Patton… el “reichsprotecktor” de la Alta Baviera?

[Jorge Romo Perez]

Seguramente a algunos de los miembros del foro no estarán de acuerdo con el presente por la imagen que puedan guardar de este general norteamericano, a quien de alguna u otra forma relacionamos con el actor George C Scott y sus modales estereotipados de cowboy valiente y noble, malhablado pero de gran corazón.
Por otra parte, Quiza la ubicacion correcta de èste sea dentro del reglon de "Antisemitismo" sin embargo por tratarse de èste controvertido personaje optè por esta inserciòn, una disculpa anticipada si cometì un error.
Sin embargo de igual modo no puedo dejar de comentarlo recién lo leí en el libro de Ladislas Farago “Los últimos días de Patton”. El autor, del cual ya había leído “El juego de los zorros” acerca del espionaje en la SGM, es serio y bien informado, por lo que procedo a transcribir algunos fragmentos que me parecen relevantes y que en conjunto me inspiraron para titular el presente.

Para todos es sabido la falta de tacto que el general tenia al hablar. Muchas de sus declaraciones fueron igual o mas explosivas que el famoso incidente del abofeteo de los soldados perturbados por la “fatiga de combate”.
La frase de que: “en ocasiones la lengua de Georgie no obedece las órdenes de su cerebro” le ocasiono más problemas que los que vivió en el campo de batalla...

Estas actitudes que muchos atribuyen a los accidentes de equitación que Patton sufrió en su juventud, y que le ocasionaron lesiones delicadas en la cabeza, se agravaron al termino de la guerra, cuando moralmente afectado por su próximo retiro y con la certeza que tienen los hombres a los que se les priva de su principal modo de vida de que poco a poco será desplazado por otros, su carácter y sentimientos cambiaron radicalmente.

Su manera de ver las causas y orígenes de la guerra se transformaron, motivados, entre otros por el Obispo Goblina, capellán general del ejercito polaco, por Herr G.A. Kemper un Alemán-Norteamericano que dirigía las tiendas Woolworth en Alemania , así como por su cuñado Charles F. Ayer entre otros, que lograron influenciar al viejo guerrero incitando y reviviendo un sentimiento de nacionalismo y racismo que siempre tuvo, y ahora reorientándolo contra el pueblo judío y los comunistas, enfocando a ambos como las próximas amenazas a vencer, los primeros en la rama de la economía, y los segundos en el aspecto militar.
Por su parte su estancia en la villa Amann, -su cuartel de posguerra- en St. Querin Alta Baviera Alemana, sus paisajes y castillos cuna de una estirpe de nobleza que compartía sus mismos gustos, a saber la equitación y la caza deportiva, lo envolvió a tal grado que llego a declarar que Alemania era el país mas bello del mundo.
(continùa)

[Jorge Romo Perez]

Dentro de las diversas teorías que se tejen en torno a este mítico personaje, se maneja la de que tenía reservado parte del oro capturado por el tercer ejército en su avance por Alemania, así como depósitos de armas Alemanas incautadas mantenidas también en secreto para poder en su momento aplicarlas contra los soviéticos, y lo mas delicado de todo, una “guardia selecta” de ex miembros de la wermacht, las SS además de ex guardias de campos de concentración dispuestos a ayudarle en su “nueva cruzada” según denunció en su momento el Mayor Ordway, Jefe de una unidad de investigaciones especiales del ejercito norteamericano en Europa bajo el comando del general Cock.

De lo que si hay bastante documentación es de su cambio de actitud a sus antiguos enemigos, propiciando entre las unidades militares alemanas sobrevivientes el mantenimiento del orden y la disciplina castrense, permitiéndoles seguir ocupando sus antiguos cuarteles, e inclusive uniformes mientras sus propias tropas dormían a la intemperie, en casas de campaña.

Esta situación, aunado al poco entendimiento de asuntos de política que poseía, le propició empezar poco a poco profiriendo comentarios que cimbraron en primer lugar a sus mandos inmediatos, y cuando se logro filtrar la información, a la opinión publica norteamericana.
Esto no era nuevo, ya que en ocasión de la muerte de Musolini, no dejo escapar la oportunidad para declarar que “admiraba mucho a ese hombre” y que “era típico de los italianos que terminaran asesinándolo”

[Jorge Romo Perez]

Posteriormente el viejo Blood and Guts” tuvo oportunidad de ejercitar la mas destructiva de sus armas, - su propia lengua- En ocasión de interactuar con los miles de desplazados judíos en el tiempo de la posguerra, para lo que me permito citar textualmente a las referencias del autor del libro en propia boca de Patton:

“Si alguien decía todavía, -observó Patton- que los judíos desplazados eran seres humanos, daría muestras de no saber lo que estaba hablando.”
Poco después anotó:
“-Esos judíos- (al puro estilo de Der Sturmer, de Julius Streichner) son mas bajos que los animales” y por si fuera poco, remata con la siguiente frase: “Si los Alemanes se recuperan alguna vez del estado de degradación absoluta al que se han visto reducidos, seguramente se producirá la mayor persecución de judíos en la historia del mundo.”

Este último comentario, quizá fuese compartido por muchos de sus compatriotas en ese momento, la diferencia es que Patton siempre consideró públicamente como una labor prioritaria la reconstrucción del País Germano a la brevedad, para servir como el amortiguador militar del expansionismo de Stalin en Europa, aún y a costa de su propia advertencia previa.

Dado el nivel que este controvertido personaje llegó a tener, una palabra o declaración fuera de lugar era motivo de comentarios e interpretaciones en una prensa que desesperada buscaba ocupar la tremenda infraestructura creada para cubrir el conflicto bélico, ahora un poco mas que ociosa.
Por su parte Patton no se cansaba de comentar a quien tuviera a mano que “todo era obra de esa maldita prensa semita”

[Jorge Romo Perez]

Llego a tal grado el escándalo de discriminación contra judíos en los campamentos de desplazados organizados por y dentro del territorio a cargo del general Patton, que el mismo Eisenhower, su jefe en ese momento, procedió a realizar una visita al campo de desplazados de feldafing,

Esta situación no fue muy del agrado de Patton, quien escribió: -“Evidentemente tiene vigor todavía el virus iniciado por Morgenthau y Baruch para una venganza de los semitas”
Al llegar al campamento lo primero que llamo la atención a Ike fue que los guardias que custodiaban el campamento eran alemanes, algunos de ellos aun con su uniforme de las SS.

Cuando la comitiva de Ike se detuvo a charlar con uno de ellos, éste sin saber firmo su sentencia de muerte ya que varios de los desplazados lograron reconocerlo como uno de los guardias antes destacados en buchenwald. Al día siguiente fue encontrado muerto a golpes, en un charco de su propia sangre.

Sin conocer obviamente el destino que le esperaba a este individuo Patton aprovecho la oportunidad para presentarle a otro de los guardias, destacados en la puerta principal, destacando su marcialidad y porte.
Cuando Ike platico brevemente con el pudo saber de propia voz del Alemán, que durante la guerra su ocupación fue la de servir de escolta armada en lo ferrocarriles de vagones de ganado que trasladaban judíos a los campos de exterminio categoría AA.

El campamento de refugiados era un antiguo hospital alemán, y Patton no dejo pasar la ocasión para señalar a su jefe la rapidez con la que los nuevos ocupantes lo habían deteriorado.

“Esos edificios –dijo Patton- estaban en buenas condiciones cuando llegaron los judíos. Míralos Ahora! Te digo Ike que esas personas desplazadas judías, o cuando menos la mayoría de ellas, no tienen sentido de la decencia humana... parece que nunca antes habían visto una letrina. ¡Se orinan y defecan en el suelo, por todo el campamento”!

“cállate Georgie,” -le dijo Eisenhower-

En ese momento intervino para suavizar un poco las cosas una dama de la UNRRA procedente de Nueva York, que trato de explicar a Patton las consecuencias del trauma que estas personas habían vivido, y que poco a poco retomarían sus costumbres de higiene.

“Lo dudo mucho” - aseguro patton, “Nunca he visto un grupo de personas que parezcan tener menos espíritu e inteligencia”

“A propósito” – dijo refiriéndose a Ike ignorando la presencia de los demás miembros de la comitiva, entre ellos el Mayor, capellán judío del ejercito norteamericano Judah Nadich- “Hay una aldea Alemana cerca de aquí, que esta desierta. Estoy planeando en convertirla en un campo de concentración para alguno de esos condenados judíos”.

(continuara...)

[korvettenkapitan]

Desde luego que el viejo sangre y agallas seria lo mejor que tenian los norteamenricanos para opner a los alemanes( nada en comparacion con mantein o rommel o zhukov). Pero incidentes como el de hammelburg y su yerno waters o los abofeteamientos de sicilia lo dicen todo como ser humano.