¡Hola a todos!
Para explicar con más detalle y propiedad lo que supuso la abolición del Ministerio de Guerra en los términos que venía funcionando, creo conveniente subrayar unas cuantas cuestiones.
Para empezar, cuando Hitler asumió la doble función de
Führer y Canciller, a la muerte de Hindenburg en 1934, remarcó que en todos los asuntos concernientes al ejército delegaría su autoridad en el ministro de Defensa, quien actuaría como su representante en los asuntos militares.
Esta declaración de Hitler de agosto de 1934 vio su expresión legal en la Ley de la Wehrmacht de 21 de mayo de 1935, propiciada por un decreto de 16 de marzo de 1935, cuyo apartado 3 estipulaba que el
Führer era el Comandante Supremo de la
Wehrmacht y Canciller del Reich, y que bajo la orden del
Führer, el ministro de Guerra ejercía el mando sobre la
Wehrmacht, de la cual era su Comandante en Jefe. Esta referida ley de mayo incluía el cambio en la designación del ministerio, que pasaba a ser “de Guerra” por el hasta entonces “de Defensa”.
Cuando lo del memorando Hossbach -que por cierto recogió la reunión secreta en la Cancillería del Reich entre Hitler, Blomberg (como ministro de Guerra y Comandante en Jefe de la
Wehrmacht), Fritsch (como Comandante en Jefe del Ejército), Raeder (como C-e-J de la Marina de Guerra), Göring (como C-e-J del Arma Aérea) y Neurath (como ministro de Exteriores), y Hossbach como ayudante de Hitler, que fue quien tomó nota de lo que se dio en la reunión, que se celebró no a principios de diciembre como dije anteriormente, sino el 5 de noviembre de 1937-, digo que en esa reunión, a excepción de Raeder, todos expresaron sorpresa ante las declaraciones de Hitler (que iban de cara a la guerra en varios supuestos, véase el memorando, por ejemplo, aquí
https://avalon.law.yale.edu/imt/hossbach.asp ), y aunque no expresaron su desacuerdo delante de Hitler, lo hicieron patente más adelante. Básicamente, no es que estuvieran en contra de la guerra, sino del momento en que Hitler la consideraba, pues objetaban que el ejército no estaba preparado todavía para la guerra, y bajo ningún concepto querían exponerse a una guerra contra Gran Bretaña y Francia).
Blomberg fue rebajando paulatinamente su renuencia a las propuestas de Hitler, lo que le granjeó la antipatía de Fritsch y la
Generalität, en general, del Ejército (
Heer), que se propusieron presionar para nombrar a otro ministro de Guerra. Mientras tanto, se acordó que Fritsch, que debía reportar al
Führer próximamente, le explicaría a Hitler las consideraciones militares que no hacían aconsejable su política, y que Neurath le explicaría las objeciones políticas.
Fritsch se reunió con Hitler el 9 de noviembre en el
Obersalzberg, y fue tal su incomodo ante el informe del jefe del ejército que se negó a ver a Neurath, que esperaba su turno, y que tuvo que esperar hasta el 18 de enero de 1938 para mostrar a Hitler su desacuerdo.
Entonces sucedió lo del asunto de Blomberg y Fritsch, que en su día lo expliqué en el hilo “El Juicio del coronel general Werner von Fritsch, aquí
http://www.forosegundaguerra.com/viewto ... =59&t=3580 y ahí remito para no repetirme.
Al final de todo ese enredo, en el que hubo -al margen del caso en sí- muchas disputas e intereses por ver a quién nombraba Hitler nuevo Comandante en Jefe del Ejército (
Heer), Hitler resolvió el conflicto con un decreto de 4 de febrero de 1938 , sobre el liderazgo de las fuerzas armadas (
Wehrmacht), lo siguiente:
“
De ahora en adelante yo ejerzo personalmente el mando inmediato del conjunto de las fuerzas armadas. La antigua Oficina de la Wehrmacht [esto es, la Wehrmachtamt]
del Ministerio de Guerra se convierte en el Alto Mando de las Fuerzas Armadas [esto es, el OKW],
y queda inmediatamente bajo mi mando como mi estado mayor militar. Como Jefe del Estado Mayor del Alto Mando está el antiguo jefe de la Oficina de la Wehrmacht [Keitel, al que, por cierto, lo había nombrado Blomberg, quizá porque se había casado con una hija suya].
Se le otorga el rango equivalente al de ministro del Reich. El Alto Mando de las Fuerzas Armadas asume también las funciones del Ministerio de Guerra, y el Jefe del Alto Mando ejercita, como mi delegado, los poderes hasta entonces mantenidos por el ministro de Guerra del Reich.
La tarea de preparar la defensa unificada del Reich en todos los ámbitos, de acuerdo con mis instrucciones, es función del Alto Mando en tiempo de paz”. (
Reichsgesetzblatt, 1938, III)
Los ceses de Blomberg y Fritsch se anunciaron el mismo día, 4 de febrero, con el nombramiento de Brauchitsch como sucesor de Fritsch, con el grado de coronel general, mientras que a Göring se le nombró mariscal. La purga siguió con el relevo de sus mandos de 16 generales, mientras que a otros 44 altos oficiales se les transfirió de sus cometidos. Entre los purgados estaban von Rundstedt,
Ritter von Leeb,
Freiherr Kress von Kressenstein, von Küchler, von Kluge, von Weichs, y von Witzleben., quienes, por haber apoyado a Fritsch, pasaron a situación de retiro (a algunos de forma temporal, varias semanas, y a otros hasta el comienzo de la guerra). También se sustituyó a Neurath como ministro de Exteriores, ocupando su lugar Ribbentrop.
Con estas purgas -especialmente las de Blomberg, Fritsch y Neurath- Hitler eliminó los últimos obstáculos en su política de guerra, asumiendo para sí las funciones de ministro de Guerra, y dando efectividad práctica a las funciones que le correspondían teóricamente como Comandante Supremo de las fuerzas armadas desde que había subido a
Führer a la muerte de Hindemburg. Con el nombramiento de Keitel y Ribbentrop, así como del sobornado Brauchitsch, Hitler podía contar ahora con una posición del todo servil a cargo de los jefes de estas tres instituciones.
Bien, la fuente que he utilizado para recoger esta información es la de John Wheeler-Bennet,
The Nemesis of Power. The German Army in Politics, 1918-1945 (The MacMillan Press, 1953), pp. 335, 340, 361, 362, 372 y ss.
Saludos cordiales
JL