Operación N (Propaganda Negra)
Publicado: Mar Jun 12, 2007 6:12 am
Operación N (Misión conjunta entre el S.O.E y el P.W.E.-Asuntos Exteriores británicos)
El fin de la guerra politica negra contra Alemania es reducir a este país a un estado en el que ya no pueda combatir. El objetivo de nuestra propaganda subversiva es hacer creer que son alemanes los que se dirigen a alemanes aparentemente desde Alemania, al contrario de la propaganda de la BBC y de las octavillas lanzadas por la RAF, en las que Gran Bretaña se dirige a Alemania desde fuera.
La naturaleza limitada de los medios de los que disponemos para este trabajo en el interior de Alemania nos ha obligado ha centrarnos en los rumores, en el tipo de asuntos que con más probabilidad atrapen la imaginación del alemán común y corriente y que corran de boca en boca. Estos rumores deberan tener lo que llamamos "valor operacional", es decir,el que obliga a la gente a creer o actuar de la forma que más daño haga al esfuerzo bélico alemán. Se alentaran estos rumores mediante agentes que operen en Alemania, emisoras clandestinas y material impreso difundido dentro de Alemania.
El material impreso abarca dos categorias: octavillas que simulan ser documentos oficiales autenticos o publicaciones comerciales, y aquellas que parecen provenir de organizaciones clandestinas (antinazis).La redacción de estas tienen que dar autoridad al mensaje o al fragmento de información que queremos divulgar.Los mensajes no estaran dirigidos a sectores concretos del público alemán, sino que buscan interesara todos ellos.Sin embargo, para aumentar su credibilidad y dotarlos con la autoridad de una fuente fiable fingiremos, en muchos casos, que provienen y se dirigen a ciertos grupos del pueblo alemán.Por ejemplo, nuestras octavillas católicas dirigidas abiertamente a los católicos alemanes, o incluso a los feligreses alemanes de alguna diócesis alemana concreta tienen, de hecho, como objetivo a todo aquel que las recoja y las lea. Sea o no católico, las vera como una prueba de la existencia de una oprganización católica secreta capaz de imprimir sus propias octavillas y tenderá a dar crédito, gracias a la autoridad de la Iglesia católica, a la información recibida en relación, por ejemplo, a la propagación de una epidemia en el sur de Europa que ha llegado al Reich. Nuestras publicaciones astrológicas se concebirán para proporcionar pruebas al lector escéptico que sus dirigentes políticos son ardientes seguidores de la astrología y que se guian por las supersticiones antes que por la razón.
De la misma manera, nuestros documentos "oficiales" alemanes buscan proporcionar al lector pruebas de situaciones que socaven su estado de ánimo, lo que estimulará las charlas desmoralizantes incluso entre aquellos que, de hecho, no hayan leído la octavilla que, por ejemplo, dice que los trabajadores extranjeros están propagando enfermedades venéreas entre las mujeres alemanas, o a la que cuenta que los británicos dejan que a los prisioneros de guerra alemanes se les entreguen tierras en Canadá. Y esto tiene que ser cierto porque el OKW así lo dice.Al darle un formato oficial a una octavilla subversiva podemos conseguir otro objetivo: permitir que el que sea detenido leyéndola se defienda afirmando que la había considerado un documento auténtico.Este es nuestro método para camuflar las instrucciones de sabotaje, para fingir enfermedades,etc.Todas las presuntas publicaciones clandestinas de la oposición, ya aparenten provenir de alemanes de clase media, comunistas, socialistas, sindicalistas, oficiales del ejército de derechas opuestos a los que estos llaman nacionalbolchevismo,o de un médico preocupado por los efectos del pan podrido en la salud pública tienen un triple objetivo: proporcionar pruebas de una resistencia auténtica al régimen; difundir información subversiva cuyos pretendidos autores puedan considerarse como una fuente autorizada, y propagar opiniones que ofrezcan a los alemanes pruebas de la creciente hostilidad hacia el régimen nacionalsocialista, apoyen o no a este régimen.
Los rumores que se difundan se dirigen principalmente al egoísmo de la gente,y estan forjados de tal forma que sí un alemán cree en ellos este será llevado a pensar y a actuar de forma dañosa para el esfuerzo bélico alemán, independientemente de si apoya al régimen o no.Mientras se apela a su interes propio o a su instinto de conservación, se llama al mismo tiempo a su instinto gregario, sugiriendo que "todos los que están en el ajo" hacen ciertas cosas como,por ejemplo, acaparar trigo preparandose para los precios más altos del año que viene, además, no importa si la octavilla ataca o alaba a los acaparadores, por que el objetivo de la cuestión es hacer entender esto: "los que están en el ajo" acaparan.Nuestras octavillas justifican dicho egoísmo, que daña el esfuerzo bélico enemigo basándose en argumentos patrióticos u otros ideales nacidos del más puro altruismo.
Por lo general, nuestras campañas son de dos tipos: las dirigidas a todo el personal militar del frente y de los territorios ocupados, y a las gentes que viven en sus casas en la retaguardia, aunque en gran parte se corresponden y aplican a ambas. Tratamos de provocar la angustia entre los soldados del frente sobre las condiciones de sus familias y hogares en la retaguardia e intranquilizar a estas sobre las condiciones del frente.Al mismo tiempo buscamos aumentar el derrotismo en amplios sectores de la población.Cuando nos dirigimos al personal militar insistimos en el peligro al que estan expuestos sus familias durante los ataques aéreos, las enfermedades y epidemias consecuencia de estos, a la mala salud en general, pérdida de atractivos femeninos, incapacidad para cuidar a los hijos y de los hogares, por culpa del llamamiento a filas y a la obligación de trabajar en la industria de guerra. Además, esta la influencia corruptora de los trabajadores extranjeros como estimulo para la infidelidad y la transmisión de enfremedades venéreas y otros padecimientos. Insistimos en convertir en victimas a los soldados por culpa de los funcionarios del partido nazi que se quedan en sus casas ocupando trabajos cómodos;los negocios de los soldados o se cierran o el partido nazi se hace cargo de ellos.
Intentamos transmitir tanto a los soldados como a sus familias la sensación de estar quedandose aislados paulatinamente unos de otros, de que sus cartas quedan retenidas por los funcionarios nazis y por los censores militares y que el único modo de luchar contra esto es camuflar las cartas dentro de los paquetes de comida y en otros envíos.Esta campaña tiene el resultado añadido de sobrecargar el sistema postal con correo extraordinario y a la censura en su trabajo.Lleva a los alemanes comunes y corrientes a la oposición.
Los agentes de la Operación N deben de escuchar nuestra emisora, que informa sobre los daños de los ataques aéreos en las zonas residenciales, la BBC solo informa de los daños en zonas industriales.De conformidad con una oreden del OKW, los soldados cuyas casas han sido bombardeadas o sus familias han sido víctimas de los ataque aéreos tienen derecho a un permiso.Como no todos los soldados conocen esta orden y otros derechos de los soldados, valiendonos de la información anterior podemos mostrarles que se les impide deliberadamente beneficiarse del permiso o derecho que se les debe. De aquí nacerá otro motivo de descontento que ayudará también en otra campaña que alentará a la deserción.
Alentaremos a la deserción fomentando las preocupaciones sobre las familias en la retaguardia, advirtiendo al soldado de los peligros y horrores que le aguardan en el frente.Insinuaremos que ha habido muchos desertores con éxito a los que la policía y otras fuerzas de seguridad son incapaces de encontrar por que no disponen de agentes suficientes para mantener el orden y, además, que el gran número de trabajadores extranjeros que hay en Alemania proporciona una buena cobertura para los desertores, ya que debido a la falta de mano de obra,muchos empresarios contrataran a un tipo decente sin hacerle demasiadas preguntas. Con el fin de incitar la creencia en el éxito generalizado en las deserciones enviamos a los parientes de los soldados que sabemos que han muerto o han desaparecido en combate, noticias que sugieran que el soldado en cuestión formaba parte de un grupo de desertores que llegó a salvo a un país neutral y que ahora esperan a que termine la guerra para que las familias se reúnan de nuevo. Propondremos métodos para desertar narrando detalladamente historias de desertores con éxito.
Parecida a la campaña de deserción es la destinada a simular enfermedades tanto a las tropas como a los trabajadores alemanes. Su objetivo es también levantar entre los médicos alemanes la sospecha sobre dicha simulación moviéndolos a diagnosticar como simuladores a quienes padezcan enfermedades graves auténticas. Los medios principales serán los folletos con instrucciones camufladas como las guías normales que cualquier soldado alemán llevaría consigo normalmente. Además se enseñarán los métodos seguros para fingir enfermedades y adiestrar al simulador para que responda correctamente a las preguntas del médico suspicaz.
De acuerdo con los mismos fundamentos psicológicos que sustentan el instinto de conservación, daremos instrucciones sobre sabotajes permitiendo que los mienbros de las fuerzas armadas alemanas eludan sus deberes y escapen del peligro.Por ejemplo, tenemos un manual para las tripulaciones de los submarinos titulado "Cómo impedir que zarpe tu submarino y cómo obligarlo a volver a puerto rápidamente". Este manual ofrece información técnica a la tripulación de un submarino sobre cómo volver innavegable su nave y le instruye en cómo disimular los sabotajes para que parezcan auténticos accidentes.
La principal idea para alentar la deserción es que esta o la rendición a los aliados es segura y útil.Dejamos saber que a los soldados alemanes se les entregan tierras y trabajo en Canadá, Estados Unidos o Brasil, que se les permitirá vivir allí y conservar sus empleos despues de la guerra e incluso que podrán reunirse en esos paises con sus familias.
El fin de la guerra politica negra contra Alemania es reducir a este país a un estado en el que ya no pueda combatir. El objetivo de nuestra propaganda subversiva es hacer creer que son alemanes los que se dirigen a alemanes aparentemente desde Alemania, al contrario de la propaganda de la BBC y de las octavillas lanzadas por la RAF, en las que Gran Bretaña se dirige a Alemania desde fuera.
La naturaleza limitada de los medios de los que disponemos para este trabajo en el interior de Alemania nos ha obligado ha centrarnos en los rumores, en el tipo de asuntos que con más probabilidad atrapen la imaginación del alemán común y corriente y que corran de boca en boca. Estos rumores deberan tener lo que llamamos "valor operacional", es decir,el que obliga a la gente a creer o actuar de la forma que más daño haga al esfuerzo bélico alemán. Se alentaran estos rumores mediante agentes que operen en Alemania, emisoras clandestinas y material impreso difundido dentro de Alemania.
El material impreso abarca dos categorias: octavillas que simulan ser documentos oficiales autenticos o publicaciones comerciales, y aquellas que parecen provenir de organizaciones clandestinas (antinazis).La redacción de estas tienen que dar autoridad al mensaje o al fragmento de información que queremos divulgar.Los mensajes no estaran dirigidos a sectores concretos del público alemán, sino que buscan interesara todos ellos.Sin embargo, para aumentar su credibilidad y dotarlos con la autoridad de una fuente fiable fingiremos, en muchos casos, que provienen y se dirigen a ciertos grupos del pueblo alemán.Por ejemplo, nuestras octavillas católicas dirigidas abiertamente a los católicos alemanes, o incluso a los feligreses alemanes de alguna diócesis alemana concreta tienen, de hecho, como objetivo a todo aquel que las recoja y las lea. Sea o no católico, las vera como una prueba de la existencia de una oprganización católica secreta capaz de imprimir sus propias octavillas y tenderá a dar crédito, gracias a la autoridad de la Iglesia católica, a la información recibida en relación, por ejemplo, a la propagación de una epidemia en el sur de Europa que ha llegado al Reich. Nuestras publicaciones astrológicas se concebirán para proporcionar pruebas al lector escéptico que sus dirigentes políticos son ardientes seguidores de la astrología y que se guian por las supersticiones antes que por la razón.
De la misma manera, nuestros documentos "oficiales" alemanes buscan proporcionar al lector pruebas de situaciones que socaven su estado de ánimo, lo que estimulará las charlas desmoralizantes incluso entre aquellos que, de hecho, no hayan leído la octavilla que, por ejemplo, dice que los trabajadores extranjeros están propagando enfermedades venéreas entre las mujeres alemanas, o a la que cuenta que los británicos dejan que a los prisioneros de guerra alemanes se les entreguen tierras en Canadá. Y esto tiene que ser cierto porque el OKW así lo dice.Al darle un formato oficial a una octavilla subversiva podemos conseguir otro objetivo: permitir que el que sea detenido leyéndola se defienda afirmando que la había considerado un documento auténtico.Este es nuestro método para camuflar las instrucciones de sabotaje, para fingir enfermedades,etc.Todas las presuntas publicaciones clandestinas de la oposición, ya aparenten provenir de alemanes de clase media, comunistas, socialistas, sindicalistas, oficiales del ejército de derechas opuestos a los que estos llaman nacionalbolchevismo,o de un médico preocupado por los efectos del pan podrido en la salud pública tienen un triple objetivo: proporcionar pruebas de una resistencia auténtica al régimen; difundir información subversiva cuyos pretendidos autores puedan considerarse como una fuente autorizada, y propagar opiniones que ofrezcan a los alemanes pruebas de la creciente hostilidad hacia el régimen nacionalsocialista, apoyen o no a este régimen.
Los rumores que se difundan se dirigen principalmente al egoísmo de la gente,y estan forjados de tal forma que sí un alemán cree en ellos este será llevado a pensar y a actuar de forma dañosa para el esfuerzo bélico alemán, independientemente de si apoya al régimen o no.Mientras se apela a su interes propio o a su instinto de conservación, se llama al mismo tiempo a su instinto gregario, sugiriendo que "todos los que están en el ajo" hacen ciertas cosas como,por ejemplo, acaparar trigo preparandose para los precios más altos del año que viene, además, no importa si la octavilla ataca o alaba a los acaparadores, por que el objetivo de la cuestión es hacer entender esto: "los que están en el ajo" acaparan.Nuestras octavillas justifican dicho egoísmo, que daña el esfuerzo bélico enemigo basándose en argumentos patrióticos u otros ideales nacidos del más puro altruismo.
Por lo general, nuestras campañas son de dos tipos: las dirigidas a todo el personal militar del frente y de los territorios ocupados, y a las gentes que viven en sus casas en la retaguardia, aunque en gran parte se corresponden y aplican a ambas. Tratamos de provocar la angustia entre los soldados del frente sobre las condiciones de sus familias y hogares en la retaguardia e intranquilizar a estas sobre las condiciones del frente.Al mismo tiempo buscamos aumentar el derrotismo en amplios sectores de la población.Cuando nos dirigimos al personal militar insistimos en el peligro al que estan expuestos sus familias durante los ataques aéreos, las enfermedades y epidemias consecuencia de estos, a la mala salud en general, pérdida de atractivos femeninos, incapacidad para cuidar a los hijos y de los hogares, por culpa del llamamiento a filas y a la obligación de trabajar en la industria de guerra. Además, esta la influencia corruptora de los trabajadores extranjeros como estimulo para la infidelidad y la transmisión de enfremedades venéreas y otros padecimientos. Insistimos en convertir en victimas a los soldados por culpa de los funcionarios del partido nazi que se quedan en sus casas ocupando trabajos cómodos;los negocios de los soldados o se cierran o el partido nazi se hace cargo de ellos.
Intentamos transmitir tanto a los soldados como a sus familias la sensación de estar quedandose aislados paulatinamente unos de otros, de que sus cartas quedan retenidas por los funcionarios nazis y por los censores militares y que el único modo de luchar contra esto es camuflar las cartas dentro de los paquetes de comida y en otros envíos.Esta campaña tiene el resultado añadido de sobrecargar el sistema postal con correo extraordinario y a la censura en su trabajo.Lleva a los alemanes comunes y corrientes a la oposición.
Los agentes de la Operación N deben de escuchar nuestra emisora, que informa sobre los daños de los ataques aéreos en las zonas residenciales, la BBC solo informa de los daños en zonas industriales.De conformidad con una oreden del OKW, los soldados cuyas casas han sido bombardeadas o sus familias han sido víctimas de los ataque aéreos tienen derecho a un permiso.Como no todos los soldados conocen esta orden y otros derechos de los soldados, valiendonos de la información anterior podemos mostrarles que se les impide deliberadamente beneficiarse del permiso o derecho que se les debe. De aquí nacerá otro motivo de descontento que ayudará también en otra campaña que alentará a la deserción.
Alentaremos a la deserción fomentando las preocupaciones sobre las familias en la retaguardia, advirtiendo al soldado de los peligros y horrores que le aguardan en el frente.Insinuaremos que ha habido muchos desertores con éxito a los que la policía y otras fuerzas de seguridad son incapaces de encontrar por que no disponen de agentes suficientes para mantener el orden y, además, que el gran número de trabajadores extranjeros que hay en Alemania proporciona una buena cobertura para los desertores, ya que debido a la falta de mano de obra,muchos empresarios contrataran a un tipo decente sin hacerle demasiadas preguntas. Con el fin de incitar la creencia en el éxito generalizado en las deserciones enviamos a los parientes de los soldados que sabemos que han muerto o han desaparecido en combate, noticias que sugieran que el soldado en cuestión formaba parte de un grupo de desertores que llegó a salvo a un país neutral y que ahora esperan a que termine la guerra para que las familias se reúnan de nuevo. Propondremos métodos para desertar narrando detalladamente historias de desertores con éxito.
Parecida a la campaña de deserción es la destinada a simular enfermedades tanto a las tropas como a los trabajadores alemanes. Su objetivo es también levantar entre los médicos alemanes la sospecha sobre dicha simulación moviéndolos a diagnosticar como simuladores a quienes padezcan enfermedades graves auténticas. Los medios principales serán los folletos con instrucciones camufladas como las guías normales que cualquier soldado alemán llevaría consigo normalmente. Además se enseñarán los métodos seguros para fingir enfermedades y adiestrar al simulador para que responda correctamente a las preguntas del médico suspicaz.
De acuerdo con los mismos fundamentos psicológicos que sustentan el instinto de conservación, daremos instrucciones sobre sabotajes permitiendo que los mienbros de las fuerzas armadas alemanas eludan sus deberes y escapen del peligro.Por ejemplo, tenemos un manual para las tripulaciones de los submarinos titulado "Cómo impedir que zarpe tu submarino y cómo obligarlo a volver a puerto rápidamente". Este manual ofrece información técnica a la tripulación de un submarino sobre cómo volver innavegable su nave y le instruye en cómo disimular los sabotajes para que parezcan auténticos accidentes.
La principal idea para alentar la deserción es que esta o la rendición a los aliados es segura y útil.Dejamos saber que a los soldados alemanes se les entregan tierras y trabajo en Canadá, Estados Unidos o Brasil, que se les permitirá vivir allí y conservar sus empleos despues de la guerra e incluso que podrán reunirse en esos paises con sus familias.