Adolf Galland es sin duda el personaje más interesante de todas las fuerzas Aéreas de esta guerra, además de ser uno de los pilotos con mas derribos en Inglaterra y Europa. Una de las curiosidades de este singular piloto era que siempre estaba fumando puros incluso cuando pilotaba su Bf 109, es famoso por ser el único piloto de la Luftwaffe que llevaba un encendedor de cigarros en su avión. Amaba la buena vida y hizo pintar en su avión uno de los emblemas mas famosos de la guerra: Una versión de Mickey Mouse blandiendo un hacha y una pistola y fumándose un puro. Una de las anécdotas de este piloto es que una vez casi fue derribado mientras cuado llevaba su Bf 109 cargado hasta los topes con botellas de champán para una fiesta. Le gustaba emplear eficazmente el uso de la fuerza de caza alemana y era uno de los mejores lideres de escuadrón. Al igual que Mölders su bautismo de fuego fue en la guerra civil española y fue instructor en la aun secreta Luftwaffe de los años 30.
El ministerio del Aire Alemán lo reclamo y puso a Werner Mölders en su lugar quien luego seria su gran amigo y rival en cuanto al número de derribos. En Noviembre de 1941 el Mariscal del Reich (Göring) lo ascendió a "General der Jagdflieger" para reemplazar a Mölders, esto le obligo a dejar de volar, la cual cosa no le hizo gracia y llego a enfrentarse a menudo con el mismo Mariscal del Reich. Galland creía en la defensa de grupo de aviones mientras que Göring pensaba en que nunca se debía abandonar la ofensiva. Defendía plenamente a sus muchachos de las acusaciones de Göring de cobardes y se enfrento a el, la cual cosa le hizo cesar de su puesto de General de pilotos. Pero como no hay mal que por bien no venga esto le permitió volar de nuevo en enero de 1945 cuando le permitieron formar un escuadrón de élite con los nuevos cazas a reacción Me 262. Acabo la guerra con 104 derribos y la mayor recompensa de todo piloto de la Luftwaffe: La cruz de caballero con hojas de roble espadas y diamantes.