Hace poco comencé a leer "Yo, Comandante de Auschwitz", escrito por el mismo, Rudolf Höss.
![Imagen](http://img23.imageshack.us/img23/6692/rudolfhssyocomandantede.jpg)
Hasta ahora la lectura es rápida y fácil de comprender, ya que está relatada por el mismo Höss, contada casi como una historia.
Pero hay cosas que uno no puede pasar por alto, sobre todo aquellos momentos que Höss no desperdicia para tratar, digamos, de disminuir su culpa. Por ejemplo (y voy a citar parte de la introducción escrita por Primo Levi): [...] "ni siquiera en las últimas páginas, que adquieren el tono de un testamento espiritual, Höss consigue mitigar el horror de cuanto ha cometido y sincerarse: 'ahora comprendo que el exterminio de judíos fue un error, un error total' (nótese, no 'un crimen'). 'De nada sirvió a la causa antisemita; por el contrario, permitió al judaísmo acercarse a su objetivo final'. Poco después afirma que se 'estremece' cuando oye hablar 'de las espantosas torturas aplicadas a los prisioneros de Auschwitz y otros campos': si pensamos que quien escribe esto ya sabe que morirá en la horca, quedamos atónitos ante su obstinación en mentir hasta el último aliento". [...]
Saludos,
Elías.