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LA DESTRUCCION DE LOS JUDIOS EUROPEOS
de HILBERG, RAUL
AKAL
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788446018094
Nº Edición:1ª
Año de edición:2005
Plaza edición: MADRID
Páginas: 1456
Transcurrido casi un mes desde que me aventuré en la lectura de esta apasionante e inmensa obra de Raul Hilberg sobre el Holocausto Judío, por fin he podido leer sus últimas páginas. Han sido muchas horas de estudio minucioso y detallado de este gran desastre que supuso la muerte de 6 millones de personas bajo el régimen del Tercer Reich. El libro en cuestión, dispone nada más y nada menos que de 1455 páginas, repartidas en doce capítulos, tres apéndices y las consiguientes referencias bibliográficas junto a su índice onomástico.
El recientemente fallecido historiador Raúl Hilberg( 1926-2007), fue profesor emérito de Ciencias Políticas de la Universidad de Vermont y es seguramente uno de los más valiosos especialistas en el estudio del Holocausto Judío, sus obras siguen siendo un referente en cualquier nueva publicación que sale al mercado entre las nuevas generaciones de historiadores dedicados a este espinoso tema.
Esta edición titulada “La Destrucción de los Judíos Europeos” vio la luz por primera vez en el año 1961, siendo posteriormente ampliada y actualizada a lo largo de las siguientes décadas. En concreto, ésta que dispongo yo es una edición publicada en España en el 2005 y revisada en el 2002.
Entrando ya en lo que podemos encontrar en esta magna obra lo primero que me gustaría resaltar es la gran capacidad del profesor Hilberg para abarcar hasta el más ínfimo detalle en todo lo relacionado con el Holocausto, no hay nada que se escape al análisis minucioso del Sr. Hilberg, nada se deja al azar. Las preguntas que todos los interesados en el Holocausto nos hacemos cada vez que leemos algo relacionado con el tema intentan ser respondidas y explicadas con rigor por el autor: ¿cómo sucedió?, ¿cómo se organizó?, y ¿cómo llegó a poder desarrollarse con tanta eficacia? Son algunas de las cuestiones que el autor intenta acercar al lector.
Para Hilberg, no hay duda de que todo comenzó desde que se empezó a legislar sobre la cuestión Judía, a marcar y conseguir diferenciar legalmente al Judío del ario, este es el primer paso que condujo en la dirección de la Solución Final al resto de protagonistas del genocidio. Con la ley en la mano todo adquiría cierto desahogo moral para implicar a la sociedad alemana en el proceso destructivo. Conforme la política se radicaliza la ley a su vez hace lo mismo y si a eso añadimos el estallido de la guerra, y el amplio abanico de posibilidades fácticas y físicas para poder desarrollar dicha política destructiva, podemos encontrar respuesta al por qué de tanta eficacia en la eliminación de los Judíos.
La burocracia alemana trabajó para la Solución Final, ese y no otro fue el éxito de los nazis a la hora de alcanzar cotas maximalistas en la destrucción de los Judíos europeos. Es tan importante para Hilberg este hecho, que lo demuestra con el ejemplo de los Consejos Judíos, organismos que contribuyeron eficazmente dentro de la mencionada burocracia alemana a la hora de aportar su granito de arena en la muerte de millones de sus congéneres de religión. Los propio Judíos habían sido introducidos en la rueda burocrática alemana consiguiendo colaborar de una manera “legal” en la destrucción de sus propios compañeros de suerte. Sin la implicación de este colectivo los alemanes no habrían podido llevar con tanta eficacia muchas de las redadas y sus consiguientes transportes hacia la muerte.
Otro hecho que me gustaría destacar de esta obra es que para el profesor Hilberg, aunque se desarrollara con matices e influenciado por las circunstancias del momento y del lugar, la Solución Final comenzó a planificarse paso a paso desde la llegada de los nazis al poder en 1933, sino de una manera unitaria, y sí siguiendo unos parámetros “legales” que tenían como objetivo final la mencionada eliminación del “problema Judío”. En definitiva, se trabajó siempre en una dirección que debía llevarnos al mencionado Holocausto, aunque no existiera una planificación global propiamente dicha. Nada fue producto del azar, las circunstancias marcaron la forma y el ritmo de la destrucción, pero siempre se tuvo como objetivo la llamada Solución Final.
Rigor, minuciosidad, son las claves de este grandioso estudio sobre la destrucción de los Judíos europeos.
