Hola, aca les dejo un informe extraido de "Das III Reich" T2- 1974, en donde nos cuenta algo más sobre éste "auto del pueblo".
Tres hombres y una ametralladora
El VW, entre la motorización masiva y los preparativos bélicos
Un recorrido de prueba. El VW cumplìa los deseos de Hitler: cuatro plazas y rendimiento técnico comparable con los "grandes". El modelo ideal para una motorización masiva.
"Debe parecerse a un escarabajo. Sólo se necesita observar a la naturaleza para saber qué línea debe tener su carrocería." Con estas palabras de Hitler al constructor Ferdinand Porsche empieza la historia del VW en Alemania. Nadie logró verlo jamás. Lo que salía de la fábrica eran vehículos militares. Reinhard Barth cuenta en qué quedó la idea del automóvil barato al alcance de todo el mundo.
Existe una leyenda al respecto. Durante una campaña electoral, el automóvil de Adolf Hitler adelanta un día frío y lluvioso a un motorista que tirita, empapado, sobre su máquina. En ese momento Hitler tuvo una idea: todos deben poder transitar por las carreteras alemanas, seguros, calientes y secos.
El auto debe estar al alcance de cualquiera. Y , a penas llegado el poder, Adolf Hitler se entrevista con un constructor llamado Ferdinand Porsche. Éste muestra al fuhrer el modelo de un coche económico y popular. Motor de aire refrigerado, tracción trasera, 26cv, velocidad máxima 100k/h, consumo 8 litros, precio 1000 marcos. Al verlo Hitler exclama: "Éste es mi auto, éste es el auto popular... el volkswagwen." La realidad no se ajusta a la fábula, si bien no le faltan algunos de sus rasgos extraordinarios.
Fascinación por la técnica
A Hitler le fascinaba la técnica y poseía un sentido especial para descubrir el valor de las novedades en la materia e inmediatamente servirse de ellas, como lo demuestran sus viajes en automóvil y avión de un extremo al otro del Reich durante su campaña electoral, en los tiempos de la República de Weimar. No necesitaba, por tanto, haber visto al motorista bajo la lluvia para darse cuenta de la utilidad que reportaría la motorización del pueblo. En los años veinte, mientras en los EEUU las cadenas de fábricas de Ford producían millones de vehículos, la industria alemana del automóvil era una de tantas. Existían pocos coches pequeños y baratos, que además, por regla general, no eran muy buenos; no se podía llevar en ellos a la familia, marchaban despacio y su aspecto era horrible. El automovil normal era un artículo de lujo, tan caro a la hora de comprarlo como de mantenimiento. Los ricos poseían uno, los trabajadores ninguno. Entre los que tenían y los que no tenían coche se podía trazar una frontera social.
Hitler veía en la producción masiva de autos una posibilidad de ayudar a la industria, de conseguir puestos de trabajo y de dar al obrero la impresión de que atravesaban una frontera invisible: los automóviles que iban a producir estaban destinados a ellos. Cada cual tendría la oportunidad de poseer uno. En Ferdinand Porsche encontró Hitler al hombre que podía fabricar el Volkswagen.
Más de 300.000 alemanes, seducidos por la propaganda del VW, pagaron 5 marcos a la semana para poder obtener el "escarabajo". Sin embargo no lograron su deseo. Hasta el final de la guerra, la VW sòlo fabricò vehìculos militares. Despuès de la guerra los poseedores de los cupones de ahorro formaron una asociación y demandaron a la VW. En 1961 se llegó a un acuerdo: previo pago de 600 marcos màs, recibirían el auto prometido.
Hitler y Porsche
Los dos hombres se complementaban: el constructor, un técnico genial y obsesionado, sin ningún interés político, y el dictador que deseaba politizar la técnica y que proyectaba la fabricación de un auto popular como medio para influir y dominar a las masas. Porsche presentó los primeros planos en 1934. El vehículo costaría 1550 marcos. Hitler replicó: "No más de lo que cueste una motocicleta de tipo medio". Nuevos cálculos de Porsche y nuevo precio: 900 marcos. Inmediatamente comenzaron los preparativos. Durante la primera conversación en el Ministerio de Tráfico estuvo presente un oficial del Ejército. Deseaba que al retirarle la carrocería el nuevo auto pudiera transportar a tres hombres y una ametralladora con la munición correspondiente. Así queda al descubierto al aspecto militar de la motorización masiva.
La financiación del proyecto corría a cargo de la Asociación de la Industria Automovilística alemana y la producción se debía repartir entre las diversas fábricas existentes. Durante la gran Exposición del Automóvil en 1934, Hitler aseguró que se empezaría a construir el nuevo auto en breve plazo.
Pero las cosas no se podían llevar a la práctica con tanta rapidez. El precio de coste resultaba mayor que el calculado al principio; loa grandes industriales no tenían excesiva confianza en Porsche, temían que el nuevo auto no atrajera suficientes compradores y, por el contrario, hiciera disminuir la venta de otros tipos. Porsche propuso que se importara "experiencia americana". Había visitado fábricas de Ford en Detroit y comprometido a algunos técnicos bajo la promesa de mejores retribuciones. La industria alemana no estaba dispuesta a escucharle y por todos los medios trató de retrasar el proyecto.
El auto para los militantes de "Fuerza por la Alegría"
Así las cosas, se mezcló Hitler una vez más y el proyecto VW cobró impulso, convirtiéndose en una empresa gigante y en el objetivo predilecto del Fuhrer del estado nacionalsocialista. Hitler decidió construir una fábrica especialmente para la el VW, que dependería del "Frente del Trabajo". El DAF tomaría a su cargo la comercialización, y "Fuerza por la Alegría" pondría a su servicio las cartillas de ahorros. El vehículo (que se llamaría desde entonces el auto de "La Fuerza de la Alegría") no se podría comprar; habría que ahorrarlo. Se adquirían cupones que se pegaban en las cartillas y, cuando se tenían suficientes, se canjeaban por el coche. Con la ayuda de la organización puedo el automóvil venderse realmente por 1000 marcos. En seguida comenzaron a llegar en masa los aspirantes. Sin embargo, la guerra llegó antes de lo que se esperaba. Cuando, en Mayo de 1938, se colocó la primera piedra de la fábrica del VW, se dejaba ya sentir la crisis de los Sudetes. En la exposición otoñal de Viena, el VW figuraba al lado de las máscaras de gas y de las instalaciones para no dejar pasar la luz al exterior.
Y cuando en 1940 se celebró la solicitud 300.000 (60.000 habían pagado el auto totalmente) la campaña de Francia quedaba ya muy atrás. En la fábrica del VW se construían ahora vehículos militares. Ninguno de los solicitantes recibió jamás su coche.
La motorización masiva era un hecho, pero se destinaba al Ejército. El auto proyectado para los afiliados a "Fuerza por la Alegría" se había convertido exactamente en un vehículo para "tres hombres y una ametralladora".
Fundación simbólica de la fábrica VW en la "Ciudad del auto de "Fuerza por la Alegría", hoy Wolfsburgo. En 1944 los bombarderos aliados la destruyeron en gran parte. Con enorme esfuerzo pudo reanudarse la producción después de la guerra. Esta vez para automóviles civiles. La historia del VW, tal como se conoce en la actualidad, arranca de entonces.
Gracias por estar