Sergei escribió:No me trago eso de un topo alemán en el cuartel general de Hitler. Stalin no lo necesitaba; los ingleses tenían acceso a las transmiciones a través de Enigma que eran sistemáticamente descifradas, y toda información de interés para los
rusos las recibían a traves de sus propios topos en los servicios aliados, Philby y su grupo. Y que Bormann fuera un espía soviético es en mi opinión un absurdo total. El vivía para Adolfo y su única ambición era llegar a ser el individuo más poderoso dentro de la estructura del partido. No podía esperar nada de los rusos, ni de los aliados. No tenía nada que ganar y sí todo que perder traicionando a Adolfo. Además que José jamás iba a creer una sola palabra de lo que
le pudiera llegar de fuentes alemanas. Stalin recibió no menos de 20 advertencias de muy diversas fuentes, incluso
alemanas, de la fecha probable de la invasión, pero el sicópata paranóico las descartó como "provocaciones". Cómo se puede creer en que aceptaría algo proveniente de Bormann?. Totalmente absurdo.
Para toda nación poderosa el tener gente infiltrada en altos organismos de otros países siempre ha sido vital, la inteligencia humana, pese a que los medios tecnológicos cada día son mejores es de vital importancia el tener infiltrados o topos en las organizaciones rivales o enemigas, de esa manera se puede justificar los deseos tanto soviéticos como ingleses de tener información de primera mano y más aún si es alguien cercano a su enemigo directo como en este caso lo era Gustavo Adolfo Hitler.