Estimado Caimanov,caimanov escribió: Con esto todo aclarado respecto a esa duda que tenía, aunque puede que tambien sea un fallo de ellos considerarse antisemitas cuando a lo mejor solo eran antijudios, osea quiero decir que tambien ellos peude que hayan confundido el termino, o lo hayan utilizado de forma mal intencionada para llegar mejor a la población alemana. Un saludo
Tal como se aplica hoy en día el término "antisemitismo", verbigracia el artículo de Shindler, no existe diferencia alguna con el término "antijudaísmo", porque en ambos casos se trata de definir el odio a los judíos. Quiero decir que hoy se habla de antisemitismo para hacer referencia a la hostilidad a los judíos, sin más matices.
Sin embargo, como ya expliqué anteriormente, el término "antisemitismo" sólo aparece en 1879. Con anterioridad a esa fecha, se seguía hablando, generalmente, de antijudaísmo (o de judaísmo).
El cambio en la terminología no fue sólo un cambio nominal, sino de significado, y tiene sus orígenes en la emancipación de los judíos en Europa, proceso que se inició con la Revolución Francesa de 1789 y culminó casi un siglo después. La emancipación de los judíos supuso finalmente su integración como ciudadanos en el estado de su residencia, y también supuso, en la otra cara de la moneda, una nueva forma de antijudaísmo que fue denominada antisemistismo. La hostilidad hacia los judíos ya no descansaba únicamente en un prejuicio religioso (con sus connotaciones sociales y económicas) sino en un prejuicio político y racial. Los judíos, a través de la emancipación, dejaron de ser comunidades marginales toleradas para pasar a integrarse finalmente como ciudadanos de pleno derecho en los países donde residían (por supuesto, el proceso fue diferente según el país). El antisemitismo de finales del XIX define el rechazo a esa integración y por eso es diferente en su naturaleza del anti-judaísmo "clásico". El aspecto religioso, por poner un ejemplo, no tiene relevancia alguna en el antisemitismo nazi, sino el aspecto racial, y no es, por tanto, un problema religioso, sino político e ideológico.
Saludos cordiales
José Luis