El saliente de Orel

La guerra en el este de Europa

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Hoth
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El saliente de Orel

Mensaje por Hoth » Mié Mar 08, 2006 4:21 pm

Hola.

El 11 de julio el ejército ruso lanza su contraofensiva en el saliente de Orel. Es evidente que ese ataque estaba preparado y planificado de antemano, pero ¿tuvieron los alemanes conocimiento de esas concentraciones de tropas antes de “Ciudadela”? ¿pensaron ellos que si bien el saliente de Kursk era un sabroso bocado, también lo podría ser el de Orel para los rusos atacando desde el norte, tal y como lo hicieron?

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José Luis
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Mensaje por José Luis » Jue Mar 09, 2006 6:59 pm

¡Hola, Hoth!

Sí que lo pensaron. De hecho, tenían planeado, después de concluir exitosamente la Operación Zitadel, ejecutar las operaciones Panther y Habicht para eliminar las amenazas del este de Kharkov. Lo que verdaderamente les sorprendió fue la escala de del despliegue soviético en sus dos contraofensivas, la de Orel (Operación Kutuzov) y la posterior de Belgorod-Kharkov (Operación Rumiantsev).

Al no conseguir Zitadele sus objetivos, la vulnerabilidad de los flancos alemanes se hizo mucho mayor, y sus temores se vieron sobrepasados por la escala del ataque soviético.

Saludos cordiales
José Luis
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Mensaje por Hoth » Jue Mar 16, 2006 8:41 pm

Gracias José Luis. Perdona por no habértelo agradecido antes, pero he estado de viaje.

Es evidente que eran los rusos los que marcaban el ritmo en la Operación Zitadel, ya que les bastaba con golpear al saliente de Orel desde el norte en el momento que quisieran, o se vieran precisados, para desbaratar por completo las ilusiones de Model y su 9º Ejército.

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Harry Flashman
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Mensaje por Harry Flashman » Vie Abr 07, 2006 9:10 pm

Los alemanes no solo sabían de la concentración de fuerzas en el saliente de Orel, sino que Model, que estaba al mando de la ofensiva septentrional durante "Ciudadela", se abstuvo de implicar a todas sus reservas en la lucha en cuanto vio que la resistencia soviética era muy dura, ya que temía un ataque soviético contra el saliente de Orel, que él ocupaba.
Una concentración tan grande de fuerzas es muy difícil de ocultar, tanto por parte de los soviéticos en Orel, como de los alemanes en Kursk.

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LA BATALLA POR EL SALIENTE DE OREL

Mensaje por Medina » Jue Abr 17, 2008 9:41 am

Saludos. En los próximos posts insertaré la traducción del Capítulo 4 de "Kursk. The German View" de Steven H. Newton. Contiene la narración de la participación del Noveno Ejército y del Segundo Ejército Panzer Alemanes en la batalla por el Saliente de Orel. Espero que sea de vuestro agrado.
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Medina
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Mensaje por Medina » Jue Abr 17, 2008 9:46 am

NOVENO EJÉRCITO Y SEGUNDO EJÉRCITO PANZER.
Por Mayor General Peter von der Groeben
Oficial de Operaciones, Segundo Ejército, luego Grupo de Ejércitos Centro

Introducción del Editor.
Incluso hoy en día es mucho menos conocido el ataque del Noveno Ejército y la subsiguiente batalla por el saliente de Orel que la pseudo-culminante batalla de tanques en Prokhorovka y las batallas por Belgorod, Kharkov y el río Mius que le siguieron. Parte de esta brecha puede ser atribuida a la naturaleza de las operaciones en el lado norte del saliente de Kursk. Debido a que el Noveno Ejército nunca logró una penetración del cinturón final defensivo soviético, la semana de combates infernales que alcanzaron su cenit en Olkhovatka y Ponyriy es difícil de interpretar como otra cosa que una repetición de la batalla de Verdun, con tanques añadidos para aumentar el nivel de ruido. Leyendo los informes y relatos de los oficiales implicados, pocos de ellos alguna vez supieron justamente dónde estaban o qué tenía que ver realmente el asalto sobre una colina dada o un pueblo desconocido con la gran estrategia de la batalla.

Las tres semanas de combates por el saliente de Orel que siguieron implicaron mucho más espacio para la maniobra e incluyó acciones e incidentes que parecen ser hechos a medidas para relatos altamente dramáticos. Durante esta batalla, por ejemplo, la Luftwaffe reclamó haber salvado a los dos ejércitos de la destrucción acabando con varias brigadas de tanques rusas sin la ayuda de tropas terrestres. Cuatro débiles divisiones de infantería alemanas al este de Orel lograron de algún modo resistir ataques masivos de tanques del Ejército Rojo durante varios días, manteniendo su terreno el tiempo suficiente para permitir que el Noveno Ejército y el Segundo Ejército Panzer se retiraran a la posición Hagen, exangúes pero todavía combatiendo. Pero de nuevo, los relatos de esta crítica batalla son casi siempre superficiales y carentes de cualquier sentido de la tensión continua que pendió sobre el campo de batalla.

Una razón muy importante para este silencio fue el destino siguiente de los dos ejércitos implicados. El cuartel general del Segundo Ejército Panzer tuvo que ser retirado del frente y transferido a los Balcanes en agosto, y es obvio al examinar los archivos sobrevivientes que el personal no tuvo mucho tiempo del que prescindir para organizar y preservar sus archivos del combate por Orel. El siguiente junio, en la ofensiva que rasgó el corazón del Grupo de Ejércitos Centro, el Noveno Ejército virtualmente dejó de existir, y los soviéticos capturaron su cuartel general y la mayoría de los archivos operacionales. Aunque sobrevivió material importante, lo hizo de forma desorganizada, a menudo bajo títulos engañosos, y ha resistido hasta ahora la atención seria de historiadores militares. Peor todavía, casi todos los oficiales del personal del cuartel general del Noveno Ejército –los hombres que podrían haber llenado esta brecha con su experiencia personal- o murieron o marcharon hacia la cautividad soviética. Así, cuando Theodor Busse se puso a organizar su estudio de Kursk, no pudo encontrar un oficial en manos norteamericanas con el tipo de experiencia de primera mano en el Noveno Ejército o en el Segundo Ejército Panzer que Raus y Fangohr llevaron a sus capítulos sobre el Grupo de Ejércitos Sur.

Afortunadamente para Busse, el Mayor General Peter von der Groeben sucedió que estaba disponible, y resultó ser el mejor reemplazo posible. Nacido el 12 de diciembre de 1903 en Lagheim, Prusia Oriental, von der Groeben entró en el Reichwehr como oficial candidato el 1 de marzo de 1924, recibiendo su empleo y un puesto en el 9 Regimiento de Caballería el 1 de diciembre de 1927. Cuando comenzó la guerra, el joven mayor estaba sirviendo como oficial de estado mayor para el Grupo de Ejércitos Norte, bajo el mando del entonces Coronel General Fedor von Bock. Mantuvo su puesto bajo von Bock a lo largo de las campañas polaca y francesa, así como también a lo largo de la planificación inicial para la invasión de la Unión Soviética. Al oír que perdería al joven oficial en mayo de 1941, von Bock calificó a von der Groeben en su diario como “fabuloso”. Escribiendo cuarenta años después, von der Groeben obviamente conservaba sentimientos cariñosos hacia su antiguo jefe: “Lo admiraba mucho; era una persona fascinante, un caballero en el mejor sentido de la palabra y un gran experto en campaña”. Con el agudo ojo analítico que se revela en el ensayo que sigue, von der Groeben también admitía cándidamente que “muy seguro de sí mismo, él [Bock] no fue definitivamente un subordinado o un superior “cómodo”.

Tras pasar más de dieciocho meses en campaña como oficial de operaciones de la 86 División de Infantería, von der Groeben (teniente coronel desde el 1 de abril de 1942) se convirtió en el oficial de operaciones del Segundo Ejército el 25 de noviembre de 1942. Muy probablemente el comandante del ejército, General de Infantería Hans von Salmuth (antiguo jefe de estado mayor de von Bock), solicitó específicamente su nombramiento. Ascendido a coronel 1 de marzo de 1943, von der Groeben mantuvo su puesto durante los desastrosos días de los ataques rusos a lo largo del río Don y de la retirada en Ucrania alrededor de Kharkov. Permaneció en el Segundo Ejército, que tenía la misión de asegurar el lado oeste del saliente de Kursk mientras los ataques principales alcanzaban los frentes norte y sur, hasta el 25 de julio de 1943. Entonces, a la alturamde la batalla por el saliente de Orel y el comienzo de la retirada hacia la posición Hagen, von der Groeben fue transferido para convertirse en el oficial de operaciones del Grupo de Ejércitos Centro.

Desde este puesto, von der Groeben tuvo una completa visión de todas las operaciones realizadas por el Noveno Ejército y el Segundo Ejército Panzer, así como también acceso a la información que los oficiales de estado mayor de estos ejército podrían haber carecido. Era, por consiguiente, capaz de escribir autorizadamente sobre todos los aspectos de la batalla, y su perspectiva general más que compensa cualquier falta de participación personal directa.

Peter von der Groeben permaneció como oficial de operaciones del grupo de ejércitos durante dieciocho meses, a través de cuatro comandantes (Günther von Kluge, Ernst Busch, Walter Model y Hans-Georg Reinhardt) y la virtual destrucción del mando en la ofensiva Bagration del Ejército Rojo en junio-julio de 1944. Cuando von der Groeben había sido nombrado, el Grupo de Ejércitos Centro todavía amenazaba Moscú desde posiciones tan avanzadas como Bryansk y Orel; cuando lo dejó en diciembre de 1944 para tomar el mando de la 3 Brigada de Caballería, los rusos se habían parado en el Vistula, en Polonia Central, y ya habían entrado en Prusia Oriental.

La 3 Brigada de Caballería se convirtió (al menos nominalmente) en la 3 División de Caballería en enero de 1945, con von der Groeben como su comandante; recibió el ascenso a mayor general el 1 de marzo de 1945. Tras la guerra, von der Groeben trabajó con el Programa Histórico del Ejército Norteamericano durante varios años y eventualmente quedó implicado en la organización del Bundeswehr (ejército de posguerra de Alemania Occidental), alcanzando el grado de Teniente General antes de su jubilación.

Para el programa histórico, von der Groeben escribió tres breves manuscritos Apoyo Aéreo Táctico de Cobertura (C-21), tiempo en combate (Estudio de Apoyo Nº 9 a P-211), y Entrenamiento de Estado Mayor (P-031b/IX), pero su acreditada gran obra fue un extenso estudio (T-31, “Colapso del Grupo de Ejércitos Centro, 1944”), que ha sido utilizado por los historiadores como una fuente básica durante décadas. Además, e incomprendido hasta ahora, von der Groeben también contribuyó con el texto siguiente sobre la Operación Ciudadela. La evidencia con respecto a su autoría del trabajo es excepcionalmente fuerte cuando su estilo de escritura, organización y aproximación son comparadas con las otras monografías. Además, está ya establecido que von der Groeben había estado colaborando ese mismo año con otro autor del estudio, Friedrich Kless, para producir el Manuscrito C-21.

El estudio producido por von der Groeben es exhaustivo y sirve como marco de relato básico para el combate en el saliente de Orel. Es interesante anotar que el autor sitúa mucho más énfasis en el combate defensivo que el asalto real hacia Kursk. También llega a una provocativa conclusión sobre el éxito o el fracaso de la Ofensiva Ciudadela, acreditando que el ataque del Noveno Ejército causó suficiente daño al Ejército Rojo para impedirle que invadiera el saliente de Orel en una acometida. El resultado, señala von der Grauben al final, fue que ocupando la posición Hagen el Grupo de Ejércitos Centro liberó diecinueve divisiones para transferencia a otros sectores amenazados del frente.

Sus perspectivas sobre las opiniones –a menudo en conflicto- de von Kluge y de Model con respecto a la Operación Ciudadela y el desarrollo de la batalla de Orel son también instructivas. Mucho se ha dicho sobre la naturaleza de la relación entre los comandantes de ejército y de grupo de ejércitos, así como también el impacto de Hitler sobre tal relación, por el hecho de que las opiniones de Model prevalecieron sobre las de su jefe en casi cada ocasión. El lector es dejado deseando que von der Groeben hubiese proporcionado aún más detalles.
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Mensaje por Medina » Jue Abr 17, 2008 1:13 pm

Introducción.
Este relato de la batalla en el saliente de Orel ha sido escrito de memoria. El material de referencia disponible constaba de algunos bosquejos preliminares, completados con fechas y leyenda, sobre la situación alemana y rusa en el sector de Orel durante el verano de 1943. He reconstruido estimaciones de la situación en los distintos sectores en el curso de la batalla en conversación con otros oficiales disponibles. Los errores en la cronología de la batalla son improbables en vista del hecho de que tales materiales de referencia y ayudas mencionadas anteriormente estuvieron disponibles para mí.

Cerca del final de 1942, el Ejército Rojo emprendió una ofensiva a gran escala contra el frente del río Don, el cual estaba sostenido por ejércitos satélites. En el curso de la ofensiva, los rusos penetraron las líneas del Grupo de Ejércitos B, el cual sostenía el sector entre los Grupos de Ejércitos Sur y Centro. Las fuerzas supervivientes del Grupo de Ejércitos B tuvieron que dividirse en Grupos de Combate de tamaño cuerpo y división para abrirse paso hacia las alas interiores estacionarias de los Grupos de Ejércitos Sur y Centro. A comienzos de febrero de 1943, la situación se había desarrollado hasta el punto que las fuerzas soviéticas en el área de Kursk se habían desplegado en abanico. Una agrupación atacó al Grupo de Ejércitos Sur vía Sumy y Kremenchuk; otra penetró hasta la línea Novgorod-Seversky. El STAVKA parecía haber estado intentando trastornar las defensas alemanas en el saliente de Orel, posiblemente con la ayuda de unidades rusas a la ofensiva cerca de Sukhinichi.

En el momento en que la “estación de barro” comenzó, improvisados contraataques alemanes habían rehecho la línea del frente en la forma que conservaría durante varios meses. El avance ruso se detuvo en el gran saliente al oeste de Kursk, y el enemigo comenzó a concentrar sus defensas a lo largo de sus extendidos flancos.

El OKH había pensado originalmente derrotar a las fuerzas soviéticas en el área oeste de Kursk, teniendo el Segundo Ejército y –colindante al sur- el Cuarto Ejército Panzer que emprender un asalto frontal. Dos factores decisivos provocaron que este plan fuera descartado. La escasez de instalaciones de transporte ferroviario [además de] los ataques partisanos hicieron imposible cumplir la concentración estratégica de fuerzas destinadas para tal ofensiva a gran escala en el tiempo asignado. Además, el comienzo de la estación de barros llegó a finales de febrero, más temprano de lo esperado, haciendo el combate móvil imposible.

La subsiguiente planificación tenía como objetivo emprender un movimiento de pinzas desde los lados de la base del saliente, donde las líneas del Grupo de Ejércitos Sur y del Grupo de Ejércitos Centro (el arco del saliente de Orel) se habían mantenido firmes. Las dos fuerzas de ataque formarían estrechas cuñas e irrumpirían hasta Kursk. Una línea de defensa mirando hacia el este debía de ser establecida al este de la línea Belgorod-Kursk-Orel. Las fuerzas enemigas al oeste de esta línea serían aniquiladas. El OKH demandó repetidamente que esta operación comenzara tan pronto como fuera posible (o a mediados de mayo a más tardar) ya que los soviéticos habían reforzado contínuamente sus posiciones frente al sector en el cual los alemanes pretendían desencadenar su penetración. Al mismo tiempo, un caudal constante de mensajes interceptados indicaban que los rusos preparaban una ofensiva de verano por su parte. La necesidad, se pensaba, nos requería que golpeáramos primero.

Durante mediados de mayo, por consiguiente, ésta fue la situación en el saliente de Orel. El Ejército Rojo frente a todo el sector sur del saliente (defendido por nuestro Noveno Ejército) estaba preparando potentes fuerzas para una defensa dilatoria. Las interceptaciones de radio identificaron nueve divisiones de fusileros solamente en el sector Dmitriyev-Lgovskiy-Malo-arjkhangel’sk. Las tropas rusas ocupandos las líneas de trincheras del frente parecían estar especialmente alertas y vigilantes. Los destacamentos de asalto alemanas informaron de extensos obstáculos de alambre de espinos y de sembrado de minas en el área avanzada. El reconocimiento fotográfico aéreo de la Luftwaffe identificó un sistema defensiva preparado consistente en aproximadamente siete posiciones defensivas sucesivas espaciadas sobre una profundidad de ocho a diez kilómetros. Era improbable que los rusos supieran de las intenciones alemanas en este momento; estos preparativos representaban un esfuerzo de sentido común para estar preparados en la eventualidad de un ataque alemán. Además, si los rusos finalmente deseaban atacar el saliente de Orel desde el norte, primero tenían que proporcionar potentes fuerzas defensivas a lo largo de su cara sur.

Frente a los sectores este y norte del saliente de Orel (defendidos por el Segundo Ejército Panzer) los rusos reunieron afanosamente reservas estratégicas al mismo tiempo que los efectivos del Segundo Ejército Panzer habían sido grandemente reducidas en favor de reforzar al Noveno Ejército para el esfuerzo principal hacia Kursk. La amplitud de los sectores de las divisiones en los lados este y norte del saliente tenían una media entre treinta y treinta y cinco kilómetros. Las reservas generales disponibles para respaldar este frente de 260 kilómetros de longitud consistían solamente en una débil división de infantería y una división panzer.

La cara sur del saliente de Orel de ninguna manera permaneció tranquila. Las tropas alemanas y rusas que ocupaban las trincheras de la línea del frente, apoyadas por reservas generales, permanecían constantemente trabadas en combate, incluso cuando el Noveno Ejército del Coronel General Walter Model se preparó para el ataque de Ciudadela. (El Noveno Ejército a estas alturas había sido asignado con el nombre en clave falso de “Grupo Weiss”. El ejército había ya completado la Operación Búfalo, la retirada planeada de posiciones alemanes desde el saliente Vyazma-Rzhev-Yartsevo a una posición de cordón al este de Smolensk. A mediados de abril de 1943, el cuartel general del Noveno Ejército tomó el control de las operaciones en la mitad sur del saliente de Orel). Las divisiones panzer reservadas para esta ofensiva completaron su concentración estratégica a mediados de mayo. Importantes unidades de tropas de ejército, particularmente aquellas equipadas con nuevas armas, tales como los tanques Panther (Pzkw V), tanques Tigre (Pzkw VI), y tanques de ochenta toneladas Ferdinand, estaban en ruta al frente durante comienzos de mayo. Dos o tres divisiones de infantería no habían llegado en ese momento, pero el Grupo de Ejércitos Centro planeó utilizarlas como reserva general y emplearlas dentro de las divisiones atacantes.

Veteranos experimentados que habían sido puestos a prueba y probados en un buen número de críticas batallas desde el mismo comienzo de la campaña rusa componían las divisiones seleccionadas para encabezar la ofensiva. Estas divisiones se reorganizaron en áreas de retaguardia a comienzos de primavera, rellenando sus filas con nuevos soldados y –en algún grado- recibiendo nuevas armas y equipamiento. Así, a pesar de un cuadro de tropas experimentadas, en su nueva organización y composición, estas divisiones carecían completamente de experiencia de combate y –para ser más específicos- de experiencia para emprender ataques a través de defensas fuertemente fortificadas. Era absolutamente necesario que estas divisiones recibieran esta clase de entrenamiento antes de la ofensiva a gran escala ideada por el OKH. Un entrenamiento cuidadosamente planeado, bien disciplinado y controlado era indispensable y requeriría al menos cuatro semanas.

Al mismo tiempo, el Grupo de Ejércitos Sur calculó que la fase de suministro antes de la ofensiva no iba a estar completada antes de finales de junio.

Los bosques al este del río Desna en el área de retaguardia de los ejércitos del Orel habían estado contaminados de partisanos rusos. Las líneas ferroviarias Bryansk-Konotop y Bryansk-Shirekina, como también todas las carreteras que llevaban al sur desde Bryansk, tuvieron que ser cerradas al tráfico. La ruta principal de suministros que llevaba desde Bryansk a Orel solamente podía ser recorrida intermitentemente y en convoyes.

El extenso y denso terreno boscoso al oeste del Desna servía como un excelente escondrijo para los partisanos. Estas bandas habían estado perdurando en esta área durante más de un año, recibiendo suministros y refuerzos desde el aire. Durante marzo-abril, el Segundo Ejército Panzer dirigió la Operación Fruelingesturm para aplastar a esta fuerza partisana. Varias divisiones de la punta de lanza participaron en esta maniobra.

Había sido absolutamente necesario limpiar nuestras áreas de retaguardia de enemigos como prerrequisito para futuras operaciones ofensivas en el saliente de Orel. Desafortunadamente, la operación antipartisana consumió tiempo y resultó en pérdidas considerables, especialmente en vehículos a motor. Aunque puede alegarse que las divisiones de la punta de lanza participantes en esta operación recibieron valioso entrenamiento mientras participaban en “guerra de rastrillo”, esta experiencia no podía ser considerada suficiente para prepararlas para la clase de combate que tendrían que hacer en terreno abierto, asaltando posiciones preparadas soviéticas.

La red de carreteras en el saliente de Orel existía en una condición casi primitiva como carreteras de paso. La Rollbahn Bryansk-Orel servía como la principal arteria de suministros para ambos ejércitos. Varios trechos de esta Rollbahn consistían en carretera de grava, pero la mayoría de ella no estaba reforzada de ningún modo excepto por un camino de troncos de un sentido que había sido completado por las tropas de construcción alemanas en 1942. La concentración estratégica del Noveno Ejército y su fase de suministro requerían al menos dos arterias de tráfico norte-sur del tipo Rollbahn, lo cual requerían que las carreteras existentes fueran transformadas en caminos de troncos. La distribución de suministros en depósitos y almacenes, y el mantenimiento de un fácil flujo ininterrumpido de suministros una vez que comenzara la ofensiva, dieron a esto una necesidad absoluta. Asimismo, todos los puentes en el área del Noveno Ejército tenían que ser reforzados para que soportaran a los nuevos Ferdinands superpesados de ochenta toneladas; esto también requería varios ataques a ser realizados en territorio ocupado por el enemigo para despojar temporalmente a los rusos de terreno dominante. Desafortunadamente, estas medidas consumieron igualmente tiempo que no podíamos permitirnos desaprovechar.

El Mariscal de Campo Günther von Kluge, comandando el Grupo de Ejércitos Centro; el Coronel General Rudolf Schmidt, comandando el Segundo Ejército Panzer; y el Coronel General Model estaban de acuerdo en que la ofensiva Ciudadela constituía un riesgo cierto en vista a las poderosas concentraciones rusas frente al lado norte del saliente de Orel. Ellos compartían la opinión de que aceptar este riesgo con el completo conocimiento de los inadecuados efectivos alemanes disponibles para la ofensiva representaba nada menos que un caso de arriesgarse alegremente. El hecho de que las defensas soviéticas habían sido concentradas precisamente en el área donde el esfuerzo principal del Noveno Ejército debía emprenderse era un factor adicional que contribuía a sus dudas sobre el éxito final de la operación Kursk.

Habria sido posible reagrupar a las divisiones de la punta de lanza y emprender un ataque más limitado, surgiendo del sector en ambos lados de la línea de demarcación entre el Noveno Ejército y el Segundo Ejército (al oeste del saliente de Kursk y no debe ser confudido con el SegunSegundo Ejército Panzer). Este ataque, apuntado al este hacia Kursk a través del río Sev, sin embargo, aún si fuera exitoso no habría resultado en la aniquilación de importantes fuerzas del Ejército Rojo, notablemente no habría aliviado la presión global soviética a lo largo de todo el frente oriental, y –sobre todo- habría aumentado la amenaza a las fuerzas en la mitad norte del saliente de Orel.

Sobre la base de estas deliberaciones, el General Model llegó a las siguientes conclusiones. El Grupo de Ejércitos Centro podía mover dos divisiones panzer y cuatro divisiones de infantería a plena fuerza –reforzadas por varias tropas de ejército, incluyendo cañones de asalto, tanques y artefactos antitanque- al área Orel-Karachev. Estas reservas permanecerían para ser empleadas en el sector norte si la situación lo requería o para seguir por detrás a las divisiones de la punta de lanza en la profundidad de la zona de ataque en caso que el enemigo pudiese reagrupar a sus reservas estratégicas en esa dirección.

La segunda alternativa de Model era descartar los planes para la operación Ciudadela enteramente. En tal caso, las divisiones de la punta de lanza serían mantenidas en el centro del saliente de Orel como una potente reserva estratégica. El Grupo de Ejércitos Centro esperaría a que los rusos hicieran su acometida principal desde el este o el norte, entonces contraatacaría con gran fuerza doquiera que surgiera la oportunidad. La experiencia previa sugería fuertemente que los soviéticos se jugarían todo en un solo golpe: consecuentemente se podía esperar que las reservas estratégicas del Ejército Rojo quedarían exhaustas en una fase temprana.

Si, por otra parte, perdiendo las esperanzas acerca de emprender la ofensiva Ciudadela, el OKH contemplaba la retirada de las divisiones de la punta de lanza del Grupo de Ejércitos Centro para su empleo en otro sitio, entonces sobraba tiempo para preparar la retirada en orden de todo el saliente de Orel. El Segundo Ejército Panzer y el Noveno Ejército por consiguiente tendrían que tomar nuevas posiciones detrás de la línea río Desna-Bryansk-Kirov. Tal maniobra habría requerido la terminación de defensas preparadas en ambos lados de Karachev, a lo largo del borde este de los bosques al este del Desna (después llamada la línea Hagen) y a lo largo del Desna hacia el norte.

El General Model propuso estas sugerencias a través de informes oficiales y hábilmente apoyó sus argumentaciones a través de una detallada presentación de hechos y razones. Hitler vetó estas proposiciones, dando como su razón la necesidad de completar los preparativos para Ciudadela tan rápidamente como fuera posible y así asestar el primer golpe. Hitler sostenía que esta ofensiva obligaría a los soviéticos a abandonar sus planes de ataque y reagruparse; que nuestros ejércitos serían incapaces de emplear a sus divisiones de la punta de lanza hasta después que el sistema defensivo rusos hubiese sido roto; y además que el soldado alemán era bastante superior a su contraparte ruso cuando llegaba a combatir en terreno abierto. Las divisiones adicionales de infantería y alrededor de 180 Panthers serían empleados para reforzar a la fuerza principal de ataque. (Los Panthers, sin embargo, fueron dirigidos al Grupo de Ejércitos Sur en lugar de al saliente de Orel).

Siendo esta la situación, el General Model ordenó que las posiciones de batalla de reserva mencionadas anteriormente fueran completadas inmediatamente. Esta acción fue tomada en desafio a las órdenes de Hitler pero con la aprobación del Mariscal de Campo von Kluge. Además, el General Model impelió incansablemente el entrenamiento de las tropas antes de la ofensiva, para que el Noveno Ejército tuviera una fuerza de ataque efectiva a su disposición cuando la ofensiva comenzara. Esta fuerza móvil, animosa y adiestrada a fondo, aunque pequeña, constituyó un factor crítico en el subsiguiente combate. El General Model situó su completa confianza en esta fuerza: Incluso en situaciones que parecían completamente desesperadas, sus tropas de la punta de la lanza salieron victoriosas al final.
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Huntley
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Mensaje por Huntley » Sab Abr 19, 2008 12:45 pm

Medina, gracias por las traducciones y esos aportes. Soy seguidor tuyo de otros foros y haces un trabajo excelente.

Saludos.

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Mensaje por Medina » Lun Abr 21, 2008 11:34 am

La Batalla en el Saliente de Orel, 5-30 de Julio.
El Noveno Ejército logró la concentración estratégica para la ofensiva en dos noches sucesivas. El fuego de la artillería y los sobrevuelos de los aviones de transporte Ju 52 ahogaron el ruido de los Ferdinands y Tigres moviéndose hacia las áreas de reunión. El enemigo, aparentemente, no detectó el relevo de las unidades que defendían la línea del frente o la llegada de las tropas de asalto.

El Noveno Ejército lanzó la Operación Ciudadela el 5 de julio, un claro día de verano. El ejército estaba en marcha hacia Kursk: las tropas pretendían aplastar a la poderosa concentración del Ejército Rojo en el saliente y, si era posible, rodearlas y aniquilarlas en una operación combinada con las fuerzas atacantes del Grupo de Ejércitos Sur.

Los cuerpos individuales del Noveno Ejército recibieron las siguientes misiones dentro del contexto de la operación global (nota: estas órdenes son presentadas en su contexto general; la redacción exacta no estaba disponible para el autor):

El XLVII Cuerpo Panzer (mandado por el General de Tropas Panzer Joachim Lemelsen y consistente en las 2, 9 y 20 Divisiones Panzer y la 6 División de Infantería) se desplegaría a lo largo de un estrecho sector, penetraría el sistema defensivo enemigo entre la carretera y la línea ferroviaria Orel-Kursk, explotaría la velocidad de sus formaciones panzer al completo, y ganaría el terreno elevado en las proximidades, y al norte, de Kursk. Allí, el cuerpo establecería contacto con las unidades en vanguardia del Grupo de Ejércitos Centro que se aproximarían desde el sur. El cuerpo mantendría estrecho contacto con el cuerpo de cada uno de sus flancos y mantendría el corredor así abierto contra ataques enemigos que pudieran ser esperados desde el este y el oeste. La penetración inicial sería lograda por divisiones de infantería que serían apoyadas por la Luftwaffe, por toda la artillería, y por las unidades panzer del ejército, que a su vez serían estrechamente seguidas por las divisiones panzer.

Potentes unidades del ala izquierda del XLVI Cuerpo Panzer (mandado por el General de Infantería Hans Zorn y consistente en las 7, 31, 102 y 258 Divisiones de Infantería) penetrarían el sistema defensivo enemigo. Las puntas de lanza del cuerpo mantendrían estrecho contacto con el XLVII Cuerpo Panzer, que estaba atacando en la zona del esfuerzo principal. El XLVI Cuerpo Panzer protegería el flanco derecho del XLVII Cuerpo Panzer contra el oeste y el sudoeste a lo largo de la línea general Smitrovsk-Orlovskiy-Arroyo Chern-Tysnokoye-Fatesh. Tan pronto como hubiese sido advertido que el enemigo estaba retirando fuerzas desde su sector frente al ala derecha del XLVI Cuerpo Panzer, el cuerpo atacaría también en su ala derecha, esta vez en estrecho contacto con el XX Cuerpo. El cuerpo situaría su prioridad principal en ganar inmediatamente la línea del Arroyo Svapa.

Se planeó trasladar a la 12 División Panzer desde la reserva del grupo de ejércitos hasta el ala izquierda del XLVI Cuerpo Panzer. Manteniendo contacto con el XLVII Cuerpo Panzer, ayudaría en completar la penetración hacia Fatesh.

El XLI Cuerpo Panzer (mandado por el General de Tropas Panzer Joseph Harpe y consistente en la 18 División Panzer y las 86 y 292 Divisiones de Infantería), con su esfuerzo principal de ataque lanzado sobre ambos lados de la carretera Orel-Kursk, penetraría el sistema defensivo enemigo a lo largo de toda la amplitud de su sector, manteniendo estrecho contacto con las puntas de lanza del XLVII Cuerpo Panzer. Tras alcanzar Brusovoye, el XLI Cuerpo Panzer giraría hacia el este, ganando y manteniendo el terreno elevado al este del Arroyo Snova. Es de vital importancia para el cuerpo derrotar rápidamente a la potente fuerza enemiga identificada en Ponyriy y despejar la línea ferroviaria de enemigos. El cuerpo debe estar preparado para poderosos contraataques enemigos contra el recién establecido sector del cuerpo.

El XXIII Cuerpo (mandado por el General de Infantería Johannes Friessner y consistente en la 78 División de Asalto y de las 216 y 383 Divisiones de Infantería) asaltaría el fuertemente defendido punto fuerte enemigo en Malo-arkhangel’sk. El cuerpo se aseguraría la máxima utilización de apoyo especial, tales como tanques guiados por control remoto y equipamiento móvil de demolición de ingenieros. El cuerpo igualmente trataría para ello que la fuertemente armada 78 División de Asalto fuera apropiadamente empleada en esta operación. El cuerpo haría una prioridad establecer contacto con el XLI Cuerpo Panzer al este de Ponyriy y participar en la defensa del nuevo sector.

El XX Cuerpo (mandado por el General de Artillería Freiherr Rudolf von Roman y consistente en las 45, 72, 137 y 251 Divisiones de Infantería) defendería las posiciones que mantiene como ahora. Desde el primer día del ataque, el cuerpo explotaría toda oportunidad para hacer avanzar sus líneas hacia el este, manteniento estrecho contacto con el XLVI Cuerpo Panzer.

Comenzando en el tercer día de la ofensiva y dependiendo del progreso general de la penetración en Kursk, el cuerpo debería estar preparado para reunir rápidamente tres grupos de ataque, cada uno aproximadamente del tamaño de una división, y ejecutar la siguiente misión:

Un grupo de ataque desembocaría desde el área de Sevsk y avanzaría hacia la línea Dmitryev-Lgovsky. El segundo grupo de ataque se reuniría en el área de Kamarichi para un avance sobre Deryugino. El tercer grupo de ataque se reuniría en el área Dmitrovsk-Orlovskiy y avanzaría hacia Mikailovka para, ante todo, ganar la línea del Arroyo Svapa. Estrecho contacto sería continuamente mantenido con el cuerpo en el ala izquierda del Segundo Ejército, el cual tenía órdenes de proceder en la misma dirección.

Apoyada por fuertes ataques aéreos, la cuña panzer del XLVII Cuerpo Panzer abrió una brecha de catorce kilómetros de profundidad en las fortificaciones rusas durante el asalto inicial. La cuña del cuerpo golpeó con un poderoso y concentrado ataque, con su flanco derecho cubierto por el XLVI Cuerpo Panzer y su izquierdo por el XLI Cuerpo Panzer. Las líneas soviéticas habían sido desgarradas a lo largo de una anchura de treinta kilómetros (ver Mapa 4.2). Empezando en el segundo día, sin embargo, la resistencia enemiga rápidamente se endureció, con los rusos lanzando rápidamente las reservas tácticas y estratégicas en la brecha en un intento desesperado por evitar que los panzer alemanes penetraran y se esparcieran en terreno abierto. Un cuerpo de tanques –apresuradamente trasladado hacia delante- y tres divisiones de fusileros de la Guardia fueron lanzadas en el camino del XLVII Cuerpo Panzer ya en el segundo día del ataque. Simultáneamente, varios cientos de tanques rusos se trasladaron desde áreas en la reta-guardia hacia el punto crítico en el campo de batalla. Una gigantesca batalla de tanques siguió, durando varios días. Aquí, los panzers alemanes demostraron su superioridad, avanzando lentamente en un brioso ataque contra los nuevos puntos fuertes soviéticos materializados cerca de Nikolskoye, Olkhovatka y Ponyriy. Estas defensas recibieron un flujo constante de refuerzos desde la retaguardia.

Empezando el 7 de julio, los rusos desembocaron desde estos puntos fuertes para atacar con duros y concertados contragolpes. Al principio, el Noveno Ejército rechazó estos ataques y el enemigo tuvo duras pérdidas. Nuestras puntas de lanza panzer fueron reagrupadas y reforzadas, después de lo cual el ataque avanzó hacia la lína Teploye-Plkhovatka-Ponyriy a lo largo de un ancho de diez kilómetros. Tras alcanzar esta línea, sin embargo, el ataque alemán chocó de nuevo con una posición especialmente muy fortificada y densamente minada que había sido establecida sobre terreno elevado. Esta posición, aderazada y llena de tanques atrincherados y otras armas antitanques, resistió el ímpetu del asalto frontal alemán durante días. En este momento –poco antes de que nuestras tropas hubiesen penetrado la posición final rusa- habíamos alcanzado el clímax de la batalla, y el Mariscal de Campo von Kluge accedió a las urgentes peticiones del Coronel General Model para liberar a la 12 División Panzer y a la 36 División de Infantería para reforzar el ataque. Toda la fuerza de asalto debía de reagruparse, integrar a estas divisiones adicionales, y continuar el ataque en un intento por explotar la penetración. Tras su reanudación, el ataque sería dirigido hacia el sudoeste con el XLVI Cuerpo Panzer constituyendo el esfuerzo principal.

Fue precisamente en este momento, el 11 de julio, que ciertos acontecimientos sucedieron en los sectores este y norte del saliente de Orel, que obligaron al OKH y al Grupo de Ejércitos Centro a interrumpir el ataque del Noveno Ejército. El Ejército Rojo comenzó una ofensiva a gran escala contra el Segundo Ejército Panzer a lo largo de un amplio frente. Tal ataque había estado obviamente en los planes durante bastante tiempo. Influenciado por la ofensiva Ciudadela, el STAVKA probablemente eligió lanzar esta ofensiva considerablemente antes de lo originalmente planeado. Así, fuerzas enemigas muy superiores atacaron al Segundo Ejército Panzer al oeste de Novosil, al este de Bolkhov y al noroeste de Ulyanovo. Todo el sector del Segundo Ejército Panzer estaba escasamente defendido por un total de catorce divisiones de infantería y una división panzer. En cuarenta y ocho horas, el Ejército Rojo efectuó amplias penetraciones, algunas de hasta diez kilómetros de profundidad. El Mariscal de Campo von Kluge se enfrentó inmediamente con la necesidad de recurrir con demora a la fuerza de ataque del Coronel General Model en busca de unidades para impedir una penetración enemiga en el saliente de Orel. Tal redespliegue era imperativo, pues la pérdida de Orel –junto con el bloqueo de las líneas ferroviarias y carreteras que salían de este centro de tráfico clave- amenazaba con paralizar el suministro del Noveno Ejército. Con el grueso de los efectivos del Noveno Ejército enredado en la ofensiva hacia Kursk, la pérdida de Orel no solamente nos obligaría a interrumpir la operación Ciudadela sino que también amenazaba con el cerco a grandes elementos de dos ejércitos.

El 12 de julio, el Mariscal de Campo von Kluge, por consiguiente, ordenó que las 12, 18 y 20 Divisiones Panzer, así como también la 36 División de Infantería y destacamentos de Ferdinands y artillería pesada, estuviesen disponibles y enviadas inmediatamente al Segundo Ejército Panzer. Al principio, el Mariscal de Campo esperaba que la crítica situación a lo largo del frente del Segundo Ejército Panzer pudiese ser aliviada como resultado de la rápida intervención de estos refuerzos. Tales esperanzas tuvieron que ser abandonadas para siempre el 13 de julio, cuando el alcance total de la ofensiva soviética contra el saliente de Orel nos dio una clara indicación del objetivo estratégico enemigo. Parecía que los rusos contemplaban nada menos que una ofensiva a gran escala que tenía el objetivo de aplastar a todas las fuerzas alemanas en el saliente de Orel.

En esta hora de suprema tensión, el Mariscal de Campo von Kluge dio al Coronel General Model el mando del Segundo Ejército Panzer además del suyo propio, de acuerdo con los planes hechos anteriormente. Aunque los cuarteles generales de ambos ejércitos permanecieron como estaban, esta medida aseguró un mando unificado en el saliente de Orel. El General Model decidió esperar hasta que el polvo se asentara en el sector del Segundo Ejército Panzer y las intenciones tácticas rusas fueran reveladas más claramente antes de emprender un exhaustivo reagrupamiento de nuestras fuerzas en el saliente. Envió órdenes a través del cuartel general del Noveno Ejército para que, inmediatamente, la 2 División Panzer, dos batallones de cañones de asalto, dos batallones de artillería pesada y un batallón de Nebelwerfer fueran transferidos al Segundo Ejército Panzer. De esta manera, un amplio sector del lado este del saliente de Orel había cambiado de apariencia radicalmente en cuarenta y ocho horas, y con prácticamente el movimiento de una muñeca la acción principal pasó al Segundo Ejército Panzer.

La crisis se intensificó con la velocidad de una avalancha, y la única esperanza de salvar la jornada era implementar todas las medidas posibles de emergencia a la mayor velocidad. El Coronel General Model, por consiguiente, exigió que las tropas combatientes lo dieran todo y que las unidades en ruta estuvieran en movimento día y noche, haciendo un esfuerzo supremo. Por carretera y ferrocarril, los refuerzos que tan urgentemente se necesitaban fluyeron hacia el sector crítico en transportes rápidos. Muchos oficiales, incluyendo oficiales del estado mayor general de ambos cuarteles generales, volaron de un lado a otro en aviones de enlace Fiesler “Storch” para controlar el tráfico y mantener moviendo en un flujo constante las repletas carreteras. De esta manera, las 12 y 18 Divisiones Panzer quedaron disponibles para el empleo contra la penetración soviética al noroeste de Bolkhov y al norte de Ulyanovo casi inmediatamente después de que nuestras reservas generales y tácticas hubiesen sido empleadas. Mientras tanto, la 8 División Panzer y la 36 División de Infantería (cargadas sobre vehículos) avanzaron hacia el sector al este de Orel, seguidas el 15 de julio por la 2 División Panzer.

El 13 de julio, el Coronel General Model logró establecer una línea continua de emergencia al este de Arkhangelskoye, Kichely, Baranovo y Medyn. La fuerza rusa que avanzaba hacia el sudoeste, dirigiéndose directamente hacia Bolkhov, fue detenida al noroeste de la ciudad, aunque permaneció allí pues era imposible lanzar fuerzas adecuadas en el camino de las fuerzas de tanques enemigas avanzando hacia el sur. Al norte de Ulyanovo, los soviéticos estaban preparándose para avanzar hacia el sudeste y sudoeste para ampliar su penetración de nuestras líneas. Esto resultó en una presión incrementada contra la 293 División de Infantería y la 5 División Panzer a lo largo de los ríos Vytebet y Resseta. El 15 de julio, los rusos se habían abierto paso a través de ambos ríos, aunque elementos de la 5 Panzer retenían una estratégica cabeza de puente al este de Ktsyn. El Grupo Esebeck (consistente en elementos de las 18 y 20 Divisiones Panzer) al mismo tiempo logró cerrar provisionalmente esta penetración.

Cuando la ofensiva rusa había comenzado, habíamos creído que la principal amenaza estratégica residía en el área norte de Ulyanovo, pero según la operación progresó se hizo gradualmente claro que el Ejército Rojo pretendía efectuar una penetración decisiva hacia Orel liberando una avalancha de tanques contra el lado este del saliente. La fuerza del avance hacia Bolkhov había disminuido sustancialmente, probablemente debido a las fuertes pérdidas en tanques inflingidas por las tropas alemanas.
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Mensaje por Medina » Mar Abr 22, 2008 5:07 pm

Mientras la ofensiva del Orel se desarrollaba, también se hizo claro que los rusos estaban realizando apresuradamente preparativos para una contraofensiva contra el Noveno Ejército en el saliente de Kursk. El Noveno Ejército, habiendo ya enviado importantes efectivos al Segundo Ejército Panzer, reagrupó a sus fuerzas para acción defensiva con igual velocidad. El 15 de julio, los soviéticos, apoyados poderosamente por artillería, tanques y aviones, lanzaron su contraofensiva contra el Noveno Ejército a lo largo de un amplio frente. Ya numéricamente superiores, los rusos habían reforzado este ataque con dos divisiones adicionales de fusileros, un cuerpo de tanques, cuatro brigadas independientes de tanques, y regimiento de morteros de la Guardia, todos los cuales habían sido trasladados desde la parte oeste del saliente de Kursk. El ataque principal golpeó al XLI Cuerpo Panzer y las alas interiores del XLVII Cuerpo Panzer y del XXIII Cuerpo. El Noveno Ejército rechazó al enemigo a lo largo de la línea después de un día de duros combates, destruyendo 250 tanques soviéticos. Pero quedaba claro que más ataques y duros combates deparaba el futuro para nuestras tropas en los sectores de ambos ejércitos.

Comprendiendo que sus fuerzas necesitaban una posición más recortada y defendible si no quería que fueran finalmente superadas, el Coronel General Model solicitó y recibió permiso para retirar al Noveno Ejército a su línea original. Model esperaba liberar a cuatro divisiones adicionales de esta manera para utilizarlas como reserva mientras también explotaba las ventajas defensivas de la antigua línea. Nuestra retirada, con las tropas ejecutándolas en tres noches sucesivas, desconcertó a los rusos. Cogidos desprevenidos, finalmente enviaron potentes fuerzas para mantener presión directa con objeto de impedir que el Noveno Ejército estableciera una nueva línea defensiva. Aunque cada tanque y avión de combate disponible pareció haber sido empleado en este esfuerzo, el enemigo fracasó en esta empresa.

El 16-17 de julio, los rusos intentaron partir las defensas del Noveno Ejército, chocando contra nuestras líneas con terrorífico impacto, particularmente al este de la línea férrea, pero estos ataques se desmoronaron contra las sólidas defensas alemanas. Entre el 15 y el 17 de julio, los artilleros antitanques del Noveno Ejército sembraron el campo de batalla con 530 tanques enemigos. En la mañana del 18 de julio, nuestras tropas mantenían de nuevo sus posiciones originales, listas para más combates defensivos.

La situación del Segundo Ejército Panzer alcanzó su clímax estratégico el 19 de julio. Recién llegado, el Tercer Ejército de Tanques chocó con fuerza terrorífica contra el XXXV Cuerpo del General de Infantería Dr. Lothar Rendulic. Las valientes divisiones de este cuerpo (34, 56, 262 y 299 de Infantería) habían sido hasta ahora suficientes para resistir a la fuerte presión soviética, pero ahora, con estos refuerzos, los rusos intentaron abrir el sector de Ulyanovo en sus costados.

El Coronel General Model reunió todo lo que estaba disponible y se enfrentó a la crisis en el sector de Rendulic justo a tiempo. Las 2 y 8 Divisiones Panzer fueron enviadas inmediatamente hacia el XXXV Cuerpo, así como también la 36 División de Infantería, que había sido anteriormente enviada. Elementos de la 9 División Panzer se apresuraron hacia el sector desde el sudeste. Estas fuerzas se combinaron para detener el ataque de tanques soviéticos. Al mismo tiempo, sin embargo, una brigada de tanques rusa había cortado la línea ferroviaria y la carretera que conectaban Orel a Karachev, cerca de Ilinskoye, pero la amenaza directa a nuestras comunicaciones fue eliminada por la Luftwaffe. Cazas bimotores y cazabombarderos realizaron un brioso y audaz ataque contra la brigada de tanques y la aniquilaron. La 253 División de Infantería, que había recibido órdenes de cambiar su dirección original de marcha para enfrentarse con esta amenaza, ahora se aproximó a Ilinskoye desde el sur, tomando firme posesión de la ciudad el 21 de julio. El 23 de julio, el mayor peligro podía ser considerado como pasado.

Incluso mientras estas operaciones se desarrollaban, la brecha al este de Orel asumió proporciones precarias. Las tropas alemanas a lo largo de la penetración soviética se retiraron de forma ordenada para recortar sus línea y dejar algunos elementos disponibles como reservas tácticas, mientras que la 12 División Panzer se trasladaba rápidamente hacia el área desde las proximidades de Bolkhov; igualmente, la 78 División de Asalto, transferidad desde el Noveno Ejército, llegó con extrema velocidad y prontitud. Aunque sucedieron varias situaciones tácticas delicadas, la inmediata amenaza estratégica a Orel fue evitada en el último momento. El 23 de julio, por consiguiente, la situación a lo largo de todo el frente del Segundo Ejército Panzer pudo ser considerada como haber sido consolidada otra vez. El Coronel General Model había dominado estas crisis mediante una combinación de rápidos movimientos y reagrupamientos de unidades compactas, apoyadas por logros sobresalientes de nuestras armas antitanques móviles (cañones de asalto y cañones autopropulsados).

El Ejército Rojo había efectuado, mientras tanto, profundas penetraciones, y se había hecho necesario recortar nuestras líneas en las áreas este y noreste de Orel para reconciliar la situación. Estos movimientos resultaron en el siguiente cuadro: Un prominente saliente había tomado forma en el área de Bolkhov. Los rusos no estaban atacando el saliente desde el norte, pero el saliente estaba amenazado por estrangulación desde los dos lados al mismo tiempo. Antes de que el enemigo pudiera tomar ventaja de esta oportunidad, el General Rendulic recortó sus líneas, retirándose hacia una posición cuya línea de frente pasaba rozando el lado sur de Bolkhov. En el momento oportuno para desbaratar un ataque ruso para envolver Bolkhov desde el sur desencadenando un ataque masivo de tanques desde Krasnikovo, la 10 División de Panzegranaderos llegó desde el Noveno Ejército. Esta seria amenaza pudo ser eliminada solamente por un supremo esfuerzo físico y a través de operaciones realizadas manteniendo los principios fundamentales de la guerra móvil en los niveles estratégico y táctico. La tenaz defensa y los rápidos contragolpes redujeron visiblemente la furia del avance ruso, que se hundió delante de las recortadas posiciones del Orel.

Los acontecimientos en el sector del Noveno Ejército desde el 18 de julio confirmaron la sospecha de que los rusos estaban persiguiendo una estrategia unificada contra ambos ejércitos en el saliente de Orel y de que el Coronel General Model estaba luchando una gigantesca batalla a lo largo de un frente de casi 400 kilómetros de largo. Debido a que las fuerzas soviéticas atacando fuera del saliente de Kursk habían fracasado hasta ahora en romper las líneas del Noveno Ejército mediante asaltos frontales, sus fuerzas de ataque se reagruparon apresuradamente y se dirigieron al oeste, hacia la carretera Trosna-Fatesh y la curva del río Chern para avanzar hacia el extendido flanco sur del ejército. Unidades alemanas de reconocimiento en alerta detectaron este movimiento y, afortunadamente, en ese mismo día -18 de julio- dos divisiones que habían quedado disponibles, más algunas tropas del Ejército, pudieron ser enviadas inmediatamente para detener la amenaza. Cuando los rusos atacaron con tres divisiones de fusileros y sesenta tanques a lo largo de ambos lados de la carretera Trosna-Fatesh el 19 de julio, se encontraron defensas preparadas y reforzadas. Este ataque no logró nada más allá de penetraciones tácticas locales.

Simultáneamente, sin embargo, tanques enemigos penetraron hacia la carretera Karachev-Bryansk en el sector del Segundo Ejército Panzer, revelando claramente el movimiento radical de pinzas soviético que tenía como objetivo todo el saliente de Orel. El Segundo Ejército Panzer replegó sus líneas de nuevo, lo cual a su vez necesitó que el Noveno Ejército se retirara a la correspondiente posición alterna. Estos movimientos tuvieron que ser efectuados bajo el tiempo y las condiciones de las carreteras más adversas y, mientras la maniobra estaba en progeso, un ataque concéntrico de tanques contra Smiyevka arrasó la línea de demarcación entre los dos ejércitos. El Coronel General Model empleó sus últimas reservas, las cuales solamente lograron sellar parcialmente la brecha el 24 de julio.

En vista de tensa situación global en el Frente del Este, el 26 de julio el OKH finalmente emitió órdenes para que los ejércitos en campaña se preparasen para la evacuación de todo el saliente de Orel. Este movimiento retrógrado, que debía ser efectuado muy pronto, implicaba la retirada hacia una posición acordada a lo largo de la base del saliente, la llamada línea Hagen. La construcción de esta posición había sido apremiada durante algún tiempo. El OKH dio la orden de ejecución el 28 de julio, anticipando que la retirada dejaría disponibles veinte divisiones para su empleo en otros sectores. Dividida en cuatro fases, con la ocupación temporal de líneas interinas y posiciones alternas, la retirada había sido proyectada para que fuera efectuada entre el 31 de julio y el 17 de agosto.

Para las tropas en el saliente de Orel, esta decisión no llegó muy pronto. La acometida rusa había sido detenida en todos los puntos, con fuertes bajas. No obstante, frente a la concentrada fuerza soviética (que estaba siendo constantemente reforzada), no podía esperarse que nuestras líneas resistieran al menos que unidades adicionales pudieran ser extraídas de primera línea y formadas como reservas; esto era especialmente cierto a la luz del hecho de que el enemigo estaba preparándose para otro golpe. Cuando la esperada victoria al este de Orel fracasó en materializarse, alrededor del 22 de julio el STAVKA comenzó a desviar su esfuerzo principal lejos de esta área. El Tercer Ejército de Tanques se trasladó al sur, hasta las proximidades de la línea de demarcación entre el Segundo Ejército Panzer y el Noveno Ejército, mientras fuerzas adicionales de tanques se concentraban en el norte, indicio de un intento renovado de envolver Orel en un ataque de pinzas. Al mismo tiempo, los soviéticos emplearon al Cuarto Ejército de Tanques en el área de Bolkhov para otro intento de eliminar el saliente defendido por los alemanes; en los días siguientes habría fieras batallas mientras los rusos chocaron contra los defensores de Bolkhov. La situación en el área de penetración ocupada por el enemigo al sur de Ulyanovo permaneció precaria pero había sido consolidada algo por la llegada de la 95 División de Infantería para tomar una posición en el flanco derecho del LV Cuerpo del General de Infantería Erich Jaschke al mismo tiempo que la División de Panzegranaderos Grossdeutschland (transferida desde el Cuarto Ejército Panzer), la 293 División de Infantería (del LIII Cuerpo), y la 129 División de Infantería (liberada del XXVII Cuerpo del Cuarto Ejército) lanzaron un contraataque oportuno. Estas divisiones golpearon directamente en las áreas de reunión rusas, negando al Ejército Rojo cualquier oportunidad de desencadenar sus propios asaltos contra la línea ferroviaria Khotynets-Karachev y la Rollbahn –la doble línea vital de comunicaciones y de transporte para todo el saliente de Orel.

Los soviéticos también intentaron penetrar hacia Bryansk a lo largo de la línea ferroviaria Tereban-Bryansk pero fueron efectivamente retrasados por la tenaz resistencia del Gruppe Boselager (basado en el Regimiento de Caballería Mute) y el Gruppe Busich (elementos de la 707 División de Infantería), los cuales habían sido trasladados entre el 15 y el 17 de julio.

A finales de julio, el combate se centró principalmente en torno al saliente de Bolkhov. Allí, los rusos intentaron repetidamente penetrar en varios puntos al noreste y sudoeste de Bolkhov. Cada uno de estos ataques se desmoronó bajo el fuego de los defensores alemanes. El Gruppe Harse, basado en el cuartel general del XLI Cuerpo Panzer (transferido desde el Noveno Ejército), consistía en el LIII Cuerpo del General de Infantería Heinrich Cloessner con las 208, 211 y 293 Divisiones de Infantería y la 25 División de Panzergranaderos, reforzado por la 10 División de Panzergranaderos y las 18 y 20 Divisiones Panzer. Este mando destruyó alrededor de 200 tanques en cada día de la acción. El 31 de julio, habiendo completado su redespliegue estratégico, el Tercer Ejército de Tanques Soviético inició una nueva ofensiva a gran escala contra el sector Nikolskoye-Filosopov del Noveno Ejército.

En mitad de estas grandes batallas, el OKH presionó al Segundo Ejército Panzer y al Noveno Ejército para que realizaran los preparativos para la Operación Hagen, que había sido ordenada el 26 de julio. Esto requerería que personal del ejército asumiera misiones tácticas y organizativas adicionales de proporciones monumentales. Un área de 100 kilómetros de profundidad tenía que ser evacuada en tres semanas –luchando en cada pulgada del camino. La reorganización táctica de las tropas sin consideración por su organización formal se convirtió en común, mientras que los comandantes y estados mayores prestaban atención particular a aquellos aspectos de un movimiento retrógrado que incluía tácticas, transporte y moral. Apresuradamente reconocimos líneas sucesivas de resistencia, preparándolas para al menos unos cuantos días de combate defensivo. Toda la mano de obra disponible –ingenieros (incluyendo los batallones de ingenieros de combate de las divisiones combatientes), tropas de construcción, y soldados de trenes de suministros- tuvo que ser reunida para esta tarea. Todo el sistema de suministro, particularmente esa parte de él que servía con el Noveno Ejército, en este punto permaneció dirigido a los requerimientos de una ofensiva arrolladora. En consecuencia, los suministros y el equipamiento quedaron almacenados muy cerca del frente, y, literalmente, con un giro de muñecas todo el sistema de distribución tuvo que ser reorganizado para apoyar una operación retrógrada. Las comunicaciones presentaban dificultades similares, y los enormes depósitos de municiones al este de Kromy tuvieron que ser evacuados en los primeros días. A pesar del hecho de que las carreteras permanecieron en una condición lastimosamente pobre, cada vehículo disponible fue reunido y la misión fue lograda a pesar de las peores privaciones imaginables.
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Re: LA BATALLA POR EL SALIENTE DE OREL

Mensaje por Grossman » Lun Oct 20, 2008 12:46 am

¡Hola!

¡Interesante! Me ha resultado muy útil. Gracias Medina.

Hay una descripción, estupenda, ilustrada con mapas, de la “Operación Kutuzov”, la contraofensiva soviética sobre el saliente de Orel, en este Foro en viewtopic.php?f=5&t=6127. Lástima que haya quedado oculta por tener el topic como título “Operación Rumyanstev” (la contraofensiva al sur de Kursk).

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Y ahora cambio total de punto de vista: el otro lado, la tierra herida recuperada, el drama y la esperanza de la gente. El escritor y entonces corresponsal del “Estrella Roja”, el periódico del ER, Vasili Grossman, que en 1941 consiguió huir de Orel, fue enviado de nuevo a esta ciudad por su director en vísperas de su liberación: “quiero que estés allí el día de su liberación, para que puedas recordar el día que tuviste que salir de allí”, le dijo. Transcribo a continuación lo anotado por Grossman*:

  • "Llegamos a Orel la tarde del 5 de agosto por la autovía de Moscú. Habíamos dejado atrás la alegre Tula, y después Plasvk y Chern, y cuanto más avanzábamos, mas recientes parecían las heridas que los alemanes habían inflinjido a nuestra tierra.

    En Mtsensk crecía la hierba sobre las ruinas de las casas y se veía el cielo azul a través de los marcos vacíos de las ventanas y los tejados arrancados. Casi todos los pueblos entre Mtsensk y Orel habían sido incendiados. De las ruinas de las izbas todavía salía humo. Los ancianos y los niños escarbaban en las pilas de ladrillos buscando objetos todavía utilizables: ollas de hierro forjado, sartenes, camas de metal desfiguradas por el fuego, máquinas de coser ... ¡Qué amarga y qué familiar era esa imagen!

    En el cruce del ferrocarril había un tablón blanco clavado recientemente, con la palabra “Orel” ... El olor del humo pendía en el aire, un humo lechoso ligeramente azul que se elevaba de los incendios casi extinguidos ...

    En la plaza un altavoz dejaba oir “La Internacional”. Estaban pegando carteles y llamamientos en las paredes, repartían octavillas a la población. Chicas de mejillas arreboladas controlaban el tráfico en todos los cruces, agitando garbosamente sus bandoleras roja y verde. Al cabo de un día o dos Orel regresaría de nuevo a la vida, al trabajo y al estudio ...

    Recordé el Orel que vi hace exactamente veintidós meses, aquel día de octubre de 1941 en que los tanques alemanes irrumpieron por la autovía de Kromy. Recordé mi última noche en Orel, aquella espantosa noche, el zumbido de los vehículos que huían, el llanto de las mujeres corriendo tras las tropas en retirada, las caras afligidas de la gente y las preguntas que entonces me hacían, llenos de ansiedad y sufrimiento. Recordé mi última mañana en Orel, cuando parecía como si toda la ciudad gritara y corriera, poseída por un pánico horrible. La ciudad conservaba todavía toda su belleza, sin una sola ventana rota, pero daba la impresión de estar sentenciada, de haber sido condenada a muerte ...

    Y escuchando el discurso de un coronel de tanques que, subido a un tanque polvoriento, rememoraba los soldados y oficiales muertos en la batalla de Orel, oyendo sus simples y abruptas palabras de adiós que reverberaban en las casas quemadas, comprendí. Esa asamblea improvisada de hoy y aquella amarga partida una mañana de octubre de 1941 están inseparablemente ligadas una con otra."


Un saludo


* BEEVOR A (2006) “Un escritor en Guerra. Vasili Grossman en el Ejército Rojo, 1941-1945”. Crítica, Barcelona (p.299-300)
Espérame y yo volveré, pero espérame mucho
Espérame cuando las tristes lluvias lleguen, y cuando el calor llegue no dejes de esperar
Espérame y yo volveré para que la muerte rabie
No comprenderán jamás los que jamás han esperado, cómo tú del fuego me salvaste
Es que sencillamente me esperaste como nunca nadie me esperó
****************** Konstantin Simonov ******************

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LA BATALLA POR EL SALIENTE DE OREL

Mensaje por Medina » Lun Mar 30, 2009 6:17 pm

Retirada hacia la Línea Hagen, 31 de Julio-18 de Agosto.
La Operación Hagen comenzó en la tarde del 31 de julio. Varios días de lluvia continua habían transformado casi todas las carreteras y caminos en el saliente de Orel en un estado que recordaba a la estación de lluvias, pero los objetivos básicos de la operación no permitían más retraso o titubeo. El primer movimiento retrógrado planeado resultó en una reducción de la situación a lo largo de todos los sectores del saliente de Orel, incluso aunque el Ejército Rojo intentó mantener la presión persiguiendo desde el este e intentando continuamente flanquear a nuestos ejércitos en retirada. Para el Coronel General Model, esto hizo a la retirada mucho más peligrosa durante las fases iniciales, al menos hasta que los extendidos flancos alemanes se hubiesen contraído como resultado natural de la retirada.

Los rusos aumentaron su presión contra el flanco sur del Noveno Ejército en el momento en que nuestra retirada comenzó. No contentos con seguir a la retirada, los soviéticos pretendieron penetrar nuestras líneas y aislar a grandes fuerzas alemanas antes que nuestras defensas se consolidaran en la siguiente línea alterna. Así, el 1 de agosto duros ataques –consistentes al menos en cuatro divisiones de fusileros y 120 tanques, apoyados por oleadas de aviones- golpearon a las 7, 31 y 258 Divisiones de Infantería en el sector Shepelovo-Gomel. La heroíca resistencia por parte de las ya exhaustas tropas detuvo a los rusos en su camino con la pérdida de setenta y siete tanques, y el 4 de agosto, el Noveno Ejército alcanzó el área de Kromy. Debido a que los rusos continuaron manteniendo una dura presión, especialmente desde la curva del río Chern, el Coronel General Model se encontró obligado a ordenar un desvío temporal en las prioridades del apoyo aéreo de la Luftwaffe del Segundo Ejército Panzer al Noveno Ejército.

El sector de Kromy constituyó un obstáculo antitanque sustancial; no obstante, para el 5 de agosto, las concentraciones del Ejército Rojo en esta área habían progresado lo suficientemente para que el enemigo lanzara un poderoso avance al sudoeste de Kromy. Este ataque empleó alrededor de 200 tanques, grandes unidades de infantería, y potentes formaciones aéreas, con las cuales los rusos planeaban penetrar las líneas alemanas en retirada y ocupar el centro de tráfico en Kromuy tan rápidamente como fuera posible. Quince veces en un día –5 de agosto- el flujo de efectivos soviéticos, acompañados por innumerables tanques, surgió contra la 258 División de Infantería del XLVI Cuerpo Panzer. Las conexiones por cable entre los cuarteles generales de la división y los regimientos y sus unidades componentes fueron constantemente cortadas por los bombardeos rusos, y prácticamente todas las noches las guerrillas intensificaban sus actividades contra nuestras comunicaciones ferroviarias, causando una crítica escasez de municiones y combustible. A pesar de estas desventajas, cada ataque soviético fue combatido y rechazado en lucha encarnizada. Pero la batalla se aproximó a un nuevo clímax, y el Coronel General Model comprendió claramente que el punto central de las operaciones en el saliente de Orel se había casi completamente desviado hacia el Noveno Ejército. Por consiguiente, ordenó que fueran ejecutadas las siguientes medidas: la más estricta concentración de armas antitanque y munición solamente en los puntos del esfuerzo principal; empleo aumentado de minas y escuadras de combate Falk; transferencia de la 12 División Panzer al área al este de Smablykin. El Segundo Ejército Panzer había hecho disponible a la 12 División Panzer para relevar a las maltrechas 292 y 383 Divisiones de Infantería. La Luftwaffe también recibió órdenes para continuar su concentración de esfuerzos sobre el frente del Noveno Ejército. De esta manera, sorteamos la tormenta, defendiendo el sector de Kromy durante dos días según lo planeado. El Coronel General Model había reconocido las intenciones soviéticas y frustró sus planes para envolver a grandes fuerzas alemanas atacando Kromy, por un lado, y Khotynets (en el sector del Segundo Ejército Panzer) por otro.

Mientras tanto, el 5 de agosto, el Segundo Ejército Panzer realizó la evacuación de Orel. En retirada, el ejército destruyó todos los puentes y las otras instalaciones importantes para el esfuerzo de guerra mientras evacuaba 53.000 toneladas de equipamiento y 20.000 heridos. La inteligencia ahora advirtió una reorganización gradual de fuerzas soviéticas en el área, especialmente el Cuarto Ejército de Tanques. En consecuencia, justo cuando el Noveno Ejército finalizó su exitosa lucha defensiva en Kromy, una crisis táctica se desarrolló a lo largo del frente del Segundo Ejército Panzer desde el 6 al 8 de agosto. Fuertemente apoyados por tanques, los rusos desembocaron desde el área al oeste de Uskoye e intentaron penetrar el saliente norte del Gruppe Harpe. El General de Tropas Panzer Harpe tuvo que emprender varios cambios impro-visados en su retirada escalonada, la cual logró el 7 de agosto. Su nueva línea a lo largo del río Moshchenka, aunque acosada por ataques enemigos, proporcionó a los soviéticos la oportunidad de reanudar su avance de flanco hacia Khotynets; estos ataques continuaron sin éxito a lo largo del 10 de agosto.

La retirada desde el sector de Kromy dio al Noveno Ejército un mayor grado de maniobrabilidad, principalmente porque el siguiente conjunto de líneas escalonadas viraban abruptamente hacia el norte y privaban a los rusos de la efectividad que hasta el momento habían disfrutado. Por otro lado, tal despliegue invitaban completamente al enemigo a atacar el ahora expuesto flanco sur del Segundo Ejército Panzer por debajo de Smitrovsk. Ya el 1 de agosto, nuestra inteligencia identificó una gran concentración soviética allí, la cual finalmente atacó el 8 de agosto. Un ataque a gran escala desde el área de Bryantsovo golpeó a Dmitrovsk, defendido por la 72 División de Infantería; ayudados por una tormenta, los rusos penetraron profundamente la ate-nuada línea de la división. Pero incluso aunque los soviéticos emplearon tres divisiones de fusi-leros adicionales y más tanques el 9-10 de agosto, no lograron una penetración –la 72 División de Infantería defendió su terreno resueltamente. El Coronel General Model empleó a la 31 de Infantería detrás de la 72 como reserva general; esta división había sido liberada por la llegada de la 20 División de Panzergranaderos del Segundo Ejército Panzer. La retirada planeada de ambos ejércitos continuó el 9-10 de agosto, y la situación se alivió, principalmente porque el Coronel General Model insistió en que Dmitrovsk fuera defendido como un rompeolas durante el mayor tiempo posible. Comprendía que la pérdida prematura de Dmitrovsk pondría en peligro la ordenada continuación de la Operación Hagen y el mantenimiento del contacto entre los dos ejércitos. El 10 de agosto, el Cuarto Ejército de Tanques, empleando oleadas de infantería y sesenta tanques concentrados a lo largo de un estrecho sector, realizó un intento final para abrirse paso hacia la ciudad; el colapso de este asalto cerró el libro sobre las batallas de Dmitrovsk. Las tropas alemanas evacuaron la ciudad en la noche del 11 de agosto, según el programa del Coronel General Model, no el del enemigo.

A pesar de la exitosa defensa de Dmitrovsk, una tremenda tensión todavía se cernía sobre todo el saliente de Orel. El Ejército Rojo había iniciado nuevas ofensivas –al norte, un ataque contra el Cuarto Ejército, y al sur contra el grupo de ejércitos del Mariscal de Campo von Manstein. El OKH, por consiguiente, aumentó su presión para que el Segundo Ejército Panzer y el Cuarto Ejército aceleraran la Operación Hagen para liberar las vitalmente necesitadas divisiones de primera línea para su uso como reservas a todo lo largo del frente del Este.

Había sido previamente establecido que el cuartel general del Segundo Ejército Panzer sería retirado del frente para su empleo en otro lugar, con el Noveno Ejército tomando el control de todas las tropas retiradas del saliente de Orel. Esto sucedió más pronto de lo que esperábamos; el 13 de agosto, el cuartel general del Noveno Ejército del Coronel General Model asumió el control de ambos sectores, inaugurando la fase final de la retirada Hagen. Esta parte de la operación tomó su carácter peculiar de la ferocidad de las batallas defensivas libradas por el ampliado Noveno Ejército cerca de Karachev. Vastos cuerpos de tropas rusas –manteniendo la presión y agrupando más y más densamente según el frente se contraía- habían cuajado para formar un poderoso esfuerzo principal en el área de Karachev. Que los soviéticos pretendían un asalto directo frontal se hizo evidente, y, anticipándose a este movimiento, el Coronel General Model concentró sus reservas en el punto de ataque –especialmente todas las tropas de ingenieros disponibles. Estas medidas privaron al ataque concéntrico de penetración ruso de su ímpetu desde el comienzo. El enemigo atacó el 13 de agosto a lo largo de un amplio frente en ambos lados de Karachev, empleando infantería, tanques, artillería, lanzacohetes, y formaciones aéreas en cantidades firmemente crecientes. Los defensores alemanes –particularmente las 8 y 18 Divisiones Panzer- resistieron tenazmente, confinando el éxito ruso el 13-14 de agosto a penetraciones tácticas. La Luftwaffe participó con particular éxito en esta acción. El asalto soviético fracasó completamente pues el Noveno Ejército se retiró a la línea Hagen propiamente dicha, tomando posiciones sus elementos de vanguardia en la tarde del 14 de agosto, llegando la retaguardia en la tarde del 18 de agosto.

Los soviéticos no se dieron inmediatamente cuenta de que la línea Hagen representaba la posi-ción defensiva final alemana. Empezando el 16 de agosto, los rusos chocaron por sorpresa contra nuestro fuertemente preparado sistema defensivo, sufriendo fuertes bajas. Impávidos, los soviéticos reagruparon sus fuerzas para ataques en los siguientes puntos: sudoeste de Shablykino; sudoeste de Karachev; y noroeste de Kirov. Mientras tanto, el Noveno Ejército mejoró su línea defensiva con toda la velocidad y minuciosidad posibles, asegurando que la distribución de fuerzas (especialmente armas antitanques) correspondía a las concentraciones del esfuerzo principal enemigo. Tropas de ingenieros y de construcción trabajaron febrilmente para comple-tar las carreteras y senderos inmediatamente detrás de la línea Hagen para permitir el movimiento lateral de las reservas; emplazamientos alternativos de artillería, posiciones alternas, y líneas rezagadas fueron diseñadas. Desafortunadamente, incluso aunque el Noveno Ejército había sido fuertemente diezmado durante la batalla por el saliente de Orel, el OKH halló necesario ordenar la inmediata transferencia de las 1, 102, 183, 258 y 293 Divisiones de Infantería; las 4, 9 y 12 Divisiones Panzer; y numerosas tropas de ejército. El hecho de que el Noveno Ejército también recibió órdenes para incorporar los sectores débilmente defendidos del LVI Cuerpo Panzer y el XII Cuerpo (ambos del Cuarto Ejército) en su propio sector constituyó una carga adicional y no menos despreciable.

El 19 de agosto, el Ejército Rojo lanzó una ofensiva contra el XXIII Cuerpo, expandiendo el ataque el 26 de agosto para incluir al XLVI Cuerpo panzer y golpeando al Gruppe Harpe el 28 de agosto. Esta lucha marcó el comienzo de una nueva fase en la historia de combate del Noveno Ejército: la batalla por la línea Hagen. Con el comienzo de esta nueva lucha, el Noveno Ejército –después de haber cerrado la batalla en el saliente de Orel- de nuevo se encontró enredado en la gran batalla defensiva que había estado desencadenándose desde el 5 de julio a lo largo de prácticamente todo el Frente del Este, desde la cabeza de puente de Kuban hasta el Lago Ladoga.

Conclusión.
La ofensiva Ciudadela del Noveno Ejército golpeó a los ejércitos rusos a punto de lanzar su propia ofensiva en el saliente de Kursk con tal impacto y los debilitó de tal grado que estos ejércitos enemigos no fueron ya lo bastante fuertes para ejecutar la misión asignada a ellos dentro del ámbito de la ofensiva concéntrica contra el saliente de Orel (la penetración hacia la línea Khotynets-Karachev desde el sur). La Operación Hagen, ejecutada casi exactamente según el plan para los dos ejércitos bajo el mando del Coronel General Model, sirvió para desgastar a una gran parte de la reserva estratégica rusa y liberar un gran número de divisiones y unidades de ejército alemanas para su empleo en otro lugar. A finales de agosto, diecinueve divisiones habían sido hechas disponibles de esta manera:

Cinco divisiones panzer
Tres divisiones de panzergranaderos
Once divisiones de infantería
Numerosas unidades de Ejército

Del diario de guerra del Noveno Ejército, aprendemos que durante casi siete semanas las divisiones alemanas estuvieron comprometidas en combates a gran escala sin descanso o alivio, manteniendo su terreno a pesar de la aplastante superioridad numérica enemiga. Identificamos a las siguientes unidades enemigas empleadas contra el Segundo Ejército Panzer y el Noveno Ejército:

Ochenta y cinco divisiones de fusileros
Tres brigadas de fusileros
Trece cuerpos de tanques (por ejemplo, treinta y nueve brigadas de tanques y trece brigadas de fusileros motorizados)
Dos cuerpos mecanizados
Treinta y trés regimientos independientes de tanques
Un cuerpo de caballería

Los éxitos tácticos de las tropas combatientes alemanas pueden ser medidos por las siguientes cifras de hombres y equipamiento capturados o destruidos:

11.722 prisioneros de guerra
2.007 desertores
203 piezas de artillería
362 cañones antitanque
32 cañones antiaéreos
206 morteros
827 ametralladoras
799 metralletas
32 lanzacohetes
34 aviones rusos derribados por grupos de tropas

La 1 División Aérea realizó 37.421 salidas, con cada avión en servicio promediando cinco o seis salidas por día. Esta división apoyó a los dos ejércitos en el saliente de Orel y a menudo provocó una decisión en el momento más crítico. Los pilotos de la Luftwaffe se apuntaron 1.733 victorias aéreas frente a 64 bajas propias. Además, la 1 División Aérea sumó numerosos tanques enemigos, piezas de artillería y vehículos puestos fuera de acción. La 12 División Antiaérea derribó un total de 383 aviones y dos globos de observación.

Esta batalla consumió aproximadamente 120.000 toneladas de municiones, incluyendo casi 2 millones de proyectiles de munición de obuses ligeros de campaña, más 40.000 metros cúbicos de combustible. Los ingenieros de combate colocaron aproximadamente 250.000 minas de todos los tipos durante la batalla. Las tropas de comunicaciones (en este caso, el 511 Regimiento de Comunicaciones del Noveno Ejército) instalaron 1.460 kilómetros de cables de cuatro espirales y 1.130 kilómetros de cable abierto. La centralita central respondió 10.500 llamadas telefónicas, mientras que la sección de teletipos entregó 20.500 mensajes. Las líneas ferroviarias despacharon 200 trenes llevando municiones y 400 trenes de tropas. Estas cifras tienen que ser consideradas además de la extremadamente gran cantidad de trenes despachados en conexión con el suministro y el tráfico de mantenimiento. (Debe recordarse que las reparaciones fueron necesarias en numerosas ocasiones donde las vías habían sido dinamitadas por los partisanos).
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Re: El saliente de Orel

Mensaje por Schwerpunkt » Mar Mar 30, 2021 11:28 am

¡ Saludos a tod@s !

Siempre me ha llamado la atención la poquísima bibliografía que existe sobre esta gigantesca operación soviética. Y a tenor de las bajas no fue cosa de poca monta... Los soviéticos perdieron la friolera de 429.890 hombres en una operación de apenas 5 semanas. Los alemanes a pesar de que tuvieron que evacuar el saliente sufrieron bastantes menos, unos 87.454.

En el terreno material el Ejército Rojo perdió la friolera de 2.586 carros de combate y unos 1.014 aviones. Sus oponentes unos 218 aviones y un número no determinado de carros de combate y cañones de asalto, aunque parece que no superaron los 230. Si que es cierto que se sufrieron un número enorme de averías y tanques que no pudieron tomar parte en el combate por falta de repuestos, logística, etc. Así y todo fue una victoria rusa comprada a un altísimo precio donde en líneas generales se sufrieron cinco bajas por cada una alemana.

El capítulo de la guerra aérea ha sido todavía menos estudiado. Fue una batalla aérea de una intensidad excepcional. Curiosamente y a pesar de encontrarse a la defensiva la Luftwaffe arrojó más bombas sobre los soviéticos que las que tuvo que soportar la Wehrmacht. La VVS realizó 60.995 salidas y arrojó 15.000 t de bombas durante la operación Kutuzov mientras que la Luftwaffe realizó 37.421 salidas y lanzó 20.000 t de bombas sobre objetivos soviéticos. De lo anterior junto a los datos que voy a aportar se desprende que una de las razones de las terribles bajas soviéticas es que los alemanes lograron contar con un dominio local en numerosas ocasiones impidiendo que la VVS se encarnizara con las tropas alemanas y castigando al mismo tiempo sin tregua a los soviéticos que intentaban avanzar.

En la tabla de abajo se pueden ver las salidas aéreas y derribos sufridos por los ejércitos aéreos soviéticos (1º , 15º y 16º Ejércitos aéreos):

Imagen
Notas:
Sorties: número de salidas
Losses: pérdidas totales o derribos
Estas cifras no casan completamente con las totales citadas arriba ya que no tienen en cuenta las salidas y operaciones realizadas por la aviación estratégica soviética que no estaba encuadrada en los ejércitos aéreos mencionados y dependía directamente del Stavka.

Llama la atención la sangría sufrida por la aviación soviética. Así el 13 de julio, segundo día de la ofensiva el 15º Ejército aéreo sufrió 94 derribos que junto a los 11 derribos sufridos por el 1º Ejército aéreo nos arroja nada menos que 105 aviones perdidos ese día. El 17 de julio fue un día sangriento también, los tres ejércitos aéreos soviéticos perdieron 80 aviones.

Fuente de la tabla: https://forum.axishistory.com/viewtopic ... 9&start=30

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Re: El saliente de Orel

Mensaje por José Luis » Mié Mar 31, 2021 9:38 am

¡Hola a todos!
Schwerpunkt escribió: Siempre me ha llamado la atención la poquísima bibliografía que existe sobre esta gigantesca operación soviética. Y a tenor de las bajas no fue cosa de poca monta... Los soviéticos perdieron la friolera de 429.890 hombres en una operación de apenas 5 semanas. Los alemanes a pesar de que tuvieron que evacuar el saliente sufrieron bastantes menos, unos 87.454.
Aquí debe matizarse el lenguaje. La cifra de 429.890 son pérdidas temporales; en otras palabras, bajas. El desglose de esa cifra es 112.529 muertos y desaparecidos, y 317.361 heridos (que son las bajas temporales, que al cabo de cierto tiempo se dan de alta en su mayoría). Estas cifras corresponden a las fuentes oficiales soviéticas (Grif sekretnosti sniat, 189), citada en Karl Heinz Frieser (Ed.), The Eastern Front 1943-1944: The War in the East and on the Neighbouring Fronts (Oxford University Press, 2017), p. 186, correspondiente al volumen VIII de la serie Germany and the Second World War del Militärgeschichtliches Forschungsamt. Frieser dice que estas cifras han de tomarse con cierto escepticismo, pues un historiador ruso (Sokolov) estima las bajas en el doble de las oficiales, esto es en unas 860.000. Yo apunto que Sokolov, en base a los libros suyos que he leído, tiende a la exageración (dentro de la postura revisionista rusa respecto al periodo soviético) y a un manejo superficial de las fuentes. En todo caso, es del todo probable que las bajas oficiales soviéticas sean muy conservadoras, pero las de los revisionistas como Sokolov son exageradas. Téngase en cuenta que la fuerza de personal para la fase inicial de la Operación Kutuzov (12 de julio de 1943) era de 561.111 tropas de combate en el Frente Briansk y el ala izquierda del Frente Occidental. En la segunda fase de Kutuzov (15 de julio), en la que se suma el Frente Central (por tanto totalizando dos frentes y medio), la disponibilidad total de fuerza de personal soviética era de 1.286.049 hombres, de los cuales 927.494 eran tropas de combate. Esto significa que de aceptar como buenas las cifras de bajas de Sokolov (860.000 bajas), estaríamos hablando de la virtual destrucción (casi el 93%) de las fuerzas de combate soviéticas empleadas en Kutuzov.

En mi opinión, a la hora de analizar las bajas enormes del Ejército Rojo en la guerra en el frente oriental en 1941-1945 es necesario comprender el contexto militar y político que las posibilitaron. Sacando dos o tres intervenciones (Khalkhin Gol, Polonia y Guerra de Invierno), donde ya se demostraron las carencias doctrinales -teóricas y prácticas-, los problemas de la rigidez de mando y control, así como la paralización de la iniciativa del mando individual del Ejército Rojo, casi todo ello consecuencia del terror de las purgas militares de 1937-1938, Stalin y su liderazgo militar comprendieron muy pronto que el Ejército Rojo estaba muy lejos de estar preparado para la guerra, y de ahí las reformas militares decretadas en el verano de 1940, concebidas para estar listas en 1942. La invasión nazi de junio de 1941 abortó el grueso de esas reformas, y el Ejército Rojo hubo de vérselas con el enemigo más experimentado, diestro y capacitado que se podía imaginar. Del desastre inicial de junio-julio de 1941, el Ejército Rojo tuvo que aprender en el sangriento campo de batalla: primero la guerra defensiva bien hasta finales de 1942, tanto en las operaciones defensivas como en los contraataques y contraofensivas dentro de ese marco de guerra defensiva. Fue un aprendizaje terrible en hombres y material. Y luego hubo de aprender en la guerra ofensiva desde la Operación Urano en adelante. La Operación Kutuzov correspondió a ese periodo de aprendizaje inicial, igualmente ante unos maestros en el terreno de la defensa elástica (pese a las restricciones hitlerianas). Y tengo para mí que, salvo muy contadas excepciones, el mando soviético fue un mal alumno frente al maestro alemán en el terreno táctico, pues se empeñó en repetir una y otra vez los mismos movimientos (ataques frontales con bajas cuantiosas) para cosechar los mismos resultados desastrosos una y otra vez. Y aunque esta sangría fue reduciéndose relativamente con el transcurso de la guerra, el Ejército Rojo la arrastró consigo hasta el final de la guerra en Europa en mayo de 1945.

Más allá de aspectos coyunturales (políticos y militares), todo el desempeño del Ejército Rojo durante 1941-45 fue una representación bastante fiel del caótico cuadro estructural que (des)gobernó la cultura militar existente en la Unión Soviética desde su fundación. Bajo un ambiente revolucionario liderado por Stalin tras la muerte de Lenin, incapaz de liberarse del yugo de la traición, la sospecha y el miedo, es muy difícil organizar y formar unas fuerzas armadas cohesionadas, armadas, entrenadas y lideradas bajo unos principios doctrinales estables, sólidos y fundados. El periodo de oro de la doctrina militar soviética (1929-1936, por acotar) se vio cortado de raíz por las purgas de Stalin, que culminaron, en este aspecto, con la abolición del PU-36, no restaurado hasta mediados de 1940. Así que no es exagerado decir que el Ejército Rojo afrontó la guerra con el Ostheer prácticamente desde cero. Y en frente tenía a un enemigo que representaba todo lo contrario. En superar estas lacras estructurales, aprender a resistir y luego a rechazar y destruir a un enemigo terrible, en todo ello residió la grandeza y la tragedia del Ejército Rojo.

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Re: El saliente de Orel

Mensaje por José Luis » Jue Abr 01, 2021 6:49 am

Schwerpunkt escribió: En el terreno material el Ejército Rojo perdió la friolera de 2.586 carros de combate y unos 1.014 aviones. Sus oponentes unos 218 aviones y un número no determinado de carros de combate y cañones de asalto, aunque parece que no superaron los 230.
Aquí debemos matizar de nuevo el lenguaje. Si en las pérdidas alemanas se matiza "un número no determinado de carros de combate y cañones de asalto", también ha de hacerse en la contraparte soviética. Así la cifra de pérdidas de 2.586 carros de combate debe definirse como de carros de combate y cañones de asalto, pues de lo contrario el lector creerá que los soviéticos perdieron 2.586 tanques, lo que es falso.

Aquí un mapa que contiene las operaciones Citadel, Kutuzov y Rumyanysev:
Imagen
Fuente: Frieser, Op. Cit., p. 183.

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