Completamente de acuerdo con los puntos expuestos. No obstante querría hacer un par de comentarios sobre los mismos:
La subestimación alemana se produjo de dos maneras como bien apuntas: por un lado la subestimación del número de efectivos que tenía el Ejército Rojo movilizados al principio de la campaña y sobre todo por la capacidad de generación de efectivos y levas que mostró la URSS durante toda la guerra y en especial en el primer período de la misma. La segunda forma de subestimar el potencial militar soviético fue en lo cualitativo y ahí posiblemente los alemanes no estuvieran tan errados en parte tras observar la Guerra de Invierno contra Finlandia. En general el desempeño táctico soviético fue de lo más pobre contra las curtidas unidades alemanas. Lo que me llama la atención es que los alemanes pensaban que la Unión Soviética tenía a grosso modo unos 10.000 carros y aún así pensaban que podrían vencerla con un número de carros tres veces inferior. La realidad es que la Unión Soviética tenía el doble o sea una superioridad numérica de 6 a 1 como he apuntado en un post anterior. Y sin embargo a pesar de la disparidad de fuerzas casi llegaron a Moscú y casi se merendaron el estado soviético. Si vemos las cifras de carros, aviones y por supuesto hombres perdidos la correlación de pérdidas estuvo alrededor de 7 a 1 y sin embargo la URSS logró resistir. Sólo las pérdidas de aviones fueron de 21.200 aviones soviéticos frente a unos 2.100 alemanes completamente destruídos y unos 1.300 fuertemente averiados entre junio y diciembre de 1941. (1) Las pérdidas de carros fueron similares y algo parecido podemos decir de las bajas humanas.mark escribió:1. Subestimación de la realidad del potencial militar soviético por parte alemana antes y durante la campaña en la URSS.
Los alemanes comenzaron Barbarroja creyendo que la URSS disponía de un número de divisiones sensiblemente inferior al real, que su armamento y su tropa era cualitativamente inferior al alemán, y que esta supuesta inferioridad cualitativa sería suficiente para vencerles por encima de la posible desventaja cuantitativa. La subestimación del potencial enemigo tuvo consecuencias especialmente desastrosas en batallas que han sido consideradas clave, como la de Stalingrado, sin ir más lejos.
Y si los alemanes no tenían apenas idea cabal de las fuerzas que tenían enfrente, ni tan siquiera sospechaban de la capacidad de generación de fuerzas soviéticas y su casi inagotable potencial de reemplazo. Cuesta creer que un ejército como el soviético que pierde en el curso de seis meses casi 4,4 millones de hombres cuenta con casi más efectivos que cuando comienza la campaña.(2) Y eso frente al ejército alemán que tan sólo pierde unos 0,75 millones de hombres pero cuya capacidad de reemplazo fue notoriamente inferior.
El segundo comentario es que si bien es cierto que Hitler se lo jugó al todo o nada, la jugada al corto plazo podría haber funcionado. Me explicaré para que se pueda entender; el hecho de crear una guerra en dos frentes era una apuesta arriesgadísima y según el propio Hitler lo que había condenado a largo plazo a la derrota al Kaiser en la I Guerra Mundial. Obviamente infringió su propio juicio y se lo jugó a una guerra en varios frentes y contra unas potencias mucho más poderosas materialmente que el III Reich. Sin embargo y ese es mi comentario, en el corto plazo Gran Bretaña no jugaba un papel demasiado relevante pues se encontraba rearmandose, defendiendo el Mediterráneo ante una amenaza bastante seria de derrota y de perder parte del Oriente Medio. La amenaza de desembarco en fuerza en el continente europeo era un quimera dada la debilidad de las fuerzas terrestres británicas. Si exceptuamos algunos efectivos aéreos, la práctica totalidad de las divisiones móviles alemanas se encontraban en el Este y las divisiones de infantería que custodiaban Francia, los Países Bajos y Noruega no hubieran sido de utilidad a menos que los preparativos logísticos alemanes hubieran podido suministrarlas para la tremenda campaña móvil que se avecinaba. Excepto algunos convoyes con suministros de poca monta, la ayuda británica a la Unión Soviética fue más simbólica que otra cosa durante el verano y otoño de 1941. Dicho de otra forma, los soviéticos ganaron o por lo menos no perdieron Barbarroja con total independencia de la ayuda inglesa. Otra cuestión es como esa ayuda con el potencial inagotable industrial norteamericano empezó a concretarse en unos volúmenes importantes a partir del verano de 1942 pero en cualquier caso la campaña inicial alemana ya había fracasado y con ella la perspectiva de poder constituir un estado continental dotado de recursos virtualmente inatacable.mark escribió: 3. Guerra en dos frentes y contra varias potencias.
Es conocido que Hitler intentó por todos los medios evitar una guerra en dos frentes. El hecho de que no fuera capaz de vencer a Gran Bretaña en el verano-otoño de 1940 y de creer que esta potencia estaba virtualmente fuera de la guerra hizo que una parte de sus divisiones y su fuerza aérea no pudiera implicarse en la campaña oriental. Evidentemente con la entrada en guerra de EEUU en diciembre de 1941 y en el transcurso de la misma, esta división de sus fuerzas y de sus recursos se hizo mayor y más decisiva en la derrota. Al mismo tiempo, las capacidades productivas de todas las potencias eran muy superiores a las de Alemania y la anteriormente citada incapacidad de derrotar a Gran Bretaña antes de iniciar Barbarroja posibilitó el bombardeo estratégico.
En otras palabras la apuesta estratégica para hacerse con el control del continente europeo no representaba un riesgo en el corto plazo tal como Hitler pensaba. Otra cuestión era el fracaso irremisible que constituía para todo el proyecto hitleriano caso que no tuviera éxito la apuesta por conquistar la Rusia europea. A partir del fracaso de la guerra relámpago contra la Unión Soviética la correlación de fuerzas contra el III Reich era demasiado grande para permitir la victoria, con mucha suerte se podía intentar llegar a una especie de tablas y sólo en el caso que Hitler lograra movilizar al menos en parte a los territorios ocupados en su proyecto imperial.
Fuentes:
(*) Christer Bergström: Barbarossa: The Air Battle: July-December 1941 (pág. 116-118) Ian Allan Publishing 2007.
(2) David M. Glantz & Jonathan House: When Titans clashed: How the Red Army stopped Hitler (pág. 292) University Press of Kansas 1995.
Finalmente una pequeña apostilla al último post de Jose Luis... y espero no abusar de la paciencia de nuestros lectores...
En su resúmen sobre el libro de Roger R. Reese de porqué el soldado soviético luchó y sobre la efectividad militar soviética, Jose Luis apunta que la moral y motivación variaron grandemente durante la guerra, según las circunstancias y según los grupos nacionales y sociales. A eso me refería yo cuando comentaba que en las fechas en las que divisiones enteras se rendían a los alemanes se producían episodios de resistencia furiosa y desesperada como la fortaleza de Brest. Incluso en fechas más tardías tenemos la resistencia desesperada de Sebastopol en 1942 junto a la rendición de grandes contingentes en la Península de Kerch o el derrumbe del Frente Occidental soviético en octubre de 1941. Por ello es peligroso generalizar pues los soviéticos dieron ejemplo de una tenacidad, capacidad de sufrimiento inhumano y sin embargo en determinadas circunstancias también fueron presa del pánico o derrumbe en la moral o voluntad de lucha.