Golpe de mano a una estación de radar

La guerra en el oeste de Europa

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pastelsjl
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Golpe de mano a una estación de radar

Mensaje por pastelsjl » Lun Sep 16, 2013 9:26 pm

Fuente: artuculo incluido en el libro Espias, agentes y soldados, escrito por Janusz Piekalkiewitz.

Gran Bretaña. 1936- En un lugar de la costa merudional de las Islas Británicas se procede a la instalación de una serie de torres de acero. El motivo de tal actividad se basa en el descubrimiento efectuado por el físico Robert Watson-Watt, de que se puede localizar la posición de los aviones en vuelo por medio de ondas de radiofrecuencia El Gobierno inglés en vista de la progresiva acometividad de la Alemania Hitleriana, resolvió que el invento resultara de gran utilidad.

En un periodo de dos años se instalaron dieciocho antenas metálicas, que abarcaban toda la costas sudoriental británica, de modo que ningún avión pueda irrumpir en dicha zona sin ser localizado. El promotor de dicho invento, Watson-Watt, es declarado, más tarde, salvador de la patria, debido a que sus torres metálicas de radar fueron un factor decisivo en la batalla de Inglaterra.

En el verano de 1937, El servicio secreto británico, tuvo noticias de que los alemanes habían instalado una serie de postes al oeste de Tilsil, junto a la localidad de Neukirchen, cuya finalidad se desconocía. Puesto qoe Londres pensaba en instalaciones de radar,Watson-Watt se trasladó a aquella región, con nombre supuesto como turista. Al no confirmarse sus suposiciones de un radar alemán en embrión, regresó a Londres satisfechó.

Lo que no podía saber Watson.Watt era que, por entonces, los alemanes no efectuaban sus experimentos de raduiolocalización en la zona que visitó, sino que lo hacia en Pelzerhaken, junto a la bahía de Lubeck, a cargo de la marina de guerra alemana.

Las investigaciones alemanas sobre el radar se iniciaron en 1934. Mientras los británicos procedían a la construcción de torres metálicas, la firma alemana Telefunken desarrolló un radiolocalizador que, con la denominación de "Wurzburg" señalaba , ademas de la distancia y el rumbo, la altitud a que volaba la maquina detectada. Goering encargó, entusiasmado 5000 de estos aparatos.

Con el fin de averiguar si los ingleses disponían de instrumentos radiolocalizadores, y si las torres instaladas en la zona de Dover se relacionaban con ellos, un grupo de científicos alemanes, se puso en movimiento el 3 de agosto de 1939. Alojados en una barquilla de un dirigible, repleto de instrumentos de medición, los alemanes se pasearon todo el día a la altura de la costa británica. Al no detectar sus aparatos, ningún género de señales, regresaron convencidos de que los ingleses conocían la técnica de las ondas reflejadas

En octubre de 1939, el agregadi navak de la embajada británica en Oslo, recibió una carta anónima, en la que se comunicaban los últimos avances técnicos realizados por Alemanía. El informe,, llegado a Oslo el 4 de noviembre, contenía una relación detallada con esquemas adjuntos de los trabajos de investigación.

Tras un escrupuloso análisis del informe, los funcionarios del servicio secreto inglés concluyeron que el documento, habida cuenta de la amplitud de los datos, no podían ser redactadas por una única persona. Junto a textos y croquis precisos de todas las armas secretas, entre ellas los proyectiles teledirigidos V1 y V2, habían informes detallados de dos sistemas de radar alemanes denominados "Freya" y "Wurburg". En principio se creyó que el documento no era más que una vulgar maniobra diversiva y quedó arrinconado durante varios años en los archivos secretos ingleses

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Antonio Machado
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Re: Golpe de mano a una estación de radar

Mensaje por Antonio Machado » Mar Sep 17, 2013 1:51 am

Hola Pastelsjl, apreciado amigo !


Mega-interesante el episodio que nos estás relatando, por supuesto que me estoy suscribiendo a este Hilo.


Gracias por compartir tus lecturas, estimado; esperamos la continuación del relato.


Saludos cordiales desde Nueva York,


Antonio Machado :sgm65:
Con el Holocausto Nazi en contra de la Raza Judía la inhumanidad sobrepasó a la humanidad.

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Audie Murphy
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Re: Golpe de mano a una estación de radar

Mensaje por Audie Murphy » Mar Sep 17, 2013 1:20 pm

documental con el asalto sobre bruneval
viewtopic.php?f=34&t=15662&p=283370#p283370
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Re: Golpe de mano a una estación de radar

Mensaje por pastelsjl » Mar Sep 17, 2013 6:59 pm

En diciembre de 1939, el acorazado Graf Spee fue hundido en el Rio de la Plata, cerca de Montevideo.. Seriamente averiado,, la nave alemana fue hundida por su propia dotación. Sin embargo, sólo se sumergió unos cuantos metros y el servicio secreto inglés centró su atención en las misteriosas instalaciones de la torre principal. Enviadas sin demora a Londres,, para ser estudiadas por los expertos en radar, se descubrió que se trataba de un aparato radiolocalizador, empleado tal vez para dirigir el tiro de las baterias.

Los técnicos de Londres comprobaron con gran sorpresa que el Graf Spee, montaba ya dicho aparato en 1938, como se reveló en unas fotografías aéreas, entonces oculto por una lona. Al iniciarse el conflicto, los ingleses no disponían de un equivalente a este radiolocalizador ni en los años siguientes, logró contar con semejante instrumento. El informe se guardó en los archivos del servicio secreto.

Wl Intelligence Service se esforzó por descubrir los secretos de la técnica alemana para la detección de aviones, a fin de organizar las contramedidas oportunas: Oficiales con formación científicas intervinieron en la tarea de descubrir todo lo que se relacionara con los instrumentos de localización.: se analizaron con rigor el comportamiento de los pilotos alemanes durante las incursiones aéreas propias, y se procedió a interrogar a los aviadores británicos al regreso de sus misiones.. Las fotografías de las instalaciones de radar alemanes, tomadas por los aviones de reconocimiento y los informes recibido de la resistencia francesa y belga, además de los datos obtenidos por los interrogatorios de los pilotos alemanes , permitieron adquirir la certeza de que el radiolocalizador tipo "wurburg", se utilizaba con éxito en la defensa antiaérea noctucna. El Profesor Reginald V, Jones, experto en radar, y los asesores científicos del Ministerio de la Guerra, recibieron la orden de averiguar todo lo posible acerca del radar alemán y desarrollar las contramedidas.

Se decidió que los bombarderos de la RAF, soltaran palomas mensajeras en sus vuelos sobre Bélgica, Holanda u el norte de Africa. De las patas de las palomas colgaban unos letreros pequeños en los que se rogaba a la persona que encontrase la paloma que informara brevemente, si en los alrededores se alzaban construcciones redondas, planas o giratorias, si era así se rogaba describir duchas construcciones soltando de nuevo la paloma.

Gracuas a este sistema.el profesor Jones pudo comprobar la existencia de multitud de nuevas instalaciones de radar en los territorios ocupados. No cabía la menor duda que, desde el cabo norte hasta el golfo de Vizcaya, se extendía una cadena de instalaciones radiolocalizadoras.

A finales de noviembre de 1941, una foto tomada a considerable altura reveló ka existencia de una estación "Freya", en las cercanías de Bruneval, en la región de Le Havre, la cual ofrecía algunas particularidades con respecto a las fotografías que se disponían hasta entonces. Desde el aparato, instalado en las proximidades de un edificio solitario, partía una vereda que conducía a un punto del acantilado.

Wl profesor Jones encargó a Tony Hill, entoncés uno de los más famosos ases de la RAF que fotografiase la instalación a la mínima altura posible, sobre todo el diminutivo punto situado junto al litoral rocoso


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Re: Golpe de mano a una estación de radar

Mensaje por pastelsjl » Mar Sep 17, 2013 9:43 pm

Las fotos mostraron un nuevo aparato, que, desde el aire, parecía un radiador parabólico, era el mismo instrumento descrito en el informe Oslo.

La localización de Bruneval se hallaba en los riscos de la costa del canal, a 20 km. al noroeste de Le Havre, allí los alemanes instalaron una estación de radar. En torno al aparato "Wurzburg", se estableció la más rigorosa zona de seguridad.

Este aparato fue tal vez el primero de su género, que reunía las funciones de emisión, recepción, localización y servicio, montado sobre una cureña. Su espejo parabóloide funcionaba como antena emisora-receptora y el dípolo rotatorio del que iba provisto indicaba con exactitud la altura y el rumbo del aparato enemigo. El dípolo, emisor de las ondas, estaba situado en el foco del espejo-antena, y giraba sobre su eje a mas de 25 rotaciones por segundo. Tres hombres servían el aparato, cuyos datos--- distancia, altura y ángulo lateral del avión, transmitían directamente al mando de la escuadrilla y de las baterias antiaéreas.

El alcance de "Wurzburg" se reducía a 40 km.. Junto al aparato llamado "freya", no tan preciso, utilizado como prelocalizador de una formación de aparatos en vuelo, el "Wurzburg" fue el instrumento habitual de localización de los alemanes, Este último aparato no debía ser capturado por el enemigo, en caso de peligro la dotación tenia que destruirlo, haciendo estallar la carga con que iba previsto.

Tras minuciosa observación de los alrededores de Bruneval, los ingleses vieron la posibilidad de ejecutar un golpe de mano contra la estación de radar. Se tomó rápidamente la decisión de apoderarse del radiador de Bruneval. Se impartió a la resistencia la orden de lograr todos los datos posibles acerca de las medidas de seguridad adoptadas por los alemanes como nidos de ametralladoras, casamatas...

El coronel André Neufinck partió en dirección a Bruneval:

" A principios de febrero de 1942 el comandante Roger Dumont, mi superior de entonces, me ordenó que centralizará mis pesquisas en torno a las instalaciones de radar alemanas de Bruneval. Una vez reunida toda la información posible, él mismo llegó de Inglaterra y nos encontramos en Le Havre con un amigo que tenía coche. A la mañana siguiente seguimos hacia Bruneval, donde estacionamos el coche para seguir caminando por el litoral. Apenas los alejamos un par de kilómetros de la aldea, distinguimos una villa rodeada de alambradas. En un terraplén cercano se levantaba un objeto redondo, puintado de gris, semejante a una enorme bandeja. Seguimos adelante y de pronto nos salió al encuentro un soldado alemán:

¿Que hacen por aquí?--- preguntó.
"Mi amigo acaba de llegar de París---repusé en mi mejor alemán---, y figurese que nunca ha vusto el mar"
El hombre vaciló durante algunos instantes
"Esta bieb. Siganme.

" Anduvímos tras ´rl por una vereda muy empinada que bajaba hasta la playa. A ambos lados del sendero a unos 200 metros de distancia, observamos nidos de ametralladora camuflados.. Permanecimos varios minutos en la playa, charlamos con el soldado, fumamos algunos cigarrillos y emprendimos el camino de vuelta".

Casí al mismo tiempo, el comandante J.D. Frost recibió la orden de prepararse para ejecutar el golpe de mano a Bruneval, que sería el primero llevado a cabo por fuerzas paracaídístas británicas.


cintinuara

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Re: Golpe de mano a una estación de radar

Mensaje por pastelsjl » Mié Sep 18, 2013 8:35 pm

" a principios de enero de 1942 se me comunicó que eligiese una compañía para someterla a un entrenamiento especial. Contaba to entonces 24 años y era comandante de un regimiento de paracaídistas. La elección recayó en una de mis compañías y pronto se me dieron a conocer todos los pormenores."

"El mando decidió que fuesen enviados a Inglaterra los elementos de una instalación alemana de radar. Se habían tomado numerosas fotografías sobre su emplazamiento y recibí los datos necesarios para organizar el golpe.. El aparato de radar estaba montado en una depresión del terreno, no lejos de la escapada costa, y próximo a una casa aislada en la que había una veintena de hombres armados y en la que, seguramente, se alojaba el personal técnico de la estación. A unos 500 metros del edificio en la granja La Prebystére habían mas soldados alemanes."

"El lugar era poco menos que inaccesible, por vía marítima, pero ofrecía posibilidades de llegar por tierra sin ser vistos. El plan consistía en acercarse a las instalaciones con varios expertos, fotografiarla, desmontarla y abrirse paso hasta la playa, donde nos esperaría varias unidades de la Navy. Nuestro grupo de combate estaba formado por 119 hombres. Los distribuíria en tres secciones de distinta potencia".

"La primera sección de 50 hombres, se dividiría en dos partes: una de ellas, incluidos los especialistas de radar, se encargaria de capturar el aparato, mientras yo al mando de la otra sección atacaría la casa solitaria. La segunda sección, compuesta de 40 hombres, se lanzaría a tierra algo mas tarde. Su misión consistía en proteger nuestra retirada y cubrir el embarque. La tercera, compuesta de 30 hombres saltaría a tierra la última. Se le confinaría la tarea de frenar el lógico contraataque". La mas tenaz maniobra ofensiva del adversario la esperábamos en la granja La prebystére. Otra seria amenaza lo constituían los nidos de ametralladoras y las numerosos casamatas que dominaban nuestra playa de embarque. La llanura en torno a la casa ofrecía un magnifico puesto de observación, estaba sembrada de minas y rodeada de alambradas".

" Conocíamos sus fuerzas defensivas, su armamento, sus refugios y la moral de sus soldados. A fin de asegurarnos la mayor sorpresa posible, decidimos saltar desde 70 metros de altura, la mínima aconsejable; por otra parte, los hombres de mi grupo deberían estar en su sitio antes de iniciarse el ataque. Yo daría la señal con unas pitadas,antes de irrumpir en la casa solitaria. Lo mas importante era cumplir al minuto con el horario previsto. Nuestro pequeño grupo de combate debía actuar con gran rapidez antes de que el enemigo reuniese una fuerza considerable. Aquí radicaba el verdadero peligro de la operación

"Este golpe de mano debía permitir el trabajo de los expertos en radar; por eso, el plan general dependía del tiempo que necesitasen para efectuar su tarea. Se calculó que precisaban unos 30 minutos. Los técnicos se entrenaron a conciencia con material británico, pero habrían de enfrentarse con aparatos que no les resultarían familiares. Tenían la orden de desmontar lo que pudiesen, fotografiar el resto y destruirlo."

"El profesor Jones nos pidió que hiciésemos prisioneros, que debían ser radiotelegrafistas"

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Re: Golpe de mano a una estación de radar

Mensaje por pastelsjl » Jue Sep 19, 2013 10:44 pm

"aún cuando todos estabamos al corriente de muchos detalles de la operación, la tropa no sabía nada sobre la verdadera tarea y el nombre del lugar donde llevaríamos a cabo la operación. La información sólo se dice en vuelo, poco antes del salto.. Si el enemigo hubiese conocido nuestro plan, ninguno de nosotros hubiese tenido la más remota posibilidad de regresar al punto de partida". La operación se realizaría con luna llena y marea alta; lo primero para nosotros y lo segundo para la Navy. Así. pués, sólo disponíamos de cuatro noches a la semana posterior al 24 de febrero de 1942".

Las fotografías tomadas por el piloto Tony Hill a finales de 1941 desempeñaron un gran papel en la organización al golpe de Bruneval. Junto a los mensajes enviados por los agentes en Francía, sirvieron para que los modelistas realizaran una copia exacta de la zona de operaciones.

Con objeto de que los hombres tuvieran un mejor conocimiento del terreno, el Servicio Secreto trajó de Francía una película y varias fotografías de la región, tomadas por el profesor J. Grosset, conocido médico parisiense, dueño de la casa y de la granja La Prebystére, tomadas antes de la guerra.. Fueron las últimas, ya que varios meses después del ataque, los alemanes lo destruyeron todo. Los sotanos del edificio fueron transformados en casamatas.

Un buen dia compareció el ingeniero C. W. H, Cox, notable especialista en radar, con la orden de participar en la operación. Cox fue enviado al campamento para recibir lecciones de paracaídismo. la segunda fase de entrenamiento consistía en el montaje y desmontaje de un aparato de radar, con indicación de que lo hiciesen en el menor tiempo posible. Peo Cox no sospechaba que habría de realizar lo mismo en el continente, ni que los hombres que se entrenaban con él, tenían la misión de protegerle.

Para simular la verdadera finalidad de tan intenso entrenamiento, se comunicó oficialmente que se preparaban unas maniobras ante el Gabinete de la Guerra, y que, en el caso que le agradase la exhibición, se realizaría una operación autentica sobre la costa francesa. Terminado el entrenamiento los soldados recibieron el codiciado emblema de paracaidismo. Siguiendo con el pretexto de aprestarse para unas maniobras, y a fin de ocultar el verdadero fueron trasladados a la costa escocesa, donde a principios de febrero comenzaron los entrenamientos con las lanchas de desembarco. Los hombres de desmoralizaron un tanto al saber que las prácticas consistían en abordar las lanchas en la oscuridad.Sólo unos pocos estaban convencidos de que alcanzarían el punto de embarque una vez terminada la misión en la costa francesa. En la noche del 27 de febrero de 1942, despegaron de Thruston doce bombarderos "withney", cada uno con diez hombres, ya con los paracaídas sujetos a la espalda y el rostro embadurnado de negro. Se alcanzó la costa francesa después de hora y media de vuelo. El comandante Frost fue el primero en lanzarse al vacío. Mientras descendía comprobó que todo se ajustaba al lugar en que habían efectuado los entrenamientos. Todo estaba en calma, de vez en cuando le llegaba el ruido apagado de los contenedores al tocar tierra.

El grupo del comandante Frost aterrizó en el lugar señalado y a la hora prevista. Necesitó diez minutos para recoger el armamento y formar, ni en la casa ni en la granja surgió la menor señal de alarma

continuará

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Re: Golpe de mano a una estación de radar

Mensaje por pastelsjl » Vie Sep 20, 2013 1:09 am

Poco a poco, Frost y sus hombres se acercaron hasta rodear el edificio y el aparato de radar. De conformidad con el plan, Frost se precipitó hasta la puerta de la villa; al encontrarla abierta, casi se olvidó de dar la señal con el silbato. Poco después se oían lamentos, explosiones y disparos de metralleta. Frost corría por la casa, seguido de cuatro hombres, mientras que vociferaba: 2 arriba las manos"

Los servidores del aparato se defendieron con bravura, tratando en vano de destruirlo, como se les había ordenado. La carga explosiva estaba allì, pero por razones de seguridad, el fulminante se guardaba en otro sitio. Los alemanes no tuvieron ocasión de aplicarlo a la carga. Frost dejó a dos hombres en la casa, mientras el resto de sus hombres acudió en ayuda de sus camaradas, junto al aparato de radio. Los sirvientes del "wurzburg" habían muerto, excepto uno que logro huir, pero rodó por el acantilado y se paró en un saliente rocoso, del que lo salvaron los ingleses. El hombre confirmó que en torno a Bruneval solo habían un centenar de soldados alemanes.

Entretanto, el ingeniero Cox sacó fotografías del aparato y luego lo desmontó. A causa de la prisa, los técnicos británicos cortaron con sierras algunas piezas que habrían podido desenroscar con las manos. Pero no se dieron cuenta hasta que, ya en Inglaterra, efectuaron las oportunas reparaciones para volver a montar. Durante el golpe de mano, no había tiempo para andar con menudencias. Cuando ya habían sido retirados los principales elementos, y los especialistas 10 minutos de los 30 para efectuar la labor, el comandante Frost observó que se acercaban tres camiones. Los alemanes no habían acudido antes porque tuvieron que cambiar la munición---como se habían preparado para realizar unos ejercicios nocturnos, llevaban cartuchos de salva---. Mientras los alemanes bombardeaban con fuegp de mortero la parte anterior de la villa, Frost retiró a los hombres del edificio y ordenó un circulo defensivo en torno al aparato de radar. Cox y sus ayudantes trabajaban deprisa, bajo una lluvia de proyectiles enemigos, uno de elllos destrozó una pieza que sostenía con las manos. Poco después el ingeniero había terminado de desmontar el aparato. El resto de la instalación se hizo saltar en pedazos. El enemigo debía creer que el golpe de mano tenía por objeto la destrucción del aparato y no la captura de algunas piezas fundamentales,éstas fueron puestas en un carrito desmontable y el grupo emprendió el camino de la playa por el helado sendero. Mientras, los alemanes recuperaron la villa y se despusieron a contraatacar. Desde los refugios del acantilado se hostigaba a los británicos; contra lo que se esperaba, la playa seguía en manos alemanas.

La playa había pasado a manos británicas, tenían varios prisioneros y los elementos básicos del radar. Solo les quedaba embarcar, pero las naves brillaban por su ausencia. Flotaba sobre el mar una ligera neblina, y no se captaban las señales de los barcos. Desde las rocas, se acentuaba la presión enemiga, sus ametralladoras no dejaban de crepitar. Los ingleses creían haber sido dejados en la estacada. Ante tan comprometida situación, Frost ordenó a sus hombres que tomaran posiciones defensivas, en espera de lo peor, cuando de repente alguien gritó: "naves a la vista, señor". Los ingleses abordaron las lanchas bajo una granizada de fduego de ametralladora y granadas de mano. Abandonaron un muerto y a siete paracaídas que no alcanzaron a tiempo la playa.

Una vez a bordo el comandante Frost supo el motivo de la demora. Al dar la señal en la costa un destructor y dos submarinos se encontraban a una milla de la pequeña formación naval británica, a la que, por fortuna no avistaron.

Los hombres del comando efectuaron la última parte del viaje a bordo de un destructor, y el comandante Frost entregó el botín conseguido en Bruneval: un radiotelegrafista, otros varios prisioneros y, lo más importante, el dípolo y las piezas básicas de la frecuencia del "wurzburg". Con ellas, el profesor Jones logró saber la longitud de onda a la que funcionaba el aparato y también averiguó que no podía utilizar otra distancia, una vez perturbada dicha frecuencia., el instrumento resultaba del todo ineficaaz

Tanto los ingleses como los alemanes conocieron casi al mismo tiempo la viabilidad de tales perturbaciones unas simples lamillas de estaño hacían reflejar las ondas electromagnéticas en la pantalla del radar. El máximo efecto parásito se conseguía si la longitud de las lamillas era la mitad a la correspondiente a la longitud de onda del aparato.

Ambas partes reconocieron dicha posibilidad y, por temor a que el contrario hicieses uso de ella, guardaron con celo su secreto.

Y, cuando por fin el dominio del espacio aéreo correspondió a los aliados, estos efectuaron una incursión sobre Hamburgo en la noche del 24 al 25 de julio de 1943, en la que se anuló las defensas germanas. Las lamillas de estaño habían cumplido su misión


.SE ACABO. ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO

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Antonio Machado
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Re: Golpe de mano a una estación de radar

Mensaje por Antonio Machado » Vie Sep 20, 2013 1:22 am

Hola Pasteljsl, apreciado amigo:


Por supuesto que este Hilo ha resultado del mayor interés; he seguido de cerca uno a uno todos los posts que has subido, todo mega-interesante, muchas gracias por compartir...


Saludos cordiales desde Nueva York,


Antonio Machado :sgm65:
Con el Holocausto Nazi en contra de la Raza Judía la inhumanidad sobrepasó a la humanidad.

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Re: Golpe de mano a una estación de radar

Mensaje por pastelsjl » Vie Sep 20, 2013 1:29 am

Antonio Machado escribió:Hola Pasteljsl, apreciado amigo:


Por supuesto que este Hilo ha resultado del mayor interés; he seguido de cerca uno a uno todos los posts que has subido, todo mega-interesante, muchas gracias por compartir...


Saludos cordiales desde Nueva York,


Antonio Machado :sgm65:
puesv hay mas... t

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Re: Golpe de mano a una estación de radar

Mensaje por Antonio Machado » Vie Sep 20, 2013 1:44 am

Pues venga...! :sgm120:


Saludos cordiales desde Nueva York,


Antonio Machado :sgm65:
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tigre
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Re: Golpe de mano a una estación de radar

Mensaje por tigre » Sab Sep 05, 2020 11:39 pm

Hola a todos :-D; un complemento.................................

La incursión a Bruneval.

Preparación para la batalla.

La unidad elegida para la operación fue la Compañía C del 2º Batallón de la 1ª Brigada de Paracaidistas: 120 hombres comandados por el Mayor John Frost. Casi todos los hombres procedían de regimientos escoceses, incluidos Black Watch, Cameron Highlanders, King's Own Scottish Borderers y Seaforths.

La fuerza de asalto saltaría en la misma zona de caída aproximadamente un kilómetro tierra adentro. Se dividirían en tres grupos, llamados "Drake", "Nelson" y "Rodney" en honor a los famosos marinos. Drake, al mando del Mayor Frost, aseguraría la casa aislada y la unidad de radar. Nelson, al mando del Teniente Euen Charteris, asaltaría y neutralizaría las defensas de la playa. Rodney, bajo el mando del Teniente John Timothy, actuaría como una fuerza de bloqueo para evitar que los refuerzos vinieran de la granja. Una vez que el "Würzburg" estuviera asegurado, sería desmantelado y llevado a la playa donde las lanchas de desembarco de la Royal Navy vendrían a recoger a los paracaidistas. Un experto en radares de la RAF, el Sargento de Vuelo E. W. F. Cox, se incorporó al grupo de Frost para supervisar el desmantelamiento de la unidad de radar. Lo llevaron de urgencia a Ringway para completar cinco saltos y ganar sus alas antes de la misión. También se incorporó un grupo de zapadores del 1er escuadrón de Paracaidistas.

El 23 de febrero todo estaba listo para la acción. Lo único que retrasó la misión fue el clima. En la noche del 27 al 28 de febrero las condiciones eran excelentes. Había luna llena y la marea estaba bien. Lo demás fue contado........................

Imagen
Vista de la casa de campo y el radar "Würzburg" en un emplazamiento expuesto......................

Imagen
Gráfico mostrando el desarrollo de la acción.......................................................

Fuente: THE BRUNEVAL RAID. http://www.standto.com/qorairborne.html (offline).

Saludos. Raúl M 8).
Irse a pique, antes que arriar el pabellón. Alte G. Brown.

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Operción Biting

Mensaje por minoru genda » Lun Nov 15, 2021 1:33 pm

Operación Biting

Asalto a Bruneval

Tras los éxitos de Las Lofoten y Vagsoy los comandos comenzaron a tener mejor aceptación y la resistencia hacia ellos disminuyó de modo considerable.
El 21 de enero de 1942 lord Mounbatten presentó un plan a los jefes de estado mayor, esta vez para llevar a cabo una incursión relámpago que permitiría conseguir materiales de alto secreto alemanes de una estación de radar situada en Francia.
Cientificos alemanes habían desarrollado un nuevo sistema de radar que permitía a los alemanes detectar el rumbo y la altitud de los aviones que se acercaban. Un avión de la Unidad de Reconocimiento Fotográfico de la R.A.F. había localizado una sospechosa estación nueva de radar cerca de una aldea costera de Bruneval situada entre Le Havre y Étretat (Ver mapas). Los científicos británicos necesitaban estudiar urgentemente el equipo instalado allí para poder descubrir contramedidas. Cuando Mounbatten les ofreció conseguir esos materiales aceptaron de inmediato.
La estación estaba situada en una meseta aislada sobre unos acantilados de más de 100 metros de altura que caían abruptamente hacia el Canal.

Situación de la zona de operación

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Desde el mar se hacía difícil llegar a ella, solo había como acceso un barranco estrecho empinado protegido por fortines y emplazamientos de ametralladoras. Por ello cualquier fuerza que quisiera acceder a la parte superior usando ese camino podía ser aniquilada por los defensores citados, pero por detrás de la estación había campos abiertos y adecuados para llegar en paracaídas (Ver mapas y fotos).
Mounbatten propuso lanzar de noche una compañía de paracaidistas detrás de la estación; los paracaidistas atacarían de inmediato y luego se retirarían bajando por el barranco, atacando por detrás las defensas terrestres alemanas y huyendo en barcos que los estarían esperando.
Enseguida se comenzó el adiestramiento de la recientemente formada 1ª División Aerotransportada. Para sincronizar, cronometrar. y estudiar todos los detalles del ataque se construyó un modelo a escala a partir de las fotografías de Reconocimiento Aéreo.
La fuerza de ataque estaba constituida por una compañía del 2º Batallón de Paracaidistas al mando del comandante John D. Frost junto con un pequeño grupo de ingenieron y un Técnico de Radio experto llamado E.F. Cox, que sería el encargado de desmontar el equipo de radar. Para el ataque se eligió una noche de luna llena, el 27 de febrero de 1942.

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Como medida previa se programaron incursiones aéreas a baja altura sobre la costa de Normandía, durante varias noches, con el objeto de que los aviones Whitley, que debían transportar a los paracaidistas, no recibieran demasiada atención el día del asalto. La táctica se comprobó el 27 de febrero, fecha señalada para el asalto, que funcionó, los aviones llegaron a la zona de lanzamiento sin, en principio, ser molestados por el fuego AA. Y los paracaidistas empezaron a lanzarse sobre el objetivo cayendo a poca distancia de él. Durante el salto dos aviones cambiaron de rumbo presuntamente por los disparos A.A. y los paracaidistas lanzados cayeron a algo más de 2 kilómetros de distancia del objetivo situado al lado opuesto del barranco. El comandante Frost decidió no esperar a esos hombres y ordenó el ataque con las fuerzas disponibles. Divididos en cuatro equipos los paracaidistas cruzaron corriendo los campos, el equipo de Frost tenía que tomar por asalto la casa de campo próxima al radar donde se pensaba que deberían alojarse los técnicos alemanes, un segundo equipo se dirigió directamente a la estación que se encontraba en una especie de depresión poco profunda entre dicha casa y los acantilados, el tercer equipo tomó posiciones para defenderse de la guarnición alemana que parece ser se encontraba en la Presbytére que era una gran granja situada al nordeste del lugar de operaciones, mientras tanto el cuarto equipo se encargaría de despejar todo el barranco para facilitar la huida una vez que se hubiera conseguido hacerse con el radar.

Como suele ser habitual en estos casos la suerte acompañó a los comandos porque solo uno de los centinelas estaba despierto cuando los comandos llegaron a la casa cercana a la estación de radar. El grupo de Frost llegó a la casa de campo y al entrar solo encontró a un alemán en su interior que intento sacar su pistola resultando muerto por los comandos, Frost dejó unos hombres en la casa de campo y con doce de ellos se dirigió hacia la estación de radar donde descubrió que cinco de los alemanes estaban muertos un sexto alemán fue capturado cuando huía. Hacia el lado de la granja La Presbytére comenzó a sonar fuego de ametralladoras en el momento en el que el sargento Cox desmontaba el equipo de radar, las balas zumbaban a su alrededor y dos de ellas impactaron en parte del equipo mientras lo desmontaba pero él lejos de amedrentarse siguió tranquilamente haciendo su trabajo. Los ingenieros utilizaron palancas para arrancar los últimos componentes luego el equipo fue transportado en una carretilla plegable que había sido lanzada junto con los atacantes. Tirando de la pesada carretilla los paracaidistas fueron retirándose en dirección al barranco, no sin antes volar la estación de radar para que los alemanes pensasen que el ataque se había realizado para sabotearla. A lo lejos se veían las luces de los camiones con tropas alemanas que bajaban por la carretera en dirección a La Presbitére mientras los paracaidistas se alejaban a toda prisa. En este punto era vital el tiempo que los paracaidistas tardaran en huir, aún les faltaba tener el barranco despejado; el grupo que tenía asignada esa misión había caído demasiado lejos, era precisamente el grupo que iba en los aviones que tuvieron que desviarse, por fortuna llegaron a tiempo a pesar de la larga marcha forzada que tuvieron que realizar para conseguirlo, se unieron a la avanzadilla de sus compañeros para destruir el fortín y, despejando los últimos obstáculos, escapar hacia la playa. Una vez en ella Frost hizo señales luminosas en dirección al mar y tras una espera de suspense oyó una voz que decía, “Señor llegan los botes”. Lo primero que se subió a los botes fue el equipo de radar luego lo hicieron los paracaidistas. A continuación y bajo un intenso fuego de ametralladoras situadas en los acantilados y manejadas por los ocupantes de los camiones que los paracaidistas habían visto bajando por la carretera, los barcos se alejaron.
La fuerza entera, escoltada por destructores y al amanecer protegida por Spitfires regresó a Gran Bretaña a media mañana; los incursores tuvieron un muerto, siete desaparecidos y cinco heridos. Con el nuevo equipo alemán los científicos británicos pudieron preparar las contramedidas precisas que más tarde salvarían aviones y aviadores durante los años siguientes.

Tras los últimos éxitos obtenidos por los comandos el proyecto de este tipo de fuerzas especiales salió adelante y los escépticos y detractores de los comandos comenzaron a reconocer le valor de los comandos y en Achnacarry (Escocia) fue fundada una escuela especial para comandos donde se amplió y centralizó el adiestramiento de los reclutas comando.
No hay ningún viento favorable para quien no sabe a que puerto se dirige.
Schopenhauer
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