LA BANDERA

[Anibal Clar]

29 de Enero de 1943
Ciudad de Stalingrado. Almacenes Univermag
Cuartel General del VI ejercito alemán.

Se ha perdido la auténtica percepción de la realidad. Todo es grotesco. La situación no tiene una explicación lógica. Sólo los sentimientos hacen aguantar en pie los desnutridos, avejentados y débiles cuerpos de las fuerzas de la Wehrmatch.
El recuerdo de la familia en la patria, del hogar, de volver a ver brilla el Sol alguna vez más o, simplemente, de no morir, hacen deambularse aún de manera increible a las tropas alemanas.
La única que aguanta es la determinación del General Arthur Schmidt.
Se envía un mensaje al Cuartel General del Führer, con motivo de su 10º aniversario a la ascensión al poder:
"El VI ejército felicita al Führer en el aniversario de su ascensión al poder. La bandera alemana ondea aún en Stalingrado. Que nuestra lucha sea un ejemplo para que las generaciones presentes y futuras no se rindan nunca, por desesperada que sea la situación..."
Aunque el VI ejército sucumbió en tal vez el mayor desastre humano que conoce la historia del mundo, con muchísimas decenas de miles de muertos, y la bandera fue bajada de su asta, no podemos decir que aquel esfuerzo fuera baldío.
Alemania perdió la guerra, el país quedó destrozado, auténticamente deshecho y además injustamente dividido.
Sin embargo, en la mente de los alemanes, seguro, persistía el recuerdo de su bandera ondeando aún en Stalingrado.
"No rendirse nunca por desesperada que sea la situación..." decía aquel mensaje.
Y los alemanes siguieron trabajando. Apartando las ruinas en que se habían convertido sus ciudades. Berlín, Hamburgo, Colonia, Dresde, Franckfurt del Main, Duisburg y tantas y tantas empezaron a levantarse de nuevo.
Hoy en día, Alemania vuelve a ser grande. Industrialmente poderosa. Determinada y dirigida hacia el triunfo. Su sociedad está asentada y disfruta de todas las comodidades del mundo moderno.
El milagro del sacrificio se hizo realidad. Posiblemente la gran mayoría de los jóvenes alemanes no conozcan al General Schmidt. Ni el sacrificio, muerte y aniquilación del 51 cuerpo de ejército en la caldera de Stalingrado. Ni los sufrimientos de las divisiones 71 y 76 en el Mamayev Kurgan...
La historia queda atrás, cada día más lejos.
Muchas veces, cuando sientes por dentro que todo se va y notas tu alma queriendo escapar, hay que recordar el mensaje de felicitación del VI ejército, que dentro de su desesperación y angustia, dió una ejemplar lección al mundo.
Y rememorar la bandera alemana ondeando aún en los almacenes Univermag, como símbolo eterno de la esperanza y para recordarnos que no debemos rendirnos nunca. ¡Jamás!

Un saludo a todos, camaradas. Muchas gracias por leer esto, que forma parte de mis sentimientos.

[CARLOS ANDRES]

Interesante esbozo...sentimiento puro...Gracias por compartir!!!