 trenes para apoyar el despliegue. En encuentros posteriores, esta cifra se elevó a 17.000. El Programa Otto estaba diseñado para hacer posible esos movimientos de trenes. Incluía la construcción de 80 estaciones nuevas; mejoras de comunicaciones y señales, entre ellas la creación de 270 bloques nuevos; la construcción de nuevos centros de reparación y locomotoras; y el refuerzo de vías y puentes. Cuando todo estuviera completo, las cinco líneas mayores del Ostbahn podrían manejar un total de 480 trenes por día. El programa encontró problemas desde el principio por problemas en el suministro de acero, porque el invierno fue muy duro y la nieve retrasó el trabajo hasta marzo de 1941, y porque, como afirmó Gercke, se trabajó bajo estándares de paz cuando estaban realmente en guerra. Otro gran problema fue la carencia de mano de obra. Cuando comenzó el programa, el Ministerio de Trabajo del Reich comprometió inmediatamente a todos los prisioneros de guerra disponibles en el área que cubría el proyecto, pero la demanda del mismo excedía la mano de obra suministrada, y las rivalidades existentes dentro del Reich dificultaron la solución.

Otto utilizó un total de 33.000 trenes: 11.784 se utilizaron para mover las formaciones de combate, mientras que el resto se encargó de las tropas de apoyo y suministros. El despliegue de cada división de infantería requería de unos 70 trenes, y entre 90 y 100 para las divisiones motorizadas y panzers. A medida que progresaba el despliegue se aumentó el número de trenes asignado a cada división por el aumento de vehículos de motor en las mismas.

La primera fase se completó entre el 25 de febrero y el 14 de marzo de 1941; involucró el cambio de divisiones entre el Este y el Oeste. Se movieron 12 trenes diarios, con 13 divisiones dejando el área y 8 transportándose al área. Además, se utilizaron 890 trenes de suministros, 200 para la Luftwaffe, 60 para ingenieros de combate, y 25 para tropas de línea-de-suministro, sumando un total de 2.500 trenes operando durante la primera fase.

La segunda fase comenzó a moverse el 20 de marzo de 1941, incrementando el ritmo de trenes diarios de 18 a 24. La tercera fase comenzó el 8 de abril, completándose el 20 de mayo. Durante esta fase se llevó a cabo el desvío de unidades a Yugoslavia y Grecia, y se utilizó un total de 1.400 trenes de tropas que desplegaron 17 divisiones.

La primera parte de la cuarta fase comenzó el 25 de mayo de 1941, durante la cual se desplegaron 9 divisiones más unidades de apoyo. La segunda parte se completó entre el 3 y el 23 de junio de 1941, e incluyó algunas de las divisiones que se retiraron a toda prisa de los Balcanes. En esta segunda parte se desplegaron 12 divisiones panzer y 12 divisiones motorizadas. Por último, el 21 de junio de 1941 se desplegaron otras 24 divisiones.

Durante las últimas fases de la operación, la Wehrmacht utilizó unos 2.500 trenes diarios.

Aunque Otto fue finalmente un éxito en su cometido esencial (no olvidemos que no sólo debía acometerse la dificultad logística de semejante traslado de formaciones y suministros, sino que había que hacerlo de tal modo que no despertase la alarma entre las tropas soviéticas fronterizas), el ataque a la Unión Soviética nunca podría haber comenzado antes de completarse la segunda parte de la cuarta fase (donde iban 24 divisiones móviles), es decir, nunca antes del 22 de junio de 1941 o unos pocos días antes.

Los problemas ferroviarios de la Operación Barbarroja, previos y posteriores, están muy bien tratados, entre muchas otras cosas, en el segundo volumen del Reichsbahn de Mierzejewski, del cual proviene la información sustancial anterior, esto es:

Alfred C. Mierzejewski, The Most Valuable Asset of the Reich: A History of the German National Railway Volume 2, 1933-1945 (The University of North Carolina Press, 2000), pp. 94-98

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Mensaje por José Luis » Sab Feb 10, 2007 9:41 pm

En cuanto al tema que plantea este topic, la oportunidad de expulsar a los británicos del Mediterráneo no creo yo que tenga su planteamiento óptimo en diciembre de 1940 o enero de 1941, sino cuando realmente tuvo su mejor opción: julio de 1940. ¿Por qué plantear una hipótesis alternativa a la realidad de diciembre-40/febrero-41 cuando lo que se persigue tiene mejor cabida, en todos los aspectos, en el verano de 1940? ¿Y por qué ir más allá de este objetivo mediterráneo? ¿Y por qué sacar a relucir el tema soviético y la explotación del petróleo? Y.......

Quiero decir que la hipótesis plantea demasiados objetivos, demasiadas variantes, y situaciones un tanto contradictorias.

Porque la situación estratégica general de diciembre de 1940 era sustancialmente diferente de la de los meses de junio y julio. Porque en diciembre de 1940 la Luftwaffe había perdido y se había agotado en la campaña aérea contra Gran Bretaña. Porque Gran Bretaña ya no estaba clavada en sus islas y ya podía desviar formaciones y equipo de combate a África. Porque la RAF podía hacer lo mismo. Porque Italia estaba sufriendo una debacle de campeonato en Libia y en Grecia. Porque Hitler había fracasado estrepitosamente en su estrategia diplomática del verano-otoño de 1940. Porque Hitler ya había dado luz verde a la planificación estratégica y operacional de la Operación Barbarroja. Porque había que dar solución al problema de los Balcanes.

Todas esas circunstancias no existían en junio-julio de 1940. Entonces, ¿por qué plantear una hipótesis alternativa en un escenario estratégico que no es el mejor?

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Mensaje por Domper » Sab Feb 10, 2007 11:14 pm

Efectivamente, un escenario de ese tipo es más factible que el que se ha propuesto. Pero implica de nuevo demasiados factores que no se atienen demasiado a la realidad:

1. El principal: implica un plan destinado a derrotar al Reino Unido con la colaboración italiana. Y son dos escollos. Por una parte, parece que Hitler no había meditado lo que ocurriría tras derrotar a Francia, si Inglaterra se negaba a negociar. La carencia de esos planes impidió, por ejemplo, un asalto inmediato, mediante fuerzas aerotransportadas, en Junio de 1940. Habría que revisar despacio si semejante aventura era posible (teniendo en cuenta disponibilidades de aviones de transporte y de aeródromos) pero era más viable que un asalto anfibio a finales de Septiembre o de Octubre.

2. El segundo escollo es el de la colaboración. Como ya ha dicho José Luis en algún otro hilo, Alemania (Hitler) no quería aliados, sino esclavos. Las decisiones claves de la guerra las tomó por su cuenta, sin consultar a sus aliados, muchas veces sin siquiera informarles. Lógicamente sus aliados le pagaron con la misma moneda.

Un plan destinado a expulsar a Inglaterra del Mediterráneo era factible sólo si había una cuidadosa planificación previa. Preparando, por ejemplo, un ataque aerotransportado a Malta cuando era factible, o la preparación de una fuerza anfibia (los LCT son barcos que no se construyen en dos semanas). Implicaría la colaboración francesa o española, y el que se planease el traslado de un importante contingente a Libia.

Claro que por entonces Mussolini no sabía que su aviación fracasaría sobre Malta, y que su ejército de tierra iba a ser derrotado en Egipto. Antes de Mayo de 1940 tampoco sabía nadie que la táctica alemana iba a ser tan efectiva, por lo que no imagino a los generales italianos plegándose a caprichos de sus colegas alemanes. En teoría, Italia tenía más experiencia bélica que Alemania.

3. Un factor a tener en cuenta era la preparación de la marina italiana. El comienzo de la guerra le pilló a contrapie, con sus acorazados modernos aún por finalizar, y con parte de sus buques más antiguos siendo reformados. En Junio o Julio de 1941 los italianos sólo podían aprestar dos acorazados viejos, mal protegidos y armados, que eran del todo insuficientes para medirse con la flota de Alejandría. Y a la primera de cambio, Tarento.

4. El cuarto factor era la (im)preparación de la Luftwaffe para una campaña aeronaval. Hubiese resultado tremendamente efectiva contra Malta, pero mucho menos frente a la flota inglesa. Faltaban bombas perforantes pesadas, torpedos de lanzamiento aéreo (fueron los italianos los que tuvieron que prestarles sus modelos) y sobre todo una táctica adecuada. La prueba era como la flota inglesa pudo evacuar el cuerpo expedicionariode Dunkerque con pérdidas relativamente escasas, o como los convoyes habían sido capaces de navegar por el estrecho de Dover durante el verano de 1940 con pérdidas escasas a pesar de grandes ataques alemanes. No es lo mismo atacar una serie de lentos transportes que cruceros y acorazados, aunque carezcan de protección de cazas.

Al final estamos en lo de siempre: tiempo. En todo caso una estrategia mediterránea de Hitler sí podía darle la victoria frente a Inglaterra, no una victoria total, pero sí tal vez la suficiente para hacer caer el gabinete de Churchill y conseguir una paz negociada. Y queda el quinto escollo:

5. Una campaña en el Mediterráneo ¿finalizaría a tiempo para no interferir con el ataque a la URSS? ¿O habría que dejarlo para 1942?

Saludos

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Mensaje por José Luis » Dom Feb 11, 2007 12:26 am

Es que el asunto, para que nosotros juguemos limpio, hay que ceñirlo al campo estratégico.

En ningún momento Hitler consideró que se iba a embarcar en una guerra prolongada cuando estaba considerando su decisión irrevocable de atacar Polonia. En este tema no importan las razones que lo llevaron a pensar así, sino el hecho de que Hitler despreció las recomendaciones de algunos de los auténticos estrategas militares alemanes. Por ejemplo, no tuvo en cuenta al coronel general Beck cuando éste le advirtió que su política exterior de 1938 conduciría a Alemania a una guerra generalizada para la cual no estaba preparada. Beck estaba completamente seguro que una guerra desatada contra Francia y Gran Bretaña (ya fuera por la causa checa o la posterior polaca), pondría más temprano que tarde a Estados Unidos en contra de Alemania (o a favor de Gran Bretaña y Francia), y entonces Alemania no tendría ninguna posibilidad material de ganar esa guerra. Las estimaciones de Beck al final se mostraron, a nivel estratégico, enteramente correctas, a pesar de que se equivocó a nivel operacional con las dificulatdes de vencer a Francia.

Otro ejemplo lo tenemos en el general Georg Thomas, el jefe económico de la Wehrmacht. Ya en los años de 1935-38 dio su parecer a Hitler de que la guerra futura iba a ser forzosamente una guerra prolongada, y que cualquier nación que participase en esa guerra tenía que estar dispuesta a movilizar completamente todos sus recursos humanos y materiales. En vísperas de la invasión a Polonia, Thomas advirtió contra tal aventura, porque para él, al igual que antes Beck, esto supondría un conflicto generalizado contra Francia y Gran Bretaña (y finalmente Estados Unidos). Si de todas formas se iba a continuar con la aventura, entonces Hitler debía movilizar completamente los recursos de Alemania. En resumen, Thomas quería una economía de guerra total destinada a satisfacer las demandas bélicas de un conflicto que sería prolongado.

Hitler no estaba dispuesto a ello, ya porque no creyera en la guerra prolongada, ya porque temiera una situación social alemana similar a la que llevó al desastre revolucionario de 1918. U otras razones que ahora no vienen al caso. Cuando la aventura polaca le trajo inmediatamente la declaración de guerra de Gran Bretaña y Francia, todavía entonces no consideró la conveniencia de preparar inmediatamente a Alemania para una guerra larga, quizás especulando con que pudiera llegar a un entendimiento diplomático tras finiquitar rápidamente la campaña polaca. Y en esa concepción, en esa valoración estratégica, no acometió la tarea de planificar una estrategia para derrotar militarmente a Francia y Gran Bretaña. Cuando sus movimientos diplomáticos para apaciguar a los británicos se demostraron fallidos, tampoco entonces cambió su estrategia de guerra corta. Planificó derrotar militarmente a las fuerzas aliadas en Europa con la idea (tan propia de una estrategia militar ya caduca, la de la "batalla decisiva") de que si asestaba un duro golpe a los ejércitos franco-británicos, Francia y Gran Bretaña se avendrían a poner fin a la guerra. Tuvo éxito con Francia, pero cosechó un tremendo fracaso con Gran Bretaña. Este fracaso no lo comprendió (o aceptó) Hitler del todo hasta el 19 de julio de 1940.

En todos esos meses, desde septiembre de 1939 a julio de 1940, Hitler jamás ordenó a sus planificadores militares un plan estratégico y operacional para derrotar militarmente a Gran Bretaña, o para causarle tal quebranto que el gobierno británico no tuviese más remedio que aceptar un armisticio. Y es por ello que nosotros no podemos hablar, sin quebrantar la realidad, hasta entonces de una estrategia periférica como estrategia de guerra para luchar contra GB. No la había, como tampoco había un plan para invadir las islas. Todos estos planes (aunque sólo la invasión de las islas adquirió tal nombre) comenzaron a considerarse a partir de finales de julio. Pero aun así, y esto es muy importante, Hitler no varió un ápice su estrategia de guerra corta.

En realidad, no varió su estrategia hasta que quedó empantanado a las puertas de Moscú en noviembre de 1941 y tras la contra soviética del 6 de diciembre (y la entrada de Estados Unidos en la guerra con la jugada japonesa en Pearl Harbor). Pero ni todavía con eso, ¡Hitler no movilizaría completamente al pueblo alemán hasta principios de 1945! Es cierto que desde 1942 en adelante Alemania incrementó y explotó en mayor medida sus recursos, pero los verdaderos frutos de este cambio (que no fue en ningún momento radical) no comenzaron a aflorar hasta finales de 1943 y primera mitad de 1944, cuando la guerra estaba más que sentenciada.

Así pues, en el caletre de Hitler, tal como pensaba en 1940, ¿cómo podía adoptar realmente una estrategia de guerra que implicaba el juego de una partida de ajedrez complicada y prolongada cual era la "estrategia periférica"? Porque la estrategia mediterránea -con ser la única estrategia que tenía Hitler para sacar a GB de la guerra- requería, al menos, uno o dos años de operaciones militares (bien es verdad que a una escala muchísimo menor que la que le supuso Barbarroja) y políticas para alcanzar su objetivo final. Y Hitler no estaba hecho para jugar al ajedrez, sino a las damas. Ya lo he dicho varias veces.

Pero además, esta estrategia mediterránea no podía obviar lo que tenía, caso de éxito, a continuación: Estados Unidos y la Unión Soviética.

¿Adónde he querido llegar con todo este rodeo? A la conclusión de Beck y Thomas (y de muchos otros estrategas, especialmente soviéticos), de que ninguna guerra generalizada, ya desde la IGM, podía ser una guerra corta. Al contrario, cualquier guerra sería, por fuerza, prolongada; una guerra donde las naciones tendrían que apurar al máximo hasta el último de sus recursos, una guerra donde la población civil tenía por fuerza que experimentar dolorosamente sus consecuencias de carestía y precariedad en la vida cotidiana. Y así lo comprendieron Stalin y Churchill, el primero antes que el segundo. Pero no lo comprendió Hitler, o no lo quiso aceptar, que es lo mismo. Y lo peor de todo (y para el pueblo alemán en especial) es que Hitler ya supo desde noviembre-diciembre de 1941 que ya no podía ganar militarmente la guerra, y no hizo absolutamente nada para ponerle fin, al contrario.

Si a todo lo anterior añadimos que Hitler no quería par en sus decisiones estratégicas, esto es, que Hitler imposibilitó una estrategia conjunta del Eje, la estrategia periférica del almirante Raeder se hace evidentemente difícil de visualizar.

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Mensaje por José Luis » Dom Feb 11, 2007 12:10 pm

¡Hola a todos!

Si en el terreno de la estrategia militar en el verano-otoño de 1940, Hitler fue el gran responsable del fracaso alemán, porque sólo él podía tomar una decisión en este campo, en cambio, en el terreno de las operaciones la culpa (¡qué palabra tan temida!) hay que buscarla en el Estado Mayor de Operaciones del OKW y en el Estado Mayor General del OKH. Pues el único que se dio cuenta de la importancia de un apoyo táctico a la guerra que Mussolini iba a enfrentar en Egipto y el Mediterráneo fue Hitler (y Raeder), mientras que sus principales colaboradores en el OKW y OKH le aconsejaron en contra de esa ayuda. Cuando Hitler ofreció ayuda a Mussolini en octubre de 1940 (cuando Graziani estaba apoltronado en Sidi Barrani), Keitel, Jodl, Brauchitsch y Halder se mostraron reacios a tal decisión. Fue, sin embargo, la negativa de Mussolini, Badoglio y Graziani quien privó a Hitler de materializar su decisión táctica. Es una constante en la historia de la alianza del Eje el hecho de que sus líderes basaran, no pocas veces, su estrategia en el prestigio, la más desastrosa de las estrategias, porque simplemente no es estrategia.

Hay otro detalle que llama la atención. Hitler envió a von Thoma a inspeccionar el teatro de operaciones de Libia para que redactase un informe o extrajese un juicio sobre la viabilidad de la guerra mecanizada en el Desierto Occidental. Tengo para mí que esta elección fue motivada más por la experiencia de guerra española y su trato con los italianos que por la experiencia en operaciones blindadas de von Thoma. Sea como fuere, la opinión final de von Thoma no fue muy acertada, pues entendió que el Desierto Occidental no era un buen terreno para los tanques (eso mismo había dicho Badoglio), y en todo caso hacían falta cuatro divisiones panzer cuyo sostenimiento logístico en la región se hacía muy complicado.

Las operaciones militares venideras habían de demostrar cuán equivocado fue el juicio de von Thoma, pues no sólo demostró el Desierto Occidental ser el mejor teatro de operaciones para la guerra de movimientos, sino que allí el tanque explotó todas sus cualidades y potencialidades. Pero además, von Thoma exageró la cantidad de fuerza necesaria para doblegar a la fuerza británica que defendía Mersa Matruh y Egipto; en octubre de 1940 no hacían falta cuatro divisiones panzer para dar cuenta de la Western Desert Force. Pero ya volveremos sobre esto más tarde. Ahora quiero lanzar una hipótesis: no me extrañaría que el juicio final de von Thoma estuviese “condicionado” o “influido” por los prejuicios de Brauchitsch, Halder, Keitel y Jodl.

Dejemos ahora a un lado los insuperables obstáculos estratégicos (psicológicos e ideológicos) para que Hitler se hubiese decidido en el verano de 1940 por una estrategia periférica, y centrémonos en las posibilidades tácticas que ofrecía el Mediterráneo en ese verano, y sus inconvenientes. Dos temas tácticos de gran importancia y relativa facilidad en su consecución:

1.- Malta: Desde la declaración de guerra de Italia (a Francia y Gran Bretaña) del 11 de junio de 1940, tomar Malta era una operación de niños, por la sencilla razón de que los británicos la abandonaron, dejándola conscientemente indefensa. La urgencia agobiante de los británicos, entonces, era defender Inglaterra contra la “esperada” invasión alemana. Malta pudo capturarse en cualquier momento de ese verano.

2.- Egipto. En junio de 1940, los británicos tenían escasamente 90.000 hombres en Oriente Medio, de los cuales había en Egipto cerca de 50.000. Los italianos tenían 230.000 hombres en Libia. Para la ofensiva que Mussolini ordenó a principios de septiembre en la frontera libio-egipcia, Graziani disponía de 80.000 hombres de línea de frente, mientras que la Western Desert Force de O’Connor sólo podía oponer no más de 36.000 hombres.

La composición y estado de la Western Desert Force, para no repetirme, remito a:
viewtopic.php?t=2332

El puerto de Trípoli tenía una capacidad de movimiento de suministros de 45.000 toneladas/mes. Bengasi movía igual cantidad por mes. Tobruk, 35.000 toneladas. Bardia, 4.060 toneladas/mes. Más detalles de las comunicaciones en:
http://totalkrieg.freeownhost.com/italia1940-2.htm

Bien, lo que se desprende de este panorama es que Wavell sólo disponía en el verano de 1940 de dos divisiones maltrechas (faltas de quipo nuevo y de adiestramiento) para defender Egipto. La RAF no podía disponer de aparatos modernos en ese teatro, pues los necesitaba todos para defender las islas. El equipo blindado nuevo (en especial, Matildas) para Wavell no pudo llegar hasta finales de noviembre. La única ayuda de flanco que podía recibir Wavell provenía de la flota de guerra desde el mar, teniendo en cuenta que si suponemos Malta en poder del Eje, entonces el dominio de la RN del Mediterráneo Central dejaba de existir.

¿Qué necesitaba, pues, Hitler para decantar irrevocablemente a favor del Eje la victoria en Mersa Matruh y su consiguiente explotación hasta Alejandría? No cuatro divisiones panzer, como estimó von Thoma, sino una o dos, como máximo. ¿Había capacidad para desplegarlas a ese teatro y para mantenerlas en él? La respuesta es indudablemente positiva. También necesitaba la ayuda de la Luftwaffe.

Esta hipótesis, olvidándonos del problema estratégico que la pone en duda, no necesita más consideración en el alcance de su objetivo. Creo que no puede haber duda alguna que en el verano de 1940, Malta y Alejandría estaban al alcance del Eje.

Pero la pregunta inmediata nos recuerda otra vez la estrategia: ¿de qué serviría todo esto si previamente no se había adoptado una gran estrategia político-militar que hiciese del Mediterráneo (y del Atlántico, guerra comercial) el centro de gravedad de la guerra contra Gran Bretaña? Porque Malta y Alejandría, con ser unas buenas bazas operacionales que abrían grandes posibilidades estratégicas, no servían, ellas solas, para nada fundamental. La estrategia periférica tenía un alcance mucho mayor: captura de Gibraltar y cierre de Suez (con esto, la RN desaparecería del Mediterráneo y GB perdía una crucial ruta de suministros); alianza política de los países ribereños (Italia, Vichy y España); estabilización política (para la esfera de influencia alemana) de los Balcanes; explotación de los recursos materiales conquistados (reorganización de una burocracia nazi corrompida e ineficaz); prioridad en la producción de submarinos para la lucha contra el tráfico mercante británico; estrategia y esfuerzo conjuntos de las marinas de guerra del Eje en la lucha contra el tráfico mercante; economía de guerra planificada y unificada del Eje movilizando todos sus recursos; etc.

En resumidas cuentas, la única esperanza de éxito para Hitler y Mussolini en el verano de 1940 pasaba por reconocer que la guerra que habían desatado era un golpe que desafiaba el orden europeo post-1919 y, en consecuencia, el orden mundial. Y esa guerra, inevitablemente, iba a ser una guerra prolongada por la asombrosa potencia de los enemigos a quienes se había desafiado. La clave era derrotar (política o militarmente) a Gran Bretaña antes de que los dos colosos que se estaban preparando para la guerra pudieran materializar sobre los teatros de operaciones todo su terrible potencial.

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Álvaro
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Mensaje por Álvaro » Dom Feb 11, 2007 5:34 pm

Exelente post, José Luis. Totalmente de acuerdo. Pero aun quedan cosas por resolver: Tras sacar al Reino Unido de juego y por tanto evitar la implicación de EE.UU. en Europa por el momento, ¿Qué pasaba con la U.R.S.S.? ¿Era cuestión de tiempo un conflicto contra el Ejército Rojo? ¿Y si Japón atacaba a EE.UU., entraría este en guerra contra Alemania? ¿Qué pasaba con Francia?


Lo que quiero decir es: Sacar al Reino Unido de la guerra no significa el fin de la Segunda Guerra Mundial.
…y ahora ellos estarán diciendo ¡***, es el Hijoputa de Patton otra vez!
Y sí, es el Hijoputa de Patton, que ha vuelto.
(George Smith Patton)

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Mensaje por Werto » Dom Feb 11, 2007 6:10 pm

Hola a todos.

Primero habria que establecer si aún con el Eje en Gibraltar y Suez esto bastaria para sacar a Gran Bretaña de la Guerra.

Praticularmente tengo la fundada impresión de que aún aplicando todo el esfuerzo del Eje a este objetivo, y aún cuando se pudiesen coordinar y reconciliar los intereses de Vichy, Italia y España -problema que no seria pequeño- no seria tarea en absoluto sencilla.

La última vez que la capacidad industrial conjunta de los anglo-americanos habia estado a plena potencia esta superaba con creces el 50% de la de la tierra; los americanos tenián al alcance su mano botar al menos unos 20 millones de toneladas de buques mercantes al año(1), y esta cantidad podría ser incrementada sin muchas complicaciones si fuese preciso, y los británicos podián disponer de 1,5 millones de toneladas de nuevos mercantes al año, que además vendrián a sumarse a las que ya teníany a las que las circunstancias de la guerra pusieron a su disposición.

Si Gran Bretaña tenía la determinación de proseguir la contienda sacarla de la guerra sería largo y costoso mientras EE.UU. sostuviese su esfuerzo de guerra; y mientras tanto en el Este...


Saludos.

(1) Una proyeccción sobre las cifras de botaduras de los primeros 6 meses de 1943.
Jonny coge el Bombardero,
y lo eleva por el cielo,
no hay cañón que alcance a Jonny,
ni rival que lo derribe...

Jonny no mata a la gente.
elimina el objetivo,
Jonny no es un asesino;
Jonny es frio..., y profesional.

Tal vez no veamaos en el ESTAIR, Supendereis.

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