Mensaje
por Juan M. Parada C. » Dom Oct 05, 2014 3:08 am
Gracias de nuevo por el pase,mi estimado amigo matxitxako.Pido disculpas por la demora pero problemas ajenos a mi voluntad y la materialización de un noviazgo a última hora me han nublado un poco la mente.Ahora ya entiendo,a manera de comparación, al bueno del tío Adolfo cuando se le abrió un doble frente y no saber qué hacer entonces para remendar el capote.No obstante,ante el interesante reto lanzado por nuestro cinéfilo amigo,pude intuir que se trataba de este filme en cuestión (Commandos de 1968), ya que hay una escena en que llegan unos oficiales alemanes al puesto de mando de estos falsos italianos para beber unos tragos con ellos.Ante esta inesperada visita el sargento(Lee Van Cleef) se prepara para despacharlos en el acto pero su oficial al mando(Jack Kelly) logra evitar que sean descubiertos con esta interesante sálida de tipo literaria que se ha narrado, la cual,sin duda alguna, constituye un interesante momento de esta cinta de ser recordado por siempre.Dado que soy un gran apasionado de la obra de este gran escritor germano,como es Goethe,ya que considero toda su obra un patrimonio de la humanidad,y atesoro así ese recuerdo de dicha película con gran intensidad por mi pasión literaria hacia ese gran hombre de letras del sigloXVIII.
Una vez hecha esta consideración personal lanzo ahora el siguiente reto,que dice así:
Es el principio de la película,que me llamó la atención por su toque de humor y de serenidad,en el que se ve una Londres azotada por las bombas alemanas en una noche de noviembre de 1942.Los reflectores otean el cielo en busca de los aviones enemigos y los proyectiles lanzados desde las alturas,las cuales parecieran proteger a estos atacantes por su cerrada oscuridad, castigan a la capital inglesa de forma inmisericorde y constante.Cerca de las zonas atacadas de la "Big City",como llaman los ingleses a su capital,se ubican unas instalaciones militares del ejército de los Estados Unidos que fungen de unos depósitos de suministros resguardados por dos fornidos guardias.
La intensidad del ataque aéreo,que se ha vuelto una constante para los habitantes londinenses y para el resto de todos los ingleses que viven en ese país en guerra desde 1939,comienza a poner un poco nerviosos a estos dos hombres oriundos del nuevo mundo que no están habituados a estos accidentados menesteres propíos del quehacer bélico.Tratan,al comienzo,de mantenerse impasibles y serenos ante el aterrador ruido de las bombas que comienza elevarse de tono cerca de su puesto de vigilancia.Sin embargo,al aumentar las detonaciones como si fuera un gigante tambor en sonar,los guardias se miran para tratar de darse valor mutuamente pero el creciente ruido los hace tirarse,de manera unánime, al fondo de su garita que tienen cerca la cual ha sido previamente reforzada de varios sacos terreros.Caen como pesados fardos y sus cascos ruedan en el piso ruidosamente; permaneciendo entonces agachados así en el fondo de este refugio.
Muy cerca de ahí,a pesar de las detonaciones,se escucha un alegre silbido que a estos dos hombres sorprende en oir y comienzan a distinguir,de paso, una extraña figura que se acerca a ellos.Surgido de este desolador panorma se perfila,de manera nítida, a un hombre de uniforme,que sigue silbando una alegre canción,con una linterna en la mano y un casco sobre su cabeza, que lleva grabado la palabra: "Police".Se trata,en efecto,de un policia inglés que cumple con su acostumbrada ronda de vigilancia nocturna sin mostrar ningún tipo de temor ante este feroz ataque aéreo.
Ante dicho ejemplar comportamiento,que los sacude de un solo golpe,estos dos hombres se levantan y se colocan sus cascos de nuevo para ubicarse de inmediato a sus puestos de vigilancia.Recobrando de esa forma su compostura y autocontrol que este agente policial inglés les ha infundido.
Este uniformado pasa frente a ellos y los saluda con su linterna,mientras estos dos hombres le devuelven el saludo con un movimiento de sus cabezas,para desaparecer en las penumbras de esta noche agobiada por los bombardeos enemigos sin dejar de silbar esta alegre melodía que imprime todo un toque surrealista a tan desgarradora visión.
¿Cúal es el título de la película? Buena suerte a todos los amigos cinéfilos y mis bendiciones a granel.
"¡Ay,señor! Tú sabes lo ocupado que tendré que estar hoy.Si acaso te olvido por un instante,tu no te olvides de mi". Sir Jacob Astley antes de la batalla de Edge Hill el 23 de octubre del año de nuestro señor de 1642