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por Mac_aco » Mié Sep 26, 2012 1:43 pm
Un apunte curioso sobre las Operaciones Marte y Urano por parte de Beevor.
"El principal objetivo era asegurarse de que ni una sola división pudiera ser “trasladada desde el sector central del frente al sector sur”. Aunque Zhukov era responsable de la supervisión de esta operación como representante de la Stavka, dedicó mucho más tiempo a planificar la operación Urano que la operación Marte. Zhukov pasó los primeros diecinueve días en Moscú, solo ocho y medio en el sector Kalinin del frente, y ni más ni menos que cincuenta y dos en el eje de Stalingrado. Solo esta circunstancia indica que Marte fue una operación secundaria, a pesar de que en ella se desplegaran seis ejércitos.
A juicio de los especialistas en historia militar de Rusia, el factor que demuestra de manera concluyente que la Operación Marte fue una maniobra de diversión y no, como ha sostenido David Glantz, una operación de la misma categoría que la otra, es la asignación de munición de artillería. Según el general del ejército M.A.Gareev, de la Asociación Rusa de Historiadores de la Segunda Guerra Mundial, la ofensiva Urano recibió “entre 2,5 y 4,5 cargas de munición (por cañón) en Stalingrado, frente a las menos de una asignadas en la Operación Marte. Este sorprendente desequilibrio nos habla de un curioso desprecio de la vida humana por parte de la Stavka, que estaba dispuesta a enviar seis ejércitos al combate con un apoyo insuficiente de artillería con el único fin de mantener ocupado al Grupo de Ejércitos Centro durante la maniobra de envolvimiento de Stalingrado.
Según un superespía, el general Pavel Sudoplatov, esa actitud despiadada fue absolutamente cínica. Cuenta como los detalles de inminente ofensiva de Rzhev fueron comunicadas deliberadamente a los alemanes. La Administración de Misiones Especiales del NKVD y los servicios de inteligencia militar del GRU habían preparado conjuntamente la Operación Monasterio, consistente en la infiltración en la Abwehr Alemana. Aleksandr Demyanov, nieto del caudillo de los cosacos de Kubán, había recibido del NKVD la orden de dejarse reclutar por la Abwehr. El Generalmajor Reinhard Gehlen, jefe de los servicios de inteligencia alemanes para el frente oriental, le dio el nombre en clave de Max y llegó a decir que era su mejor agente y que había organizado una excelente red de espías. Pero la organización clandestina de simpatizantes anticomunistas de Demyanov estaba controlada completamente por el NKVD. Max hizo una “defección” y cruzó las líneas en esquís durante el caos del contraataque soviético de diciembre de 1941. Como los alemanes ya lo habían identificado como probable agente en tiempos del pacto nazi-soviético, y además su familia era bien conocida en los círculos de los emigrados Blancos, Gehlen no dudó en confiar ciegamente en él. Max se lanzó entonces en paracaídas detrás de las líneas del Ejército Rojo en febrero de 1942 y no tardó en empezar a transmitir por radio informaciones plausibles, pero inexactas, proporcionadas por los miembros del NKVD que lo controlaban.
A primeros de noviembre ya estaban bastante avanzados los preparativos para la Operación Urano en las proximidades de Stalingrado y el ataque diversivo de la Operación Marte, cerca de Rzhev. Max recibió entonces la orden de dar a los alemanes detalles sobre Marte. “La ofensiva anunciada por Max en el frente del centro cerca de Rzhev” escribe el general Sudoplatov, jefe de la Administración de Misiones Especiales, “fue planificada por Stalin y Zhukov para distraer a los alemanes y obligarlos a desplazar sus esfuerzos de Stalingrado. La desinformación pasada por Aleksandr fue mantenida en secreto incluso para el general Zhukov, y a mí me la comunicó personalmente el general Fedor Fedorovich Kuznetsov, del GRU, en un sobre lacrado…”. Zhukov, que no sabía que este juego de desinformación estaba jugándose a sus expensas, pagó un alto precio con la pérdida de miles de hombres a su mando.
“La Segunda Guerra Mundial”, de Antony Beevor
Editorial Pasado&Presente, Capítulo 24 (Pag 520)
"Durante muchos meses hemos combatido juntos, a menudo en el mismo bando"
Carta del Gral J.Devers al Gral De Lattre, mayo de 1945.