La increíble historia del “Dr. Sedgwick”
Artículo extraído de la revista Sàpiens,núm.: 58 de agosto de 2007.
A partir de un informe elaborado por el OSS en octubre de 1942, gracias a las informaciones de Ernst Hanfstaengl.
Fuente: ernst_hanfstaengel.know-library.net
El amigo íntimo de Hitler que acabó sirviendo a los Estados Unidos.
Hitler y Hanfstaengl
Fuente: http://spartacus-educational.com/GERhanfstaengl4.jpg
Ernst Hanfstaengl, jefe de prensa de asuntos exteriores de la Cancillería alemana, observaba y anotaba todo lo que hacía y decía su admirado Führer.
Pero una vez defenestrado del Partido Nazi, decidió vengarse revelando a la administración de Washington las intimidades que, tan bien conocía del dictador.
Año 1942. El alemán Ernst Hanfstaengl, una de las personas que más y mejor habían conocido a Hitler, figura como preso 3.036 de un campo de concentración militar en Ottawa (Canadá). Tres años antes había sido arrestado en Londres, acusado de colaborador de los nazis.
A principios del mes de marzo de 1942, Ernst Hanfstaengl recibe la visita de un miembro de los servicios secretos norte americanos, que se ha desplazado desde Washington para confirmar los conocimientos que tiene el muniqués del Führer y del nazismo.
En un rincón del patio, Ernst Hanfstaengl le dice: “Conozco bien a tu jefe, ¿puedes hacerme un pequeño servicio?”. El “jefe” al que hace alusión no es otro que Franklin Delano Roosevelt, presidente de los Estados Unidos.
Artículo extraído de la revista Sàpiens,núm.: 58 de agosto de 2007.
A partir de un informe elaborado por el OSS en octubre de 1942, gracias a las informaciones de Ernst Hanfstaengl.
Fuente: ernst_hanfstaengel.know-library.net
El amigo íntimo de Hitler que acabó sirviendo a los Estados Unidos.
Hitler y Hanfstaengl
Fuente: http://spartacus-educational.com/GERhanfstaengl4.jpg
Ernst Hanfstaengl, jefe de prensa de asuntos exteriores de la Cancillería alemana, observaba y anotaba todo lo que hacía y decía su admirado Führer.
Pero una vez defenestrado del Partido Nazi, decidió vengarse revelando a la administración de Washington las intimidades que, tan bien conocía del dictador.
Año 1942. El alemán Ernst Hanfstaengl, una de las personas que más y mejor habían conocido a Hitler, figura como preso 3.036 de un campo de concentración militar en Ottawa (Canadá). Tres años antes había sido arrestado en Londres, acusado de colaborador de los nazis.
A principios del mes de marzo de 1942, Ernst Hanfstaengl recibe la visita de un miembro de los servicios secretos norte americanos, que se ha desplazado desde Washington para confirmar los conocimientos que tiene el muniqués del Führer y del nazismo.
En un rincón del patio, Ernst Hanfstaengl le dice: “Conozco bien a tu jefe, ¿puedes hacerme un pequeño servicio?”. El “jefe” al que hace alusión no es otro que Franklin Delano Roosevelt, presidente de los Estados Unidos.