La estación internacional de Canfranc, inaugurada en 1928, se convirtió en la segunda guerra mundial en un enclave estratégico para las redes de espionaje de los aliados.
Una organización integrada por 30 personas (entre franceses, vascos y aragoneses) dirigida por militantes franceses de un partido monárquico estableció una conexión semanal entre Canfranc, Zaragoza y San Sebastián para llevar los mensajes. Este libro parte de una investigación histórica en la que se entrelaza la búsqueda de los descendientes de aquellos espías.
Autor: Ramón J. Campo
¿Qué tal esta obra? tiene muy buena pinta
La estación Espia
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