Nadie interesado en el nazismo debería ignorar un documento como los diarios de Victor Klemperer. Les pongo un link para que les sirva como referencia para investigar. Lo recomiendo.
http://www.liv-coll.ac.uk/pa09/europetr ... mperer.htm
Viktor Klemperer o la fuerza del sino
Moderador: José Luis
-
V.Manstein
- Moderador Honorario
- Mensajes: 771
- Registrado: Lun Jun 13, 2005 6:28 pm
- Ubicación: Cantabria/Canarias
Viktor Klemperer o la fuerza del sino
Soldat im 20.Jahrhundert
-
Francis Currey
- Administrador
- Mensajes: 3176
- Registrado: Vie Jun 10, 2005 8:50 am
- Ubicación: España
- Contactar:
Victor Klemperer
Siempre hay un cronista, incluso en los tiempos de oscuridad. Y si el periodo más oscuro de la historia reciente es el que vio el auge y caída del Tercer Reich alemán, su cronista tiene el nombre de Victor Klemperer.
Decir que Klemperer fue un héroe no se ajusta a lo que hoy entendemos por esta palabra. No luchó en el ghetto de Varsovia, ni pilotó un avión en el batallón internacional de la RAF. Pero su crónica diaria, su resistencia moral a la humillación, el sólo hecho de sobrevivir al nazismo y contarlo, tienen algo que le acercan mucho al heroísmo.
Victor Klemperer nació en 1881 en Landsberg an der Warthe, localidad que hoy en día queda en el lado polaco de la frontera con Alemania. Fue el noveno y último hijo de un rabino, y entre sus familiares inmediatos se encuentra su primo Otto Klemperer, el famoso director de orquesta.
Estudió lingüística y se especializó como profesor de literatura francesa. Cuando en 1933, el partido nacionalsocialista llegó al poder, Victor Klemperer era un catedrático de la Universidad Técnica de Dresde. Pero su condición de judío le haría sufrir la barbarie del régimen nazi.
Casado con Eva Schlemmer, una “aria pura” según los estándares nacionalsocialistas, Klemperer pudo librarse, durante los primeros años del nazismo, de llevar la Estrella de David amarilla en el brazo, gracias a que ella nunca lo “repudió”. Esto le hizo pasar por un ciudadano más a los ojos del vecindario.
Pero las cosas empeoraron y a medida que el régimen totalitario aplicaba con más insistencia su implacable ley del terror, Klemperer y su mujer sufrían todo tipo de insultos y abusos, siendo confinados en una Judenhaus (casa para judíos, eufemismo aplicado a la más sórdida de las viviendas). Si se libró de ser conducido a un campo de exterminio fue gracias a la casualidad: el brutal bombardeo aliado sobre Dresde le permitió huir y vagar por Europa durante meses, hasta el fin del nazismo.
Pero, mientras todo esto pasaba, Victor Klemperer escribía en su diario. Quizás como acto de resistencia, posiblemente como íntimo refugio. Cada día daba testimonio de todo, de manera minuciosa y ordenada. Los papeles de estos diarios, recogidos y ocultados por su mujer, son un testimonio único de lo que significó vivir en la antesala del infierno.
Los Diarios de Klemperer no son sólo valiosos por este testimonio. Además, aportan datos que muestran el conocimiento del pueblo alemán sobre el genocidio y documentan cientos de encuentros con alemanes opuestos a Hitler. Alemanes que le ayudaron en sus peores momentos, arriesgando sus vidas por decencia y humanidad.
Klemperer anota todo lo que ve. Intentando encontrar explicaciones racionales para el horror, analiza el lenguaje del NSDAP, el partido nazi, y cómo gradualmente éste se extiende a la vida cotidiana. De este estudio surgirá su única obra publicada en vida, LTI. La lengua del Tercer Reich, que se convierte inmediatamente en un clásico de estudio imprescindible para entender el régimen nazi.
A partir de 1945, con la caída de Berlín, Klemperer retoma sus clases en la Universidad de Dresde. Cuando, en 1949, publica LTI. La lengua del Tercer Reich (LTI son las iniciales de Lingua Tertii Imperii, Lengua del Tercer Imperio), recibe una cerrada ovación de quince minutos.
Tras la muerte de su mujer, Klemperer archiva su diario. Se trata de 16.000 páginas escritas a mano que, a su muerte en 1960, pasan a la Universidad de Dresde. Hicieron falta más de 50 años para que los escritos fueran publicados. Fue precisamente un discípulo suyo, Walter Nowojski, quien se aventuró en la edición de los textos originales. Su intención era que la obra llegara a los más jóvenes "para que supieran diferenciar entre la historia oficial y la verdad".
Fuente: http://www.circulo.es/Especiales/Autore ... grafia.htm
Siempre hay un cronista, incluso en los tiempos de oscuridad. Y si el periodo más oscuro de la historia reciente es el que vio el auge y caída del Tercer Reich alemán, su cronista tiene el nombre de Victor Klemperer.
Decir que Klemperer fue un héroe no se ajusta a lo que hoy entendemos por esta palabra. No luchó en el ghetto de Varsovia, ni pilotó un avión en el batallón internacional de la RAF. Pero su crónica diaria, su resistencia moral a la humillación, el sólo hecho de sobrevivir al nazismo y contarlo, tienen algo que le acercan mucho al heroísmo.
Victor Klemperer nació en 1881 en Landsberg an der Warthe, localidad que hoy en día queda en el lado polaco de la frontera con Alemania. Fue el noveno y último hijo de un rabino, y entre sus familiares inmediatos se encuentra su primo Otto Klemperer, el famoso director de orquesta.
Estudió lingüística y se especializó como profesor de literatura francesa. Cuando en 1933, el partido nacionalsocialista llegó al poder, Victor Klemperer era un catedrático de la Universidad Técnica de Dresde. Pero su condición de judío le haría sufrir la barbarie del régimen nazi.
Casado con Eva Schlemmer, una “aria pura” según los estándares nacionalsocialistas, Klemperer pudo librarse, durante los primeros años del nazismo, de llevar la Estrella de David amarilla en el brazo, gracias a que ella nunca lo “repudió”. Esto le hizo pasar por un ciudadano más a los ojos del vecindario.
Pero las cosas empeoraron y a medida que el régimen totalitario aplicaba con más insistencia su implacable ley del terror, Klemperer y su mujer sufrían todo tipo de insultos y abusos, siendo confinados en una Judenhaus (casa para judíos, eufemismo aplicado a la más sórdida de las viviendas). Si se libró de ser conducido a un campo de exterminio fue gracias a la casualidad: el brutal bombardeo aliado sobre Dresde le permitió huir y vagar por Europa durante meses, hasta el fin del nazismo.
Pero, mientras todo esto pasaba, Victor Klemperer escribía en su diario. Quizás como acto de resistencia, posiblemente como íntimo refugio. Cada día daba testimonio de todo, de manera minuciosa y ordenada. Los papeles de estos diarios, recogidos y ocultados por su mujer, son un testimonio único de lo que significó vivir en la antesala del infierno.
Los Diarios de Klemperer no son sólo valiosos por este testimonio. Además, aportan datos que muestran el conocimiento del pueblo alemán sobre el genocidio y documentan cientos de encuentros con alemanes opuestos a Hitler. Alemanes que le ayudaron en sus peores momentos, arriesgando sus vidas por decencia y humanidad.
Klemperer anota todo lo que ve. Intentando encontrar explicaciones racionales para el horror, analiza el lenguaje del NSDAP, el partido nazi, y cómo gradualmente éste se extiende a la vida cotidiana. De este estudio surgirá su única obra publicada en vida, LTI. La lengua del Tercer Reich, que se convierte inmediatamente en un clásico de estudio imprescindible para entender el régimen nazi.
A partir de 1945, con la caída de Berlín, Klemperer retoma sus clases en la Universidad de Dresde. Cuando, en 1949, publica LTI. La lengua del Tercer Reich (LTI son las iniciales de Lingua Tertii Imperii, Lengua del Tercer Imperio), recibe una cerrada ovación de quince minutos.
Tras la muerte de su mujer, Klemperer archiva su diario. Se trata de 16.000 páginas escritas a mano que, a su muerte en 1960, pasan a la Universidad de Dresde. Hicieron falta más de 50 años para que los escritos fueran publicados. Fue precisamente un discípulo suyo, Walter Nowojski, quien se aventuró en la edición de los textos originales. Su intención era que la obra llegara a los más jóvenes "para que supieran diferenciar entre la historia oficial y la verdad".
Fuente: http://www.circulo.es/Especiales/Autore ... grafia.htm
-
El zorro del desierto
- Usuario
- Mensajes: 6
- Registrado: Vie Dic 30, 2005 2:35 am
- Ubicación: David, Chiriquí, República de Panamá
Solo para comentar, que entre los familiares de Victor Klemperer se encuentra Werner Klemperer (hijo de Otto, el director de orquesta), actor famoso por su interpretación del Coronel Klink en la sátira televisiva de la Segunda Guerra Mundial, los Heroes de Hogan. También participó en una pelicula sobre los juicios de Nuremberg en el año 1961.
La historia la cuentan los vencedores.
TEST