¡Hola a todos!
seelow escribió:
Bueno, antes de todo creo que es mi deber decir que, a pesar de lo que ha expresado el compañero José Luis, las ideas que "defiendo" en relación a este tema son por completo mías. En lo que respecta a mi (no sé si es el caso de otros), creo no haberme dejado llevar por ningún tipo de "propaganda" ni "manipulación".
Te das por aludido sin motivo que lo justifique. Si me hubiera referido a ti al hablar de la literarura ideológica y de propaganda, entonces te habría nombrado directamente. Pero no lo hice porque, entre otras cosas, desconozco si has escrito y publicado algo en este sentido.
seelow escribió:
-Yo nunca, repito, nunca, y creo haberlo dejado claro justo en mi anterior mensaje, he defendido que el modelo económico nazi fuese igual que el de modelo sovíetico. No obstante, puede ser que se me haya interpretado mal.
En lo que a mí respecta, nada de esto te he achacado. Si me referí en una ocasión a la Unión Soviética, fue para señalar la diferencia que había sobre la propiedad de los medios de producción en este estado con respecto al estado nazi.
seelow escribió:
-Lo que yo defiendo es que el modelo económico nazi era un "hermano" del anterior, pero ni mucho menos lo mismo.
El modelo económico nazi no era "hermano" del modelo soviético, ni "primo", ni pariente lejano. ¿Cómo hay que decirlo? En el modelo económico soviético la propiedad de los medios de producción era del “estado”; en el modelo nazi, era mayoritariamente privada. La titularidad estatal de los medios de producción es una condición imprescindible, aunque no suficiente por sí misma, de la economía en el socialismo marxista.
Si el régimen nazi quisiera implantar en el estado alemán una economía socialista marxista, entonces tendría forzosamente que nacionalizar todos los medios de producción, sin excepción. Si no se comprende esto, entonces es que no se comprende el socialismo marxista. Éste representa una revolución de la clase proletariada (los desposeídos) contra la clase burguesa (los poseedores), y por tanto se basa en una lucha de clases. En esta lucha el proletariado se hace con el poder del Estado (detentado por la burguesía) y nacionaliza los medios de producción, o como diría, mejor que yo, Engels “convierte los medios de producción en propiedad del Estado". Con ello el proletariado desaparece como clase y destruye así toda diferencia y lucha de clases hasta que el propio Estado deja de tener razón de ser y desaparece. Estos últimos son los grandes objetivos del socialismo marxista, y el medio para conseguirlos es primero y ante todo la nacionalización de los medios de producción.
Anteriormente he puesto entre comillas la palabra “estado” al referirme a la titularidad de los medios de producción en la Unión Soviética. No lo hice en vano. La Unión Soviética no era un estado socialista ni tenía, como tal, una economía realmente socialista. El estado, para convertirse en estado socialista, debe representar a toda la sociedad sin excepción (momento en el que dejará de ser necesario*), pero el estado soviético sólo representaba realmente al Partido Comunista, en general, y a su aparato dirigente, en particular. La Unión Soviética no fue una dictadura del proletariado, sino una dictadura del liderazgo del Partido Comunista, y, como tal, la titularidad de los medios de producción, nominalmente estatal, pertenecía en realidad al Partido Comunista.
La única “relación de parentesco” que tenía, en este sentido, la Unión Soviética de Stalin con la Alemania de Hitler fue que en ambos países soviéticos y nazis pervirtieron el modelo de estado socialista, pues estado y partido eran una y la misma cosa, y tanto en uno como en otro los medios de producción eran de propiedad privada: en el primero eran realmente del PC, y en el segundo de sociedades privadas e individuos y, en menor grado, del NSDAP.
Si ignoramos, en este debate, estos conceptos del socialismo marxista, entonces ¿qué vamos a debatir? Si ignoramos las reglas del ajedrez, no podremos jugar al ajedrez; jugaremos a cualquier otro juego, pero no al ajedrez. Ergo, si desdeñamos o desconocemos los conceptos básicos del socialismo marxista, entonces hablaremos de cualquier otra cosa menos de socialismo marxista. A no ser, claro está, que cada uno postule el socialismo que le venga en gana, pero ya no será un debate racional, sino el caos. Y por ello he dicho y digo que “lo demás (el seguir debatiendo obviando los fundamentos del socialismo marxista) es retórica”, afirmación que a ti, estimado seelow, te podrá parecer incorrecta, pero que a mí me parece perfectamente descriptiva de lo que aquí sucede, y por ello la expresé y la mantengo.
*Engels lo resume perfectamente en su
Del socialismo utópico al socialismo cientifico:
El primer acto en que el Estado se manifiesta efectivamente como representante de toda la sociedad: la toma de posesión de los medios de producción en nombre de la sociedad, es a la par su último acto independiente como Estado. La intervención de la autoridad del Estado en las relaciones sociales se hará superflua en un campo tras otro de la vida social y cesará por sí misma. El gobierno sobre las personas es sustituido por la administración de las cosas y por la dirección de los procesos de producción. El Estado no es «abolido»; se extingue.
Saludos cordiales
JL