La Revolución alemana, 1918-1919- Sebastian Haffner

Recensiones personales de libros leídos

Moderador: David L

Responder
Avatar de Usuario
David L
Administrador
Administrador
Mensajes: 2382
Registrado: Mar Oct 11, 2005 4:23 am
Contactar:

La Revolución alemana, 1918-1919- Sebastian Haffner

Mensaje por David L » Lun Oct 01, 2012 1:33 pm

Imagen

Uploaded with ImageShack.us
La Revolución alemana, 1918-1919
Autor: Sebastián Haffner
ISBN: 9788496364172
Editorial: Inédita Editores, S.L.
Fecha de la edición: 2005
Lugar de la edición: Barcelona. España
Encuadernación: Cartoné
Medidas: 24 cm
Nº Pág.: 230
Idiomas: Español

La Revolución alemana de 1918-1919, de Sebastián Haffner, trata de situar en su justa dimensión lo que fue la sedición de la clase obrera alemana producto de la derrota en la Gran Guerra durante la primera semana de noviembre de 1918, hecho que acabó convirtiéndose en una Guerra Civil encubierta hasta mediados de 1919. Haffner nos muestra en apenas 200 páginas cómo transcurrió dicha revolución, quién y quienes la provocaron, cuál y cuáles fueron sus principales protagonistas y qué consecuencias acarreó para el futuro de la incipiente República de Weimar. Con un espíritu crítico, a veces lleno de vehemencia, Haffner se entrega en cuerpo y alma en diseccionar y repartir culpas por igual a la hora de narrar el fracaso de dicha Revolución.

Si hay un personaje que recibe todas las críticas posibles, éste no es otro que el que fuera primer Presidente de la República de Weimar, Friedrich Ebert, líder del sector más moderado del SPD( partido socialdemócrata alemán) personaje clave para entender el transcurrir posterior de la Revolución y, aunque esto escapa a este trabajo, la trayectoria de la la República de Weimar. Para Haffner la Revolución alemana fue una revolución socialdemócrata sofocada por los dirigentes socialdemócratas. Curioso parecer ¿no? Para apoyar esta teoría Haffner nos ilustra de una manera muy clara e ilustrativa cómo se sucedieron los hechos desde que el Alto Estado Mayor Alemán, con Ludendorff a la cabeza, decidió otorgar la democracia-parlamentaria y traspasar los poderes de ésta al SPD. El objetivo de Ludendorff: salvar al Ejército en su honor y traspasar al poder civil la “deshonra” a la hora de negociar una Paz inevitable.

Las masas revolucionarias , la mayoría de ellas pertenecientes a la socialdemocracia, no querían otra cosa que alcanzar la paz, derrocar a la jerarquía militar y derribar la Monarquía. En un principio, esto parecía tener su lógica visto que la socialdemocracia llevaba cincuenta años incitando a una revolución que derribase al kaiser , pero a la hora de la verdad no sucedió así. El acuerdo entre la cúpula militar y los líderes más conservadores del SPD acabaron por dejar a la revolución poco espacio para expansionarse. El orden debía prevalecer ante cualquier movimiento de corte revolucionario. Para ello, fue el mismo Ebert el cabecilla que dedicó todas sus fuerzas a intentar acaudillar dicha revolución con el objetivo de desencabezarla y “domesticarla”. Solamente los spartakistas( comunistas), pocos y mal organizados supusieron un problema para el dúo cúpula militar-socialdemocracia . La represión de la misma a cargo de los Cuerpos Francos, o Freikorps, grupos contra evolucionarios fue sangrienta, estos grupos fueron la génesis de lo que luego serían las milicias nazis. Por supuesto, los métodos utilizados serían ampliados con la llegada de los nacional socialistas al poder en 1933.

En fin, si habéis leído algo de Haffner podréis comprobar cómo un trabajo no excesivamente extenso puede despejar y aclarar numerosas dudas, además de animar a seguir en el estudio del hecho relatado. Haffner dispone de todas estas cualidades: amenidad, didáctico, espíritu crítico, y capacidad de síntesis. ¿Qué más se puede pedir?

Un saludo.

Fuente imagen: http://www.casadellibro.com/libro-la-re ... 72/1023327
Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra... elegisteis el deshonor y tendréis la guerra.

Winston Churchill a Chamberlain.

Avatar de Usuario
Antonio Machado
Miembro distinguido
Miembro distinguido
Mensajes: 5047
Registrado: Mié Ago 03, 2011 3:40 pm
Ubicación: Nueva York, E.E.U.U.

Re: La Revolución alemana, 1918-1919- Sebastian Haffner

Mensaje por Antonio Machado » Mar Oct 02, 2012 3:20 am

Hola David L., estimado amigo:

Otra de tus excelentes recensiones, muchas gracias por compartir tus interesantes lecturas.
David L escribió:La Revolución alemana de 1918-1919, de Sebastián Haffner, trata de situar en su justa dimensión lo que fue la sedición de la clase obrera alemana producto de la derrota en la Gran Guerra durante la primera semana de noviembre de 1918, hecho que acabó convirtiéndose en una Guerra Civil encubierta hasta mediados de 1919. Haffner nos muestra en apenas 200 páginas cómo transcurrió dicha revolución, quién y quienes la provocaron, cuál y cuáles fueron sus principales protagonistas y qué consecuencias acarreó para el futuro de la incipiente República de Weimar. Con un espíritu crítico, a veces lleno de vehemencia, Haffner se entrega en cuerpo y alma en diseccionar y repartir culpas por igual a la hora de narrar el fracaso de dicha Revolución.
Pregunta, David L.: se habla en esa obra ya de la "puñalada en la espalda" -tan espetada por los Nazis más adelante- como la causa de la derrota alemana en la PGM ?




David L escribió:Si hay un personaje que recibe todas las críticas posibles, éste no es otro que el que fuera primer Presidente de la República de Weimar, Friedrich Ebert, líder del sector más moderado del SPD (partido socialdemócrata alemán) personaje clave para entender el transcurrir posterior de la Revolución y, aunque esto escapa a este trabajo, la trayectoria de la la República de Weimar.
Bueno, pero es que a ese pobre le tocó la papa más caliente de todas: una Alemania derrotada, dividida, desprestigiada y con su economía en grandes problemas, ni hablar de las reparaciones impuestas por los aliados en Versailles a mediados de su mandato.

Aquí una reseña biográfica de Fiedrich Ebert tomada de Wikipedia:

http://es.wikipedia.org/wiki/Friedrich_Ebert

En ese artículo se menciona que la derecha alemana lo culparía a él por haber aceptado las cláusulas del Tratado de Versailles, pero recordemos que lo que Alemania hizo en Versailles fue prácticamente aceptar todo lo que decidieron los aliados sin siquiera poder negociar las condiciones del Tratado. Se dice que en 1924 llegó a ser acusado de alta traición ante los tribunales.

Conoce alguien alguna biografía completa de Fiedrich Ebert ?




David L escribió:Para Haffner la Revolución alemana fue una revolución socialdemócrata sofocada por los dirigentes socialdemócratas. Curioso parecer ¿no? Para apoyar esta teoría Haffner nos ilustra de una manera muy clara e ilustrativa cómo se sucedieron los hechos desde que el Alto Estado Mayor Alemán, con Ludendorff a la cabeza, decidió otorgar la democracia-parlamentaria y traspasar los poderes de ésta al SPD. El objetivo de Ludendorff: salvar al Ejército en su honor y traspasar al poder civil la “deshonra” a la hora de negociar una Paz inevitable.
Muy curioso parecer, ciertamente; una interpretación "sui generis" de lo ocurrido. Esta sola perspectiva -"per se"- me motiva a leer la obra para conocer más al respecto.




David L escribió:Las masas revolucionarias , la mayoría de ellas pertenecientes a la socialdemocracia, no querían otra cosa que alcanzar la paz, derrocar a la jerarquía militar y derribar la Monarquía. En un principio, esto parecía tener su lógica visto que la socialdemocracia llevaba cincuenta años incitando a una revolución que derribase al Kaiser, pero a la hora de la verdad no sucedió así. El acuerdo entre la cúpula militar y los líderes más conservadores del SPD acabaron por dejar a la revolución poco espacio para expansionarse. El orden debía prevalecer ante cualquier movimiento de corte revolucionario. Para ello, fue el mismo Ebert el cabecilla que dedicó todas sus fuerzas a intentar acaudillar dicha revolución con el objetivo de desencabezarla y “domesticarla”. Solamente los spartakistas (comunistas), pocos y mal organizados supusieron un problema para el dúo cúpula militar-socialdemocracia. La represión de la misma a cargo de los Cuerpos Francos, o Freikorps, grupos contra evolucionarios fue sangrienta, estos grupos fueron la génesis de lo que luego serían las milicias nazis. Por supuesto, los métodos utilizados serían ampliados con la llegada de los nacional socialistas al poder en 1933.
David L.: y Haffner habla en este libro sobre el fin de los principales dirigentes comunistas luego de esa época tan vertiginosa ? qué habrá sido de ellos ? supongo que los más jóvenes vivieron lo suficiente para ser encarcelados o ejecutados por los Nazis...




David L escribió:En fin, si habéis leído algo de Haffner podréis comprobar cómo un trabajo no excesivamente extenso puede despejar y aclarar numerosas dudas, además de animar a seguir en el estudio del hecho relatado. Haffner dispone de todas estas cualidades: amenidad, didáctico, espíritu crítico, y capacidad de síntesis. ¿Qué más se puede pedir?
Nada más se puede pedir, querido amigo: ésos son los ingredientes para un buen libro...

Motivado por esta interesante reseña, he buscado más información sobre este escritor Sebastián Haffner, encontré esta nota al final de la cual se mencionan siete de sus libros traducidos al Castellano, creo que valdrá la pena leerlos:

http://es.wikipedia.org/wiki/Sebastian_Haffner

En ese artículo se menciona también otra de sus obras que promete mucho "De Bismarck a Hitler", entiendo que no ha sido traducida al Castellano, veré si está traducida al Inglés.

Gracias de nuevo, estimado amigo !

Saludos cordiales desde Nueva York,

Antonio Machado.
Con el Holocausto Nazi en contra de la Raza Judía la inhumanidad sobrepasó a la humanidad.

Avatar de Usuario
David L
Administrador
Administrador
Mensajes: 2382
Registrado: Mar Oct 11, 2005 4:23 am
Contactar:

Re: La Revolución alemana, 1918-1919- Sebastian Haffner

Mensaje por David L » Mar Oct 02, 2012 7:39 pm

Hola Antonio,

Intentaré lo mejor posible responder a tus dudas:

1) Sobre la famosa leyenda de “la puñalada por la espalda” Haffner se explaya muy detenidamente en desenmascarar esta maldita fábula. El gran artífice de este mito fue Ludendorff, él y Hindenburg sabían perfectamente que no disponían de medios militares para hacer frente a la Entente y astutamente decidieron otorgar la democracia-parlamentaria a los socialistas, un regalo envenenado, ya que esto suponía que el poder civil negociara una paz salvando el honor de los militares. Ten en cuenta que los germanos todavía disponían de tropas en territorio de los Aliados y, en cierta manera, resultaba increíble solicitar la paz cuando dispones de efectivos militares en territorio enemigo. A Ludendorff le salió la jugada redonda.

2) ¿Has visto que diferencia entre el trato otorgado por Haffner a Ebert y el que muestra Horst Möller en la obra que reseñé sobre la República de Weimar? Para el primero fue un “traidor” a la clase obrera y para el segundo fue determinante para el buen hacer de la República

.

3) Sobre los principales dirigentes comunistas, Rosa Luxemburg, Karl Liebknecht y Kurt Eisner, Sebastian Haffner hace un detallado relato de su trágico final y de las consecuencias que para el devenir de Alemania supusieron estos terribles asesinatos.

Un saludo.
Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra... elegisteis el deshonor y tendréis la guerra.

Winston Churchill a Chamberlain.

Avatar de Usuario
Antonio Machado
Miembro distinguido
Miembro distinguido
Mensajes: 5047
Registrado: Mié Ago 03, 2011 3:40 pm
Ubicación: Nueva York, E.E.U.U.

Re: La Revolución alemana, 1918-1919- Sebastian Haffner

Mensaje por Antonio Machado » Mié Oct 03, 2012 12:26 am

David L escribió:Hola Antonio,

Intentaré lo mejor posible responder a tus dudas:

1) Sobre la famosa leyenda de “la puñalada por la espalda” Haffner se explaya muy detenidamente en desenmascarar esta maldita fábula. El gran artífice de este mito fue Ludendorff, él y Hindenburg sabían perfectamente que no disponían de medios militares para hacer frente a la Entente y astutamente decidieron otorgar la democracia-parlamentaria a los socialistas, un regalo envenenado, ya que esto suponía que el poder civil negociara una paz salvando el honor de los militares. Ten en cuenta que los germanos todavía disponían de tropas en territorio de los Aliados y, en cierta manera, resultaba increíble solicitar la paz cuando dispones de efectivos militares en territorio enemigo. A Ludendorff le salió la jugada redonda.

2) ¿Has visto que diferencia entre el trato otorgado por Haffner a Ebert y el que muestra Horst Möller en la obra que reseñé sobre la República de Weimar? Para el primero fue un “traidor” a la clase obrera y para el segundo fue determinante para el buen hacer de la República

3) Sobre los principales dirigentes comunistas, Rosa Luxemburg, Karl Liebknecht y Kurt Eisner, Sebastian Haffner hace un detallado relato de su trágico final y de las consecuencias que para el devenir de Alemania supusieron estos terribles asesinatos.

Un saludo.
Gracias, David L., muy interesantes tus tres comentarios. Ese libro es de lectura obligada, muchas gracias por compartir tus descubrimientos bibliográficos con todos nosotros.

Saludos cordiales desde Nueva York,

Antonio Machado.
Con el Holocausto Nazi en contra de la Raza Judía la inhumanidad sobrepasó a la humanidad.

Avatar de Usuario
José Luis
Administrador
Administrador
Mensajes: 9912
Registrado: Sab Jun 11, 2005 3:06 am
Ubicación: España

Re: La Revolución alemana, 1918-1919- Sebastian Haffner

Mensaje por José Luis » Mié Oct 03, 2012 9:02 am

¡Hola a todos!
David L escribió:
Ludendorff, él y Hindenburg sabían perfectamente que no disponían de medios militares para hacer frente a la Entente y astutamente decidieron otorgar la democracia-parlamentaria a los socialistas, un regalo envenenado, ya que esto suponía que el poder civil negociara una paz salvando el honor de los militares.
Eso no fue exactamente así. Ludendorff no otorgó una "democracia parlamentaria", sino que decidió establecer un "gobierno parlamentario". Esto sucedió el 28-29 de septiembre de 1918 en la famosa conferencia del Gran Cuartel General en Spa (Bélgica). donde el Alto Mando (OHL), esto es Ludendorff, declaró ante los representantes del régimen imperial el estado de colapso del ejército alemán y la necesidad imperiosa de solicitar el armisticio al presidente americano, Wilson. Para reforzar esa petición de armisticio, se decidió establecer un gobierno parlamentario (cosa que se hizo mediante decreto de 30 de septiembre), que tuvo como canciller al príncipe Max von Baden (3 de octubre de 1918), gobierno cuya formación contó con la aprobación de la mayoría parlamentaria del Reichstag. Como indicó Eberhard Kolb (The Weimar Repulic), fuente de esta información, esto supuso un paso decisivo (que no el primero) para la transición de una monarquía constitucional a una parlamentaria.

Ahora bien, los líderes de los grupos parlamentarios no fueron informados por el OHL de la desesperada situación del ejército hasta el 2 de octubre, precisamente cuando estaban llevando a cabo las negociaciones para la formación de un nuevo gobierno mayoritario. Max von Baden quiso, en vano, conseguir demorar unos días la petición del armisticio, pero Ludendorff le exigió que se enviara la nota del armisticio a Wilson inmediatamente: "El Ejército no puede esperar 48 horas". Así que al atardecer del 3 de octubre el gobierno alemán solicitó el armisticio a Wilson en base a sus Catorce Puntos.

Ludendorff consiguió trasnferir la responsabilidad del liderazgo militar por la derrota de la guerra (e incluso de su obsinación de continuarla cuando ya estaba perdida) al parlamento y al nuevo gobierno, y luego se dio a la fuga. Pero Alemania continuaba siendo una monarquía hasta que estalló la revolución el 9 de noviembre, Max von Baden anunció la abdicación del kaiser y pasó la cancillería a Ebert, y Scheidemann proclamó la república.

Saludos cordiales
JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)

Avatar de Usuario
Paco Pepe
Miembro
Miembro
Mensajes: 70
Registrado: Mar Ago 16, 2011 11:44 am
Ubicación: Asturias. España

Re: La Revolución alemana, 1918-1919- Sebastian Haffner

Mensaje por Paco Pepe » Sab Oct 06, 2012 12:27 am

Hola, un saludo.
Me gustaría, con vuestro permiso, hacer un pequeño resumen de la cuenta que en su libro hace Haffner de estos acontecimientos y al mismo tiempo recomendar la lectura del libro, que como bien dice el compañero David L, sin ser demasiado extenso resulta bastante didáctico y esclarecedor.
El 29 de Septiembre de 1918
Haffner considera esta como una de las fechas más importantes de la historia alemana, ya que supuso simultáneamente la capitulación y la reforma del Estado gracias al empeño de un solo hombre: Erich Ludendorff. Este día Ludendorff exigió una petición de armisticio en 24 horas, argumentando explícitamente que no era capaz de evitar una catástrofe en el frente occidental durante un período más largo de tiempo. Una vez que fue consciente de lo inevitable de la derrota su objetivo fue solamente uno: salvar al Ejército, su existencia y su honor.
En la mañana del día 29 Ludendorff y el Secretario de Estado de AA.EE. Paul von Hintze dieron los últimos retoques a su plan, que consistía en entregar el poder a la mayoría parlamentaria (que había abogado por una paz acordada) para que fuera el nuevo gobierno así surgido el que solicitara el armisticio. A cambio se concedería la reforma de la Constitución y la transición a una forma parlamentaria de gobierno. Su plan fue aceptado por el ministro de AA.EE, el Canciller y el Kaiser.
Octubre de 1918
El Príncipe Max von Baden fue nombrado nuevo Canciller Imperial el 1 de octubre y emprendió durante un par de días una lucha encarnizada contra la petición de armisticio, secundado por Scheidemann (Portavoz del SPD en el Reichstag para política exterior) y el grupo parlamentario del SPD, que intuía el caramelo envenenado que se les ofrecía.
El propio Kaiser y Friedrich Ebert fueron los que acabaron con la resistencia de Max von Baden y el grupo parlamentario socialdemócrata forzando el nombramiento del reticente Scheidemann como Secretario de Estado en el gobierno del Príncipe Max.
El 3 de Octubre el Kaiser abandonó Berlín a hurtadillas y se dirigió al Gran Cuartel General en Spa (Bélgica), con la idea de nombrar al General Wilhelm Groener nuevo Jefe del EMG.
El 26 de Octubre Ludendorff fue cesado por el Emperador. Max von Baden había puesto al Kaiser en la tesitura de decidir entre él y el General. Una orden del día emitida por Ludendorff el 24 de Octubre y un viaje a Berlín del propio Ludendorff y de Hindenburg contra la voluntad expresa del Canciller terminaron de precipitar los acontecimientos. Fue durante estos días y ante la presión de Wilson para aceptar el armisticio debido a sus "dudas" ante el proceso de democratización que se vivía en Alemania, que comenzó a considerarse cada vez con más fuerza la cuestión de la abdicación del Kaiser y la cuestión de la revolución.
La revolución
Considera Haffner que lo que desencadenó el amotinamiento de los marineros de Wilhelmshaven fue otro motín: el motín de los jefes de la Flota contra el gobierno y su política (La decisión de hacer zarpar a toda la Flota de Alta Mar se tomó a espaldas del nuevo gobierno y se mantuvo en sumo secreto.)
Al atardecer del 4 de Noviembre Kiel estaba en manos de cuarenta mil marineros y soldados insurrectos. Esa misma tarde llegaron a Kiel procedentes de Berlín dos enviados del atemorizado gobierno, el diputado del SPD Gustav Noske y el Secretario de Estado Conrad Haussmann que fueron recibidos con júbilo y alivio, siendo Noske elegido "gobernador" inmediatamente, lo que demuestra, según Haffner, que los rebeldes no se levantaron contra el Gobierno sino a favor de él.
En los días siguientes los marineros extendieron rápidamente la revolución por toda Alemania, secundados por soldados y trabajadores y sin encontrar prácticamente resistencia
La revolución no tuvo, excepto en Munich, ni dirigentes, ni organización alguna, ni Estado Mayor, ni plan de operaciones. Se llevo a cabo gracias al movimiento espontáneo de las masas, los trabajadores y los soldados. En opinión de Haffner, residía aquí su mayor debilidad.
En los tres centros de poder que todavía poseía el Reich en ese momento, el Kaiser y el Alto Mando del Ejército con Hindenburg y Groener a la cabeza, el Gobierno del Príncipe Max von Baden y la dirección del SPD bajo Ebert había una preocupación compartida: sofocar la revolución y lograr un armisticio lo más pronto posible.
El 9 de Noviembre
Groener comunicó al Kaiser ese día que el Ejército no estaba dispuesto a luchar por defender la monarquía. El Jefe del Departamento de Operaciones, Coronel Heye, se había entrevistado con 39 comandantes preguntándoles si sus unidades estaban dispuestas a luchar contra la revolución y a favor del Kaiser.
A las 12 el Canciller Príncipe Max von Baden anunció a través de la agencia de noticias oficial la abdicación del Kaiser (a sabiendas de que la noticia era falsa, pues el Kaiser aún no había tomado decisión alguna), la propuesta de Ebert como nuevo Canciller y la intención de convocar elecciones para formar una Asamblea Constituyente. Poco después de las 12, Ebert se presentó en la Cancillería y exigió en traspaso del Gobierno para él y su partido. Así se hizo, pese a que el proceso era totalmente contrario a la Constitución, ya que ningún Canciller podía nombrar a su sucesor. Todos los Secretarios de Estado mantuvieron sus cargos, la única diferencia estaba en que ahora el Canciller se llamaba Ebert en lugar de von Baden.
A la hora de la comida y ante una multitud congregada ante el Reichstag, Scheidemann proclamó la República alemana. (Haffner describe esta escena como el resultado improvisado del afán de protagonismo del orador populista que era Scheidemann).
Aproximadamente a la misma hora el Kaiser comunicaba su abdicación como Emperador (pero no como Rey de Prusia), aunque esta abdicación a medias nunca entró en vigor. La verdadera abdicación del Kaiser se produjo tres semanas después desde Holanda.
El verdadero golpe de gracia lo dio el Kaiser con su exilio, que fue anunciado a los miembros del Alto Mando a las cinco de la tarde aproximadamente, sin que esté claro todavía de quien surgió la idea, pues en ese momento la seguridad personal del Kaiser no estaba comprometida. Wilhelm II partió hacia su exilio holandés al día siguiente a las cinco de la madrugada.
Fuente: Sebastián Haffner. La Revolución alemana, 1918-1919. Inédita 2005

Un saludo
Imagen
En los más ilustres y gloriosos capitanes y emperadores del mundo, el estudio y la guerra han conservado la vecindad, y la arte militar se ha confederado con la lección. No ha desdeñado en tales ánimos la espada a la pluma. Docto símbolo de esta verdad es la saeta: con la pluma vuela el hierro que ha de herir.
Francisco de Quevedo (1580-1645) Escritor español.

Avatar de Usuario
David L
Administrador
Administrador
Mensajes: 2382
Registrado: Mar Oct 11, 2005 4:23 am
Contactar:

Re: La Revolución alemana, 1918-1919- Sebastian Haffner

Mensaje por David L » Sab Oct 06, 2012 1:21 am

Gracias pacopepe por tan clarificador resumen. Veo que has leído la obra de Haffner, creo que coincides conmigo en la gran capacidad de síntesis de este autor. Sin duda es una obra que abre camino para indagar más sobre estos hechos. Hay un libro en francés, desconozco si existe versión en español, sobre la revolución espartaquista que tiene muy buena pinta:

Les spartakistes: 1918 l'Allemagne en revolution , de Gilbert Badía.

No sé si alguien conoce la obra y puede comentar algo sobre ella.

Un saludo.
Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra... elegisteis el deshonor y tendréis la guerra.

Winston Churchill a Chamberlain.

Avatar de Usuario
Antonio Machado
Miembro distinguido
Miembro distinguido
Mensajes: 5047
Registrado: Mié Ago 03, 2011 3:40 pm
Ubicación: Nueva York, E.E.U.U.

Re: La Revolución alemana, 1918-1919- Sebastian Haffner

Mensaje por Antonio Machado » Sab Oct 06, 2012 1:54 am

David L escribió:Gracias pacopepe por tan clarificador resumen. Veo que has leído la obra de Haffner, creo que coincides conmigo en la gran capacidad de síntesis de este autor.
Me uno al agradecimiento de David L a nuestro estimado PacoPepe, a mí también me han gustado mucho sus notas y comentarios. Ahora: leyendo el resumen de PacoPepe han surgido en mí nuevas preguntas pero creo que la solución será leer la obra, para no cansarlos con más preguntas al detalle, cuyas respuestas aparecen en la obra.




David L escribió:Sin duda es una obra que abre camino para indagar más sobre estos hechos.
Eso es característico de un buen libro: plantear preguntas, motivar al lector a averiguar "in profundis" una diversidad de temas y subtemas tratados en él. Una buena bibliografía, por ejemplo, insta a leer varias obras relacionadas directa o indirectamnte con el tema de la obra.

Un ejemplo: el libro que David L. y PacoPepe amablemente han reseñado se enfoca específicamente en los años 1918-1919, pero en los años próximo-siguientes se suscitaron muchos eventos interesantísimos, recordemos la etapa de organización y expansión del Partido Nacional Socialista Alemán (Nazi), recordemos el pustch de Hitler en 1923, recordemos la invasión francesa a la región del Ruhr en Enero de 1923, etc.; cada uno de esos temas es digno de ser estudiado "in extenso" para mejorar nuestra comprensión de las causas y evolución de la SGM.

En otras palabras: la marca de un buen libro es abrir muchas ventanas a nuestros intelectos, en un efecto multiplicador; ésas nuevas obras a su vez invitan a leer más sobre otros temas y así sucesivamente "ad infinitum" como las ramas de un árbol.

Saludos cordiales desde Nueva York,

Antonio Machado.
Última edición por Antonio Machado el Lun Oct 22, 2012 12:22 am, editado 1 vez en total.
Con el Holocausto Nazi en contra de la Raza Judía la inhumanidad sobrepasó a la humanidad.

Avatar de Usuario
Weiss
Miembro
Miembro
Mensajes: 279
Registrado: Mar May 06, 2008 11:56 pm
Ubicación: España

Re: La Revolución alemana, 1918-1919- Sebastian Haffner

Mensaje por Weiss » Sab Oct 20, 2012 11:21 am

David L escribió:Gracias pacopepe por tan clarificador resumen. Veo que has leído la obra de Haffner, creo que coincides conmigo en la gran capacidad de síntesis de este autor. Sin duda es una obra que abre camino para indagar más sobre estos hechos. Hay un libro en francés, desconozco si existe versión en español, sobre la revolución espartaquista que tiene muy buena pinta:

Les spartakistes: 1918 l'Allemagne en revolution , de Gilbert Badía.

No sé si alguien conoce la obra y puede comentar algo sobre ella.

Un saludo.

Hola.

Dicha obra si está traducida al español, concretamente es una traducción del año 71 de la editorial Mateu. Viene en un formado de dos libros :

1 El ensayo en sí ( unas 350 pag )
2 Anexo documental ( unas 160 pag )

Lo compré en iberlibro hace un par de meses y aún no le hincado el diente, pero si quieres puedo poner el índice.

Saludos !!
Imagen

Avatar de Usuario
David L
Administrador
Administrador
Mensajes: 2382
Registrado: Mar Oct 11, 2005 4:23 am
Contactar:

Re: La Revolución alemana, 1918-1919- Sebastian Haffner

Mensaje por David L » Dom Oct 21, 2012 11:32 pm

Gracias Weiss por el apunte. Conozco el índice, lo pude ver en la edición francesa de este libro. :sgm120:

Un saludo.
Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra... elegisteis el deshonor y tendréis la guerra.

Winston Churchill a Chamberlain.

Avatar de Usuario
Eckart
Miembro fundador
Miembro fundador
Mensajes: 4624
Registrado: Sab Jun 11, 2005 9:07 pm
Ubicación: Valencia (España)
Contactar:

Re: La Revolución alemana, 1918-1919- Sebastian Haffner

Mensaje por Eckart » Dom Dic 02, 2012 9:16 pm

¡Hola a todos!

Me hice recientemente con este libro y, una vez leído, he de decir que lo he terminado realmente contrariado, así que voy a hacer una crítica un tanto puntillosa. Aunque me ha gustado el ritmo y el hilo narrativo, así como la presentación de datos que hace Haffner, lo cual conforma un relato aparentemente sólido y claro de los sucesos de 1918-1919 pese a su brevedad y su carácter divulgativo, he ido encontrándome de manera recurrente algo que me ha desagradado bastante: una excesiva pasión del autor a la hora de hacer juicios y valoraciones personales, así como constantes faltas de rigor histórico en detalles secundarios pero que pueden mover a confusión, la mayoría de las veces por un excesivo celo en enfatizar las maldades de los que él considera que actuaron mal o eran, realmente, mala gente. Haffner no se sitúa en esta obra como un narrador ponderado y objetivo (en la medida de lo posible, pues como dejó escrito Unamuno, la objetividad es algo por definición no humano), e incluso peca de aprovechar su conocimiento del desarrollo de la historia inmediatamente posterior a la revolución para hacer ejercicios de retrospectiva claros y fatales. Y digo esto porque -cito como un ejemplo- el autor se empeña en llamar nazis o grupos de nazis a gentes del año 1918, cuando el partido nazi no existía. Bien es cierto que muchos de esos tipos a los que se refiere serían más tarde miembros del NSDAP, pero de ninguna manera pueden mostrarse como sujetos de una organización y, sobre todo, de una idea que todavía no existe. Esos señores (A. G. von Arco auf Valley, por ejemplo) fueron más tarde nazis, con las connotaciones que ello implica y que hoy conocemos bien, pero en 1918 todavía no podían ser en toda su extensión lo que aun no se había desarrollado. Por otra parte, nos da demasiadas muestras de desprecio hacia ciertas clases o grupos sociales de la sociedad alemana del periodo tratado. Por ejemplo, constantemente y muchas veces con connotaciones despectivas, emplea la etiqueta "burgués" para referirse a personas, partidos políticos y actitudes. En exceso para mi gusto. Por matizar un poco más, puedo decir que ha llegado a molestarme que ciertas siglas de partidos políticos casi desaparezcan de la narración para convertirse en "el partido burgués" o "los partidos burgueses", algo que no redunda en favor de la exactitud y la claridad y que nos obliga a conjeturar. Por otra parte, muestra un ardor casi pasional al hablar de las bondades de la revolución y los revolucionarios, cayendo una vez más en la excesiva pasión, del mismo modo que su ardor pasional le traiciona al criticar de manera repetitiva, hasta la saciedad, al SPD. En definitiva: que a medida que avanzaba páginas, ese excesivo celo y falta de distancia emocional frente a los hechos ha llegado a hacérseme pesada. No obstante, y cuando me inclinaba a pensar que tal vez estaba yo siendo demasiado severo al juzgar la postura de Haffner, mis impresiones se ha visto confirmadas por el propio autor al llegar al nuevo epílogo de la obra, escrito para la 2ª edición de 1979: el propio escritor reconoce con toda sinceridad, leído el texto años después, que pecó de falta de serenidad a la hora de escribirlo. Y eso está bien, aunque tal vez debiera de haber aparecido al principio del libro, a modo de prólogo, para advertirnos, y no al final, cuando uno llega a ese punto con cierto mal sabor de boca, incluso habiendo dudado en algunos momentos de la veracidad de lo narrado, no teniendo claro si algunos pasajes eran históricos o, de algún modo y seguramente sin intención, propagandísticos.

¿Y por qué tal actitud? Considero que Haffner se vio totalmente influido por una impotencia y una rabia magníficas dado el destino de su país y Europa tras 1933. Haffner escribe este libro en 1968, cuando el muro de Berlín ya existe y Europa Central es sólo la sombra ruinosa de lo que fue. Tengo para mí que tal desconsuelo ante la realidad es lo que le lleva a desahogarse sin reparos, y a exaltar a un grupo de hombres que, de haber triunfado, él piensa que hubieran evitado a Alemania y Europa sufrir a Hitler. Del mismo modo, carga las tintas hasta la saciedad y con rabia no contenida contra aquellos que con sus artes políticas facilitaron ya en 1918, según parece pensar Haffner, la posterior destrucción hitleriana. Con todo ello, concluyo diciendo que, pese a todo, es un buen libro. Lo volvería a leer.

Un saludo.
«El conocimiento es mejor que la ignorancia; la historia es mejor que el mito».
Ian Kershaw

Avatar de Usuario
José Luis
Administrador
Administrador
Mensajes: 9912
Registrado: Sab Jun 11, 2005 3:06 am
Ubicación: España

Re: La Revolución alemana, 1918-1919- Sebastian Haffner

Mensaje por José Luis » Lun Dic 03, 2012 9:53 am

¡Hola a todos!

Estimado Eckart,

Haffner fue una víctima del nazismo que, al escribir sus ensayos y memorias, tomó un partido claro contra lo que, en su opinión, fueron los errores que condujeron a Alemania al nazismo y los culpables de esos errores. No escribió, pues, desde la perspectiva "objetiva" en que se posiciona normalmente un historiador, sino desde la perspectiva subjetiva de un observador que vivió parte de la historia alemana (como en el caso de Historia de un alemán), o desde la retrospectiva subjetiva de un hombre maduro que era un niño cuando tuvo lugar la revolución de 1918-1919, cual es el del libro que reseñáis.

En mi opinión, la genialidad de este autor -que recordemos no era un licenciado en Historia ni un historiador profesional, sino licendiado en Derecho y funcionario de la administración de justicia alemana hasta que decidió emigrar a Inglaterra en 1938, para luego emprender ahí una nueva profesión como periodista- está en su extraordinaria lucidez para analizar con un estilo ágil y vehemente, pero sutil e irónico, los aspectos para él más inquietantes e importantes de la vida política y social alemana del periodo de entreguerras. Siendo un hombre de mentalidad política conservadora, un burgués como él mismo reconoció, carga contra los partidos conservadores alemanes por sus actitudes sistemáticamente reaccionarias que erosionaron los ya frágiles cimientos de la República de Weimar y permitieron, cegados, la llegada de los nazis al poder. Carga igualmente contra los dirigentes socialdemócratas alemanes, a quienes también calificó de burgueses, porque no supieron encauzar y llevar a buen fin la revolución alemana de noviembre de 1918, permitiendo, al pactar con el liderazgo militar, una contrarrevolución que dejó prácticamente intactos los resortes del poder en las mismas manos de quienes lo venían ejerciendo desde siempre. Y por tal motivo, Haffner -y muchos otros autores más, por no hablar de los auténticos líderes revolucionarios alemanes- vieron en la actitud de los dirigentes del SPD en el otoño de 1918 e invierno de 1918-1919 una traición a los ideales revolucionarios, por confusos que éstos fueran.

Para saber qué pensaba Haffner realmente de la sociedad alemana durante casi todos esos años de entreguerras, es preferible leer su Historia de un alemán, pues a diferencia de lo que ocurrió con su La Revolución Alemana, 1918-1919, la primera, que son unas memorias de los años 1914-1933, fue escrita muy probablemente en 1939, aunque permaneciese sin publicar hasta después de la muerte de su autor. Creo recordar que tú has leído este libro, Eckart, por lo que no debiera extrañarte el adjetivo "burgués" que utiliza Haffner para calificar, con acierto a mi juicio, a los dirigentes políticos alemanes de esos años de la revolución, que teórica y nominalmente no eran precisamente conservadores, sino socialdemócratas. Permitidme que copie un pasaje de su Historia de un alemán:

[Es sabido que la Revolución de 1918 no fue una operación premeditada ni planeada con antelación. Fue un subproducto del colapso militar. El pueblo -¡de verdad, el pueblo!, no hubo prácticamente ningún líder- se sintió engañado por sus dirigentes militares y políticos y los ahuyentó. Los ahuyentó, ni siquiera los expulsó, pues ya ante el primer indicio de amenaza y espanto todos, empezando por el káiser, desaparecieron sin hacer el más mínimo ruido ni dejar el menor rastro, más o menos como, más adelante, entre 1932 y 1933, lo harían los dirigentes de la República. Los políticos alemanes, empezando por los de derechas hasta llegar a los de izquierdas, tienen muy mal perder.

El poder estaba en la calle. Entre quienes lo tomaron había en realidad muy pocos revolucionarios auténticos y, considerándolo restrospectivamente, ni siquiera éstos tenían una idea demasiado clara de cuáles eran sus verdaderas pretensiones ni de cómo ponerlas en práctica (en definitiva no fue sólo la mala suerte, sino también una muestra de falta de talento lo que hizo que se los cargaran a casi todos en el plazo del medio año posterior a la revolución).

La mayor parte de los nuevos gobernantes eran aburguesados confusos, viejos que llevaban tiempo apoltronados en la costumbre de ejercer una oposición leal, en extremo angustiados ante el poder que había caído en sus manos inesperadamente y, presas del miedo, preocupados por quitárselo de encima cuanto antes de la mejor forma posible.

Finalmente entre ellos había cierto número de saboteadores decididos a "pescar" la revolución, es decir, a traicionarla. Noske, un personaje terrible, fue el más conocido de todos.

A partir de entonces comenzó un espectáculo consistente en que los auténticos revolucionarios dieron unos cuantos golpes chapuceros y mal organizados, y los saboteadores decidieron poner la contrarrevolución encima de la mesa en forma de los llamados "Freicorps", los cuales, más adelante, disfrazados de tropas gubernamentales, acabarían sangrientamente con la revolución en el plazo de algunos meses.

Por más que uno se esforzara, no había nada que resultara fascinante en todo aquel espectáculo. Como chicos burgueses a quienes ante todo los acababan de despojar sin suavidad alguna de un estado de embriaguez patriótica y bélica de cuatro años de duración, es obvio que nosotros sólo podíamos estar "en contra" de los revolucionarios rojos: en contra de Liebknecht, de Rosa Luxermburg y de su "Liga espartaquista", de la que sólo sabíamos vagamente que "nos lo quitaría todo", que con toda probabilidad mataría a nuestros padres en cuanto éstos hubiesen alcanzado una posición acomodada y que, en cualquier caso, impondrían unas terribles condiciones de vida "rusas". Por lo tanto, nosotros estábamos sencillamente "a favor" de Ebert, Noske y sus Freicorps. Sin embargo, desgraciadamente, tampoco era posible entusiasmarse por estos personajes. El espectáculo que ofrecían era de una repugnancia tal que resultaba obvia. El olor a traición que llevaban adherido era demasiado penetrante: llegaba hasta la nariz de los niños de diez años. (Quisiera insistir una vez más en que, desde el punto de vista histórico, la reacción política de un niño merece especial atención: lo que "sabe cualquier crío" suele ser casi siempre la última y más innegable quintaesencia de un proceso político.) Algo olía mal en el hecho de que los Freicorps, marciales y despiadados -a quienes tal vez no habría desagradado ver regresar a Hindenburg y al káiser- luchasen con tanto empeño a favor del "Gobierno", es decir, a favor de Ebert y Noske, que a ojos vistas eran traidores a su propia causa y, por cierto, se mostraban como tales
.] (pp. 37-38).

Saludos cordiales
JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)

Avatar de Usuario
Eckart
Miembro fundador
Miembro fundador
Mensajes: 4624
Registrado: Sab Jun 11, 2005 9:07 pm
Ubicación: Valencia (España)
Contactar:

Re: La Revolución alemana, 1918-1919- Sebastian Haffner

Mensaje por Eckart » Lun Dic 03, 2012 5:01 pm

Estimado José Luis:

Comprendo perfectamente tus observaciones, y las comparto en lo referente a la posición personal de Haffner y a sus particularidades como observador, conozco mínimamente su figura y no se me escapa esa información. No obstante, no puedo evitar seguir con ese pequeño mal sabor de boca por los motivos que expuse, motivos que desde luego no encontré en Historia de un alemán, un libro que me pareció magnífico. Como dije, el propio Haffner hace una serie de observaciones sobre el texto original en el epílogo de la edición de 1979 -creo que es un dato no despreciable- en las que reconoce su falta de serenidad a la hora de escribir el libro y donde afirma que hoy (por 1979) lo hubiera escrito de otra manera.

Un saludo.
«El conocimiento es mejor que la ignorancia; la historia es mejor que el mito».
Ian Kershaw

Responder

Volver a “Reseñas”

TEST