Mensaje
por José Luis » Mié Feb 18, 2009 5:26 pm
¡Hola a todos!
En la página 78 y siguientes de la citada obra de Richard J. Evans se explica y desvela un ejemplo de la distorsión/manipulación/invención en el tratamiento de una fuente utilizada por Irving para su intento de exculpar a Hitler del asesinato masivo de judíos.
Evans escribe que en la introducción del Hitler's War y para mostrar que Hitler no fue responsable de los asesinatos masivos de alemanes judíos deportados al Este, Irving hizo uso de entradas en el registro telefónico conservado por Himmler. La referencia a la entrada de 30 de noviembre de 1941 aparece repetidamente en la obra de Irving, y constituye un nexo fundamental en su cadena de documentos que, supuestamente, exculpan a Hitler de estar involucrado en el exterminio de los judíos. En Hitler's War (1977), Irving escribió que Himmler “fue llamado a la Guarida del Lobo para una conferencia secreta con Hitler, en la que se planteó claramente el destino de los judíos de Berlín. A la 1:30 p.m. Himmler fue obligado a telefonear a Heydrich desde el búnker de Hitler la orden explícita de que los judíos no debían ser liquidados”.
Evans cuenta que tuvo a su disposición el registro telefónico, en una edición académica, mientras trabajaba en su informe para el tribunal de justicia británico. Y también tuvo a su disposición la agenda de Himmler, que fue otro de los documentos descubiertos en el antiguo Archivo Especial de la KGB en Moscú tras la caída del comunismo. Irving había consultado algunos años antes el manuscrito original del registro telefónico, aunque no fue hasta finales de los 90 que tuvo acceso a la agenda. ¿Qué decía realmente la entrada del registro telefónico de 30 de noviembre de 1941?
El registro telefónico mostraba que Himmler tuvo una conversación telefónica con Heydrich en Praga el 30 de noviembre de 1941 a la 1:30 p.m., resumida en el registro telefónico como sigue:
Verhaftung Dr. Jekelius (Arresto del Dr. Jekelius)
Angebl. Sohn Molotow (Supuesto hijo de Molotow)
Judentransport aus Berlin (Transporte-judío desde Berlín)
keine Liquidierung (no liquidar)
Irving declaró en la introducción de su Hitler's War que esto era “prueba incontrovertible” de que “Hitler ordenó el 30 de noviembre de 1941 que iba a haber 'ninguna liquidación' de los judíos (sin mucha dificultad, encontré en los expedientes privados de Himmler su propia nota manuscrita sobre esto)”. Más tarde en el texto, Irving se refirió varias veces a la “orden de Noviembre de 1941 [de Hitler] prohibiendo la liquidación de los judíos”.
Pero Evans nos dice que de la lectura de la entrada en el registro telefónico de Himmler resultaba perfectamente claro para él, como para cualquier otra persona que la leyera, que el tema de la conversación el 30 de noviembre de 1941 entre Himmler y Heydrich concernía a un transporte de judíos de Berlín. Y que le resultó fácil verificar si tal transporte había existido, pues la SS en el Este había conservado registros y sus actividades también habían sido tema de los procedimientos legales de posguerra. Al examinar esas fuentes, Evans descubrió que un tren cargado de judíos había salido de Berlín el 27 de noviembre de 1941, llegando a Riga en la noche del 29-30 de noviembre, justo antes de que tuviera lugar una masacre de judíos locales por el jefe de policía de la SS en la región, Friedrich Jeckeln, que sacó a los judíos berlineses del tren el 30 de noviembre y los ametralló en las fosas con el resto.
Estaba claro, pues, que el registro telefónico no contenía ninguna orden general de nadie para detener la matanza de judíos, y que la conversación telefónica entre Himmler y Heydrich se refería claramente a un solo tren cargado de judíos, que sólo pudo haber sido el tren de Berlín a Riga. Por otra parte, no había absolutamente ninguna prueba en el registro telefónico de que Himmler hubiera sido llamado al búnker de Hitler o tuviera en absoluto cualquier conversación o encuentro con Hitler antes de hablar con Heydrich por teléfono. De lo anotado en el registro telefónico no se podía saber quién había llamado a quien, y al menos cabía la posibilidad que Heydrich llamara a Himmler, y no al revés, reportando sobre la situación en el Báltico y pidiendo instrucciones. Igualmente, era dudoso si Hitler y Himmler se encontraron ese día antes de que Himmler hiciera la llamada telefónica a Heydrich diciéndole que no matara a los judíos del tren de Berlín a Riga. En palabras textuales de Evans, la “orden” de Hitler fue un producto de la imaginación de Irving.
Evans cuenta además que esa manipulación del registro telefónico ya había sido señalada por Broszat y Trevor-Roper en sus reseñas de la edición de 1977 del libro de Irving. Esos dos autores y el especialista en Hitler, Eberhard Jaeckel, también señalaron, que si Hitler hubiera intervenido personalmente para detener la matanza de un solo tren cargado de judíos de Berlín a su llegada a Riga, entonces tal acción podía sugerir que Hitler estaba haciendo una excepción aquí, y que por tanto sabía que había una política general de asesinarlos a su llegada.
Evans escribe que posteriormente Irving afirmó que sólo después de que hubiera sido publicado su libro Hitler's War (edición de 1977), sólo entonces unos colegas le proporcionaron la documentación de la que se deducía claramente que la referencia en la nota telefónica de Himmler-Heydrich de 30 de noviembre de 1941 se ceñía a un concreto tren cargado de judíos que había partido de Berlín hacia Riga. Y Evans se pregunta: ¿Cuál era esta documentación fresca a la que Irving hacía referencia? Y responde: La prueba de que la llamada telefónica se refería a un solo transporte de judíos de Berlín estaba inequívocamente presente en el documento mismo. Cuando Irving publicó en 1996 Goebbels; Mastermind of the 'Third Reich', y en la edición de 1991 de su Hitler's War, todo lo que escribió en Goebbels fue que los judíos de Berlín que llegaron a Riga el 30 de noviembre fueron asesinados “a pesar de que Hitler.....estaba dando instrucciones a Himmler para que esos judíos berlineses no fuesen liquidados”.
Cuando más tarde, tras la caída de la URSS, salió a la luz nueva documentación de los archivos de la KGB, Irving realizó más cambios en su posición con respecto al registro telefónico de Himmler. En su sitio web de Focal Point, Irving afirmó el 17 de mayo de 1998 que había recibido un documento del archivo de Moscú que detallaba las notas de Himmler para el 30 de noviembre de 1941. Reprodujo ese documento en su web, con una traducción. Como se desprende de ese documento, Himmler se encontró con Hitler a las 2:30 p.m., es decir, después de que hiciera la famosa llamada a Heydrich, y no antes. Mostraba también que Himmler sólo llegó al cuartel general de Hitler media hora después de su conversación telefónica con Heydrich, y que esa media hora la había pasado “trabajando”. Así que era muy improbable la posibilidad de que Himmler hubiese visto a Hitler durante esa media hora para recibir una orden de cambio de política con respecto a los judíos del tren de Berlín-Riga. El resumen que se hace en la web de Focal Point dice: “Esto sugiere que la teoría original del Sr. Irving de que Himmler discutió el asunto con Hitler antes de telefonear a Heydrich es errónea”. A lo que dice Evans: “Por supuesto, Irving nunca presentó esto como una teoría, sino como 'prueba incontrovertible' de que Hitler ordenó “que iba a haber 'ninguna liquidación' de judíos”.
Así que ahora Irving, cuenta Evans, se retractaba de su afirmación de que Hitler había ordenado detener todas las liquidaciones de judíos el 30 de noviembre de 1941. También se veía obligado a admitir que la conversación telefónica entre Himmler y Heydrich sólo podía hacer referencia a un único tren cargado de judíos de Berlín. Y también tuvo que cancelar su afirmación de que Hitler había obligado a Himmler a realizar una llamada telefónica. Es decir, no quedaba nada en absoluto de sus afirmaciones originales que tan rotundamente había escrito su Hitler's War, afirmaciones que repitió en posteriores ocasiones de distinta forma, afirmando que la orden se refería a los judíos de cualquier lugar y que dicha orden procedía de Hitler.
Y a pesar de que Irving admitió que la información recibida el 17 de mayo de 1998 sugería que estaba equivocado al afirmar que Hitler había ordenado a Himmler llamar a Heydrich el 30 de noviembre de 1941, todavía continuó apoyando sus primeras afirmaciones en algunas de sus publicaciones posteriores. Así, el 30 de agosto de 1998 puso otro documento en su sitio web en el que expresaba que el 30 de noviembre de 1941 Hitler había “de forma demostrable....ordenado” que los judíos de Berlín en el transporte a Riga no debían ser asesinados.
Y éste es sólo un ejemplo de los muchos que Evans examina en su libro. Naturalmente, como ya dije, la razón, aunque se demuestre empíricamente, tiene muy pocas posibilidades de imponerse a la fe ciega.
Saludos cordiales
José Luis
"Dioses, no me juzguéis como un dios
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a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)