Fallschirmtruppe en Dombås 1940.
Día cinco.
El 18 de abril resultó ser un día decisivo en la batalla. Los alemanes en Lindse estaban rodeados al norte por el batallón I./IR 11 y al sur por la Compañía No. 1, del IR 5, reforzada por varias fuerzas menores que habían llegado el día anterior. La compañía del sur también tenía el cañón AA de 40 mm, colocado en la estación de tren de Dovre, como apoyo de artillería. Temprano en la mañana, los soldados noruegos se abrieron paso hacia las colinas al sur de la granja Lindse y abrieron fuego. Según Schmidt, fue entonces cuando la situación se volvió verdaderamente grave:
Un paso fuera del nido o de la casa traía la muerte. Ahora nos aferrábamos sólo a la idea de una ayuda inmediata.
Aunque las posiciones alemanas estaban bien fortificadas, sus municiones se estaban agotando y pronto era solo cuestión de tiempo antes de que la rendición se convirtiera en la única opción que quedaba. La ayuda, sin embargo, llegó esa misma mañana cuando un avión Junkers Ju 52 lanzó municiones, ropa de abrigo, víveres, material médico y la radiofrecuencia para comunicarse con el cuartel general.
Los cazadores paracaidistas pudieron comunicarse con la tripulación por radio. Schmidt: 1. compañía con 2 oficiales y 40 hombres aptos para el combate. Del Junker: aguanten camaradas en poco tiempo vendrán los panzer alemanes. Schimidt: Necesito un refuerzo muy fuerte, no tengo armas pesadas, grandes pérdidas. Del Junker: Adiós, volvemos mañana con la misma frecuencia.
Por la tarde sucedió lo que más temía Schmidt, una granada noruega cayó entre las casas de Lindse. Más tarde ese mismo día, un oficial noruego se acercó a Schmidt para pedirle que se rindiera, pero fue rechazado. Dijo en su respuesta entre otras cosas que tenía 50 civiles y 6 niños.
El cañón AA noruego de 40 mm mantuvo un bombardeo sobre Lindse durante todo el día, disparando entre 40 y 50 proyectiles en posiciones alrededor de los edificios de la granja y en dos barrancos cercanos. Por la noche, todos los alemanes habían buscado refugio en las casas de campo, ya que no podían ser bombardeadas directamente debido a que los prisioneros noruegos estaban allí.
Un paso fuera del nido o de la casa traía la muerte. Ahora nos aferrábamos sólo a la idea de una ayuda inmediata.
Aunque las posiciones alemanas estaban bien fortificadas, sus municiones se estaban agotando y pronto era solo cuestión de tiempo antes de que la rendición se convirtiera en la única opción que quedaba. La ayuda, sin embargo, llegó esa misma mañana cuando un avión Junkers Ju 52 lanzó municiones, ropa de abrigo, víveres, material médico y la radiofrecuencia para comunicarse con el cuartel general.
Los cazadores paracaidistas pudieron comunicarse con la tripulación por radio. Schmidt: 1. compañía con 2 oficiales y 40 hombres aptos para el combate. Del Junker: aguanten camaradas en poco tiempo vendrán los panzer alemanes. Schimidt: Necesito un refuerzo muy fuerte, no tengo armas pesadas, grandes pérdidas. Del Junker: Adiós, volvemos mañana con la misma frecuencia.
Por la tarde sucedió lo que más temía Schmidt, una granada noruega cayó entre las casas de Lindse. Más tarde ese mismo día, un oficial noruego se acercó a Schmidt para pedirle que se rindiera, pero fue rechazado. Dijo en su respuesta entre otras cosas que tenía 50 civiles y 6 niños.
El cañón AA noruego de 40 mm mantuvo un bombardeo sobre Lindse durante todo el día, disparando entre 40 y 50 proyectiles en posiciones alrededor de los edificios de la granja y en dos barrancos cercanos. Por la noche, todos los alemanes habían buscado refugio en las casas de campo, ya que no podían ser bombardeadas directamente debido a que los prisioneros noruegos estaban allí.
Fuentes: The German Northern Theater of Operations 1940-45.
https://www.wehrmacht-awards.com/forums ... orway-1940
http://www.citizendia.org/Battle_of_Domb%C3%A5s#Battle
http://www.nuav.net/fallschirm.html
Die Fallschirmjäger von Dombas. Herbert Schmidt
Saludos. Raúl M .