Las purgas militares de Stalin

El impacto de la Gran Guerra en el pensamiento militar. Cambios y evolución en las doctrinas militares. Regulaciones de campaña.

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Mijail Mijailovich
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Mensaje por Mijail Mijailovich » Vie Jul 07, 2006 9:13 pm

Gracias, José Luis, por tus siempre coherentes razonamientos.

En todo caso, y por enlazar un poco el asunto de este subforo con el del tema en cuestión, por que es cierto que nos hemos perdido por las barbas de Barbarroja, ¿había razones militares para las reordenaciones llevadas a cabo por el régimen soviético poco antes de la 2GM entre destacados cuadros del ejército? o, por preguntarlo de otra manera, ¿cambió la doctrina soviética en el arte de la guerra como consecuencia de ellas, al margen de que estuviera fulato, o mengano, al mando?

Y no me refiero a la potencialidad o capacidad de combate del ejército, no.

Mi ignorancia en el asunto me invita a decir con atrevimiento: NO.

Un cordial saludo.
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beltzo
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Mensaje por beltzo » Vie Jul 07, 2006 10:05 pm

Hola:

Las purgas de Stalin afectaron de manera muy grave a la capacidad combativa de su ejército y actuaron directamente contra la doctrina militar soviética, su capacidad táctica, operacional y estratégica, esto quedó meridianamente claro en la guerra con Finlandia de 1939 donde el ejército rojo tuvo una actuación desastrosa bordeando el ridículo.

Pero como en todo las cosas aún podían ser peores y lo serían; en 1939 Stalin y sus asesores guiados por las experiencias de la guerra civil española y desechando la experiencia en sentido contrario de Zhukov en Khalkhin Gol, decidieron la disolución de sus formaciones blindadas y no hay que olvidar que los soviéticos habían creado su primer cuerpo mecanizado en 1932, unos años antes de que los germanos crearan su primera división blindada.

Se dieron todavía otros muchos dislates pero en resumidas cuentas, para cuando los alemanes atacaron la URSS el ejército soviético tenía su capacidad combativa gravemente mermada; para 1941 la mayoría de su oficialidad era novata y sin experiencia cuyas mayores virtudes eran seguir ciegamente los dictados de Stalin con un miedo tremendo de asumir cualquier tipo de responsabilidad.

Para equilibrar un poco las cosas hay que decir que en aspecto económico Stalin había preparado a Rusia para una guerra con los planes quinquenales y el traslado de parte de la producción detrás de los Urales.

Saludos
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Mensaje por José Luis » Vie Jul 07, 2006 11:31 pm

Mijail Mijailovich escribió:
En todo caso, y por enlazar un poco el asunto de este subforo con el del tema en cuestión, por que es cierto que nos hemos perdido por las barbas de Barbarroja, ¿había razones militares para las reordenaciones llevadas a cabo por el régimen soviético poco antes de la 2GM entre destacados cuadros del ejército? o, por preguntarlo de otra manera, ¿cambió la doctrina soviética en el arte de la guerra como consecuencia de ellas, al margen de que estuviera fulato, o mengano, al mando?

Y no me refiero a la potencialidad o capacidad de combate del ejército, no.

Mi ignorancia en el asunto me invita a decir con atrevimiento: NO.

Un cordial saludo.
Estimado Mijailovich,

Beltzo te ha respondido genéricamente, pero déjame que profundice un poquitín nada más.

En primer lugar, has de tener en cuenta que Stalin no sólo purgó a la cúpula del ER (y cuando digo cúpula quiero significar desde el mando de directorio hasta el mando de regimiento), sino también gran parte de la doctrina militar soviética recopilada en el PU-36. Las razones de esta criba criminal (con todos mis respetos, el término "reordenación" me parece un eufemismo improcedente) no tenían ninguna base militar, sino política. Tanto las purgas militares como antes las políticas buscaban eliminar cualquier amenaza potencial (incluso remotísima, y ciertamente llegando al terreno de la paranoia) al liderazgo de Stalin.

El PU-36 recogía y desarrollaba los principios fundamentales de la batalla en profundidad, que era el concepto fundamental de la doctrina militar soviética. Las operaciones ofensivas en profundidad sólo eran posibles, entre otros requisitos, si se contaba con grandes formaciones mecanizadas y aerotransportadas. Luego, esas formaciones mecanizadas debían ser utilizadas en masse. Por algún lado en el subforo del Frente Oriental dediqué un topic a examinar superficialmente varios de los principios que al respecto desarrollaba el PU-36.

Bien, Stalin no sólo persiguió y eliminó (física y nominalmente) a la gran mayoría de los defensores de la guerra en profundidad, sino que su empeño fue tal que hablar y/o defender la conveniencia de la guerra blindada a partir de 1937 era pasaporte seguro hacia la marginación, en el mejor de los casos, y hacia la muerte en el peor. A finales de 1939 se abolieron los cuerpos de tanques (antes cuerpos mecanizados), con lo que se echaba por tierra la posibilidad de desplegar en masse a las formaciones blindadas, tal como recomendaba el PU-36. Esto por señalar solamente la consecuencia más notoria de la purga de la doctrina militar.

Cuando Stalin se percató de su error viendo la contrapartida alemana de 1939-1940, intentó enmendar el entuerto doctrinario, pero era tarde, demasiado tarde. No tenía mandos suficientes para enseñar y entrenar (los había eliminado en las purgas), no tenía tiempo suficiente para equipar a los nuevos cuerpos mecanizados que comenzó a crear nuevamente a finales de 1940, pues la industria de armamento (aunque poderosa) no tenía capacidad productiva para equipar a los 29 cuerpos mecanizados establecidos hasta, se preveía, 1942. Y no era sólo cuestión de tanques, con ser el obstáculo más importante, sino de medios motorizados y equipos de comunicaciones. El servicio logístico del ER estaba en enaguas, y sobraba caos y confusión. Tal reorganización y equipamiento era una labor que requería mucho tiempo, y Stalin no era dueño del tiempo.

Cuando comenzó la embestida alemana, la deficiencia general en la dirección de formaciones mecanizadas fue la tónica en el desarrollo de las operaciones. Independientemente de su mal uso estratégico, operacional y táctico, e independientemente de la cortedad de la producción de tanques (como consecuencia del curso de las operaciones militares y el desmantelamiento de fábricas), el Stavka se vio en la obligación de abolir nuevamente los cuerpos mecanizados, pues sus comandantes, como reconoció el propio Rokossovskiy, no estaban cualificados para dirigir formaciones tan grandes. Así que se cambió hacia la división de tanques, que en la mayoría de los casos tuvo que verse reducida a brigada de tanques por la escasez de estos últimos. Y aún así, tuvieron que ponerse el mono de trabajo y examinar muy mucho (y aprender las lecciones) las operaciones iniciales en las batallas de junio-julio. Cuando Katukov (a mi gusto, siempre entre los tres comandantes de blindados soviéticos más capacitados de toda la guerra) fue reclamado para hacerse cargo de una brigada de tanques (la 4ª), se pasó más de un mes cerca de Stalingrado (de donde salían los nuevos T-34) diciendo a sus soldados que estaban en la infancia de las tácticas de la guerra blindada en comparación con los alemanes, teniendo que esforzarse al máximo para entrenar a conciencia en base a la experiencia ganada en el verano. Cuando esa formación entró finalmente en combate contra la 4ª División Panzer en octubre en los combates al este de Mzensk, bien, fue la primera vez que los panzers alemanes tuvieron un digno rival en sus homólogos soviéticos.

Con todo y eso, los soviéticos no fueron capaces de formar auténticos ejércitos blindados capaces de realizar operaciones autónomas en profundidad hasta la primavera de 1943, y aun así todavía teneían que aprender.

Por ello puede decirse perfectamente que las tropas de combate soviéticas entrenaron en el más amargo de los escenarios posibles: la guerra misma. Y pagaron un terrorífico tributo de sangre, en buena medida innecesario si Stalin no hubiese purgado y dejara hacer a los profesionales que eliminó. Las purgas militares y las transformaciones militares doctrinarias acaecidas entre 1936 y 1939 constituyeron la causa fundamental (no única) de ese doloroso y largo camino de aprendizaje.

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Mensaje por Mijail Mijailovich » Vie Jul 07, 2006 11:36 pm

La aparición de la Doctrina soviética se inscribe en la corriente intelectual que intentó sistematizar la experiencia de la Gran Guerra con objeto de identificar unos criterios básicos (la doctrina) que hicieran posible alcanzar la victoria en cualquier circunstancia.

A lo largo de los años veinte y treinta se desarrolló en toda Europa un intenso debate sobre la necesidad o no de disponer de un instrumento de esas características. Frente a los doctrinarios entusiastas, otros teóricos militares abogaban por la permanente adaptación a las circunstancias (terreno, enemigo, medios) y aventuraban que la imposición de criterios rígidos derivaría en que los mandos militares aplicaran mecánicamente unos procedimientos preestablecidos que, quizá, no fueran los más adecuados a las condiciones reales del momento y lugar.

En la URSS se enfrentaron también dos escuelas de pensamiento basadas en principios similares a los expuestos, y el debate entre ellas alcanzó su punto culminante durante la conferencia de delegados militares en el XI Congreso del Partido Comunista Ruso (bolchevique), en abril de 1922, poco después de terminar la guerra civil rusa.

El entonces Comisario del Pueblo para Asuntos Militares y Navales, Lev Trotski, se opuso a la elaboración de una Doctrina y se mostró partidario de que los militares se concentraran en la resolución de problemas prácticos.

El que más tarde sería su sucesor, Mijaíl Frunze, encabezó las filas de los doctrinarios. La victoria final de Frunze sobre Trotski fue producto, en gran medida, de la lucha dentro del liderazgo por el poder supremo tras la muerte de Lenin, pero también se debió al hecho de que el enfoque doctrinario se adaptaba mejor a la naturaleza del sistema soviético, caracterizado por la pretensión de justificar científicamente todas y cada una de las decisiones que se adoptaban, así como por la particular situación que en él ocupaba el mando militar como parte integrante de la elite política.

La definición de Doctrina propuesta por Frunze, que se convertiría en la base de todas las posteriores, constataba que "La doctrina militar única consiste en las enseñanzas adoptadas en un Estado concreto que establecen el tipo de organización de las fuerzas armadas del país, los métodos de instrucción de las tropas y su mando, sobre la base de la visión dominante en el Estado acerca del carácter de los problemas militares que debe afrontar y de las formas de resolverlos, las cuales se derivan de la esencia clasista del Estado y están condicionadas por el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas del país".

La doctrina militar soviética postulaba la probabilidad de una nueva guerra mundial, larga y dura, en la que seguramente la Unión Soviética tendría que vérselas contra una coalición de países imperialistas. Se suponía, además, que los combates se desarrollarían en territorio enemigo.

Con la llegada de Hitler al poder, pensó el Kremlin que la guerra con Alemania sería inevitable, de ahí la política de apaciguamiento y pactos de amistad con el dictador nazi, a fin de ganar tiempo y desarrollar la industria militar, algo que en 1941 ya estaba, en buena parte, encaminado.

Lo que nunca consideró Stalin es que Hitler atacaría por sorpresa en junio de 1941.

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Mensaje por Grossman » Mié May 28, 2008 10:10 pm

Hola a todos:

El asunto de las purgas de Stalin al Ejército Rojo me parece uno de los aspectos mas significativo del período entreguerras. Por eso me ha llamado la atención la opinión del autor de “Operación Barbarroja” para el coleccionable RBA-Osprey, Robert Kirchubel tachando de exageradas las cifras manejadas sobre el número de purgados:

  • “Hoy en día se sabe que la Ezhovshchine tuvo menos impacto de lo que se creyó. Poco más del 8 % de los oficiales del Ejército Rojo fueron depurados en 1938, muchísimo menos del 30 al 50 % que se llegó a decir”

La pega es que, por desafiar la creencia preestablecida, no apoya esta frase con ninguna cita. De la bibliografía que aporta no hay ninguna obra que coincida con la que se ha citado en este hilo. Para este autor, la debilidad del Ejército Rojo se debió mas a las consecuencias psicológicas de las purgas, por cortar la iniciativa de sus comandantes, a una doctrina inadecuada, y, en general, al perjuicio que el masivo y rápido reclutamiento tuvo sobre la ratio tropa/oficialidad.

Dejando aparte las “aportaciones” propagandísticas ¿hay polémica entre los estudiosos serios sobre estas cifras o es un asunto en el que en general hay acuerdo? Lo planteo porque, sin ser aficionado a la historia-ficción y a los “what if”, creo que nadie hemos podido evitar el planteamiento de qué hubiera ocurrido (o si es que hubiera ocurrido algo) en un enfrentamiento de la Wehrmacht con un Ejército Rojo no purgado, y cuánto sacrificio hubiera ahorrado eso a la URSS.

Un saludo cordial

Referencia:
Kirchubel R (2007) "Operación Barbarroja III: el invierno ruso. Unión Soviética, junio de 1941". RBA-Osprey (p 25-6)
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Mensaje por José Luis » Jue May 29, 2008 10:29 am

¡Hola, Grossman!

Las consecuencias de las purgas militares de Stalin en el Ejército Rojo fueron devastadoras. No es difícil comprender esta verdad.

El Reichswehr de la República de Weimar era el ejército profesional mejor entrenado del mundo. Limitado por Versalles a unos efectivos de 100.000 hombres, se incluía en esa cifra algo más de 4.000 oficiales, lo que viene a representar poco más del 4%. El rearme y la expansión acelerada ordenados por Hitler repercutieron negativamente en la calidad del cuerpo de oficiales que debía acompañar dicha expansión. En 1939, cuando Alemania invadió Polonia, la Wehrmacht contaba con algo más de 3.700.000 efectivos, y su cuerpo de oficiales no llegaba al 3%, es decir, no llegaba a 110.000 oficiales. Tenía graves problemas, ya no sólo por la escasa cantidad de oficiales sino por su calidad. Y todo eso había sucedido en un periodo relativamente tranquilo (en cuanto a purgas) de cinco años.

Ahora bien, el Ejército Rojo de la época de las purgas militares de Stalin contaba con un cuadro de entre 75.000/80.000 oficiales. Si consideramos que Stalin purgó a más de 40.000 oficiales, según las fuentes oficiales que he citado al principio del topic, resulta evidente el daño tremendo ocasionado en el ER.

Si además consideramos que el ER, que en 1935 contaba con unos efectivos de 940.000 hombres, llegó a levantar más de cuatro millones de hombres en junio de 1941 -con las reformas de 1939-40 de por medio, además de las purgas militares y de la abolición (no oficial) de la excelente doctrina militar soviética regulada en 1936-, entonces no es difícil imaginar el cuadro caótico que presentaba el ER a nivel de oficiales (mandos) cuando la Wehrmacht invadió la Unión Soviética.

El efecto que tuvieron las purgas militares de Stalin en el desenvolvimiento del ER en Finlandia y "Barbarroja" es incalculable.

[Para este autor, la debilidad del Ejército Rojo se debió mas a las consecuencias psicológicas de las purgas, por cortar la iniciativa de sus comandantes, a una doctrina inadecuada, y, en general, al perjuicio que el masivo y rápido reclutamiento tuvo sobre la ratio tropa/oficialidad]

Grossman, esa frase de Kirchubel no hace más que confirmar el efecto de las purgas. ¿De dónde crees que nació el miedo? ¿La rigidez del mando? ¿La doctrina inadecuada? ¿La desorganización en el desarrollo y expansión del ER? De la falta de un mando competente, precisamente el que eliminó Stalin en sus purgas.

Saludos cordiales
José Luis
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Mensaje por Grossman » Jue May 29, 2008 12:14 pm

Hola José Luis y compañía:

Yo lo tenía bastante claro -por eso me sorprendió tanto lo que leí- pero con toda la información aportada en este hilo: “la rrefinitiva”. Así como hay muchos temas de la 2GM susceptibles de controversia, de este precisamente no me lo esperaba y puse el post también por la poca gracia que me hace que el equívoco se halle en una obra de cierta difusión.

En cuanto al servicio de inteligencia nazi, si es cierto que provocaron o fomentaron las purgas, es que consiguieron un “golpe” sin parangón –por lo que conozco- en cuanto a audacia y eficacia :twisted: Ni un ejército de ninjas o secta asesina podría haber alcanzado semejantes resultados. Un contrapunto a la pobre actuación de la inteligencia alemana durante el conflicto :sgm72:

Un saludo cordial
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Mensaje por José Luis » Jue May 29, 2008 1:21 pm

Lo que sucede, Grossman, es que las estimaciones más asentadas del alcance de las purgas militares (John Erickson puso entre el 20-25% del cuerpo de oficiales, y Robert Conquest entre el 50-55%) han sido revisadas y se han demostrado exageradas. Precisamente la fuente que se utilizó tras la Glasnost es la que he citado al principio del topic, la de Shchadenko. Siguiendo esta fuente, algunos autores como Roger Reese bajan el porcentaje al 7.7%, que es donde se debió apoyar el autor que citas, Kirchubel.

El problema es que no sé qué parámetros han usado para cuantificar la oficialidad total, y sobre qué base (año) lo han hecho. Hay que tener presente que hasta 1937, que yo recuerde, y luego nuevamente en 1941 la oficialidad del ER incluía a los oficiales políticos. Para que te hagas un ejemplo, fíjate en la siguiente TO&E:

División de Fusiles TO&E 04-400-417 de abril de 1941

 Cuartel General de la División con 130 hombres (27 oficiales, 45 oficiales políticos, 14 suboficiales, y 44 soldados)

 1 Batallón de Señales con 278 hombres (17 oficiales, 15 oficiales políticos, 53 suboficiales, y 193 soldados), 18 camiones y 29 caballos

 1 Batallón de Reconocimiento (CG de Batallón, una compañía de fusiles motorizada, una compañía de coches blindados, y una compañía de tanques ligeros), levantando 246 hombres (28 oficiales, 6 oficiales políticos, 49 suboficiales, y 163 soldados).

 3 Regimientos de Infantería, cada uno con 3.182 hombres (131 oficiales, 56 oficiales políticos, 435 suboficiales, y 2.560 soldados)

 1 CG de Artillería con 69 hombres (3 oficiales, 1 oficial político, 16 suboficiales, y 49 soldados)

 1 Regimiento de Artillería de Campaña (Batería y CG Regimentales, dos batallones de artillería de campaña cada uno con CG de batallón y elementos de trenes, dos baterías de cañones cada una con batería de obuses, y elementos de trenes regimental) con 521 hombres (53 oficiales, 6 oficiales políticos, 85 suboficiales, y 377 soldados)

 1 Regimiento de Obuses con 701 hombres (58 oficiales, 6 oficiales políticos, 128 suboficiales, y 518 soldados)

 1 Batallón Antiaéreo con 227 hombres (18 oficiales, 5 oficiales políticos, 44 suboficiales, y 160 soldados)

 1 Batallón Antitanque con 109 hombres (10 oficiales, 4 oficiales políticos, 26 suboficiales, y 69 soldados)

 1 Batallón de Ingenieros con 521 hombres (32 oficiales, 4 oficiales políticos, 87 suboficiales, y 398 soldados)

 1 Compañía Química con 58 hombres (3 oficiales, 1 oficial político, 11 suboficiales, y 43 soldados)

 1 Batallón de Transporte a Motor con 259 hombres (28 oficiales, 4 oficiales políticos, 37 suboficiales, y 190 hombres)

 1 Taller de Artillería con 39 hombres (21 suboficiales y 18 soldados)

 1 Panadería con 129 hombres (8 oficiales, 12 suboficiales y 109 soldados)
 1 Batallón Médico con 253 hombres (49 oficiales, 2 oficiales políticos, 46 suboficiales, y 156 soldados)

 1 Sección de Control de Tráfico con 33 hombres (1 oficial, 3 suboficiales y 29 soldados)

 Otros Servicios con 29 hombres (12 oficiales, 4 suboficiales y 13 soldados)

Zaloga, Red Army Handbook 1939-1945 (Sutton, 2003)

Haz tus cuentas y considera qué porcentaje de oficiales políticos había en el ER en 1941 y, considerando su incapacidad como oficiales militares propiamente dichos, cuál sería el verdadero número y preparación de los oficiales que tenían que conducir las operaciones militares y mandar a las tropas.

También ha influido en la reevaluación a la baja de las purgas militares, el hecho de que muchos oficiales fueron expulsados del Partido Comunista, no del ejército.

Pero recapitulando, incluso los revisionistas como Reese aceptan que el efecto de las purgas militares es completamente incalculable (en la conducta posterior de las formaciones de combate del ER).

Saludos cordiales
José Luis
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Mensaje por Akeno » Jue May 29, 2008 3:44 pm

El Ejército soviético antes de la purga (después de la purga)

Mariscales: 5 ( 2 )
Comandantes de Ejército: 15 ( 2 )
Comandantes de Cuerpo de Ejército: 85 ( 28 )
Comandantes de División: 195 ( 85 )
Comandantes de Brigada: 406 ( 186 )

Fuente: LAS FUERZAS SOVIÉTICAS ANTES DE LA OPERACIÓN BARBARROJA. Malcolm Mackintosh(*). Así fue la SGM. Noguer-Rizzoli-Purnell 1972.

(*) Escritor y periodista escocés. Durante la SGM fue oficial de enlace entre el Ejército británico y el Alto Mando soviético.

Desconozco la validez que tendrán estos datos pero ahí quedan.

Saludos!

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Mensaje por José Luis » Jue May 29, 2008 7:04 pm

¡Hola a todos!

Estimado Grossman,

He estado leyendo el artículo de Roger Reese*, intrigado por las frases que has citado de Kirchubel (cuyo libro por ti citado no he leído). Y puedo comprender ya la base de sus opiniones.

En primer lugar, Reese sólo se centra en las purgas militares de la Ezhovshchina, periodo que se conoce así por ser Nikolai Ezhov el jefe de la policía secreta del Comisariado Popular de Asuntos Internos (NKVD), quien llevó a cabo el arresto y ejecución de los oficiales del Ejército Rojo (ER) entre 1937-1939. Como he dicho anteriormente, su fuente es la misma que yo he indicado al principio del topic, Shchadenko, sólo que ignora los años anteriores (1934-1936, en los que se purgaron 6.596, 8.560 y 4.918 oficiales respectivamente).

Escribe Reese (traduzco):

[Varios artículos y documentos sobre la purga del Ejército Rojo publicados en Voenno-istoricheskii zhurnal e Izvestiia TsK KPSS en 1989 y 1990 han revelado que el terror fue solamente uno de los dos extraordinarios procesos que eliminó oficiales del ejército en aquellos años. El otro, hasta hora no identificado, fue expulsar oficiales del ejército y despedirlos del partido comunista por asociaciones con enemigos del pueblo y, en 1938, por asociaciones con extranjeros, que no resultaron necesariamente en muerte o prisión. Miles de oficiales fueron expulsados del partido como resultado de acciones independientes de organizaciones principales del partido, y posteriormente despedidos del ejército en una orgía de denuncias a nivel local fuera del control de Moscú. Como esos dos procesos se volvieron interrelacionados, la confusión se añadió al miedo y magnificó el efecto del terror. Simultáneamente, miles de oficiales fueron restaurados y decenas de miles de nuevos oficiales comisionados, compensando de sobra numéricamente los oficiales purgados, aunque no en experiencia, y haciendo extremadamente difícil valorar el impacto de la Ezhovshchina en los cuadros militares] (p. 198)

Reese cuenta que, a la vista de esa nueva información, es necesario realizar un nuevo examen para poder comprender la purga del ER, pues antes de la publicación de la información arriba mencionada se había asumido que todos los oficiales removidos de las fuerzas armadas habían sido arrestados y bien ejecutados, bien encarcelados por el NKVD. Y presenta una tabla (Table 9.1) sacada del informe que en su día realizó la oficina de E. A. Shchadenko, jefe de la sección de personal de mando del Comisario de Defensa del Pueblo. Es decir, el informe que presenté al principio del topic, pero en Reese sólo con los años 1937-39. Luego pondré esa tabla, que es igual a los datos ya presentados por mí.

Comenta Reese:

[La Tabla 9.1 muestra, por encima de todo, cómo el proceso de limpiar el ejército de “enemigos del pueblo” realmente fue parte de una purga informal de la militancia del partido o chistka. Algunos oficiales fueron arrestados y algunos expulsados del partido y despedidos del ejército. La NKVD, que arrestaba oficiales por ser enemigos del pueblo, estaba indirectamente involucrada en la purga de la militancia del partido, pero jugó un papel más amplio en aterrorizar a la sociedad soviética y la purga del partido era un componente de eso, pero no uno que la NKVD controlase u orquestase.

Sin embargo, lo que no dice la tabla, es el destino posterior de esos hombres expulsados del partido y despedidos del ejército y no muy tarde restaurados. En el sector civil la expulsión del partido era a menudo el preludio del arresto, y podemos asumir lo mismo para las fuerzas armadas. La Tabla 9.1 solamente muestra por qué un individuo era removido del ejército. Una vez fuera del ejército, a menos que fuese rehabilitado, sus destinos son desconocidos. Por tanto, la tabla nos permite valorar el número de líderes eliminados del ejército entre 1937 y mayo de 1940 por razones políticas, pero no determinar simplemente cuántos hombres fueron arrestados en la Ezhovshchina. Dicho todo, 34.301 líderes del ejército, fuerza aérea, y Administración Política del ER (PUR) fueron despedidos del ejército bien por arresto o expulsión del partido durante la Ezhovshchina. De esos, 11.596 fueron restaurados por mayo de 1940. Esto deja el destino de 22.705 hombres desconocido
….] (p. 199)

Bien, el aspecto central de la diferente interpretación del efecto de la purga que permite ver esta nueva información (nueva en su momento) con respecto a las clásicas (Erickson et al) yace en la cuantificación del cuerpo de oficiales del ER (nachal’sostav), que Erickson había estimado en 80.000 y Conquest en 70.000, cuando en realidad era mucho mayor, y de ahí las diferencias en los porcentajes (que Erickson calculó en un 25% y Conquest en un 50%).

Sin embargo, el verdadero problema, en mi opinión, está en la composición del nachal'sostav, es decir, no en su cantidad, sino en su calidad. ¿Quiénes eran oficiales de academia y quiénes comisarios políticos? Esa es mi incógnita, pues no tengo duda alguna que Stalin eliminó a los oficiales superiores más capaces del ER.

Pero sigamos con Reese:

[El número también muestra un impacto más limitado sobre el ejército de lo que previamente se pensó. Antes de la publicación de las cifras de la Tabla 9.1, se había determinado de varias formas que entre el 25%y el 50% del cuerpo de oficiales del ER había sido represaliado en la Ezhovshchina. Convenientemente, la oficina de Shchadenko dio el porcentaje del liderazgo permanentemente despedido en la purga, lo que nos permite un cálculo de la fuerza total del nachal’sostav en los años de la purga. En 1937 el nachal’sostav cifraba 144.300, de los cuales 11.034 despedidos por razones políticas permanecieron despedidos hasta mayo de 1940, equivaliendo al 7.7% del nachal’sostav. En 1938 había 179.000 líderes, de los cuales 6.742 despedidos políticos todavía estaban despedidos en mayo de 1940. Equivaliendo el 3.7%. En 1939 había 282.300 líderes, de los cuales 205 ó el 0.08% fueron despedidos por por razones políticas y permencían despedidos en mayo de 1940] (pp. 199-200)

Ahora la Tabla 9.1: (No entra la VVS, fuerza aérea)

Los conceptos son:
Razón del despido/Despedidos en 1937/Restaurados en 1938-39/Permaneciendo despedidos/Despedidos en 1938/Restaurados en 1939/Permaneciendo despedidos/Despedidos en 1939/Restaurados en mayo de 1940/Permaneciendo despedidos

-Arrestados por el NKVD/4.474/206/4.268/5.032/1.225/3.807/73/26/47

-Expulsados del KPSS por asociaciones con conspiradores/11.104/4.338/6.766/3.580/2.864/716/284/126/158

-Despedidos por razones político-morales (borrachos, depravados morales)/1.139/109/1.030/2.671/321/2.350/238/23/215

-Despedidos por la directiva del NKO de 24 de junio de 1938 por asociaciones con polacos, alemanes, Latvia, lituanos, finlandeses, estonios, coreanos y otros (aquí sólo es el año 1938)/4.138/1.919/2.219

-Eliminados de filas por razones médicas o muerte/1.941/8/1.933/941/4/937/1.283/9/1.274

-Total y porcentaje de nachal’sostav/18.658 (13.1)/4.661 (-)/13.997 (9.7%)/16.362 (9.2)/6.333 (-)/10.029 (5.6)/1.878 (0.7)/184 (-)/1.694 (0.6)

Se comprende ahora por qué Kirchubel dice que las purgas militares del ER no tuvieron un efecto tan grande sobre el ER en los años siguientes como el que se había previamente estimado. Pero es una conclusión muy engañosa, pues no fue tan importante la cantidad de oficiales purgados y su porcentaje sobre el total del cuerpo de oficiales (con serlo) como la calidad de los oficiales eliminados. Un oficial necesita años de estudio y entrenamiento (cinco como mínimo) para hacerse con el mando de una compañía de un batallón. Y estamos hablando de oficiales subalternos. Con oficiales superiores el tiempo se multiplica.

Es llamativa también la situación de la VVS. En 1937 tenía 13.000 oficiales, y fueron purgados 4.727. Pero tres años más tarde, la VVS contaba con unos 60.000 oficiales. No es de extrañar el pobre cometido que demostraron en la guerra en 1941.

En fin, espero Grossman que ahora ya comprendas, al igual que yo, un poco mejor por qué dijo lo que dijo Kirchubel.

*Roger R. Reese, "The Red Army and the Great Terror", pp. 198-214, en John Arch Getty, Roberta Thompson Manning, Stalinist Terror: New Perspectives (Cambridge University Press, 1993)

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Mensaje por Grossman » Jue May 29, 2008 11:50 pm

Hola:

Con el fin de facilitar aclararse con tanta cifra me he tomado la libertad (y el curro :sgm63: ) de ponerlas en una serie de tablas y enseñarlas y así poderlas analizar mejor.

La primera recoge el nº de oficiales y las bajas por purga cada año que da Reese. Yo no creo que purgaran a oficiales novatos, sino a veteranos. Además, sin que se ofenda ninguno de los novatos, la trascendencia no es la misma. Así, la cifra de casi 18.000 purgados debería seguirse aplicando sobre los existentes en 1937 al menos (o de varios años antes), en cuyo caso –en azul- el porcentaje subiría, en contraste con lo que pone en la tabla, al 12,5% ... la cosa ya cambia y aun no hemos descontado a los politrukí.

Imagen

En la siguiente vemos los porcentajes de purga en las altas esferas de la oficialidad con las cifras dadas por Akeno. Sale un porcentaje del 57% donde, a parte de las dudas sobre la validez que menciona Akeno, habría que conocer como han operado con el número de readmitidos.

Imagen

A continuación están los datos sobre una división de fusileros, de Zaloga, que nos da José Luis, donde el porcentaje de politrukí sale a 26,5%, pero si eras oficial del cuartel general tenías a cada lado uno.

Imagen

Y finalmente la famosa tabla 9.1, donde la cifra de purgados se ha corregido por las readmisiones, y donde no comprendo que pintan las bajas por muerte y enfermedad ("eliminados", que no se han incluido en las operaciones). Aquí la suma de purgados definitivos es de 21.576, en cambio con datos del mismo autor, como se ve en la primera tabla del post, salen 17.981 (y no es por los 420 de 1940).

Imagen

Si veis un fallo decídmelo para que lo corrija. Un saludo a todos
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Mensaje por José Luis » Vie May 30, 2008 9:21 am

¡Hola a todos!

Grossman, intentaré clarificar las cifras.

El número total de purgados en 1937-1939 es el siguiente:
-Tabla 9.1 de Reese: 36.898 (18.658+16.362+1.878)
-Shchadenko, de mi topic, traducción de mi antigua compañera de foro Olga (rusa): 36.711 (18.658+16.362+1.691)

La diferencia está en las cifras de 1939, pero es anecdótica.

Ahora veamos los readmitidos de esos purgados:

-Reese: 11.178 (4.661+6.333+184)
-Olga: 11.178

Por tanto, realmente purgados:
-Reese: 25.720
-Olga: 25.553

Por tanto, la cifra de 25.720 (25.553 en Olga, la diferencia es insignificante) debe ser la considerada como el total de purgados en 1937-1939. Y deben incluirse en esa cifra las bajas por muerte o prescripción médica, pues no sabemos si esos conceptos fueron reales o tapaderas de purgas.

Si a esa cifra le añadimos los purgados en 1934 (6.596), 1935 (8.560) y 1936 (4.918) (lo que da un total para 1934-1936 de 20.074) de los que ninguno fue restituido, entonces las purgas totales entre 1934-1939 fueron de 45.794 oficiales (20.074+25.720), ó de 45.627 (20.074+25.553).

En cuanto a las cifras aportadas por Akeno. Glantz y House citan lo siguiente en su When Titans Clashed:

[They included three out of five marshals; all 11 deputy defense commissars; all commanders of military districts; the commanders and chiefs of staff of both the Navy and the Air Force; 14 of 16 army
commanders; 60 of 67 corps commanders; 136 of 199 division commanders; 221 of 397 brigadecommanders; and 50 percent of all regimental commanders
] (página 8)

Lo que viene a traducirse: [Incluían 3 de 5 mariscales; todos los 11 comisarios suplentes de defensa; todos los comandantes de distritos militares; los comandantes y jefes de estados mayor de la Armada y la Fuerza Aérea; 14 de 16 comandantes de ejército; 60 de 67 comandantes de cuerpo; 136 de 199 comandantes de división; 221 de 397 comandantes de brigada; y el 50% de todos los comandantes regimentales]

Aquí ya podemos ver con mayor amplitud el verdadero alcance de las purgas.

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Mensaje por Grossman » Vie May 30, 2008 1:10 pm

Hola de nuevo:

Muchas gracias, José Luis, por esa generosidad que tienes compartiendo lo que sabes.

Ahora que tenemos al número de purgados definitivos, para conocer el “peso” del fenómeno necesitamos saber con qué número de oficiales lo comparamos ¿con el de 1939, la mitad de los cuales se habían graduado en los dos años anteriores? ¿con los de 1937? Lo dicho antes: no es lo mismo la oficialidad con experiencia de mando de tropa o, mejor aún, con experiencia en combate, que ese gran número de recién licenciados.

Yo establecería –esto es a discutir- unos años mínimos para tener consideración de “oficialidad valiosa”, la que en 1941 tuviera ya unos cuantos años de experiencia, al menos al mando de tropas, digamos, por ejemplo, que unos 4. Correspondería a los existentes en 1937. Saldría 45.700 purgados definitivos de una base de 144.300 oficiales de 1937 = 32%.

Lo ideal sería conocer el número de oficiales políticos. Estos también sufrieron purgas pero interesa descontarlos -por considerárselos, en el mejor de los casos, neutros sobre la capacidad operativa del Ejército Rojo- porque falsean el número de oficiales de combate. Esto ahora es mas elucubración: si su proporción fuera del 26% como en la división de fusileros de una tabla anterior, la base de oficiales a considerar sería de 106.782, con lo que la proporción de purgados subiría a 42%.

Un saludo
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Mensaje por José Luis » Vie May 30, 2008 1:54 pm

¡Hola a todos!

Grossman, esta tarde vamos a ver un poco de lo que preguntas.

Ciao
JL
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Mensaje por José Luis » Vie May 30, 2008 4:22 pm

¡Hola a todos!

¿Cómo valorar el daño que hicieron las purgas militares de Stalin al Ejército Rojo, en general, y a su cuerpo de oficiales, en particular? ¿Cuándo empezaron realmente las purgas militares? ¿Cómo era la competencia del cuerpo de oficiales del ER, en general, antes de comenzar las purgas? ¿Y cómo era después de las purgas?

Quizás el trabajo más actual, en nuestro mundo occidental, sobre todo esto es el libro de un autor que ya hemos citado, Roger E. Reese. Se trata de Red Commanders: A Social History of the Soviet Army Officer Corps, 1918-1991 (University Press of Kansas, 2005). No he tenido la oportunidad de leerlo enteramente, y sólo me he detenido en el capítulo de la expansión y purgas del ER, que es lo de nuestro interés. La lectura de ese capítulo me ha decidido a comprarlo: será mi próxima adquisición.

Como se puede comprobar, si alguien busca por Internet cualquier tipo de información sobre las purgas militares de Stalin, siempre va a encontrarse con el periodo de 1937-38 ó 1937-39. Incluso Reese, en su artículo de contribución al libro de John Arch Getty y Roberta Thompson Manning, que ya he referenciado anteriormente, reduce su capítulo The Red Army and the Great Terror al periodo de 1937-39.

Sin embargo, hemos visto cómo en el informe de Shchadenko, traducido por mi amiga Olga, las purgas ya se habían cobrado un buen número de oficiales en los años 1934-36, casi tantos (20.074) como los de los años 1937-1939 (25.720, Reese).

En el libro de Reese que he referenciado arriba, el autor nos facilita la comprensión de esta historia sobre cuándo empezaron realmente las purgas militares. Escribe Reese:

[La purga de terror del ejército en 1937-39 se puede ver como una extensión de los procesos políticos del partido de la década de 1920 llevada al extremo. La purga de 26.000 oficiales trostkistas en 1926-27, aunque no letal, representó un aspecto de las grandes luchas políticas del partido que acabaron en el ejército. De hecho, se puede datar con seguridad el comienzo de la represión política de los oficiales del ejército desde 1926. Desde ese momento en adelante, hasta la muerte de Stalin, las autoridades civiles y político-militares hicieron que cientos e incluso miles de oficiales fueran destituidos del servicio cada año por razones estrictamente políticas. El reino de Stalin puso de relieve la subordinación de la seguridad militar del estado a la seguridad de una facción política] (p. 88)

Yo añadiría a la última frase de Reese que esa subordinación no sólo fue a una facción política, sino principalmente al propio Stalin, que no dejó de intrigar para decapitar a cualquier individuo o grupo que se interpusiera en su camino (o que en su paranoia, él lo creyese así). En última instancia, se estaba eliminando la autonomía profesional del Ejército Rojo. Los oficiales zaristas (los más profesionales de aquel ER) y trotskistas podían representar para Stalin, tengo para mí, lo que los aristócratas prusianos y el Generalstab representaron para Hitler: un serio obstáculo en su camino hacia una dictadura personalísima. Tanto Stalin como Hitler los eliminaron, aunque en el último caso su alcance fue muy limitado en comparación al soviético. Hitler habría de lamentarse más tarde, al final de la guerra, de no haber actuado como Stalin y eliminar a todo el Generalstab alemán. Sin embargo, Stalin rectificó su estúpida y criminal postura durante la guerra; Hitler porfió en su error.

¿Cómo era la calidad de los oficiales del ER cuando moría la década de 1920? En general, los oficiales superiores se quejaban de que sus comandantes de sección y batallón estaban muy lejos de poseer una cualificación táctica razonable

¿Cómo era la situación en los esfuerzos por conseguir un cuerpo de oficiales en cantidad adecuada? Reese nos trae dos opiniones autorizadas de Voroshilov y Nikolai Kuibyshev. Declaró el primero en 1929: "the question about cadres is for us the question of questions"; escribió el segundo un año después que "creating and accumulating commanding cadre for the Red Army", era “a colossal problem”. (Reese, 93)

Luego aclara Reese:

[El problema no era sólo conseguir suficientes oficiales, sino, más específicamente, conseguir oficiales cualificados. En 1929 sólo la mitad de todos los estudiantes de escuelas militares normales habían completado al menos siete años de educación antes de entrar en el ejército. Eso debe explicar por qué en 1929 solamente el 46% de soldados candidatos pasaron los exámenes de entrada y fueron admitidos en las escuelas militares normales. El ejército continuó consiguiendo la mayoría de sus candidatos a oficiales de las filas. Por ejemplo, en 1930 el 60% de los estudiantes de escuelas militares vinieron de las filas y el 40% de la vida civil. Sin embargo, las fuerzas armadas consiguieron conformar los objetivos sociales y políticos del estado, pues más del 50% de los estudiantes de escuelas militares procedían de la clase trabajadora y el 85% eran miembros del partido, candidatos a miembros, o Komsomols en 1929] (Reese, 93-94)

Resulta evidente que a finales de la década de 1920 y comienzos de la de 1930, el ER tenía serios problemas para satisfacer sus necesidades de reclutamiento para el cuerpo de oficiales. El ER tenía en 1931 un fuerza de 700.000 hombres, lo que significaba un aumento del 20% con respecto a su fuerza en 1928 (Reese, 91). No está nada mal si tenemos en cuenta las grandes dificultades de esa tarea.

Sin embargo, el ER fracasó en su objetivo de reclutamiento para las escuelas militares en cualquier año desde 1929 hasta el comienzo de la IIGM. Veamos qué dice Reese:

[Ya con dos años de expansión, el RKKA estimaba que en 1931 necesitaría un total de 15.513 oficiales adicionales: 8.046 para llenar las unidades recién creadas, 2.474 para compensar el desgaste natural, 3.103 para compensar la escasez de los años anteriores, y 1.890 para reemplazar a los hombres transferidos fuera del ejército para otras tareas. Para afrontar esas necesidades, el RKKA contó con las escuelas militares para graduar a 6.850 nuevos comandantes de sección; también planificó pedir a 4.030 reservistas que estaban ya sirviendo un año de servicio activo para que se mantuvieran otro año más, llamando a 440 reservistas adicionales, y para tener a 800 sargentos sirviendo como comandantes de sección. Esto daría al ejército 12.120 nuevos oficiales, dejando una escasez para 1931 de 3.393 oficiales. El plan para 1932 era similar] (Reese, 95).

Como esas medidas no llegaban, el ER recurrió a otras:

[Como medidas provisionales, el ejército aceptó la transferencia de algún personal político de tareas políticas a militares y llamó a reservistas. El ejército puso una prueba a los hombres del PUR que deseaban comisionarse para verificar su conocimiento militar. Los que pasaban eran hechos oficiales con grado de compañía. En 1931-32, 5.470 politruki hicieron el examen, pero sólo calificaron 1.244 para ser transferidos al cuerpo de oficiales. Simultáneamente, el ejército volvió a llamar a varios miles de oficiales de la reserva para un año más de servicio.

La combinación de todas estas medidas creó un cuerpo de oficiales que era el doble en 1933 del que había sido en 1928, pero todavía no fue capaz de llenar las necesidades de crecimiento del ejército
] (Reese, 100)

En 1937 el ER tenía una fuerza de 1.3 millones de hombres, casi el doble de la que tenía seis años antes. Para esa fuerza se necesitaban al menos 117.000 oficiales, pero el 1 de enero de 1937 el ER tenía 107.000 oficiales en unidades de línea (10.000 menos de los requeridos), y 99.000 más en apoyo y posiciones administrativas y PUR. Dice Reese que la purga de terror de 1937-38 vació al ejército de unos 22.000 oficiales, a la fuerza aérea de unos 4.700, y al PUR de unos 5.000.

El crecimiento del cuerpo de oficiales en servicio activo del ER por arma entre 1934 (base, 100) y 1939 lo detalla Reese en su Tabla 3.1, página 96:

Infantería: 281%
Caballería: 166%
Blindaje: 254%
Artillería: 224.5%
Aviación general: 248%
Pilotos: 284%
Técnicos de aviación: 901%

Con todos estos datos, yo ya tengo una clara comprensión de los grandes problemas del ER en la confección de su cuerpo de oficiales y lo que pudo significar la purga de la década de 1930.

Para empezar, cualquier empresa que se principie para la expansión acelerada del personal de un ejército se va a encontrar siempre con unos problemas que pueden ser irresolubles si el tiempo que se concede es muy corto. Tomemos el caso, pues lo conozco muy bien, del Reichswehr. Hitler quería multiplicar por cuatro la fuerza de su ejército en un plazo de dos años escasos. Ludwig Beck, el jefe del Generalstab, se pronunció rotundamente en contra del plazo concedido, pues era evidente que, al margen del equipamiento de las nuevas unidades, no podía acompasar proporcionalmente al incremento de tropas el debido incremento de oficiales. Seguir el plan de Hitler (que se siguió) sólo podía traer consigo una importante reducción en la calidad de los nuevos oficiales. Y eso fue lo que sucedió en 1939: había un ejército de casi 4 millones de hombres, pero no había suficientes oficiales para dirigirlo, y de los que había, una buena parte dejaba mucho que desear. Y esto teniendo en cuenta, no lo olvidemos, que el Reichswehr de 100.000 hombres de 1933 era el mejor ejército profesional del mundo, años luz por encima del soviético de la época.

En el ER pasó lo mismo que en el Heer, pero mucho peor. Casi el 60% de sus oficiales provenía del partido, y una parte no desdeñable era Komsomol. Los oficiales subalternos, especialmente a nivel de sección y compañía, carecían, en general, de experiencia de guerra (la Guerra Civil rusa en la que se había curtido la gran mayoría del generalato superior), y falta de entrenamiento. Sus comisiones no estaban a la altura táctica que se espera de unos líderes de unidades de combate (aquí empleo, como casi siempre, el término "unidad" al estilo británico. Es decir, la unidad se aplica de batallón para abajo; la formación de regimiento para arriba). Y debemos tener en mente que fue precisamente de esos cuadros de oficiales con los que se suplió buena parte de los oficiales purgados por Stalin.

A los problemas de reclutamiento de oficiales y a la escasez de los mismos -situación que las purgas contribuyeron a empeorar gravemente-, debemos añadir los problemas inherentes al equipamiento de las nuevas unidades del ER en su expansión. Una unidad que no está mínimamente equipada, difícilmente puede ser mínimamente entrenada. Y donde más problemas había en este aspecto era precisamente con la mecanización del ER. Porque a las purgas de oficiales también acompañó la purga de doctrina militar, especialmente la del arma blindada, y la de los técnicos e industriales que la apoyaban. Cuando alguien se pregunte cómo fue posible que las formaciones y unidades blindadas del ER se comportasen tan incompetentemente en las batallas del verano de 1941, debe tener presente lo que aquí se está diciendo.

Creo que me estoy extendiendo demasiado para un simple post. Quiero acabar diciendo que Reese se cuestiona en cierta medida la veracidad de la creencia generalizada de que las purgas militares de 1937-38 se llevaron a lo más granado de los oficiales del ER. No pone en duda que probablemente los oficiales -sobre todo en su nivel superior- más brillantes fueron eliminados, pero observa que entre los purgados también había oficiales mediocres, y subraya que de los que quedaron libres de purgas, algunos de ellos se demostraron oficiales muy competentes durante la guerra. Reese deja el asunto pendiente de examinar los expedientes de los oficiales purgados, lo que equivale, en mi opinión, a dejar el asunto pendiente para la eternidad.

El meollo de las purgas, como ya he dicho, no radica tanto en la cantidad de oficiales purgados, como en su calidad (al menos la de la mayoría). E igualmente en el asesinato de una mentalidad militar, de una doctrina militar moderna, audaz, formidable, que no tenía en absoluto nada que envidiar a la alemana, y que, en el nivel estratégico, era muy superior a la alemana.

Termino con el corolario de Reese sobre el efecto de las purgas, que es bien esclarecedor:

[La Ezhovshchina privó a las fuerzas armadas de algunas de sus mejores mentes, empeoró la escasez de líderes, condujo a la reintroducción del mando dual, y eliminó los últimos vestigios de autonomía profesional, todo con la determinada participación de los oficiales menos profesionales del alto mando] (Reese, 133)

Saludos cordiales
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