La decisión de Hitler de invadir Rusia

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La decisión de Hitler de invadir Rusia

Mensaje por José Luis » Vie Nov 30, 2018 8:04 pm

En 2008, cuando mi amigo Eckart me comunicó que estaba planeando una entrevista a Ian Kershaw para el foro, aproveché para decirle que pidiera la opinión del profesor en relación con la decisión de Hitler de atacar a la Unión Soviética. Cuando, finalmente, el 19 de junio de 2008 publicó la entrevista en el foro ( viewtopic.php?f=21&t=7857 ), mi solicitud se vio materializada con la pregunta que sigue, y su respuesta:
Eckart escribió: Cuando se analiza el periodo (verano-otoño de 1940) en el cual Hitler decide atacar a la Unión Soviética, la historiografía en su mayor parte (y Kershaw en su Hitler 1936-1945) tiende a buscar los motivos de esa decisión crucial en los presupuestos ideológicos de Hitler y en un objetivo político concreto: acabar con la última esperanza de Gran Bretaña en su guerra con Alemania. Sin embargo se incide muy poco sobre la amenaza que Hitler veía en la participación de Estados unidos en la guerra. En este sentido, como apunta el profesor Tooze en The Wages of Destruction, Hitler creía que sólo podía afrontar una guerra contra Estados Unidos (y Gran Bretaña) si se apoderaba de los enormes recursos de la Unión Soviética. La otra alternativa que tenía, en mi opinión, era convertir la alianza táctica que tenía con la URSS en una alianza estratégica dirigida contra EE.UU. y G.B. ¿Cuál es su opinión al respecto?

La primera. Hitler no tenía interés en una alianza a largo plazo con la Unión Soviética. No apoyó la idea de Ribbentrop de un pacto euro-asiático. Más bien, vio lo inevitable de un choque con la Unión Soviética en el plazo de un año o dos. Un impulso ideológico clave seguía siendo –la posición que había adoptado en los años 20- la necesidad de destruir el “Bolchevismo Judío” en la Unión Soviética y, al mismo tiempo, adquirir el “espacio vital” necesario para asegurar el futuro de Alemania. Este imperativo ideológico no menguó, pero en 1940 el componente crucial era estratégico-militar: derrotar a la Unión Soviética en una guerra rápida, forzando así a Gran Bretaña a la mesa de negociaciones y terminando la guerra Europea en general, y, al mismo tiempo, convencer a los EE.UU. para que se abstuviera de intervenir en Europa y para que se quedara en sus propios dominios. Los recursos de las conquistas europeas, y de la Unión Soviética en particular, harían entonces a Alemania incontestable y, en algún punto futuro, capaz de contemplar la dominación del mundo mediante la victoria en una contienda con los EE.UU. Pero este no era una perspectiva inmediata. Hasta el otoño de 1941, Hitler no contempló ocuparse en el futuro inmediato en una guerra contra un oponente para el que no tenía medios de derrotar. Eso surgió por las rápidamente cambiantes circunstancias de la guerra tras el fracaso de la Blitzkrieg en Rusia, la creciente beligerancia de los EE.UU. en el Atlántico y luego la entrada de Japón en la guerra.
La respuesta de Kershaw sigue la tónica general que ha adoptado la mayoría de expertos en el tema, esto es situar la motivación ideológica detrás de la decisión final de Hitler de atacar a la Unión Soviética, aunque Kershaw reconoce que “en 1940, el componente crucial era estratégico-militar”. En otras palabras, Hitler decidió atacar a la Unión Soviética para derrotarla en una campaña relámpago y así obligar a Gran Bretaña a sentarse en una mesa de negociaciones para la paz, neutralizando a la vez cualquier intención de Estados Unidos de entrar en la guerra apoyando a los británicos. El componente ideológico (destruir el bolchevismo judío) parece que tuvo un papel secundario.

En mi opinión, el factor ideológico sólo empezó a jugar un papel importante después, y no antes, de que Hitler decidiera irrevocablemente atacar a la Unión Soviética al firmar la Directiva Nº. 21 de Barbarroja el 18 de diciembre de 1940. Aunque es un tema complejo donde es difícil decir la última palabra, a mi juicio el factor ideológico fue del todo marginal en esta decisión de Hitler. El propio Hitler declaró, tras la capitulación de Francia, el 25 de junio de 1940 (negrita mía):

Der Krieg im Westen ist beendet. Frankreich ist besiegt, mit England werde ich in kürzester Frist zu einer Verständigung kommen. Dann bleibt nur noch die Auseinan-dersetzung mit dem Osten. Das ist aber eine Aufgabe, die weltweite Probleme wie das Verhältnis zu Japan und die Machtverteilung im Stillen Ozean aufwirft. Sie kann man vielleicht in zehn Jahren in Angriff nehmen, vielleicht muß ich sie auch meinem Nachfolger überlassen. Jetzt haben wir auf Jahre hinaus alle Hände voll zu tun, das in Europa Erreichte zu verdauen und zu konsolidieren.(1).

Que viene a significar:

La guerra en el Oeste ha terminado. Francia está derrotada, y alcanzaré un acuerdo con Inglaterra en el menor tiempo posible. Entonces todo lo que queda es la confrontación con el Este. Pero esta es una tarea que plantea problemas globales como la relación con Japón y la distribución del poder en el Océano Pacífico. Tal vez pueda abordarla en diez años, tal vez deba dejarla en manos de mi sucesor. Ahora, durante años, tenemos en nuestras manos un completo proceso de digestión y consolidación de lo que hemos logrado en Europa.

Hitler realizó esta declaración el 25 de junio de 1940, el mismo día en que se hicieron públicos los términos del armisticio que se había firmado tres días antes, el 22 de junio, en el Bosque de Compiègne entre Alemania y Francia. A tenor de su contenido, parece evidente que toda la declaración descansaba en la convicción de Hitler de llegar rápidamente a un entendimiento con Gran Bretaña. Una convicción ciertamente extraña, pues pocos días antes, el 18 de junio, Churchill había proclamado en la Cámara de los Comunes de forma desafiante su decisión irrevocable de continuar la guerra, acabando con esa frase que se hizo famosa: “This was their finest hour” (2).

La declaración de 25 de junio arriba citada no fue una perorata ni un objetivo insincero de Hitler, pues venía acreditada por la decisión tomada por Hitler dos días antes de reducir y reestructurar el ejército de tierra. En efecto, el ejército de paz debía acabar con una fuerza de unas 70 divisiones (de las entonces 155 existentes), incluyendo 30 panzer y motorizadas. Como solución intermedia, mientras continuase la guerra, se decidió reducir el ejército a 120 divisiones (incluidas 30 panzer y motorizadas). Este programa de reducción intermedia y final obedecía al criterio del Estado Mayor General del Ejército de 15 de junio de 1940, según el cual “con el inminente colapso final del enemigo se ha descargado la tarea del ejército y dentro del territorio enemigo seremos capaces de llegar a cabo sin ser molestados esta reestructuración como la base de nuestra organización de tiempo de paz”. El principal esfuerzo de la guerra contra Gran Bretaña correría a cargo de la Luftwaffe y de la Kriegsmarine, cuyos requerimientos de personal y material, incluyendo armamento, tenían ahora prioridad. (3)

El 16 de julio de 1940, Hitler firmó la Directiva Nº. 16, que detallaba las operaciones para una posible invasión de Inglaterra que, de ser necesaria, se llevaría a cabo (4). Tres días después, el 19 de julio, Hitler lanzó su larguísimo discurso en el Reichstag donde, cerca del final, proclamó su famosa propuesta de paz a los británicos al declarar: “En este momento, de pie ante mi conciencia, me siento obligado a dirigir otra apelación a la razón en Inglaterra. Creo que puedo hacer esto pues no estoy pidiendo algo como vencido, sino más bien como vencedor. Y estoy hablando en nombre de la razón. No veo ninguna razón convincente que pueda forzar la continuación de la guerra” (5). La respuesta británica a esta “oferta de paz” llegó inmediatamente, apenas una hora después, a través de la BBC, con un rechazo categórico a dicha propuesta, a la que siguió dos días después la respuesta formal del gobierno británico a través de Lord Halifax, quien declaró:

We will see this fight through, even if it takes everything we have. Nobody entertains any doubts that, if Hitler should succeed, this would signal the end of all that makes life worth living. (6).

Hitler quedó deprimido. Un día antes de esa declaración radiada de Halifax, Hitler se había reunido con sus generales, y aquí, por primera vez, ordenó llevar a cabo “preparaciones mentales” (según recoge Halder en su diario de guerra) para un posible ataque contra la Unión Soviética. Días después, el 29 de julio, Hitler expresó claramente a Jodl su determinación de atacar a la Unión Soviética, y dos días más tarde, el 31 de julio, comunicó en el Berghof sus reflexiones a sus líderes militares, resolviendo que “Debe ponerse un fin a Rusia en el curso de esta confrontación. Primavera de 1941. Lo más pronto que derrotemos a Rusia, mejor. La operación sólo tiene sentido si destruimos este estado de un golpe...”(7).

Como escribió, de forma magistral, Gabriel Gorodetsky (negrita mía):

Hitler's decision to attack Russia is indeed enigmatic. It is hardly possible to detect a direct line leading from his pledge in Mein Kampf to 'terminate the endless German drive to the south and west of Europe, and direct our gaze towards the lands in the east' to the actual decision to embark on Operation 'Barbarossa'. The commonly held view bypasses the difficulty by claiming that Hitler had consistently aimed at the destruction of Moscow 'as the headquarters of the ''Judaeo-Bolshevist world conspiracy'''. The fact that the crusade against Bolshevism and the extermination of the Jews revolutionized the course of the war in 1941 is not sufficient in itself to prove steadfast adherence to a blueprint. The ideological convictions found open expression only once the decision on 'Barbarossa' had been taken, and to a large extent diverted Hitler from a more rational strategic policy which had characterized his military leadership so far. Perhaps the only explanation lies with those who highlight the symbiosis in Hitler's war policy between calculation and dogma, strategy and ideology, foreign policy and racial policy. (8).

Traduzco:

La decisión de Hitler de atacar a Rusia es realmente enigmática. Difícilmente es posible detectar una línea directa desde su promesa en Mein Kampf para “acabar el interminable empuje alemán al sur y oeste de Europa, y dirigir nuestra mirada hacia los territorios del este” hasta la actual decisión de embarcarse en la Operación “Barbarroja”. La opinión comúnmente mantenida evita la dificultad al afirmar que Hitler había apuntado sistemáticamente a la destrucción de Moscú 'como la sede de la “conspiración mundial judeo-bolchevique”'. El hecho de que la cruzada contra el bolchevismo y el exterminio de los judíos revolucionaron el curso de la guerra en 1941 no es suficiente en sí mismo para demostrar una adhesión firma a un proyecto original. Las convicciones ideológicas sólo encontraron una abierta expresión una vez que ya había sido tomada la decisión sobre Barbarroja, y en gran medida desviaron a Hitler de una política estratégica más racional que había caracterizado hasta entonces su liderazgo militar. Quizá la única explicación está en los que resaltan la simbiosis de la política de guerra de Hitler entre cálculo y dogma, estrategia e ideología, política exterior y política racial”.

Ciertamente, antes del 21 de julio de 1940, no existe evidencia de que Hitler albergara ninguna idea firme de barajar un ataque contra la Unión Soviética entre sus alternativas para continuar la guerra contra Gran Bretaña. Esta idea sólo entró entre sus alternativas el 21 de julio, cuando los británicos rechazaron formalmente su propuesta de paz de 19 de julio. Hasta esa fecha, sólo Halder en el EMG hizo planes para una posible contingencia contra la Unión Soviética. Pero lo hizo de propia iniciativa y sin que Hitler tuviera idea de ello (9). Desde el 31 de julio, cuando Hitler ordenó la planificación para un ataque contra la Unión Soviética previsto en la primavera de 1941, hasta el 18 de diciembre de 1940, cuando hizo firme esa planificación con la Directiva Nº. 21 de Barbarroja, las alternativas que se tomaron para continuar la guerra contra Gran Bretaña fueron básicamente dos de naturaleza militar y una, de acompañamiento, de naturaleza política. A saber: en primer lugar, las operaciones de bombardeo de la Luftwaffe contra Inglaterra, que dieron lugar a lo que se conoce como la Batalla de Inglaterra, y que no consiguieron sus objetivos estratégicos; en segundo lugar, la proyectada Operación León Marino, esto es la invasión de Inglaterra, que finalmente fue aplazada sine dia y finalmente cancelada por el fracaso de la Luftwaffe; y en tercer lugar, las negociaciones diplomáticas con la Francia de Pétain y la España de Franco para formar un bloque mediterráneo (junto con Italia) contra Gran Bretaña, negociaciones que nunca llegaron a buen puerto y tuvieron como una de sus consecuencias la cancelación de la proyectada Operación Félix (toma de Gibraltar).

Al tiempo que tenían lugar estas fracasadas negociaciones políticas y diplomáticas, altos funcionarios del Ministerio de Exteriores alemán (con el apoyo de Ribbentrop) buscaron negociar la inclusión de la Unión Soviética en un pacto euro-asiático a cuatro (Alemania, Italia, Japón y la URSS), pero estas negociaciones, que Hitler consintió pero en las que no creía, fracasaron igualmente ante el rechazo lógico de la Unión Soviética al planeado reparto nazi de esferas de poder en los Balcanes. Hitler ganó la batalla diplomática de los Balcanes contra Stalin cuando ya había firmado la Directiva de Barbarroja. Con todo acierto, Gorodetsky puso como título a su libro Gran Engaño (Grand Delusion), pues Hitler consiguió engañar siempre a Stalin respecto de sus verdaderas intenciones hasta el mismísimo día de la invasión alemana de 22 de junio de 1941.

Concluyo recapitulando que, a mi juicio y en base a la evidencia disponible, la decisión de Hitler de atacar a la Unión Soviética, formalizada el 18 de diciembre de 1941, no estuvo motivada en absoluto por cuestiones ideológicas, sino por cuestiones estratégicas de índole política, económica y militar. Sólo después de que esta decisión se hizo firme el 18 de diciembre, sólo a partir de entonces el factor ideológico cobró fuerza y la planificación política, económica y militar de la Operación Barbarroja fue conformándose de acuerdo con la ideología racial nazi para una guerra de exterminio.

(1) Bernd Stegemann, Hitlers Ziele im ersten Kriegsjahr 1939/1940, in: Militärgeschichtliche Mitteilungen, 1/80, S.95-97.

(2) Véase la proclamación completa en https://api.parliament.uk/historic-hans ... -situation

(3) Horst Boog et al, Germany and the Second World War. Volume IV: The Attack on the Soviet Union (Oxford University Press, 1996), p. 240.

(4) Véase Trevor-Ropert, Hitler's War Directives 1939-1945 (1964), Directiva 16. O en Internet, pr ejemplo en https://ww2db.com/doc.php?q=316

(5) Max Domarus, Hitler. Speeches and Proclamations, 1932-1945 (Bolchazy-Carducci Publishers, 1990) p. 2062.

(6) Domarus, 2067, o la declaración entera en http://www.ibiblio.org/pha/policy/1940/1940-07-22a.html

(7) Domarus, 2071.

(8) Gabriel Gorodetsky, Grand Delusion. Stalin and the German Invasion of Russia (New Haven & London: Yale University Press, 1999), p. 48.

(9) Véase el “Plan Otto” en viewtopic.php?f=5&t=19205
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Re: La decisión de Hitler de invadir Rusia

Mensaje por Mariscal Von Oli » Sab Dic 01, 2018 2:26 am

¿Que impedía a Alemania una vez rechazada por Inglaterra su propuesta de paz, dedicarse únicamente a la defensa de los terrenos conquistados en Europa?
Es decir, seguir en guerra con Inglaterra no implicaba tener a la fuerza que tomar la iniciativa y atacarla en su propia isla. ¿No hubiera sido más lógico mantener el pacto con la URSS, y recuperar fuerzas a la vez que perfeccionar el arma marítima para tratar de derrotarla desde el mar tratando de destruir su flota? Todavía a esas alturas no era previsible la entrada de EEUU en la guerra, ¿A qué tanta prisa?
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Re: La decisión de Hitler de invadir Rusia

Mensaje por Barbarossa » Sab Dic 01, 2018 8:45 am

Buenos días.

En mi opinión, la mejor prueba de que, al menos hasta 1942, Hitler siempre supeditó su ideología a las necesidades estratégicas es la firma del Pacto Ribbentrop-Molotov en agosto de 1939.

Saludos cordiales.

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Re: La decisión de Hitler de invadir Rusia

Mensaje por José Luis » Sab Dic 01, 2018 10:02 am

¡Hola a todos!
Mariscal Von Oli escribió: ¿Que impedía a Alemania una vez rechazada por Inglaterra su propuesta de paz, dedicarse únicamente a la defensa de los terrenos conquistados en Europa?
Es una pregunta inteligente que, en otro sentido, ya se la hizo Sebastian Haffner en sus Anotaciones sobre Hitler (Galaxia Gutenberg, 2002). Vale la pena citarla aquí:

En cambio, había vencido a Francia, lo que le confirió en toda Europa un aura de poder irresistible, y además había ocupado con su ejército toda la parte occidental del continente, desde el cabo Norte hasta los Pirineos. Volvía a brindársele una vez más, y ahora ampliada a la totalidad del continente, la oportunidad que le había ofrecido el Compromiso de Munich con respecto a la Europa del Este: darle a Europa un «nuevo orden» y hacer perdurable la supremacía alemana en el continente. Tal oportunidad no sólo se brindaba sino que esta vez prácticamente se imponía: se había librado una guerra, y una guerra conducida con éxito, para que no haya sido en vano, ha de desembocar en un tratado de paz. Es más: Francia no sólo se mostraba dispuesta a hacer la paz, sino que algunos de sus políticos ahora en el poder estaban incluso dispuestos a establecer una alianza. Lo que ofrecían lo bautizaron expresamente «colaboración», un término muy maleable. Si Hitler lo hubiese querido, en el verano de 1940 habría podido conseguir la paz con Francia en cualquier momento, y si hubiera sido una paz más o menos generosa, habría despertado, sin duda alguna, la sed de paz en todos los pequeños países de Europa occidental a los que había arrastrado a la guerra. La paz con Francia y la posterior convocatoria –a poder ser juntamente con ésta– de un congreso europeo para la paz desembocarían en una especie e alianza de Estados europeos o, al menos, en una comunidad económica y defensiva: en el verano de 1940, todo ello estaba al alcance de un estadista alemán que gozara de la posición de Hitler. Por otra parte, habría sido la estrategia más prometedora para desarmar psicológicamente a Inglaterra y extinguir el conflicto con ella. ¿Qué razón tendría Inglaterra para continuar luchando cuando los países por cuya causa había declarado la guerra a Hitler ya estaban en paz con éste? ¿Y qué habría podido conseguir contra una Europa unida y unificada entorno a Alemania?

Buscar la paz y formar una alianza europea bajo el liderazgo alemán es algo que habría hecho, probablemente, Bismarck si tal hubiera sido el caso. Pero Hitler no era Bismarck, y no buscaba la paz ni el equilibrio de poderes como hizo en su tiempo el Canciller de Hierro, sino la dominación mundial (primero europea) a través de la guerra. Paz y pacifismo eran términos odiosos para Hitler.

Pero para responder directamente a tu pregunta te diré que, en mi opinión, las razones que impedían a Hitler “dedicarse únicamente” a defender los territorios conquistados hasta el verano de 1940 estaban relacionadas con cuestiones económicas de naturaleza estratégica. Alemania era dependiente del exterior en varias materias primas imprescindibles para su esfuerzo de guerra, e imprescindibles en cualquier caso, aun en caso de paz, para su propio sostenimiento y el de los países anexionados, conquistados u ocupados. La mayor parte de sus importaciones de tiempos de paz, procedentes principalmente de América del Sur, estaban neutralizadas en el verano de 1940 por el bloqueo marítimo británico, por lo que Alemania dependía de las importaciones de algunos países bajo su órbita de influencia (como Rumania para el petróleo), algunos conquistados u ocupados (como Noruega para el mineral de hierro, a parte de ser puerta de acceso en invierno para el mineral de hierro de procedencia sueca), algunos neutrales (como España, neutral benevolente con Alemania, para el wolframio), y fundamentalmente de la Unión Soviética (en varias materias primas, principalmente grano).

Fue precisamente la intención de liberarse de esta dependencia económica lo que llevó a Hitler a su decisión de atacar a la Unión Soviética con el propósito de hacer autosuficiente a Alemania en materias primas y luego, ya sin ningún obstáculo económico en este ámbito, dedicarse a la guerra contra Gran Bretaña (si ésta no claudicaba tras la esperada derrota soviética) y, de ser el caso, contra Estados Unidos.

Naturalmente, Hitler podía seguir optando por mantener sus pactos comerciales con la Unión Soviética y dedicarse ya, desde el verano de 1940, a hacer la guerra exclusivamente a Gran Bretaña. Precisamente, esto era lo que buscaba el grupo diplomático liderado por el embajador alemán en Moscú, Friedrich-Werner Graf von der Schulenburg, con el apoyo de su jefe, el ministro de Exteriores Joachim von Ribbentrop. Sin embargo, este proyectado bloque continental (contra Gran Bretaña y USA) volvía a Alemania muy dependiente de la Unión Soviética, al margen de que había unos obstáculos difíciles de superar en la cuestión de los Balcanes, dados los conflictos de intereses entre ambas potencias. Y luego, y quizá fundamentalmente, estaban la megalomanía de Hitler y la paranoia de Stalin, la enorme desconfianza existente entre ambos, el antibolchevismo nazi y sus conflictos raciales, y, como consecuencia, el más que probable enfrentamiento armado entre estas dos potencias, a corto o medio plazo.

Y por último, pero no por ello menos importante, estaba la amenaza creciente de la más temprana que tarde entrada de Estados Unidos en la guerra.

La combinación de estos y otros factores llevó a Hitler a buscar una solución al problema británico en el Este, atacando a la Unión Soviética. Dados sus objetivos políticos e ideológicos, Hitler no podía esperar sentado y dedicarse únicamente a la defensa de lo que había conquistado. Ya en su Segundo Libro, inédito en esa época, Hitler había afirmado, en esencia, que no estaba dispuesto a derramar una sola gota de sangre únicamente por revertir la situación alemana de la década de 1930 a la que tenía con anterioridad a la IGM, y que su objetivo a medio plazo era la dominación de Europa, y la mundial a largo plazo. Esto estaba en contradicción total con el escenario que tú propones con buena lógica, von Oli.

Un saludo cordial
JL
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Re: La decisión de Hitler de invadir Rusia

Mensaje por José Luis » Sab Dic 01, 2018 10:22 am

Barbarossa escribió: En mi opinión, la mejor prueba de que, al menos hasta 1942, Hitler siempre supeditó su ideología a las necesidades estratégicas es la firma del Pacto Ribbentrop-Molotov en agosto de 1939.
Hola, Barbarossa! Estoy de acuerdo con la generalidad de tu opinión, sobre todo si la ceñimos a decisiones importantes, aunque yo acotaría su tiempo precisamente a la invasión de la Unión Soviética. La planificación de Barbarroja estuvo muy teñida y moldeada por cuestiones ideológicas en detrimento de realidades y necesidades estratégicas.

Saludos cordiales
JL
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Re: La decisión de Hitler de invadir Rusia

Mensaje por Rafaelfer » Sab Dic 01, 2018 5:20 pm

Buenos días compañeros del Foro. La opinión de José Luis refleja lo expresado por David Stehl en su brillante libro sobre la batalla de Kiev, donde hace hincapié en la frágil situación económica que existía en 1940 tanto en Alemania como en los territorios ocupados por el Reich en el transcurso de ese esa año, como la causa principal de la invasión a la URSS.
Al respecto Stehl afirma que la producción económica en estos países, y en los ocupó en el año 1941, se derrumbó a partir de la ocupación, con lo cual Alemania no sólo tuvo que hacerse cargo de sostener su economía orientada a la producción de guerra sino también, hasta un cierto punto, la de los países ocupados cuyas economías se sostenían, al igual que en el caso de Alemania, de materias primas a las cuales no tenían acceso a esa altura.
De esa forma, la ocupación de la URSS y la apropiación de sus materas primas, apreció como la solución mágica de todos estos problemas.

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Re: La decisión de Hitler de invadir Rusia

Mensaje por José Luis » Sab Dic 01, 2018 8:03 pm

Rafaelfer escribió: La opinión de José Luis refleja lo expresado por David Stehl en su brillante libro sobre la batalla de Kiev, donde hace hincapié en la frágil situación económica que existía en 1940 tanto en Alemania como en los territorios ocupados por el Reich en el transcurso de ese esa año, como la causa principal de la invasión a la URSS...
¡Hola, Rafaelfer! Stahel toca muy de pasada el tema. Ya lo hizo, aunque con más detenimiento, en su previo Operation Barbarossa and Germany's Defeat in the West (2009). Aquí hizo una breve exposición historiográfica (pp. 7-11), pero demasiado generalista y confusa, pues un análisis sobre la decisión de Hitler que aquí tocamos no tiene necesariamente que comenzar con un análisis sobre los orígenes de la IIGM y los debates que ha suscitado el tema. No hace falta retrotraerse al libro de A. J. P. Taylor, The Origins of the Second World War (1961), para analizar los hechos que llevaron a Hitler en 1940 a decidir una guerra contra la URSS. No hace falta regresar a las semanas, meses o incluso años previos al comienzo de la guerra en septiembre de 1939, pues lo que se debate no son las causas del inicio de esa guerra, sino los motivos de Hitler en 1940 para atacar a la URSS.

Tendría sentido retomar ese debate iniciado en la década de 1950 si fuese posible trazar una línea de proyección temporal entre lo que Hitler afirmó en Mein Kampf a principio de la década de 1920 y su decisión final de 18 de diciembre de 1940 de atacar a la URSS, tal como pretendieron muchos historiadores. Pero esa línea, tal como terció Gorodetsky, es imposible de trazar. Incluso el nombrar a Andreas Hillgruber únicamente por su Hitlers Strategie (1965), como hace Stahel, es engañoso para el lector y engañoso en este hilo. En esa obra, Hillgruber concluye que pese a tener que someterse a las realidades políticas, económicas y militares del momento, Hitler, cada vez que pudo, tomó sus decisiones motivado por los prejuicios de su ideología racial (antibolchevismo, antisemitismo, superioridad racial aria, etc.). No digo yo que esto no fuera así en algunas ocasiones (muchas a partir de 1942), pero sí afirmo, en base a la evidencia a mi disposición, que este caso no se dio entre julio y diciembre de 1940, el periodo de tiempo durante el cual tuvo lugar el proceso que llevó a Hitler hasta su decisión final de 18 de diciembre. Además, Hillgruber fue (después del propio Hitler y algunos de sus generales) el padre de la "teoría" de la guerra preventiva, sosteniendo a inicios de la década de 1950 que Hitler fue obligado a realizar ese ataque preventivo contra Rusia para evitar un ataque inminente de la Unión Soviética contra Alemania. Los historiadores Gerhard Weinberg y Hans Rothfels, en un debate sostenido con Hillgruber en Vierteljahrshefte für Zeitgeschichte en 1953-54, refutaron de un modo tan contundente e incontestable la teoría de Hillgruber que éste se vio obligado a rectificar su opinión previa. Tal fue así que cuando, muchos años después, Viktor Suvorov rescató la teoría de Hillgruber, éste lo criticó aceradamente.

Por éstas y otras razones (que, además, harían muy fácil desviarse del tema aquí propuesto), yo no he querido hacer una breve exposición historiográfica sobre el tema en mi artículo, ni siquiera a la manera de Stahel. Nunca me han interesado de inicio las teorías, sólo los hechos. Ni me interesan sobremanera los debates sobre teorías que ignoran los hechos o que intentan que los hechos se adapten a las teorías y no al revés.

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Re: La decisión de Hitler de invadir Rusia

Mensaje por José Luis » Sab Dic 01, 2018 9:40 pm

José Luis escribió: Y por último, pero no por ello menos importante, estaba la amenaza creciente de la más temprana que tarde entrada de Estados Unidos en la guerra.
Este es un asunto que no se debe menospreciar en el proceso de decisión de Hitler que hemos tratado. Varios hechos acaecidos en 1940 lo refuerzan, de los cuales entresaco:

-En una fecha tan temprana como el 16 de mayo de 1940, en plena embestida de las divisiones alemanas en Francia, Roosevelt propuso al Congreso la construcción del complejo militar-industrial más grande del mundo, capaz de suministrar a Estados Unidos 50.000 aviones por año.

-El 19 de julio de 1940, Roosevelt anunció su candidatura para una nueva presidencia de la república, declarando su implacable hostilidad hacia Alemania. La embajada alemana en Washington no dejó de reportar a Berlín a Roosevelt como el enemigo número uno en la "conspiración judía mundial antialemana". Ese mismo 19 de julio, el Congreso estadounidense aprobó la Two Oceans Navy Expansion Act, la ley que iba a propiciar la construcción de la flota de guerra más poderosa del mundo.

-Por último, tras su triunfo en las elecciones presidenciales de 5 de niviembre de 1940, Roosevelt anunció públicamente el compromiso de América en su apoyo total a Gran Bretaña.

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Re: La decisión de Hitler de invadir Rusia

Mensaje por José Luis » Dom Dic 02, 2018 10:47 am

Quisiera volver a Ian Kershaw por dos razones. La primera, porque, a mi juicio, Kershaw escribió la mejor biografía de Hitler hasta la fecha, y por tanto fue durante varios años la autoridad más reconocida en la materia. La segunda razón es porque un año antes de que nuestro compañero Eckart publicara en nuestro foro su entrevista a Kershaw, la editorial The Penguin Press publicó un libro del profesor titulado Fateful Choices. Ten Decisions that Changed the World, 1940-1941 (2007). Entonces, cuando le dije a Eckart que introdujera mi pregunta en la entrevista de 2008, yo no había leído todavía este libro de Kershaw. De haberlo hecho, hubiera prescindido de hacer esa pregunta, pues Kershaw responde a la misma en Fateful Choices en el capítulo 2: "Berlin, Summer and Autumn 1940. Hitler decides to Attack the Soviet Union".

Ahora bien, en el mencionado capítulo, Kershaw aborda el tema de una manera diferente a la que yo pienso que es la ideal: esto es, yo presentaría en primer lugar los hechos conocidos y a partir de los mismos intentaría construir una teoría para explicarlos. Kershaw lo presentó de otra manera.

El capítulo comienza con un epígrafe que reproduce una entrada del Diario de Guerra de Halder de 13 de julio de 1940 donde el jefe del EMG anota que el Führer está muy desconcertado por la persistente falta de voluntad de Gran Bretaña para hacer la paz. Y que Hitler considera (al igual que sus militares) que el motivo de esta persistencia es la esperanza británica en Rusia, y que por lo tanto Hitler se ve obligado a emplear la fuerza contra los británicos para forzarlos a buscar la paz.

Tras este epígrafe, Kershaw comienza su capítulo reproduciendo otra entrada del diario de Halder de 31 de julio de 1940, donde se da cuenta de la reunión del Berghof, ya citada en mi artículo, donde Hitler anuncia a sus líderes militares su decisión de atacar a la URSS en la primavera de 1941.

Kershaw continúa luego observando que la magnitud de lo que Hitler estaba proponiendo en esa reunión de 31 de julio parecía una locura, a la vista de lo que sucedió más tarde. Cita el desastre de Napoleón en 1812 y dice que el caso de Hitler fue todavía más catastrófico. Y entonces se pregunta por qué tomó Hitler esa decisión, si fue por el "ilusorio sentido de infalibilidad en el juicio militar" que había creado el extraordinario triunfo de la derrota de Francia, o la culminación lógica de una "ideología completamente ilógica, una locura irracional que buscaba la destrucción del 'judeo-bolchevismo'". Si la decisión fue una locura, sigue Kershaw, por qué la siguieron los líderes de la Wehrmacht? ¿Estaba Hitler imponiendo su voluntad a unos militares reluctantes? ¿Había otras opciones disponibles? ¿O, tal como sugirieron sus palabras en la reunión de 31 de julio, había imperativos estratégicos detrás de la extraña decisión, imperativos que recortaron la libertad de acción de Hitler en esa decisión?

Para responder a estas preguntas, Kershaw no entra directamente a analizar los hechos ocurridos en el verano y otoño de 1940 relacionados con esa decisión de Hitler, sino que se retrotrae al pensamiento de Hitler en la década de 1920 y el proceso de toma de decisiones a partir de su llegada al poder en 1933 hasta el fatídico 31 de julio de 1940, todo ello girando en torno a dos ejes principales: la cuestión del "espacio vital" y la política exterior. Son demasiadas páginas dedicadas a ello, pero son necesarias para lo que se propone Kershaw, que no es otra cosa que intentar argumentar que la decisión de Hitler de atacar a Rusia era la conclusión lógica del proyecto original de "espacio vital" esbozado en Mein Kampf. Pero el propio Kershaw debió percatarse de la debilidad de su argumentación, y quizá por ello, tras rematar esa digresión relativamente tediosa, coloca las motivaciones ideológicas en un plano subyacente al afirmar:

His underlying reasons were ideological, as they had been for almost two decades. Through an attack on the Soviet Union he would destroy the power of the Jews, embodied in his world-view by the Bolshevik regime, and at the same time gain 'living space' for German settlement.

Es decir: Sus razones subyacentes eran ideológicas, como lo habían sido durante casi dos décadas. Mediante un ataque a la Unión Soviética destruiría el poder de los judíos, encarnado en su visión mundial por el régimen bolchevique, y al mismo tiempo ganaría "espacio vital" para el asentamiento alemán.

Este capítulo de Kershaw es muy extenso (pero muy bueno) para resumirlo aquí con brevedad, así que remito a él para mayor abundamiento. El libro fue publicado en español por la editorial Península en 2008 bajo el título Decisiones Trascendentales.

Kershaw concluye que, dado el universo hitleriano y su liderazgo, la decisión de atacar a la Unión Soviética era la única vía practicable que quedaba abierta a Hitler:

By 1940, unable to end the war, the only option for Hitler, and for the regime which had helped to put him in that position, was to gamble further, to take, as always, the bold, forward move, one that would sweep over the Russians 'like a hailstorm' and make the world 'hold its breath'. It was madness, but there was method in it.

Esto es: En 1940, incapaz de terminar la guerra, la única opción para Hitler, y para el régimen que había ayudado a ponerlo en esa posición, era seguir apostando, tomar, como siempre, el movimiento audaz y avanzado, uno que barrería a los rusos "como una granizada" y haría al mundo "contener su respiración". Era locura, pero había un método en ella.

En realidad, Kershaw no concluyó de diferente manera en este libro de 2007 a como lo hizo Hillgruber en 1965 en su Hitlers Strategie sobre este punto. Es del todo imposible negar que las grandes decisiones de Hitler tuvieron una motivación ideológica, ya latente, ya patente. Siempre se podrá argumentar que, de una u otra manera, el factor ideológico siempre estuvo presente en las decisiones de Hitler. Sin embargo, en el verano y otoño de 1940 no existe rastro sustancial alguno del factor ideológico en la decisión de Hitler de atacar a la URSS, sino una motivación totalmente estratégica de naturaleza política, económica y militar. Sólo después de haber tomado esta decisión en firme el 18 de diciembre de 1940, sólo a partir de entonces el factor ideológico comenzó a conformar de manera notable la planificación estratégica y operacional de la Operación Barbarroja. Y, a diferencia de lo que afirmaron muchos de sus generales y mariscales tras la guerra, fue una decisión plenamente compartida por su liderazgo militar (las excepciones pueden contarse con los dedos de una mano).

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Re: La decisión de Hitler de invadir Rusia

Mensaje por Chepicoro » Lun Dic 03, 2018 4:43 am

Jose Luis

Antes que nada gracias por el artículo, aún te leo asiduamente y como siempre es un placer.

Pienso que la decisión de atacar a la URSS en 1941, con la información disponible en ese momento para Hitler era racional y que seguía la línea de lo que siempre fue su forma de liderazgo.

Se ha criticado mucho a la inteligencia alemana y con motivos, pero en su descargo, una de las ventajas de la paranoia de Stalin era que en verdad resultaba muy difícil obtener información de la URSS. Las estimaciones de los servicios de inteligencia británicos que he visto les daban aún menos chance a los soviéticos y por el contrario los norteamericanos generalmente eran más optimistas respecto a las capacidades soviéticas aunque los seguían subestimando fuertemente.

La inteligencia alemana si pudo reunir información sore el despliegue del ejército rojo mediante fotografías aéreas y pudo descifrar los códigos soviéticos de bajo nivel lo que les permitía interceptar la mayor parte de las comunicaciones soviéticas en la frontera, con todo y sus abundantes deficiencias la inteligencia de los alemanes era probablemente la mejor informada del mundo sobre los soviéticos.

Tendría que buscar la anécdota, pero Stalin en 1941 permitió que una delegación alemana visitara una de sus fábricas de aviones con la idea de mostrar que tenían un sistema industrial robusto y moderno y desalentar la idea de un ataque. Cuando esta misma información llegó a Hitler y se enteró de la existencia de una gigantesca fábrica de aviones que producía más aviones al mes que ninguna fábrica alemana, su reacción fue que era una razón adicional para ejecutar Barbarroja, antes de que los soviéticos se fortalecieran aún más.

"La declaración de 25 de junio arriba citada no fue una perorata ni un objetivo insincero de Hitler, pues venía acreditada por la decisión tomada por Hitler dos días antes de reducir y reestructurar el ejército de tierra. En efecto, el ejército de paz debía acabar con una fuerza de unas 70 divisiones "

Esto me parece clave, hasta esta fecha, Hitler no podía estar pensando en atacar a la URSS, lo que ocurre entre esta fecha y finales de Julio además de la negativa británica para negociar es la ocupación por parte de los soviéticos de Bessarabia y Bukovina del Norte, hasta entonces en control de Rumanía. Bessarabia si estaba contemplado en la esfera de influencia soviética como un territorio que había pertenecido al Imperio Ruso, pero con Bukovina este no era el caso. Esta violación del pacto de no agresión de parte de los soviéticos preocupó seriamente a Hadler y Hitler que con la Wehrmacht desplegada en Francia no podían hacer nada si los soviéticos decidían avanzar sobre los pozos petroleros de Rumanía, que eran la principal fuente de petróleo para Alemania.

"Una convicción ciertamente extraña, pues pocos días antes, el 18 de junio, Churchill había proclamado en la Cámara de los Comunes de forma desafiante su decisión irrevocable de continuar la guerra, acabando con esa frase que se hizo famosa: “This was their finest hour"

No tan extraña, es más sin Churchill creo que es muy posible que Inglaterra hubiera al menos escuchado los términos alemanes para una paz negociada y que de ser estos razonables hubiera aceptado. Hitler pensaba que el Imperio Británico no tenía nada que ganar si continuaba la guerra, que solo se debilitaría para beneficio principalmente de los norteamericanos (algo en lo que estaba en lo correcto).

"Hitler consiguió engañar siempre a Stalin respecto de sus verdaderas intenciones hasta el mismísimo día de la invasión alemana de 22 de junio de 1941.
La campaña de desinformación de Goebbels, mezclando información verdadera con la falsa me parece un acierto alemán de primer orden para el éxito de la primera etapa de la campaña.

la decisión de Hitler de atacar a la Unión Soviética, formalizada el 18 de diciembre de 1941, no estuvo motivada en absoluto por cuestiones ideológicas, sino por cuestiones estratégicas de índole política, económica y militar. Sólo después de que esta decisión se hizo firme el 18 de diciembre, sólo a partir de entonces el factor ideológico cobró fuerza y la planificación política, económica y militar de la Operación Barbarroja fue conformándose de acuerdo con la ideología racial nazi para una guerra de exterminio. "

Coincido 100%.

Mariscal Von Oli

¿Que impedía a Alemania una vez rechazada por Inglaterra su propuesta de paz, dedicarse únicamente a la defensa de los terrenos conquistados en Europa?

Alemania podía defenderse con garantías de éxito de Inglaterra, pero en el verano de 1940 Estados Unidos cada vez cooperaba más con los ingleses y movilizaba su economía para una producción a gran escala de material bélico. Hay que entender que el potencial económico de los norteamericanos era mayor en 1940 que el de de Inglaterra, Alemania y la URSS combinados, en otras palabras Estados Unidos estaba en otra liga y lo único que prevenía que aplastara a Alemania era que estaba muy lejos en otro hemisferio y que no tenía unas fuerzas armadas movilizadas aún.
Sin perspectivas de obtener una paz negociada y con la industria norteamericana apoyando a los ingleses por un lado y por el otro aunque Alemania era la potencia hegemónica en Europa, esta era deficiente en petróleo y sin él colapsaba la productividad de buena parte de la industria Europea.

Si conseguía el trigo y carbón de Ucrania, pero sobre todo el petróleo del Cáucaso, los territorios bajo el control directo o indirecto de Alemania tendrían un potencial económico aún mayor que el de Estados Unidos y podría defender estos territorios. Si derrotaba a la URSS antes de que los norteamericanos pudieran intervenir en la guerra, Alemania saldría fortalecida.

Si Hitler se dedicaba únicamente a la defensa de lo conquistado cedería la iniciativa a los aliados, el balance económico cada año que pasara sería más desfavorable a Alemania y la dependencia de las materias primas soviéticas mayor, además que tendría que confiar en la buena fe de Stalin y que él mantuviera su palabra y ambos dictadores fueron lo suficientemente inteligentes como para nunca confiar en el otro.
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Re: La decisión de Hitler de invadir Rusia

Mensaje por Barbarossa » Lun Dic 03, 2018 8:31 am

José Luis escribió:
Dom Dic 02, 2018 10:47 am
Kershaw continúa luego observando que la magnitud de lo que Hitler estaba proponiendo en esa reunión de 31 de julio parecía una locura, a la vista de lo que sucedió más tarde. Cita el desastre de Napoleón en 1812 y dice que el caso de Hitler fue todavía más catastrófico. Y entonces se pregunta por qué tomó Hitler esa decisión, si fue por el "ilusorio sentido de infalibilidad en el juicio militar" que había creado el extraordinario triunfo de la derrota de Francia, o la culminación lógica de una "ideología completamente ilógica, una locura irracional que buscaba la destrucción del 'judeo-bolchevismo'". Si la decisión fue una locura, sigue Kershaw, por qué la siguieron los líderes de la Wehrmacht? ¿Estaba Hitler imponiendo su voluntad a unos militares reluctantes? ¿Había otras opciones disponibles? ¿O, tal como sugirieron sus palabras en la reunión de 31 de julio, había imperativos estratégicos detrás de la extraña decisión, imperativos que recortaron la libertad de acción de Hitler en esa decisión?
Buenos días.

Cuando se examina el acierto o no de la decisión de Hitler al atacar a la URSS en 1941, resulta todo un clásico -y, como se ve, Kershaw no puede sustraerse a esa tentación- la referencia a la derrota napoleónica del siglo XIX. El silogismo sería el siguiente: "si Napoleón fracasó al intentar conquistar Rusia en 1812, era inevitable que Hitler también fracasara en su invasión de 1941". A continuación se añade: "¿Cómo pudieron Hitler y el Alto Estado Mayor Alemán caer en el mismo error que Napoleón?".

Quisiera exponer la, en mi opinión, errónea aplicación del precedente napoleónico a la hora de sopesar qué pasaba por las cabezas de Hitler y sus generales en 1941.

Sin perjuicio de reconocer que la Historia ha demostrado que el ataque contra la URSS de 1941 fue un desastre, debo decir que, al menos desde el punto de vista psicológico o emocional de los alemanes, la idea de derrotar a Rusia con un ataque fulgurante tenía una cierta lógica y, sobre todo, tenía un precedente histórico claro e inmediato: la Primera Guerra Mundial.

En efecto, hoy nos resulta muy fácil traer a colación la derrota francesa de 1812 para sostener que la operación "Barbarroja" era un absurdo y era un proyecto que nunca podía haber tenido éxito. Sin embargo, debemos pensar que, en 1941, los dirigentes alemanes (casi todos ellos, antiguos combatientes en la Primera Guerra Mundial) tenían muy presente que en 1914 el Ejército Imperial Alemán había derrotado espectacularmente al Ejército ruso, y, además, lo había hecho aprovechándose de la superioridad alemana en unos elementos (estrategia, táctica, armamento, movilidad...) que también parecían estar del lado alemán en 1941. A partir de Tannenberg y los Lagos Masurianos, Rusia dejó de ser un actor relevante en el teatro militar de la Primera Guerra Mundial, al menos para Alemania. Y por si ello no fuera suficiente, en 1918 el Imperio Alemán consiguió arrebatar a la ya Rusia comunista, a través del Tratado de Brest-Litovsk, todo un imperio colonial que incluía ni más ni menos que Finlandia, Polonia, Estonia, Letonia, Curlandia, Lituania, Ucrania y Besarabia; esto es, un verdadero "Lebensraum" hitleriano.

En definitiva y al margen de las cuestiones puramente militares, la rápida derrota de la URSS en 1941 no era, para los alemanes, un imposible o una idea demencial, ya que, apenas 25 años antes, había sido algo real, tangible y, sobre todo, muy provechoso para Alemania.

Saludos cordiales.

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Re: La decisión de Hitler de invadir Rusia

Mensaje por José Luis » Lun Dic 03, 2018 8:58 am

¡Hola a todos!
Chepicoro escribió: Esto me parece clave, hasta esta fecha, Hitler no podía estar pensando en atacar a la URSS, lo que ocurre entre esta fecha y finales de Julio además de la negativa británica para negociar es la ocupación por parte de los soviéticos de Bessarabia y Bukovina del Norte, hasta entonces en control de Rumanía. Bessarabia si estaba contemplado en la esfera de influencia soviética como un territorio que había pertenecido al Imperio Ruso, pero con Bukovina este no era el caso. Esta violación del pacto de no agresión de parte de los soviéticos preocupó seriamente a Hadler y Hitler que con la Wehrmacht desplegada en Francia no podían hacer nada si los soviéticos decidían avanzar sobre los pozos petroleros de Rumanía, que eran la principal fuente de petróleo para Alemania.
En mi opinión, compartes un interpretación tan extendida como equivocada o malintencionada en la mayor parte de la literatura occidental. La ocupación de Besarabia y la Bukovina septentrional a finales de junio de 1940 (28/6-4/7) no obedeció, como apuntó Gorodetsky (p. 29), "a un insaciable apetito ruso, como se presenta a menudo en la literatura", sino a una lógica necesidad de seguridad en los Balcanes y en el litoral del Mar Negro. La ocupación no obedeció a "ningún motivo ideológico para una expansión per se".

Tras las garantías dadas por los británicos a Rumania y la firma del acuerdo de asistencia mutua entre Gran Bretaña y Turquía en vísperas del comienzo de la guerra, no era nada improbable una intervención aliada en el Mar Negro. Stalin, inicialmente, quiso arreglar el problema de Besarabia por la vía diplomática, y para ello propuso en febrero de 1940 un pacto de no agresión al gobierno rumano. A cambio de territorios en la Moldavia soviética, Stalin pidió el control de la desembocadura del Danubio, en particular los puertos de Sulina y Constanza. Pero la reacción del rey Carol fue proponerle a los británicos que superaran las restricciones del Acuerdo de Montreux de 1936 (control de los estrechos del Bósforo y Dardanelos) enviando una flota por el Mar Negro camuflada como una flota turca, urgiendo además la intervención aliada en el Cáucaso.

Ante la reluctancia rumana, Stalin decidió ejercer los acuerdos del protocolo secreto firmado en el pacto de no agresión de agosto de 1939 con los alemanes. Besarabia había sido cedida a Rusia por los turcos en 1812. Una parte de ella pasó a Rumania tras la Guerra de Crimea, pero recuperada más tarde tras las guerras de 1877-1878. En 1919 el Tratado de Neuilly pasó toda la región a Rumania. Ahora bien, más allá de las razones históricas y étnicas esgrimidas por Stalin para justificar la ocupación de Besarabia, la razón fundamental de la ocupación fue evitar la permanente amenaza británica en el Mar Negro. "La extensión del sistema de seguridad hasta la desembocadura del Danubio añadía una indispensable profundidad de la defensa de Sebastopol y Odessa, apenas a 40 kilómetros de la frontera rumana". El propio embajador británico en Bucarest reconoció la lógica soviética cuando afirmó: "Para el punto de vista ruso, Besarabia no sólo es importante en base a consideraciones etnográficas. Habría sido un magnífico point de départ para un ataque alemán sobre el corazón de Ucrania, para un movimiento cambiante hacia Kiev y los pantanos del Prypet, tal como hizo el Alto Mando Alemán con semejantes éxitos en las campañas de Polonia y Europa occidental. La mejor protección para Rusia contra una maniobra semejante sería adquirir la línea de los Cárpatos y el delta del Danubio". (Goderetsky, 31). Por su parte, la ocupación de Bucovina Septentrional obedeció también a razones estratégicas, pues permitía a los soviéticos el control de las mayores vías de ferrocarril entre Ucrania y Besarabia, vía Cernauti y Lvov.

Esos movimientos de Stalin no fueron ninguna preocupación inquietante para Hitler en el verano de 1940, pero los utilizó (junto con las ocupaciones de los Estados Bálticos) cuando comenzó la Operación Barbarroja para justificar su invasión como una guerra preventiva. Stalin no albergó en ningún momento de 1940-1941 ninguna idea de atacar a Alemania, sino todo lo contrario: buscó evitar por cualquier medio que Alemania atacara a la Unión Soviética. Y esto lo sabían Hitler y sus generales. Las pruebas son abrumadoras. No, los motivos por los cuales Hitler decidió en 1940 atacar a la Unión Soviética en 1941 no fueron el temor a una agresión soviética, ni cuestiones ideológicas, sino los que ya se han explicado anteriormente.

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Re: La decisión de Hitler de invadir Rusia

Mensaje por José Luis » Lun Dic 03, 2018 9:42 am

¡Hola a todos!
Barbarossa escribió: Sin perjuicio de reconocer que la Historia ha demostrado que el ataque contra la URSS de 1941 fue un desastre, debo decir que, al menos desde el punto de vista psicológico o emocional de los alemanes, la idea de derrotar a Rusia con un ataque fulgurante tenía una cierta lógica y, sobre todo, tenía un precedente histórico claro e inmediato: la Primera Guerra Mundial.
No creo que la IGM en general, y las batallas de Tannenberg en agosto y Lagos Masurianos en septiembre de 1914 en particular, puedan servir de precedente histórico para lo que Hitler se propuso en Barbarroja. Pese a que Tannenberg fue una derrota aplastante para el 2º Ejército ruso, ni mucho menos decidió la guerra en ese frente. Tampoco la primera batalla de Lagos Masurianos contra el 1º Ejército ruso. Y en cuanto al Tratado de Brest-Litovsk de marzo de 1918 no podemos ignorar el hecho sustancial de que Rusia se hallaba en plena Guerra Civil. Concuerdo, sin embargo, en que las experiencias del frente ruso en la IGM fueron un componente importante e influyente en el pensamiento militar alemán reinante antes de la invasión de 1941.

Hay que pensar que Hitler, con Barbarroja, no sólo pretendía derrotar definitivamente al Ejército Rojo y derrumbar el régimen comunista, sino que buscaba la conquista de toda la Rusia europea, e incluso más allá. Estos ambiciosos objetivos superaban con mucho los sueños que albergaba el ejército del Kaiser en 1914.

Cuando se usa el antecedente napoleónico es porque tiene más similitudes con una posible conquista de Rusia, que no con una simple derrota de un ejército ruso. De hecho, las reflexiones de Clausewitz se basaron principalmente en la campaña de Napoleón en Rusia. Y ya concluyó que Rusia no podía ser conquistada únicamente por la fuerza militar.

Yo creo que la influencia más decisiva (y negativa) en el liderazgo militar de la Wehrmacht de cara a la Unión Soviética vino dada por la euforia desatada tras la victoria militar sobre Francia y por cuestiones ideológicas sobre la supuesta inferioridad eslava, algunas de las cuales se habían cimentado en el frente ruso en la IGM.

También concuerdo contigo en que sirve de muy poco en este asunto un análisis favorecido por la perspectiva histórica. Es un hecho que entonces, en junio de 1941, casi todas las apuestas o pronósticos internacionales daban como claro favorito a Alemania en la guerra que había lanzado contra la Unión Soviética. No es menos cierto el hecho de que fallaron.

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Re: La decisión de Hitler de invadir Rusia

Mensaje por Miguel Panzerkorps » Lun Dic 03, 2018 4:34 pm

Hay un discurso de Hitler creo hecho en 1942 donde explica supuestamente los motivos que le llevaron a atacar la Unión Soviética, obviamente son justificaciones con verdades a medias y mentiras, pero la realidad que lo llevo a invadir Rusia fue el Petroleo, y esto lo dicen los "amigos" mas cercanos de Hitler como Albert Speer el cual argumenta que detrás de la invasión de 1941 se buscaba hacer a Alemania autosuficiente en ciertas materias primas.

En mi opinión personal creo que el enfrentamiento entre la Alemania Nazi y la URSS era un choque inevitable y en 1941 fue el mejor año que tuvo la Wehrmacht para lograr una victoria en el frente oriental y si no la obtuvo fue por la pésima planificación del alto mando al creer que bastarían tres meses para acabar con los soviéticos.

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Re: La decisión de Hitler de invadir Rusia

Mensaje por José Luis » Mar Dic 04, 2018 9:25 am

¡Hola a todos!
Miguel Panzerkorps escribió: Hay un discurso de Hitler creo hecho en 1942 donde explica supuestamente los motivos que le llevaron a atacar la Unión Soviética, obviamente son justificaciones con verdades a medias y mentiras...
Los discursos de Hitler para justificar su ataque a la Unión Soviética el 22 de junio de 1941 fueron una auténtica mistificación de la realidad. Cuando hace unos años abrí un hilo titulado "¿Quiso Stalin atacar a Alemania?" ( viewtopic.php?f=5&t=10217 ) para desmontar la teoría de la "guerra preventiva" retomada por Suvorov en su Icebreaker, ya introduje el tema con un resumen del discurso de Hitler de 22 de junio de 1941 en lo que al asunto concierne:
José Luis escribió: El 22 de junio de 1941 Hitler se dirigió desde Berlín al pueblo alemán para justificar su ataque militar contra la Unión Soviética, a pesar del pacto de no-agresión que ambas potencias habían concluido el 24 de agosto de 1939 y de los compromisos comerciales contraídos y aumentados desde entonces. En su discurso, Hitler empezó detallando las perversidades políticas británicas contra Alemania ya desde la Primera Guerra Mundial, para centrarse a continuación en la conspiración “judeo-bolchevique”: “¡Nacionalsocialistas! El pueblo alemán nunca ha albergado sentimientos de animosidad contra el pueblo de Rusia. Lamentablemente, durante dos décadas, los gobernantes judeo-bolcheviques han trabajado desde Moscú para incendiar no solamente Alemania, sino toda Europa....”. Hitler continuó describiendo, a su manera, lo que él llamaba la colaboración británica y soviética para socavar el esfuerzo de guerra alemán y soliviantar o promover golpes de estado en los países “amigos” de Alemania (Rumania y Yugoslavia), y cómo él, ante todos esos movimientos, se mantuvo en silencio o intentó conciliar la supuesta agresividad soviética. Hasta que llegó el momento en que él, Hitler, ya no podía mantenerse pasivo ante las amenazas soviéticas: “Hoy, aproximadamente ciento sesenta divisiones rusas permanecen en nuestra frontera. Durante semanas ha habido allí continuas violaciones de esta frontera....Los pilotos rusos se divierten sobrevolando con desenfado esas fronteras, quizás para demostrarnos que ya se sienten dueños de esos territorios. En la noche del 17 al 18 de junio, patrullas rusas reconocieron el territorio del Reich alemán y sólo después de un prolongado intercambio de fuego pudieron ser obligadas a retroceder. Por tanto, ha llegado la hora en la que se hace necesario oponerse a esta conspiración de belicistas judeo-anglo-sajones e igualmente a los poderes gobernantes judíos en el centro de control bolchevique en Moscú. ¡Pueblo alemán! En este momento está teniendo lugar la más grande concentración que el mundo haya visto nunca en términos de alcance y dimensiones” [La proclama completa puede verse en Max Domarus, The Complete Hitler. Speeches and Proclamations, 1932-1945 (Wauconda, IL: Bolchazy-Carducci Publishers, 1990), pp. 2445-51, de donde he traducido los entrecomillados].
El 1 de enero de 1942, como comandante supremo de la Wehrmacht y comandante en jefe del Ejército (tras la destitución de Brauchitsch en diciembre del año anterior), Hitler cursó una orden del día para los soldados que rezaba (traduzco):

La razón por la que estos belicistas internacionales [se refiere a los aliados de la IGM, en especial Gran Bretaña y Estados Unidos, aunque no los cita) decidieron no concluir una paz bajo ninguna circunstancia fue, además de sus intereses económico-capitalistas, la convicción de que finalmente serían capaces de destruir el Reich mediante la entrada de la Unión Soviética en la guerra contra Europa, una entrada que había sido preparada secretamente para el verano de 1941. (Domarus, Op. Cit. arriba en la cita, p. 2565).

Es la cumbre del cinismo, pues quien había planeado en secreto una guerra no fue la Unión Soviética contra Alemania (él dice Europa), sino él mismo contra Rusia, y la había planeado en secreto desde julio de 1940. Es cierto que tras la capitulación de Francia, el gabinete Churchill, aunque con altibajos, intentó separar diplomáticamente a la Unión Soviética de Alemania para que ambas potencias se enfrentaran en un conflicto armado. Primero lo intentó con el conflicto de los Balcanes, donde los soviéticos tenían intereses cruciales para el sistema de su seguridad nacional (Bósforo, Dardanelos, Mar Negro), y luego informando de los preparativos del ataque alemán que finalmente se produjo el 22 de junio de 1941. Stalin nunca aceptó estas informaciones (y otras muchas que provenían de otras fuentes, incluyendo las suyas propias), desechándolas como una trampa para embarcarlo en una guerra que él intentaba evitar a toda costa. Pero asombra el cinismo de Hitler para acusar a sus enemigos de aquello que sólo había hecho él.
Miguel Panzerkorps escribió: En mi opinión personal creo que el enfrentamiento entre la Alemania Nazi y la URSS era un choque inevitable y en 1941 fue el mejor año que tuvo la Wehrmacht para lograr una victoria en el frente oriental y si no la obtuvo fue por la pésima planificación del alto mando al creer que bastarían tres meses para acabar con los soviéticos.
No sólo el alto mando. Él también. Creía que la campaña rusa sería un juego de niños. Con la ventaja de la visión retrospectiva, resulta evidente que la Operación Barbarroja jamás podría conseguir sus objetivos estratégicos. Simplemente los alemanes no tenían los medios suficientes y necesarios para ello. Hitler y sus generales no siguieron el dictado de Clausewitz (de que Rusia era un imperio enorme que no se podía conquistar sólo con el uso de las armas), sino el de Schlieffen y sus batallas de aniquilación. El único factor decisivo que podía (y sólo digo podía) dar un resultado exitoso a Barbarroja era el político (llevar la liberación a los pueblos de la Rusia europea, darles autonomía y ganarlos para su causa), pero esto era completamente extraño a la ideología racial hitleriana que buscaba el exterminio, la esclavitud, el reasentamiento alemán y la explotación criminal. Y ya a partir del otoño de 1941 no necesitamos la visión retrospectiva, pues ya estaba claro entonces para los expertos alemanes, los que no estaban ciegos, que la guerra ya no se podía ganar.

Saludos cordiales
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