Mensaje
por Juan M. Parada C. » Sab Mar 08, 2014 10:49 pm
Ahora que es mi turno de nuevo voy a describir otra escena de un filme clásico ambientado en la segunda guerra,que viene de la siguiente forma,por decir:
Un grupo de soldados están remontando la cima de una serie de casamatas enemigas que han podido dominar,tras furiosos combates para poder reducirlas,y ahora se hayan eliminando los últimos focos de resistencia para asegurar la zona.El oficial que comanda esta unidad de asalto sube al encuentro de sus hombres y los anima a seguir presionando más al enemigo.Tal oficial se topa con un teniente,que se encuentra extenuado por la acción vivida hasta hace poco y está tratando de reorganizar sus líneas de evacuación de heridos,al que le dice:
-¡Hijo,han hecho un gran trabajo! ¡Pero no debemos aflojar ahora! Es necesario seguir hasta el final.¿Entiendes,muchacho?
El teniente,que ejecuta rapídamente el saludo de rigor a su oficial comandante,le dice:
-Gracias,señor y recomiendo que sean condecorados todos los hombres que han participado en esta acción.
El comandante,con unos ademanes de alegría y de impaciencia desatada,le responde:
-¡Claro que sí,hijo! ¡Todos serán condecorados! ¡Puedes estar seguro de ello! Pero antes debemos proseguir con este ataque hasta el final para coronar con la victoria total.¡No podemos aflojar ahora!
El joven teniente,con el mayor tacto posible,trata de hacer entender a su oficial superior que hay que hacer un receso para organizar algunos medios para poder proseguir con este ataque,al decirle que:
-Señor,no quiero sonar como un aguafiestas pero necesitamos también de agua potable con suma urgencia ya que mis hombres se encuentran al borde de la fatiga.
El teniente trata de agregar otras consideraciones pero este comandante lo interrumpe y le dice:
-¡No te preocupes,hijo! Tendrás agua,que ya le he encargado desde la retaguardia,pero debes seguir adelante...¡No puedes ahora frenarte aqui!!! No te imaginas la suerte que tienes,muchacho,de ver tu primera acción de guerra a diferencia mía que he tenido que esperar casi quince años para poder saborear tal suerte.Hasta desearía,de todo corazón,que fueras mi hijo.-Entonces el comandante con un gesto de tristeza le pregunta:-¿No te imáginas a qué se dedica en casa mi propio hijo? ¿Lo adivinas? Es un simple vendedor.Ahora,muchacho,ve a tomar el resto del campo enemigo.¿Quieres?
Muy bien,mis queridos amigos,traten de adivinar a qué película bélica corresponde tal descripción.¡Buena suerte a todos!
"¡Ay,señor! Tú sabes lo ocupado que tendré que estar hoy.Si acaso te olvido por un instante,tu no te olvides de mi". Sir Jacob Astley antes de la batalla de Edge Hill el 23 de octubre del año de nuestro señor de 1642