Una lección aprendida o monografía de la Supervivencia del Museo durante la Guerra
Del libro “El Museo Estatal Hermitage en Leningrado, Unión Soviética, durante la Segunda Guerra Mundial (La Gran Guerra Patriótica)”
[Nadie, y en especial el director o personal de una institución cultural, desea admitir antes o durante un conflicto armado que las cosas empeorarán. Ni muchas instituciones culturales pueden prepararse física o psicológicamente de antemano, cuando sería más fácil hacerlo para “lo inimaginable”. Se debería obligar a todos los directores y jefes de seguridad de antemano y preparar planes de contingencia, como buena práctica del negocio de la gestión de riesgos.
Esto es una lección aprendida o monografía de la supervivencia del museo, para introducir al lector en “algunas” situaciones de guerra como los bombardeos y el asedio, que se vivieron en el Museo Estatal Hermitage, y que ocurrirían de nuevo en otros lugares, quizá con ligeras variaciones. Este documento ha sido escrito para transmitir al lector las sensaciones y los acontecimientos de una realidad, para que este los aplique y se ponga en la situación de nuevas vivencias. Aprendamos de las experiencias de los demás.
Desde el conflicto del continente europeo de 1940, la “guerra” se ha vuelto más variada y compleja, y los líderes combatientes justifican también la destrucción de la cultura del oponente, incluidos tesoros, documentos y símbolos en edificios del gobierno, museos, archivos, monumentos y bibliotecas. Durante las operaciones de guerra, las fuerzas opositoras normalmente, si no de forma regular, intentan destruir deliberadamente las instituciones que representan la cultura del oponente. Por favor, consideren lo que podemos hacer para salvar no solo nuestra propia cultura sino TODAS las culturas. David Liston, Institución Smithsonian, Washington, DC]
El 22 de junio de 1941, el Tercer Reich, invadió la Unión Soviética, la guerra fue declarada y el Gobierno soviético dio instrucciones al personal del Hermitage Estatal para que se prepararan para una “pronta” evacuación de la colección.
Los conservadores, comisarios, investigadores, bibliotecarios, restauradores, vigilantes, guardas y limpiadores del Hermitage respondieron rápido a la llamada de Moscú para preparar de forma inmediata la evacuación. “El personal del Hermitage hizo inventario mientras los ahora encargados de la vigilancia contra los ataques aéreos se quedarían en el museo día y noche”. Ya existían anteriormente planes de contingencia y muchas provisiones ya estaban en el sitio. Las reservas de embalaje de la evacuación coincidían con cajas mimeografiadas con números similares.
El 23 de junio de 1941 las sirenas que avisaban de los ataques aéreos comenzaron a sonar en Leningrado y durante seis días y noches el personal del amplificado Hermitage retiraron alrededor de un millón de objetos en exposición, sacaron de los almacenes cajones y materiales de embalaje y empaquetaron los objetos, se completo la evacuación de la colección de la Sala I, principalmente objetos de la exposición.
Los cuadros grandes fueron bajados, desmontados de sus marcos y embalados. Los cuadros de formato pequeño y mediano fueron empaquetados en cajas con ranuras divididas. Los pasteles se dejaron en sus marcos de cristal, se les pegó papel a la cubierta de cristal y fueron embalados entre trozos de contrachapado. Los dibujos y grabados fueron envueltos con pañuelos y embalados en cajas de cartón. Los artículos pequeños fueron insertados de forma individual en algodón y almohadillas de virutas, depositadas en cajas, y colocados en recortes sobre los cajones. La colección de monedas que ya estaba depositada en bandejas forradas de tela en vitrinas fueron inventariadas, envueltas en pañuelos de papel enrollado alrededor de ellas, a su vez cubierto de algodón e insertada en sobres de papel rígido. Fueron ayudados por los guías del Hermitage. Necesitaron cajas y embalajes especiales: el “Regreso del Hijo Pródigo” de Rembrandt tenía un estuche especial. El sarcófago de 1,5 toneladas de Alexander Nevsky era uno de los más pesados. El “Niño agachado” de Miguel Ángel fue introducido en un cajón de doble pared. El ánfora Chertomlyk tuvo que ser primero rellena a mano con trozos de corcho. La estatua de Houdon de Voltaire requirió de manipulación especial a causa de su peso.
El 1 de julio de 1941 sobre la medianoche los camiones fueron cargados en el Hermitage y partieron bajo escolta armada, para llevar los materiales de la Sala I a un tren especial en la estación de transporte por ferrocarril de Leningrado. El tren incluía vagones pullman y de carga, un coche para el personal del Hermitage, uno para la escolta armada y plataformas abiertas a cada extremo del tren para artillería antiaérea y ametralladoras. Dos motores arrancaron el tren y un tercer motor siguió adelante para despejar las vías.
El 6 de julio de 1941 por la mañana, el tren de Evacuación de la Sala I del Hermitage llegó a la estación de tren de Sverdlovsk tras cinco días de viaje, con la inmediata descarga de las piezas como prioridad. Las colecciones fueron transportadas en camiones a tres edificios especialmente asignados: la galería de pintura local, el edificio de una antigua iglesia católica y el Museo del Ateísmo, que fueron llenados hasta el techo con los cajones y cajas de Leningrado.
El 20 de julio de 1941 comenzó la evacuación de la colección de la Sala II, fundamentalmente con objetos de las reservas/almacenes. El envío constaba de setecientas mil obras de arte del Hermitage, que salieron con cuatrocientos veintidós cajones en veintitrés camiones. La segunda evacuación incluía todo lo que fue posible mover a causa del empeoramiento de la guerra en los frentes de combate. La evacuación en estas dos etapas se llevó 1,5 millones de objetos de colección bien embalados de Leningrado y utilizaron cincuenta toneladas de virutas de madera, tres toneladas de algodón y dieciséis kilómetros de óleos.
El 21 de julio de 1941 las primeras bombas cayeron sobre Leningrado. Los ataques aéreos causaban apagones y obligaban a resguardase en los refugios de los sótanos. Los golpes de los bombardeos y los proyectiles de la artillería hacían necesarias inspecciones de edificios, retirada de objetos de colecciones dañados o amenazados, y reparaciones de edificios cuando era posible, especialmente el cierre al tiempo adverso.
El 30 de agosto de 1941 la evacuación de la colección de la Sala III de trescientas cincuenta y una cajas fue cancelada porque las fuerzas nazis cortaron la última línea de ferrocarril abierta el día antes. Había tablas pero faltaban carpinteros. Los materiales de embalaje ya se habían agotado, lo que forzó al personal del Hermitage a pedir cajas de madera, cartón y otros materiales para embalar a almacenes y tiendas locales. La colección embalada de la Sala III del Hermitage no salió sino que se quedó preparada en sus cajas en el suelo durante el resto de la guerra.
El 4 de septiembre de 1941 la primera artillería de gran alcance golpeó la ciudad. El 6 de septiembre de 1941 las primeras bombas cayeron de los aviones. El 21 de septiembre de 1941 todos los ciudadanos de Leningrado fueron llamados como voluntarios para defender la ciudad. El 7 de octubre de 1941 Hitler juró que destruiría completamente la urbe.
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