Lili Marleen
Publicado: Jue Sep 15, 2005 5:39 am
LILI MARLEEN
Apenas conquistada Belgrado, el Alto Mando alemán ordenó reparar las estructuras de la que había sido la radio yugoeslava y reforzar las instalaciones. Rápidamente la estación de Radio Belgrado se hizo una de las más potentes de Europa y fue destinada exclusivamente a transmitir programas en lengua alemana, destinados a los soldados del Tercer Reich por todas partes, desde Africa del Norte a Noruega, y desde la Unión Soviética a los Pirineos.
En Radio Belgrado una tarde alguien escogió distraídamente un disco que hasta entonces no había llamado la atención de nadie. Era una de tantas canciones inspiradas en la guerra, pero no estaba seleccionada en el grupo de las escogidas por el programa destinado a elevar la moral de los hombres, transmitido todas las noches a la hora de mayor audiencia. Esta canción tenía en efecto poco de heroico y mucho, demasiado, de nostálgico. Estaba titulada Lili Marleen y contaba la historia de una muchacha esperando bajo un farol ante un cuartel, y de la ilusión de un soldado de poder estar un rato con ella. La cantaba Lale Andersen, una cantante de voz débil, un poco ronca, más de cabaret que de canción de amor. El éxito de Lili Marleen fue inmediato. Avalanchas de cartas inundaron Radio Belgrado y todas las otras estaciones alemanas para que transmitieran otra vez esta canción que había impresionado la fantasía de tantos jóvenes solos y lejos de casa. Pronto el fenómeno llamó la atención del Ministerio de Propaganda, y el mismo Goebbels quiso escuchar la canción. Su sentencia fue negativa: la canción sólo podía influir negativamente sobre la moral de los hombres, y por eso debía ser eliminada del repertorio destinado a las tropas. Pero las protestas fueron tantas que no fue posible prescindir del disco. Radio Belgrado llegó al punto de transmitir Lili Marleen todas las noches a la misma hora, y Lale Andersen, con voz que parecía venir del más allá, fue la cantante más famosa de Alemania: la chica con la que todas las noches un soldado alemán tenía una cita.
Goebbels llegó a descubrir que la Andersen tenía rastros de sangre judía en las venas, y usó este descubrimiento para hacer que sus admiradores le volvieran la espalda; ella lo pagó demostrando cada vez más abiertamente sentimientos antinazis. Después de todo, el Ministro alemán de Cultura había tenido razón en sus sospechas.
Esta es la letra de la famosa canción:
Vor der Kaserne, vor dem
Grossen Tor,
stand eine Laterne, und steht sie
noch davor.
Dort wollen wir uns wiedersehn,
bei der Laterne wolln wir
stehn,
wie einst, Lili Marleen.
Unsre beisden Schatten sahn wie
einer aus.
Dass wir so lieb uns hatten, das
sah man gleich daraus.
Und alle Leute solln es sehn,
wenn wir bei der Laterne
stehn,
wie einst, Lili Marleen.
Traducción:
Ante el cuartel, delante del
portón
había un farol, y aún se
encuentra allí.
Allí volvemos a encontrarnos,
Bajo el farol estaremos
como antes, Lili Marleen.
Nuestras dos sombras
parecían una sola.
Nos queríamos tanto, que
daba esa impresión.
Y toda la gente lo verá,
cuando estemos bajo el farol
como antes, Lili Marleen.
Letra de Hans Leip. Música de Norbert Schultze.
Increíblemente, Lili Marleen triunfó también entre los soldados de los otros ejércitos combatientes. Ingleses, italianos, americanos y hasta rusos tuvieron su versión de la balada, y puede decirse que en la segunda guerra mundial no hubo muchacho de uniforme que no pensara con nostalgia, al menos una vez, en alguna Lili esperándole bajo un farol, delante del cuartel.
Fuente:
Crónica Militar y Política de La Segunda Guerra Mundial – Editorial Sarpe – Tomo 2
Apenas conquistada Belgrado, el Alto Mando alemán ordenó reparar las estructuras de la que había sido la radio yugoeslava y reforzar las instalaciones. Rápidamente la estación de Radio Belgrado se hizo una de las más potentes de Europa y fue destinada exclusivamente a transmitir programas en lengua alemana, destinados a los soldados del Tercer Reich por todas partes, desde Africa del Norte a Noruega, y desde la Unión Soviética a los Pirineos.
En Radio Belgrado una tarde alguien escogió distraídamente un disco que hasta entonces no había llamado la atención de nadie. Era una de tantas canciones inspiradas en la guerra, pero no estaba seleccionada en el grupo de las escogidas por el programa destinado a elevar la moral de los hombres, transmitido todas las noches a la hora de mayor audiencia. Esta canción tenía en efecto poco de heroico y mucho, demasiado, de nostálgico. Estaba titulada Lili Marleen y contaba la historia de una muchacha esperando bajo un farol ante un cuartel, y de la ilusión de un soldado de poder estar un rato con ella. La cantaba Lale Andersen, una cantante de voz débil, un poco ronca, más de cabaret que de canción de amor. El éxito de Lili Marleen fue inmediato. Avalanchas de cartas inundaron Radio Belgrado y todas las otras estaciones alemanas para que transmitieran otra vez esta canción que había impresionado la fantasía de tantos jóvenes solos y lejos de casa. Pronto el fenómeno llamó la atención del Ministerio de Propaganda, y el mismo Goebbels quiso escuchar la canción. Su sentencia fue negativa: la canción sólo podía influir negativamente sobre la moral de los hombres, y por eso debía ser eliminada del repertorio destinado a las tropas. Pero las protestas fueron tantas que no fue posible prescindir del disco. Radio Belgrado llegó al punto de transmitir Lili Marleen todas las noches a la misma hora, y Lale Andersen, con voz que parecía venir del más allá, fue la cantante más famosa de Alemania: la chica con la que todas las noches un soldado alemán tenía una cita.
Goebbels llegó a descubrir que la Andersen tenía rastros de sangre judía en las venas, y usó este descubrimiento para hacer que sus admiradores le volvieran la espalda; ella lo pagó demostrando cada vez más abiertamente sentimientos antinazis. Después de todo, el Ministro alemán de Cultura había tenido razón en sus sospechas.
Esta es la letra de la famosa canción:
Vor der Kaserne, vor dem
Grossen Tor,
stand eine Laterne, und steht sie
noch davor.
Dort wollen wir uns wiedersehn,
bei der Laterne wolln wir
stehn,
wie einst, Lili Marleen.
Unsre beisden Schatten sahn wie
einer aus.
Dass wir so lieb uns hatten, das
sah man gleich daraus.
Und alle Leute solln es sehn,
wenn wir bei der Laterne
stehn,
wie einst, Lili Marleen.
Traducción:
Ante el cuartel, delante del
portón
había un farol, y aún se
encuentra allí.
Allí volvemos a encontrarnos,
Bajo el farol estaremos
como antes, Lili Marleen.
Nuestras dos sombras
parecían una sola.
Nos queríamos tanto, que
daba esa impresión.
Y toda la gente lo verá,
cuando estemos bajo el farol
como antes, Lili Marleen.
Letra de Hans Leip. Música de Norbert Schultze.
Increíblemente, Lili Marleen triunfó también entre los soldados de los otros ejércitos combatientes. Ingleses, italianos, americanos y hasta rusos tuvieron su versión de la balada, y puede decirse que en la segunda guerra mundial no hubo muchacho de uniforme que no pensara con nostalgia, al menos una vez, en alguna Lili esperándole bajo un farol, delante del cuartel.
Fuente:
Crónica Militar y Política de La Segunda Guerra Mundial – Editorial Sarpe – Tomo 2