Inicio de Barbarroja y el GES

La guerra en el este de Europa

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Inicio de Barbarroja y el GES

Mensaje por José Luis » Jue Nov 15, 2007 1:36 pm

¡Hola a todos!

No recuerdo haber leído (al menos no en estos momentos) en ningún libro ni foro un debate sobre lo que voy a exponer a continuación. El tema se me ha ocurrido leyendo las circunstancias que acompañaron al Frente Meridional soviético en los primeros días de la guerra germano-soviética. Antes de tratar sobre estas circunstancias, quiero resumir la génesis del plan de operaciones del Grupo de Ejércitos Sur para Barbarroja.

El 3 de febrero de 1941 el jefe del OKH, mariscal de campo von Brauchitsch, tras conseguir la aprobación de Hitler, firmó la orden operacional del ejército que implementaba la directiva No. 21 de 18 de diciembre de 1940 para la Operación Barbarroja. La orden asignaba a cada grupo de ejércitos sus misiones específicas.

El Grupo de Ejércitos Sur (GES) del mariscal von Rundstedt tenía que lanzar dos grandes ataques, uno a lo largo del río Prut en Rumania, y el otro en el área de Lublin-Jaroslav, Polonia. Los dos grupos de ataque tenían que avanzar en dirección de Kirovograd y Kiev, respectivamente, para conseguir un doble envolvimiento de las fuerzas rusas en la Ucrania occidental.

El brazo meridional de la pinza era el Duodécimo Ejército (formaciones alemanas y rumanas que incluían una división de infantería motorizada y dos divisiones blindadas), que (arrancando desde Moldavia, Rumania) debía avanzar en dirección nordeste vía Kirovograd hacia el Dnepr.

El brazo septentrional de la pinza era el Sexto Ejército, que debía reunirse en el área de Lublin (Polonia) junto con el Panzergruppe 1. Sobre estas dos formaciones recaía el principal esfuerzo del ataque en pinza, pues además de penetrar en Kiev y participar en el cerco de las fuerzas rusas en la Ucrania occidental, el Sexto Ejército debía proteger el flanco norte del grupo de ejércitos a lo largo de la región de los Pantanos del Pripet, área que el OKH había considerado inadecuada para operaciones de envergadura por parte del enemigo y, por tanto, había dejado simplemente bajo observación.

El enlace entre los dos brazos de la pinza era el Decimoséptimo Ejército (sin unidades blindadas) que, reunido al sudeste de Lublin, debía avanzar hacia Vinnitsa y Berdichev para clavar el frente de las fuerzas rusas amenazadas por un doble envolvimiento.

Una vez que el Sexto Ejército y el Panzergruppe 1 consiguiesen penetrar el frente ruso, el Panzergruppe debía volar hacia Zhitomir, establecer cabezas de puente en la orilla este del Dnepr en Kiev y debajo, virar a dirección sudeste para golpear el flanco y retaguardia del enemigo, y conectar con el Duodécimo Ejército. Cubriendo su flanco izquierdo a lo largo del Pripet, el Sexto Ejército debía seguir de cerca los pasos del Panzergruppe 1, primero en Zhitomir y luego en Kiev. También tenía que realizar operaciones de diversión con fuerzas de consideración.

El 5 de febrero, dos días después de la emisión de la orden de operaciones del OKH, el jefe del estado mayor del GES, general Georg von Sodenstern, puso el plan de operaciones, el del GES, a prueba en un ejercicio de puesto de mando a nivel de jefes de estado mayor y oficiales de operaciones de los cuerpos y ejércitos asignados al GES. El resultado mostró la dificultad de efectuar un envolvimiento al este del Dnepr por causa de las fuerzas rusas posicionadas en el área del Pripet, que fácilmente podían afectar al avance del brazo septentrional de la pinza. Más tarde, a principios de marzo, el GES realizó un juego administrativo y logístico basado en el ejercicio previo de puesto de mando de Sodenstern.

Luego Hitler cambió los planes del GES. El 18 de marzo colocó el principal esfuerzo del GES sobre las formaciones del Sexto Ejército y se canceló la misión del Duodécimo Ejército (que debía avanzar desde Moldavia hacia el nordeste). Ahora las formaciones alemanas y rumanas reunidas a lo largo del Prut debían clavar a las fuerzas oponentes soviéticas, persiguiéndolas sólo en el caso de que éstas se retiraran. La razón del cambio, según Hitler, venía dada por su creencia de que el Dnestr era un obstáculo formidable que no podía ser superado por un ataque frontal sin considerable demora.

El nuevo plan pedía que la poderosa ala izquierda del GES se abalanzara sobre el área de Kiev, aproximándose al Dnestr desde la retaguardia. Las fuerzas reunidas en Moldavia serían suficientemente fuertes para impedir una penetración soviética en Rumania, amenaza que Hitler temía, si bien Brauchitsch le había expresado su convencimiento de que los soviéticos no atacarían Rumania siempre que ellos no fuesen atacados desde ese territorio.

Los acontecimientos políticos en Yugoslavia y el ataque subsiguiente de los alemanes en los Balcanes provocaron un cambio en el cuartel general de las formaciones de combate concentradas en Moldavia. El cuartel general del Duodécimo Ejército se hizo cargo de las operaciones contra Grecia, y su lugar fue ocupado por el cuartel general del Undécimo Ejército.

El 30 de marzo de 1941 Hitler discutió con sus comandantes la misión del Undécimo Ejército, y el Führer decidió que las fuerzas del ejército se dividieran en tres grupos separados capaces de defender a las divisiones rumanas en caso de necesidad. Al tener una misión defensiva, las formaciones motorizadas originalmente asignadas se transfirieron al Panzergruppe 1.

De esta forma, el cerco de las fuerzas rusas en la Ucrania occidental ya no se iba a conseguir mediante una pinza doble desde el sur y norte, sino mediante un único envolvimiento desde el norte. La directiva No. 21 se enmendó, en consecuencia, de la siguiente manera:

[Sección II, parágrafo 3: En conjunción con las tropas alemanas concentradas en territorio rumano, las tropas rumanas inmovilizarán a las fuerzas enemigas en frente de sus fronteras y también prestarán asistencia al mantenimiento de las líneas de comunicaciones.

Sección III, A., parágrafo 6: El grupo de ejércitos asignado al sur de los Pantanos del Pripet concentrará sus fuerzas del principal esfuerzo en y al sur del área de Lublin para un ataque en la dirección general de Kiev. Desde allí fuertes fuerzas blindadas atacarán profundamente en el territorio enemigo y envolverán a las fuerzas rusas siguiendo el curso del bajo Dnepr.

Las fuerzas mixtas germano-rumanas en el sur tendrán dos misiones:

1. Asegurar Rumania como base y garantizar de esta forma la continuidad de las operaciones en la parte meridional del teatro; y

2. Inmovilizar a las fuerzas enemigas opuestas durante el avance del ala norte del grupo de ejércitos. Según se desarrolle la situación, la fuerza mixta –apoyada por contingentes de la Fuerza Aérea- lanzará una persecución para evitar que los soviéticos lleven a cabo una retirada organizada a través del Dnepr
.] [Department of the Army Pamphlet No. 20-261a. The German Campaign in Russia. Planning and Operations (1940-1942). March 1955, pp. 34-35

Hitler, pues, fortaleció el ala izquierda (norte) del GES para confiarlo todo a un único y poderoso ataque desde el norte. Las misiones de los ejércitos individuales quedaba ahora de la siguiente forma: el Undécimo Ejército ya lo hemos visto arriba; el Decimoséptimo Ejército tenía que atacar con su ala izquierda, arrojar a los rusos hacia el sudeste y perseguirlos vía Vinnitsa y Berdichev; el Panzergruppe 1 debía atacar vía Berdichev y Zhitomir hacia el Dnepr en Kiev, para continuar inmediatamente su avance en dirección sudeste para bloquear las rutas de la retirada soviética; el Sexto Ejército debía proteger el flanco norte del GES a lo largo del Pripet y seguir de cerca al Panzergruppe 1 hasta Zhitomir; luego, tras recibir las órdenes específicas del GES, debía virar fuertes fuerzas en dirección sudeste a lo largo de la ribera oeste del Dnepr para unirse al Panzergruppe 1 en la destrucción de las fuerzas soviéticas en la Ucrania occidental.

El OKH era consciente de la dificultad de una operación que giraba sobre un único envolvimiento. El éxito iba a depender en buena parte de la reacción soviética. Si reconocían la amenaza a tiempo, probablemente los rusos se retirarían a través del Dnepr, al menos los que estaban en la frontera rumana.

Sigue el mapa del plan final para la Operación Barbarroja:
Imagen
Fuente: Department of the Army Pamphlet No. 20-261a, p. 36

Bien, si tenéis oportunidad, ampliad el mapa y fijaros en el despliegue del GES. Hay tres ejércitos (Sexto, Panzergruppe, y Decimoséptimo) concentrados en sus áreas de arrancada en territorio polaco, y a una distancia considerable, Hungría de por medio, se encuentra el Undécimo Ejército en Rumania. El ataque del GES, como se ha dicho, iba a comenzar en primer lugar con las formaciones ubicadas en Polonia, y sólo después el Undécimo Ejército empujaría hacia el Dnestr.

Se me ocurre que la idea favorita de Guderian, el Schwerpunktprinzip o principio de concentración, que tiene su expresión en su famosa frase “Klotzen, nicht kleckern!” (“¡Golpea con el puño, no toques con los dedos!”), y que Guderian aplicaba a cómo debían atacar las unidades blindadas, puede traerse aquí a un nivel estratégico de aplicación general para poner de relieve que el GES iba a atacar con los dedos en vez de golpear con el puño, ya que el ala derecha (sur) del GES quedaba inicialmente de comparsa, en una posición meramente defensiva y estática. También se me ocurre pensar en la falta de entendimiento de Hitler sobre el verdadero calado de las operaciones profundas y el factor fundamental de la velocidad. Y por supuesto, sus miedos atávicos, en este caso su pavor a sufrir un ataque soviético contra Rumania (la principal fuente petrolífera del Tercer Reich), sin caer en el detalle de que los soviéticos iban a ser agredidos y sorprendidos a escala estratégica y que su capacidad de reacción, en el alto mando, iba a estar seriamente restringida por el curso imprevisto del ataque alemán. Cuanto mayor fuera la velocidad del ataque alemán, de su penetración, y cuanto más fuerte fuese la fuerza conjunta que debía llevar a cabo ese ataque, menor sería la rapidez en la toma de decisiones de un alto mando soviético que se vería desbordado por los acontecimientos. De ahí la importancia del plan original de un ataque simultáneo desde el norte y desde el sur.

Por otra parte me permito reseñar que tanto el comandante en jefe del GES como su jefe de estado mayor, von Rundstedt y von Sodenstern, respectivamente, no eran las personas más apropiadas para comprender cabalmente las auténticas ventajas de las operaciones móviles de armas combinadas en profundidad. Ya lo habían demostrado en su dirección del Grupo de Ejércitos A en Sedán en mayo de 1940, que, de ser por ellos, el cruce del Mosa por los comandantes de Guderian, Reinhardt y Hoth, se habría demorado fatalmente en espera de que las formaciones de la infantería de a pie alcanzasen a las fuerzas motorizadas. Si la división de infantería motorizada y las dos divisiones panzer que originalmente habían sido asignadas al Duodécimo Ejército para su ataque en el sur, hubieran permanecido con el Undécimo Ejército, y éste a su vez mantuviese la misma misión que tenía su antecesor, ¿qué habría sucedido? Es lo que me propongo explicar en otro momento.

Saludos cordiales
José Luis
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Mensaje por beltzo » Jue Nov 15, 2007 3:37 pm

Hola a Todos:

Amigo José Luís permíteme hacer un inciso, si bien es cierto que von Rundstedt no era el más apropiado para comprender las ventajas de movilidad y velocidad, debo decir que no era el único, hablo de memoria pero recuerdo que Liddell Hart menciona discusiones estratégicas sobre barbarroja en las que Guderian defendía la idea de un ataque de penetraciones profundas sin fijarse en nada más que en avanzar hasta el Dnieper para conseguir un cerco gigantesco en un corto periodo de tiempo.

La idea de Guderian fue apoyada principalmente por los comandantes de blindados, como Hoth, ya que eran ellos quienes mejor entendían el auténtico alcance de las ventajas de movilidad y velocidad por encima de cualquier otro factor (el propio Guderian pero también Rommel lo habían mostrado sobradamente en Francia), en el estado mayor se entablaron discusiones pero la idea se desechó, por un lado estaba el miedo de Hitler a una maniobra tan arriesgada, por otro se argumentó que la logística sería imposible aunque este punto distaba bastante de estar claro.

En una campaña donde el factor tiempo, y por tanto la velocidad, eran con mucho los más importantes, particularmente pienso que fue un error, como tu mismo has señalado la sorpresa estratégica estaba del alemán y era crucial que los soviéticos no pudiesen reponerse, por ende, el mismo Guderian había mostrado en Francia que la audacia puede dar excelentes dividendos, y en Rusia, al menos durante un tiempo, se iban a dar las condiciones apropiadas. Quizá en intervenciones sucesivas consigas arrojar más luz al respecto.

Saludos
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Mensaje por José Luis » Jue Nov 15, 2007 5:04 pm

¡Hola, Beltzo!

Lo que comentas es cierto, pero no es de tanta aplicación a lo que yo pretendo discutir, que es la posibilidad que tenía el GES de destruir completamente el Frente Meridional soviético si Hitler hubiese respetado el ataque en pinza doble que pretendía originalmente el plan del GES para Barbarroja. En este sentido, lo veremos, no eran necesarias una penetración y una explotación tan profundas por parte de las formaciones del Undécimo Ejército como pretendía hacer el "rápido Heinz" con su Panzergruppe en el centro camino de Moscú. Lo que funcionó en Sedán, un teatro muy diferente, no era viable (en mi opinión) para Moscú, pero éste es otro debate.

Estoy recopilando unos cuantos datos y viendo mapas para continuar con el topic.

Ciao
José Luis
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Mensaje por José Luis » Jue Nov 15, 2007 7:23 pm

¡Hola a todos!

El Frente Meridional sólo existía como proyecto el día que la Wehrmacht desató la Operación Barbarroja. Vamos a explicar esta anomalía.

Según los coroneles V. N. Kisilev y N. M. Ramanichev*, en junio de 1941 la frontera entre la URRSS y Rumania estaba cubierta por formaciones del Distrito Militar de Odessa (coronel general Ya. T. Cherevichenko) y las Tropas Fronterizas del Distrito Fronterizo Moldavo (mayor general N. N. Nikolskiy). En cooperación con estas dos formaciones estaba la Flotilla Naval del Danubio bajo el mando del contralmirante N. O. Abramov.

El distrito incluía el IX Cuerpo Especial, los cuerpos de fusiles XXXV, XIV, XLVIII y VII, el II Cuerpo de Caballería, los cuerpos mecanizados II y XVIII, las divisiones de fusiles 150ª y 116ª, las áreas fortificadas 80ª y 82ª, y tres divisiones aéreas. De acuerdo con los planes de movilización en caso de guerra, una parte de las fuerzas del distrito tenían que ser asignadas para constituir el Cuartel General de Campaña del 9º Ejército, al cual quedarían subordinadas todas las formaciones de combate del distrito a excepción del IX Cuerpo Especial (estacionado en Crimea) y el VII Cuerpo de Fusiles (reserva del Stavka). El 9º Ejército soviético debía ser desplegado a lo largo de los ríos Prut y Danubio en una zona de 480 kilómetros desde Lipkany al Mar Negro.

A las 04:00 horas del 22 de junio de 1941, la mayoría de elementos de las divisiones de fusiles 176ª, 95ª, 25ª y 51ª, y de la 9ª División de Caballería que formaban el primer escalón defensivo de los cuerpos de fusiles XXXV y XIV y del II Cuerpo de Caballería, ocupaban posiciones defensivas preparadas en términos de ingeniería a lo largo del Prut.

A lo largo del Dnestr sobre la antigua frontera estatal de 1940 estaban las dos aéreas fortificadas (80ª y 82ª).

Bien, el problema del mando soviético en esa área del frente radicaba en que no existía un mando unificado para controlar de forma cohesionada las formaciones de combate de los ejércitos 9º y 18º que defendían toda el área fronteriza con Rumania. El 21 de junio de 1941 el Politburó decidió crear el Frente Meridional. El general de Ejército I. V. Tyulenev fue notificado en la mañana del 22 de junio que tendría que asumir el mando de este nuevo frente. El 24 de junio llegó a Vinnitsa el cuartel general del frente, donde estableció su puesto de mando, a pesar de que esta zona estaba dentro del área del Frente Suroccidental (cuyas formaciones se enfrentaban al ala norte del GES), circunstancia que no favorecía las comunicaciones entre el cuartel general del Frente Meridional y sus tropas.

El 25 de junio de 1941 el Frente Meridional incluía los ejércitos 9º y 18º, el IX Cuerpo Especial, los cuerpos de fusiles LV y VII, y otras unidades subordinadas al frente. Las cinco divisiones aéreas del frente fueron incorporadas a los ejércitos, quedando sólo tres regimientos aéreos (dos de caza y uno de reconocimiento) a disposición del frente.

El cuartel general del 18º Ejército (teniente general A. K. Smirnov) se formó con el cuadro del estado mayor del Distrito Militar de Kharkov, con la incorporación en este ejército de dos formaciones del Frente Suroccidental: el XVII Cuerpo de Fusiles (mayor general I. V. Galanin) y el XVI Cuerpo Mecanizado (A. D. Sokolov). El estado mayor del 18º Ejército llegó a su destino el 26 de junio, ocupando los días siguientes en levantar su puesto de mando y hacer efectivo el mando y control de sus formaciones.

De acuerdo con la directiva de 25 de junio de 1941 “la misión de los ejércitos del Frente Meridional es defender la frontera estatal con Rumania. En el caso de que el enemigo cruce o sobrevuele nuestro territorio, debe ser destruido por operaciones activas de nuestras tropas de tierra y aviación, y deben estar preparadas para acciones ofensivas decisivas”**.

El frente contaba con 15 divisiones de fusiles, 3 de caballería, 6 de tanques, y 3 motorizadas defendiendo una zona de unos 700 kilómetros de ancho desde los Cárpatos hasta la desembocadura del Danubio y la costa del Mar Negro. Subordinadas al frente en términos operacionales, estaban la Flotilla Naval del Danubio, la Base Naval de Odessa, y los destacamentos fronterizos del NKVD.

Opuesto al Frente Meridional soviético estaba el Undécimo Ejército de von Schobert, que tenía bajo control operacional de su cuartel general a los ejércitos rumanos 3º y 4º. En total, 21 divisiones de infantería (7 alemanas y 14 rumanas).

En el siguiente mapa vemos un diagrama con las acciones de combate del Frente Meridional entre el 1 y 10 de julio de 1941:

Imagen
***
Bien, en el próximo mensaje veremos qué sucedió en la realidad y qué pudo haber sucedido en el supuesto que he explicado al final de mi primer mensaje.

*N. V. Kisilev & N. M. Ramanichev, “The consequences of estimates (The Actions of the Southern Front in the Initial Period of the Great Patriotic War)”, en Voyenno-Istoricheskiy Zhurnal, No. 7, July 89, pp. 14-21, traducido y publicado como “Consequences of Estimates” en JPRS-UMJ-89-013 de 29 de noviembre de 1989, pp. 8-14
** Ibid., p. 11
*** Ibid., p. 9

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Mensaje por José Luis » Jue Nov 15, 2007 8:55 pm

¡Hola a todos!

Recordemos la misión principal asignada al Undécimo Ejército. Schobert debía intentar clavar a las fuerzas soviéticas fronterizas con Rumania en la línea del Prut, y sólo atacarlas (Operación Munchen) si el desarrollo de la situación general así lo requiriese. Pero si las formaciones soviéticas comenzaban a retirarse tras el ataque general del GES el 22 de junio de 1944, entonces von Schobert debía lanzar a sus formaciones de combate en persecución de las fuerzas rusas para impedirles una retirada organizada detrás del Dnestr (Operación Nachstoss).

El 24 de junio de 1941 von Rundstedt ordenó a von Schobert prepararse para ejecutar la Operación Munchen. El 2 de julio, tras concentrarse en sus posiciones de arrancada, las formaciones de Schobert debían atacar buscando la ruptura del Frente Meridional. Que Rundstedt no tenía mucha confianza en esa operación viene demostrado por la orden escrita que recibió el Undécimo Ejército el 25 de junio, y que explicaba que las formaciones asignadas para la ofensiva del 1 de julio deberían arrancar desde áreas en donde pudieran “permanecer durante muchos días”.

El grupo atacante de Schobert se componía del Undécimo Ejército alemán y un cuerpo de caballería rumano que debían penetrar la zona del área comprendida entre Tsutsor y Badrazh, rompiendo las defensas de esos dos sectores. El principal ataque corrió a cargo de los cuerpos de ejército LIV y XXX sobre el eje de Iasi-Beltsy, mientras que un cuerpo de ejército alemán y un cuerpo de caballería rumano debía ejecutar un segundo ataque desde Stefanesti hacia Mogilev-Podolskiy. Después, ambos grupos debían operar sobre el eje general de Vinnitsa para conectar con el Decimoséptimo Ejército alemán avanzando desde el área de Lvov. El 3º Ejército rumano debía apoyar el despliegue y los flancos de los dos grupos atacantes, mientras que el 4º Ejército rumano debía clavar a las fuerzas soviéticas al sur de la zona del ataque alemán.

Bueno, no es necesario examinar los ataques alemanes y los contraataques soviéticos que tuvieron lugar entre el 2 y 10 de julio de 1941 (momento en el que la Operación Munchen quedó estancada), para plantear el tema de fondo del topic.

Los alemanes concedieron a los soviéticos diez días de respiro (desde el 22 de junio al 2 de julio) para que pudiesen hacer efectiva la creación del Frente Meridional. Durante este tiempo no sólo pudo este frente soviético tomar el mando y control efectivos de sus formaciones, sino que pudo re-desplegarlas y, ya en plena ofensiva alemana, transferir formaciones al Frente Suroccidental y coordinar con este último la retirada conjunta de sus dos ejércitos, el 18º a la línea de Mogilev-Yampolskiy, donde organizó una férrea defensa, y el 9º atrincherándose al oeste del Dnestr con su segundo escalón en el área fortificada de Rybnitsa. El Frente Meridional se retiró, ante la embestida alemana, unos 60-80 kilómetros, mientras que las formaciones de Schobert pidieron, y consiguieron, una pausa de seis días en su avance (hasta el 16 de julio).

La pregunta es, ¿qué habría sucedido en las siguientes dos variantes?:

a) Si el Undécimo Ejército conservase la misión de atacar desde el sur ya el 22 de junio manteniendo las tres formaciones motorizadas (que tenía el Duodécimo Ejército).

b) Si von Rundstedt no hubiese esperado tanto tiempo para ordenar a Schobert el comienzo efectivo de la Operación Munchen ya el 23 ó 24 de junio, en vez de esperar tanto tiempo (hasta el 2 de julio).

En mi opinión, en cualquiera de las dos variantes, teniendo en cuenta lo que sucedió en las batallas fronterizas tanto del ala norte del GES como del GEC y GEN, esto es, el caos virtual en la cadena de mando soviética en todos sus escalones de mando y comunicaciones, el resultado final a nivel operacional contra un todavía inexistente Frente Meridional efectivo para controlar a sus formaciones vería el cerco y destrucción de sus dos ejércitos (18º y 9º) por las formaciones del Undécimo Ejército. A nivel estratégico, una inmediata penetración hacia el nordeste (tal como preveía el plan original del Duodécimo Ejército) podía acortar asimismo la profunda penetración que debía realizar el Panzergruppe 1 (un increíble semicírculo) y enlazar con él para cercar y destruir, con la plena cooperación del Decimoséptimo y Sexto ejércitos, a buena parte de los dos frentes soviéticos (Suroccidental y Meridional).

Hitler, con toda su intuición y atrevimiento táctico propios del diletante, no fue capaz de superar su exagerado temor de un ataque soviético contra Rumania (¡si los rusos en esos momentos tenían más que suficiente con intentar evitar la destrucción de sus ejércitos en plena frontera!), sin considerar que la Luftwaffe, ya desde el primer día de acción, se hizo dueña de los cielos. Rundstedt, a mi juicio, mostró nuevamente que no estaba capacitado para dirigir una guerra moderna. Su excesiva preocupación en ver cómo discurría el ataque de su ala izquierda lo privó de percatarse de la gran oportunidad que se le ofrecía en el ala derecha. Y también debió jugar un papel importante el prejuicio militar que tenía el mariscal sobre la efectividad de combate de las tropas rumanas. Pero eso no le impedía ordenar un ataque de prueba (aunque fuese una operación de reconocimiento en fuerza) para comprobar la capacidad de respuesta de las formaciones de Tyulenev.

Los historiadores rusos que he citado más arriba, coroneles Kisilev y Ramanichev, han escrito una sola frase en su análisis de las operaciones del Frente Meridional al respecto que menciono, pero que resulta muy esclarecedora: “Se debe declarar que su creación (la del frente) fue una decisión esencial aunque demorada del Stavka. Solamente las pasivas acciones del enemigo sobre la frontera rumano-soviética hicieron posible llevar a cabo esta tarea, en su conjunto, de forma exitosa” (p. 12 del artículo citado anteriormente).

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