Vamos a ver: si las hambrunas de los años treinta en las que jugaron parte las medidas gubernamentales soviéticas produjeron gran cantidad de muertes, cuando menos entre los habitantes de Ucrania, Cáucaso, Volga y Kazajstán, ¿cuál era el grupo social que se quería exterminar o eliminar sistemáticamente? Desde luego, cuesta encontrar un factor de raza, etnia o nacionalidad que explique satisfactoriamente el supuesto móvil del proyecto genocida. Ciertamente en la definición que nos ofrece la RAE aún queda el factor de la política para justificar el carácter de genocidio, pero encuentro que es tan genérico que puede estirarse hasta el infinito. ¿Cuál sería el denominador político común que habría convertido a esos ucranianos, caucásicos, kazajos y pobladores del Volga en blanco del genocidio? Haciendo de abogado no se si del diablo o del ángel, se me ocurre un argumento hipotético: serían anticomunistas. Pero si ese fuera el caso, sigo encontrando una falta de coherencia en la denominación de genocidio ucraniano. Tendríamos que hablar de un genocidio particular para cada nacionalidad, lo que pienso que crearía más problemas que soluciones a la interpretación histórica, o bien concebirlo como un solo genocidio general de la oposición al régimen, pero esto implicaría que tendríamos que considerar como genocidio cualquier intento de eliminar físicamente a una oposición política, lo que tampoco da por concluido el problema.maxtor escribió:Vamos a ver. Creo haber trasladado varias veces esta definición de la RAE aquí:
- Genocidio: 1. m. Exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de etnia, de religión, de política o de nacionalidad.
Ensayando una visión desapasionada del contexto, la impresión que percibo, como mero aficionado que depende de los datos y explicaciones de terceros, es que los hechos se explican mejor, recurriendo a la socorridísima navaja de Ockham, si pensamos en una política (todo lo equivocada o cruel que se quiera, y entreverada con rivalidades y luchas de poder entre distintos sectores de los aparatos del estado ) que priorizaba los objetivos económicos, antes que en un intento premeditado de eliminar grupos étnicos o sociales. Y a riesgo de resultar aburrido, vuelvo a reivindicar el valor de las gradaciones y las matizaciones. Por dar un ejemplo de otro tipo: la campaña aérea de bombardeo estratégico del III Reich por parte de los aliados occidentales incluyó muchos actos bárbaros que implicaron la muerte inevitable y predecible de muchos civiles, pero con todo y Dresde incluido, no me parece legítimo equiparar, como hacen algunos, esos bombardeos con el genocidio de la población judía, pues los aliados no reunieron a los civiles alemanes en grandes cercados de Inglaterra, Escocia o el Medio Oeste para bombardearlos a placer.
No veo que problema hay en valorar este comentario, salvo que se demuestre que carece absolutamente de fundamento o lógica. Y reitero que la más solemne de las unanimidades de un foro político no puede alterar la realidad de un hecho histórico probado.mark escribió:Krasny escribió:
En cuanto al crédito que me merece la valía como historiadores de sus señorías del Congreso de los Diputados y otros parlamentos, diré que de los escarmentados nacen los avisados, y hemos tenido ejemplo, con ocasión de hechos mucho más cercanos y accesibles que las hambrunas soviéticas de los años treinta, como para mantener el escepticismo.
Por supuesto no voy a valorar este comentario, pero sí te voy a recordar que la proposición no de ley fue aprobada por unanimidad, y que partidos políticos de ideologías muy dispares aprobaron otras proposiciones similares en gobiernos autonómicos y en 23 países.
Quisiera hacer un pequeño recordatorio de tipo metodológico. Sea cual fuere la definición que escojamos, la honestidad intelectual exige que su validez sea universal. Por eso intentaba remarcar la debilidad argumentativa de hablar de un genocidio ucraniano que no fuera acompañado de sus equivalentes genocidios kazajos, norcaucásicos y otros. De hecho considero que el quid de la cuestión de muchas interminables disputas históricas es no partir de definiciones consensuadas, que permitan someter claramente las afirmaciones al contraste con los hechos verificados.Grossman escribió:Defender que fue genocidio porque una serie de gobiernos u organismos así lo han afirmado constituye un argumento de autoridad no desdeñable, pero ¿resiste una confrontación con los hechos conocidos y un análisis lógico de los argumentos? Para comprobarlo hay que resolver, en primer lugar, cómo definimos el término “genocidio”. La definición que da la RAE es: exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de etnia, de religión, de política o de nacionalidad.
Con esto y antes de continuar y para quien desee participar en esta discusión la cuestión de si fué un genocidio: ¿alguien pone en duda esta definición o conoce otra más apropiada o considera que debe matizarse?