Japón: estructura del poder político

Acontecimientos políticos, económicos y militares relevantes entre noviembre de 1918 y septiembre de 1939

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Japón: estructura del poder político

Mensaje por José Luis » Vie Ene 18, 2008 11:43 am

¡Hola a todos!

Entre los libros con que voy alternando mis lecturas sobre la IIGM se encuentra la excelente obra de Boris Slavinsky, The Japanese-Soviet Neutrality Pact: A Diplomatic History 1941-1945. En leyéndolo me he encontrado un pasaje del entonces Ministro de Exteriores de Japón, Matsuoka, que ha despertado vivamente mi curiosidad. Se trata de la cuenta que Matsuoka relata a Hitler y Ribbentrop de su reunión con Stalin el 24 de marzo de 1941 (Matsuoka venía de viaje a Berlín y Roma vía Moscú, para regresar al mes siguiente, abril, a Moscú, donde firmaría finalmente el Pacto de Neutralidad soviético-japonés el 13 de abril de 1941). Matsuoka, según sus palabras, mantuvo el 24 de marzo de 1941 una reunión de media hora con Molotov y, después, se pasó una hora conversando con Stalin. Tres días más tarde daba cuenta de esa reunión con el líder soviético a Hitler y Ribbentrop en Berlín.

Matsuoka contó a sus anfitriones alemanes que le había estado explicando a Stalin que moralmente los japoneses eran comunistas, pero al mismo tiempo declaró que él no creía en el comunismo político y económico. Para explicar lo que Matsuoka quería significar con el “comunismo moral” habló de su propia familia, pero dijo que el concepto japonés de comunismo moral había sido arrollado por el liberalismo, el individualismo y el egoísmo del Oeste. Pero había todavía una minoría en Japón, de suficiente fuerza, que estaba luchando con éxito para restaurar el viejo credo japonés. La culpa de que se hubiera perdido ese antiguo credo, que ahora se pretendía restaurar, la tenían los anglosajones (Estados Unidos y Gran Bretaña) y su ideología occidental. En consecuencia, Japón debía luchar contra ellos y derrotarlos.

El informe oficial soviético de las conversaciones entre Matsuoka y Stalin del 24 de marzo de 1941 viene a decir, en lo que a este punto se refiere, que Matsuoka explicó a Stalin:

[Como es bien sabido, dijo Matsuoka, el poder supremo en Japón está en las manos del Tenno, usualmente traducido como emperador. Pero esto es incorrecto, pues desde hace mucho ha habido comunismo en Japón, y él, Matsuoka, explicada su esencia en términos de vida japonesa, llamaría a esto “comunismo moral”. Las tradiciones anglosajonas habían dañado a Japón, continuó el ministro, y la revolución industrial había puesto freno al desarrollo del comunismo moral. Sin embargo, un grupo de individuos se había establecido ahora, aunque es verdad que es pequeño, que estaba esforzándose para difundir sus principios con la palabra japonesa Hakkoitsyu, que en traducción significa paz universal con justicia. Todo esto, indicó Matsuoka, existía antes, pero fue constreñido por el capitalismo y el liberalismo, así que ahora estamos avanzando el eslogan “abajo con el capitalismo e individualismo”]

Dejando a un lado que este discurso no era más que un adorno diplomático que el ministro japonés estaba tendiendo para allanar el camino conducente a su verdadero objetivo (un pacto de no-agresión), lo que despertó enormemente mi curiosidad, sabiendo que Matsuoka era persona culta que vivía en Japón lujosamente a la manera occidental, fue saber qué había de cierto, si algo, en el discurso literal de Matsuoka, en el papel del emperador japonés en la política de estado, en esa cosa del “comunismo moral”, y en el grupo de individuos que luchaba para restaurarlo. Y con ese motivo me dediqué, y estoy todavía en ello, a ampliar mis superficiales conocimientos sobre la verdadera estructura del poder político en el Japón de entreguerras. Y puedo aseguraros que, aparte del esclarecimiento general que me ha causado esta incursión, no he dejado de encontrarme sorpresa tras sorpresa.

En este topic quiero compartir con el foro, en algunos mensajes posteriores, algunas de estas sorpresas, abriéndolo igualmente para cualquier compañero que tenga algo interesante que añadir.

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Mensaje por José Luis » Vie Ene 18, 2008 1:48 pm

¡Hola a todos!

Para liberar mi curiosidad referida me estoy sirviendo, como guía central, del libro de Mamoru Shigemitsu, Japan and Her Destiny: My Struggle for Peace (New York: E.P. Dutton & Co., Inc., 1958), y como ayudas colaterales de los libros de Ian Buruma y Richard Sims, Inventing Japan: 1853-1964 (New York: Modern Library, 2004), y Japanese Political History Since the Meiji Renovation 1868-2000 (New York: Palgrave, 2001), respectivamente.

Mamoru Shigemitsu, cuyo libro fue editado por el mayor general F. S. G. Piggott y traducido por Oswald White, desempeñó varios altos cargos en la diplomacia japonesa, entre ellos, embajador japonés en la Unión Soviética (1936-38), embajador japonés en Inglaterra hasta junio de 1941, y, tras la entrada de Japón en la guerra, ministro de Exteriores durante dos años. Escribió su libro (cuyo título original es Showa no Doran, publicado por primera vez en Tokio, por la Chuo Koron Co., en la primavera de 1952) durante su estancia en la prisión de Sugamo como consecuencia de su condena a prisión por el Tribunal de Crímenes de Guerra de Tokio. Mamoru murió a finales de enero de 1957, poco antes de la publicación americana del libro arriba referenciado.

En primer lugar quiero indicar que el término Showa hace referencia al emperador Hirohito. Al comienzo de un nuevo reino se le asignaba un nombre a la era y tras la muerte del emperador éste comienza a ser conocido con ese nombre. La era que describe Mamoru, su era actual entonces, recibió el nombre de Showa, con el que hoy se conoce, y comenzó en 1926; cuando Mamoru estaba escribiendo a finales de los 40 y principios de los 50 estas memorias que conforman su libro en prisión, con Hirohito todavía vivo, Mamoru presumía acertadamente que Hirohito, tras su muerte, sería conocido como el emperador Showa.

Buscando una mayor comprensión de este rasgo peculiar japonés, he consultado a Ian Buruma para encontrar que Meiji fue el nombre dado al periodo del reino del emperador inmediatamente después de la restauración llevada a cabo con la revuelta contra el gobierno Tokugawa, revuelta que estableció un nuevo gobierno en Tokio, donde residía ahora el emperador en el viejo castillo shogun.

Shogun significa literalmente “general”. Los shoguns fueron los gobernadores militares de Japón. Entre 1603 y 1867 los shoguns fueron de la misma familia Tokugawa. El tiempo de su gobierno se llama periodo Tokugawa o Edo.

Edo era el nombre de la ciudad donde residían los shoguns Tokugawa. Después de 1867, al final del gobierno Tokugawa, Edo fue re-denominada Tokio y se convirtió en la capital del Japón moderno.

Pues bien, según Buruma, el reino del hijo del emperador Meiji, Yoshihito, recibió el nombre de Taisho, que oficialmente duró de 1912 a 1926, pero que en realidad finalizó en 1922, cuando el hijo de Yoshihito, Hirohito, actuó como regente ante la incapacidad de su padre para seguir manteniendo sus responsabilidades.

En mi próximo mensaje hablaré de la constitución japonesa, del papel del emperador, y de la realidad del poder político en Japón.

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Mensaje por José Luis » Vie Ene 18, 2008 7:36 pm

En la palestra política de Japón, el liberal era un político con inclinaciones democráticas que había estudiado los sistemas políticos de otros países, además del suyo propio. Sin que ello supusiera que aceptaba los sistemas anglosajones como adecuados para Japón, sin embargo era claramente partidario de un gobierno representativo, que Japón, de hecho, tenía en teoría pero no en la práctica. Mamoru Shigemitsu era un liberal.

A ambos lados del liberal se encontraba la derecha y la izquierda. La primera estaba integrada por aquellos políticos profundamente conservadores, añorantes del abolido sistema feudal, y que daban más importancia a los líderes que a los principios. Defendían lo que llamaban “gobierno paternal”, y consideraban el liberalismo como anti-japonés. A la derecha pertenecían, en general, el ejército y la armada del Japón, con fuertes tendencias imperialistas, el ejército partidario de la expansión al norte, y la armada de la expansión al sur. La izquierda agrupaba a los que repudiaban el sistema monárquico, con líderes que habían sido entrenados en China y que habían aprendido el comunismo de segunda mano.

La constitución de 1889 concedía al emperador los poderes supremos, y la misma constitución se entendía como un gracioso regalo del emperador a su pueblo. El emperador emitía leyes, comandaba el ejército y la armada, contrataba tratados y declaraba la guerra o hacía la paz. Lo peor de todo es que limitaba seriamente los poderes del parlamento.

Sin embargo, como iremos viendo, en la práctica el emperador Hirohito (salvo en dos ocasiones contadas –el golpe del 36 y la capitulación de la guerra-) no fue más que una figura decorativa en manos de los militares, de la misma forma que lo fueron, en mayor o menor grado, los múltiples gobiernos que se sucedieron en el periodo de entreguerras.

Había dos partidos políticos, para el tiempo que relatamos, el Seiyu y el Minsei, ambos sin principios políticos postulados. El Seiyu tendía a representar los intereses agrícolas, mientras que el Minsei defendía los intereses financieros.

Continuaré en otra ocasión.
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Mensaje por José Luis » Sab Ene 19, 2008 1:21 pm

¡Hola a todos!

El Japón de posguerra (1919) experimentaba, por una parte, la corrupción de la vida política en connivencia con los intereses financieros, y, por la otra, una lucha descarnada por el poder entre la casta militar –ahora denigrada por sus ancestrales privilegios feudales- y la clase política. No tengo intención, como resultará obvio, de embarcarme aquí en una descripción de todas esas turbulencias de la vida política y militar japonesa a lo largo de todo el periodo que va hasta 1939. Sólo me propongo exclusivamente, como ya he adelantado, señalar aquellos hechos y datos que desconocía y me han sorprendido en grado sumo. Y todo ello proviene de la lucha (exitosa) de la casta militar para imponer sus designios de la política nacional a los diferentes gobiernos que vio Japón en esos años, y de cómo se expresaron las distintas acometidas militares para tal fin.

Los militares japoneses, en general, creían que los males que afectaban a la vida japonesa –en esencia, la corrupción política- eran la consecuencia de haber adoptado los postulados del liberalismo y capitalismo. Y en tal sentido, creían que su deber era luchar para erradicar esas ideas indeseables.

Una parte importante de los jóvenes oficiales del ejército y la armada, emulando la antiquísima reforma Taikwa (645 de nuestra era) llevada a cabo por el príncipe Naka-no-Oye (que había desenvainado “la espada del cielo”), firmaron un pacto de sangre para asesinar a los traidores y reformar el gobierno, dispuestos para ello a sacrificar sus vidas. Esta sociedad secreta de jóvenes oficiales se autodenominó “Sociedad de la Espada del Cielo”, e Ikki Kita, un revolucionario, fue el hombre en el que basaron sus fundamentos ideológicos. Los oficiales superiores de estado mayor vieron este movimiento con cierta inquietud, pero aprovecharon el noble ánimo de estos inexpertos oficiales para utilizarlos en sus propios beneficios.

En la época que comenzaron a regularizarse las relaciones soviético-japonesas (1925) y que comenzaron a importarse ideas comunistas, brotó con fuerza la reacción del sentimiento nacionalista y el enfrentamiento entre la derecha política que defendía este sentimiento y la izquierda que abogaba por esas tendencias comunistas. Fue entonces cuando se formó la Kokuhonsha (término que definía una sociedad del ala derecha política, que literalmente significaba “Fundación de la Asociación Estatal”) bajo el liderazgo del barón Hiranuma.

En esa lucha entre los extremos del espectro político, los nacionalistas no pretendían escoger entre comunismo y liberalismo, sino restaurar la idea de lo Absoluto de la Casa Imperial, es decir, la vuelta al sistema feudal, mutatis mutandis.

Los intelectuales, que también percibían la necesidad de una reforma, se dedicaron a estudiar cómo llevarla a cabo, y miembros del Departamento de la Casa Imperial crearon el temporal Despacho Universitario al que fueron invitados pensadores civiles para exponer sus ideas al respecto. El profesor Shumei Okawa, que fue invitado para el campo de los conceptos generales, recomendó a Chikara Nishida para los asuntos militares. El proyecto universitario tuvo muy poca duración, pero mientras tanto Okawa y otros seguidores entraron en contacto con los militares y crearon la Taikokai (“Sociedad de los Grandes Hechos”), que pretendía llevar a cabo la reforma de forma completa.

Okawa había estado durante muchos años a cargo del departamento de investigación del Ferrocarril de Manchuria del Sur, y aunque en un inicio había abrazado las ideas de la izquierda, pronto se pasó a las filas nacionalistas y a la defensa de un estado totalitario basado en los militares. Sin embargo, difería de las ideas de Ikki Kita, quien con sus jóvenes oficiales pretendía eliminar cualquier obstáculo a su pretendida reforma mediante el método directo del asesinato. Okawa, en cambio, escogió a los oficiales superiores del estado mayor, quienes en esos momentos ostentaban el poder del ejército, para incitarlos a que dieran un coup d’état en nombre del ejército para formar un gobierno militar y efectuar una reforma según el modelo nazi.

Esas posturas iban a moldear la revuelta con que Mamoru tituló su libro en el original japonés, “Showa no Doran”, esto es, la “Convulsión Showa”.

Continuaremos
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Mensaje por José Luis » Dom Ene 20, 2008 2:01 pm

¡Hola a todos!

En 1931 el general Ugaki era el ministro de Guerra, el teniente general Sugiyama, viceministro, y el teniente general Koiso, jefe del Despacho de Asuntos Militares; el general Kanaya era el jefe del Estado Mayor General, el teniente general Ninomiya, vice-jefe, y el mayor general Tatekawa director de la Segunda Sección de la Oficina del Estado Mayor General. En connivencia con sus oficiales superiores formaron una asociación secreta llamada Sakurakai (“Sociedad del Cerezo”), supuestamente para estudiar los asuntos de estado (1930), pero cuyo objetivo real era preparar y llevar a cabo un coup d’état para derrocar la actual administración y establecer un gobierno militar. Los cabecillas del complot eran Koiso, Tatekawa, Shigefuji (jefe departamental), y otros militares más de otros grados, aparte del teniente coronel Kingoro Hashimoto (había sido agregado militar en Turquía), Nagao y otros oficiales superiores de estado mayor. Esta sociedad secreta trabajó en cooperación con la de Okawa.

Los conspiradores tenían previsto disolver el parlamento y proponer al general Ugaki que formara un gobierno militar, por lo que Okawa, tras obtener el visto bueno de Koiso, pidió al general Ugaki, verbalmente y por escrito, que liderara el golpe que fue conocido como el “Incidente de Marzo”. El plan era:

[En marzo de 1931, el día en que se iba a presentar la Ley concerniente a los Sindicatos, de acuerdo con el plan de Shumei Okawa, 10.000 civiles pertenecientes a las alas izquierda y derecha debían ser movilizados para hacer una manifestación contra el Parlamento; tenían que volarse los cuarteles generales de los partidos Seiyu y Minsei y la residencia del Primer Ministro. Pero, aunque el poder explosivo de las bombas debía ser grande, tenía que ser de tal manera que causara un mínimo derramamiento de sangre. (Tomado del Registro del Tribunal del juicio de la sentencia en el juicio del “Incidente de Marzo”)] (Mamoru, p. 36).

La Primera División y la División de Guardias Imperial debían ser enviadas para rodear el Parlamento y disolverlo, y el gabinete Wakatsuki obligado a dimitir. Sin embargo, el plan fracasó porque el general Ugaki se negó a participar en el complot, filtrándose finalmente la conspiración. Pero aunque este golpe fracasó en Japón, su ejecución en Manchuria a cargo del estado mayor del Ejército de Kwantung fue otra historia, conocida como el “Incidente de Manchuria”, que trataremos en otro momento.

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Mensaje por José Luis » Lun Ene 21, 2008 12:53 pm

¡Hola a todos!

Manchuria, que pertenecía y estaba colonizada por China, estaba en su parte norte bajo la esfera de influencia de Rusia, y bajo la de Japón en su parte sur. Japón había heredado de Rusia sus derechos en Manchuria (Territorio Arrendado de Kwantung, donde estaban situados Dairen y Port Arthur) y contra la creencia de que ese arrendamiento tenía una vigencia de 99 años, los japoneses descubrieron que el contrato, cuado oficialmente recibieron la documentación de Rusia, sólo era un arrendamiento por 25 años, del que ya quedaba poco tiempo. El interés de Japón, por tanto, fue buscar los medios para extender el tiempo de sus derechos en Manchuria.

A finales de la década de 1920, el gabinete Tanaka había reconocido al régimen de Chiang Kai-shek (Gobierno Kuomin), como el gobierno de iure de China (Kai-shek llevaba años en guerra con Chang Tso-Lin por el poder en China), estableciendo relaciones diplomáticas con el gobierno Kuomin.

Chang Tso-Lin había intentado recuperar de la Unión Soviética el Ferrocarril Oriental Chino y los derechos de Manchuria, negándose en redondo a convertirse en el títere del ejército japonés en Manchuria, el Ejército de Kwantung. Ante este desafío, el Ejército de Kwantung no vio otra forma de solucionar la amenaza más que eliminando a Tso-Lin.

El 3 de junio de 1928 Tso-Lin dejaba Peking bajo la urgente recomendación de Tanaka (que había de caer poco después con su gobierno), y cuando su tren estaba llegando a la estación de Mukden, 4 de junio, Tso-Lin fue asesinado, junto con muchos de sus acompañantes, como consecuencia de la explosión de una bomba, resultado del complot asesino del coronel Kohmoto y otros oficiales de estado mayor del Ejército de Kwantung.

El hijo de Tso-Lin, Chang Hsueh-Liang, lo sucedió como gobernador de Manchuria. El conocimiento de que el estado mayor del Ejército de Kwantung había sido el causante de este asesinato no se hizo público hasta el final de la guerra, durante los Juicios de Tokio, aunque el hijo de Tso-Lin conoció la verdad desde un principio.

El emperador japonés también quiso conocer qué había detrás del asesinato de Tso-Lin, y con tal motivo presionó al Primer Ministro Tanaka para que esclareciera la verdad. Cuando Tanaka le informó de que el asesinato se había debido a un plan del Ejército de Kwantung, el emperador le ordenó que se castigase a los culpables para demostrar la buena fe del gobierno japonés ante la opinión internacional. Pero Tanaka se encontró impotente para dar curso a la orden de su emperador ante la oposición del ejército japonés.

Esta fue mi primera gran sorpresa, pues nunca había sospechado que fuese tan enorme el abismo que separaba al emperador del Japón y sus gobiernos con el liderazgo del ejército japonés, del que teóricamente (Artículo 11 de la constitución) era comandante supremo el emperador. Lo único que hizo el iderazgo del ejército fue trasladar a los culpables a la Primera Reserva, mientras el gabinete Tanaka se vio obligado a dimitir.

En un siguiente mensaje continuaremos hasta el "Incidente de Manchuria".

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Mensaje por José Luis » Lun Ene 21, 2008 7:25 pm

La caída del Gabinete Tanaka (Partido Seiyu) dio paso al Gabinete Hamaguchi (Partido Minsei) en junio de 1929, con Shidehara como ministro de Exteriores. Por un tiempo la política pacifista de Shidehara pareció tornar al buen camino las relaciones entre Tokio y el gobierno Kuomin de Nanking. La nueva “política exterior revolucionaria china” pretendía, en varias etapas, recuperar la soberanía de su jurisdicción, los asentamientos y territorios arrendados, derechos de navegación, ferrocarriles, etc. En una palabra, el gobierno de Naking quería abolir, a través de la diplomacia, los tratados y contratos que limitaban la completa independencia y administración de todos sus territorios, y si fracasaban las negociaciones diplomáticas en sus diferentes fases, entonces se procedería a la denuncia unilateral de esos tratados para recuperar los derechos afectados. Este plan, publicado ampliamente en los periódicos, chocaba lógicamente con los intereses japoneses en Manchuria.

C. T. Wang, el ministro de Exteriores chino, confirmó a Mamoru Shigemitsu, entonces Chargé d’Affaires en China, la autenticidad de los reportajes periodísticos, especificándole que Manchuria estaba dentro de ese plan de la política exterior china, que quería recuperar el Territorio Arrendado de Dairen y Port Arthur y el Ferrocarril de Manchuria del Sur. (Mamoru reportó al ministro Shidehara sobre estas cuestiones en abril de 1931, al tiempo del asesinato del Primer Ministro Hamaguchi, suceso que dio paso al gabinete Wakatsuki).

El gobierno japonés fue incapaz de controlar la situación dentro del Ejército de Kwantung, cuya reacción ante la nueva política china fue progresivamente violenta. El 18 de septiembre de 1931 tuvo lugar el “Incidente de Manchuria”, que fue, en realidad, una continuación en el exterior del fallido “Incidente de Marzo” en el interior. El estado mayor del Ejército de Kwantung, con la connivencia de Nagata (Director del Buró de Asuntos Militares en el Ministerio de Guerra), se apoderó en secreto de un cañón de asedio de Port Arthur y lo colocó en posición en los barracones del Ejército de Kwantung en Mukden.

En Mukden el cónsul-general Hayashi, vista la tensa situación del ejército, reportó al gobierno de Tokio para que se tomaran medidas inmediatas para calmar la situación. Sidehara pasó esta información al ministro de Guerra, Minami, quien despachó al mayor general Tatekawa a Manchuria para controlar al Ejército de Kwantung. El propio emperador ordenó a Tatekawa que pusiera bajo control al Ejército de Kwantung. A su llegada a Mukden, Tatekawa fue encerrado en un restaurante por oficiales del Ejército de Kwantung, mientras se volaba la línea ferroviaria, y el destacamento Shimamoto atacaba los barracones septentrionales de las tropas de Chang Hsueh-Liang. Simultáneamente, el Ejército de Kwantung bombardeaba los barracones chinos con el gran cañón que habían sacado de Port Arthur. Se había comenzado el “Incidente de Manchuria”.

Hayashi y su segundo, Morishima, reportaron al gobierno todo lo que estaba sucediendo, mientras, no sin valor, intentaron conseguir que la situación provocada por el Ejército de Kwantung no continuase en su escalada. Morishima llamó al coronel Itagaki, el oficial de mayor graduación del estado mayor, y lo conminó a resolver la situación mediante un arreglo diplomático. Sin embargo, estaba presente el mayor Hanaya (miembro de la “Sociedad del Cerezo”), que se encolerizó tremendamente y, desenvainando su espada, amenazó a Morishima con sacarle la vida. Morishima no tuvo más remedio que retirarse. Mientras tenía lugar este lamentable suceso, Ishiwara, suplente del Comandante en Jefe del Ejército de Kwantung, había movilizado al ejército y, desoyendo las órdenes del Gobierno Wakatsuki, se apoderó de Tsitsihar y Harbin en el norte, avanzando hacia el río Amur. En el sur, tomaron Chinchow y finalmente hicieron abandonar a las tropas de Chang Hsueh-Liang su último bastión en Manchuria.

El coronel Doihara, tras consultar con Itagaki, viajó a Tientsin y persuadió al último de los emperadores Ching, Pu Yi, para desplazarse a Manchuria, donde fue instalado, primero, como Jefe Ejecutivo, y después como emperador. Apresuradamente se creó el estado de Manchoukuo, nombre chino adoptado por el Ejército de Kwantung, que implicaba que el área, conocida como Manchuria, se había convertido en un estado independiente. El título completo era Manchoutikuo (País Imperial de Manchuria).

Los militares, para rematar en Tokio este auténtico golpe de estado de Manchuria, prepararon al mes siguiente otro coup d’état que se conoció como el “Incidente de Octubre”, que trataremos en otra ocasión.

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Mensaje por José Luis » Mar Ene 22, 2008 1:40 pm

¡Hola a todos!

El coup d'état del "Incidente de Octubre" buscaba los mismos objetivos que el del "Incidente de Marzo", esto es la disolución del gobierno y del parlamento, más la reforma del estado. El golpe fue planificado por el coronel Hashimoto y otros miembros de la "Sociedad del Cerezo" que estaban dispuestos a recurrir al asesinato para imponer, si fuera necesario, un gobierno militar. El cabecilla elegido no fue en esta ocasión el general Ugaki, sino el teniente general Araki.

Pero como había sucedido en el golpe de marzo, los planes de los conspiradores se filtraron de nuevo debido a las indiscreciones de una sección de los conspiradores (la del teniente coronel Nemoto), que llegaron a oídos de Minami, el ministro de Guerra.

Los culpables, tanto en marzo como ahora en octubre, fueron arrestados (con el profesor Okawa y el coronel Hashimoto a la cabeza). Cuando los oficiales subalternos de la "Sociedad de la Espada del Cielo" se enteraron de los detalles de los "incidentes de marzo y octubre", comprendieron que los oficiales superiores (mayor para arriba) que los habían planificado no buscaban más que apropiarse de los resortes del poder para sus propias ambiciones personales, mientras conservaban el estado de cosas políticas, esto es la corrupción política. Los jóvenes oficiales los consideraron unos traidores y no quisieron saber nada de su causa.

A finales de ese tormentoso año de 1931, un grupo de estos jóvenes oficiales hizo un juramento de sangre según el cual cada uno de ellos estaba obligado a asesinar a un hombre. Este grupo se conoció como la "Hermandad de la Sangre", una secta de asesinos bajo el liderazgo de un monje llamado Nissho Inouye; implantaron una ola de terror y asesinatos entre cuyas víctimas se encontraron prohombres del mundo de la política y las finanzas, como el entonces líder del Partido Minsei, Junnosuke Inouye y el Asesor Jefe de Mitsui, Takuma Dan.

Entre bambalinas, quienes auspiciaron los intentos de los jóvenes oficiales de la "Sociedad de la Espada del Cielo" para reformar el gobierno de la nación habían sido militares de la Escuela del Camino Imperial, dirigida por generales de la Facción Nacionalista, como Masaki y Araki. Los miembros de esta "escuela" estaban indignados por el declive de la moral pública, que achacaban a la influencia del liberalismo y su ideología, y que pretendían solucionar con la implantación del espíritu nacionalista.

Frente a este tipo de pensamiento dentro del ejército estaba la llamada Escuela del Control, que abogaba, por encima de todo, por el mantenimiento de la disciplina dentro del ejército para evitar el caos que se estaba viviendo en el mismo.

La Escuela del Camino Imperial odiaba al Partido Comunista y era declaradamente anti-rusa; la Escuela del Control gustaba de la intriga política como medio para conseguir sus fines, y tenía a muchos de sus miembros residiendo en China, donde tenían varias asociaciones. Eran conocidos como el Partido China, mientras que los que tenían conexiones con los rusos eran conocidos como Partido Ruso.

A grandes rasgos, pues, el ejército japonés estaba dividido entre estas dos escuelas, la Imperial y la del Control, que a su vez se subdividían en varias secciones, dependiendo de influencias individuales.

Como es fácil deducir de este estado de cosas, en lo puramente militar el ejército japonés estaba casi en un estado de anarquía, carente de disciplina y falto de calidad. En lo político, el emperador era una figura decorativa, mientras que los gobiernos eran incapaces de imponer su autoridad y su política interior y exterior ante la rebeldía, los asesinatos y los golpes de estado de los militares. La opinión pública, carente de formación y tradición políticas, basculaba al son de las propagandas de los diferentes bandos en la lucha descarnada del poder.

Retomaré más tarde este hilo.
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Mensaje por José Luis » Mar Ene 22, 2008 6:13 pm

El Gabinete Wakatsuki cayó a finales de 1931, dando paso al Gabinete Inukai (Tsuyoshi Inukai se había convertido en presidente del Partido Seiyu a la muerte del general Tanaka). Inukai nombró Secretario Jefe a Tsutomo Mori, que había sido vice-ministro de Exteriores en el Gabinete Tanaka); hizo ministro de Guerra al general Araki (el líder de la Escuela del Camino Imperial), y ministro de Exteriores a su yerno Kenkichi Yoshizawa, que estaba de embajador en Francia; el almirante Osumi se convirtió en ministro de la Armada.

El primer objetivo de Inukai en política exterior fue allanar el terreno para conseguir una pronta solución del “Incidente de Manchuria” y regularizar las relaciones entre Japón y China. Pero el “Incidente de Manchuria” había dado paso en China a una explosión de campaña anti-japonesa que vio su mayor expresión en Sangai, el centro de la xenofobia china. En Sangai estaba estacionado el 19º Ejército chino, una formación compuesta por tropas del ala izquierda y de sentimientos profundamente anti-japoneses, que, para males, no prestaba demasiada atención a las órdenes que llegaban de Nanking. Como resultado, los japoneses residentes en Sangai (unos 30.000) comenzaron a expresar sus temores e inquietudes al gobierno de Tokio, donde el secretario Mori (un nacionalista) desató una campaña pública para intervenir directamente en China.

La armada japonesa comenzaba a emular en Sangai las acciones del ejército en Manchuria, y el 28 de enero de 1932 comenzó la llamada “primera batalla de Sangai” entre las tropas chinas y un destacamento de la armada japonesa. Sin embargo, esta fuerza de la armada japonesa en Sangai era obviamente insuficiente contra el 19º Ejército chino, por lo que la armada embarcó una escuadra bajo el mando del vicealmirante Kichisaburo Nomura junto con una brigada mixta de 10.000 hombres de Kurume con destino a Sangai. El ejército movilizó igualmente a la 9ª División bajo el mando del teniente general Kenkichi Ueda, quien se hizo cargo de las fuerzas terrestres en Sangai. Como estas fuerzas se demostraron igualmente insuficientes para echar de Sangai al 19º Ejército chino, los japoneses enviaron tres divisiones más y nombraron comandante en jefe al general Shirakawa, que llegó a principios de marzo y consiguió expulsar a las fuerzas chinas de Sangai, restaurando la ley y el orden.

Siguieron de forma inmediata unas negociaciones de tregua entre China y Japón bajo los auspicios (Sangai era una ciudad internacional) de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia e Italia. Cuando las negociaciones estaban cerca de su conclusión y la atmósfera en Sangai parecía haber retornado a la normalidad, las fuerzas japonesas celebraban el cumpleaños del emperador el 29 de abril de 1932. Los residentes japoneses en Sangai organizaron varios actos de celebración a los que asistieron varios representantes del ejército y la armada, y en el transcurso de esos actos un coreano llamado Yun Tae Gil –perteneciente a un movimiento independentista- arrojó una bomba cuya explosión mató al jefe de la asociación de residentes, Kawabata, y al general Shirakawa. Resultaron gravemente heridos el comandante en jefe Nomura, el cónsul-general Murai, el comandante divisional Ueda, y otros residentes y empleados del consulado japonés.

A pesar de este dramático atentado y gracias a los buenos oficios de Mamoru Shigemitsu, que también resultó herido en ese atentado, el acuerdo de tregua se concluyó el 5 de mayo de 1932. Se restauró la paz y las fuerzas japonesas abandonaron Sangai (Parte de estas tropas fueron enviadas a Manchuria para ayudar a mantener el orden). Pero en ese mes de mayo, el día 15, un grupo de la “Hermandad de la Sangre”, liderado por un subteniente naval, irrumpió en la casa del Primer Ministro Inukai y lo asesinó.

Los culpables fueron arrestados y sentenciados a cinco años de prisión, aunque la sentencia fue más tarde reducida, los culpables finalmente liberados y destinados a puestos de confianza. Con el asesinato de Inukai terminaba el último gobierno de partido.

Hasta otra ocasión,
José Luis
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Mensaje por José Luis » Jue Ene 24, 2008 12:28 pm

¡Hola a todos!

Tras el asesinato de Inukai y la caída de su gabinete, el Genro (nombre con el que se denominaba a una elite intelectual que asesoraba al emperador), ante la evidencia de que la autorización para formar otro gabinete de partido conllevaría una invitación a la continuación de asesinatos, prefirió aconsejar la formación de un gabinete militar (armada), aunque bajo el liderazgo de un oficial moderado para evitar una política de "acción directa". En 1932 se nombró como Primer Ministro a Minoru Saito, un típico producto de la armada y antiguo gobernador de Corea. Como ministro de Guerra se mantuvo a Araki, y el almirante Okada, que sería sucedido más tarde por el almirante Osumi, se convirtió en ministro de la Marina; el Ministerio de Asuntos Exteriores se entregó al conde Chika Uchida (presidente del Ferrocarril de Manchuria del Sur). Takahashi y Yamamoto, dos veteranos de los partidos Seiyu y Minsei, se unieron al Gabinete Saito.

El nuevo gobierno Saito, con su ministro de Exteriores a la cabeza, firmó el Protocolo de Japón-Manchoukuo por el que Japón reconocía formalmente el estado de Manchoukuo (15 de agosto de 1932), que era obra absolutamente independiente del Ejército de Kwantung. Poco después, cuando se discutía en la Liga de las Naciones el Informe Lytton (la actitud de Japón en Manchuria), el gobierno japonés, que había enviado a esa asamblea a Yosuke Matsuoka (que en 1941 habría de ser el ministro de Exteriores de Japón que llevó a su firma el Pacto de Neutralidad soviético-japonés), digo que el gobierno japonés se retiró de la Liga de las Naciones (27 de febrero de 1933).

Tras abandonar la Liga de las Naciones, el ministro Uchida presentó su dimisión por motivos de salud, siendo sucedido por el entonces embajador en Moscú, Hirota.

Tras el escándalo de la Imperial Rayon Company, y las acusaciones de aceptación de sobornos del vice-ministro del Tesoro, cayó el Gabinete Saito en 1934, dando paso al gobierno del almirante Okada, que no fue más que una continuación del anterior. Este gabinete se retiraría de la Conferencia de Londres de 1935 (donde se discutían las políticas de desarme de los tratados de Washington y Londres, 1922 y 1930, respectivamente), y Japón se vio libre de los compromisos anteriores en cuanto a la limitación del armamento (barcos de guerra).

El principal problema del Gabinete Okada, una vez más, fue la fuerte oposición que encontró en el ejército japonés, especialmente el Ejército de Kwantung, en su intento de solucionar diplomáticamente las diferencias de Japón con China. La situación empeoró cuando el general Hayashi sucedió al general Araki como ministro de Guerra. La Escuela del Camino Imperial había crecido en importancia con Araki, pero el nombramiento de Hayashi beneficiaba ahora a la Escuela del Control. El ejército estaba dividido.

Hayashi, un profundo defensor de la disciplina militar, cesó a Masaki como Director General del Entrenamiento Militar, y un tal teniente coronel Aizawa, que actuaba por cuenta propia, creyendo que el cese del general Masaki se había urdido en la Escuela del Control, asesinó al teniente general Nagata, el jefe del Buró de Asuntos Militares, perteneciente a la Escuela del Control.

El asesinato de Nagata fue el detonante de lo que más tarde se conoció como la "Revuelta del 26 de febrero de 1936". En la noche del 25 de febrero una compañía de la Primera División bajo el mando de Nonaka, junto con destacamentos de la División de Guardias, se repartió en grupos con el objetivo de asesinar sistemáticamente a los hombres de estado. Un grupo atacó la residencia del Primer Ministro y ocupó los distritos de Nagata, Kasumi-ga-seki y Tameike. También se hicieron con el Cuartel General de la Policía Metropolitana, la Oficina del Interior, la Oficina del Estado Mayor General y la Oficina de Guerra.

El príncipe Saionji (el último líder del Genro) escapó a tiempo gracias a un aviso; Makino, el antiguo Guarda del Sello Privado, estaba con su familia en Yugawara cuando fue atacado por los rebeldes, aunque gracias a su guardia personal pudo escapar salvando la vida. Pero el ministro de Vivienda, Saito, el de Finanzas, Takahashi, y el Director General de Entrenamiento Militar, Watanabe, fueron brutalmente asesinados.

En la residencia del Primer Ministro Okada tuvo lugar un episodio dramático. Un primo de Okada, físicamente muy parecido a él, el capitán Matsuo, fue confundido por los rebeldes con Okada y asesinado. Okada, por su parte, pudo salvarse milagrosamente confundido entre el personal de la casa.

Los grupos de los conjurados se reunieron todos en la casa de Okada, de la que hicieron su cuartel general, construyendo una serie de puntos fuertes en las cercanías y alrededor de la residencia. Desde ahí enviaron telegramas a sus compañeros de rebelión en las provincias para que se levantaran en armas, pero estas llamadas no fueron seguidas y la población se mantuvo en contra de la rebelión. Siguieron días de crisis, con el gobierno dimitido.

Los altos mandos del ejército se reunieron con los líderes rebeldes en el Ministerio de Guerra para intentar que estos últimos claudicasen. El emperador urgió al ministro de Guerra, Kawashima, a castigar a los rebeldes, pues como rebelión debía considerarse la actitud de las tropas.

Los rebeldes exigieron la reforma del gobierno y que se estableciese un gobierno del ejército bajo el liderazgo del general Masaki. Si se aceptaban sus demandas, disolverían a las tropas y aceptarían ser juzgados acatando la condena. El coronel Ishiwara y otros oficiales de estado mayor a cargo de la Ley Marcial, reunidos en el Hotel Imperial, acordaron presentar el nombre del almirante Eisuke Yamamoto para formar un nuevo gobierno.

Pero la formación de un Gabinete era un asunto exclusivo del mandato imperial, y no de que los candidatos aceptaran o rechazaran las propuestas de unos y otros. La Marina advirtió al Ejército que si no ponía fin a la rebeldía de sus tropas, ella misma se haría cargo de la situación.

Tras días de persuasión por generales como Masaki y Araki, los rebeldes parecieron en principio consentir en su propio suicidio, para lo cual se enviaron 18 ataúdes a la residencia oficial del ministro de Guerra. Pero Ikki Kita era partidario de que los rebeldes se rindieran y defendieran su postura en una corte marcial. Ante el temor de que el cuartel general de los rebeldes fuese bombardeado, el capitán Nonaka se suicidó, los otros líderes rebeldes se entregaron a la justicia y las tropas volvieron a sus barracones. Era el 29 de febrero de 1936.

La corte marcial se celebró a puerta cerrada. Los líderes de la revuelta, junto con Ikki Kita, fueron condenados a muerte, por fusilamiento. El general Masaki fue encarcelado durante un año y luego liberado.

El príncipe Saionji presentó el nombre del príncipe Konoye para formar un nuevo gobierno, pero ante el rechazo de éste, la tarea fue encomendada al antiguo ministro de Exteriores, Hirota.

Saludos cordiales
José Luis
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Mensaje por Shindler » Mar Ene 29, 2008 5:44 pm

José Luis escribió: A grandes rasgos, pues, el ejército japonés estaba dividido entre estas dos escuelas, la Imperial y la del Control, que a su vez se subdividían en varias secciones, dependiendo de influencias individuales.

Como es fácil deducir de este estado de cosas, en lo puramente militar el ejército japonés estaba casi en un estado de anarquía, carente de disciplina y falto de calidad. En lo político, el emperador era una figura decorativa, mientras que los gobiernos eran incapaces de imponer su autoridad y su política interior y exterior ante la rebeldía, los asesinatos y los golpes de estado de los militares. La opinión pública, carente de formación y tradición políticas, basculaba al son de las propagandas de los diferentes bandos en la lucha descarnada del poder.
¿La escuela Imperial no defendía los ideales Imperialistas y "se decían servir a la causa del emperador o al menos en sus inicios? aunque luego haya sido manejada a su antojo por la extrema derecha japonesa.

“el ejército está dominado por locos sin compasión, ignorantes de la ciencia del estado y de los ideales religiosos, que asesinan ciudadanos inocentes indiscriminadamente y destruyen todo lo que encuentran a su paso. Actúan en total contradicción con la voluntad divina, y con toda seguridad acabarán mal. El verdadero budo consiste en hacer crecer la vida y fomentar la paz, el amor y el respeto, no en destruir el mundo con las armas.” Maestro Morihei Ueshiba 1883-1969 ( máximo exponente y maestro de Aikido )

La historia japonesa se caracteriza por los constantes cambios políticos y militares, engaños, alianzas, levantes armados, traiciones y demás. Muchas gracias José Luis por tan excelente aporte.



Gracias por estar
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Ernst Jünger

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Mensaje por Akeno » Dom Feb 24, 2008 4:06 pm

Aprovecho para aconsejar la lectura del libro Showa. The Japan of Hirohito de W.W. Norton & Co., el cual hace un repaso general de la economía japonesa, la política, tecnología y relaciónes del Japón con otras naciones de Asia y con los Estados Unidos. Todo esto condensado mediante ensayos de varios autores abarcando todo el período de reinado de Hirohito.

Con relación al trabajo de José Luis, pues qué decir, estupendo, para no variar. Convertido el texto a .pdf y guardado para que no se pierda nunca jamás.

Gracias por tus excelentes aportes José Luis.

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Re: Japón: estructura del poder político

Mensaje por Grossman » Vie Abr 15, 2011 12:02 am

¡Hola!

En el audiolibro “World War II” de Joseph Stromberg (editado por Blackstone Audio Inc.; de acuerdo en que no es una referencia ortodoxa pero es buena compañía para la hora y media diaria de coche y de paso practico el inglés oído :) ) explica que la agresiva política exterior japonesa fue en buena parte una respuesta a una anterior muy agresiva política comercial de las potencias occidentales, sobre todo por parte de los Estados Unidos, que cerró a Japón prácticamente todos los mercados asiáticos, doloroso sobre todo en el caso del chino, abocándolo al estrangulamiento.

He intentado verificar esta cuestión en otras fuentes pero no he hallado nada (estoy pensando en adquirir el texto de Norton que cita Akeno o algún otro que alguien quiera recomendar sobre este tema). Me interesa porque representa un contrapunto a la visión más extendida sobre el expansionismo japonés, que si fuera cierto, este no tendría su origen (solo) en el deseo vanidoso de ocupar un lugar más alto entre las potencias mundiales, sino (también) estaría justificado como respuesta a la forma extremadamente abusiva de ejercer la competencia comercial por parte de los Estados Unidos, Reino Unido y Francia.

Un saludo
Espérame y yo volveré, pero espérame mucho
Espérame cuando las tristes lluvias lleguen, y cuando el calor llegue no dejes de esperar
Espérame y yo volveré para que la muerte rabie
No comprenderán jamás los que jamás han esperado, cómo tú del fuego me salvaste
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Re: Japón: estructura del poder político

Mensaje por José Luis » Vie Abr 15, 2011 10:46 am

¡Hola a todos!
Grossman escribió: He intentado verificar esta cuestión en otras fuentes pero no he hallado nada (estoy pensando en adquirir el texto de Norton que cita Akeno o algún otro que alguien quiera recomendar sobre este tema). Me interesa porque representa un contrapunto a la visión más extendida sobre el expansionismo japonés, que si fuera cierto, este no tendría su origen (solo) en el deseo vanidoso de ocupar un lugar más alto entre las potencias mundiales, sino (también) estaría justificado como respuesta a la forma extremadamente abusiva de ejercer la competencia comercial por parte de los Estados Unidos, Reino Unido y Francia.
Te recomiendo escojas de la siguiente bibliografía:

-Sadao Asada, Culture Shock and Japanese-American Relations (University of Missouri Press, 2007).
-Jon Thares Davidann, Cultural Diplomacy in U.S.-Japanese Relations, 1919-1941 (Palgrave Macmillan, 2007).
-Ian Gow, Military Intervention in Prewar Japanese Politics. Admiral Kato Kanji and the "Washington System" (Taylor & Francis e-Library, 2005).
-John Van Sant et al, Historical Dictionary of United States-Japan Relations (The Scarecrow Press, Inc., 2007).
-Roger Chickering y Stig Förster (Eds.), The Shadows of Total War. Europe, East Asia, and The United States, 1919-1939 (Cambridge University Press, 2003).
-Olive Checkland, Japan and Britain after 1859 (Taylor & Francis e-Library, 2003).
-Phillips Payson O'Brien (Ed.), The Anglo-Japanese Alliance, 1902-1922 (Taylor & Francis e-Library, 2004).
-Gerald Horne, Race War. White Supremacy and the Japanese Attack on the British Empire (New York University Press, 2004).
-Philip Towle y Nobuko Margaret Kosuge (Eds.), Britain and Japan in the Twentieth Century. One Hundred Years of Trade and Prejudice (I. B. Tauris, 2007).
-Nicholas Tarling, Britain, Southeast Asia and the Onset of the Pacific War (Cambridge University Press, 1996).
-John W. Steinberg et al, The Russo-Japanese War in Global Perspective (Koninklijke Brill NV, 2005).
-Boris Slavinsky, The Japanese-Soviet Neutrality Pact (Taylor & Francis e-Library, 2004).
-Christian W. Spang y Rolf-Harald Wippich (Eds.), Japanese-German Relations, 1895-1945. War, Diplomacy and Public Opinion (Taylor & Francis e-Library, 2006).
-Stephen S. Large, Emperor Hirohito and Showa Japan (Taylor & Francis e-Library, 2003).
-Eri Hotta, Pan-Asianism and Japan's War, 1931-1945 (Palgrave Macmillan, 2007).

Saludos cordiales
JL
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Re: Japón: estructura del poder político

Mensaje por Grossman » Vie Abr 15, 2011 12:05 pm

Muchas gracias, José Luis :-D :sgm117: :wink:
Espérame y yo volveré, pero espérame mucho
Espérame cuando las tristes lluvias lleguen, y cuando el calor llegue no dejes de esperar
Espérame y yo volveré para que la muerte rabie
No comprenderán jamás los que jamás han esperado, cómo tú del fuego me salvaste
Es que sencillamente me esperaste como nunca nadie me esperó
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