Foro Segunda Guerra Mundial

Como todos saben, la 2º DB (División Blindada) surgió de la columna de Leclerc, reorganizada en Marruecos, después de sus extraordinarias hazañas en el Sahara y en Túnez, con la ayuda de material cedido a Francia por el Gobierno de los Estados Unidos. Como lo demuestran, por otra parte, las notables victorias del Primer Ejército francés, la participación de esta gran unidad en las operaciones occidentales demuestra que los acuerdos de Anfa (Casablanca), concertados entre el presidente Roosevelt y el General Giraud, con vistas al rearme de las divisiones africanas, fue una de las inversiones más felices de la industria estadounidense. La mencionada división incluía:
— el Regimiento de Marcha del Chad (C.M.T.),
— el 501º Regimiento de Carros de Combate (R. C. C),
— el 12º Regimiento de Coraceros,
— el 12º Regimiento de Cazadores Africanos,
— el 1º Regimiento de Marcha de Spahis marroquí (R. M.S. M.),
— el 3º Regimiento de Artillería Colonial (R.A.C),
— el 2º Grupo del 64º Regimiento de Artillería de la División Blindada (R.A.D.B.),
— el 1º Grupo del 4º Regimiento de Artillería del Norte de África (R.A.N.A.),
— el Regimiento Blindado de Fusileros Marinos (R.B.F.M.),
— el 22º Grupo Colonial de Fuerzas Terrestres Antiaéreas (F.T.A.),
— el 13º Batallón de Ingenieros,
— una compañía de comunicaciones,
— un batallón de sanidad,
— un grupo de escuadrones de reparación,
— dos compañías de trenes,
— dos compañías de servicios

Pero esta enumeración todavía sólo se refiere al orden administrativo de batalla de la 2º DB y a los distintos colores de los listones de las gorras. Para determinar el valor táctico de una unidad tan grande, revisemos sus medios de combate. Observemos, en primer lugar, que el 12º de Coraceros y el 12º de Cazadores, así como el 501º R.C.C, están efectivamente reducidos al valor de tres batallones blindados de tipo estadounidense. Cada uno de ellos está formado por cuatro compañías de tanques: tres de tanques medianos, modelo General Sherman o M 4, armados con un cañón de 7,5 cm. y uno de tanques ligeros de 13 toneladas, llamado General Stuart o M 5, en terminología oficial, pero apodado Honey por las tropas. Ambos tienen 17 vehículos a orugas.

Por su parte, el 1º R. M. S. M. corresponde al Batallón Blindado de reconocimiento del otro lado del Atlántico, está equipado con Honeys y vehículos blindados de seis ruedas. En cuanto al Regimiento de Infantería de Marina Blindado, es responsable de la defensa antitanque de la división; También se divide en cuatro compañías de cazacarros o M 10, que llevan un cañón de 7,5 cm, idéntico al del Sherman, o el cañón de 7,62 o 17 libras (7,7 kg.) del ejército británico bastante más eficaz. Hay que tener en cuenta que los marineros, al utilizar sus vehículos, anotaron los nombres de sus torpederos: Tempête, Orage, Bourrasque, Sirocco, Simoun, etc.

La artillería de la 2º DB, a pesar de sus nombres tradicionales, forma en realidad tres grupos de obuses autopropulsados ​​a orugas de 10,5 cm, del modelo denominado Priest, montados sobre chasis Sherman. Sus baterías son de seis piezas. Los franceses hoy llaman F. T. A., lo que todavía llamamos D. C. A. (defensa contraárea), y el 22º Grupo Colonial, al igual que sus homólogos estadounidenses, debe incluir cuatro baterías con 8 piezas de 4 cm. Bofors, fabricados bajo licencia por la industria estadounidense. El 13º Batallón de Ingenieros, en lugar de las dos compañías de 1940, se ha convertido en un gran cuerpo de tropas, cuya fuerza supera los mil hombres.

Esto es precisamente lo que se necesita para poner en marcha los numerosos y potentes equipos que la previsión de los Estados Unidos ha puesto a su disposición: bulldozers pequeños y grandes, scrapers, escarificadores, motosierras y nada menos que 340 metros de elementos Bailey, sin contar 48 dispositivos de elevación. Sobre esta unidad también recaen los peligros de la remoción de minas, ya sea utilizando el dispositivo de detección electromagnético, apodado Hoover por las tropas, debido a su parecido con la aspiradora muy conocida por nuestras amas de casa, o que se impulsen los Sherman especializados y escudriñan el suelo con sus mayales. Equipados de esta manera, los zapadores del General Leclerc no mentirán ni a las tradiciones del arma técnica, ni al lema con el que adornan a sus camaradas blindados: "Sígueme, pasarás".

Los servicios muestran el mismo progreso. Al convertirse en Batallón Médico, por ejemplo, el antiguo Grupo Divisional de Sanidad ha cambiado mucho desde los tiempos ya lejanos de la primera campaña francesa (1940). Como todos los demás cuerpos de tropas de la DB, está lujosamente equipado con 209 vehículos motorizados, 58 ambulancias, 26 semiorugas, la versión americana del Panzergrenadierwagen del ejército alemán, 34 jeeps y 15 estaciones de radio.

Nunca, en ningún ejército del mundo, el arma azul, como decimos en Suiza, ha ido tan rápido y, junto a estos admirables inventos de la medicina que son la penicilina y el plasma sanguíneo, esta rapidez de sus intervenciones en el campo de batalla se explica fácilmente. Nos muestra la impresionante proporción de sus éxitos en su lucha contra la muerte: del 70 al 80% de curaciones entre los heridos en el tórax y el abdomen.

Y todo lo demás debe coincidir, sin olvidar ese engranaje esencial en el funcionamiento de una división blindada que es el grupo de escuadrones de reparación. Está organizado en cuatro escuadrones, cada uno de los cuales supervisa a 400 instaladores, soldadores, torneros, electricistas, pintores, etc., y forma otros tantos talleres motorizados, capaces de manejar hasta 50 vehículos a la vez, elegidos entre aquellos cuyos daños escapan a los necesariamente medios limitados de los Talleres del Regimiento.

Toda la división incluye un total de 4.200 vehículos de todo tipo, incluidos unos 250 tanques. Despliega una potencia motriz de 450.000 caballos, lo que explica un consumo de combustible de unos 250.000 litros cada 100 kilómetros. Su armamento incluye 650 cañones de 3,7, 4, 7,5, 7,62 y 10,5 cm, así como 2.100 ametralladoras de 7,5 y 12,7 mm. Sus transmisiones requieren de 1200 aparatos de radio de diversas potencias, de los cuales la compañía de transmisión divisional, además de operar su propia red de enlaces, asegura la reparación o reposición.

En total, se calculó que en una gran unidad blindada del tipo que el General Leclerc llevó a la victoria, llegaba a más de dos toneladas de acero por hombre. Repitamos una vez más: estamos muy lejos de esa extraña guerra que preparó el camino para una extraña derrota... En la era industrial que vivimos, la cara de las cosas cambia rápidamente.

Sin embargo, tan pronto como se entra en combate, o más bien tan pronto como se reagrupó antes del salto, en su zona de espera en Cotentin, la organización de la 2º DB o de sus homólogos francés y americano ya no corresponde al orden de batalla que se mencionó anteriormente.

Los diversos regimientos o batallones enumerados anteriormente se dividen para formar grupos mixtos de todas las armas. En la 2º DB, estas formaciones, mucho mejores que las de marcha, debido a su estabilidad, llevaban el nombre de sus jefes: los Coroneles Dio, Langladel, Guillebon y el Comandante Rémy, y a diferencia del 1º Ejército francés, conservaron en memoria de su primer origen, el nombre estadounidense de Combat Command, abreviado como CC, con un número que va del 1 al 6.

En cualquier caso, el número y los recursos puestos a las órdenes del General Leclerc permitieron formar tres grupos tácticos pesados, encuadrando:
— un batallón motorizado del R. T. M.,
— un regimiento de tanques,
— un grupo de cañones de orugas autopropulsados,
— un escuadrón de reconocimiento procedente del R. M. S. M.,
— un escuadrón de destructores procedentes de la R.B.F.M.,
— una compañía de ingenieros del 13º de Ingenieros,
— una compañía de sanidad.

Es decir, como medio de combate, alrededor de un centenar de tanques, incluidos 51 Sherman, 34 Honeys y 17 destructores, así como 18 Priest cortos de 10,5 cm. Un cuarto grupo táctico ligero (Rémy), incluía los cuatro escuadrones no distribuidos del R. M. S. M., el último escuadrón del R. B. F. M. y refuerzos de artillería e ingenieros, variando según las misiones y la disponibilidad.

Éste es, por tanto, el régimen de descentralización, parte esencial, al parecer, del sistema estadounidense desde 1942. De los medios orgánicos de su gran unidad, sólo permanecen en manos del comandante de la división las compañías de ingenieros pesadas, los destructores, las baterías F. T. A. que no se destacaron a los grupos, y los servicios.

Sin embargo, en el ejército francés, esta descentralización de recursos contradice la tradición heredada de la Primera Guerra Mundial. Toda la doctrina, por el contrario, insistía en el principio de la batalla dirigida desde muy alto, lo que implicaba, en consecuencia, el mantenimiento en manos del líder de las armas más necesarias para hacer valer su influencia en el desarrollo del combate.

Por lo demás, el comandante de la DB no quedará completamente privado. Dispondrá de las baterías que le asignará el cuerpo de ejército. Para ello, la industria estadounidense construyó el M 12 o Long Tom; Se trata de un tubo francés de 15,5 cm de longitud, modelo G. P. F., de la otra guerra, o su réplica americana, montado sobre chasis Sherman. Este dispositivo tendría un alcance de 18 kilómetros. Y las dificultades de observación, en este caso, no juegan ningún papel, porque cada grupo de artillería de tipo americano tiene, orgánicamente, los ojos y la radio de dos aparatos de tipo Pipercub, apodados Jeeps volantes.

Mejor aún, la previsión estadounidense y la ausencia total de la Luftwaffe desde los primeros días de 1944 liberaron miles de aviones de la RAF o de la USAAF para misiones tácticas y de apoyo terrestre. Incluso los cuatrimotores de aviación estratégica acudieron, en ocasiones, para prestar asistencia a sus compañeros de tierra. Así, a la salida de Alençon, el 3º Ejército americano (General Patton) ofreció a la 2º DB la cooperación de 600 bombarderos pesados, para reactivar su avance y cubrir su columna derecha ante un posible ataque del enemigo. Según el testimonio del Capitán du Hays, el General Leclerc rechazó esta propuesta, a pesar de su excesiva generosidad, o incluso a causa de ella.

Y lo que hemos visto con nuestros ojos, en Falaise, en Argentan, en Vire o en Valognes, no deja de hacernos comprender y aprobar la reserva mostrada a este respecto por el glorioso jefe de guerra francés. Porque, seamos honestos, el famoso método de la "alfombra de bombas" se ha parecido demasiado a menudo al utilizado por el oso contra el entusiasta del jardín (fábula *). Como regla general, durante el período de movimiento de la segunda campaña francesa, las divisiones blindadas estadounidenses y francesas contaron cada una con la cooperación aérea permanente de un grupo de cazabombarderos del tipo Republic-Thunderbolt P 47, armados con 6 ametralladoras pesadas 12,7 mm., 8 cohetes o incluso cargados con bombas de hasta 1000 kilos.

El 13 de septiembre de 1944, la 2º DB que marchaba a la derecha del 3º Ejército estadounidense, al acercarse al Mosela, aguas abajo de Epinal, se vio repentinamente contraatacada por un grupo blindado alemán puesto bajo el mando del General Hasso von Manteuffel. Mientras los cazacarros de la R.B.F.M. combatían valientemente con los Panteras y Pz Kw IV de la 112ª Brigada Panzer, el General Leclerc pidió apoyo aéreo, como los franceses, según los estadounidenses, llaman cooperación aérea.

La conexión entre el campo de batalla y la base de Le Mans está tan bien establecida que 45 minutos después de la petición, los primeros Thunderbolts aparecen sobre Dompaire, Darney y Damascus. Sus intervenciones están tan bien dirigidas desde tierra, que por la noche dicha 112ª Brigada Panzer había dejado atrás 59 de sus tanques, de los 90 con los que contaba la misma mañana de este verdadero combate de encuentro.

Todo esto demuestra que el comandante de la división blindada no tiene motivos para lamentar los recursos que asigna a sus grupos tácticos. Pero aún así la organización de éstos corresponde a la muy marcada evolución de los procedimientos de combate entre 1940 y 1944. Una vez logrado esto, podremos mezclar aún más los elementos, para hacer actuar, por debajo del comando de combate, subgrupos del valor de un batallón mixto. Ésta era la costumbre en la división Leclerc, tanto en Normandía como en Alsacia.

* - un hombre y un oso solitarios ambos se encuentran y van juntos. Un día mientras el hombre duerme una mosca se posó en su nariz y el oso para aplastar la mosca usa una piedra con el resultado de aplastar la mosca junto con la cabeza del hombre.

Fue el día después de la ruptura de las líneas alemanas en Cotentin por parte de los 8º y 19º Cuerpos de Ejército del General Bradley que la 2º División Blindada cruzó el Canal de la Mancha para reagruparse al sur de Cherburgo. El 08 de agosto se trasladó de Avranches a Le Mans, pasando por Château-Gonthier (200 km), para quedar bajo las órdenes del Mayor General W. H. Haislip, comandante del 15º Cuerpo estadounidense, que a su vez quedó bajo el mando del 3º Ejército (General George S. Patton). La víspera, cuatro divisiones blindadas alemanas, en virtud de una Führerbefehl emitida por el canciller Hitler al Mariscal von Kluge, habían lanzado un contraataque en la región de Mortain, con la intención de llegar a Avranches e interceptar las comunicaciones de las fuerzas aliadas en combate en Bretaña, Maine y Anjou.

El General Patton, por todo esto, no cambia nada en sus disposiciones. Al pasar el cuello de botella de Avranches, algunos elementos ligeros de la 2º División Blindada entraron en contacto con el enemigo, pero el General Leclerc no se demoró. El comandante del 3º Ejército, por el contrario, pretendía aprovechar la temeridad del adversario para arrollar la retaguardia del 7. Ejército alemán, en el momento en que, saliendo de Caen y Thury-Harcourt, el 2º Ejército británico y el 1º canadiense hicieron un esfuerzo para enfrentarlo, en dirección a Falaise.

El 15º Cuerpo de Ejército será el responsable del golpe decisivo. Para ello, el General Haislip lo dividió en dos grupos:
— a la derecha, en el eje Mamers-Sées, la 5º DB US y la 79º DI US,
— a la izquierda, en el eje Le Mans-Argentan,la 2º DB y la 90º DI US.

El contacto se establece muy cordialmente entre los dos aliados. Según el capitán du Hays que nos entregó algunas copias, las órdenes estadounidenses eran breves, sencillas, claras e imperativas. Nunca interfieren en la esfera de apreciación del subordinado ni se pierden en detalles vanos de ejecución. A veces se les ha criticado por su falta de flexibilidad, porque, según nos dicen, prevalece al otro lado del Atlántico el principio de no dar marcha atrás nunca en una decisión tomada.

Pero lo que compensa esta rigidez es que la batalla se libra como un asunto estadounidense, es decir, con gran generosidad de medios, por no decir prodigalidad. Al salir de Le Mans, el General Leclerc recibió el apoyo de dos grupos (artillería) de 10,5 y 15,5 cm. Durante su famosa marcha de Baccarat a Estrasburgo, el estado mayor del 15º Cuerpo y el del 7º Ejército destacaron a su gran unidad, siete grupos de 10,5 y 15,5 cm corto y largo y de orugas de 20,3 cm. En verdad, no se trata de un desprendimiento que se le concede sin escatimar, sino de una verdadera inversión de capital, basada en la rentabilidad de la empresa.

Durante la jornada del 10 de agosto se produjo el primer éxito de la 2º DB. Para empezar, avanza y rechaza a la 9. Panzer que intentaba bloquear su ruta hacia Alençon. Al día siguiente, al anochecer, sorprendiendo a esta ciudad, sus elementos de reconocimiento se apoderaron de los puentes del Sarthe, sin que el enemigo tuviera tiempo de volarlos. Fue el General Leclerc quien, en persona y con un bastón en el brazo, instaló sus puestos de avanzada en la cabeza de puente, en la margen derecha del río. Como un verdadero líder blindado, manda desde la vanguardia de su primer escalón.

Así que se apresura a aproximar el grueso. El día 12 de agosto será el día decisivo, porque, al continuar su marcha hacia el Norte, la 2º DB se encontrará con las columnas de las 2. y 116. Panzer. Estos últimos, de hecho, han abandonado el contraataque de Mortain y buscan establecerse en el frente de Alençon - Sées, para permitir que el 7. Ejército del Reich se repliegue hacia el Sena, por la buena carretera de Argentan.

La batalla del 12 de agosto de 1944 se desarrolló en un terreno poco propicio para el uso de armas blindadas. Se caracteriza por numerosas pequeñas colinas que se elevan hasta los 300 o 400 metros sobre el nivel del mar. Generalmente los coronan grandes bosques de robles y hayas; no son tan densos como para que no puedan reunirse allí, al abrigo de la vista aérea, miles de hombres y cientos de cañones y tanques. Por otro lado, aparte de estas grandes manchas verdes que componen en el mapa los bellos bosques de Ecouves, Perseignes y Gouffern es un verdadero revoltijo de bosques altos y arboledas y, al igual que en Normandía, todas las carreteras del país están bordeadas de setos. Por lo tanto, las vistas lejanas son aún más raras aquí que en el campo de Caen, debido al relieve ondulado y como arrugado.

El bosque de Ecouves domina la región. Esta es la razón por la que el General Leclerc decidió sortear este obstáculo donde sus vehículos de orugas tendrían dificultades contra el Panzerschreck, el Panzerfaust, las armas antitanques de 8,8 cm y las barreras de minas enemigas. Mientras que la agrupación Langlade atacará al enemigo de frente, la agrupación Billotte lo flanqueará desde el este, invadiendo la zona de acción reservada a la 5º División Blindada estadounidense.

Este movimiento se realizó con cierta fricción, no con los blindados aliados, porque los franceses se mantenían unos kilómetros por delante de la columna derecha del 15º Cuerpo de Ejército, sino con el Apoyo Aéreo que agrupaba 600 aviones cuatrimotores. El objetivo de su intervención pasó a ser el bosque de Perseigne, en el momento en que el grupo Billotte entró allí.

Al final se evitó lo peor y, una vez llegado a Sées, el Coronel Billotte dividió su comando de combate para lanzar el subgrupo Putz contra el extremo norte del bosque de Ecouves. Este último entra audazmente y se une, en un lugar llamado Croix de Médavy, a los primeros elementos del grupo Langlade. Por su parte, el Coronel Dio, formando la derecha de la 2º DB, pasó sobre el centro de la 2. Panzer. Tanto es así que al día siguiente, 13 de agosto de 1944, el General Leclerc reagrupó toda su gran unidad al oeste de Argentan.

A su derecha, la 5º División Blindada y el 90º de Infantería estadounidenses ocupan Argentan. A su izquierda, la 3º DB estadounidense, subordinada al General Hodges, está en contacto con la misma. Frente a él, el 1er Ejército canadiense llegó frente a Falaise. Sin embargo, hay 23 kilómetros entre Argentan y Falaise, mientras que los elementos retrasados ​​del 7. Ejército alemán todavía tienen que recorrer 55 para llegar al final del bolsón. A pesar de los heroicos esfuerzos a los que debemos rendir homenaje, aunque sólo sea para apreciar la victoria de sus adversarios, aquí quedan atrapadas catorce divisiones de la Wehrmacht.

Como vemos, la participación de la división Leclerc en esta decisiva victoria aliada en el teatro de operaciones occidental fue tan brillante como importante; a él debemos atribuir la derrota de las 2., 9. y 116. Panzer que formaban la seguridad del 7. Ejército del Reich, y esta derrota explica su catástrofe.

Luego está la flexibilidad de las grandes unidades blindadas del tipo de la División Leclerc, cuando los líderes son de la calidad de Billotte, Langlade o Dio. Utilizan las carreteras nacionales para facilitar el recorrido. En realidad, la táctica del mando de combate es la de la infiltración. A la menor resistencia decidida, uno de sus subgrupos se disloca, toma un pequeño cruce o incluso un camino forestal, para presentarse, en un tiempo increíblemente corto, detrás de la defensa.

Finalmente, las pérdidas de material de la 2º División Blindada fueron considerables. Se trata de grupos de dos a cinco tanques inmovilizados para la eternidad, que nos encontramos frente a cada uno de los puntos de apoyo ocupados por la Wehrmacht entre el 09 y el 13 de agosto. El disparo antitanque de 8,8 cm parece haber sido siempre fatal para el Sherman, y el impacto de la carga hueca fue la mayoría de las veces fatal, hasta el punto de que un valiente experimentado, como el Capitán du Hays, nos confesó que, en en la columna, no disputamos ser el tanque líder.

Por supuesto, cada uno fue por turno, pero no intentaron anticipar esta vuelta de honor. Sin embargo, si la 2º División no dejó de avanzar fue porque podía contar con la pronta reposición de todos los vehículos que dejaba en el camino. Una vez más, el poder industrial de Estados Unidos influyó decisivamente en el equilibrio de fuerzas.

Pero esta experiencia puede llevarnos a otra conclusión, y es que las pérdidas de personal no tenían por qué corresponderse con las pérdidas de equipos. Esto significa que en la mayoría de los casos las tripulaciones pudieron escapar de sus vehículos en llamas. De ahí un aspecto del combate antitanque que no debe descuidarse: junto al arma perforante, detrás de la barrera de minas, conviene colocar un elemento de infantería destinado a dejar fuera de combate a los cuatro o cinco hombres, en el momento en que abandonan al monstruo inmovilizado.

De lo contrario, hay muchas posibilidades de que, veinticuatro horas más tarde, vuelvan a trabajar a bordo de un nuevo vehículo. La ferocidad de la infantería y su puntería son valores a los que la experiencia de 1944 da expresiones distintas a las de 1939. Sin embargo, estos valores conservan su carácter permanente.