Bombardeo soviético de Helsinski - 30 de noviembre de 1939.
Para los habitantes de la ciudad capital de Finlandia, el martes 30 de noviembre de 1939 comenzó con bastante normalidad. Era otro día más en la guerra de nervios, y muchos residentes se vieron obligados a no pensar en todo esto. Todo el mundo sabía que la (entonces) Unión Soviética había roto relaciones diplomáticas y en cualquier momento podían esperar cualquier cosa. Muy pronto, sin previo aviso, a las 9:25 de la mañana las sirenas de ataque aéreo comenzaron a sonar. Los transeúntes asombrados miraban aviones soviéticos lanzando panfletos en finlandés. En ellos los fineses pudieron leer un llamado del Gobierno soviético que decía: Uds. saben que tenemos pan, no deben pasar hambre. La Rusia soviética no dañará al pueblo finlandés. El gobierno (finés) les está llevando al desastre. Mannerheim y Kayyander deben irse. Después de eso habrá paz.
Pero el mismo día a las 14:30 horas se volvió e escuchar el ronquido de los motores de los bombarderos soviéticos. Varias incursiones devastadoras con bombas incendiarias fueron lanzadas sobre los desarmados civiles. Varios edificios colapsaron y se desataron incendios por toda la ciudad. Según datos soviéticos se llevaron a cabo ocho incursiones, se lanzaron unas 350 bombas que causaron 97 muertos y 260 heridos; además resultaron destruidos 55 edificios.
Pero el mismo día a las 14:30 horas se volvió e escuchar el ronquido de los motores de los bombarderos soviéticos. Varias incursiones devastadoras con bombas incendiarias fueron lanzadas sobre los desarmados civiles. Varios edificios colapsaron y se desataron incendios por toda la ciudad. Según datos soviéticos se llevaron a cabo ocho incursiones, se lanzaron unas 350 bombas que causaron 97 muertos y 260 heridos; además resultaron destruidos 55 edificios.
Helsinski bombardeada por los soviéticos en noviembre de 1939...........................................
Fuentes: http://nuker82.livejournal.com/497563.html
https://images-02.delcampe-static.net/i ... 41_001.jpg
Saludos. Raúl M .