Las Campañas del Norte de Africa (1940-43)
Moderador: Antonio
- Von Kleist
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Primera batalla El Alamein
Tras la batalla de Marsa Matruk, Rommel pensó que un último esfuerzo lo llevaria a Alejandria, pero sin saberlo, se dirigía a una posición formidable que Auchinlek habia escogido por sus ventajas defensivas naturales; la linea de El Alamein.
Esta linea ofrecia una ventaja crucial: no podía ser flanqueada. Su extremo norte, descansaba en el mar Mediterraneo, mientras que su flanco sur limitaba con la intransitable Depresión de El-Qatara, con un sector central muy accidentado y dominado por pequeñas alturas como la Sierra Ruweisat y la cresta de Alam Halfa, era un terreno ideal para establecer una defensa firme. Auchinlek se dio cuenta de las ventajas que ofrecía esta linea y mandó construir una serie de fortificaciones para reforzar las defensas naturales del terreno, que se extendia a lo largo de unos 50 km entre El Alamein y la depresion de Qatara.
El día 30 de junio, Rommel lanzó su primera ofensiva. Básicamente se trataba de repetir la maniobra empleada contra Tobruk unos dias antes. Rommel envio a la 90ª ligera en un ataque frontal, y amagó con enviar sus divisiones panzer (15ª y 21ª) hacia el Qatara para luego hacerlas virar hacia el nordeste y cortar la retaguardia del perímetro del El Alamein. El plan era bueno, pero Rommel, que no habia podido ordenar un reconocimiento aereo porque en su avance habia dejado atrás los aeródromos de la Luftwaffe, descocia la profundidad de las defensas británicas. Ademas, cuando las divisiones alemanas aparecieron ante El Alamein, fueron sometidas a violentos bombardeos aéreos.
Nada mas comenzar el ataque, las cosas comenzaron a torcerse para el DAK. La 90ª ligera llegó frente al perímetro de El Alamein pero fue rechazada por la artilleria británica y por elementos de la 4ª brigada blindada. Al sur, la 15ª y la 21ª panzer tomaron algunos puntos fuertes, pero fueron rechazadas por el intenso fuego de las posiciones britanicas en la sierra Ruweisat. El ataque alemán continuó durante los días 2 y 3 de julio pero el DAK, carente de cobertura aerea y enfrentado a las posiciones defensivas enemigas, no pudo profundizar ni abrir ninguna brecha. Al cabo de una semana de combates, el DAK había quedado reducido a una fuerza de unos 50 carros de combate. La 90.ª División ligera, por su parte, solo reunía el equivalente a los efectivos de dos batallones y los cuerpos italianos de infantería estaban también muy mermados. Los hombres de Rommel, tras un largo avance, se encontraban agotados, y simplemente no daban más de sí. La ofensiva se había estancado, y Rommel no tuvo otro remedio que poner sus fuerzas a la defensiva. La primera batalla de El Alamein fue el principio del fin para las fuerzas del Eje en Africa.
Tras la batalla de Marsa Matruk, Rommel pensó que un último esfuerzo lo llevaria a Alejandria, pero sin saberlo, se dirigía a una posición formidable que Auchinlek habia escogido por sus ventajas defensivas naturales; la linea de El Alamein.
Esta linea ofrecia una ventaja crucial: no podía ser flanqueada. Su extremo norte, descansaba en el mar Mediterraneo, mientras que su flanco sur limitaba con la intransitable Depresión de El-Qatara, con un sector central muy accidentado y dominado por pequeñas alturas como la Sierra Ruweisat y la cresta de Alam Halfa, era un terreno ideal para establecer una defensa firme. Auchinlek se dio cuenta de las ventajas que ofrecía esta linea y mandó construir una serie de fortificaciones para reforzar las defensas naturales del terreno, que se extendia a lo largo de unos 50 km entre El Alamein y la depresion de Qatara.
El día 30 de junio, Rommel lanzó su primera ofensiva. Básicamente se trataba de repetir la maniobra empleada contra Tobruk unos dias antes. Rommel envio a la 90ª ligera en un ataque frontal, y amagó con enviar sus divisiones panzer (15ª y 21ª) hacia el Qatara para luego hacerlas virar hacia el nordeste y cortar la retaguardia del perímetro del El Alamein. El plan era bueno, pero Rommel, que no habia podido ordenar un reconocimiento aereo porque en su avance habia dejado atrás los aeródromos de la Luftwaffe, descocia la profundidad de las defensas británicas. Ademas, cuando las divisiones alemanas aparecieron ante El Alamein, fueron sometidas a violentos bombardeos aéreos.
Nada mas comenzar el ataque, las cosas comenzaron a torcerse para el DAK. La 90ª ligera llegó frente al perímetro de El Alamein pero fue rechazada por la artilleria británica y por elementos de la 4ª brigada blindada. Al sur, la 15ª y la 21ª panzer tomaron algunos puntos fuertes, pero fueron rechazadas por el intenso fuego de las posiciones britanicas en la sierra Ruweisat. El ataque alemán continuó durante los días 2 y 3 de julio pero el DAK, carente de cobertura aerea y enfrentado a las posiciones defensivas enemigas, no pudo profundizar ni abrir ninguna brecha. Al cabo de una semana de combates, el DAK había quedado reducido a una fuerza de unos 50 carros de combate. La 90.ª División ligera, por su parte, solo reunía el equivalente a los efectivos de dos batallones y los cuerpos italianos de infantería estaban también muy mermados. Los hombres de Rommel, tras un largo avance, se encontraban agotados, y simplemente no daban más de sí. La ofensiva se había estancado, y Rommel no tuvo otro remedio que poner sus fuerzas a la defensiva. La primera batalla de El Alamein fue el principio del fin para las fuerzas del Eje en Africa.
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Analisis de la 1ª Batalla del Alamein
La 1ª batalla de El Alamein fue, sin duda, la mejor oportunidad que tuvo el eje para llegar a Alejandria. Esto no se consiguió principalmente por que Aunchileck tuvo la lucidez suficiente para encontrar un punto donde podía detenerse al ejército italo-germano. Rommel había hecho lo que tenía que hacer: intentar llegar a Alejandria sin darle un respiro al 8º Ejército, pero la posición de El Alamein demostró ser demasiado fuerte para las reducidas fuerzas italo-germanas.
La ventaja británica era doble: ahora se encontraban muy cerca de sus principales bases de suministros y además, gracias a ULTRA, los britanicos estaban destruyendo grandes cantidades de buques mercantes del eje, estrangulando la logística del DAK. Esto dejaba a Rommel en una grave disyuntiva: o se lograba romper la linea enemiga, o la posición de El Alamein sería insostenible para las fuerzas del Eje ante un enemigo reforzado y abastecido como el 8º Ejército.
La 1ª batalla de El Alamein fue, sin duda, la mejor oportunidad que tuvo el eje para llegar a Alejandria. Esto no se consiguió principalmente por que Aunchileck tuvo la lucidez suficiente para encontrar un punto donde podía detenerse al ejército italo-germano. Rommel había hecho lo que tenía que hacer: intentar llegar a Alejandria sin darle un respiro al 8º Ejército, pero la posición de El Alamein demostró ser demasiado fuerte para las reducidas fuerzas italo-germanas.
La ventaja británica era doble: ahora se encontraban muy cerca de sus principales bases de suministros y además, gracias a ULTRA, los britanicos estaban destruyendo grandes cantidades de buques mercantes del eje, estrangulando la logística del DAK. Esto dejaba a Rommel en una grave disyuntiva: o se lograba romper la linea enemiga, o la posición de El Alamein sería insostenible para las fuerzas del Eje ante un enemigo reforzado y abastecido como el 8º Ejército.
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X. Alam Halfa: La segunda batalla de El Alamein
La situación (Agosto 1942)
Pese a haber fracasado en su primer intento por romper la linea de El Alamein en Julio, Rommel estaba decidido a atacar de nuevo lo más rápidamente posible, pues era consciente de que las fuerzas británicas se estaban reforzando y consolidando sus posiciones cada dia que pasaba. Para colmo de males, la salud del Zorro del Desierto, tras 18 meses de acción sin pausa en el Desierto comenzó a resentirse. Por esta época Rommel enfermó del hígado y sufrió infecciones bucales muy molestas que mermaron sin duda sus facultades síquicas y físicas, así como sus aptitudes para ejercer el mando.
Al menos, Rommel recibió algunos refuerzos. Después de cancelarse la operación Hercules, algunas unidades habían quedado disponibles, sobre todo paracaidistas: la 164ª division ligera, la Brigada Paracaidista Ramcke, y la división paracaidista italiana Folgore. Estas eran unidades de excelente y bien entrenada infantería, pero apenas poseían vehículos y ademas habían tenido que dejar atras todo su equipo pesado por falta de transportes. Por tanto, su concurso no iba a variar sustancialmente la relación de fuerzas entre ambos bandos que seguía siendo claramente favorable al 8º Ejército.
Mientras tanto, en el bando británico se habían producido nuevos cambios en la cúpula del mando. Terminada la batalla contra Rommel, Auchinleck mandó un mensaje a Londres sugiriendo retrasar cualquie acción ofensiva hasta el mes de Septiembre. Este mensaje acabó con la paciencia de Churchill, quien destituyó a Auchinleck, enviandolo a la India como comandante en jefe. Para sustituirlo el primer candidato era el general Gott, un militar capacitado y con amplia experiencia en el desierto, pero Gott falleció en un accidente de aviación poco después. Entonces se decidió otorgar el mando del 8º ejército al general Bernard Montgomery, cuya llegada a Egipto iba a suponer un importante cambio de signo de la lucha en el desierto.
La situación (Agosto 1942)
Pese a haber fracasado en su primer intento por romper la linea de El Alamein en Julio, Rommel estaba decidido a atacar de nuevo lo más rápidamente posible, pues era consciente de que las fuerzas británicas se estaban reforzando y consolidando sus posiciones cada dia que pasaba. Para colmo de males, la salud del Zorro del Desierto, tras 18 meses de acción sin pausa en el Desierto comenzó a resentirse. Por esta época Rommel enfermó del hígado y sufrió infecciones bucales muy molestas que mermaron sin duda sus facultades síquicas y físicas, así como sus aptitudes para ejercer el mando.
Al menos, Rommel recibió algunos refuerzos. Después de cancelarse la operación Hercules, algunas unidades habían quedado disponibles, sobre todo paracaidistas: la 164ª division ligera, la Brigada Paracaidista Ramcke, y la división paracaidista italiana Folgore. Estas eran unidades de excelente y bien entrenada infantería, pero apenas poseían vehículos y ademas habían tenido que dejar atras todo su equipo pesado por falta de transportes. Por tanto, su concurso no iba a variar sustancialmente la relación de fuerzas entre ambos bandos que seguía siendo claramente favorable al 8º Ejército.
Mientras tanto, en el bando británico se habían producido nuevos cambios en la cúpula del mando. Terminada la batalla contra Rommel, Auchinleck mandó un mensaje a Londres sugiriendo retrasar cualquie acción ofensiva hasta el mes de Septiembre. Este mensaje acabó con la paciencia de Churchill, quien destituyó a Auchinleck, enviandolo a la India como comandante en jefe. Para sustituirlo el primer candidato era el general Gott, un militar capacitado y con amplia experiencia en el desierto, pero Gott falleció en un accidente de aviación poco después. Entonces se decidió otorgar el mando del 8º ejército al general Bernard Montgomery, cuya llegada a Egipto iba a suponer un importante cambio de signo de la lucha en el desierto.
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La Batalla de Alam Halfa (2º Alamein).
Al verse detenido a las puertas de Alejandria, Rommel se encontraba en una posición difícil, pues políticamente ya no era posible retroceder, y militarmente hablando, atacar a un enemigo fuertemente atrincherado no era la mejor situación táctica, por lo que resultaba extremadamente arriesgado atacar. Pese a ello, el Zorro del Desierto, sabedor de que estaba en la cuerda floja, decidió (una vez más) jugarse el todo por el todo en una nueva ofensiva.
Rommel apreció que la llave para forzar la linea del El Alamein residía en la altura de Alam Halfa, que dominaba el único desfiladero por el que podía accederse al terreno abierto situado detrás de El Alamein. Si los tanques de Rommel querían ganar libertad de maniobra, ello pasaba necesariamente por forzar la "puerta" de Alam Halfa. Consecuentemente, Rommel decidió que sus divisiones panzer debían irrumpir hacia Alam Halfa, usando la táctica tantas veces empleada de atacar con las divisiones panzer desde el sur mientras las divisiones de infanteria amagaban con lanzar un ataque frontal por el Norte. Pero esta vez Rommel jugaba con varios factores en su contra: estaba en clara inferioridad aerea, los británicos conocían sus planes, la sierra de Alam Halfa estaba fuertemente defendida y fortificada, y además, el nuevo comandante británico, Montgomery, no iba a dejarse engañar por las fintas del DAK, y había previsto las intenciones del eje, cuyos detalles ya habían sido desvelados por ULTRA.
Cuando la batalla comenzó, el 30 de agosto de 1942 los británicos estaban preparados. Las rutas por donde avanzaron las divisiones panzer habian sido minadas previamente, de modo que los carros alemanes inmovilizados en los campos de minas fueron presa fácil para los cañones enemigos. La 15ª panzer avanzó a duras penas ganando algún terreno, pero la 21ª quedó bloqueada en un campo minado y fue diezmada por la artilleria británica. El avance alemán se limitó a unos diez kilómetros, y la vanguardia que logró alcanzar la falda de Alam Halfa fue virtualmente aniquilada por el fuego anticarro de la artillería y de los tanques británicos. El 31 de agosto, el combustible comenzó a escasear y se hizo evidente que la operación había fracasado.
Siendo consciente de ello Rommel ordenó al dia siguiente, 1 de Septiembre, que las divisiones panzer volvieran a su linea de partida. La última gran ofensiva del DAK terminó en un completo fracaso. Puede decirse que Alam Halfa fue el canto del Cisne de Rommel como comandante victorioso, y para el Ejército del Eje en Africa, el principio del fin.
Al verse detenido a las puertas de Alejandria, Rommel se encontraba en una posición difícil, pues políticamente ya no era posible retroceder, y militarmente hablando, atacar a un enemigo fuertemente atrincherado no era la mejor situación táctica, por lo que resultaba extremadamente arriesgado atacar. Pese a ello, el Zorro del Desierto, sabedor de que estaba en la cuerda floja, decidió (una vez más) jugarse el todo por el todo en una nueva ofensiva.
Rommel apreció que la llave para forzar la linea del El Alamein residía en la altura de Alam Halfa, que dominaba el único desfiladero por el que podía accederse al terreno abierto situado detrás de El Alamein. Si los tanques de Rommel querían ganar libertad de maniobra, ello pasaba necesariamente por forzar la "puerta" de Alam Halfa. Consecuentemente, Rommel decidió que sus divisiones panzer debían irrumpir hacia Alam Halfa, usando la táctica tantas veces empleada de atacar con las divisiones panzer desde el sur mientras las divisiones de infanteria amagaban con lanzar un ataque frontal por el Norte. Pero esta vez Rommel jugaba con varios factores en su contra: estaba en clara inferioridad aerea, los británicos conocían sus planes, la sierra de Alam Halfa estaba fuertemente defendida y fortificada, y además, el nuevo comandante británico, Montgomery, no iba a dejarse engañar por las fintas del DAK, y había previsto las intenciones del eje, cuyos detalles ya habían sido desvelados por ULTRA.
Cuando la batalla comenzó, el 30 de agosto de 1942 los británicos estaban preparados. Las rutas por donde avanzaron las divisiones panzer habian sido minadas previamente, de modo que los carros alemanes inmovilizados en los campos de minas fueron presa fácil para los cañones enemigos. La 15ª panzer avanzó a duras penas ganando algún terreno, pero la 21ª quedó bloqueada en un campo minado y fue diezmada por la artilleria británica. El avance alemán se limitó a unos diez kilómetros, y la vanguardia que logró alcanzar la falda de Alam Halfa fue virtualmente aniquilada por el fuego anticarro de la artillería y de los tanques británicos. El 31 de agosto, el combustible comenzó a escasear y se hizo evidente que la operación había fracasado.
Siendo consciente de ello Rommel ordenó al dia siguiente, 1 de Septiembre, que las divisiones panzer volvieran a su linea de partida. La última gran ofensiva del DAK terminó en un completo fracaso. Puede decirse que Alam Halfa fue el canto del Cisne de Rommel como comandante victorioso, y para el Ejército del Eje en Africa, el principio del fin.
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Analisis de la Batalla de Alam Halfa
Las conclusiones de esta batalla son bastante claras. Los recursos materiales del ejército germano-italiano comenzaban a escasear, mientras que los británicos, situados ahora cerca de sus principales bases, aumentaban sin cesar. Rommel además, se había convertido en un hombre enfermo y decaído y había perdido gran parte de su vigor y espíritu combativo. La maniobra que usó en Alam Halfa la habia repetido demasiadas veces y resultó extremadamente previsible para un enemigo que ya había aprendido de sus errores pasados, y que ahora contaba con un comandante que no iba a correr riesgo alguno. Montgomery disfrutaba de la ventaja de poder plantear una batalla metódica y defensiva, en la que era la superioridad material (precisamente donde el 8º ejército tenia una abismal ventaja) y no la habilidad táctica, la que inclinaba la balanza. En pocas palabras, era la mejor batalla que mejor podía dirigir Montgomery y la peor para Rommel. La propia configuración del terreno, unida al aplastante dominio aéreo por parte de la RAF hacía casi imposible cualquier avance victorioso con las menguadas fuerzas de que disponía Rommel.
En cualquier caso, el agotamiento del Zorro del Desierto era tan evidente que el mismo Fuhrer decidió que debía tomarse un descanso. El día 23 de Septiembre, Hitler ordenó a Rommel abandonar el frente para someterse a una muy necesaria cura médica en Alemania. Cuando Rommel partió en avión rumbo al Reich, estaba claro que la derrota final del eje en África era solo cuestión de tiempo.
Las conclusiones de esta batalla son bastante claras. Los recursos materiales del ejército germano-italiano comenzaban a escasear, mientras que los británicos, situados ahora cerca de sus principales bases, aumentaban sin cesar. Rommel además, se había convertido en un hombre enfermo y decaído y había perdido gran parte de su vigor y espíritu combativo. La maniobra que usó en Alam Halfa la habia repetido demasiadas veces y resultó extremadamente previsible para un enemigo que ya había aprendido de sus errores pasados, y que ahora contaba con un comandante que no iba a correr riesgo alguno. Montgomery disfrutaba de la ventaja de poder plantear una batalla metódica y defensiva, en la que era la superioridad material (precisamente donde el 8º ejército tenia una abismal ventaja) y no la habilidad táctica, la que inclinaba la balanza. En pocas palabras, era la mejor batalla que mejor podía dirigir Montgomery y la peor para Rommel. La propia configuración del terreno, unida al aplastante dominio aéreo por parte de la RAF hacía casi imposible cualquier avance victorioso con las menguadas fuerzas de que disponía Rommel.
En cualquier caso, el agotamiento del Zorro del Desierto era tan evidente que el mismo Fuhrer decidió que debía tomarse un descanso. El día 23 de Septiembre, Hitler ordenó a Rommel abandonar el frente para someterse a una muy necesaria cura médica en Alemania. Cuando Rommel partió en avión rumbo al Reich, estaba claro que la derrota final del eje en África era solo cuestión de tiempo.
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XI. La Tercera Batalla de El Alamein.
La situación (Septiembre-Octubre 1942)
La derrota del DAK en Alam Halfa evidenció que las fuerzas de Rommel no estaban en disposición de romper la linea de El Alamein, y que debían prepararse para recibir la previsible contraofensiva británica. Churchill, viendo como el 8º Ejército tenía la posibilidad de tomar la iniciativa, presionó a Montgomery para que lanzara una ofensiva inmediata, durante el periodo de luna llena de septiembre, pero Montgomery se negó, aduciendo que deseaba preparar a sus tropas para disponer de una abrumadora potencia de fuego que asestara el golpe definitivo a las fuerzas de Rommel, poniendo mucho cuidado en disimular sus preparativos mediante múltiples maniobras de decepción que confundieron a los servicios de información enemigos.
Siguiendo su plan, Montgomery dedicó las semanas que siguieron a adiestrar a la infantería, reforzar su moral y reunir una ingente cantidad de artillería, suministros y equipo bélico de cara a la ofensiva que tenia en mente, De este modo, a mediados de octubre, la balanza de los número se inclinaba del lado británico, que habia logrado una superioridad de 2 a 1 en hombres (195.000 frente a 100.000) 3 a 1 en tanques (1350 frente a unos 450) y casi 2 a 1 en piezas de artilleria (1900 por unas 1000 del eje). Montgomery iba a librar el tipo de batalla metódica y controlada que mejor se ajustaba a sus características, mientras que las fuerzas italo-germanas se iban a ver abocadas a una lucha material en la que llevaban las de perder.
La situación (Septiembre-Octubre 1942)
La derrota del DAK en Alam Halfa evidenció que las fuerzas de Rommel no estaban en disposición de romper la linea de El Alamein, y que debían prepararse para recibir la previsible contraofensiva británica. Churchill, viendo como el 8º Ejército tenía la posibilidad de tomar la iniciativa, presionó a Montgomery para que lanzara una ofensiva inmediata, durante el periodo de luna llena de septiembre, pero Montgomery se negó, aduciendo que deseaba preparar a sus tropas para disponer de una abrumadora potencia de fuego que asestara el golpe definitivo a las fuerzas de Rommel, poniendo mucho cuidado en disimular sus preparativos mediante múltiples maniobras de decepción que confundieron a los servicios de información enemigos.
Siguiendo su plan, Montgomery dedicó las semanas que siguieron a adiestrar a la infantería, reforzar su moral y reunir una ingente cantidad de artillería, suministros y equipo bélico de cara a la ofensiva que tenia en mente, De este modo, a mediados de octubre, la balanza de los número se inclinaba del lado británico, que habia logrado una superioridad de 2 a 1 en hombres (195.000 frente a 100.000) 3 a 1 en tanques (1350 frente a unos 450) y casi 2 a 1 en piezas de artilleria (1900 por unas 1000 del eje). Montgomery iba a librar el tipo de batalla metódica y controlada que mejor se ajustaba a sus características, mientras que las fuerzas italo-germanas se iban a ver abocadas a una lucha material en la que llevaban las de perder.
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Operación Lightfoot
La primera fase de la ofensiva de Montgomery recibió el nombre clave de Lightfoot (Pie Ligero). Básicamente, esta operación preveia que mientras el XIII cuerpo de Horrocks lanzaba un ataque secundario de diversión por el sur, para fijar las reservas enemigas, en el sector norte el XXX Cuerpo de Leese ejecutaría el ataque principal empleando en el primer asalto una fuerza de cuatro divisiones, la cual debía despejar los campos de minas y abrir dos corredores a través de los mismos, brechas que serían explotadas por las fuerzas del X Cuerpo (General Lumsden) que irrumpirian a través de los mismos para quebrar la linea de resistencia enemiga. Esta segunda fase de la operación se denominaría Supercharge (Sobrecarga). Dadas las previsibles dificultades de la operación, que requería un importante esfuerzo en los campos de minas enemigos se fijo la fecha de inicio para el 23 octubre, cuando habría luna llena y una mejor visibilidad para un ataque nocturno.
En la noche del 23 de Octubre, después de una preparación artillera digna de las batallas de la I GM la infantería del XXX CE avanzó para despejar los campos minados. Sin embargo en las primeras horas el avance fue extremadamente lento, en parte por la furiosa resistencia opuesta por los defensores, y también porque los que los campos de minas eran más profundos de los esperado. Pese a ello, los zapadores pudieron despejar dos corredores para que atravesaran los tanques. El dia 24 se hicieron algunos progresos, pero apenas pudieron avanzar. En el bando alemán, la reacción fue lenta, gracias a las medidas de engaño adoptadas por Montgomery, no se identificó cual era el eje de ataque principal. El general Stumme, que mandaba el DAK en sustitución de Rommel, (aun encontraba en Alemania en tratamiento médico), murió a causa de un ataque al corazón mientras realizaba un reconocimiento, asumiendo el mando temporalmente Von Thoma, mientras que Hitler telefoneaba a Rommel para que volviera urgentemente a Africa para hacerse cargo de la situación.
Mientras tanto, el ataque empezó a perder fuerza, debido al desgaste sufrido por las unidades de asalto británicas en los campos de minas. Viendo que no conseguía romper el frente enemigo, el 25, el mismo día que Rommel llegaba al CG del DAK, Montgomery cambió sus planes, que originariamente consistían en lanzar los tanques por las brechas abiertas por la infantería en las defensas del Eje con la 1ª y 10ª divisiones blindadas por el norte y la 7ª división blindada por el sur, pero, ante el estancamiento del ataque, se canceló el movimiento de la 7ª DB y se enviaron sus fuerzas a reforzar el ataque principal en el norte. Rommel ordenó un contraataque a cargo de la 15ª panzer y la Vittorio en el cerro Kidney, (una pequeña colina recien conquistada por los británicos) que pudo ser repelido pero con muchas bajas. Rommel dispuesto a recuperar Kidney sacó del sur a la 21ª panzer y la Ariete en un intento de concentrar sus fuerzas contra la amenaza principal del enemigo. Fue un error, pues los tanques cortos de combustible, apenas pudieron contraatacar y fueron fácilmente rechazados.
Montgomery sabía que el frente enemigo se tambaleaba y estaba cerca del colapso. El 28 de octubre, dio órdenes para que la 9ª División australiana atacara en dirección a la carretera costera cortando la retaguardia italiana. Entre el 29-30 de Octubre, la presión ejercida por la 9ª australiana comenzó a empujar a los defensores hacia atrás. Rommel mientras tanto, se daba cuenta de que la batalla se estaba perdiendo y que era solo cuestión de tiempo que los británicos rompieran su frente por lo que hizo planes para una retirada hacia una linea de defensa en Fuka unos 80 Km al oeste de El Alamein. Montgomery por su parte, consciente de que estaba cerca de quebrar la resistencia enemiga se preparó para pasar a la siguiente fase de la ofensiva: Supercharge.
La primera fase de la ofensiva de Montgomery recibió el nombre clave de Lightfoot (Pie Ligero). Básicamente, esta operación preveia que mientras el XIII cuerpo de Horrocks lanzaba un ataque secundario de diversión por el sur, para fijar las reservas enemigas, en el sector norte el XXX Cuerpo de Leese ejecutaría el ataque principal empleando en el primer asalto una fuerza de cuatro divisiones, la cual debía despejar los campos de minas y abrir dos corredores a través de los mismos, brechas que serían explotadas por las fuerzas del X Cuerpo (General Lumsden) que irrumpirian a través de los mismos para quebrar la linea de resistencia enemiga. Esta segunda fase de la operación se denominaría Supercharge (Sobrecarga). Dadas las previsibles dificultades de la operación, que requería un importante esfuerzo en los campos de minas enemigos se fijo la fecha de inicio para el 23 octubre, cuando habría luna llena y una mejor visibilidad para un ataque nocturno.
En la noche del 23 de Octubre, después de una preparación artillera digna de las batallas de la I GM la infantería del XXX CE avanzó para despejar los campos minados. Sin embargo en las primeras horas el avance fue extremadamente lento, en parte por la furiosa resistencia opuesta por los defensores, y también porque los que los campos de minas eran más profundos de los esperado. Pese a ello, los zapadores pudieron despejar dos corredores para que atravesaran los tanques. El dia 24 se hicieron algunos progresos, pero apenas pudieron avanzar. En el bando alemán, la reacción fue lenta, gracias a las medidas de engaño adoptadas por Montgomery, no se identificó cual era el eje de ataque principal. El general Stumme, que mandaba el DAK en sustitución de Rommel, (aun encontraba en Alemania en tratamiento médico), murió a causa de un ataque al corazón mientras realizaba un reconocimiento, asumiendo el mando temporalmente Von Thoma, mientras que Hitler telefoneaba a Rommel para que volviera urgentemente a Africa para hacerse cargo de la situación.
Mientras tanto, el ataque empezó a perder fuerza, debido al desgaste sufrido por las unidades de asalto británicas en los campos de minas. Viendo que no conseguía romper el frente enemigo, el 25, el mismo día que Rommel llegaba al CG del DAK, Montgomery cambió sus planes, que originariamente consistían en lanzar los tanques por las brechas abiertas por la infantería en las defensas del Eje con la 1ª y 10ª divisiones blindadas por el norte y la 7ª división blindada por el sur, pero, ante el estancamiento del ataque, se canceló el movimiento de la 7ª DB y se enviaron sus fuerzas a reforzar el ataque principal en el norte. Rommel ordenó un contraataque a cargo de la 15ª panzer y la Vittorio en el cerro Kidney, (una pequeña colina recien conquistada por los británicos) que pudo ser repelido pero con muchas bajas. Rommel dispuesto a recuperar Kidney sacó del sur a la 21ª panzer y la Ariete en un intento de concentrar sus fuerzas contra la amenaza principal del enemigo. Fue un error, pues los tanques cortos de combustible, apenas pudieron contraatacar y fueron fácilmente rechazados.
Montgomery sabía que el frente enemigo se tambaleaba y estaba cerca del colapso. El 28 de octubre, dio órdenes para que la 9ª División australiana atacara en dirección a la carretera costera cortando la retaguardia italiana. Entre el 29-30 de Octubre, la presión ejercida por la 9ª australiana comenzó a empujar a los defensores hacia atrás. Rommel mientras tanto, se daba cuenta de que la batalla se estaba perdiendo y que era solo cuestión de tiempo que los británicos rompieran su frente por lo que hizo planes para una retirada hacia una linea de defensa en Fuka unos 80 Km al oeste de El Alamein. Montgomery por su parte, consciente de que estaba cerca de quebrar la resistencia enemiga se preparó para pasar a la siguiente fase de la ofensiva: Supercharge.
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Analisis de la tercera batalla de El Alamein
Probablemente el tercer Alamein fue lo más parecido a las batallas de la I GM que se libróen la II GM. En las condiciones de guerra estática el bando que mas reservas y material puede enviar al frente y sustituir con rápidez vence, y en este caso era el bando aliado el que estaba en condiciones de vencer en una batalla de desgaste. La táctica de Montgomery fue poco brillante, pero efectiva. A diferencia de Rommel, el comandante del 8º ejército podia permitirse el lujo de reunir una reserva y emplearla en el momento que fuese oportuno, sin correr riesgos de ninguna clase ni exponerse a un contraataque. La avalancha final de Supercharge, empleando el equivalente a dos divisiones de tanques, evidencia hasta que punto la superioridad material británica hacía que la victoria fuese segura para ellos. Solo un general muy torpe o imprudente (y Montgomery no era ni una ni otra cosa) habría fracasado. El mejor resumen que puede hacerse es que el 8º ejército venció porque tenia que vencer, si bien es cierto que su comandante supo administrar sabiamente sus recursos.
En el lado del eje, las cosas resultaron como únicamente podían resultar. Las unidades italianas y alemanas lucharon con valor e hicieron pagar un alto precio a los británicos por su victoria, pero la diferencia material y logística era demasiado grande como para pensar en un milagro. Al menos Rommel supo escabullirse con su maestría táctica habitual y salvar lo que pudo de su ejército de la destrucción inmediata.
Probablemente el tercer Alamein fue lo más parecido a las batallas de la I GM que se libróen la II GM. En las condiciones de guerra estática el bando que mas reservas y material puede enviar al frente y sustituir con rápidez vence, y en este caso era el bando aliado el que estaba en condiciones de vencer en una batalla de desgaste. La táctica de Montgomery fue poco brillante, pero efectiva. A diferencia de Rommel, el comandante del 8º ejército podia permitirse el lujo de reunir una reserva y emplearla en el momento que fuese oportuno, sin correr riesgos de ninguna clase ni exponerse a un contraataque. La avalancha final de Supercharge, empleando el equivalente a dos divisiones de tanques, evidencia hasta que punto la superioridad material británica hacía que la victoria fuese segura para ellos. Solo un general muy torpe o imprudente (y Montgomery no era ni una ni otra cosa) habría fracasado. El mejor resumen que puede hacerse es que el 8º ejército venció porque tenia que vencer, si bien es cierto que su comandante supo administrar sabiamente sus recursos.
En el lado del eje, las cosas resultaron como únicamente podían resultar. Las unidades italianas y alemanas lucharon con valor e hicieron pagar un alto precio a los británicos por su victoria, pero la diferencia material y logística era demasiado grande como para pensar en un milagro. Al menos Rommel supo escabullirse con su maestría táctica habitual y salvar lo que pudo de su ejército de la destrucción inmediata.
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XII. Tunez: final del trayecto.
La Situación (Noviembre 1942-Enero 1943)
Tras la debacle de Rommel en El Alamein -causada por la abrumadora superioridad material aliada, habilmente explotada por Montgomery- los restos del ejército italo-germano empredieron la retirada a través de mas de 2000 km de desierto libio, con las tropas del 8º ejército pisandoles los talones. El dia 8 de Noviembre los aliados habían comenzado la Operación Torch, los desembarcos anfibios en la Costa occidental africana que equivalían a un desastre estratégico para el eje, al ver sus fuerzas del Norte de Africa encajonadas entre dos ejércitos aliados que avanzaban desde el este y oeste. La intención de Rommel era retirarse gradualmente a Tunez y proceder a una evacuación ordenada del ejército germano-italiano desde alli.
A fin de obtener autorización, Rommel voló personalmente el 27 de Noviembre a Rastenburg para solicitar autorización del OKW para su plan, pero Hitler se negó a escucharle y despidió a Rommel de mala manera, ordenandole que regresara a Africa. Las consideraciones estratégicas para Italia y las recientes catástrofes de Stalingrado y el Cáucaso, pesaban todavía demasiado en la mente de Hitler como para autorizar el abandono de Africa. Kesselring recibió la orden de organizar y mantener una amplia cabeza de puente en Tunez para retener a las fuerzas aliadas en Africa. A tal fin Kesselring envió a Africa todos los refuerzos disponibles en el Sur de Europa.
Estos refuerzos, incluian a la poderosa 10ª division panzer (con algunos de los nuevos y potentes carros Tiger), la División Von Broicht (una potente formación ad hoc formada por paracaidistas, tropas de ingenieros, unidades italianas Bersaglieri y servicios auxiliares), la division Superga italiana, junto con parte de la division panzer de élite Hermann Goering. Este orden de batalla se vio reforzado por la llegada de los restos del Panzerarmee Afrika (ahora rebautizado como 1er ejército italiano), que el llegó al puerto de Sfax, uniéndose a las fuerzas del eje en Túnez. Pese a todo, el ejército germano-italiano que llegó a Tunez era una mera sombra de lo que había sido en sus mejores tiempos, pues solo contaba por esas fechas con unos 5.000 hombres y 40 carros de combate operativos.
A principios de febrero de 1943, parte de la infantería Afrika Korps se atrincheró en la linea Mareth al sudeste de Tunez, para detener el avance de las fuerzas perseguidoras del 8º ejército británico; mientras que los escasos carros del DAK e italianos que le quedaban a Rommel se dirigieron hacia el oeste del pais, para encontrarse con las fuerzas de Arnim ahora bautizadas con el nombre de 5º Ejercito Panzer. Tanto Rommel como Arnim sabían que debían descargar un golpe contra los aliados en el oeste de Tunez para luego volverse contra las fuerzas del 8º Ejército, por lo que era preciso lanzar una ofensiva contra las tropas norteamericanas que amenazaban Tunez central.
La Situación (Noviembre 1942-Enero 1943)
Tras la debacle de Rommel en El Alamein -causada por la abrumadora superioridad material aliada, habilmente explotada por Montgomery- los restos del ejército italo-germano empredieron la retirada a través de mas de 2000 km de desierto libio, con las tropas del 8º ejército pisandoles los talones. El dia 8 de Noviembre los aliados habían comenzado la Operación Torch, los desembarcos anfibios en la Costa occidental africana que equivalían a un desastre estratégico para el eje, al ver sus fuerzas del Norte de Africa encajonadas entre dos ejércitos aliados que avanzaban desde el este y oeste. La intención de Rommel era retirarse gradualmente a Tunez y proceder a una evacuación ordenada del ejército germano-italiano desde alli.
A fin de obtener autorización, Rommel voló personalmente el 27 de Noviembre a Rastenburg para solicitar autorización del OKW para su plan, pero Hitler se negó a escucharle y despidió a Rommel de mala manera, ordenandole que regresara a Africa. Las consideraciones estratégicas para Italia y las recientes catástrofes de Stalingrado y el Cáucaso, pesaban todavía demasiado en la mente de Hitler como para autorizar el abandono de Africa. Kesselring recibió la orden de organizar y mantener una amplia cabeza de puente en Tunez para retener a las fuerzas aliadas en Africa. A tal fin Kesselring envió a Africa todos los refuerzos disponibles en el Sur de Europa.
Estos refuerzos, incluian a la poderosa 10ª division panzer (con algunos de los nuevos y potentes carros Tiger), la División Von Broicht (una potente formación ad hoc formada por paracaidistas, tropas de ingenieros, unidades italianas Bersaglieri y servicios auxiliares), la division Superga italiana, junto con parte de la division panzer de élite Hermann Goering. Este orden de batalla se vio reforzado por la llegada de los restos del Panzerarmee Afrika (ahora rebautizado como 1er ejército italiano), que el llegó al puerto de Sfax, uniéndose a las fuerzas del eje en Túnez. Pese a todo, el ejército germano-italiano que llegó a Tunez era una mera sombra de lo que había sido en sus mejores tiempos, pues solo contaba por esas fechas con unos 5.000 hombres y 40 carros de combate operativos.
A principios de febrero de 1943, parte de la infantería Afrika Korps se atrincheró en la linea Mareth al sudeste de Tunez, para detener el avance de las fuerzas perseguidoras del 8º ejército británico; mientras que los escasos carros del DAK e italianos que le quedaban a Rommel se dirigieron hacia el oeste del pais, para encontrarse con las fuerzas de Arnim ahora bautizadas con el nombre de 5º Ejercito Panzer. Tanto Rommel como Arnim sabían que debían descargar un golpe contra los aliados en el oeste de Tunez para luego volverse contra las fuerzas del 8º Ejército, por lo que era preciso lanzar una ofensiva contra las tropas norteamericanas que amenazaban Tunez central.
- Von Kleist
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La Batalla de Kasserine
Cuando Rommel se reunió con Von Arnim este le informó de que planeaba lanzar una ofensiva limitada en dirección al macizo central tunecino con la idea de conseguir mejores posiciones en un frente mas defendible en la cordillera tunecina, operación que el DAK apoyaría formando una pinza meridional. Haciendo uso de su autoridad como comandante del 5º Ejército Panzer, Arnim se reservó las mejores unidades alemanas para su ofensiva: la 10ª y 21ª panzer, dejando a Rommel con los restos de la 15ª panzer (con apenas 50 tanques) y los remanentes de varias unidades italianas. La operación limitada de Von Arnim tuvo un comienzo arrollador cuando la 10ª y 21ª panzer convergieron sobre los defensores de la 1ª division blindada de EEUU. Estas tropas bisoñas literalmente abandonaron el campo al ver acercarse los blindados alemanes, dejando tras de sí ingentes cantidades de equipo y suministros intactos y realizando una precipitada retirada que abrió una brecha en el frente aliado que podía ser explotada por los panzers alemanes.
Von Arnim había obtenido el éxito táctico local que buscaba, sin embargo Rommel, que venía de conducir una derrota pero no había perdido su espíritu combativo ni su olfato táctico, apreció que surgía una oportunidad excelente para convertir el éxito táctico en un golpe de calado estratégico. Por la ruta abierta en el frente aliado podía llegarse a la Carretera de Tebessa, una estratégica via de comunicación que conducía a la frontera argelina. Rommel ideó que los carros de Arnim (de nuevo una fuerza importante) y los remanentes del DAK podrían avanzar conjuntamente hacia el Paso de Kasserine y luego girar hacia el noroeste (direccion a Tebessa) y llegar hasta la costa en la frontera argelina, cortando de ese modo la retarguardia de los ejercitos aliados. En esencia, Rommel pretendia dejar aislados a los aliados en la cara oeste de Tunez y destruir el grueso de sus fuerzas, para volverse luego contra el 8º Ejercito de Monty que amenazaba la cara este frente a la Linea Mareth.
El plan era brillante y ofrecia posibilidades de éxito, pero la mente de Von Arnim no era tan atrevida como la de Rommel. A Arnim el plan le pareció demasiado ambicioso y desmesurado... y lamentablemente para Rommel, Von Arnim estaba al mando del recien creado 5º ejercito panzer, mientras que el propio Rommel solo mandaba el muy menguado DAK. Esta bicefalia de mando impidió que Rommel impusiera su criterio, por lo que Rommel decidió apelar a Kesselring y el Comando Supremo el Roma. El 18 de Febrero Rommel mando mensajes a estos solicitando luz verde para su plan y el mando de la operación. Después de un dia de espera Rommel recibió la respuesta de Kesselring, que era una solución de compromiso: se le concedia el mando, pero solo se le autorizaba para un avance sobre Le Kef, al norte de Kasserine, lo que en esencia convertía el plan de Rommel en un nuevo avance limitado sin miras de conseguir otra cosa que consolidar las posiciones en Tunez Central. Un desilusionado Rommel no tuvo otro remedio que seguir la idea de Von Arnim: un avance limitado de la 10ª y 21ª panzer (pinza norte) sobre Kasserine, con Rommel los restos del DAK avanzado como pinza sur para luego girar sobre Le Kef.
En cualquier caso, las horas perdidas en las deliberaciones sobre el mando fueron fatales para los intereses alemanes, ya que cuando Rommel, por fin, recuperó el mando unificado de todos los panzers los aliados habían comenzado a reaccionar enviando sus reservas hacia el sector amenazado. El nuevo ataque alemán logró desalojar a los defensores del paso de Kasserine tras un enconado combate, e hizo progresos en direccion a la población de Thala, donde finalmente se detuvo ante la creciente resistencia de las tropas aliadas y el aumento de la actividad aerea enemiga. Rommel comprendió entonces que estaba perdiendo la partida, y suponiendo que los aliados no tardarían en desequilibrar la balanza con sus enormes reservas, decidió evacuar las posiciones adelantadas y retirarse, cosa que hizo tan astutamente que los aliados tardaron un dia en apercibirse de la retirada.
Cuando Rommel se reunió con Von Arnim este le informó de que planeaba lanzar una ofensiva limitada en dirección al macizo central tunecino con la idea de conseguir mejores posiciones en un frente mas defendible en la cordillera tunecina, operación que el DAK apoyaría formando una pinza meridional. Haciendo uso de su autoridad como comandante del 5º Ejército Panzer, Arnim se reservó las mejores unidades alemanas para su ofensiva: la 10ª y 21ª panzer, dejando a Rommel con los restos de la 15ª panzer (con apenas 50 tanques) y los remanentes de varias unidades italianas. La operación limitada de Von Arnim tuvo un comienzo arrollador cuando la 10ª y 21ª panzer convergieron sobre los defensores de la 1ª division blindada de EEUU. Estas tropas bisoñas literalmente abandonaron el campo al ver acercarse los blindados alemanes, dejando tras de sí ingentes cantidades de equipo y suministros intactos y realizando una precipitada retirada que abrió una brecha en el frente aliado que podía ser explotada por los panzers alemanes.
Von Arnim había obtenido el éxito táctico local que buscaba, sin embargo Rommel, que venía de conducir una derrota pero no había perdido su espíritu combativo ni su olfato táctico, apreció que surgía una oportunidad excelente para convertir el éxito táctico en un golpe de calado estratégico. Por la ruta abierta en el frente aliado podía llegarse a la Carretera de Tebessa, una estratégica via de comunicación que conducía a la frontera argelina. Rommel ideó que los carros de Arnim (de nuevo una fuerza importante) y los remanentes del DAK podrían avanzar conjuntamente hacia el Paso de Kasserine y luego girar hacia el noroeste (direccion a Tebessa) y llegar hasta la costa en la frontera argelina, cortando de ese modo la retarguardia de los ejercitos aliados. En esencia, Rommel pretendia dejar aislados a los aliados en la cara oeste de Tunez y destruir el grueso de sus fuerzas, para volverse luego contra el 8º Ejercito de Monty que amenazaba la cara este frente a la Linea Mareth.
El plan era brillante y ofrecia posibilidades de éxito, pero la mente de Von Arnim no era tan atrevida como la de Rommel. A Arnim el plan le pareció demasiado ambicioso y desmesurado... y lamentablemente para Rommel, Von Arnim estaba al mando del recien creado 5º ejercito panzer, mientras que el propio Rommel solo mandaba el muy menguado DAK. Esta bicefalia de mando impidió que Rommel impusiera su criterio, por lo que Rommel decidió apelar a Kesselring y el Comando Supremo el Roma. El 18 de Febrero Rommel mando mensajes a estos solicitando luz verde para su plan y el mando de la operación. Después de un dia de espera Rommel recibió la respuesta de Kesselring, que era una solución de compromiso: se le concedia el mando, pero solo se le autorizaba para un avance sobre Le Kef, al norte de Kasserine, lo que en esencia convertía el plan de Rommel en un nuevo avance limitado sin miras de conseguir otra cosa que consolidar las posiciones en Tunez Central. Un desilusionado Rommel no tuvo otro remedio que seguir la idea de Von Arnim: un avance limitado de la 10ª y 21ª panzer (pinza norte) sobre Kasserine, con Rommel los restos del DAK avanzado como pinza sur para luego girar sobre Le Kef.
En cualquier caso, las horas perdidas en las deliberaciones sobre el mando fueron fatales para los intereses alemanes, ya que cuando Rommel, por fin, recuperó el mando unificado de todos los panzers los aliados habían comenzado a reaccionar enviando sus reservas hacia el sector amenazado. El nuevo ataque alemán logró desalojar a los defensores del paso de Kasserine tras un enconado combate, e hizo progresos en direccion a la población de Thala, donde finalmente se detuvo ante la creciente resistencia de las tropas aliadas y el aumento de la actividad aerea enemiga. Rommel comprendió entonces que estaba perdiendo la partida, y suponiendo que los aliados no tardarían en desequilibrar la balanza con sus enormes reservas, decidió evacuar las posiciones adelantadas y retirarse, cosa que hizo tan astutamente que los aliados tardaron un dia en apercibirse de la retirada.
- Von Kleist
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Analisis de la Batalla de Kasserine.
Kasserine fue el canto del cisne de Rommel y el DAK, la última ocasión en la que pudieron realizar un avance victorioso como tantas veces lo habían hecho entre 1941-42. Sin embargo, la situación que afrontaban las fuerzas del eje en Febrero de 1943 era radicalmente distinta a la de los años precedentes. Ahora, eran las fuerzas del eje se enfrentaban a un enemigo mucho mas poderoso, mejor dotado de material y que había elevado la calidad y cantidad de su armamento. Las unidades norteamericanas pecaron de inexperiencia (como no podía ser de otro modo) pero Rommel quedó maravillado por su abundante equipo y excelente artilleria de campaña. Después de Kasserine Rommel comprendió que no iba a ser un enemigo fácil.
La pregunta que queda en el aire es ¿que habría pasado de haber contado Rommel con el mando unificado desde el principio del ataque alemán y le hubiesen permitido intentar la maniobra de Tebessa?. En esos momentos los aliados no disponían de fuerzas cercanas, y Alexander no esperaba una ofensiva de ese estilo (de hecho, mando reforzar el sector de Thala, precisamente donde Von Arnim atacó). Posiblemente Rommel habría logrado penetrar profundamente en la retaguardia enemiga, aunque ciertamente el factor del dominio aéreo aliado, junto con las enormes reservas de las que disponían había de tenerse en cuenta. Quizás la guerra en África se habría prolongado algunas semanas más, pero resulta dudoso que hubiese alterado el resultado final. Pese a todo, Rommel supo darse cuenta que la campaña de Tunez solo tenía sentido si se conseguía salvar a las fuerzas italo-germanas, opinión que el OKW no consideró en su justa medida.
Kasserine fue el canto del cisne de Rommel y el DAK, la última ocasión en la que pudieron realizar un avance victorioso como tantas veces lo habían hecho entre 1941-42. Sin embargo, la situación que afrontaban las fuerzas del eje en Febrero de 1943 era radicalmente distinta a la de los años precedentes. Ahora, eran las fuerzas del eje se enfrentaban a un enemigo mucho mas poderoso, mejor dotado de material y que había elevado la calidad y cantidad de su armamento. Las unidades norteamericanas pecaron de inexperiencia (como no podía ser de otro modo) pero Rommel quedó maravillado por su abundante equipo y excelente artilleria de campaña. Después de Kasserine Rommel comprendió que no iba a ser un enemigo fácil.
La pregunta que queda en el aire es ¿que habría pasado de haber contado Rommel con el mando unificado desde el principio del ataque alemán y le hubiesen permitido intentar la maniobra de Tebessa?. En esos momentos los aliados no disponían de fuerzas cercanas, y Alexander no esperaba una ofensiva de ese estilo (de hecho, mando reforzar el sector de Thala, precisamente donde Von Arnim atacó). Posiblemente Rommel habría logrado penetrar profundamente en la retaguardia enemiga, aunque ciertamente el factor del dominio aéreo aliado, junto con las enormes reservas de las que disponían había de tenerse en cuenta. Quizás la guerra en África se habría prolongado algunas semanas más, pero resulta dudoso que hubiese alterado el resultado final. Pese a todo, Rommel supo darse cuenta que la campaña de Tunez solo tenía sentido si se conseguía salvar a las fuerzas italo-germanas, opinión que el OKW no consideró en su justa medida.
- Gaetano La Spina
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Muy bueno el resumen Von Kleist.
Creo que después de la derrota del Eje en el Alamein, poco quedaba para un éxito verdadero en los ambiciosos planes de Rommel. Me parece que lo más que aspiraba Hitler era mantener el bastión de Túnez, y contener allí al Octavo Ejército británico y a los recien llegados norteamericanos.
El plan de Rommel de avanzar por la carrtera de Tebessa pues, era ir hacía la frontera de Argelia, cosa que al parecer, no interesaba ni en Roma ni en Berlín.
Me parece que lo que se tuvo que hacer antes, jamás se hizo, (no se le hizo caso a Rommel), que era tomar la Isla de Malta en 1942, la Operación Hércules.
PD: Creo que es Alexander quien sustituye a Aunchileck en el mando comandante general, y Montgomery se designó al Octavo ejército.
saludos!
Creo que después de la derrota del Eje en el Alamein, poco quedaba para un éxito verdadero en los ambiciosos planes de Rommel. Me parece que lo más que aspiraba Hitler era mantener el bastión de Túnez, y contener allí al Octavo Ejército británico y a los recien llegados norteamericanos.
El plan de Rommel de avanzar por la carrtera de Tebessa pues, era ir hacía la frontera de Argelia, cosa que al parecer, no interesaba ni en Roma ni en Berlín.
Me parece que lo que se tuvo que hacer antes, jamás se hizo, (no se le hizo caso a Rommel), que era tomar la Isla de Malta en 1942, la Operación Hércules.
PD: Creo que es Alexander quien sustituye a Aunchileck en el mando comandante general, y Montgomery se designó al Octavo ejército.
saludos!
"Y él (Zeus), de su cabeza, dió a luz a Atenea de ojos glaucos, terrible, belicosa, conductora de ejércitos, invencible y augusta; a quién le encantan los tumultos, guerras y batallas" Hesíodo "Teogonía"
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Buenas
Sí, Alexander toma el mando de Oriente Medio una vez Auchinleck es destitutuido, pero a su vez, Montgomery sustituye a Auchinleck porque este había tomado asimismo el mando directo del VIII ejército. Se puede decir que fue doblemente sustituido.
Saludos
PD: Creo que es Alexander quien sustituye a Aunchileck en el mando comandante general, y Montgomery se designó al Octavo ejército.
Sí, Alexander toma el mando de Oriente Medio una vez Auchinleck es destitutuido, pero a su vez, Montgomery sustituye a Auchinleck porque este había tomado asimismo el mando directo del VIII ejército. Se puede decir que fue doblemente sustituido.
Saludos
- Von Kleist
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Epílogo: Medenine
Para Rommel, la guerra en el Norte de África estaba próxima a su fin, aunque aun quedaba un último acto. Después de Kasserine, Kesselring habia llegado a ofrecerle a Rommel el mando supremo del V Ejército Panzer, pero Rommel, sabedor de que en el fondo, había perdido la confianza del Alto Mando, que lo tachaba de derrotista, rechazó la oferta. No se encontraba con fuerzas para tener que dirigir una derrota que sabía segura, y además era consciente de que Von Arnim era el favorito de Berlin para el puesto. Sin embargo, antes de abandonar África, quiso probar una última jugada contra el 8º ejército que asediaba la posición de Mareth en Mededine.
El 6 de Marzo de 1943, Rommel lanzó sus 3 divisiones panzer, lo que quedaba de la 10ª, 15ª, y 21ª, con unos 200 tanques, contra las defensas de Montgomery. El ataque, carente de apoyo aereo, chocó con una formidable concentración artillera británica que dispersó a las fuerzas alemanas poco después de que comenzaran la ofensiva. Además el certero fuego de los cañones antitanque diezmó a las formaciones panzer que perdieron casi un tercio de sus efcetivos. En apenas unas horas, el ataque había fracasado. En realidad, atacar frontalmente las bien preparadas posiciones británicas prácticamente equivalió a un suicidio, y Rommel no debió siquiera haberlo intentado.
En cualquier caso, el Zorro del Desierto, era en esos momentos solo una sombra del general vigoroso y en plena forma de 1941. Bastante aquejado de fuertes dolores estomacales y (lo que es mas importante) conduciendo una campaña en la que no creia, no estaba en condiciones de seguir ostentando el mando. El dia 10 Rommel abandonó África para siempre, dejando a Von Arnim al mando, siendo este último el dirigió la rendición del Afrika Korps solo dos meses mas tarde. Al menos, da la impresión de que el Destino quiso salvar al gran Zorro del desierto de presenciar la derrota de sus tropas que tan valientemente le habían seguido desde tripolitania hasta las puertas de Alejandría, y que habían escrito algunas de las páginas más legendarias de la guerra en el Desierto.
Para Rommel, la guerra en el Norte de África estaba próxima a su fin, aunque aun quedaba un último acto. Después de Kasserine, Kesselring habia llegado a ofrecerle a Rommel el mando supremo del V Ejército Panzer, pero Rommel, sabedor de que en el fondo, había perdido la confianza del Alto Mando, que lo tachaba de derrotista, rechazó la oferta. No se encontraba con fuerzas para tener que dirigir una derrota que sabía segura, y además era consciente de que Von Arnim era el favorito de Berlin para el puesto. Sin embargo, antes de abandonar África, quiso probar una última jugada contra el 8º ejército que asediaba la posición de Mareth en Mededine.
El 6 de Marzo de 1943, Rommel lanzó sus 3 divisiones panzer, lo que quedaba de la 10ª, 15ª, y 21ª, con unos 200 tanques, contra las defensas de Montgomery. El ataque, carente de apoyo aereo, chocó con una formidable concentración artillera británica que dispersó a las fuerzas alemanas poco después de que comenzaran la ofensiva. Además el certero fuego de los cañones antitanque diezmó a las formaciones panzer que perdieron casi un tercio de sus efcetivos. En apenas unas horas, el ataque había fracasado. En realidad, atacar frontalmente las bien preparadas posiciones británicas prácticamente equivalió a un suicidio, y Rommel no debió siquiera haberlo intentado.
En cualquier caso, el Zorro del Desierto, era en esos momentos solo una sombra del general vigoroso y en plena forma de 1941. Bastante aquejado de fuertes dolores estomacales y (lo que es mas importante) conduciendo una campaña en la que no creia, no estaba en condiciones de seguir ostentando el mando. El dia 10 Rommel abandonó África para siempre, dejando a Von Arnim al mando, siendo este último el dirigió la rendición del Afrika Korps solo dos meses mas tarde. Al menos, da la impresión de que el Destino quiso salvar al gran Zorro del desierto de presenciar la derrota de sus tropas que tan valientemente le habían seguido desde tripolitania hasta las puertas de Alejandría, y que habían escrito algunas de las páginas más legendarias de la guerra en el Desierto.
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Unos mapas donde podemos observar la evolución de la guerra en el norte de Africa:
LA GUERRA DEL DESIERTO (1942-43)
Fuente: Concise Historial Atlas of WWII. The Geography of conflict. Oxford University Press 2006
LA BATALLA DEL ALAMEIN (OCTUBRE-NOVIEMBRE 1942)
Fuente: Concise Historial Atlas of WWII. The Geography of conflict. Oxford University Press 2006
LA RECONQUISTA DEL NORTE DE AFRICA (NOVIEMBRE 1942-MAYO 1943
Fuente: Concise Historial Atlas of WWII. The Geography of conflict. Oxford University Press 2006
Saludos!
LA GUERRA DEL DESIERTO (1942-43)
Fuente: Concise Historial Atlas of WWII. The Geography of conflict. Oxford University Press 2006
LA BATALLA DEL ALAMEIN (OCTUBRE-NOVIEMBRE 1942)
Fuente: Concise Historial Atlas of WWII. The Geography of conflict. Oxford University Press 2006
LA RECONQUISTA DEL NORTE DE AFRICA (NOVIEMBRE 1942-MAYO 1943
Fuente: Concise Historial Atlas of WWII. The Geography of conflict. Oxford University Press 2006
Saludos!
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