Submarinos alemanes en el mar de la plata

Estrategia y tácticas de combate. Acciones de guerra de los submarinos.

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Erich Hartmann
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Submarinos alemanes en el mar de la plata

Mensaje por Erich Hartmann » Jue Sep 01, 2005 7:14 am

La rendición de Alemania

A las 8,30 hs. del 5 de mayo de 1945 cesaron su resistencia en el teatro de operaciones europeo las Fuerzas Armadas alemanas. El Gran Almirante Doenitz, que había conducido hasta el borde del éxito total la campaña submarina alemana y que ahora -por mandato de Hitler- asumía la responsabilidad de la rendición, comunicó mediante mensaje especial (núm. 0953/4) a sus preciados submarinistas la dramática nueva: Alemania había sido vencida. Conocida la capitulación automáticamente entró en vigor la operación "Arco Iris": el grueso de la flota germana se hundía a sí misma. Ello provocó la inmediata reacción del Alto Comando Aliado, que exigió a Doenitz pusiera fin a la destrucción de buques en cumplimiento de las cláusulas de rendición. El 6 de mayo, por Radio Flensburgo, Doenitz recordó al personal naval "...la prohibición de hundir los barcos o dejarlos inservibles mediante la destrucción de toda o parte de sus maquinarias o instalaciones".

Efectuada la capitulación de Reims el 8 de mayo, ese mismo día el Almirantazgo Británico radió un mensaje a los submarinos alemanes en alta mar, advirtiéndoles que, bajo el riesgo de quedar fuera de la ley, "...deberán subir a la superficie; izando una bandera o pendón negro, informando respecto a su posición en lenguaje claro a la estación inalámbrica más cercana y seguirán navegando en superficie hacia aquellos puertos que les sean indicados, con torpedos desarmados y el cañón en crujía ".

El 8 de mayo se registraron las últimas acciones bélicas de los submarinos germanos; frente a las costas del noroeste europeo fueron hundidos el vapor inglés "Avondale Park" y también un carguero noruego.

El 9 de mayo, a 50 millas del Cabo Lizard , emergió izando un paño negro el "U-249", en acatamiento a las instrucciones de rendición de este submarino en los siguientes días más de sesenta submarinos se entregaron en puertos de Escocia, Irlanda, Gibraltar y Noruega; cinco lo hicieron en aguas norteamericanas y uno en Canadá.

El 11 de mayo la agencia informativa "United Press" difundió una noticia que causó sensación en Chile y Latinoamérica: el jefe del Distrito Naval Norte de Chile "habría" anunciado que un submarino alemán navegaba frente a Iquique. La misma agencia informó más tarde de una "conversación entre la tripulación alemana que pedía permiso para rendir el submarino en el puerto de Tocopilla y el Jefe de la Base que accedía a lo solicitado". No obstante ésta y otras minuciosas "informaciones" de la U.P. al respecto, no se tuvieron en día posteriores más noticias del presunto sumergible alemán.

El 20 de mayo el "U-963" emergió cerca de la costa portuguesa y después de abrir los grifos de inundación, su tripulación abandonó la nave en botes neumáticos. Con la presencia de este último submarino, todo parecía indicar que finalmente el Atlántico estaba libre de submarinos alemanes.

Para fines de mayo el Almirantazgo Británico tenia en su poder a las más altas autoridades navales del Reich, como así también a los proyectistas de la guerra submarina. A ello había que agregar los testimonios de los jefes de flotillas; la información de los astilleros; el diario de operaciones del comando de submarinos y toda la documentación secreta; en resumen, la Kriegmarine no tenía ya secreto alguno que no estuviera en poder de los ingleses. Así, éstos estaban en condiciones de establecer la cantidad de submarinos alemanes en alta mar al final de la guerra.

"Sobre la base de la información disponible, fue que en la noche del 28 al 29 de mayo de 1945 el almirantazgo comunicó a todos los países que "... los buques que naveguen en el Atlántico podrán hacerlo con las luces encendidas". No obstante su laconismo , en nada disminuyo la tremenda fuerza del anuncio ingles: después de casi 6 años, el Atlántico podría ser navegado sin temor a los "lobos grises". Cierto era que aun se desconocían el paradero de algunos pocos submarinos, pero resultaba posible que sus tripulaciones hubieran destruido las naves y desembarcado secretamente en Noruega u otro lugar para intentar el regreso al hogar; también resultaba posible que submarinos considerados "averiados" en realidad estuvieran hundidos.

Cuando el 3 de Junio otro submarino germano se presento ante Leixoes, Portugal, el periodismo de las potencias vencedoras difundió la teoría de "Hitler huyendo en submarino hacia alguna remota base secreta" y el de la "colaboración con Japón". Si bien la Inteligencia naval de los Estados Unidos e Inglaterra no era influida por tales fantasías periodísticas, no dejo por cierto de llamarles la atención la presencia de un sumergible a casi un mes finalizada y las declaraciones de los jefes navales prisioneros. Una vez hecho esto y para tranquilizar la opinión publica, el 13 de junio el Departamento de marina de los Estados Unidos hizo conocer la siguiente declaración : "si bien se desconoce la suerte de 4 ó 6 submarinos alemanes en el Atlántico, se cree que han sido hundidos... por otra parte se tiene la seguridad de que (en caso de que hubiera alguno) no operan ya en el atlántico y no es de creer que alguno tenga el suficiente radio de acción para llegar a Japón".

En tanto la marina norteamericana emitía tal declaración, dos submarinos germanos, con armamento completo, se deslizaban a máxima velocidad bajo las aguas del Atlántico Norte eludiendo todo contacto con naves de superficies.

El 9 de julio una dramática noticia conmovía a América latina; el crucero brasileño "Bahía" había naufragado en las cercanías de las rocas de San Pedro y San Pablo. El siniestro había ocurrido el 4 de julio, pero recién se tomo conocimiento cinco días mas tarde cuando el carguero ingles "Belfa" comunico haber recogido una balsa con 33 sobrevivientes del "Bahía".

En un primer momento las autoridades de la Armada Brasileña consideraron que la tragedia pudo ocasionarla una mina a la deriva, dada la seguridad de las pólvoras modernas que hacia muy improbable la explosión de la santa bárbara del buque por combustión espontánea. Pero 24 horas después de conocido el hundimiento del bahía, una noticia sensacional vendría a agitar al Brasil: Un submarino se rendía en la Argentina.

Continuará...

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Mensaje por Erich Hartmann » Jue Sep 01, 2005 7:16 am

El U-530

En la mañana del 10 de julio el puerto de mar del plata registraba sus tareas habituales. La bruma del invierno marplatense obligaba a las barcas de los pescadores a realizar sus tareas no lejos de la costa; a 2 kilómetros, la base de submarinos de la marina de guerra Argentina desarrollaba su rutina, hasta que el personal de vigilancia advirtió a las 7:30 horas que, 4 ó 5 Km mar adentro, una nave efectuaba señales luminosas; minutos antes de que en la base de submarinos se advirtiera los destellos luminosos 2 barcas que estaban en plena faena vieron surgir a menos de 100 metros la torreta de un submarino que en pocos segundos emergió totalmente.

Altamente familiarizados con las siluetas de los sumergibles nacionales, los pescadores comprendieron inmediatamente, que se trataba de una nave extranjera, lo que confirmaron cuando el puente de la misma se pobló de gente rubia "que hablaban en idioma complicado". Mientras los pescadores estaban absortos ante la sorprendente aparición, desde el puente del submarino una lámpara comenzó a transmitir un mensaje luminoso que fue el advertido desde la base.
Notificado el comandante de la misma de la novedad, éste inmediatamente se hizo presente en la sala de observación dando personal lectura al mensaje. Su sorpresa no pudo ser mayor, el mismo decía: "German Submarine".

Por más de quince minutos intercambiaron mensajes el comandante germano y el jefe accidental de la base Mar del Plata, capitán de corbeta Ramón Sayús. Luego de identificar a su nave como el "U-530", el comandante alemán informo que deseaba rendirla pacíficamente. Aceptada la solicitud, el U-530 reanudó lentamente la marcha para finalmente atracar, al costado del guardacostas General Belgrano. Cumplidas las maniobras de amarre y luciendo sus condecoraciones de guerra, el comandante alemán, Teniente de navío Otto Vermouth, formó a sus hombres en cubierta para recibir a las autoridades argentinas. Una vez éstas a bordo, el teniente Vermouth arengó a sus subordinados, siendo a continuación notificado que él y sus hombres debían abandonar la nave en calidad de prisioneros de guerra.

Finalizo así, la larga travesía del U-530, si bien aun, debía afrontar dos graves sospechas: la presencia de Hitler o colaboradores suyos a bordo y el presunto torpedeamiento del "Bahía".

Botado el 28 de julio de 1942 en los astilleros "Deutsche Werft" de Hamburgo, el "U-530" pertenecía a la clase IX C, con un desplazamiento de 1.144/1.247 t. Con carga completa de fuel-oil (214 t.), su autonomía era de 11.400 Km, pudiendo desarrollar una velocidad de superficie de 18 nudos y en inmersión de 7 nudos. El armamento consistía en un cañón de 10,5 cm.; un cañón A/A de 3,7 cm. y 2 ametralladoras A/A de 20 mm , seis tubos lanzatorpedos de 21 pulgadas -cuatro en proa y dos a popa- con 21 torpedos a bordo. También podía transportar 33 minas y estaba equipado con Snorkel. Al mando del teniente Vermouth que realizaba su primer viaje como comandante y 54 tripulantes, el "U-530" zarpó de Kiel el 19 de febrero de 1945 con rumbo a Noruega. Reaprovisionado en Christiansand, el sumergible marchó hacia su zona de operaciones en el Atlántico Norte, donde recibió la noticia de la capitulación. Reunidos en consejo, oficiales y tripulantes decidieron ignorar la orden de emerger dada por los aliados, intentando en cambio el viaje hacia Argentina.

Este acto de desobediencia a la determinación final de su gobierno y a la orden de las potencias vencedoras, puso a un puñado de hombres en una situación extraordinaria, inédita en la historia, que les confería absoluta libertad de decisión en una poderosa unidad de ataque. Pero tal condición, con sus falsos atractivos, llevaba implícita grandes riesgos, uno de los cuales era la falta de autoridad oficial que sirviera de respaldo al teniente Vermouth para imponer castigos a bordo.

Comenzó así a deteriorarse la disciplina, abandonándose las tareas de mantenimiento y limpieza, lo que explica el aspecto del submarino al llegar a Mar del Plata: sin rastros de pintura y carcomido por la herrumbre el casco, en tanto que los compartimientos interiores ofrecían un aspecto "desconcertante" -al decir de un oficial argentino- por la suciedad y confusión que en ellos reinaba. Poco antes de llegar a la costa Argentina, fueron desmontados y arrojados al mar el cañón de cubierta y el A/A de 3,7 cm., junto con toda la munición. Siguieron el mismo camino los torpedos, las cartas de navegación, los libros de claves y el cuaderno de bitácora; también se destruyeron los aparatos y sistemas considerados "secretos".

Casi agotado el combustible y sin víveres, dos meses después de finalizada la guerra en Europa llegaba a Mar del Plata el 9 de julio de 1945 -día de la independencia Argentina- la nave alemana, provocando asombro y comentarios en todo el mundo. En la tarde del 12 de julio la cubierta del: "U-530" fue escenario de una sencilla ceremonia: el teniente Vermouth firmaba el acta de rendición, izándose a continuación la bandera Argentina en el puente de la nave.

Con tal acto, concluyó oficialmente la vida bélica del submarino germano, que en su larga travesía final había establecido un "record" de larga distancia para tal tipo de naves y, además el de navegación con Snorkel. Sin embargo, pronto ambas marcas serían batidas por otro submarino alemán.

Dadas las circunstancias, la primera pregunta que individualmente se le formuló a Vermouth y sus hombres era por demás inevitable: ¿estuvo Hitler o algún otro dirigente del Reich a bordo? Las rotundas negativas de los marinos germanos a tal presunción la respaldaron con el argumento de que el fin de la guerra les había sorprendido en alta mar y que entonces habían decidido viajar hasta la Argentina con el fin de eludir el duro cautiverio de los vencedores. Cierto era que en la Argentina también había declarado la guerra al Reich pero ellos consideraban que era un acto producido por especiales circunstancias diplomáticas.

Las declaraciones de los prisioneros eran complementadas con minuciosas pericias técnicas a bordo del sumergible y, además, con la información que enviaba el alto comando aliado. La posibilidad de una confabulación de silencio entre los 54 tripulantes pronto quedó también descartada, ya que resultaba imposible, y se emplearon varios métodos para comprobar que secretos de trascendencia pudieran ser guardados con éxito por tantas personas.

Otro de los aspectos que llamó la atención de los investigadores fue la juventud del comandante alemán. Sólo 25 años, y de la tripulación. -edad promedio 23 años- comprobándose posteriormente que ello era causa directa de la campaña anti-submarina de los aliados, que obligó al mando alemán a reemplazar las bajas con personal cada vez más joven. Por otra parte submarinistas con mayor experiencia eran retirados del frente hasta que estuvieran en servicio los nuevos submarinos tipo XXI y XXIII.

En lo que se refería al "Bahía" los alemanes manifestaron desconocer lo que pudo ocurrirle a dicha nave, ya que ellos habían pasado con anterioridad al 4 de julio y a más de 150 millas de las rocas de San Pedro y San Pablo. No obstante tales afirmaciones, lo que sacó de dudas a los investigadores sobre la responsabilidad del "U-530" en el desastre fueron las 3.500 millas existentes entre las rocas de San Pedro y San Pablo y Mar del Plata, distancia ésta que no podía ser salvada por el submarino en escasos cinco días de navegación. De haber demorado dos o tres días más su entrada a Mar del Plata el "U-530", su comandante se habría visto en graves aprietos, pues las pruebas a su favor como eran el libro de bitácora y las cartas de navegación con la ruta seguida, las había arrojado al mar.

Teniendo en cuenta las declaraciones de los prisioneros, las comprobaciones que se efectuaron y los informes enviados por los aliados, el 13 de julio la Armada Argentina emitió un comunicado en el que se informaba al público "que ningún dirigente político o militar de Alemania viajó a bordo del "U-530" y que tal nave era por completo ajena al desastre del "Bahía".

La prensa internacional dedicó amplios comentarios al "U-530", deslizando hipótesis que, en algunos casos, resultaron ser verdaderas creaciones de "ciencia-ficción". El diario soviético "Izvestia'' en su edición del 12 de julio, consideró "que seria interesante saber quién ha viajado oculto" en dicho sumergible y también "quién pudo abastecer a esa nave pirata con alimentos y combustible durante los dos últimos meses".

También la prensa brasileña se mostró agresiva -31 mercantes de Brasil fueron hundidos por submarinos germanos- no vacilando en señalar al "U-530" como autor de la tragedia del "Bahía. Lo notable del caso es que altas autoridades navales de Brasil avalaron públicamente tal posibilidad, sin tener en cuenta detalles técnicos y sin esperar el resultado de las investigaciones que se efectuaban en la Argentina. Así es como el jefe del Distrito Naval Río de Janeiro -al que pertenecía el "Bahía"- almirante Dodswort Martins, pocas horas después de conocerse la presencia del submarino alemán en Argentina declaró al periodismo, que "según mis cálculos de navegación el U-530 pudo haber estado en el sitio del desastre del Bahía en la mañana del 4 de julio".

Pocos días después, el mismo oficial volvió sobre el tema, señalando la "posibilidad de que el corsario nazi que se rindió en Mar del Plata haya pasado por el lugar del desastre y colocado minas...desde el lado moral del asunto el comandante nazi se hallaba en un estado de latente agresividad contra Brasil, en virtud de que, pudiendo elegir un puerto brasileño para rendirse, no lo hizo así".

"Por otra parte", agrega el marino brasileño, "resulta inadmisible la explosión espontánea de la santabárbara del Bahía". Ya fuere por las pasiones propias de la época y/o por transferir responsabilidades, las arriesgadas afirmaciones del almirante Martins fueron contestadas por el dictamen oficial de la comisión Investigadora del caso

"Bahía": la nave fue destruida por la explosión del pañol de municiones.

La presencia del submarino alemán a más de dos meses de finalizada la guerra, era capaz de convertirse en otro elemento perturbador de las ya difíciles relaciones entre Argentina y los Estados Unidos.

La renuencia Argentina a declarar la guerra al Eje (recién se verificó esto el 27/3/45); la negativa campaña de medios políticos y periodísticos de la Unión contra el gobierno argentino y la desembozada actividad "extra diplomática" del embajador Sprullle Braden, ya de por sí factores de tensión suficientes como para que la sospecha que se admitía a dirigentes del III Reich en la Patagona u otro lugar del territorio nacional, sirviera de nuevas justificaciones para quienes estaban empeñados en deteriorar la posición internacional de Argentina.

Así es como se dio rápida respuesta afirmativa a la solicitud que el 10 de julio presentaron los agregados navales de Norteamérica e Inglaterra, para inspeccionar la nave rendida, Posteriormente se cursaron invitaciones a los agregados navales de varios países sudamericanos para visitar el "U-530", proporcionándoseles toda la información técnica que requirieron. Lo fundamental sin embargo era el destino final del "U-530": ¿quedaría incorporado como legítima presa de guerra a la Armada Argentina y sujeta a sus leyes la tripulación? Atento a la delicada situación Internacional, el gobierno ordenó que se formara una comisión especial encargada de estudiar el caso y elevar al Ejecutivo las correspondientes recomendaciones.

En sólo48 horas se expidió la mencionada comisión, que en su dictamen señaló".. .que el submarino (U-530) ha violado, voluntaria o involuntariamente los compromisos contraídos en el acta de rendición de Reims..., de los términos de la rendición no se supone otra cosa que la entrega en forma incondicional, a las fuerzas aliadas y la forma y la oportunidad de su entrega está establecida en el acta de rendición del 8 de mayo, por lo que el comandante del submarino debió emerger izando una bandera negra..., rendida a las fuerzas argentinas, en una base Argentina, cumple a su gobierno poner el submarino (U-530) a disposición de los gobiernos de Estados Unidos e Inglaterra, juntamente con su tripulación y las actuaciones que hayan realizado nuestras fuerzas navales. Buenos Aires, julio 13 de 1945".

Aceptada tal conclusión -de innegables fallas- el 18 de julio el gobierno argentino -presidente ; General Edelmiro J. Farrel ; vicepresidente y ministro de Guerra, Coronel Juan D. Perón- notificó a Londres y Washington la decisión de entregar al submarino y sus tripulantes. De común acuerdo los aliados decidieron que la marina norteamericana se hiciera cargo del "U-530", enviando para tal efecto una dotación de 35 hombres a la Argentina. Vanos pues, habían sido los esfuerzos de Vermouth y sus hombres por eludir los campos de concentración y fallidas resultaron las esperanzas de los marinos argentinos que querían para su bandera tan moderna unidad de ataque.

Casi sin tener en cuenta los comunicados oficiales, la Imaginación popular forjaba sus propias teorías y levantaba sospechas de toda clase en torno al "U-530". Por cierto contribuía a ello en gran medida la prensa sensacionalista y además, el aura que rodeaba a los submarinos germanos que eran considerados con poderes poco menos que mágicos.

En este contexto, no es de extrañar que a partir del "U-530" se produjera una psicosis colectiva en ciudades y poblados de litoral marítimo argentino, sucediéndose las denuncias sobre "submarinos alemanes merodeando cerca de las costas". El 16 de julio más de una docena de vecinos de San Clemente del Tuyu, comunicaron a las autoridades haber observado dos submarinos alemanes a 5 ó 6 kilómetros de la costa". Los testimonios de tantos "observadores" movilizaron a la Marina y el Ejército, que inmediatamente dispusieron un intenso patrullaje, aeronaval de la zona y el registro de las playa para buscar indicios de desembarcos.

En días sucesivos se efectuaron nuevas denuncias, llegando un "observador" a declarar que la identificación de uno de los sumergibles era "U-124". Sin embargo, el submarino alemán con tal número había sido hundido el 2 de abril de 1943 al oeste de Oporto. Lo notable del caso es que la psicosis de los submarinos, por así llamarlo, se extendió hasta Brasil y Uruguay, donde también se denunciaron "avistajes" de tales naves. ¡Tal parecía que toda una manada de "lobos grises" navegaba por el Atlántico sur con rumbo e intenciones desconocidas bajo el mando directo del Querer! Las noticias provenientes de Sudamérica hallaron amplio eco en los servicios de inteligencia aliados que, a más de estar ya ocupados por la extraña presencia del "U-530", debían ahora tener en cuenta la posibilidad de que varios submarinos germanos estuvieran navegando hacia metas desconocidas.

Los investigadores contaron una vez más con la colaboración de los ex altos jefes navales alemanes presos, a los que posteriormente se les permitió efectuar declaraciones públicas con el fin de disipar los peligrosos rumores que corrían por el mundo. Así es como el 19 de julio el almirante Godt señaló a los periodistas "no creer que Hitler hubiera huido de Alemania, ya que es imposible para un hombre como el Fuehrer vivir como un señor X. Si Hitler no ha muerto en Berlín, es imposible que no lo sepamos Doenitz y yo".

Por su parte el. vicealmirante Helmuth afirmó que "si se hubiesen hecho preparativos (para sacar a Hitler de Alemania) yo hubiera tenido que estar enterado".

El Senado norteamericano también se ocupó del tema, manteniendo una larga reunión Informativa con representantes de la Armada. Al término de la reunión el senador Mendell Rivers anuncio a los periodistas "que si bien la Armada de los Estados Unidos trata de localizar lo que quede de submarinos alemanes por medio de aviones y buques de superficie, no es de creer que alguno aun esté en el mar". Complementando tantas declaraciones y desmentidas, el 18 de julio la agencia U.P. informó que "en círculos oficiales del Departamento de Marina (norteamericano) se considera poco probable que alguno de los cuatro submarinos cuyo paradero se desconoce esté cerca de la costa Argentina, siendo indudable que debe haber un error en la noticia de que han visto submarinos nazis cerca de ese país..."


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Mensaje por Erich Hartmann » Jue Sep 01, 2005 4:41 pm

El U-977

17 de agosto de 1945. La Argentina rendía homenaje a su héroe máximo, el General José de San Martín, con motivo de cumplirse un nuevo aniversario de su muerte. Por tal causa la actividad en la base naval Mar del Plata era casi nula, siendo lo único destacable el anuncio que regresaban a sus apostaderos el rastreador "Py" y el submarino "Salta", luego de cumplir una misión de patrulla, ya a unas ocho millas de la base y siendo las 9,15 horas, ambas unidades argentinas advirtieron, en superficie, a un submarino extranjero que inmediatamente empezó a emitir con el destellador un mensaje cuyo texto fue instantáneamente presentido por los marinos argentinos: "German Submarine".

Identificándose como el "U-977" al mando del capitán de fragata Heinz Schaeffer, el comandante alemán aceptó que una dotación de presa se hiciera cargo de su nave. Luego de recibir en la cubierta al teniente de fragata Rodolfo Sáenz Valiente, que al mando de 8 hombres le comunico que su misión era la de impedir que el submarino fuera hundido o averiado, el capitán Schaeffer solicitó autorización para dirigir la entrada a puerto.

Por más de quince minutos intercambiaron mensajes el comandante germano y el jefe accidental de la base Mar del Plata, capitán de corbeta Ramón Sayús. Luego de identificar a su nave como el "U-530", el comandante alemán informo que deseaba rendirla pacíficamente. Aceptada la solicitud, el U-530 reanudó lentamente la marcha para finalmente atracar, al costado del guardacostas General Belgrano. Cumplidas las maniobras de amarre y luciendo sus condecoraciones de guerra, el comandante alemán, Teniente de navío Otto Vermouth, formó a sus hombres en cubierta para recibir a las autoridades argentinas. Una vez éstas a bordo, el teniente Vermouth arengó a sus subordinados, siendo a continuación notificado que él y sus hombres debían abandonar la nave en calidad de prisioneros de guerra.

Finalizo así, la larga travesía del U-530, si bien aun, debía afrontar dos graves sospechas: la presencia de Hitler o colaboradores suyos a bordo y el presunto torpedeamiento del "Bahía".

Botado el 28 de julio de 1942 en los astilleros "Deutsche Werft" de Hamburgo, el "U-530" pertenecía a la clase IX C, con un desplazamiento de 1.144/1.247 t. Con carga completa de fuel-oil (214 t.), su autonomía era de 11.400 Km, pudiendo desarrollar una velocidad de superficie de 18 nudos y en inmersión de 7 nudos. El armamento consistía en un cañón de 10,5 cm.; un cañón A/A de 3,7 cm. y 2 ametralladoras A/A de 20 mm , seis tubos lanzatorpedos de 21 pulgadas -cuatro en proa y dos a popa- con 21 torpedos a bordo. También podía transportar 33 minas y estaba equipado con Snorkel. Al mando del teniente Vermouth que realizaba su primer viaje como comandante y 54 tripulantes, el "U-530" zarpó de Kiel el 19 de febrero de 1945 con rumbo a Noruega. Reaprovisionado en Christiansand, el sumergible marchó hacia su zona de operaciones en el Atlántico Norte, donde recibió la noticia de la capitulación. Reunidos en consejo, oficiales y tripulantes decidieron ignorar la orden de emerger dada por los aliados, intentando en cambio el viaje hacia Argentina.

Este acto de desobediencia a la determinación final de su gobierno y a la orden de las potencias vencedoras, puso a un puñado de hombres en una situación extraordinaria, inédita en la historia, que les confería absoluta libertad de decisión en una poderosa unidad de ataque. Pero tal condición, con sus falsos atractivos, llevaba implícita grandes riesgos, uno de los cuales era la falta de autoridad oficial que sirviera de respaldo al teniente Vermouth para imponer castigos a bordo.

Comenzó así a deteriorarse la disciplina, abandonándose las tareas de mantenimiento y limpieza, lo que explica el aspecto del submarino al llegar a Mar del Plata: sin rastros de pintura y carcomido por la herrumbre el casco, en tanto que los compartimientos interiores ofrecían un aspecto "desconcertante" -al decir de un oficial argentino- por la suciedad y confusión que en ellos reinaba. Poco antes de llegar a la costa Argentina, fueron desmontados y arrojados al mar el cañón de cubierta y el A/A de 3,7 cm., junto con toda la munición. Siguieron el mismo camino los torpedos, las cartas de navegación, los libros de claves y el cuaderno de bitácora; también se destruyeron los aparatos y sistemas considerados "secretos".

Casi agotado el combustible y sin víveres, dos meses después de finalizada la guerra en Europa llegaba a Mar del Plata el 9 de julio de 1945 -día de la independencia Argentina- la nave alemana, provocando asombro y comentarios en todo el mundo. En la tarde del 12 de julio la cubierta del: "U-530" fue escenario de una sencilla ceremonia: el teniente Vermouth firmaba el acta de rendición, izándose a continuación la bandera Argentina en el puente de la nave.

Con tal acto, concluyó oficialmente la vida bélica del submarino germano, que en su larga travesía final había establecido un "record" de larga distancia para tal tipo de naves y, además el de navegación con Snorkel. Sin embargo, pronto ambas marcas serían batidas por otro submarino alemán.

Dadas las circunstancias, la primera pregunta que individualmente se le formuló a Vermouth y sus hombres era por demás inevitable: ¿estuvo Hitler o algún otro dirigente del Reich a bordo? Las rotundas negativas de los marinos germanos a tal presunción la respaldaron con el argumento de que el fin de la guerra les había sorprendido en alta mar y que entonces habían decidido viajar hasta la Argentina con el fin de eludir el duro cautiverio de los vencedores. Cierto era que en la Argentina también había declarado la guerra al Reich pero ellos consideraban que era un acto producido por especiales circunstancias diplomáticas.

Las declaraciones de los prisioneros eran complementadas con minuciosas pericias técnicas a bordo del sumergible y, además, con la información que enviaba el alto comando aliado. La posibilidad de una confabulación de silencio entre los 54 tripulantes pronto quedó también descartada, ya que resultaba imposible, y se emplearon varios métodos para comprobar que secretos de trascendencia pudieran ser guardados con éxito por tantas personas.

Otro de los aspectos que llamó la atención de los investigadores fue la juventud del comandante alemán. Sólo 25 años, y de la tripulación. -edad promedio 23 años- comprobándose posteriormente que ello era causa directa de la campaña anti-submarina de los aliados, que obligó al mando alemán a reemplazar las bajas con personal cada vez más joven. Por otra parte submarinistas con mayor experiencia eran retirados del frente hasta que estuvieran en servicio los nuevos submarinos tipo XXI y XXIII.

En lo que se refería al "Bahía" los alemanes manifestaron desconocer lo que pudo ocurrirle a dicha nave, ya que ellos habían pasado con anterioridad al 4 de julio y a más de 150 millas de las rocas de San Pedro y San Pablo. No obstante tales afirmaciones, lo que sacó de dudas a los investigadores sobre la responsabilidad del "U-530" en el desastre fueron las 3.500 millas existentes entre las rocas de San Pedro y San Pablo y Mar del Plata, distancia ésta que no podía ser salvada por el submarino en escasos cinco días de navegación. De haber demorado dos o tres días más su entrada a Mar del Plata el "U-530", su comandante se habría visto en graves aprietos, pues las pruebas a su favor como eran el libro de bitácora y las cartas de navegación con la ruta seguida, las había arrojado al mar.

Teniendo en cuenta las declaraciones de los prisioneros, las comprobaciones que se efectuaron y los informes enviados por los aliados, el 13 de julio la Armada Argentina emitió un comunicado en el que se informaba al público "que ningún dirigente político o militar de Alemania viajó a bordo del "U-530" y que tal nave era por completo ajena al desastre del "Bahía".

La prensa internacional dedicó amplios comentarios al "U-530", deslizando hipótesis que, en algunos casos, resultaron ser verdaderas creaciones de "ciencia-ficción". El diario soviético "Izvestia'' en su edición del 12 de julio, consideró "que seria interesante saber quién ha viajado oculto" en dicho sumergible y también "quién pudo abastecer a esa nave pirata con alimentos y combustible durante los dos últimos meses".

También la prensa brasileña se mostró agresiva -31 mercantes de Brasil fueron hundidos por submarinos germanos- no vacilando en señalar al "U-530" como autor de la tragedia del "Bahía. Lo notable del caso es que altas autoridades navales de Brasil avalaron públicamente tal posibilidad, sin tener en cuenta detalles técnicos y sin esperar el resultado de las investigaciones que se efectuaban en la Argentina. Así es como el jefe del Distrito Naval Río de Janeiro -al que pertenecía el "Bahía"- almirante Dodswort Martins, pocas horas después de conocerse la presencia del submarino alemán en Argentina declaró al periodismo, que "según mis cálculos de navegación el U-530 pudo haber estado en el sitio del desastre del Bahía en la mañana del 4 de julio".

Pocos días después, el mismo oficial volvió sobre el tema, señalando la "posibilidad de que el corsario nazi que se rindió en Mar del Plata haya pasado por el lugar del desastre y colocado minas...desde el lado moral del asunto el comandante nazi se hallaba en un estado de latente agresividad contra Brasil, en virtud de que, pudiendo elegir un puerto brasileño para rendirse, no lo hizo así".

"Por otra parte", agrega el marino brasileño, "resulta inadmisible la explosión espontánea de la santabárbara del Bahía". Ya fuere por las pasiones propias de la época y/o por transferir responsabilidades, las arriesgadas afirmaciones del almirante Martins fueron contestadas por el dictamen oficial de la comisión Investigadora del caso

"Bahía": la nave fue destruida por la explosión del pañol de municiones.

La presencia del submarino alemán a más de dos meses de finalizada la guerra, era capaz de convertirse en otro elemento perturbador de las ya difíciles relaciones entre Argentina y los Estados Unidos.

La renuencia Argentina a declarar la guerra al Eje (recién se verificó esto el 27/3/45); la negativa campaña de medios políticos y periodísticos de la Unión contra el gobierno argentino y la desembozada actividad "extra diplomática" del embajador Sprullle Braden, ya de por sí factores de tensión suficientes como para que la sospecha que se admitía a dirigentes del III Reich en la Patagona u otro lugar del territorio nacional, sirviera de nuevas justificaciones para quienes estaban empeñados en deteriorar la posición internacional de Argentina.

Así es como se dio rápida respuesta afirmativa a la solicitud que el 10 de julio presentaron los agregados navales de Norteamérica e Inglaterra, para inspeccionar la nave rendida, Posteriormente se cursaron invitaciones a los agregados navales de varios países sudamericanos para visitar el "U-530", proporcionándoseles toda la información técnica que requirieron. Lo fundamental sin embargo era el destino final del "U-530": ¿quedaría incorporado como legítima presa de guerra a la Armada Argentina y sujeta a sus leyes la tripulación? Atento a la delicada situación Internacional, el gobierno ordenó que se formara una comisión especial encargada de estudiar el caso y elevar al Ejecutivo las correspondientes recomendaciones.

En sólo48 horas se expidió la mencionada comisión, que en su dictamen señaló".. .que el submarino (U-530) ha violado, voluntaria o involuntariamente los compromisos contraídos en el acta de rendición de Reims..., de los términos de la rendición no se supone otra cosa que la entrega en forma incondicional, a las fuerzas aliadas y la forma y la oportunidad de su entrega está establecida en el acta de rendición del 8 de mayo, por lo que el comandante del submarino debió emerger izando una bandera negra..., rendida a las fuerzas argentinas, en una base Argentina, cumple a su gobierno poner el submarino (U-530) a disposición de los gobiernos de Estados Unidos e Inglaterra, juntamente con su tripulación y las actuaciones que hayan realizado nuestras fuerzas navales. Buenos Aires, julio 13 de 1945".

Aceptada tal conclusión -de innegables fallas- el 18 de julio el gobierno argentino -presidente ; General Edelmiro J. Farrel ; vicepresidente y ministro de Guerra, Coronel Juan D. Perón- notificó a Londres y Washington la decisión de entregar al submarino y sus tripulantes. De común acuerdo los aliados decidieron que la marina norteamericana se hiciera cargo del "U-530", enviando para tal efecto una dotación de 35 hombres a la Argentina. Vanos pues, habían sido los esfuerzos de Vermouth y sus hombres por eludir los campos de concentración y fallidas resultaron las esperanzas de los marinos argentinos que querían para su bandera tan moderna unidad de ataque.

Casi sin tener en cuenta los comunicados oficiales, la Imaginación popular forjaba sus propias teorías y levantaba sospechas de toda clase en torno al "U-530". Por cierto contribuía a ello en gran medida la prensa sensacionalista y además, el aura que rodeaba a los submarinos germanos que eran considerados con poderes poco menos que mágicos.

En este contexto, no es de extrañar que a partir del "U-530" se produjera una psicosis colectiva en ciudades y poblados de litoral marítimo argentino, sucediéndose las denuncias sobre "submarinos alemanes merodeando cerca de las costas". El 16 de julio más de una docena de vecinos de San Clemente del Tuyu, comunicaron a las autoridades haber observado dos submarinos alemanes a 5 ó 6 kilómetros de la costa". Los testimonios de tantos "observadores" movilizaron a la Marina y el Ejército, que inmediatamente dispusieron un intenso patrullaje, aeronaval de la zona y el registro de las playa para buscar indicios de desembarcos.

En días sucesivos se efectuaron nuevas denuncias, llegando un "observador" a declarar que la identificación de uno de los sumergibles era "U-124". Sin embargo, el submarino alemán con tal número había sido hundido el 2 de abril de 1943 al oeste de Oporto. Lo notable del caso es que la psicosis de los submarinos, por así llamarlo, se extendió hasta Brasil y Uruguay, donde también se denunciaron "avistajes" de tales naves. ¡Tal parecía que toda una manada de "lobos grises" navegaba por el Atlántico sur con rumbo e intenciones desconocidas bajo el mando directo del Querer! Las noticias provenientes de Sudamérica hallaron amplio eco en los servicios de inteligencia aliados que, a más de estar ya ocupados por la extraña presencia del "U-530", debían ahora tener en cuenta la posibilidad de que varios submarinos germanos estuvieran navegando hacia metas desconocidas.

Los investigadores contaron una vez más con la colaboración de los ex altos jefes navales alemanes presos, a los que posteriormente se les permitió efectuar declaraciones públicas con el fin de disipar los peligrosos rumores que corrían por el mundo. Así es como el 19 de julio el almirante Godt señaló a los periodistas "no creer que Hitler hubiera huido de Alemania, ya que es imposible para un hombre como el Fuehrer vivir como un señor X. Si Hitler no ha muerto en Berlín, es imposible que no lo sepamos Doenitz y yo".

Por su parte el. vicealmirante Helmuth afirmó que "si se hubiesen hecho preparativos (para sacar a Hitler de Alemania) yo hubiera tenido que estar enterado".

El Senado norteamericano también se ocupó del tema, manteniendo una larga reunión Informativa con representantes de la Armada. Al término de la reunión el senador Mendell Rivers anuncio a los periodistas "que si bien la Armada de los Estados Unidos trata de localizar lo que quede de submarinos alemanes por medio de aviones y buques de superficie, no es de creer que alguno aun esté en el mar". Complementando tantas declaraciones y desmentidas, el 18 de julio la agencia U.P. informó que "en círculos oficiales del Departamento de Marina (norteamericano) se considera poco probable que alguno de los cuatro submarinos cuyo paradero se desconoce esté cerca de la costa Argentina, siendo indudable que debe haber un error en la noticia de que han visto submarinos nazis cerca de ese país..."


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Erich Hartmann
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Mensaje por Erich Hartmann » Vie Sep 02, 2005 5:20 pm

El “Bahía”.

Construido en Inglaterra durante 1910 y modernizado en 1926, el " Bahía " era el tercer buque de la armada brasileña que llevaba tal nombre. Con un desplazamiento de 3.150 t. estaba armado con 10 cañones de 4 pulgadas; 4 de 3 pulgadas y 4 tubos lanzatorpedos de 21 pulgadas.

Al mando del capitán de fragata García D Ávila Pieres de Carvalho Albuquerque, el 3 de julio de 1945, el "Bahía" era parte del sistema de seguridad establecido para recibir al primer contingente de la Fuerza Expedicionaria Brasileña que regresaba de Italia. Para ello ocupaba la estación Nº 13 a 1.200 Km al noroeste de Pernambuco, en las cercanías de las rocas de San Pedro y San Pablo, de acuerdo con un plan que además establecía la comunicación entre buques a horas fijas.

El día 4 por la mañana el "Bahía" no cumplió con el plan de transmisiones lo que causó alarma, si bien el día 5 un avión norteamericano afirmó haberlo avistado. Entretanto había sido despachado al lugar el crucero "Río Grande Do Sul", que llegó al sitio el 7 sin hallar rastros del "Bahía". El misterio se aclaro 48 horas mas tarde, -cuando el carguero inglés "Belfa"- comunicó haber recogido una balsa con 33 sobrevivientes del Bahía.

Si bien en un principio se considero que el naufragio obedeció al choque con una mina a la deriva y más tarde a la acción hostil de un submarino alemán, la Comisión Naval encargada de la investigación finalmente determinó que la tragedia fue ocasionada por la explosión espontánea de la santabárbara del buque, que se partió en dos y hundió en solo tres minutos. De sus 427 tripulantes, 367 hallaron la muerte, incluido el comandante de la nave

La ola de conjeturas, comentarios y acusaciones que desató la inusitada presencia del "U-977" en la Argentina, a tanto tiempo de finalizada la guerra, rebasó a la opinión publica y al periodismo de América para atrapar -y con justicia- a los medios políticos y militares de las potencias vencedoras.

El 18 de agosto la Marina Argentina inició las actuaciones sobre la presencia del submarino alemán en aguas argentinas, debiendo su comandante responder a tres cuestiones fundamentales: el hundimiento del "Bahía", la tardía aparición de la nave luego de la capitulación y la eventual presencia de personajes políticos del Reich en el submarino. Además había muchas preguntas conexas que debían ser claramente respondidas por el comandante alemán.

En lo que se refería al barco brasileño "Bahía", Schaeffer negó toda participación en el siniestro, aportando como pruebas las cartas de navegación con la ruta seguida, el libro de bitácora y las anotaciones meteorológicas del día correspondiente al hundimiento del "Bahía". Además, no faltaba ningún torpedo del submarino y por otra parte, resultaba absurdo emprender acciones ofensivas que carecían de todo sentido.

Quedaba pues perfectamente en claro que el "U-977" era ajeno al siniestro del buque brasileño quedando en firme el dictamen de la comisión naval de Brasil. Cuando debió responder el por qué de la preferencia por Argentina, el comandante alemán sostuvo "...el botín técnico de la guerra queda ahora en poder de los vencedores, incluidos los soviéticos que indudablemente han de tener los últimos modelos de submarinos alemanes. Dada las relaciones con Argentina, he considerado cumplir las órdenes de Doenitz de modo tal que implicará una ventaja para la Argentina... por otra parte también había pensado en mi tripulación que en ninguna nación podría recibir trato mejor que aquí, en la Argentina". Schaeffer concluyó su exposición revelando un oculto pensamiento -similar al de muchos oficiales alemanes- de misterioso sustento: "...y además, señor capitán, he tenido la secreta esperanza de que mientras navegábamos hacia estas acogedoras playas, tal vez ocurrirían cambios fundamentales en la alta política".

"Lamentablemente he esperado en vano". En lo que a "los personajes políticos" se refería, ninguno había estado a bordo del submarino, si bien él no podía probar sus afirmaciones.

Por cierto que tampoco los investigadores pudieron efectuar comprobaciones contrarias. Finalmente, era un asunto que sólo el tiempo se encargaría de dilucidar. A fines de agosto llegaron a Mar del Plata miembros del Servicio de Inteligencia Naval norteamericano, con la intención de "profundizar" las investigaciones en torno al "misterioso" caso del U-977.

No obstante que para entonces, ya los gobiernos aliados habían dado una versión oficial de la muerte del Fuehrer, "por las dudas" los norteamericanos apenas tuvieron en su poder a Schaeffer empezaron a dispararle preguntas: "usted ocultó a Hitler " "Díganos ya, dónde está! ". Finalmente el capitán Schaeffer y sus hombres fueron trasladados a Estados Unidos, permaneciendo por meses en un campo de concentración "para prominentes" en las cercanías de Washington. Agotadas las instancias, finalmente los norteamericanos enfrentaron, imprevistamente, en una habitación cuajada de micrófonos ocultos a Schaeffer y Vermouth con la esperanza que en el "reencuentro", alguno de los oficiales deslizara alguna infidencia sobre el "convoy fantasma".

Fracasado también tal intento, el capitán Schaeffer fue puesto en manos de los ingleses que, por supuesto, también intentaron suerte en los interrogatorios. Finalmente se le concedió la libertad y a mediados de 1946 Schaeffer estaba otra vez en Alemania. Luego marchó hacia la Argentina donde formó familia y vivió por muchos años.

La leyenda

Pese a los anuncios oficiales con el resultado de las investigaciones que efectuaron los gobiernos de Argentina, Norteamérica e Inglaterra el asunto de los submarinos "U-530" y "U-977" fue tema por largo tiempo para los diarios del continente. "El Día" de Montevideo, ejecutó toda una campaña al respecto, con la afirmación que Hitler, Bormann y otros personajes -con los tesoros del III Reich- estaban en la Argentina. También los aventureros de la pluma encontraron en el tema una veta que les sustrajera del anonimato, pergeñando historias sensacionalistas que se publicaron en diarios, libros y folletos.

Entre estos "escritores" un tal Szabo escribió un libro donde luego de afirmar que en 1938 el buque alemán "Schwabenland" había viajado a la Antártida con el fin de preparar un nuevo "Berchtesgaden", afirmaba que los submarinos rendidos en la Argentina eran parte del "convoy fantasma" que custodiaba a Hitler y sus íntimos hacia la nueva base donde empezarían la conquista del mundo. Indudablemente hoy, a casí 60 años de la llegada de las submarinos alemanes a la Argentina, y apagados en cierta medida los odios y sus absurdos de la última guerra mundial, resulta ocioso detenerse a comentar las posibilidades de que otras circunstancias, que no fueran las comprobadas oficialmente, impulsaran la llegada de los submarinos alemanes a la Argentina.

Sin embargo, quien llegue a Mar del Plata y hable hoy con antiguos vecinos de la ciudad sobre el tema, no dejarán éstos de deslizar alguna sospecha sobre los submarinos alemanes que llegaron a puerto, y le referirán algo sobre "los otros", que no entraron a puerto. Como sucede con episodios de tal naturaleza, la realidad se ve en parte suplantada por la fantasía, quedando la leyenda como epílogo o conclusión más vistosa y agradable para el entendimiento popular.

Sin embargo, a fuer de cumplir con la información sobre el caso, cabe consignar que después de la presencia del "U-977", el Departamento de Marina norteamericano no emitió comunicado alguno desmintiendo la posibilidad de que otros submarinos alemanes estuvieran en alta mar.

El fin de los “lobos grises”

Navegando por sus propios medios, en septiembre de 1945 fueron llevados a la Unión el "U-530" y el "U-977". Una vez quitados los equipos más delicados de ambas naves, el Departamento de Marina norteamericano ordenó que se les hundiera, por torpedeamiento, en el Atlántico Norte. En enero de 1946 se cumplía tal decisión, poniéndose fin a los "últimos lobos grises" de la temida flota que dirigiera Doenitz.

Se reunían en el fondo del mar los submarinos alemanes con otros 700 navíos que habían desarrollado la campaña submarina más temeraria de todos los tiempos. Pero estos dos submarinos, el "U-977" Y el "U-530" habrían de permanecer con una aureola distinta a la de sus camaradas: el largo viaje hasta la Argentina después de finalizada la guerra y ser los últimos "lobos grises" en libertad.


Extraido de la revista 'Todo es historia'

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fangio
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Mensaje por fangio » Jue Sep 08, 2005 3:19 pm

Hola!
Tema interesante si los hay el del U-530 y el U-977.
Dejo un link interesante con imagenes e información del U-530 en Mar del Plata. Incluso con fotos del U-530 amarrado en el Puerto. Creo que también tiene información del U-977 y también un índice de Submarinos alemanes.

http://www.histarmar.com.ar/InfHistoric ... ElU530.htm

También quiero recomendar el libro "Ultramar Sur". Un libro muy interesante que cuenta los viajes del U-530 y del U-977 en detalle. Además plantea la posibilidad de la llegada de algunos submarinos más hacia las costas patagónicas de la Argentina.

http://www.lsf.com.ar/libros/8/987545075.asp

Saludos,

FANGIO

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Mensaje por Invitado » Dom Oct 30, 2005 8:57 am

Hola: como dice el foro en esta parte: submarinos alemanes en EL MAR DE LA PLATA:ya que los intereses que hubo en Argentina por parte de Alemanes antes y durante la 2da GM fueron importantisimos y de cifras varias veces millonarias que aun hoy estan en el pais y con segundas o terceras generaciones de personas entre ellas en la armada argentina... estan presentes y es por eso que es muy dificil encontrar alguna informacion sobre el tema submarinos.- <Parece que EEUU desclasifica archivos relacionados a esto en el año 2020.-
Como datos que aumentan este "misterio" hay muchas hstorias relacionadas a A. Hitler en la patagonia Argentina, referidas a personas que supuestamente los vieron, edificaciones muy similares a las que tenia en Alemania, campos y personas de origen aleman que supuestamente lo ayudaron etc.etc.etc...
asi que de esto hay mucho paño para cortar jajaja como digo siempre estas historias que no son feacientemente comprobables, tienen un 50 % de verdad y un 50 % de mentira ya que nadie puede comprobarlas....
si quieren saber algo mas y les puedo ser util, vivo en la patagonia argentina y he visitados varios lugares referidos a esto...slds. atte

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Mensaje por Hans Hube » Vie Dic 02, 2005 7:11 am

Mi abuela me dijo que ella estaba en el puerto el dia que se rindio el U-530. Debio ser una experiencia interesante ,estar en America del Sur nada menos y que unos dias despues de terminada la guerra uno de los temidos submarinos alemanes salga a flote en tu puerto.
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Mensaje por Dagger » Lun Ene 02, 2006 3:21 pm

Hola los otros dias hablando con mi abuelo del tema el me conto que vio al sur de rio gallegos submarinos alemanes abandonados ... sera ciertos?
Vamos Argentina!!!!

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Mas de submarinos....

Mensaje por Hiroo Onoda » Vie May 19, 2006 9:53 pm

Muy interesante el tema de los avistamientos de submarinos.
En referencia a los de U-530 y U-977 son los mas notorios y documentados. Luego hay toda clase de noticias y rumores sobre los diferentes avistamientos. Uno que relato France Soir en 1946 fue el siguiente:

El 25-9-1946 informó la "Agence France Press" del encuentro del barco ballenero islandés "Juliana" con un submarino alemán en las aguas antárticas al sur de las islas Falkland. El submarino había detenido al ballenero y el comandante alemán se acercó al barco en un bote neumático y subió a bordo, donde le pidió en inglés al capitán islandés víveres frescos, a lo que éste accedió. El comandante pagó en dólares americanos y dio a la tripulación una prima de 10 dólares a cada uno. Durante el transbordo le dio al islandés indicaciones de la posición de bancos de ballenas, que se revelaron como ciertas. Cuando el capitán Hekla fue preguntado más tarde si lo había notificado a la base de la marina británica en las Malvinas, respondió que había venido de Islandia para capturar ballenas, no submarinos. El periódico parisino "France Soir" comentó la noticia, que llegó de Santa Cruz, en el sur de Argentina, de la siguiente manera: "Esto confirmaría los rumores sobre la existencia de huellas de la marina de guerra del Reich Alemán en las aguas de Tierra de Fuego y las zonas no exploradas de la Antártida". Las aguas están entre las dos más importantes zonas de fuga: la Patagonia y la Antártida alemana "Neuschwabenland".

Mas "supuesta" info en:http://www.anomalous-images.com/text/omega21.htm

Naturalmente ni fotos ni nada, pero hizo aumentar la rumorologia acerca de la "supuesta" base de los alemanes en la antartida. La pagina de referencia que he puesto es simplemente una de las muchas dedicadas al tema pero no por ello debe ser tomada seriamente.

Ahora que si quereis una noticia de ciencia ficcion relacionada con el tema aqui esta esta pagina de humor:

http://hastaquihemosllegado.blogspot.co ... en-la.html

Teorizan nada mas y nada menos que un submarino aleman arranco el timón del Movistar en la Volvo Ocean Race :shock:

En fin, ver para creer.

Un saludo

Hiroo

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Re: Mas de submarinos....

Mensaje por minoru genda » Vie May 19, 2006 11:18 pm

Hiroo Onoda escribió:Muy interesante el tema de los avistamientos de submarinos.
En referencia a los de U-530 y U-977 son los mas notorios y documentados. Luego hay toda clase de noticias y rumores sobre los diferentes avistamientos. Uno que relato France Soir en 1946 fue el siguiente:

El 25-9-1946 informó la "Agence France Press" del encuentro del barco ballenero islandés "Juliana" con un submarino alemán en las aguas antárticas al sur de las islas Falkland. El submarino había detenido al ballenero y el comandante alemán se acercó al barco en un bote neumático y subió a bordo, donde le pidió en inglés al capitán islandés víveres frescos, a lo que éste accedió. El comandante pagó en dólares americanos y dio a la tripulación una prima de 10 dólares a cada uno. Durante el transbordo le dio al islandés indicaciones de la posición de bancos de ballenas, que se revelaron como ciertas. Cuando el capitán Hekla fue preguntado más tarde si lo había notificado a la base de la marina británica en las Malvinas, respondió que había venido de Islandia para capturar ballenas, no submarinos. El periódico parisino "France Soir" comentó la noticia, que llegó de Santa Cruz, en el sur de Argentina, de la siguiente manera: "Esto confirmaría los rumores sobre la existencia de huellas de la marina de guerra del Reich Alemán en las aguas de Tierra de Fuego y las zonas no exploradas de la Antártida". Las aguas están entre las dos más importantes zonas de fuga: la Patagonia y la Antártida alemana "Neuschwabenland".

Mas "supuesta" info en:http://www.anomalous-images.com/text/omega21.htm

Naturalmente ni fotos ni nada, pero hizo aumentar la rumorologia acerca de la "supuesta" base de los alemanes en la antartida. La pagina de referencia que he puesto es simplemente una de las muchas dedicadas al tema pero no por ello debe ser tomada seriamente.

Ahora que si quereis una noticia de ciencia ficcion relacionada con el tema aqui esta esta pagina de humor:

http://hastaquihemosllegado.blogspot.co ... en-la.html

Teorizan nada mas y nada menos que un submarino aleman arranco el timón del Movistar en la Volvo Ocean Race :shock:

En fin, ver para creer.

Un saludo

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Efectivamente, teorizan, pero la teoría es una cosa y la realidad otra muy diferente.
En aguas Antárticas, del mismo modo que en otras aguas, operaron tanto submarinos como buques de guerra alemanes, por ejemplo en cuanto a buques tenemos el corsario Pingüin, que capturo algunos buques balleneros y un barco factoría.
Eso de bases actuales de U boot en la Antártida (ya lo he leido en otros foros) es más propio de ciencia ficción que de una realidad tangible.
Pasa, que es posible, que alguien haya hecho un comentario sobre el tema, pero aplicado a tiempos actuales y claro eso lo embrolla todo y no tardando, lo mismo aparece algún iluminado, que diga que vió un submarino de la primera guerra mundial, navegando cerca de la Barrera de Ross o de la tierra de fuego, y yo por supuesto no lo creeré y si soy yo el que lo veo, pensaré que lo mismo alguien está haciendo una película, pero ni por un momento creeré que en la Antartida subsista una base de submarinos alemanes de la segunda guerra mundial.
No discutiré sobre la posibilidad de que en su momento, (periodo de guerra) bien apoyados por un buque estacionado en la zona, o bien que hubiera un lugar adecuado para fondear y siempre en momentos de verano Austral, se adaptara temporalmente una zona para avituallarse pero también veo dificil que eso fuera cierto.
Por tanto no elucubremos sobre esas teorías que a la larga solo hacen que busquemos tres pies al gato donde por lo general hay cuatro, salvo accidente del pobre gato.
No hay ningún viento favorable para quien no sabe a que puerto se dirige.
Schopenhauer
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Mensaje por Hiroo Onoda » Sab May 20, 2006 12:08 am

Informe del interrogatorio delos prisioneros

del U-977 que se rindieron en el Mar de La Plata

17 AUGOSTO de 1945.


Introducción

El U-977 tipo VII-C de 500 toneladas se rindio en Argentina el 17 de agosto de 1945 despues de 107 dias en el mar y despues de navegar 7.644 millas marinas. Este U-boat aleman zarpo de patrulla de Kristiansand, en Noruega, el 2 de Mayo de 1945, el dia después del anuncio alemán de la muerte de Hitler. El oficial al mando era el Oberleutnant zur See (Teniente) Heinz SCHAEFFER.

De acuerdo con el oficial técnico del U-977, dejaron Kristiansand con solo 85 toneladas metricas de fuel y llegaron al Mar de Plata con aproximadamente 5 toneladas. El largo crucero fue posible sólo a una velocidad extremadamente baja. El U-977 se encontraba en unas buenas condiciones. Diez torpedos (6 LUT’s con pistols Pi-2a y 4 T-5’s con Pi-4C) estaban todavia intactos. Fue remarcado que no se hizo ningun ataque ni se disparo ningun torpedo.


Historia del U – 9 7 7

Construido en Blohm and Voss, Hamburg, 24 July 1942. Fletado el 31 Marzo de 1943. En servicio el 6 Mayo 1943. Durante ejercicios de maniobras en el Baltico choco al menos tres veces y el daño producido al casco hizo que se destinase a navio escolar. El oficial al cargo durante ese periodo fue el Oberleutnant zur See (teniente) Hans LEILICH.

A mediadod de Diciembre de 1944 Schaeffer asume el control. Los ejercicios como navio escolar continuaron hasta finales de Enero de 1945.
Se instalo en Hamburgo el 20 de Febrero de 1945 para revisión general e instalación del Schnorchel.

Acondicionado y lanzado en Kiel del 1 al 12 de Abril de 1945. Salio el 16 de Abril y tomo rumbo a Frederikshaven, Dinamarca, y despues a Horten, Noruega. Cruzando Skagerrak tuvo que sumergirse 4 veces debido a la aviación. Llego a Horten el 20 de Abril y hizo las pruebas de Schnorchel, trasladandose a Kristiansand el 30 April 1945.

--------------------------------------------------------------------------------

(Op-16-Z)

Primera y única patrulla del U – 9 7 7

Después de cargar provisiones, celebrar el 1º de Mayo y portando una bandera de ceremonia por la muerte de Hitler, el U-977 deja Kristiansand
en su primera y única patrulla el 2 de Mayo de 1945 a las 22:00. Usando su Schnorchel 3 o 4 horas cada noche, se mantiene sumergido a lo largo de la costa noruega. El 7 de Mayo, el periscopio se daña mientras se levanta durante la inmersión.

Cuando la rendición alemana se hace oficial el 8 de Mayo, se producen discusiones a bordo, cerca de Bergen (Noruega). A aquellos miembros de la tripulación que estaban casados se les dio la oportunidad de desembarcar o continuar hacia Argentina. El 10 de Mayo, entre las 02:30 am y las 03:30 am 3 tripulantes y 13 oficiales toman 3 lanchas salvavidas, una de las cuales se daño y se tuvo que abandonar, y pusieron rumbo a la isla de Holsenöy cerca de Bergen. (Nota: Estos hombres fueron capturados y puestos bajo custodia de los britanicos con la descripción "supervivientes" del U-977).

Durante el resto del viaje, los restantes tripulantes modificaron su horario para cubrir 4 horas de servicio y 8 de descanso. El único que no tenia ese privilegio era el doctor.

El 14 de Julio de 1945, el U-Boat anclo durante 4 horas, de las 16:30 a las 20:30 en Branco, en el Cabo Verde. La tripulación estuvo nadando y bañandose en el puerto. Al dia siguiente un barco fue avistado y lo esquivaron cambiando el rumbo.

A las 06:00 del 23 de Julio, pasaron el equador y 28 de los 32 oficiales realizaron la habitual ceremonia de Neptuno.

Fue el 30 de Julio de 1945 que Schaeffer se entero de que el U-Boat que le precedia, el U-530, seria enviado desde Argentina a Norte America, pero esta información no le hizo cambiar de planes. Un test de inmersión a 40 metros fue hecho el 1 de Agosto.

--------------------------------------------------------------------------------

(Op-16-Z)

Cuando el U-977 fue entregado a las autoridades argentinas el 17 de Agosto de 1945 a las 11:05 am, se encontro que estaba intacto, incluyendo papeles y documentos. Los siguientes desperfectos mecánicos fueron precisados:

(1) Un periscopio dañado.

(2) Compresores de aire Junkers dañados desde principio de Agosto.

(3) Supercharger dañado desde Junio.

(4) Conexión diesel de estribor con el Supercharger desviado.

(5) Presión del aceite del motor defectuosa.

(6) Indicador para la posición del Schnorchel dañada.


Los oficiales y tripulación del U-Boat esperaban que al llegar a Argentina se les permitiera asentarse alli y evitar ser entregados a los rusos.

Declaracion de Schaeffer

C. O. D E U – 9 7 7

“Deje Kristiansand S. en 2 Mayo 1945, normalmente equipado, y con ordenes de ir al canal, (i.e. English Channel).


Unos dias después recibimos unos fragmentos de señal, que sospeché era parte del trabajo de engaño del enemigo. Cuando de todas maneras, estas señalos no pararon, supuse que las estaciones de radio habian caido en manos alemanas y habiamos perdido la guerra. El hecho de que las señales de radio estuvieran firmadas como "Allied comittee", me convencieron de que las ordenes contenidas en estas señales eran ilegitimas y no estaban de acuerdo con el alto comandamiento alemán.
Cuando comenzamos nuestra patrulla, un slogan oficial habia sido publicado en todos los puestos navales y buques y decia: "El enemigo debe encontrar en Alemania nada excepto ratas. Nunca nos rendiremos. Mejor la muerte que la esclavitud".

Debe ser recordado que la estación de radio a bordo del U-977 se podia utilizar sólo esporadicamente, por razones tácticas, ya que sólo ocasionalmente saliamos de la profundidad del Schnorchel. De todas maneras, se habian recibido suficientes señales de radio que me convencieron que no tenia mas superiores y que no me debia a mi juramento. En cualquier caso, no me senti obligado sin ordenes directas de mi gobierno a aceptar ordenes del enemigo.

No consideré por consiguiente my buque como arma de guerra, sino como una manera de escapar y traté de actuar en interes de todos los que estaban a bordo. Respeté los deseos de los miembros de mi tripulación para evitar para no poner en peligro el buque or que se le dañase.

--------------------------------------------------------------------------------

(Op-16-Z)

Una de mis principales razones para decidirme a ir a Argentina estaba basada en la propaganda alemana, que decia que los periodicos estadounidenses y britanicos, proclamaban que al final de la guerra todos los alemanes serian esclavizados y esterilizados :shock: . Otra consideración fue el mal trato y el retraso en la vuelta a casa sufrida por los prisioneros de guerra alemanes al final de la I guerra mundial. Desde luego, esperaba mejores condiciones de vida en Argentina.

Fue absolutamente mi intención de entregar el buque sin daños a manos aliadas, mientras hacia lo que mejor pude para mi tripulación. Encontre que los motores del buque serian de mucha utilidad para la reconstrucción de Europa. Lleve a cabo estas intenciones y entregue el buque en perfectas condiciones.

Fuente: http://www.histarmar.com.ar/InfHistoric ... atorio.htm

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Mensaje por Hiroo Onoda » Sab May 20, 2006 12:13 am

Por si quereis leeros la historia del submarino narrada por su oficial, aquí teneis el libro:

http://www.submarinebooks.com/UBoat977.htm

Imagen

Un saludo,

Hiroo

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Re: Mas de submarinos....

Mensaje por Hiroo Onoda » Sab May 20, 2006 12:21 am

minoru genda escribió:
Por tanto no elucubremos sobre esas teorías que a la larga solo hacen que busquemos tres pies al gato donde por lo general hay cuatro, salvo accidente del pobre gato.
Hola,

No se si te interpreto mal al leer tu mensaje. No estoy pregonando sobre fantasticas aventuras de submarinos y bases ocultas en la antartida. Solo comento y bastante en clave de humor el hecho de que se hable sobre ello y la rumorologia existente. Nada mas lejos de mi intención. Para eso estan los foros de ciencia ficción.

Un saludo General Minoru,

Hiroo

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Mensaje por minoru genda » Sab May 20, 2006 2:56 am

Para nada estoy pensando en que tengas o menciones fantasias sobre el asunto ya has dejado claro tu postura al respecto en el mensaje previo a esa contestación mia.
Solo hablo en ese sentido de aquellos que creen que eso pudo o puede ser realidad.
Así que mis disculpas por no saber transmitir más claramente mis ideas al respecto :wink:
La primera noticia que tengo sobre Minoru general :lol: :lol: :lol: :wink: creo que durante la guerra no pasó de comandante :x
(A ver si va a resultar que no conozco a mi sosias) :lol: :lol: :lol:
P.D Gracias por el estupendo relato :wink:
No hay ningún viento favorable para quien no sabe a que puerto se dirige.
Schopenhauer
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