Nietzsche, ¿padrino del fascismo?

La vida cotidiana en la Alemania del Reich

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maximus

Nietzsche, ¿padrino del fascismo?

Mensaje por maximus » Vie Oct 06, 2006 7:01 pm

He encontrado un curioso texto, que es el resumen de un libro titulado “Nietzsche, ¿padrino del fascismo?”, obra de los profesores Golomb y Wistrich (universidad de Princeton). Leerlo me ha ayudado a clarificar algunas cosas más sobre el fascismo y sobre el mismo Nietzsche, autor de nombre tan conocido y de contenido tan difícil para los menos dotados.


http://www.wordtrade.com/philosophy/ger ... tzsche.htm

¿Qué puede tener Nietzsche en común con la ideología asesina del fascismo? Frecuentemente descrito como el “radical aristócrata” del espíritu, Nietzsche abominaba de la cultura de masas y alentaba la aparición de un Superhombre dotado con cualidades mentales excepcionales. ¿Qué puede tener que ver un pensador así con la manipulación fascista de las masas con fines chauvinistas que aplastaba la autonomía del individuo?
La cuestión a resolver es averiguar cómo Nietzsche pudo adquirir el dudoso honor de ser considerado el filósofo del Tercer Reich y si tal pretensión tuvo alguna justificación. ¿Tiene algún sentido considerarle de alguna manera responsable de los horrores de Auschwitz

Hay mucho de perturbadoramente antiigualitario y antidemocrático en Nietzsch, y sus escritos sobre los judíos están abiertos a interpretaciones divergentes. Sin embargo, su énfasis en el individualismo y disgusto con respecto al nacionalismo alemán y el antisemitismo lo oponen a la ideología Nazi.

Nietzsche parece más bien un trágico profeta del vacío espiritual que produjo los movimientos totalitarios del siglo veinte, el pensador que mejor diagnosticó las patologías de la cultura de finales del siglo XIX, atreviéndose a mirar en el abismo del nihilismo moderno.

En 1934, Hitler hizo una muy publicitada visita a los archivos de Nietzsche en Weimar. Había ido por la insistente petición de su directora, Elisabeth Förster-Nietzsche, la hermana del filósofo fallecido treinta años atrás. Hitler fue acompañado de su fotógrafo, Hoffmann, y el principal propósito de la visita, parece, fue que se le hiciera al Führer una fotografía contemplando el busto de Nietzsche. En la prensa apareció la foto, con el siguiente pie: “El Führer ante el busto del filósofo alemán cuyas ideas han fertilizado en dos grandes movimientos populares: el nacional socialismo de Alemania y el movimiento fascista de Italia”.

Aunque Mussolini estaba ciertamente familiarizado con los escritos de Nietzsche y era un admirador del filósofo, la propia conexión de Hitler con Nietzsche parece incierta. Como soldado de la Primera Guerra Mundial llevaba las obras de Schopenhauer en su mochila, y no las de Nietzsche, y tampoco se menciona a éste en el Mein Kampf.

¿cómo Nietzsche adquirió el “honor” de ser considerado el filósofo del tercer reich?, ¿tiene esto alguna justificación?

Las ambigüedades y contradicciones en su obra, tanto como su estilo elusivo y aforistico pueden dar lugar a gran número de significados e interpretaciones.

Nietzsche era claramente un elitista que creía en el derecho a gobernar de una minoría, “una buena y saludable aristocracia”, la cual estaría dispuesta a sacrificar, si fuese necesario, a un gran número de seres humanos. Escribió a veces que las naciones existirían para producir unos cuantos grandes hombres los cuales no habrían de demostrar consideración por la humanidad normal. Uno se pregunta si este desinhibido apoyo al heroico individualismo y la voluntad de poder no es una clara tendencia al fascismo. La lectura de Nietzsche fue un factor en convertir a Mussolini del marxismo a una filosofía de sacrificio y hazañas guerreras en defensa de la patria.

Muchos comentaristas se han preguntado si la vulgar explotación de Nietzsche por los fascistas, militaristas y nazis no podría haber sido del todo arbitraria. Mientras que casi cualquier filósofo puede ser utilizado (Kant, nada menos, era un favorito entre los filósofos académicos del III Reich), el temperamento de Nietzsche, sus excesos imaginativos tanto como su imagen de profeta y creador de mitos, parecen conducir especialmente a tal explotación por los fascistas.

La forma radical en la cual Nietzsche se posiciona contra la moralidad convencional judeocristiana y su proclamación de la muerte de Dios, indudablemente atrajeron a los nazis que deseaban transgredir y trascender todos los tabúes existentes.

El totalitarismo del siglo veinte presuponía una ruptura de toda autoridad y todas las normas morales, de lo cual Nietzsche era un profeta iluminado, precisamente porque él diagnosticó el nihilismo como el problema principal de su sociedad. No habría vuelta a las certezas morales sobre el bien y el mal, ni forma de reganar terreno firme bajo los pies. Creía que sólo mediante una actitud honesta de encarar que la verdad es que no hay verdad, ni meta, ni valor o significado en sí mismo, podría uno alcanzar una auténtica liberación intelectual y una revaluación de todos los valores. Nietzsche era más bien un profeta de la crisis de valores de la cual emergieron los nazis que su padrino en sí.

Mucha de la confusión identificando a Nietzsche con el Nazismo puede ser atribuida al papel desastroso jugado por su hermana Elisabeth Forster-Nietzsche, casada con un prominente antisemita alemán, quien tomó control de sus manuscritos cuando él ya estaba mental y físicamente incapacitado. Ya en los años 1920 ella promovió a su hermano como el filósofo del fascismo, enviándole sus calurosos buenos deseos a Mussolini “inspirado promotor de los valores aristocráticos del pensamiento de Nietzsche”. La propaganda nazi también fue activa en la apropiación de la obra del filósofo, por ejemplo, publicando, antologías populares y baratas de algunos dichos de Nietzsche, debidamente manipulados y descontextualizados, para promover los valores del militarismo, dureza y valores germánicos.

Tristemente, estas crudas distorsiones tuvieron su eco en la propaganda aliada de guerra, la cual a veces describía al “filósofo enloquecido” como la fuente de la incontrolable barbarie alemana y el autor favorito de Hitler. Se hizo un distorsionado uso de expresiones como el “superhombre”, la “bestia rubia”, “moralidad de señores” o “voluntad de poder”, utilizándose como slogans (incluso por profesores distinguidos, como Popper) a fin de demostrar una imaginada identificación de Nietzsche con el militarismo alemán y el imperialismo.

Oponentes al nazismo como los filósofos Jaspers y Löwith intentaron ya en los años 1930 desprestigiar la apropiación de su obra por los nazis. El más prominente de los nietzscheanos antifascistas franceses fue el filósofo existencialista de extrema izquierda Georges Bataille, que demostró el rechazo de Nietzsche al militarismo, el racismo y el antisemitismo. El americano Kauffmann, ya en la posguerra, documentó la oposición de Nietzsche al antisemitismo propio de su generación. Para éste, los judíos representaban un tipo de cristalización espiritual de lo que el comprendía que sería el Übermensch del futuro.

A primera vista, el rechazo del antisemitismo descarta la cuestión de la responsabilidad de Nietzsche con el nazismo, pero por otra parte, en su rechazo a los valores judeocristianos (que veía principalmente reflejados en el protestantismo alemán) Nietzsche se refería a una sublime venganza de Israel contra el cristianismo. Evidentemente, el primer blanco de la ira nietzscheana era el cristianismo, en tanto que infección procedente de un devaluado judaísmo. Esta culpabilización del judeocristianismo ha llevado a algunos investigadores a ver cierta responsabilidad de Nietzsche, porque al mezclar admiración y desaprobación por el judaísmo, Nietzsche parecía estar alimentando el mito del poder judío.


En la base de la hostilidad de Nietzsche al cristianismo, la democracia liberal y el socialismo es posible verle como un precursor de la síntesis fascista. Algunos aspectos de su admiración por la antigua cultura griega y la “Romanidad” fueron usadas por los fascistas. Aunque tomó a los antiguos griegos como modelos culturales, no suscribió su propia concepción del pueblo griego como “raza de maestros”, que consideraba a los bárbaros sólo útiles como esclavos. De hecho, todos los tipos de xenofobia le desagradaban tanto como las rivalidades nacionalistas de Europa. Por esto era enemigo del nacionalismo alemán que se puso en boga en su tiempo, coincidente con la era Bismarckiana. De hecho, Nietzsche era el menos patriota y menos alemán de sus contemporáneos filosóficos.


Lo que Nietsche apreciaba por encima de todo era capacitar al individuo para vencer sus limitaciones poniendo en cuestión todos los supuestos de verdad, lógica, creencias, cultura, valores e historia. El poder espiritual por encima de la fuerza. El poder espiritual de la soberanía individual emanciparía al hombre que es “dueño de su libre voluntad”, lo cual implicaría un largo y difícil proceso de sublimación que culminaría en el autodominio. Una visión antitética con los colectivismos totalitarios.



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Mensaje por Eckart » Vie Oct 06, 2006 8:12 pm

¡Hola a todos!

Esta clase de estudios como el que nuestro compañero maximus nos muestra siempre me han resultado sorprendentes, y a veces mal intencionados. De entrada, que el planteamiento de un estudio tenga como fondo buscar responsabilidades en personajes anteriores al nazismo que nunca llegaron a conocer ese fenómeno, ya se me antoja como un despropósito soberano. No hay que buscar responsabilidades en personajes que de ninguna manera tuvieron relación con el nazismo sencillamente porque no lo conocieron; en todo caso, lo único que cabe buscar y encontrar son las posibles influencias que esos personajes, sin quererlo, ejercieron en los posteriores movimentos fascista o nacionalsocialista. Eso si que sería un enfoque provechoso. Confundir el término "influencia" con "responsabilidad" es muy injusto. ¿Pretendía, acaso, Nietzsche, crear el fenómeno nazi o fomentarlo? Por otra parte, y más radicalmente, ¿cabe buscar responsabilidades sobre las deportaciones masivas de judíos en los Reyes Católicos? Son preguntas que creo que se responden por sí mismas. Tratar a Nietzsche como posible fuente de la que bebiera Hitler en vez de suponerlo "padrino" del nazismo sería lo más adecuado.

Me ha resultado interesante el caso de la fotografía de Hitler frente al busto de Nietzsche y con semejante pie de foto. Esto no puede ser entendido de otro modo que como un elemento más de propaganda. Era el año 1934, período temprano del gobierno nazi, y era una buena idea relacionar al Führer con un personaje de renombre en el mundo de las letras. Son esas tácticas que tan empleadas fueron para tapar las vergüenzas y miserias del nacionalsocialismo y la mayoría de sus líderes. Intentar usar esto como prueba para demostrar nada sería un tanto ridículo, creo.

Un saludo.
Última edición por Eckart el Vie Oct 06, 2006 9:35 pm, editado 1 vez en total.
«El conocimiento es mejor que la ignorancia; la historia es mejor que el mito».
Ian Kershaw

maximus

Mensaje por maximus » Vie Oct 06, 2006 9:24 pm

Ya digo que en mi caso, la lectura de este breve texto (muy atenta por necesidad, pues tampoco soy un gran traductor del inglés) me ha ayudado mucho con el tema "Nietzsche" mismo. Yo "sufrí" mucho para zamparme entero "Más allá del bien y del mal", y apenas recuerdo ya nada de lo que leí, y con el "Zaratustra" no pasé de la segunda página.

Cuestionar si el pensamiento de Nietzsche tiene algún punto en común con los orígenes del nazismo creo que es muy interesante en todos los sentidos. El texto remacha una y otra vez que, puesto que Nietzsche no era antisemita, ni nacionalista alemán (y vivía en una época en que estas tendencias eran bastante populares), no ha lugar a sospechas.

Pero, ¿era el nazismo realmente nacionalista? Hitler, el austriaco, ¿era un nacionalista alemán?, ¿no había sustituido en Hitler el racismo, la pseudociencia racial, al nacionalismo clásico?

Y Nietzsche, ¿hubiera podido ser convencido de las certezas de la "moderna ciencia racial"? El avance del espíritu libre que promovía Nietzsche, ¿no implicaba aceptar un asociacionismo de las élites privilegiadas?, ¿no podría Nietzsche aceptar que hay una base biológica para el desarrollo de las cualidades supremas?

Porque la coincidencia en el odio al cristianismo, a la democracia y la exaltación de la violencia y el heroísmo masculinos, tal vez son una coincidencia que podría superar estas diferencias...

A la hora de prevenir los totalitarismos, creo que sigue siendo de interés fijarnos en estas representaciones. Se habla ahora de la "yihad" coránica como "lucha espiritual interior", pero no todos lo interpretan en este sentido simbólico...

El Mariscal
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Mensaje por El Mariscal » Dom Oct 22, 2006 8:17 am

Nietzsche no puede ser considerado en ningún caso precursor del nazismo :!: Su obra está plagada de referencias condenando la obediencia ciega y el proselitismo y, en concreto en el Zarathustra, aparecen varias burlas de los que prestan su obediencia ciega a otros. La fascinación de los fascismos por él es lógica, puesto que Nietzsche es el mayor irracionalista (y el de mayor éxito) y el fascismo exalta todo lo relativo al sentimiento, que se opone a la razón.

Por lo demás, la obra de Nietzche es aforística y no se pueden sacar consecuencias prácticas de ella. El hombre superior no es, en ningún caso, un tipo biológico, sino un sujeto moral: el hombre superior ha comprendido la suprema verdad y vive la vida como un juego de creación de valores. La metáfora con la que Nietzsche habla del hombre superior es un niño, muy alejado de un soldado de las SS :!: El niño crea valores y juega con la vida. En muchas ocasiones Nietzsche menciona a Heráclito refiriéndose al superhombre como el gobierno de un niño y cosas por el estilo. El superhombre es inocencia y vida desbordada, fuerza creadora irresistible.

A mayores, la obra Nietzsche fue manipulada a su muerte, principalmente por su hermana, con el objeto de enfatizar los elementos antisemitas presentes en ella :!:

Un saludo :wink:

maximus

Mensaje por maximus » Mié Oct 25, 2006 8:45 pm

la obra de Nietzche es aforística y no se pueden sacar consecuencias prácticas de ella.
La observación del Mariscal es muy pertinente, ya que Nietzsche es más un literato que un árido especulador filosófico a lo Kant o Aristóteles. En cuanto a la "inocencia infantil" del superhombre nietzscheano conviene no dejar de tener en cuenta que "inocencia infantil" no se refiere sólo a lo reflejado en las películas de Walt Disney.

He elegido dos fragmentos de la parte final de "Más allá del bien y del mal" que es una especie de conclusión, titulada "¿Qué es lo aristocrático?", y si con todo esto animo a alguien a leer libros, algo bueno habré hecho...

lo esencial de toda buena y sana aristocracia es que ésta no se autoconsidere como cumplidora de una función (ya sea de la realeza o de la comunidad), sino como la que ostenta el sentido y la justificación última de éstas; que acepte, por tanto, con buena conciencia el sacrificio de un gran número de seres humanos que, por causa de ella, han de ser rebajados y disminuidos hasta llegar a ser hombres incompletos, esclavos, instrumentos. Su creencia básica ha de ser, efectivamente, que la sociedad no debe existir para la sociedad, sino sólo como una infraestructura y andamiaje que permita a una especie selecta de individuos elevarse hasta que puedan cumplir su tarea superior y, convertirse, en general, en un ser superior

y esto

el aristócrata ayuda al necesitado, pero nunca o casi nunca por compasión, sino a impulsos de su superabundante poder. Al honrarse a sí mismo, el aristócrata honra al poderoso, incluyendo al poderoso que tiene poder sobre él, que sabe hablar y guardar silencio, que goza siendo severo y duro para consigo mismo y respeta a todo el que es también severo y duro

Llamo la atención de que en este último párrafo, se acepta que, por encima del "espíritu libre" puede haber un "poderoso con poder sobre él", lo cual es lógico considerando que integrar una aristocracia es integrar una jerarquía...

Lehto
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Mensaje por Lehto » Mar Jun 12, 2007 3:31 pm

Una aportación que algunos ya conocen pero que da un poco más de información sobre el tema.

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1. Hitler ante Nietzsche

Según Leni Riefensathl, en una ocasión Hitler manifestó lo siguiente con relación a Nietzsche:

“No. Nietzsche no me va especialmente. Es más artista que filósofo, y no tiene el nítido entendimiento de Schopenhauer. Naturalmente que aprecio a Nietzsche como genio. Tal vez escriba en la lengua más bella de la que pueda hacer gala la literatura alemana, pero no es mi ideal”

El tema de si Nietzsche hubiera sido o de si sus ideas tiene conexión nazi, es un invento de los propios nazis, en concreto del filósofo Alfred Baeumler quien publicó un artículo llamado “Nietzsche y el nacionalsocialismo” integrado en el libro Estudios sobre la historia del pensamiento alemán (1937). La tesis de este filósofo era que Nietzsche se oponía a la tradición burguesa y se rebelaba contra el concepto de la culpa, de origen judeocristiano.

Desde luego quien dio pasos agigantados para “nazificar” a Nietzsche fue su propia hermana –Elisabeth Förster-Nietzsche- que para quedar muy bien con los dirigentes nazis (y por componente económico en juego) comenzó la campaña para elevar la obra de su hermano a los altares del nazismo. Parte de esa campaña fue la de decir que los soldados marchaban al Frente con un ejemplar del Zaratustra en sus pertenencias.

En las Conversaciones privadas de Hitler (no entro en su rigurosidad pero si en que son testimoniales) en la del 16 de mayo de 1944 Hitler hace referencia a una serie de filósofos, más desde el orgullo patrio que desde el análisis de sus ideas:

"En el gran vestíbulo de la Biblioteca de Linz se pueden ver los bustos de Kant, Schopenhauer y Nietzsche, nuestros más grandes pensadores. Los ingleses, los franceses y los americanos no son capaces de alinear filósofos de esa talla. El mayor servicio que nos ha hecho Kant es su completa refutación de les enseñanzas heredadas de la Edad Media y de la filosofía dogmática de la Iglesia. Partiendo de la teoría del conocimiento de Kant, Schopenhauer edificó su sistema. Fue el quien pulverizó el pragmatismo de Hegel. Durante toda la primera guerra mundial llevé conmigo las obras completas de Schopenhauer. Aprendí mucho de él. Nietzsche ha superado maravillosamente el pesimismo de Shopenhauer. Por otra parte, creo que ese pesimismo no procede solamente del sistema de Schopenhauer, sino que tiene un origen de orden subjetivo, en relación con experiencias personales desafortunadas"

Creo que únicamente privilegia a quien quiere, pues afirmar que no hay filósofos de categoría fuera de Alemania -en concreto Francia y GB- me parece una falta de conocimiento bestial o desde luego una estrechez de miras como nunca ha habido.

No dice nada nuevo de los filósofos que cita. Parece que resume libros de texto de la época. Y eso de llevar las obras de Schopenhauer encima durante la guerra... parece un poco disparatado, pero bueno lo dejo en suspenso.

Por todo el mito que se fue forjando durante los años por algunos miembros de la "inteligentsia" nazi. (Que si inauguración de monumentos, que si regalo de las obras completas de Nietzsche a Mussolini, etc...) Lo que demuestra es poco entendimiento de Nietzsche, porque una buena lectura de Nietzsche acaba desarrollando (por ejemplo) la idea de un arte nuevo: la vanguardia, algo totalmente en desacuerdo con los principios nazis de cultura völkisch.

2. Filosofía y nazismo.

Tanto el nazismo como Heidegger en sus etapas formativas coincidieron en algunos puntos centrales:

• El nazismo se presentaba como un movimiento poético-ideológico restaurador de la mitología germánica. Llevaba la pasión nietzscheana de alcanzar la "transmutación de todos los valores" afirmados por el largo desvío de dominación judeocristiana en Occidente. Se inscribía en la tradición wagneriana de la Alemania profunda, vinculada a la de Fichte, Schelling y los líricos mayores. Postulaba un renacimiento de dioses auténticos sobre los restos de la "muerte de Dios".

• El nazismo exhibía un novedoso costado ecológico, de retorno a la naturaleza, tal como lo expresaba Walter Darré en sus discursos. Para Heidegger, que veía en el modelo anglosajón de la idea de modernidad, y especialmente en la tecnología, el mayor de los peligros, se comprende que el lenguaje de los nazis le haya sorprendido. El intelectual descree de la posibilidad de ver encarnadas sus ideas por los movimientos políticos. Heidegger sintió seguramente que el nazismo, inesperadamente, se investía con mitos germánicos.

• Heidegger descreía de la democracia pluralista. En ese tiempo, tanto la izquierda como la derecha europeas participaban más de la idea del conductor o del héroe político como podrían definirlos Carlyle o Max Scheler. Muchos conservadores (como los izquierdistas) no consideraban que la democracia pluralista pudiera conllevar dimensión ética alguna. Más bien les parecía un azar masificador, una hipócrita recomendación de los anglosajones.

Es curioso como la idea del super-Hombre de Nietzsche degenerara en la versión nazi. Cuando Nietzsche escribió en Zaratustra:

“El hombre es una cuerda tendida entre el animal y el Superhombre, una cuerda sobre un abismo. Un peligroso pasar al otro lado, un caminar, un peligroso estremecerse y pararse.
La grandeza del hombre está en ser un puente y no una meta: lo que en el hombre se puede amar es que es un tránsito y un ocaso”

Resulta que las primeras manifestaciones por hacer realidad toda esta declaración de intenciones es el nacimiento del grupo “Die Brücke”, uno de los mejores de las vanguardias artísticas, allá por 1905. En su obra La voluntad del poderío asegura que la evolución humana alcanzará al superhombre y se constituirá una nueva raza: los Herrenvolk.

Pero Nietzsche no está apuntando a una eliminación eugenésica de la humanidad no apta, ni programando un exterminio, tan solo está hablando de manera poética del papel que tiene que llenar el hombre toda vez que –según Nietzsche- la figura de Dios ha muerto. El superhombre es llenar ese vacío, es estar “por encima del bien y del mal” y como señala de nuevo en Zaratustra:

“¡Mirad, yo os enseño el Superhombre! El superhombre es el sentido de la Tierra. Diga vuestra voluntad: ¡sea el Superhombre el sentido de la Tierra! ¡Yo os conjuro, hermanos míos, permaneced fieles a la Tierra y no creáis a quienes os hablan de esperanzas sobreterrenales!”

Desde luego este rechazo a cualquier forma de divinidad fue retomada por el nazismo, pero curiosamente algunos de ellos como Himmler y sus devaneos con el esoterismo no hacía más que dar pervivencia a las ideas “sobreterrenales”.

3. Antisemitismo, Nazismo y Nietzsche.

El asunto del antisemitismo nazi y sus conexiones con Nietzsche, es bastante polémico. Obviamente hay semejanza entre las palabras de Nietzsche y las de Hitler:

“Los judíos son el pueblo más extraño del mundo porque cuando se enfrentaron a la cuestión del ser o no ser, eligieron ser a cualquier precio; este precio era la falsificación de toda naturaleza, de toda realidad, del mundo interior como exterior”
(Nietzsche: El Anticristo)

“El judío nunca ha fundado civilización alguna, pero sí ha destruído cientos de ellas. No posee nada a lo que remitirse sino a su propia creación. Todo lo ha robado”
(Hitler, discurso en Munich 1922)

Pero me inclino a pensar que más que influencia del filósofo, los teóricos nazis se empaparon más por todo la tradición antisemita germana que –en época contemporánea- había puesto en la palestra ejemplos tan significativos como Grattenauer y su panfleto Wieder die Juden (1803). Panfleto que coincide con el despertar del nacionalismo alemán tras la invasión francesa, ocupación que además otorgó libertades y derechos a las minorías judías. Tras la caída napoleónica, el antisemitismo se hace virulento. Incluso los “Jóvenes Hegelianos” (Feuerbach, Bauer y Marx) arremeten contra los judíos: Marx y Bauer son autores de sendas obras acerca de la “cuestión judía” alrdedor de 1820. Con la unificación alemana ya consolidada los circulos políticos conservadores son los más antisemitas del panorama y personajes como Treitschke, Stöcker o Marr redactan y manifiestan sus sentimientos de repulsa y peligro ante el judaísmo. Como muestra, en las elecciones de 1881 los antijudíos –que conforman una alianza conservadora- llegan a alcanzar la segunda posición en la representación parlamentaria. La lista de personalidades del mundo de la cultura, las artes, la política y la economía que manifiestan y apoyan la causa antisemita es larguísima, así que por ahora paro por aqui.

Ya en la época del nazismo, se achacará que la Revolución de Noviembre que acabó con el kaiser e instauró la república de Weimar, fue una manifestación judía, cosa realmente falsa, ya que de todos los actores políticos de estos acontecimentos, solo 2 o 3 eran judíos. Se dio rienda suelta y credibilidad a un opúsculo: Los protocolos de los sabios de Sion, que es una colección de falacias irracionales. También se añade a esto que en la época de la posguerra numerosos generales y oficiales publicaron sus memorias y casi en todas se encuentra repetida la cantinela de que la guerra se perdió por la traición judía (casos de Von der Golz o Ludendorff).

No es de extrañar pues que la obra de Hitler, Mein Kampf, sea una especie de totum revolutum en el que se mezclan todas estas ideas, entre las que quizás las de Nietzsche aparezcan entremezcladas entre tanto embrollo, -sigo sosteniendo que Hitler lee, copia y es capaz de recitar de memoria pero no entiende lo que lee-, pero de ahí a hacer surgir el antisemitismo nazi e incluso el genocidio de las obras de Nietzsche: NO.

Y sostengo que no porque Nietzsche en Más allá del bien y del mal manifiesta:

“¿Qué debe Europa a los judíos? – Muchas cosas, buenas y malas, y sobre todo una que es a la vez de las mejores y de las peores: el gran estilo en la moral, la terribilidad y la majestad de exigencias infinitas, de significados infinitos , todo el romanticismo y sublimidad de las problemáticas morales – y, en consecuencia, justo la parte más atractiva, más capciosa y más selecta de aquellos juegos de colores y de aquellas seducciones que nos incitan a vivir, en cuyo resplandor final brilla –tal vez deja de brillar- hoy el cielo de nuestra cultura europea, su cielo de atardecer. Nosotros los artistas entre los espectadores y filósofos sentimos por ello frente a los judíos – gratitud”

“Es preciso resignarse al hecho de que sobre el espíritu de un pueblo que padece, que quiere padecer de la fiebre nerviosa nacional y de la ambición política pasen multiples nubes y perturbaciones o, dicho brevemente, pequeños ataques de estupidizamiento: por ejemplo, entre los alemanes de hoy, unas veces la estupidez antifrancesa, otra la antijudía, otra la antipolaca, otra las cristiano-romántica, otras la wagneriana, otras la teutónica, otras la prusiana”

“Un pensador que tenga sobre su conciencia el futuro de Europa contará, en todos los proyectos que trace en su interior con los judíos y asimismo con los rusos, considerándolos como los factores por lo pronto más seguros y más probables en el gran juego y en la gran lucha de las fuerzas”

“Que los judíos, si quisieran –o si se los coaccionase a ello, como parecen querer los antisemitas- podrían detentar ya ahora la preponderancia, más aun, hablando de modo completamente literal, el dominio de Europa, eso es una cosa segura; y también lo es que no trabajan ni hacen planes en ese sentido. Antes bien, por el momento lo que quieren y desean, incluso con cierta insistencia, es ser absorbidos y succionados en Europa, por Europa, anhelan estar fijos por fin en algún sitio, ser permitidos, respetados y dar una meta a la vida nómada, al “judío eterno” y se debería tener muy en cuenta y complacer esa tendencia y ese impulso: para lo cual tal vez fuera útil y oportuno desterrar a todos los voceadores antisemitas del país”

4. Infuencias no nietzschianas en la conformación del imaginario nazi.

• Friedrich Schlegel: quien identificó a la raza nórdica como “aria”, haciéndola derivar del griego AIROI (véase Heródoto). Schlegel estableció una vinculación etimológica entre la raiz ari y el alemán Ehre. (Schlegel estaba casado con una judía y en ningún momento de sus escritos hay antisemitismo, es lo curioso de este caso).

• Jacob Grimm, en el diccionario de la lengua alemana definía a griegos, romanos, celtas y germanos como procedentes de migraciones asiáticas de poblaciones arias.

• Christoph Meiners, filósofo antisemita que en 1811 expuso la existencia de dos líneas genealógicas en la humanidad la raza “clara y bella” y la raza “oscura y fea” (idea desde luego retomada directamente por los nazis… recuérdese lo de “música negra”).

• Kart Penka, quien en su opúsculo Origines ariacae de 1883 ya “certifica” que la raza aria estaba establecida en el Norte de Europa desde la noche de los tiempos.
• Estas ideas fueron además retomadas por los ariosofistas –memento Guido von List- y junto a las ideas raciales que igualmente desarrollara H. S. Chamberlain aterrizaron en el seno del partido nazi.

• Los líderes del nazismo asumieron el protagonismo de llevar adelante la tarea de ubicar a la raza aria en el lugar que les correspondía, para conformar un modelo ario –como se decía con cierto temor entre algunos de la población- “Rubio como Hitler, delgado como Goering, alto como Goebbels y casto como Röhm”

5. La idea del Tercer Reich vs Nietzsche.

Frente a quienes consideran que la idea del Tercer Reich proviene de los escritos de Nietzsche tampoco hay veracidad en eso. Las influencias son anteriores y desde luego –yo sigo en lo mío- no fue una aportación original nazi sino una relectura y un uso vacío de conceptos anteriores.

La idea original de un Tercer Imperio que duraría mil años procede de Gioacchino da Fiore, un monje cisterciense del siglo XII. Este personaje y según su peculiar lectura del Apocalipsis teorizó acerca de un reino terrenal que en definitiva sería el cielo en la tierra. Su idea: el hombre viviendo en una era escatológica de bienaventuranza perpetua.

Tras la muerte de este monje su idea corrió entre sus seguidores y en algunos grupos se llegó a la conclusión de que quien iba a materializar la idea de esta época dorada, este tercer Imperio, iba a ser ni mas ni menos que el kaiser Federico II, entre otras cosas por las “excelentes” relaciones que mantenía con la Iglesia Romana y la cantidad de veces que había sido excomulgado. El kaiser murio en 1250 y quedó claro que no era el elegido.

La idea quedó latente en el pensamiento europeo, hasta que con la Ilustración el mito del tercer Imperio, obviamente secularizado, se convirtió en uno de los puntos básicos ya que teorizaba acerca del poder del hombre a la hora de conseguir un futuro mejor, no es extraño que esta teoría se añadiera todas las utopías políticas del momento.

En este sentido Hegel, en Filosofía de la Historia asegura que el Tercer Imperio comenzó con la Reforma protestante de Lutero, idea que vinculaba ese término a la historia de Alemania.

Ya en el siglo XX, la idea de Tercer Imperio es absorbida por los movimientos políticos e ideológicos conservadores e incluso en obras primigenias de George y Thomas Mann se rastrea esta utopía. El asunto es que también junto a estos sectores, la idea es retomada en los círculos ariosofistas, y uno de los gurus del movimiento, Lanz von Liebenfels, comenzó a divagar acerca de la instauración de un Tercer Imperio con sede en Viena. En definitiva estaba apuntando a un resurgimiento de la dinastía de los habsburgo, cosa que como buena utopía quedo en utopía.

La aportación más directa al nazismo proviene de un conservador de nombre Moeller van der Bruck, quien escribió una obra titulada “El Tercer Reich” en 1923 y en la que apuntaba en la victoria de un imperio germánico conservador sobre las democracias (la referencia más directa era la República de Weimar). El libro cayó en manos de los dirigentes nazis que hicieron una lectura sectaria de las propuestas teóricas de la obra (entre otras cosas cabe destacar que Moeller teorizaba que los campesinos rusos acabarían emancipándose de la dictadura bolchevique e iniciarían un proceso similar al de la Roma Imperial acabando por constituir las bases de ese Tercer Imperio que se contagiaría a Alemania. Desde luego suena un poco raro para un escritor nacionalista y recuerda en algunos momentos al propio Lenin cuando aseguraba que la revolución triunfaría en Alemania, lo cierto es que Moeller era un ávido lector de Dovstoievski y tenía construida una peculiar y muy romántica imagen del campesinado ruso).

Curiosamente Hitler, el 1 de septiembre de 1933, anunció solemnemente que el Estado que el gobernaba era el Tercer Reich milenario, algo insólito ya que no habia usado el termino en su obra programática Mein kampf (Lo que me refuerza en la tesis de que Hitler según iba conociendo algo lo añadía a su imaginario político y que no era esa mente tan estructurada como algunos han pretendido ver)

Influenciado por las ideas de Moeller una de las primeras acciones que llevó a cabo tras la anexión de Austria fue llevar a Nuremberg las insignias imperiales de los Habsburgo (la corona de Carlomagno, la lanza de Longino y la capa pluvial de Federico II- intentando asegurarse la continuidad histórica del Sacro Imperio. (De todos es sabido el fetichismo de Hitler hacia las insignias y reliquias: “cual maravilloso hechizo, parecen seguir actuando como prenda de una comunidad eterna”)

La identidad de esa Alemania con el Tercer Reich no parece quedar del todo afianzada cuando el 10 de julio de 1939 el ministro Geobbels da instrucciones a la prensa y otros medios de comunicación para que se elimine el término Tercer Reich del vocabulario oficial y se sustituya por el de Grossdeutsches Reich (Gran Reich Alemán). Como que no estaban muy seguros de haber acertado en ser quienes decían ser.

Una muestra de que el antisemitismo nazi provenía de otras fuentes y no de Nietzsche (por cierto estoy buscando una cita de Nietzsche que dice que el europeo ideal es el judío):

“La regla general para llegar a una solución no ya parcial sino integral de la cuestión judía no puede ser ni una construcción puramente intelectual, ni una construcción que repose sobre la idea de una mejora de los judíos. El objetivo inmediato, que en modo alguno es la meta final, es la ejecución política bajo apariencias y con medios modernos, de los que los siglos precedentes no realizaron de un modo suficiente. El resultado final de estas medidas, sistemáticamente limitadas, será la disminución de los judíos, tanto en lo que concierne a su número y a su riqueza como por lo que respecta de manera más general a su participación en el Estado y en la sociedad. De esta manera se establecerá la libertad interior de las naciones modernas, lo que evitará un mestizaje con una raza tan perniciosa como insoportable para estos pueblos. Tras las medidas limitadas, será preciso recurrir a los medios más rigurosos”

Dühring: Die Judenfrage als Frage des Raakschädlichkeit für Existenz, Sitte und Kultur der Volker. 1886. Pierre Sorlin: El antiseminitismo alemán. Península, Barcelona, 1976; Documento 8: pág 139 y ss.

Vamos que si en este texto no se está apuntando la infame solución final ya me lo podéis ir desmontando palabra a palabra.


6. Nietzsche en Nürenberg.

Durante los juicios de Nurenberg, el fiscal en jefe francés Francois de Menthon (perdón por la ortografía…) efectuó este discurso referido a la figura de Nietzsche:

“Nietzsche también cuenta entre los antepasados a los que el nacionalsocialismo se remite con razón, pues fue el primero que ejerció una crítica coherente contra los valores tradicionales del humanismo y, por otra parte, porque su visión del dominio sobre las masas por parte de unos dominadores ilimitados anunciaba ya el régimen nazi (…) La moral de la inmoralidad, la consecuencia de las doctrinas más puras de Nietzsche, considera la aniquilación de cualquier moral convencional el deber más elevado del hombre”

Obviamente esta acusación proviene de la tergiversación que hicieron los nazis de la obra del filósofo: una lectura parcial e irracional. Llegaron a usarlo de manera tan burda que incluso en los cuarteles de las SS colocaban la frase “¡Alabado lo que nos hace duros!” que es del filósofo en cuestión y que demuestra que cuando una cosa se saca de contexto tiene consecuencias realmente terribles.

Y en cuanto al uso de Nietzsche por el nazismo. Creo que fue una especie de respuesta de algunos “intelectuales” alemanes al ver como en Italia se estaban apropiando de las ideas de Nietzsche para justificar el fascismo. En concreto, Giulio Evola –teórico del fascismo italiano- reivindicaba algunas ideas de Nietzsche: voluntad de poder, superhombre (sin componente racial, más bien sobrenatural o espiritual en el sentido épico). La interpretación de Evola reivindicaba la visión de un Nietzsche en contra de la decadente sociedad de su época y buscando un nuevo modelo. Desde luego la adopción italiana no fue tan bestial y salvaje como la de los nazis. Si recordaís la mención que hacia a Baeumler, bueno pues este señor fue el responsable de todo –Hitler no era tan inteligente como para leer a Nietzsche, ni a Kant ni a Hegel… lo que leía era pseudocultura-, como decía, Baemleur escribió en su artículo ya citado: “cuando gritamos Heil Hitler, estamos diciendo al mismo tiempo Heil Nietzsche”. (Soberana memez).

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Mensaje por Kurt_Steiner » Mar Jul 31, 2007 11:23 am

Ya puestos a culpar a Nietzsche, porqué no cargar también contra Darwin? Esta obsesión humana por encontrar chivos expiatorios y explicaciones para todo se hace realmente pesada.

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Mensaje por Nietzsche_18 » Mié Dic 12, 2007 6:30 pm

Por favor, leer todo antes de conestar (espero que se entienda mi idea): Si Nietzsche hubiese conocido a Hitler, creo que lo habría admirado, pues lo que Nietzsche pretendía era el "Superhombre", que debía ser aquel capaz de abandonar la "moral de esclavos" propia de los cristianos (y judíos), en el sentido de que Hitler cambió su moral. El "Superhombre" debía ser capaz de transformarse y cambiarlo todo, aun cuando supiera que debía encontrarse con la oposición de los demás humanos. El "Superhombre" es un legislador, un moralista, agresivo (no agresivo en el sentido físico sino moral) alguien que no teme al cambio ni a los demás, y que vive según su propia filosofía. Por eso digo que Nietzsche lo hubiese admirado, pues Hitler hizo eso (dejando aparte como lo consiguió, lo importante es ese cambio). Es más, una figura que se ha asociado en alguna manera a Hitler, Napoleón, era uno de los ejemplos que ponía Nietzsche de cómo debía ser el "Superhombre", pues no temió en cambiar toda Francia. Con ello, Nietzsche no defendía que Napoleón quisiese apoderarse de toda Europa ni nada de eso, sino que había tenido la voluntad suficiente como para querer hacerlo. Por eso digo que posiblemente, Nietzsche hubiese admirado a Hitler (repito, no ya su política, sino su "voluntad de poder").

Espero que no se malinterpreten mis palabras y que se entienda el concepto que quiero explicar.

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Mensaje por Shindler » Mié Dic 12, 2007 6:47 pm

Hola a todos, estiamdo Nietzsche_18 se entiende a lo que apuntas pero, discrepo con lo de que Nietzsche admirarìa a Hitler, una cosa es tener un pensamiento de superhombre, raza ideal y demás otra muy diferente es realizar la monstruosa obra que llevò AH por lograr ese "superhombre" o "raza pura", no se si me entiendes. El polìtico de turno vamos a decir que utilizó el teléfono descompuesto en este caso. Realizar la "obra o pensamiento de Nietzsche" en cuanto a la raza pura es lo mismo que la intencion de justificacion que reza en el Mein Kampf "Al luchar contra el judìo lucho por la obra del señor" ¿¿¿??? ¿Se entiende?



Gracias por estar
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Mensaje por Nietzsche_18 » Mié Dic 12, 2007 7:33 pm

Shindler escribió:Hola a todos, estiamdo Nietzsche_18 se entiende a lo que apuntas pero, discrepo con lo de que Nietzsche admirarìa a Hitler, una cosa es tener un pensamiento de superhombre, raza ideal y demás otra muy diferente es realizar la monstruosa obra que llevò AH por lograr ese "superhombre" o "raza pura", no se si me entiendes. El polìtico de turno vamos a decir que utilizó el teléfono descompuesto en este caso. Realizar la "obra o pensamiento de Nietzsche" en cuanto a la raza pura es lo mismo que la intencion de justificacion que reza en el Mein Kampf "Al luchar contra el judìo lucho por la obra del señor" ¿¿¿??? ¿Se entiende?



Gracias por estar
A ver, quizás no has entendido o (lo más seguro) no me he explicado bien. Cuando digo que Nietzshe hubiese admirado a Hitler no lo digo en el sentido de destruir toda una raza ni nada de eso (ya he dicho en mi anterior post que no tenía nada que ver con la política), sino en el sentido de que Hitler rompió con la moral que se tenía, y tenía la "voluntad de poder" de querer cambiar. El "spuerhombre" de Nietzsche es un concepto metafísico de un hombre que se renueva y reniega de la "moral de esclavos". Eso no significa que para Nietzsche un "superhombre" sea un dirigiente político, o un dictador. A ver si con esto queda más claro:

"Algunos autores han interpretado las ideas de Nietzsche dándoles un significado equívoco o conforme a sus propias necesidades: Es el caso de Adolf Hitler, que utilizó la idea del "superhombre" (tema de la 4ª parte de Así habló Zaratustra) para justificar la existencia de una "raza superior", según la cual los pueblos nórdicos —los llamados arios puros— no sólo eran físicamente superiores a otras razas, sino que también lo eran su cultura y moral; por ello la genética profundizó más en sus planteamientos científicos acerca de la existencia de una raza físicamente superior, a partir de la II Guerra Mundial. El nacionalsocialismo o nazismo, adquiría raíces filosóficas de la obra de Nietzsche e idealizaban al Estado o exaltaban el culto a los individuos superiores, los cuales se evadían de acatar las limitaciones convencionales. Friedrich Nietzsche dio una explicación asombrosa pero lógica de la tesis darwinista acerca de que la selección natural es una ley básica de la naturaleza. Según Nietzsche, la llamada conducta moral es necesaria tan sólo para el débil. La conducta moral —en particular la defendida por el judeocristianismo, que según él es una doctrina esclava— tiende a permitir que el débil impida la autorrealización del fuerte. De acuerdo con Nietzsche, toda acción tendría que estar orientada al desarrollo del individuo superior, su famoso Übermensch (‘superhombre’), que será capaz de realizar y cumplir la más nobles posibilidades de la existencia. Nietzsche encontró que este ser ideal quedaba ejemplificado en los filósofos griegos clásicos anteriores a Platón y en jefes militares como Julio César y Napoleón; "superhombre" es un tipo de hombre "idealista", es decir, mitad "santo", mitad "genio"."

Fuente: http://www.monografias.com/trabajos12/a ... bloz.shtml

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Mensaje por Shindler » Mié Dic 12, 2007 9:26 pm

Nietzsche_18 escribió: A ver, quizás no has entendido o (lo más seguro) no me he explicado bien. Cuando digo que Nietzshe hubiese admirado a Hitler no lo digo en el sentido de destruir toda una raza ni nada de eso *1 (ya he dicho en mi anterior post que no tenía nada que ver con la política), sino en el sentido de que Hitler rompió con la moral que se tenía, y tenía la "voluntad de poder" de querer cambiar *2. El "spuerhombre" de Nietzsche es un concepto metafísico de un hombre que se renueva y reniega de la "moral de esclavos". Eso no significa que para Nietzsche un "superhombre" sea un dirigiente político, o un dictador *3. A ver si con esto queda más claro:

Tranquilo amigo, sólo estamos observando puntos de vista, el sano debate es el que tiene que reinar y es lógico que muchos expresen sus puntos de vista y opiniones en los distintos temas que se planteen. :lol:

*1- No creo que Nietzsche admire a alguien de una manera y otra la ignore, talvez si no se hubieran cometido las aberraciones de los campos de concentraciòn, los experimentos médicos monstruosos y sólo talvez puede ser que le admirara en algún punto, pero creo que Nietzsche tenía otra visión del superhombre como bien dices en cuanto a la moral, la ética y el razonamiento del individuo.

*2- No olvidemos como se produjo el cambio y las verdaderas intenciones de AH.

*3- Ciertamente el ejemplo de "superhombre" es el sentimiento que jústamente se apodera de estos personajes (dictadores) se sienten superhombres en toda la extesiòn de la palabra. :wink:




Gracias por estar
P.D. No te preocupes soy cabeza dura :mrgreen:
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Mensaje por p3c0 » Jue Dic 13, 2007 3:57 pm

Hola a todos!
No me pondre a debatir sobre puntos filosoficos de Nietzsche y Hitler mas que nada porque no me interesa hacerlo, pero eso si decir que si lo hubiera conocido, creo que es hacer futurologia y no historia, no lo conocio y punto lo que venga despues son conjeturas...
Lo de las responsabilidades, como puede ser responsable alguien que murio tantos años antes???? no entiendo....
Saludos
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Nietzsche, ¿padrino del fascismo?

Mensaje por juankamilo » Lun Ago 10, 2009 8:29 pm

Ya nadie volvió a debatir este tema....a ver si resucita porque está muy bueno.

A Nietzche siempre se le ha relacionado con el fascismo, pero sus estudiosos, críticos y comentaristas olvidan que también se le puede relacionar con el comunismo, y de hecho, se le puede relacionar con todo régimen totalitarista, hasta con una monarquía. Partamos de que Nietzche y la democracia no se la llevan, luego todo régimen antidemocrático sería nietzchista, lo cual es absurdo, porque el totalitarismo es miles de años anterior al personaje.

Existe también una relación Nietzche-Comunismo en el sentido que los soviéticos pretendían crear una especie de super hombre del sistema, un sujeto desaprendido de todo afecto, sentimiento o motivación que fuera ajena a la causa común, al partido, al sistema. En la educación soviética, por ejemplo, se inculcaba en los niños el amor a la patria por encima de la familia, y se consideraba un acto heróico llegar a anteponer el bien de la URSS a los sentimientos filiales.
Este modelo de hombre comunista se ve también bastante arraigado en la publicidad, en donde el modelo a seguir es el de un sujeto que trabaja (preferiblemente en una labor manual, y no esas "intelectualidades burguesas") que a la vez se instruye en las obras del socialismo y está dispuesto a tomar las armas para combatir en la lucha de clases.

Y respecto a esa afirmación de que Nietzche seguramente hubiera admirado a Hitler...pues se dice que para Nietzche el mejor modelo de un super hombre existente fue Napoleón....Nietzche no solo hubiera admirado a Hitler, sino también a Stalin.

"The tree of Liberty must be refreshed from time to time with the blood of patriots and tyrants".
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Von Garzen
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Nietzsche, ¿padrino del fascismo?

Mensaje por Von Garzen » Lun Ago 10, 2009 10:53 pm

juankamilo escribió:Ya nadie volvió a debatir este tema....a ver si resucita porque está muy bueno.

A Nietzche siempre se le ha relacionado con el fascismo, pero sus estudiosos, críticos y comentaristas olvidan que también se le puede relacionar con el comunismo, y de hecho, se le puede relacionar con todo régimen totalitarista, hasta con una monarquía. Partamos de que Nietzche y la democracia no se la llevan, luego todo régimen antidemocrático sería nietzchista, lo cual es absurdo, porque el totalitarismo es miles de años anterior al personaje.

Existe también una relación Nietzche-Comunismo en el sentido que los soviéticos pretendían crear una especie de super hombre del sistema, un sujeto desaprendido de todo afecto, sentimiento o motivación que fuera ajena a la causa común, al partido, al sistema. En la educación soviética, por ejemplo, se inculcaba en los niños el amor a la patria por encima de la familia, y se consideraba un acto heróico llegar a anteponer el bien de la URSS a los sentimientos filiales.
Este modelo de hombre comunista se ve también bastante arraigado en la publicidad, en donde el modelo a seguir es el de un sujeto que trabaja (preferiblemente en una labor manual, y no esas "intelectualidades burguesas") que a la vez se instruye en las obras del socialismo y está dispuesto a tomar las armas para combatir en la lucha de clases.

Y respecto a esa afirmación de que Nietzche seguramente hubiera admirado a Hitler...pues se dice que para Nietzche el mejor modelo de un super hombre existente fue Napoleón....Nietzche no solo hubiera admirado a Hitler, sino también a Stalin.
Te recomiendo que revises tus conocimientos sobre la Unión Soviéitca y sobre el termino "hombre nuevo".


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Germana
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Nietzsche, ¿padrino del fascismo?

Mensaje por Germana » Mar Ago 11, 2009 9:26 am

Buenos días.
Algo de filosofía ha aprendido durante mi vida y, aunque Nietzsche no es uno de mis autores favoritos, algo estudié sobre él.
Me parece un ligero despropósito apuntillar ideas del "superhombre" con ideas programáticas de un partido como el nazi.
No creo que haya una correlación de ningún modo, ni en el fondo ni en las formas explicativas de la filosofía de dicho autor con las ideologías del partido nazi.
Creo que juankamilo se equivoca al pensar en una posible relación, igualmente, en el sentido de un superhombre desaprendido de todo afecto, sentimiento o motivación que fuera ajena a la causa común, al partido, al sistema comunista... Esto es algo totalmente en desacuerdo a la idea general del filósofo que cree en la idea de "hombre nuevo" y nunca partiendo de la base de un estado o estados totalitarios.
Eva
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