Bonjour,
El nº 18 de mayo – junio de 2012 de la revista Histoires de la derniere guerre se hace eco de un artículo de Xavier Tracol periodista y licenciado en historia contemporánea y autor de varios artículos sobre la II GM titulado “La operación Salaam, la verdadera historia del paciente inglés" y que por su curiosidad quiero presentarla en el foro.
Comienzo con la traducción.
En la primavera de 1942, el frente norteafricano está estabilizado en la línea Gazala, pero la Panzer-Armee “Afrika” de Rommel se apresta a retomar la ofensiva en dirección al canal de Suez. En previsión de esta inminente marcha hacia adelante a través del desierto, el Abwehr, el servicio de información de la Wehrmacht, decide envíar dos agentes a El Cairo. Su misión: recabar el máximo de información sobre las fuerzas de la Commonwealth, espiando el tráfico sobre el canal y los movimientos del 8º ejército.
Infiltrar dos agentes detrás de las líneas enemigas cuando les separan 600 kilómetros de desierto les separan de su destino, no es cosa fácil, aún más cuando el lanzamiento en paracaídas está descartado: discreción obliga. Así pues, es en automóvil el el que la pareja debe hacer el viaje hacia Egipto, pero la depresión de Qattara constituye un obstáculo infranqueable para los vehículos a motor: su arena tan fina como la harina es fatal para los medios mecánicos. El destacamento de “Brandenburgers”, los comandos del Abwehr, esta encargado de infiltrar a dos agentes Johannes Eppler, nombre en clave “Moritz” ( nació en 1914 en Alejandría, de padre libanés y madre alemana, vuelta a casarse con un juez egipcio que llegó a ser ministro de Justicia. Educado con el nombre de Hussein Gafaar, este antiguo vendedor de algodón en El Cairo es políglota) y Hans Gerd Sandstede, nombre en clave “Max” (era el operador de radio de la misión, de 29 años, habla perfectamente inglés ya que trabajó para la Texas Oil Company, en África antes de la guerra). Deben atravesar el desierto de Libia, después de haber reunido los vehículos necesarios para la operación, seis vehículos Ford británicos, para mantener la mayor discreción una vez pasada la frontera egipcia, y se enfrentan a priori con un problema insuperable.
Un explorador muy particular
El jefe de la expedición alemana, el capitán Hans von Steffens, decide pues llamar a un explorador de renombre, eminente especialista en el desierto, el conde (un título que el portador solamente ostentaba fuera de país, lo que plantea la cuestión de su autenticidad) Laszlo Ede Almasy de Zsadany y Törökszentmiklos. Tenía 47 años este ciudadano húngaro, piloto de aviación del “Doble monarquía” durante la I GM, tiene un expediente de un verdadero aventurero: piloto de carreras para la firma austriaca de coches Steyr en 1921, ganó numerosas competiciones antes de apasionarse por África. Después de varias exploraciones a cuenta de los camiones Steyr, surcó el desierto en 1932, con tres británicos, el desierto libio a la búsqueda del oasis mítico de Zerzura, descubriendo en esta ocasión la “gruta de los nadadores” con sus pinturas rupestres del neolítico.
El conde Almasy
Fuente: http://lazarus.elte.hu/hun/dolgozo/torok/almasyen.htm
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Gran conocedor del Sahara, era apodado “Ab Ramla”, padre de las arenas, por los beduinos. Almasy multiplicó las expediciones arqueológicas en el desierto con el etnólogo alemán Leo Frobenius. De regreso a Budapest en 1939, fue reclutado por el Abwehr, que lo presentó a Rommel con el grado de capitán de la Luftwaffe. Es en Libia donde mantiene relaciones con un soldado de la Panzer-Armee “Afrika” llamado Hans Entholt. A pesar de estas costumbres muy poco adecuadas a los preceptos nacional-socialistas, por otra parte mantenidas en secreto, Almasy es el hombre requerido para esta situación: su conocimiento del Sahara y su experiencia deben permitir a los “Branderburgers” llevar a cabo con éxito su misión, bautizada operación “Salaam”.
Seguiré en otro momento.
Fuente: Traducción y adaptación personales del artículo de Xavier Tracol publicado en el nº 18 de mayo – junio de 2012 de la revista Histoires de la derniere guerre , titulado “La operación Salaam, la verdadera historia del paciente inglés" .
À bientôt
El nº 18 de mayo – junio de 2012 de la revista Histoires de la derniere guerre se hace eco de un artículo de Xavier Tracol periodista y licenciado en historia contemporánea y autor de varios artículos sobre la II GM titulado “La operación Salaam, la verdadera historia del paciente inglés" y que por su curiosidad quiero presentarla en el foro.
Comienzo con la traducción.
En la primavera de 1942, el frente norteafricano está estabilizado en la línea Gazala, pero la Panzer-Armee “Afrika” de Rommel se apresta a retomar la ofensiva en dirección al canal de Suez. En previsión de esta inminente marcha hacia adelante a través del desierto, el Abwehr, el servicio de información de la Wehrmacht, decide envíar dos agentes a El Cairo. Su misión: recabar el máximo de información sobre las fuerzas de la Commonwealth, espiando el tráfico sobre el canal y los movimientos del 8º ejército.
Infiltrar dos agentes detrás de las líneas enemigas cuando les separan 600 kilómetros de desierto les separan de su destino, no es cosa fácil, aún más cuando el lanzamiento en paracaídas está descartado: discreción obliga. Así pues, es en automóvil el el que la pareja debe hacer el viaje hacia Egipto, pero la depresión de Qattara constituye un obstáculo infranqueable para los vehículos a motor: su arena tan fina como la harina es fatal para los medios mecánicos. El destacamento de “Brandenburgers”, los comandos del Abwehr, esta encargado de infiltrar a dos agentes Johannes Eppler, nombre en clave “Moritz” ( nació en 1914 en Alejandría, de padre libanés y madre alemana, vuelta a casarse con un juez egipcio que llegó a ser ministro de Justicia. Educado con el nombre de Hussein Gafaar, este antiguo vendedor de algodón en El Cairo es políglota) y Hans Gerd Sandstede, nombre en clave “Max” (era el operador de radio de la misión, de 29 años, habla perfectamente inglés ya que trabajó para la Texas Oil Company, en África antes de la guerra). Deben atravesar el desierto de Libia, después de haber reunido los vehículos necesarios para la operación, seis vehículos Ford británicos, para mantener la mayor discreción una vez pasada la frontera egipcia, y se enfrentan a priori con un problema insuperable.
Un explorador muy particular
El jefe de la expedición alemana, el capitán Hans von Steffens, decide pues llamar a un explorador de renombre, eminente especialista en el desierto, el conde (un título que el portador solamente ostentaba fuera de país, lo que plantea la cuestión de su autenticidad) Laszlo Ede Almasy de Zsadany y Törökszentmiklos. Tenía 47 años este ciudadano húngaro, piloto de aviación del “Doble monarquía” durante la I GM, tiene un expediente de un verdadero aventurero: piloto de carreras para la firma austriaca de coches Steyr en 1921, ganó numerosas competiciones antes de apasionarse por África. Después de varias exploraciones a cuenta de los camiones Steyr, surcó el desierto en 1932, con tres británicos, el desierto libio a la búsqueda del oasis mítico de Zerzura, descubriendo en esta ocasión la “gruta de los nadadores” con sus pinturas rupestres del neolítico.
El conde Almasy
Fuente: http://lazarus.elte.hu/hun/dolgozo/torok/almasyen.htm
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Gran conocedor del Sahara, era apodado “Ab Ramla”, padre de las arenas, por los beduinos. Almasy multiplicó las expediciones arqueológicas en el desierto con el etnólogo alemán Leo Frobenius. De regreso a Budapest en 1939, fue reclutado por el Abwehr, que lo presentó a Rommel con el grado de capitán de la Luftwaffe. Es en Libia donde mantiene relaciones con un soldado de la Panzer-Armee “Afrika” llamado Hans Entholt. A pesar de estas costumbres muy poco adecuadas a los preceptos nacional-socialistas, por otra parte mantenidas en secreto, Almasy es el hombre requerido para esta situación: su conocimiento del Sahara y su experiencia deben permitir a los “Branderburgers” llevar a cabo con éxito su misión, bautizada operación “Salaam”.
Seguiré en otro momento.
Fuente: Traducción y adaptación personales del artículo de Xavier Tracol publicado en el nº 18 de mayo – junio de 2012 de la revista Histoires de la derniere guerre , titulado “La operación Salaam, la verdadera historia del paciente inglés" .
À bientôt