Sigrid Schultz, importante protagonista de este caso, fue una corresponsal del Chicago Tribune en Berlín antes de que comenzara la guerra y, entre 1944 y 1945, corresponsal de guerra estacionada en Bélgica. Esta periodista, con la guerra ya terminada y tras recorrer varias ciudades alemanas, topó casi por casualidad con un peculiar libro pertenencia de Heinrich Himmler. El libro había sido mandado esconder por este junto con documentos importantes. Todos esos volúmenes y papeles fueron encontrados con posterioridad, revisados y algunos de ellos puestos a la disposición de Schultz. El peculiar libro le llamó la atención por su cuidada cubierta, forrada en lana de conejo de Angora y con las runas SS estampadas. Sólo una palabra constaba en la portada: Angora. La periodista se encontró con un libro fotográfico, un álbum, dedicado a Himmler por un grupo de SS, en el que aparecían decenas de fotografías de conejos, criaderos y algunos datos sobre la cría.
Al menos entre los años 1941 y 1943, la SS desarrolló un peculiar proyecto de cría a gran escala de conejos de Angora para aprovechar su valiosa lana, buscando su provecho en la fabricación de ropa de invierno para los soldados. Lo llamativo del proyecto no residía en la cantidad de lana producida, pues esta no fue excesiva. Tampoco residía en la cantidad de centros de cría que se establecieron por todo el Reich, 31 exactamente en 1941. Lo llamativo, y cínico, reside en la localización de muchos de los criaderos: los campos de concentración. Mientras en Buchenwald, Auschwitz o Dachau se hacinaban miles de personas en infestados barracones, cientos de conejos eran criados en cabañas con pequeños espacios individuales. Justo donde miles de prisioneros recibían una muy insuficiente nutrición, cientos de conejos se criaban con alimentos y condiciones perfectamente cuidadas.
No se conocen muchos detalles de este proyecto, pero contamos con las fotografías del álbum “Angora” para tener una idea de cómo eran esos criaderos instalados en el mismo sitio que se agotaba y asesinaba a personas.
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Fuente del texto:
SCHULTZ, Sigrid. "Angora: pictorical records of an SS Experiment". Wisconsin Magazine of History. Volume L, number 4, summer 1967. p. 392-413.
Un saludo.
Al menos entre los años 1941 y 1943, la SS desarrolló un peculiar proyecto de cría a gran escala de conejos de Angora para aprovechar su valiosa lana, buscando su provecho en la fabricación de ropa de invierno para los soldados. Lo llamativo del proyecto no residía en la cantidad de lana producida, pues esta no fue excesiva. Tampoco residía en la cantidad de centros de cría que se establecieron por todo el Reich, 31 exactamente en 1941. Lo llamativo, y cínico, reside en la localización de muchos de los criaderos: los campos de concentración. Mientras en Buchenwald, Auschwitz o Dachau se hacinaban miles de personas en infestados barracones, cientos de conejos eran criados en cabañas con pequeños espacios individuales. Justo donde miles de prisioneros recibían una muy insuficiente nutrición, cientos de conejos se criaban con alimentos y condiciones perfectamente cuidadas.
No se conocen muchos detalles de este proyecto, pero contamos con las fotografías del álbum “Angora” para tener una idea de cómo eran esos criaderos instalados en el mismo sitio que se agotaba y asesinaba a personas.
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Fuente del texto:
SCHULTZ, Sigrid. "Angora: pictorical records of an SS Experiment". Wisconsin Magazine of History. Volume L, number 4, summer 1967. p. 392-413.
Un saludo.
