El Tratado de No-Agresión entre Alemania y la URSS

Acontecimientos políticos, económicos y militares relevantes entre noviembre de 1918 y septiembre de 1939

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ignasi
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El Tratado de No-Agresión entre Alemania y la URSS

Mensaje por ignasi » Mié Nov 30, 2005 11:51 pm

El Pacto Molotov-Ribbentrop, también conocido como Pacto Hitler-Stalin o Pacto Nazi-Soviético, y formalmente, “Tratado de No-Agresión entre Alemania y la U.R.S.S.” era, en teoría, un tratado de no agresión firmado el 23 de agosto de 1939 en Moscú por el Ministro de Exteriores soviético Vyacheslav Molotov y el Ministro de Exteriores alemán Joachim von Ribbentrop; y fue vigente hasta el 22 de junio de 1941, cuando Alemania invadió la Unión Soviética.
Si bien oficialmente era un “tratado de no-agresión”, el pacto incluía un protocolo secreto, según el cual Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia y Rumanía quedaban divididas en esferas de interés de las partes. El protocolo secreto asume explícitamente “acontecimientos de cambios territoriales” en las zonas de estos países, que prácticamente desembocaban en una alianza militar agresiva, a pesar de su nombre oficial. Subsecuentemente, todos los países fueron invadidos por los soviéticos, por los nazis, o por ambos. Solo Finlandia, que luchó 2 veces contra la Unión Soviética en la II Guerra Mundial, resistió con éxito la conquista, pero luego fue forzada a conceder territorio.

El fondo
En 1918, por el Tratado de Brest-Litovsk, la nueva Rusia Bolchevique aceptaba la pérdida de soberanía e influencia sobre Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Bielorrusia y Ucrania, además de zonas de Armenia y Georgia, como concesión a las Potencias Centrales. De acuerdo con la política centroeuropea, se transformaron en estados satélites del Imperio Alemán, con reyes y duques vasallos del Kaiser. Como consecuencia de la derrota alemana en el otoño de 1918, y con el apoyo de las potencias vencedoras, la mayoría se convirtieron en repúblicas democráticas, pero alineadas con Francia y Gran Bretaña en la Guerra Civil Rusa contra los Bolcheviques. Con la excepción de Ucrania y Bielorrusia, el resto se convirtieron en países independientes y con plena soberanía (aunque en algunos casos, a la independencia le siguió una guerra civil). En la década de los 20, el temor a Rusia y al Comunismo motivó intentos de cooperación política y tratados de defensa entre los países fronterizos.
El balance europeo de poder establecido al final de la I Guerra Mundial se erosionó paso a paso, desde la Crisis de Abisinia (1935) a los Acuerdos de Munich (1938), que conllevaron la disolución de Checoslovaquia y un incremento de la inestabilidad, en el que Alemania, la Unión Soviética, Hungría y Bulgaria aspiraban a volver a ganar territorios perdidos tras la guerra.
Las democracias occidentales, Gran Bretaña y Francia, garantes nominales del status quo territorial, mantuvieron una política de no intervención, mientras que los gobiernos alemán e italiano cooperaban con los victoriosos rebeldes en la Guerra Civil Española hasta lograr la destrucción de la República Democrática Española.
Para la Unión Soviética, por su parte, el pacto Ribbentrop-Molotov era una respuesta mucho más necesaria al deterioro de la situación de seguridad europea de la segunda mitad de la década de los 30. Tras la guerra civil que asoló al país tras la Revolución de Octubre de 1917, el país había quedado en una posición de debilidad. Los líderes soviéticos adoptaron la posición que la lucha contra los países imperialistas no solo era una consecuencia inevitable del capitalismo, sino que cooperaría a la extensión del comunismo (de hecho, esta estrategia funcionó a los soviéticos, que impusieron el comunismo a todos los países dentro de su esfera de influencia tras la II Guerra Mundial)
Durante 1938, la Unión Soviética (al igual que Francia), ofreció su alianza defensiva con Checoslovaquia en el preludio de la invasión alemana, pero el Partido Agrario Checo estaba mayormente en contra de que las tropas soviéticas entraran en el país, puesto que temía que pudiera estallar una guerra civil; además de que el Tratado de 1935 entre Francia, la Unión Soviética y Checoslovaquia estipulaba que los soviéticos sólo podrían entrar en territorio checo si también lo hacían los franceses.
El rechazo de las democracias occidentales a formar una alianza antifascista con la Unión Soviética, así como el pacto franco-británico con Hitler firmado en Munich, fue indicativo a la ausencia total de interés de las potencias occidentales hacia el creciente movimiento fascista, ejemplarizándose en lo sucedido en España durante la Guerra Civil. Los soviéticos no fueron invitados a la Conferencia de Munich de octubre de 1938, en la que los Primeros Ministros francés y británico, Daladier y Chamberlain, acordaron el desmembramiento de Checoslovaquia. Como que Francia no había honrado su tratado de 1924 con los checos, los soviéticos asumieron que su alianza con Francia quedaba derogada y que Occidente estaba intentando que Alemania se interesase por el este.
En Marzo de 1939, Hitler denunció que el Pacto de No Agresión Germano-Polaco de 1934 había sido tomado por los soviéticos como una clara señal de las intenciones agresivas de Hitler. Litvinov, en abril, esbozó una alianza entre franceses, británicos y soviéticos, con intenciones militaristas contra las potencias del Eje, pero el gobierno de Chamberlain no lo aceptó (parcialmente porque los soviéticos demandaban demasiado, como una garantía hacia los Estados Bálticos, una reciprocidad total y el derecho a mover tropas por Polonia). No obstante, Chamberlain, quien junto a Francia había garantizado la soberanía de Polonia, firmó el 25 de abril un Pacto de Asistencia Mutua con Polonia. Consecuentemente, Stalin empezó a temer que el oeste dejaría a la Unión Soviética aislada para enfrentarse a Hitler; pero por otro lado, si Alemania y el Oeste entraban en guerra, como parecía que sucedería, la U.R.S.S. podría permanecer neutral y esperar mientras que se destrozaban mutuamente.

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Mensaje por ignasi » Mié Nov 30, 2005 11:53 pm

Negociaciones Franco-Británicas con la Unión Soviética

Las negociaciones entre la Unión Soviética, la Gran Bretaña y Francia para una alianza contra Alemania siempre estuvieron bajo múltiples sospechas. La Unión Soviética buscaba garantías para el apoyo contra una agresión alemana y reconocimiento al derecho de la Unión Soviética a interferir contra “un cambio de política favorable al agresor” en los países al oeste de la frontera soviética. Si bien ninguno de dichos países había pedido protección de la Unión Soviética, sin embargo anunció “garantías para la independencia de Finlandia, Estonia, Letonia, Polonia, Rumanía, Turquía y Grecia”, y el llamado “cordón sanitario” emergió entre la Alemania Nazi y la Unión Soviética.
Los británicos y los franceses temían que esto permitiera la intervención de los soviéticos en los asuntos internos de sus vecinos, aún en ausencia de una amenaza alemana inmediata.
No obstante, con el Tercer Reich pidiendo concesiones territoriales de Polonia con la oposición de los polacos, la amenaza de la guerra se incrementaba. Pero si bien hubo intercambio de telegramas entre las Potencias Occidentales y la Unión Soviética desde abril de 1939, las misiones militares enviadas en un lento transporte naval no llegó a Moscú hasta el 11 de agosto, y sin autoridad para firmar un tratado.
El punto fundamental de choque era la cuestión de Polonia: el gobierno Polaco temía (con razón) que el gobierno Soviético pretendería anexionarse los territorios en disputa de Kresy, incorporados a Polonia tras la guerra Soviético-Polonesa de 1920 y llamados por el Kremlin como la “Ucrania Occidental” y la “Bielorrusia Occidental”, como regiones habitadas por mayorías étnicas ucranianas y bielorrusas.
Con todo, el gobierno polaco rehusó permitir a los soviéticos introducirse en su territorio y establecer bases militares en preparación a la ahora inevitable guerra con Alemania, una situación que dejaba al Ejército Rojo sin posibilidades de enfrentarse a la Wehrmacht antes de que Polonia fuera invadida.
Durante 3 semanas de agosto, las negociaciones se pararon por ambos lados, con la sospecha por parte del Kremlin que estaba siendo conducido a un conflicto limitado entre la U.R.S.S. y Alemania.

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Mensaje por ignasi » Mié Nov 30, 2005 11:53 pm

El Acuerdo de Munich y la Política Exterior Soviética

Los defensores de la posición soviética argumentan que la Unión Soviética entró en el pacto de no agresión tras el acuerdo de Munich en septiembre de 1938, que hacía evidente que los países occidentales estaban desarrollando un apolítica de apaciguamiento y que no estaban interesados en unirse a la Unión Soviética en una gran alianza antifascista. Además, consideran la posibilidad de que Francia y Gran Bretaña quisieran permanecer neutrales en una guerra iniciada por Alemania, esterando que los estados beligerantes se debilitaran mutuamente hasta lograr tanto la desaparición de los nazis como la de los soviéticos.
Los biografos de Stalin señalan que creía que los británicos habían rechazado su propuesta de la alianza antifascista porque estaban en unión con Alemania contra la Unión Soviética, y que las democracias occidentales esperaban que el III Reich atacase la “Rusia Comunista” y esperaban que las fuerzas nazis pudieran derrocar la Unión Soviética, o que ambos bandos luchasen hasta la extenuación y el colapso. Estas sospechas se reforzaron cuando Hitler y Chamberlain se reunieron para los acuerdos de Munich.
También se argumenta que era necesario entrar en un pacto de no agresión para ganar tiempo para la Unión Soviética, puesto que no estaba en disposición para entrar en una guerra en 1939, y necesitaba un mínimo de 3 años para prepararse. Este argumento enlaza con la opinión de los críticos de Stalin, que mantienen que el único motivo por el que los soviéticos no podían entrar en guerra era la Gran Purga de 1936-38, en el transcurso de la cual fueron eliminados muchos de los militares más experimentados: un hecho de sobras conocido es que cuando los alemanes finalmente invadieron Rusia, el Ejército Rojo no estaba en absoluto preparado para el asalto, menospreció muchos avisos tanto del exterior como de la propia inteligencia soviética.
Los críticos de Stalin cuestionan su determinación a oponerse al crecimiento militar alemán, desde que la Unión Soviética empezó su cooperación militar y comercial con Alemania en tan temprana fecha como 1936, relaciones que crecieron y se mantuvieron hasta que empezó la invasión, en Junio de 1941. Tras la declaración franco-británica de guerra contra Alemania, estas relaciones económicas permitieron a Alemania esquivar el bloqueo naval aliado.

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Mensaje por ignasi » Mié Nov 30, 2005 11:56 pm

El acercamiento Nazi-Soviético

El 3 de mayo de 1939, Stalin reemplazó a Maxim Litvinov por Vyacheslav Molotov como Ministro de Exteriores, para abrir negociaciones con la Alemania Nazi. Litvinov estaba asociado con la política previa de la coalición antifascista, y era considerado demasiado pro-occidental para los estándares del Kremlin; aparte de que resultaba incómodo para los alemanes por su condición de judío. Molotov hizo saber que daría la bienvenida a un asiento pacífico con Alemania.
Durante las dos últimas semanas de agosto de 1939, la Guerra Fronteriza Soviético-Japonesa estaba a punto de estallar.
Por sugerencia de Hitler, von Ribbentrop visitó Moscú el 19 de agosto de 1939. Se firmó un acuerdo de 7 años entre ambos estados estableciendo lazos económicos, así como un crédito para la Unión Soviética de 200 millones de marcos a cambio de materias primas: petróleo, grano, algodón, fosfatos y madera.
Entonces Molotov propuso un protocolo adicional “cubriendo los puntos en los que ambas Altas Partes Contratantes estaban interesadas en la política exterior”. Esto, según algunos, fue precipitado por un discurso de Stalin del 19 de agosto, donde afirmaba que era necesaria una gran guerra entre las potencias occidentales con tal de extender la Revolución por el mundo.
El 24 de agosto, se firmó un pacto de no agresión, con cláusulas que incluían la consulta, arbitrio si alguna parte no estaba de acuerdo, la neutralidad si alguno entraba en guerra con un tercero o que no pertenecieran a ninguna alianza en contra del otro
También había un protocolo secreto en el pacto, aparecido únicamente tras la derrota alemana de 1945, acordando que los estados del norte y del este europeo serían divididos en esferas de influencia soviético-germanas: en el norte, Finlandia, Estonia y Letonia quedaban incluidos en la esfera soviética; Polonia seria dividida (la orilla oriental de los ríos Narev, Vistula y San sería soviética, y la occidental sería alemana); y Lituania, adyacente a Prusia Oriental, entraría en la esfera de influencia alemana. En el sur, se acordó la influencia soviética sobre Bessarabia (una región rumana), por el desinterés alemán sobre dicha zona. El diplomático alemán Hans von Herwarth informó a su colega americano Charles Bohlem sobre este protocolo secreto el 24 de agosto, pero la información quedó en el despacho del Presidente Roosevelt.

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Concierne la posibilidad de la existencia de un apéndice secreto expresado en las organizaciones de inteligencia de los estados Bálticos escasos días después de que se firmara el pacto, y las especulaciones aumentaron cuando los negociadores soviéticos se refirieron a ellos durante las negociaciones para la instalación de bases militares en estos países. El original alemán presumiblemente se destruyó durante los bombardeos, pero su copia microfilmada se incluyó en el archivo de documentos del Ministerio de Exteriores Alemán. Karl von Loesch, funcionario de exteriores, entregó esta copia al Tte. Coronel británico R.C.Thomson en Mayo de 1945. La Unión Soviética, lógicamente, negó la existencia de estos protocolos secretos hasta 1988, cuando el miembro del politburó Alexander Nikolaevich Yakovlev admitió su existencia, y el documento se desclasificó tras la disolución de la Unión Soviética en 1992.
Stalin, que había temido que el Oeste animase a Hitler para luchar en el este, debió estar enterado de que la cláusula secreta abría las puertas al conflicto armado, ya que liberaba a Hitler de la perspectiva de una guerra contra la URSS mientras que luchaba contra Francia y Alemania.
El Pacto empezó a deteriorarse en abril de 1940, cuando Alemania invadió Dinamarca y Noruega; y luego en junio de 1940, cuando la Unión Soviética se anexionó no solo Bessarabia, sino que también Bukovina. Ambas naciones estaban sobrepasando claramente sus esferas de influencia acordadas en el Pacto. No obstante, en 1947, Stalin afirmó que hubiera seguido cooperando con Alemania si Hitler hubiese querido (de hecho, Stalin tenía mucho más a ganar de cooperar con Alemania que con Gran Bretaña) Stalin estaba convencido de que Alemania no seria tan insensata como para luchar en dos frentes, por lo que era un axioma de que si estaba en lucha en el oeste, debía estar en buenas relaciones con la Unión Soviética.
La propaganda soviética hizo grandes esfuerzos para minimizar la importancia del hecho, ya que durante una década se habían opuesto a los nazis en muchos campos. No obstante, nunca llegaron a afirmar que hubiesen tomado una posición pro-germánica, puesto que, oficialmente, el Pacto Molotov-Ribbentrop era presentado como un tratado de no agresión, no como un pacto de alianza.
La extensión de las primeras adquisiciones territoriales soviéticas pudieron haber contribuido a prevenir su caída (y consecuente victoria nazi en la guerra), resta como un factor de evaluación del pacto. Las fuentes soviéticas señalan que el avance alemán se detuvo pocos kilómetros antes de llegar a Moscú, por lo que el papel de este territorio extra pudo ser crucial. Otros afirman que Polonia y los Estados Bálticos jugaron un papel de burbuja entre la Unión Soviética y la Alemania nazi, y que el Pacto Molotov-Ribbentrop era una condición previa no sólo para la invasión alemana de la Europa occidental, sino para la posterior invasión de la Unión Soviética.

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Mensaje por ignasi » Mié Nov 30, 2005 11:58 pm

Efectos

El 1 de septiembre, apenas una semana de que se firmara el pacto, empezó la partición de Polonia con la invasión alemana. El 17 de septiembre, la Unión Soviética la invadió desde el Este, completando la partición.
El pacto causó una gran alarma entre los gobiernos occidentales, despertando grandes temores, puesto que la Alemania nazi se había unido a la Unión Soviética, en principio, su enemigo ideológico. En una famosa viñeta de David Low del London Evening Standard del 20 de septiembre aparecían Hitler y Stalin saludándose sobre el cadáver de Polonia, con Hitler diciendo “La Basura de la Tierra, supongo” y Stalin replicando “El asesino sangriento de los trabajadores, presumo

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El 28 de septiembre, los 3 estados bálticos se encontraron sin opción al firmar el llamado Pacto de Defensa y Asistencia Mutua, por el que permitían a la Unión Soviética estacionar tropas en Estonia, Letonia y Lituania. El mismo día, un protocolo suplementario germano-soviético transfirió la mayor parte de Lituania de la esfera de influencia alemana a la soviética.
Finlandia se negó a demandas similares, y fue atacada el 30 de noviembre por la Unión Soviética. Después de 3 meses de dura lucha y grandes perdidas en la Guerra de Invierno, la Unión Soviética renunció a su interés de ocupar Finlandia a cambio de un 10% del territorio finés, la mayor parte del cual aún en posesión del ejército finés.
Entre el 15 y el 17 de junio de 1940, tras la ocupación de Noruega, Dinamarca, los Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo y la derrota de Francia a manos de la Wehrmacht, los estados bálticos fueron ocupados y posteriormente anexionados a la Unión Soviética.
Finalmente, el 26 de junio, 4 días después de que Francia aceptase su derrota ante el Tercer Reich, la Unión Soviética exigió, a través de un ultimátum, las regiones de Bessarabia, Bukovina y de Hertza, todas ellas pertenecientes a Rumanía. Ribbentrop, alertado por este movimiento soviético, informó a los líderes soviéticos de los grandes “intereses económicos” alemanes en Rumanía (agrícolas y petrolíferos). Esto aseguró que el territorio rumano no se transformaría en un campo de batalla. Adicionalmente, Ribbentrop demandó que en estos intereses alemanes también se incluía la preocupación por la “fe” y el “futuro” de 100.000 alemanes étnicos de Bessarabia. En septiembre, casi todos estos alemanes étnicos de Bessarabia fueron reasentados en Alemania, como parte de las transferencias de población nazi-soviéticas.
Con Francia en una posición lejana de ser garante del status quo nacional en la Europa oriental, y con el Tercer Reich presionando a Rumanía para que hiciera más concesiones territoriales a la Unión Soviética, el gobierno rumano acepto, siguiendo el consejo de Italia y el ejemplo de la Francia de Vichy.
En el mes de agosto de 1940, el temor de la Unión Soviética, en conjunción al soporte alemán a las reivindicaciones territoriales de los vecinos de Rumanía, significó mayores pérdidas territoriales para Rumanía. El Segundo Premio de Viena, orquestado mayormente por Ribbentrop, creó una competición entre Rumanía y Hungría por el favor alemán hacia la región de Transilvania. Finalmente, dicho territorio fue cedido finalmente a Hungría. Dicho territorio tenia una gran comunidad judía, que sufrió la deportación en 1944.
Hacia septiembre de 1940, todos los recursos económicos y militares rumanos estaban dedicados a los intereses alemanes en el este.
Última edición por ignasi el Jue Dic 01, 2005 12:07 am, editado 1 vez en total.

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Mensaje por ignasi » Jue Dic 01, 2005 12:00 am

Consecuencias

Los territorios ocupados por los soviéticos pasaron a ser repúblicas integradas en la Unión Soviética. La población fue purgada de elementos real o potencialmente anti-soviéticos; por tanto, decenas de miles de personas de estas territorios fueron ejecutados y cientos de miles fueron deportadas a las regiones asiáticas y a los Gulag. Dichos territorios volvieron a sufrir persecución, puesto que al ser conquistados por los nazis sufrieron a los Einsatzgruppen.
A inicios de 1941, las zonas de ocupación germano-soviéticas compartían frontera en Lituania y Polonia. Sus relaciones empezaron a enfriarse de nuevo, y volvieron a aparecer señales de un choque entre la Wehrmacht y el Ejército Rojo en la propaganda alemana.
Mientras, la Unión Sovietica ayudada a Alemania en su esfuerzo de guerra contra la Europa Occidental a través del Acuerdo Comercial Germano-Soviético con suministros de materias primas (fosfatos, cromo, hierro, petróleo, grano, algodón, madera). Estos y otros suministros, al ser transportados a través de Polonia, permitió a Alemania burlar el bloqueo naval británico.
El Tercer Reich dio por finiquitado unilateralmente el Pacto Molotov-Ribbentrop de agosto de 1939 al invadir la Unión Soviética en la Operación Barbarossa de 22 de junio de 1941, junto a Rumanía y cerrando el frente occidental y abriendo el oriental, decisión que a la larga traería la derrota de Alemania. Después de la invasión, los territorios ganados por el pacto Molotov-Ribbentrop fueron perdidos en cuestión de semanas (las repúblicas bálticas acabaron como protectorados alemanes). El ataque alemán fue seguido por un ataque preventivo a Finlandia el 25 de junio, empezando la Guerra de Continuación entre Finlandia y la Unión Soviética.

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Mensaje por ignasi » Jue Dic 01, 2005 12:00 am

TRATADO DE NO-AGRESIÓN ENTRE ALEMANIA Y LA U.R.S.S.

El Gobierno del Reich Alemán y el Gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas deseosos de afianzar la causa de la paz entre Alemania y la U.R.S.S. y procediendo desde las previsiones fundamentales del Tratado de Neutralidad concluido en abril de 1926 entre Alemania y la U.R.S.S., han concluido el siguiente acuerdo:

ARTÍCULO 1.
Ambas Altas Partes Contratantes se obligan, a sí mismas, a desistir de cualquier acto violento, cualquier acción agresiva, y cualquier ataca sobre el otro, ya sea individualmente o con otras potencias.

ARTÍCULO 2.
Si una de las Altas Partes Contratantes es objeto de una acción beligerante por una tercera potencia, la otra Alta Parte Contratante no enviará ayuda de ningún tipo a esta tercera potencia.

ARTÍCULO 3.
Los Gobiernos de las dos Altas Partes Contratantes mantendrán en el futuro contacto continuo con el propósito de consultar para cambiar información sobre problemas que afecten sus intereses comunes.

ARTÍCULO 4.
Ninguna de las dos Altas Partes Contratantes participará en ninguna agrupación de fuerzas cualquiera que directa o indirectamente apunte a la otra Parte.

ARTÍCULO 5.
Las disputas o conflictos que puedan haber entre las Altas Partes Contratantes sobre problemas de cualquier tipo, ambas partes las solucionarán a través del intercambio amistoso de opinión o, si fuese necesario, a través de una comisión de arbitraje.

ARTÍCULO 6.
El presente tratado concluirá tras un período de 10 años, en la previsión de que, si una de las dos Altas Partes Contratantes no lo denuncia un año antes de la expiración de este período, la validez del tratado quedará automáticamente extendida por otros 5 años.

ARTÍCULO 7.
El presente tratado será ratificado en el menor plazo posible. La ratificación será efectuada en Berlín. El acuerdo entrará en vigor tan pronto como esté firmado.

Hecho por duplicado, en idioma Alemán y Ruso

Moscú, 23 de agosto de 1939

Por el Gobierno del Reich Alemán
V. RIBBENTROP

Con plenos poderes del Gobierno de la U.R.S.S.
V. MOLOTOV
Última edición por ignasi el Jue Dic 01, 2005 12:06 am, editado 2 veces en total.

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Mensaje por ignasi » Jue Dic 01, 2005 12:01 am

PROTOCOLO SECRETO ADICIONAL

En ocasión de la firma del Pacto de No Agresión entre el Reich Alemán y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, los plenipotenciarios firmantes de cada una de las dos partes discuten en conversaciones estrictamente confidenciales la cuestión de los bordes de sus esferas de influencia respectivas en la Europa Oriental. Estas conversaciones llevan a las siguientes conclusiones:

1. En el acontecimiento de un cambio territorial y político en las áreas circundantes a los estados bálticos (Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania), el límite septentrional de Lituania señalará el límite de las esferas de influencia de Alemania y la U.R.S.S. En esta conexión el interés de Lituania en la zona de Vilna es reconocido por ambas partes.
2. En el acontecimiento de un cambio territorial y político de las áreas pertenecientes al estado de Polonia las esferas de influencia de Alemania y la U.R.S.S. quedaran señaladas en el curso de los ríos Narew, Vístula y San.
La cuestión de que si los intereses de ambas partes hacen deseable el mantenimiento del Estado independiente de Polonia y como deben ser los límites de este estado solo se podrá determinar según el curso de los futuros acontecimientos políticos.
En cualquier caso ambos Gobiernos resolverán esta cuestión a través de un acuerdo amigable.
3. Con vistas a la atención del Sudeste de Europa, se cita el interés soviético en Bessarabia. El lado alemán declara su completo desinterés en esta zona.

Este protocolo se tratará en secreto por ambas partes como secreto estricto.

Moscú, 23 de agosto de 1939

Por el Gobierno del Reich Alemán
V. RIBBENTROP

Con plenos poderes del Gobierno de la U.R.S.S.
V. MOLOTOV

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Mensaje por ignasi » Jue Dic 01, 2005 12:02 am

TRATADO FRONTERIZO Y DE AMISTAD GERMANO-SOVIÉTICO

El Gobierno del Reich Alemán y el Gobierno de la U.R.S.S. consideran que es su tarea exclusiva, tras el colapso del estado polonés, reestablecer la paz y el orden en estos territorios y asegurar que la gente pueda vivir en paz manteniendo su carácter nacional. Con este fin, han acordado lo siguiente:

ARTÍCULO 1.
El Gobierno del Reich Alemán y el Gobierno de la U.R.S.S. determinan que la frontera de sus intereses nacionales respectivos en el territorio del exinto estado polaco es la línea marcada en el mapa anexo, que será descrito en más detalle en un protocolo suplementario.

ARTÍCULO 2.
Ambas partes reconocen la frontera de sus respectivos intereses nacionales establecidos en el artículo 1 como definitiva y rehusaran cualquier interferencia de terceras potencias en este asentamiento.

ARTÍCULO 3.
La reorganización necesaria de la administración pública será efectuada en la zona occidental de la línea especificada en el Artículo 1 por el Gobierno del Reich Alemán, y en la zona oriental de la línea por Gobierno de la U.R.S.S.

ARTÍCULO 4.
El Gobierno del Reich Alemán y el Gobierno de la U.R.S.S. observan este asentamiento como una firme fundación para un desarrollo progresivo de las relaciones amistosas entre sus pueblos.

ARTÍCULO 5.
Este tratado será ratificado y las ratificaciones será en Berlín tan pronto como sea posible. El acuerdo entrará en vigor tan pronto como esté firmado.

Hecho por duplicado, en idioma Alemán y Ruso

Moscú, 28 de septiembre de 1939.

Por el Gobierno del Reich Alemán
J. RIBBENTROP

Por autoridad del Gobierno de la U.R.S.S.
V. MOLOTOV


PROTOCOLO SUPLEMENTARIO SECRETO

Los Plenipotenciarios debajo firmantes, concluyendo el Tratado Fronterizo y de Amistad Germano-Soviético, han declarado su acuerdo en lo siguiente:

Ambas partes no toleraran en sus territorios agitación polaca que afecte a los territorios de la otra parte. Suprimirán en sus territorios todos los indicios de agitación e informarán al otro de las medidas tomadas concernientes para este propósito.

Moscú, 28 de septiembre de 1939.

Por el Gobierno del Reich Alemán
J. RIBBENTROP

Por autoridad del Gobierno de la U.R.S.S.
V. MOLOTOV


PROTOCOLO SUPLEMENTARIO SECRETO

Los Plenipotenciarios debajo firmantes declaran el acuerdo del Gobierno del Reich Alemán y del Gobierno de la U.R.S.S. a lo siguiente:

El Protocolo Secreto Adicional firmado el 23 de agosto de 1939, será enmendado en el artículo referente al territorio del Estado de Lituania caiga a la esfera de influencia de la U.R.S.S., mientras que, por otro lado, la provincia de Lublin y partes de la provincia de Varsovia caigan a la esfera de influencia alemana (según el mapa anexo al Tratado Fronterizo y de Amistad firmado hoy). Tan pronto como el gobierno de la U.R.S.S. tome medidas especiales en el territorio lituano para proyectar sus intereses, la actual frontera germano-lituana, por el propósito de una natural y sencilla delineación de fronteras, será rectificado de manera de que el territorio lituano situado en el sudoeste del límite marcado en dicho mapa sea entregado a Alemania.
Además se declara que los acuerdos económicos ahora en vigor entre Alemania y Lituania no se verán afectados por las medidas que pueda tomar la Unión Soviética referidas anteriormente.

Moscú, 28 de septiembre de 1939.

Por el Gobierno del Reich Alemán
J. RIBBENTROP

Por autoridad del Gobierno de la U.R.S.S.
V. MOLOTOV

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Mensaje por David L » Mar Mar 14, 2006 7:11 am

ignasi escribió:PROTOCOLO SECRETO ADICIONAL

En ocasión de la firma del Pacto de No Agresión entre el Reich Alemán y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, los plenipotenciarios firmantes de cada una de las dos partes discuten en conversaciones estrictamente confidenciales la cuestión de los bordes de sus esferas de influencia respectivas en la Europa Oriental. Estas conversaciones llevan a las siguientes conclusiones:

1. En el acontecimiento de un cambio territorial y político en las áreas circundantes a los estados bálticos (Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania), el límite septentrional de Lituania señalará el límite de las esferas de influencia de Alemania y la U.R.S.S. En esta conexión el interés de Lituania en la zona de Vilna es reconocido por ambas partes.
2. En el acontecimiento de un cambio territorial y político de las áreas pertenecientes al estado de Polonia las esferas de influencia de Alemania y la U.R.S.S. quedaran señaladas en el curso de los ríos Narew, Vístula y San.
La cuestión de que si los intereses de ambas partes hacen deseable el mantenimiento del Estado independiente de Polonia y como deben ser los límites de este estado solo se podrá determinar según el curso de los futuros acontecimientos políticos.
En cualquier caso ambos Gobiernos resolverán esta cuestión a través de un acuerdo amigable.
3. Con vistas a la atención del Sudeste de Europa, se cita el interés soviético en Bessarabia. El lado alemán declara su completo desinterés en esta zona.

Este protocolo se tratará en secreto por ambas partes como secreto estricto.

Moscú, 23 de agosto de 1939

Por el Gobierno del Reich Alemán
V. RIBBENTROP

Con plenos poderes del Gobierno de la U.R.S.S.
V. MOLOTOV

Creo que Stalin se "agarraba" a este protocolo adicional, por supuesto sin mencionarlo, para establecer las fronteras soviéticas una vez acabada la guerra, para que fueran aceptadas por el gobierno polaco en el exilio, Churchill les prometía a los polacos nuevas ganacias territoriales a expensas de Alemania.

Un saludo.
Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra... elegisteis el deshonor y tendréis la guerra.

Winston Churchill a Chamberlain.

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José Luis
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Mensaje por José Luis » Mar Mar 14, 2006 5:20 pm

¡Buenos días a todos!

¡Hola, David!

El asunto de la frontera ruso-polaca está muy bien explicado en Varsovia 1944, de Norman Davies. Extracto lo siguiente:

[(…) La historia de la frontera ruso-polaca tiene una reputación temible. Como la cuestión de Schleswig-Holstein o el Laberinto de Macedonia, se ha dicho más de una vez que desafía la comprensión racional, pero en esencia, si no en detalle, es bastante simple. El Estado polaco, nacido en los valles del Varta y del Vístula, se extendió gradualmente hacia el este. El Estado ruso, nacido en el valle del Alto Volga, se extendió hacia el oeste y hacia el este. En consecuencia, polacos y rusos se disputaron durante siglos el territorio intermedio, los 2.000 kilómetros que separan el Vístula del Volga. Cuando Polonia era fuerte la frontera se desplazaba hacia el este. Cuando Rusia era fuerte, y lo fue siendo cada vez más, la frontera se desplazaba hacia el oeste. Durante el siglo XIX, cuando Polonia desapareció del mapa, los estados ruso y alemán compartían frontera directamente.

Las denominadas reivindicaciones históricas, por tanto, deben juzgarse con bastante escepticismo. En la Conferencia de Paz de París de 1919, por ejemplo, cuando el representante polaco propuso el restablecimiento de la frontera de 1772, muchos delegados consideraron poco razonable su petición. Por la misma razón, los rusos “blancos” que rechazaban cualquier solución que no fuera el retorno a la frontera de 1914 –negando así el derecho a existir de Polonia- tampoco fueron tomados en serio. En cuanto a los bolcheviques, en un primer momento denunciaron todas las fronteras internacionales, como vestigios del pasado. Convencidos de que todas las divisiones territoriales de Europa iban a ser borradas por la revolución, contemplaban todas las líneas fronterizas como provisionales. Stalin, por el contrario, quería asegurar cada centímetro del territorio que pudiera conquistar.

En los caóticos años que siguieron a la primera guerra mundial y la Revolución rusa, la Rusia soviética y la República de Polonia se enfrentaron reproduciendo las rivalidades de sus predecesoras. En 1919-1920 se plantearon como mínimo tres propuestas de frontera ruso-polaca bajo los auspicios de las potencias occidentales. Ninguna de ellas fue aceptada por las partes interesadas, puesta en vigor, o considerada como algo más que una línea de armisticio o demarcación. Ninguna de ellas supuso ninguna contribución fundamental a la historia, excepto en cuanto a alimentar la polémica sin fin que rodea la cuestión. La primera fue la Línea Provisional propuesta en diciembre de 1919 por el Consejo de Embajadores. La segunda, la Línea Spa, propuesta en julio de 1920 por lord Curzon, ministro británico de Asuntos Exteriores, dejaba Lvuv en territorio polaco. La tercera, secretamente confeccionada en el Foreign Office británico sin conocimiento de Curzon, situaba Lvuv en territorio soviético.

El 18 de marzo de 1921, en el Tratado de Riga, los representantes polacos y soviéticos firmaron el único acuerdo fronterizo que posee cierta legitimidad. La Línea Riga fue un compromiso a mitad de camino entre la Línea Spa y la frontera histórica de 1772 reclamada por Polonia en la Conferencia de Paz. Reflejaba la victoria polaca en la reciente guerra con la Rusia soviética, pero no todas las concesiones territoriales que Lenin habría estado dispuesto a aceptar. Constituyó la frontera polaco-soviética internacionalmente reconocida durante todo el período de entreguerras; fue ratificada por ambas partes, aceptada por la Sociedad de Naciones y confirmada por el Pacto de No Agresión soviético-polaco del 25 de julio de 1932. Por eso, cualquier abrogación unilateral de la Línea Riga suponía un quebrantamiento del derecho internacional.

Durante la vigencia del Pacto nazi-soviético (1939-1941) la Unión Soviética sustituyó el derecho internacional por la violencia. Expulsada, como Alemania, de la Sociedad de Naciones, depositó su confianza en su acuerdo bilateral con el Reich de Hitler, y Moscú declaró que, puesto que “Polonia ya no existía”, la Línea Riga había perdido su validez. La “Frontera de Paz” negociada en los tratados germano-soviéticos de agosto y septiembre de 1939 yuxtaponía a la Unión Soviética con el gran Reich alemán.

Pero a partir de julio de 1941, cuando Stalin se incorporó a la Gran Alianza, tuvo que establecer apresuradamente nuevos acuerdos. El Estado soviético reconoció al gobierno polaco exiliado en Londres y firmó la Carta del Atlántico, que proscribía las conquistas territoriales. Quienquiera que no fuera tan hábil en el ajedrez diplomático como Stalin podría haber pensado que los soviéticos reconocían el error de sus jugadas anteriores, ya que aunque no se les podía presionar para que restauraran explícitamente la Línea Riga, renunciaron a las estipulaciones del pacto con el Reich. Así pues, durante los años críticos de las batallas en el frente del Este los diplomáticos occidentales creían que Stalin había renunciado a las conquistas obtenidas en colusión con sus antiguos socios nazis, pero en realidad no era así.

Los dirigentes occidentales recibieron la primera indicación de lo que iba a suceder durante las negociaciones subsiguientes al ataque alemán contra la URSS en 1941. Cuando su preocupación era evitar el reconocimiento de la anexión soviética de los países bálticos, encontraron con sorpresa que a pesar de todo Moscú seguía reclamando cada pulgada del territorio perdido durante la Operación “Barbarossa”. Molotov no se recató en decir que no había rechazado la sustancia de sus acuerdos territoriales con Von Ribbentrop. Por consejo de Eden, los británicos renunciaron a la independencia de los países bálticos, aunque Estados Unidos no lo hizo. Pero había más sorpresas en el cajón. Cuando Molotov llegó a Inglaterra en mayo de 1942 para firmar el Tratado Anglo-Soviético propuso un texto sin cláusulas territoriales de ningún tipo. Y así prosiguió la cosa.

En el primer encuentro de los “tres Grandes” en Teherán en noviembre de 1943 –con el nombre clave de Eureka-, Molotov pilló de nuevo a los representantes occidentales con el pie cambiado. En el transcurso de las discusiones sobre la futura configuración de Europa sacó fríamente una copia de un telegrama británico con fecha 25-7-1920 que describía lo que los soviéticos ahora preferían llamar “Línea Curzon”. La sorpresa debió ser notable. Los propios británicos no estaban muy seguros de qué era esa Línea Curzon, y no pudieron explicárselo satisfactoriamente a los estadounidenses. No sospecharon que más de veinte años antes alguien del Foreign Office había modificado en secreto las propuestas de lord Curzon, y tampoco parecían darse cuenta de que la Línea Spa modificada, ahora llamada Línea Curzon, se parecía extrañamente a la “frontera de paz” nazi-soviética. En cualquier caso, no estaban en condiciones de protestar. Después de haber incumplido la promesa de abrir un “segundo frente” contra Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos se sentían muy embarazados, y Stalin supuso que había poco riesgo en seguir apostando fuerte. También descubrió que Churchill y Roosevelt no tenían arrestos para insistir en la Carta del Atlántico ni para defender los intereses de su Primer Aliado (Polonia). Sin duda debió de disfrutar el espectáculo de los líderes occidentales desviviéndose por complacerle. En una reunión a la que no asistió Roosevelt, Churchill tomó la iniciativa de proponer que la Línea Curzon “sirviera como base” para la frontera de posguerra. La única condición era que se compensara a Polonia concediéndole territorio alemán al oeste. En otra reunión sin Churchill, Roosevelt aseguró tranquilamente a Stalin que la definición de la frontera “no plantearía problemas”. Después de aquello, el dictador soviético tenía buenas razones para sentirse agraviado si los líderes occidentales insistían en mantener nuevas disputas o no lograban convencer a sus subordinados. Tuvo que quedar particularmente satisfecho de que estuvieran de acuerdo en mantener todo en secreto]. (pp. 186-189).

Saludos cordiales
José Luis
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Mensaje por V.Manstein » Dom Abr 30, 2006 7:16 pm

Una curiosidad, las cartas de Agosto del 39 entre los dos dictadores:


DE HITLER A STALIN Berlín 20 de agosto 1939 (2 de la madrugada)
Señor Stalin
Moscú
Doy la sincera bienvenida al convenio comercial ruso-germano. Es el primer paso en la aproximación de las relaciones germano soviéticas.
La conclusión de un pacto de no-agresión con la Unión Soviética me permitirá fijar la política alemana por mucho tiempo. Alemania así, asegurará el progreso político que beneficiará a ambos Estados por siglos.
Acepto la proposición del pacto de no-agresión hecha por su ministro de Relaciones Exteriores, señor Molotov, pero considero que es urgente clarificar los asuntos relacionados con el lo antes posible.
El protocolo suplementario deseado por la Unión Soviética podrá, estoy convencido, aclararse, en el menor tiempo posible, si los estadistas alemanes pueden ir a negociar personalmente.
La tensión entre Alemania y Polonia se ha hecho intolerable. La situación empeorará de día a día. Alemania, en consecuencia, esta dispuesta a defender los intereses del Reich por todos los medios disponibles.
En mi opinión es necesario, en vista de la intención de los dos Estados de iniciar nuevas relaciones, no esperar más tiempo. Propongo que usted reciba a mi Ministro de Relaciones Exteriores el martes 22, o, a lo sumo el miércoles 23. El Ministro de Relaciones Exteriores del Reich está autorizado a firmar el pacto de no-agresión y también el protocolo. Una permanencia del Ministro de Relaciones Exteriores en Moscú de más de 1 ó 2 días es imposible, por la grave situación internacional. Recibiré complacido su respuesta.
Adolfo Hitler.

DE STALIN A HITLER Moscú 21 de agosto 1939 (9,35 de la mañana)
Al canciller del Reich Alemán, Adolfo Hitler:
Agradezco su nota. Deseo la concreción del pacto de no-agresión ruso germano, porque mejorará las relaciones entre ambos países.
Los pueblos de nuestras dos naciones necesitan relaciones pacificas más que ningún otro.
El asentimiento del gobierno alemán a la firma de un pacto de no-agresión contribuye a eliminar la tensión política y ayuda a establecer la paz y la colaboración entre los dos países.
El gobierno de la Unión Soviética informa a usted que esperamos al señor Ribbentrop en Moscú el 23 de agosto.
José Stalin
Soldat im 20.Jahrhundert

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José Luis
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Mensaje por José Luis » Dom May 21, 2006 9:25 pm

Movido a Período de Entreguerras, Temas Generales.

José Luis
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