Re: La muerte de Hitler: cuestiones
Publicado: Mar Dic 22, 2020 9:03 am
¡Hola a todos!
Aunque no se puede establecer con certeza absoluta cómo se suicidó Hitler (si de un tiro en la sien, en la boca, en la barbilla, o de un tiro y con veneno al mismo tiempo), yo me decantaría por lo del tiro en la sien.
El tiro en la boca lo presentó por primera vez Trevor-Roper en su informe de noviembre de 1945, y la fuente a través de la cual llegó a esta conclusión fue Kempka. El problema con Kempka es que sólo supo de la muerte de Hitler por lo que le contó Gunsche. Reprodujo esa escena con Gunsche en sus memorias de 1951:
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At the moment I entered the Führer-bunker, Günsche was leaving Hitler’s sitting room, and we met in the lobby to the situation conference room. His features had changed visibly. As white as chalk and distraught, he stared at me.
‘For God’s sake, Otto, what is it?’ I cried, ‘you must be mad, asking me to endanger the lives of a half dozen of my men to bring you petrol under this kind of artillery bombardment!’ He seemed not to have heard me, went to the two outer doors and shut them. Then he turned and said: ‘The chief is dead.’
It was a dreadful shock. ‘How could that happen, Otto? I was speaking to him only yesterday! He was healthy and calm!’ Günsche was still so overcome that he could not speak. He merely raised his right arm, imitated holding a pistol grip with his fist and pointed to his mouth.
‘And where is Eva?’ Günsche indicated the door to Hitler’s room with his hand. ‘She is with him.’ With some difficulty, I extracted from him the events of the final hours.
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Erich Kempka, I Was Hitler's Chauffeur. The Memoirs of Erich Kempka (Frontline Books, 2010), publicado originalmente en alemán por la editorial Kyrburg de Munich en 1951 como Ich Habe Adolf Hitler Verbrannt.
Por otra parte, cuando Kempka fue liberado por los americanos contó a los periodistas de la revista Life que Eva Braun se había suicidado de un tiro en el corazón y Hitler de un tiro en la sien derecha, en contra de lo que había dicho en 1945 a Trevor-Roper.
Un tiro en la boca habría dejado algún rastro de pólvora en la misma, pero los análisis microscópicos realizados por Raphaël Weil, el científico colega de Charlier en el Laboratoire de Physique des Solides de la Universidad de Paris-Sud 11, no encontraron nada. En el sarro que presentaban las piezas dentales de Hitler conservadas en el FSB de Moscú, Weil buscó Antimonio, número atómico 51, bario, número atómico 56, plomo, número atómico 82 a petición de Charlier. Según éste, si Hitler se hubiese disparado un tiro en la boca tendrían que hallarse inevitablemente rastros de estos tres elementos químicos en el sarro dental. Pero no se halló rastro de ellos.
Además, de haberse pegado un tiro en la boca, colijo que Linge y Gunsche habrían visto sangre en la boca del Führer, pero nada dijeron al respecto. Sólo vieron una herida sangrienta en la sien, y sangre en la pared, en el sofá y en el suelo.
Y que se pegara un tiro en la boca y mordiese al mismo tiempo una cápsula de cianuro parece imposible. Por el contrario, si primero mordió la cápsula y luego se pegó el tiro en la boca es una hipótesis posible, pero improbable a tenor de lo que manifestaron los expertos que opinaron al respecto.
Finalmente, vuelvo a las fotografías, pero no a las que no se hicieron cuando se encontraron los cadáveres de Hitler y Braun, sino a las que no hicieron los hombres de las dos comisiones soviéticas, especialmente la primera de mayo de 1945. Más aún cuando fotografiaron a los Goebbels, pero no sacaron (que yo sepa) ninguna fotografía de los restos de Hitler y Braun (y si lo hicieron no han salido a la luz). De tener estas fotografías, tal vez se habría resuelto este misterio.
Bueno, y ahora un descanso hasta que pasen estas inusuales fechas de Navidad que, de todas formas, espero que paséis lo mejor posible.
Saludos cordiales
JL
Aunque no se puede establecer con certeza absoluta cómo se suicidó Hitler (si de un tiro en la sien, en la boca, en la barbilla, o de un tiro y con veneno al mismo tiempo), yo me decantaría por lo del tiro en la sien.
El tiro en la boca lo presentó por primera vez Trevor-Roper en su informe de noviembre de 1945, y la fuente a través de la cual llegó a esta conclusión fue Kempka. El problema con Kempka es que sólo supo de la muerte de Hitler por lo que le contó Gunsche. Reprodujo esa escena con Gunsche en sus memorias de 1951:
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At the moment I entered the Führer-bunker, Günsche was leaving Hitler’s sitting room, and we met in the lobby to the situation conference room. His features had changed visibly. As white as chalk and distraught, he stared at me.
‘For God’s sake, Otto, what is it?’ I cried, ‘you must be mad, asking me to endanger the lives of a half dozen of my men to bring you petrol under this kind of artillery bombardment!’ He seemed not to have heard me, went to the two outer doors and shut them. Then he turned and said: ‘The chief is dead.’
It was a dreadful shock. ‘How could that happen, Otto? I was speaking to him only yesterday! He was healthy and calm!’ Günsche was still so overcome that he could not speak. He merely raised his right arm, imitated holding a pistol grip with his fist and pointed to his mouth.
‘And where is Eva?’ Günsche indicated the door to Hitler’s room with his hand. ‘She is with him.’ With some difficulty, I extracted from him the events of the final hours.
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Erich Kempka, I Was Hitler's Chauffeur. The Memoirs of Erich Kempka (Frontline Books, 2010), publicado originalmente en alemán por la editorial Kyrburg de Munich en 1951 como Ich Habe Adolf Hitler Verbrannt.
Por otra parte, cuando Kempka fue liberado por los americanos contó a los periodistas de la revista Life que Eva Braun se había suicidado de un tiro en el corazón y Hitler de un tiro en la sien derecha, en contra de lo que había dicho en 1945 a Trevor-Roper.
Un tiro en la boca habría dejado algún rastro de pólvora en la misma, pero los análisis microscópicos realizados por Raphaël Weil, el científico colega de Charlier en el Laboratoire de Physique des Solides de la Universidad de Paris-Sud 11, no encontraron nada. En el sarro que presentaban las piezas dentales de Hitler conservadas en el FSB de Moscú, Weil buscó Antimonio, número atómico 51, bario, número atómico 56, plomo, número atómico 82 a petición de Charlier. Según éste, si Hitler se hubiese disparado un tiro en la boca tendrían que hallarse inevitablemente rastros de estos tres elementos químicos en el sarro dental. Pero no se halló rastro de ellos.
Además, de haberse pegado un tiro en la boca, colijo que Linge y Gunsche habrían visto sangre en la boca del Führer, pero nada dijeron al respecto. Sólo vieron una herida sangrienta en la sien, y sangre en la pared, en el sofá y en el suelo.
Y que se pegara un tiro en la boca y mordiese al mismo tiempo una cápsula de cianuro parece imposible. Por el contrario, si primero mordió la cápsula y luego se pegó el tiro en la boca es una hipótesis posible, pero improbable a tenor de lo que manifestaron los expertos que opinaron al respecto.
Finalmente, vuelvo a las fotografías, pero no a las que no se hicieron cuando se encontraron los cadáveres de Hitler y Braun, sino a las que no hicieron los hombres de las dos comisiones soviéticas, especialmente la primera de mayo de 1945. Más aún cuando fotografiaron a los Goebbels, pero no sacaron (que yo sepa) ninguna fotografía de los restos de Hitler y Braun (y si lo hicieron no han salido a la luz). De tener estas fotografías, tal vez se habría resuelto este misterio.
Bueno, y ahora un descanso hasta que pasen estas inusuales fechas de Navidad que, de todas formas, espero que paséis lo mejor posible.
Saludos cordiales
JL