Los canadienses enamoran
Publicado: Sab Nov 17, 2007 2:17 pm
Los canadienses enamoran
En el siguiente artículo analizaremos las relaciones establecidas por los militares canadienses con las jovenes europeas y como fruto de ellas se desarrollaron cientos de matrimonios culminados con mas de 22.000 hijos.
En la postguerra canadiense pronto se acuño un termino deribado del conflicto la "novia de la guerra"
El término "novia de guerra" se refiere a las miles de jóvenes que se unieron y se casaron con soldados canadienses durante la Segunda Guerra Mundial. Estas chicas eran en su mayoría de Gran Bretaña, pero pero tambien encontramos matriomonios en otras zonas de Europa: los Países Bajos, Bélgica, Francia, Italia y Alemania.
Durante la Segunda Guerra Mundial, aproximadamente se registraron total de unos 48.000 matrimonios con militares canadienses, cuando terminó la guerra, la mayoría de estas jóvenes junto con sus hijos unos 22.000, siguieron a sus esposos para emprender una nueva vida en Canadá.
Esta situacion ya se habia vivido en Canadá después de la Primera Guerra Mundial. Los datos que poseia el Gobierno de Canadá estiman que unos 54.000 parientes (mujeres e hijos) acompañaron a los soldados canadienses durante la desmovilización de Gran Bretaña a Canadá.
En 1946 la gran mayoría esposas casadas con canadienses durante la Segunda Guerra Mundial viajó a Canadá. Por ello algunos gobiernos provinciales y asociaciones de "novias de la guerra" declararon el 2006 como el año de la Novia de Guerra.
Lo dejaron todo por amor para seguir aquel chico que apenas conocían de unas cuanas semanas y con el que el amor en tiempos de guerra le habia unido de por vida. Dejarón atras sus familias sus amistades para integrarse en un país a cientos de kilómetros en una nueva familia que solo conocían por fotos.
Las contribuciones de estos nuevos canadienses pronto se extienden mucho más allá de las paredes de sus hogares, ya que entraron a formar parte de la vida de sus comunidades enriqueciéndolas con sus muchas habilidades. Muchas familias canadienses tanto de la Primera y la Segunda Guerra Mundial, acabaron haciéndo de Canadá su hogar
Desde 1939 a 1945, cientos de miles de soldados canadienses llegaron a Bretaña, donde fueron instalados algunos durante cuatro años.Trabajaron junto con el resto de los aliados preparado asalto final sobre la Europa ocupada.
Como en la Primera Guerra Mundial, los que fueron heridos durante los combates en Europa y aquellos que eran premiados con algún tipo de permiso no perdía la ocasión de compartir su tiempo con las mujeres inglesas.
El escaso tiempo libre suponía una oportunidad para todo tipo de encuentros, eventos sociales locales y por supuesto bailes, en todos los pueblos, ciudades y aldeas donde hubiera un canadiense liberado de forma momentanea de sus obligaciones. Inevitablemente, muchos se enamoraron aunque algunas parejas que se formaron se casaron en cuestión de días hubo otras que permanecieron comprometidas durante novias tres años o cuatro años antes de tomar la decisión de casarse. El temor a la soledad a la muerte a la propia guerra hace que las relaciones afectivas se vuelvan más intensas.
Aquellas parejas que decidian casarse encontraban ciertas dificultades pues no era fácil para los soldados canadienses que deseban casarse en un país extrajeros. Era necesario el permiso del comandante y por otro lado los padres de las jovenes se oponían, ya que preveía que un matrimonio con un militar canadiense probablemente tendría como resultado la pérdida y la separación de sus hijas ya que la mayoría de las "novias de guerra" acabaría por acompañar a sus maridos a su país natal al finalizar el conflicto. En los años cuarenta, antes de los viajes aéreos transatlánticos comerciales, se trataba de un viaje que pocas familias pueden permitirse.
A pesar de todo, el amor encontó la manera de avanzar en aquellos dificiles dias. Los jóvenes, marcadors por las penurias de la guerra, no encontraban razones para esperar a contraer matrimonior. Muchas mujeres jóvenes en Gran Bretaña ya se habían enfrentado a las noches de bombardeos, las muertes de los miembros de la familia o los amigos, los apagones y el racionamiento. Para los jóvenes soldados canadienses, la podía cambiar en cualquier momento al recibir la orden de embarcar en los buques, vivian esperando cada día esa noticia. La vida era para vivierla al máximo y el futuro eran tan incierto.
A pesar de que la la política oficial del ejército canadiense desalentaba estos matrimonios, el ejército y otras ramas de los militares de Canadá, se preparo ante lo inevitable, para ayudar a los recién casados y sus nuevas jóvenes.
Familia y amigos ayudaron a las parejas con preciosos regalos, el mas apreciado era el de las cartillas de racionamiento, pues estas servían para realizar las compras de la boda. Incluso la adquisición de alimentos suficientes para una simple banquete de boda fue un reto, porque casi todo estaba racionado en auqellos dias en Inglaterra. Sin embargo, en las fotos de la boda las caras de los recien casados mostraban una gran felicidad, entre uniformes de gala y hermosas flores. Una de las tradiciones en aquellos dias entre las novias era llevar una herradura de plata, ante la falta de materiales esta se remplazo por una hecha de papel.
A medida que el número de estas parejas creció, el Gobierno de Canadá creo el "Canadian Wives Table", cuyo trabajo era ayudar a las esposas de militares canadienses y a sus hijos, a prepar todo lo necesario para entrar junto con sus maridos en Canadá. Las primeras oficinas "Wives Table" se instalaron en Regent Street situada en el corazón del centro de Londres. "El Wives Table" trató de ayudar con la transición de un país a otro dando cursos de formación sobre Canadá, publicado información sobre la vida en Canadá e incluso edito un libro de recetas de cocina canadiense.
Fuentes: Granfield, Linda (2002). Brass Buttons and Silver Horseshoes: Stories from Canada's British War Brides. McClelland and Stewart Ltd.
Hibbert, Joyce (Ed) with an introduction by Mavis Gallant (1978). The War Brides. Peter Martin Associates, Ltd. Toronto, Canada.
O'Hara, Peggy. From Romance to Reality: Stories of Canadian War Brides. Highway Book Shop, Cobalt, Ontario.
Wicks, Ben. with a foreword by Pierre Berton (1992). Promise You'll Take Care of My Daughter. Stoddart Publishing, Toronto, Ontario
En el siguiente artículo analizaremos las relaciones establecidas por los militares canadienses con las jovenes europeas y como fruto de ellas se desarrollaron cientos de matrimonios culminados con mas de 22.000 hijos.
En la postguerra canadiense pronto se acuño un termino deribado del conflicto la "novia de la guerra"
El término "novia de guerra" se refiere a las miles de jóvenes que se unieron y se casaron con soldados canadienses durante la Segunda Guerra Mundial. Estas chicas eran en su mayoría de Gran Bretaña, pero pero tambien encontramos matriomonios en otras zonas de Europa: los Países Bajos, Bélgica, Francia, Italia y Alemania.
Durante la Segunda Guerra Mundial, aproximadamente se registraron total de unos 48.000 matrimonios con militares canadienses, cuando terminó la guerra, la mayoría de estas jóvenes junto con sus hijos unos 22.000, siguieron a sus esposos para emprender una nueva vida en Canadá.
Esta situacion ya se habia vivido en Canadá después de la Primera Guerra Mundial. Los datos que poseia el Gobierno de Canadá estiman que unos 54.000 parientes (mujeres e hijos) acompañaron a los soldados canadienses durante la desmovilización de Gran Bretaña a Canadá.
En 1946 la gran mayoría esposas casadas con canadienses durante la Segunda Guerra Mundial viajó a Canadá. Por ello algunos gobiernos provinciales y asociaciones de "novias de la guerra" declararon el 2006 como el año de la Novia de Guerra.
Lo dejaron todo por amor para seguir aquel chico que apenas conocían de unas cuanas semanas y con el que el amor en tiempos de guerra le habia unido de por vida. Dejarón atras sus familias sus amistades para integrarse en un país a cientos de kilómetros en una nueva familia que solo conocían por fotos.
Las contribuciones de estos nuevos canadienses pronto se extienden mucho más allá de las paredes de sus hogares, ya que entraron a formar parte de la vida de sus comunidades enriqueciéndolas con sus muchas habilidades. Muchas familias canadienses tanto de la Primera y la Segunda Guerra Mundial, acabaron haciéndo de Canadá su hogar
Desde 1939 a 1945, cientos de miles de soldados canadienses llegaron a Bretaña, donde fueron instalados algunos durante cuatro años.Trabajaron junto con el resto de los aliados preparado asalto final sobre la Europa ocupada.
Como en la Primera Guerra Mundial, los que fueron heridos durante los combates en Europa y aquellos que eran premiados con algún tipo de permiso no perdía la ocasión de compartir su tiempo con las mujeres inglesas.
El escaso tiempo libre suponía una oportunidad para todo tipo de encuentros, eventos sociales locales y por supuesto bailes, en todos los pueblos, ciudades y aldeas donde hubiera un canadiense liberado de forma momentanea de sus obligaciones. Inevitablemente, muchos se enamoraron aunque algunas parejas que se formaron se casaron en cuestión de días hubo otras que permanecieron comprometidas durante novias tres años o cuatro años antes de tomar la decisión de casarse. El temor a la soledad a la muerte a la propia guerra hace que las relaciones afectivas se vuelvan más intensas.
Aquellas parejas que decidian casarse encontraban ciertas dificultades pues no era fácil para los soldados canadienses que deseban casarse en un país extrajeros. Era necesario el permiso del comandante y por otro lado los padres de las jovenes se oponían, ya que preveía que un matrimonio con un militar canadiense probablemente tendría como resultado la pérdida y la separación de sus hijas ya que la mayoría de las "novias de guerra" acabaría por acompañar a sus maridos a su país natal al finalizar el conflicto. En los años cuarenta, antes de los viajes aéreos transatlánticos comerciales, se trataba de un viaje que pocas familias pueden permitirse.
A pesar de todo, el amor encontó la manera de avanzar en aquellos dificiles dias. Los jóvenes, marcadors por las penurias de la guerra, no encontraban razones para esperar a contraer matrimonior. Muchas mujeres jóvenes en Gran Bretaña ya se habían enfrentado a las noches de bombardeos, las muertes de los miembros de la familia o los amigos, los apagones y el racionamiento. Para los jóvenes soldados canadienses, la podía cambiar en cualquier momento al recibir la orden de embarcar en los buques, vivian esperando cada día esa noticia. La vida era para vivierla al máximo y el futuro eran tan incierto.
A pesar de que la la política oficial del ejército canadiense desalentaba estos matrimonios, el ejército y otras ramas de los militares de Canadá, se preparo ante lo inevitable, para ayudar a los recién casados y sus nuevas jóvenes.
Familia y amigos ayudaron a las parejas con preciosos regalos, el mas apreciado era el de las cartillas de racionamiento, pues estas servían para realizar las compras de la boda. Incluso la adquisición de alimentos suficientes para una simple banquete de boda fue un reto, porque casi todo estaba racionado en auqellos dias en Inglaterra. Sin embargo, en las fotos de la boda las caras de los recien casados mostraban una gran felicidad, entre uniformes de gala y hermosas flores. Una de las tradiciones en aquellos dias entre las novias era llevar una herradura de plata, ante la falta de materiales esta se remplazo por una hecha de papel.
A medida que el número de estas parejas creció, el Gobierno de Canadá creo el "Canadian Wives Table", cuyo trabajo era ayudar a las esposas de militares canadienses y a sus hijos, a prepar todo lo necesario para entrar junto con sus maridos en Canadá. Las primeras oficinas "Wives Table" se instalaron en Regent Street situada en el corazón del centro de Londres. "El Wives Table" trató de ayudar con la transición de un país a otro dando cursos de formación sobre Canadá, publicado información sobre la vida en Canadá e incluso edito un libro de recetas de cocina canadiense.
Fuentes: Granfield, Linda (2002). Brass Buttons and Silver Horseshoes: Stories from Canada's British War Brides. McClelland and Stewart Ltd.
Hibbert, Joyce (Ed) with an introduction by Mavis Gallant (1978). The War Brides. Peter Martin Associates, Ltd. Toronto, Canada.
O'Hara, Peggy. From Romance to Reality: Stories of Canadian War Brides. Highway Book Shop, Cobalt, Ontario.
Wicks, Ben. with a foreword by Pierre Berton (1992). Promise You'll Take Care of My Daughter. Stoddart Publishing, Toronto, Ontario