La Operación Niwi y el problema de la fricción.
Publicado: Jue Nov 03, 2011 1:08 am
Para esta, mi primera intervención seria en el Foro, he decidido traer a colación la "curiosa" operación aerotransportada que llevaron a cabo los alemanes el 10 de Mayo de 1940 en apoyo del Panzergruppe Guderian durante la invasión de Francia y Países Bajos: La Operación Niwi. Digo "curiosa" por los medios utilizados para llevar a cabo la misión y que no eran otros que los aviones de enlace Fi-156 "Fieseler Storch= viewtopic.php?f=16&t=4879&hilit=fieseler+storch" onclick="window.open(this.href);return false;" un magnífico aparato utilizado por los alemanes en todos los frentes y durante toda la guerra, pero que se emplearon aquí en un rol totalmente ajeno a sus características y "curiosa" también por las consecuencias operacionales negativas provocadas por resultados tácticos positivos.
Para ello he traducido la parte que nos relata esta acción en la obra de Karl-Heinz Frieser "The Blitzkrieg Legend. The 1940 Campaign in the West" (Naval Institute Press, 2005). Comenzaré con una brevísima introducción para situar la operación para seguir luego con la traducción en si.
A las 0535 horas del 10 de Mayo se puso en marcha la maquinaria de guerra de la 1ª División Panzer. El reloj comenzaba a correr y dictaría la evolución de todas las acciones futuras. Tres horas más tarde, tras cruzar Luxemburgo, un pequeño destacamento de la División tomaba desde la marcha la localidad fronteriza belga de Martelange, mediante lo que sería un ejemplo durante toda la campaña: sorpresa y velocidad.
Desde Martelange los alemanes empujaron hacia el oeste, por el desfiladero del rio Sauer hasta Bodange. En esta localidad se había atrincherado una compañía de los Chasseurs Ardennais belgas, al mando del Mayor Maurice Bricat, que ofreció una fiera resistencia hasta que el pueblo cayó a las 1900, deteniendo de esta manera a la 1ª División Panzer durante unas seis horas. ¿Por qué los Cazadores de las Ardenas, defendieron tan heroicamente esta localidad cuando en otros lugares solo luchaban acciones dilatorias y se retiraban rápidamente tras el primer intercambio de fuego? La respuesta: una operación aerotransportada que se desarrollaba simultáneamente en el área a retaguardia de Bodange.
La Operación aerotransportada Niwi y el problema de la fricción.
“Todo es muy simple en la guerra, pero hasta la cosa más simple resulta difícil. Las dificultades se acumulan y acaban por producir una especie de fricción que es inconcebible a menos que uno haya sufrido la guerra… La fricción es el único concepto que más o menos corresponde con los factores que distinguen la guerra real de la guerra sobre el papel.”
Clausewitz, De la guerra.
El calendario para el primer día del ataque había sido siempre considerado más bien con escepticismo. Se pensó en la posibilidad de emplear tropas aerotransportadas en las áreas de retaguardia del enemigo, para abrir las fortificaciones fronterizas belgas desde atrás. Sin embargo todas las unidades paracaidistas y casi todos los aviones de transporte Ju-52 ya habían sido asignados al Grupo de Ejércitos B para su empleo el primer día del ataque en el norte. Entonces Göring tuvo la extraordinaria idea de usar el avión de enlace Fi 156 para este propósito. Este avión ligero, el famoso Fieseler Storch, requería sólo una extremadamente corta carrera de despegue (85 metros) e incluso una más corta de aterrizaje (27 metros), de manera que cualquier pradera amplia podía ser usada como pista de aterrizaje. El problema era que el Fieseler Storch sólo podía transportar dos hombres más a parte del piloto y se había planeado utilizar a 400 hombres para esta misión de comandos. Esto significaba que cien Fieseler Storch deberían de utilizarse para transportar las unidades asignadas en dos oleadas con un trayecto de ida y vuelta de dos horas. Estas eran dos compañías del 3er Batallón del Regimiento de Infantería Grossdeutschland, reforzadas por ingenieros de asalto. ¿Cómo pudo semejante gran agrupación de aeronaves volar sobre las posiciones enemigas sin recibir fuego? La Misión Aerotransportada Niwi, que implicaba la utilización de un extraordinario avión en un rol totalmente extraño, no era otra cosa que una improvisación aventurada, que suponía incalculables riesgos. Simboliza absolutamente el método empleado por el mando militar, en esta campaña en particular, para salvar la brecha entre objetivos audaces y recursos inadecuados.
El nombre en clave Niwi, en absoluto significaba Nicht Wissen (desconocido), como muchos soldados entrenados para esta estrictamente secreta misión empezaban a creer. En su lugar, estaba formado por las iniciales de las dos localidades belgas donde el aterrizaje iba a tener lugar Nives y Witry.
El Grupo del Norte (11 Cia. Capitán Kruger) debía tomar tierra en Nives para apoyar el avance de la 2a División Panzer. El Grupo del Sur (10 Cia.) estaba personalmente liderado por el Teniente Coronel Eugen Garski, el comandante del batallón. Debía ser puesto en tierra en Witry con el objetivo de avanzar hacia Bodange, en el sector de ataque de la 1a División Panzer.
La misión de la operación aerotransportada era:
1. Cortar las comunicaciones y enlaces en las carreteras Neufchateau-Bastogne y Neufchateau-Martelange;
2. Prevenir la aproximación de reservas desde el área de Neufchateau; y
3. Facilitar la captura de fortines y el avance como tal, ejerciendo presión contra la línea de fortines a lo largo de la frontera, desde la retaguardia.
Los Fieseler Storch despegaron de sus aeródromos cerca de Bitburg, alrededor de las 0520 del 10 de Mayo. Puntualmente, a las 0535, volaban sobre la frontera al norte de Wallendorf. Debieron cruzar Luxemburgo en un vuelo de baja altitud, entre unos 15-30 metros, que hizo la orientación más dificultosa. Con todo, sobrevolaron la frontera belga en Martelange de acuerdo con el plan aproximadamente a las 0550. Exactamente a las 0600, el avión de Garski aterrizaba en Witry, en la zona seleccionada, a unos pocos metros al norte de Traimont. Nada más abandonar el aparato, Garski comprobó para su sorpresa que sólo cinco aviones habían aterrizado.
Justo diez minutos antes una grotesca secuencia de fricciones había tenido lugar precisamente en el punto crítico, el cruce de las posiciones enemigas a lo largo de la frontera belga. El Grupo Norte bajo el mando de Kruger recibió de repente fuego de armas ligeras en el área de Martelange, tras lo cual el piloto de la aeronave que lideraba la formación realizó una maniobra evasiva. Se perdió y continuó volando en la dirección equivocada.
Cumpliendo el dicho de que llueve sobre mojado, el error de navegación del grupo del norte, trajo repercusiones negativas en el grupo del sur. Mientras volaba a través de un banco de niebla, de repente se perdió el contacto entre los primeros cinco aviones y los cincuenta y uno restantes que les seguían. Súbitamente, sin embargo, este segundo grupo descubrió un grupo de Fieseler Storch, justo enfrente. Asumiendo que este era su propio grupo, simplemente los siguieron. Inmediatamente después, ambas formaciones aterrizaron en Leglise, aproximadamente a 15 kilómetros al sur del lugar designado para el aterrizaje del Grupo Norte y a unos 9 kilómetros al sur del lugar designado para el Grupo Sur. Algunos aviones sufrieron roturas durante el aterrizaje y se incendiaron. Además los grupos estaban totalmente mezclados. Kruger estaba totalmente ocupado tratando de reunir sus desperdigados soldados. Mientras tanto había ordenado confiscar varios vehículos, de manera que en un abigarrado convoy pudo avanzar en dirección norte hacia la designada área de acción. A la salida de la localidad de Leglise, sin embargo, se encontró con una patrulla belga y algunos vehículos blindados T-15. Los alemanes tuvieron que desmontar inmediatamente de sus vehículos. Kruger y sus hombres hicieron entonces el camino a pie hacia el norte alcanzando Witry poco después de las 1300, donde Garski llevaba tiempo en acción con lo que quedaba del Grupo Sur.
Según aterrizó, alrededor de las 0600, Garski fue capaz de reunir sólo nueve hombres. A pesar de ello bloqueó inmediatamente la carretera Witry-Neufchateau “como un salteador de caminos”. Al final, la segunda oleada aterrizó de acuerdo con el plan a las 0800, de modo que fue capaz de rechazar un contraataque belga procedente del área de Witry. A primeras horas de la tarde, después de una prolongada odisea, Krüger apareció con los hombres de la primera oleada que habían aterrizado en Leglise por error. Con su apoyo, Garski continuó el avance sobre la retaguardia de las fortificaciones fronterizas belgas en Bodange. A las 1730 sus elementos de vanguardia establecieron contacto con las unidades avanzadas de la 1ª División Panzer en Fauvillers. Esto significaba que la misión se había completado.
Mientras tanto, lo siguiente había estado sucediendo en el Grupo Norte: La segunda oleada bajo el mando del Teniente Obermeier aterrizó en Nives a las 0805. Pese a la búsqueda intensiva, fue imposible encontrar un solo hombre de la primera oleada. Krüger, que debía dirigir las acciones del grupo del norte como comandante de la compañía, estaba también perdido. No obstante, Obermeier decidió bloquear la carretera Neufchateau-Bastogne, a pesar de que sólo contaba con dos débiles pelotones de infantería. En ese día fue capaz de derrotar varios ataques lanzados desde el norte por elementos del Batallion Median de Chasseurs Ardennais belgas y desde el sur por fuertes unidades de reconocimiento de la francesa 5ª Division Legere de Cavalerie. En las últimas horas de la tarde, se produjo un ataque masivo francés con tanques y apoyo de infantería que obligó a los alemanes a retirarse. Los franceses, sin embargo, cayeron en un engaño. Se detuvieron en frente de una barrera falsa y no continuaron; en lugar de eso se retiraron de nuevo a la caída de la noche. A la mañana siguiente, los elementos de vanguardia de la 2ª División Panzer pasaron a través del pueblo. De esta manera Obermeier había cumplido también su misión pese a que tuvo que hacer frente involuntariamente a tal asignación importante de mando.
El resultado final fue que a pesar de todas las fricciones fue sin embargo posible convertir la Operación Niwi en un éxito, pese a que en realidad parecía condenada al fracaso desde el principio. Sin sospecharlo, sin embargo, Garski había creado una nueva, mucho más fatídica, fricción que convirtió el propósito de su misión –acelerar la ruptura de las fortificaciones fronterizas belgas- en justo lo contrario. Esto se debió a una concatenación de coincidencias singulares. Los Chasseurs Ardennais no tenían asignada, en realidad, ninguna misión defensiva, solo una dilatoria. En consecuencia, la 5ª Cía desplegada en Bodange, se suponía que tenía que hacer detonar las cargas de las barreras, resistir brevemente e inmediatamente romper el contacto con el enemigo. Ninguno de sus superiores demandó del Mayor Maurice Bricart que se sacrificara a si mismo y a su compañía y defendiera el desfiladero de Bodange, imitando a Leonidas quien en el año 480 A.C. había bloqueado el paso de las Termópilas con sus Espartanos. En vez de eso, el 1er Regimiento de los Chasseurs Ardennais en Neufchateau recibió una orden de la división a las 1420 para retirar inmediatamente las unidades desplegadas a lo largo de la frontera. Esa orden debería de haber pasado al 2º Batallón en Fauvillers y desde aquí a la 5ª Cía en Bodange. Si todo hubiera seguido su curso con normalidad, entonces Bricart y sus hombres podrían haber abandonado sus posiciones incluso antes de las 1500 y los alemanes habrían evitado el problema del retraso provocado por el combate.
La orden de retirada nunca llegó a Bricart. La culpa de esto hay que otorgársela a Garski, quien cumplió su misión con resolución, pese que al principio sólo disponía de nueve hombres después de aterrizar en Traimont, cerca de Witry. Según enfatizó en su informe tras la acción, ordenó inmediatamente cortar las líneas telefónicas y bloquear la carretera. Detuvo varios vehículos y ordenó la captura de dos mensajeros motociclistas belgas. El tramo entre Fauvillers y Neufchateau fue así bloqueado. Para asegurarse, el regimiento envió un radio-mensaje adicional concerniente a la retirada al Mayor Agon, el oficial al mando del 2º Batallón, pero este no pudo ser descifrado correctamente en Fauvillers. Sin desear minimizar la valentía de los Chausseurs Ardennais, la gesta heroica en Bodange fue en realidad el resultado de una ruptura de las comunicaciones. Este es precisamente el motivo para que desde el punto de vista alemán la Operación Aerotransportada Niwi debe ser considerada como un fracaso con “efecto boomerang”. Perjudicó al Panzer Korps Guderian mucho más de lo que lo ayudó.
Clausewitz dedicó un capítulo a la “fricción en la guerra”. Para ilustrarla es difícil encontrar un mejor ejemplo práctico que la Operación Niwi y la consiguiente lucha por Bodange.
Para ello he traducido la parte que nos relata esta acción en la obra de Karl-Heinz Frieser "The Blitzkrieg Legend. The 1940 Campaign in the West" (Naval Institute Press, 2005). Comenzaré con una brevísima introducción para situar la operación para seguir luego con la traducción en si.
A las 0535 horas del 10 de Mayo se puso en marcha la maquinaria de guerra de la 1ª División Panzer. El reloj comenzaba a correr y dictaría la evolución de todas las acciones futuras. Tres horas más tarde, tras cruzar Luxemburgo, un pequeño destacamento de la División tomaba desde la marcha la localidad fronteriza belga de Martelange, mediante lo que sería un ejemplo durante toda la campaña: sorpresa y velocidad.
Desde Martelange los alemanes empujaron hacia el oeste, por el desfiladero del rio Sauer hasta Bodange. En esta localidad se había atrincherado una compañía de los Chasseurs Ardennais belgas, al mando del Mayor Maurice Bricat, que ofreció una fiera resistencia hasta que el pueblo cayó a las 1900, deteniendo de esta manera a la 1ª División Panzer durante unas seis horas. ¿Por qué los Cazadores de las Ardenas, defendieron tan heroicamente esta localidad cuando en otros lugares solo luchaban acciones dilatorias y se retiraban rápidamente tras el primer intercambio de fuego? La respuesta: una operación aerotransportada que se desarrollaba simultáneamente en el área a retaguardia de Bodange.
La Operación aerotransportada Niwi y el problema de la fricción.
“Todo es muy simple en la guerra, pero hasta la cosa más simple resulta difícil. Las dificultades se acumulan y acaban por producir una especie de fricción que es inconcebible a menos que uno haya sufrido la guerra… La fricción es el único concepto que más o menos corresponde con los factores que distinguen la guerra real de la guerra sobre el papel.”
Clausewitz, De la guerra.
El calendario para el primer día del ataque había sido siempre considerado más bien con escepticismo. Se pensó en la posibilidad de emplear tropas aerotransportadas en las áreas de retaguardia del enemigo, para abrir las fortificaciones fronterizas belgas desde atrás. Sin embargo todas las unidades paracaidistas y casi todos los aviones de transporte Ju-52 ya habían sido asignados al Grupo de Ejércitos B para su empleo el primer día del ataque en el norte. Entonces Göring tuvo la extraordinaria idea de usar el avión de enlace Fi 156 para este propósito. Este avión ligero, el famoso Fieseler Storch, requería sólo una extremadamente corta carrera de despegue (85 metros) e incluso una más corta de aterrizaje (27 metros), de manera que cualquier pradera amplia podía ser usada como pista de aterrizaje. El problema era que el Fieseler Storch sólo podía transportar dos hombres más a parte del piloto y se había planeado utilizar a 400 hombres para esta misión de comandos. Esto significaba que cien Fieseler Storch deberían de utilizarse para transportar las unidades asignadas en dos oleadas con un trayecto de ida y vuelta de dos horas. Estas eran dos compañías del 3er Batallón del Regimiento de Infantería Grossdeutschland, reforzadas por ingenieros de asalto. ¿Cómo pudo semejante gran agrupación de aeronaves volar sobre las posiciones enemigas sin recibir fuego? La Misión Aerotransportada Niwi, que implicaba la utilización de un extraordinario avión en un rol totalmente extraño, no era otra cosa que una improvisación aventurada, que suponía incalculables riesgos. Simboliza absolutamente el método empleado por el mando militar, en esta campaña en particular, para salvar la brecha entre objetivos audaces y recursos inadecuados.
El nombre en clave Niwi, en absoluto significaba Nicht Wissen (desconocido), como muchos soldados entrenados para esta estrictamente secreta misión empezaban a creer. En su lugar, estaba formado por las iniciales de las dos localidades belgas donde el aterrizaje iba a tener lugar Nives y Witry.
El Grupo del Norte (11 Cia. Capitán Kruger) debía tomar tierra en Nives para apoyar el avance de la 2a División Panzer. El Grupo del Sur (10 Cia.) estaba personalmente liderado por el Teniente Coronel Eugen Garski, el comandante del batallón. Debía ser puesto en tierra en Witry con el objetivo de avanzar hacia Bodange, en el sector de ataque de la 1a División Panzer.
La misión de la operación aerotransportada era:
1. Cortar las comunicaciones y enlaces en las carreteras Neufchateau-Bastogne y Neufchateau-Martelange;
2. Prevenir la aproximación de reservas desde el área de Neufchateau; y
3. Facilitar la captura de fortines y el avance como tal, ejerciendo presión contra la línea de fortines a lo largo de la frontera, desde la retaguardia.
Los Fieseler Storch despegaron de sus aeródromos cerca de Bitburg, alrededor de las 0520 del 10 de Mayo. Puntualmente, a las 0535, volaban sobre la frontera al norte de Wallendorf. Debieron cruzar Luxemburgo en un vuelo de baja altitud, entre unos 15-30 metros, que hizo la orientación más dificultosa. Con todo, sobrevolaron la frontera belga en Martelange de acuerdo con el plan aproximadamente a las 0550. Exactamente a las 0600, el avión de Garski aterrizaba en Witry, en la zona seleccionada, a unos pocos metros al norte de Traimont. Nada más abandonar el aparato, Garski comprobó para su sorpresa que sólo cinco aviones habían aterrizado.
Justo diez minutos antes una grotesca secuencia de fricciones había tenido lugar precisamente en el punto crítico, el cruce de las posiciones enemigas a lo largo de la frontera belga. El Grupo Norte bajo el mando de Kruger recibió de repente fuego de armas ligeras en el área de Martelange, tras lo cual el piloto de la aeronave que lideraba la formación realizó una maniobra evasiva. Se perdió y continuó volando en la dirección equivocada.
Cumpliendo el dicho de que llueve sobre mojado, el error de navegación del grupo del norte, trajo repercusiones negativas en el grupo del sur. Mientras volaba a través de un banco de niebla, de repente se perdió el contacto entre los primeros cinco aviones y los cincuenta y uno restantes que les seguían. Súbitamente, sin embargo, este segundo grupo descubrió un grupo de Fieseler Storch, justo enfrente. Asumiendo que este era su propio grupo, simplemente los siguieron. Inmediatamente después, ambas formaciones aterrizaron en Leglise, aproximadamente a 15 kilómetros al sur del lugar designado para el aterrizaje del Grupo Norte y a unos 9 kilómetros al sur del lugar designado para el Grupo Sur. Algunos aviones sufrieron roturas durante el aterrizaje y se incendiaron. Además los grupos estaban totalmente mezclados. Kruger estaba totalmente ocupado tratando de reunir sus desperdigados soldados. Mientras tanto había ordenado confiscar varios vehículos, de manera que en un abigarrado convoy pudo avanzar en dirección norte hacia la designada área de acción. A la salida de la localidad de Leglise, sin embargo, se encontró con una patrulla belga y algunos vehículos blindados T-15. Los alemanes tuvieron que desmontar inmediatamente de sus vehículos. Kruger y sus hombres hicieron entonces el camino a pie hacia el norte alcanzando Witry poco después de las 1300, donde Garski llevaba tiempo en acción con lo que quedaba del Grupo Sur.
Según aterrizó, alrededor de las 0600, Garski fue capaz de reunir sólo nueve hombres. A pesar de ello bloqueó inmediatamente la carretera Witry-Neufchateau “como un salteador de caminos”. Al final, la segunda oleada aterrizó de acuerdo con el plan a las 0800, de modo que fue capaz de rechazar un contraataque belga procedente del área de Witry. A primeras horas de la tarde, después de una prolongada odisea, Krüger apareció con los hombres de la primera oleada que habían aterrizado en Leglise por error. Con su apoyo, Garski continuó el avance sobre la retaguardia de las fortificaciones fronterizas belgas en Bodange. A las 1730 sus elementos de vanguardia establecieron contacto con las unidades avanzadas de la 1ª División Panzer en Fauvillers. Esto significaba que la misión se había completado.
Mientras tanto, lo siguiente había estado sucediendo en el Grupo Norte: La segunda oleada bajo el mando del Teniente Obermeier aterrizó en Nives a las 0805. Pese a la búsqueda intensiva, fue imposible encontrar un solo hombre de la primera oleada. Krüger, que debía dirigir las acciones del grupo del norte como comandante de la compañía, estaba también perdido. No obstante, Obermeier decidió bloquear la carretera Neufchateau-Bastogne, a pesar de que sólo contaba con dos débiles pelotones de infantería. En ese día fue capaz de derrotar varios ataques lanzados desde el norte por elementos del Batallion Median de Chasseurs Ardennais belgas y desde el sur por fuertes unidades de reconocimiento de la francesa 5ª Division Legere de Cavalerie. En las últimas horas de la tarde, se produjo un ataque masivo francés con tanques y apoyo de infantería que obligó a los alemanes a retirarse. Los franceses, sin embargo, cayeron en un engaño. Se detuvieron en frente de una barrera falsa y no continuaron; en lugar de eso se retiraron de nuevo a la caída de la noche. A la mañana siguiente, los elementos de vanguardia de la 2ª División Panzer pasaron a través del pueblo. De esta manera Obermeier había cumplido también su misión pese a que tuvo que hacer frente involuntariamente a tal asignación importante de mando.
El resultado final fue que a pesar de todas las fricciones fue sin embargo posible convertir la Operación Niwi en un éxito, pese a que en realidad parecía condenada al fracaso desde el principio. Sin sospecharlo, sin embargo, Garski había creado una nueva, mucho más fatídica, fricción que convirtió el propósito de su misión –acelerar la ruptura de las fortificaciones fronterizas belgas- en justo lo contrario. Esto se debió a una concatenación de coincidencias singulares. Los Chasseurs Ardennais no tenían asignada, en realidad, ninguna misión defensiva, solo una dilatoria. En consecuencia, la 5ª Cía desplegada en Bodange, se suponía que tenía que hacer detonar las cargas de las barreras, resistir brevemente e inmediatamente romper el contacto con el enemigo. Ninguno de sus superiores demandó del Mayor Maurice Bricart que se sacrificara a si mismo y a su compañía y defendiera el desfiladero de Bodange, imitando a Leonidas quien en el año 480 A.C. había bloqueado el paso de las Termópilas con sus Espartanos. En vez de eso, el 1er Regimiento de los Chasseurs Ardennais en Neufchateau recibió una orden de la división a las 1420 para retirar inmediatamente las unidades desplegadas a lo largo de la frontera. Esa orden debería de haber pasado al 2º Batallón en Fauvillers y desde aquí a la 5ª Cía en Bodange. Si todo hubiera seguido su curso con normalidad, entonces Bricart y sus hombres podrían haber abandonado sus posiciones incluso antes de las 1500 y los alemanes habrían evitado el problema del retraso provocado por el combate.
La orden de retirada nunca llegó a Bricart. La culpa de esto hay que otorgársela a Garski, quien cumplió su misión con resolución, pese que al principio sólo disponía de nueve hombres después de aterrizar en Traimont, cerca de Witry. Según enfatizó en su informe tras la acción, ordenó inmediatamente cortar las líneas telefónicas y bloquear la carretera. Detuvo varios vehículos y ordenó la captura de dos mensajeros motociclistas belgas. El tramo entre Fauvillers y Neufchateau fue así bloqueado. Para asegurarse, el regimiento envió un radio-mensaje adicional concerniente a la retirada al Mayor Agon, el oficial al mando del 2º Batallón, pero este no pudo ser descifrado correctamente en Fauvillers. Sin desear minimizar la valentía de los Chausseurs Ardennais, la gesta heroica en Bodange fue en realidad el resultado de una ruptura de las comunicaciones. Este es precisamente el motivo para que desde el punto de vista alemán la Operación Aerotransportada Niwi debe ser considerada como un fracaso con “efecto boomerang”. Perjudicó al Panzer Korps Guderian mucho más de lo que lo ayudó.
Clausewitz dedicó un capítulo a la “fricción en la guerra”. Para ilustrarla es difícil encontrar un mejor ejemplo práctico que la Operación Niwi y la consiguiente lucha por Bodange.