Grupo Ejércitos Centro: HEU-Aktion 1944

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José Luis
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Grupo Ejércitos Centro: HEU-Aktion 1944

Mensaje por José Luis » Sab Jun 02, 2018 1:22 pm

Cuentan Henning Borggräfe, Akim Jah y Elisabeth Schwabauer, los editores junto con Nina Ritz y Steffen Jost del libro Freilegungen. Rebuilding Lives – Child Survivors and DP Children in the Aftermath of the Holocaust and Forced Labor (Göttingen: Wallstein Verlag, 2017), pp. 16-17, que cuando terminó la IIGM había en torno a 10 millones de Personas Desplazadas (“Displaced Persons”, denominación que los aliados utilizaron para definirlas como “civiles fuera de las fronteras nacionales de su país a causa de la guerra”) en Alemania y en los territorios que habían estado bajo ocupación alemana. Este ejército de PDs incluía personas que las autoridades nazis habían convertido en trabajadores forzados, supervivientes de los campos de concentración nazis, judíos que habían tenido la fortuna de escapar de la muerte del genocidio nazi contra los judíos europeos, y supervivientes del genocidio nazi contra los gitanos. En torno al 10,5 por ciento de los 10 millones de Personas Desplazadas eran niños y jóvenes menores de 18 años de edad. Los aliados emplearon el término “niños no acompañados” (unaccompanied children) para denotar niños y jóvenes que habían sobrevivido sin sus padres debido a que habían sido separados de ellos en los campos de concentración o habían sido deportados sin ellos como trabajadores forzados. Este grupo también incluía niños que habían nacido tras la liberación y cuyas madres o padres habían muerto poco después, y niños hijos de trabajadores forzados fallecidos que habían sido acogidos por familias alemanas.

Las autoridades nazis y sus colaboradores secuestraron, deportaron, violaron, asesinaron, germanizaron, abandonaron, dejaron morir de hambre y maltrataron a millones de niños y jóvenes menores de edad de los países y territorios que ocuparon o anexionaron durante la guerra. La Wehrmacht participó en la comisión de algunos de esos horribles crímenes contra menores de edad en los territorios orientales administrados por sus ejércitos. En el siguiente artículo, cuya autoría comparto con mi amigo y nuestro estimado compañero de foro Chuikov, trataremos de informar y explicar el papel jugado por el Grupo de Ejércitos Centro en el secuestro y deportación a Alemania de varios miles de niños bielorrusos durante la primavera de 1944.

Introducción.-

Desde el inicio de la IIGM y especialmente desde noviembre de 1941, las autoridades nazis comenzaron a deportar al Reich civiles de los territorios orientales ocupados para ser utilizados como mano de obra forzada en diferentes ámbitos del esfuerzo de guerra alemán. Las autoridades nazis denominaron a estos trabajadores forzados como Ostarbeiter, esto es trabajadores orientales que provenían de Polonia y los territorios ocupados de la Unión Soviética, principalmente Ucrania y Bielorrusia, en contraposición a los Fremdarbeiter, aquellos trabajadores extranjeros, voluntarios o forzados, que procedían del centro y oeste de Europa.

Los niños trabajadores forzados fueron obligados a trabajar en guetos, en campos de trabajo y campos de concentración, en la industria, agricultura, y en hogares alemanes. La Wehrmacht y la SS también utilizaron a los niños en obras de construcción de fortificaciones, puentes, carreteras y aeródromos. La carencia de estadísticas contemporáneas sobre niños trabajadores forzados hace muy difícil proporcionar cifras exactas. No obstante, en base a las cifras de repatriación de posguerra se puede estimar que al menos un millón de trabajadores forzados por debajo de los 18 años de edad fueron deportados desde las regiones ocupadas por los alemanes en la Unión Soviética, principalmente desde Ucrania y Bielorrusia a Alemania, así como al menos medio millón desde Polonia. Las últimas estadísticas oficiales alemanas conocidas muestran una cifra cercana a los 3,8 millones de “trabajadores civiles extranjeros” (Ausländische Zivilarbeiter) procedentes de la Unión Soviética y Polonia empleados en Alemania en agosto de 1944. Más difícil de estimar son las cifras de niños trabajadores forzados en los territorios orientales ocupados por los alemanes. Hay historiadores que cifran esta cantidad entre 20 y 22 millones, pero sin proporcionar información de los criterios de selección (1). Por motivos diversos, pero especialmente por sus políticas antijudías, las autoridades nazis también tomaron niños de los territorios ocupados en la Europa occidental (2).

Bajo este contexto de las acciones de política racial y “espacio vital” llevadas a cabo por las autoridades nazis en los territorios orientales ocupados, este artículo tratará de explicar la participación del Grupo de Ejércitos Centro en la deportación a Alemania de niños bielorrusos durante la primavera de 1944, una operación que recibió el nombre en clave de HEU-Aktion. Para este artículo nos serviremos como fuente principal del artículo de Johannes-Dieter Steinert, "Die Heeresgruppe Mitte. Ihre Rolle bei der Deportation weißrussischer Kinder nach Deutschland im Frühjahr 1944", S:I.M.O.N. – Shoah: Intervention. Methods, Documentation 3 (2016) 1, citando en caso contrario la fuente utilizada.

Grupo de Ejércitos Centro, primavera de 1944.-

Desde octubre de 1943 hasta junio de 1944 el Grupo de Ejércitos Centro (en adelante GEC, con el Generalfeldmarschall Ernst Busch como su comandante en jefe, y el General der Infanterie Hans Krebs como jefe de su Estado Mayor), entonces con un fuerza total de 1,2 millones entre tropas y auxiliares, se empleó a fondo rechazando una serie de ofensivas del Ejército Rojo contra Vitebsk, Mogilev, Orsha y Bobruisk, aunque no pudo retener, en su flanco meridional, las ciudades de Gomel, Rechitsa, Mozyr y Rogachev, que fueron tomadas por los soviéticos entre noviembre de 1943 y febrero de 1944 (3).

Durante toda esta fase defensiva el GEC llevó a cabo una política de ocupación en sus zonas de operaciones (donde vivían unos 2,4 millones de habitantes civiles soviéticos) que comprendió lo que se ha llamado “crímenes de la retirada” (Rückzugsverbrechen), entre los que cabe subrayar el abandono de 45.000 mujeres, niños, ancianos y enfermos en los tres campos cercanos al pueblo de Ozarichi a mediados de marzo de 1944, y un crimen similar, en este caso contra 5.000 civiles enfermos e incapaces, en la ciudad de Vitebsk en junio de 1944 (bajo el nombre en clave de Operación “Himmelfahrt”) (4).

A principios del verano de 1944 el GEC tenía que defender el llamado balcón bielorruso, que en su parte oriental estaba dividido en tres sectores del frente: el 3º Ejército Panzer del Generaloberst Georg-Hans Reinhardt (con el Generalmajor Otto Heidkämper como su jefe del Estado Mayor) en el sector septentrional cerca de Vitebsk; el 4º Ejército del Generaloberst Gotthard Heinrici (con el Oberst i.G. Erich Dettleffsen como su jefe del Estado Mayor) en el centro cerca de Mogilev, y el 9º Ejército del General der Infanterie Hans Jordan (con el Generalmajor Helmut Staedke como su jefe del Estado Mayor) en el sector meridional cerca de Bobruisk. En su flanco meridional, a lo largo de los pantanos del Pripet, estaba el 2º Ejército del Generaloberst Walter Weiss (siendo el Generalmajor Henning von Tresckow su jefe del Estado Mayor). El cuartel general del GEC estaba situado en Minsk, la capital de Bielorrusia. El 1 de junio de 1944 el GEC tenía una fuerza de personal de 849.000 hombres (5).

En este contexto el GEC cometió otro “crimen de retirada” que consistió en el secuestro y deportación a Alemania de unos 3.000 niños bielorrusos, operación que recibió el nombre en clave de HEU-Aktion, foco de este artículo y que veremos a continuación.

HEU-Aktion.-

El documento más antiguo disponible hasta la fecha (2013) sobre la deportación de niños fue emitido el 14 de mayo de 1944 por el oficial de intendencia del alto mando del 9º Ejército con el título Errichtung von Jugenddörfern (Creación de Pueblos Juveniles). Rezaba:

Los jóvenes de entre 8 y 14 años que hay en la zona administrada por nuestro Ejército serán agrupados en poblados cerrados. El primer “pueblo de jóvenes” se organizará en Skobrowka. Se harán los preparativos para que pueda acoger a 1.000 jóvenes. Así pues, primero habrá que desocupar el pueblo de los civiles que allí vivan. La “Liga de combate contra el bolchevismo” se ocupará de su cuidado. Los miembros de la Wehrmacht no tienen permiso para entrar al pueblo. Con respecto a la selección y alimentación de los jóvenes, hay una orden especial para regularlo.” (6).

Se debe observar que este documento utiliza la palabra “jóvenes” para conceptuar a niños de entre 8 y 14 años. Para contextualizar la creación de estos pueblos de niños es necesario hacer un paréntesis.

La guerra había dejado graves efectos en las regiones administradas por los ejércitos del Ostheer. Por una parte, había dejado una mano de obra muy reducida; y una base agrícola igualmente muy reducida, por la otra. La mayor parte de los habitantes de esas regiones estaba compuesta por ancianos y personas sin capacidad de movimiento, sobre todo madres con niños. La alimentación y acomodación de estas “heces” (Bodensatz) -tal como son descritas en una orden firmada por el Generalmajor von Tresckow, Jefe del Estado Mayor del 2º Ejército, fechada el 26 de junio de 1944, referente a la captura de niños y niñas de 10 a 13 años de edad- suponía una merma más de los exiguos recursos. La población de estas regiones administradas por los ejércitos alemanes del GEC fue dividida entre aquellas personas aptas para trabajar (Arbeitsfähige) y aquellas que no lo estaban (Arbeitsunfähige) (7). La creación de “pueblos juveniles” era una derivada más de las previas creaciones de diferentes pueblos resultantes después de unas órdenes del Führer (núms. 4 y 8) sobre la movilización de mano de obra y la evacuación de varones en edad militar, así como sobre la evacuación de todos los civiles superfluos a una zona de 20 km de profundidad. Así, en abril de 1943 el 4º Ejército reportó que “para asegurar un empleo racional de los trabajadores se ha previsto la concentración de trabajadores en 'pueblos de trabajadores' [Arbeitsdörfer] en conexión con la evacuación de la zona de 20 km” (8).

La crisis de refugiados en las áreas de retaguardia que provocó el empleo de mano de obra forzada en un frente que se batía en retirada, de la que no nos podemos ocupar aquí por problemas de espacio (9), llevó a la creación de pueblos cerrados (Sperrdörfer) para alojar a los evacuados de otras áreas, y de ahí siguieron otros pueblos cerrados como los Krankendörfer (pueblos de enfermos), Frauendörfer (pueblos de mujeres), Arbeitsdörfer (pueblos de trabajadores), etc. En abril de 1944 se completó la clasificación de la población con el establecimiento de los primeros pueblos de jóvenes (Jugenddörfer) o pueblos de niños (Kinderdörfer) para acomodar a niños de entre 8 y 14 años de edad evacuados de las áreas de vanguardia (10).

Retomando el documento emitido por el oficial de intendencia del 9º Ejército, lo que sucedió en las semanas siguientes lo relata Steinert así:

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En las semanas siguientes se modificó ligeramente la edad de los niños y también se habló sobre los motivos y objetivos de esta acción. Por ejemplo, el KTB del AOK 9 decía el 28 de mayo que ese mismo día se había dado la orden de coger a todos los niños que vivían en la zona del 9º Ejército de entre 10 y 14 años. El Alto Mando emitía esta orden entre otras, con el objetivo común de “aumentar la participación de la población local en los trabajos de guerra” y defendía la captura de los niños argumentando que si no lo hacían ellos entonces los rusos los usarían para construir posiciones, como apoyo de sus unidades, como partisanos o incluso como soldados. En cualquier caso, los niños iban a ser incorporados a la guerra, seguía la argumentación, pues podían ser usados como mano de obra en Alemania. La dirección Nacional de la Juventud había acordado alojar a los niños en campos especiales, donde “se les daría una educación antibolchevique” y tendrían que trabajar en el campo y en oficios manuales.
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El nombre en clave de esta operación fue HEU-Aktion, donde HEU responde como acrónimo de “Heimatlos-Elternlos-Unterkunftlos” (que podríamos traducir como “desarraigados, huérfanos y sin hogar”). Esta designación de HEU-Aktion -una operación que se mantuvo en secreto pues por su naturaleza y objetivos podía llevar a los responsables de la misma ante un tribunal de guerra aliado en caso de la previsible derrota alemana- no era más que un eufemismo propagandístico tras el cual se escondía su cometido criminal. Si bien es cierto que entre los niños secuestrados y deportados los había “desarraigados, huérfanos y sin hogar” (por causa de la guerra y por la política de ocupación del ejército alemán), la realidad general vino dada por la separación forzada y violenta de niños de sus madres, como atestiguan las declaraciones de soldados alemanes recogidas en documentos del Archivo Nacional de Bielorrusia en Minsk. Por ejemplo, el testimonio del soldado Kurt Merettig, perteneciente a la 102ª División de Infantería, realizado el 16 de agosto de 1947. El soldado explica que en los pueblos de la zona de su división el proceder fue así: se rodeaba el pueblo y “se separaban a los niños de sus madres, se cargaban en trenes y eran deportados a Alemania”. Franz Koch, otro soldado alemán, contó que “los niños de entre 8 y 14 años eran cargados y transportados en camiones”. Willi Schröder admitió que su compañía rodeó un pueblo mientras la Feldgendarmerie “ evacuó [sic] a unos 20 o 30 niños de entre 4 y 12 años”.

Cuenta Steinert:

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Entre las víctimas de la Acción-HEU estaba Matriona Kirillowna Koschewenko, nacida en 1933, una huérfana de padre y madre que vivía con su tía, y que poco antes había tenido que presenciar cómo su padre fue tiroteado por soldados alemanes. En una entrevista, Matriona contó con detalle cómo los niños de su pueblo fueron cargados en un camión y llevados a un edificio donde fueron inspeccionados por médicos alemanes. Estos marcaban a los niños con una cruz en la frente. Los que tenían la cruz roja es que estaban enfermos y no podían trabajar. Su amiga Malia, un poco mayor que ella, recibió una cruz negra y fue deportada a Alemania a trabajar. A ella le pusieron una cruz azul y fue llevada en tren al campo (Lager) de Skobrovka. Desde allí tendría que ser deportada a Alemania, pero finalmente la ofensiva del Ejército Rojo [Operación Bagration] lo impidió.

Leonid Pawlowich Ossipox, sin embargo, fue deportado a Alemania después de una corta estancia en un campo. Había nacido en 1930, aunque sus padres dijeron que era dos años menor, para evitar que se lo llevaran. Finalmente, a finales de abril de 1944 los alemanes, acompañados “con perros”, reunieron a todos los niños de su pueblo en la plaza del Koljós y fueron llevados a un campo de concentración en Krasny Bereg. Dos días después los cargaron allí mismo en un tren y fueron llevados a Alemania. A los dos días siguientes, y mientras tanto infectado con el tifus, Leonid se vio en una barraca en un campo de concentración desconocido, donde tuvo que arrostrar su enfermedad en tablones desnudos y sin ningún cuidado específico. Y luego en otro campo, al que llamó “Kapen”. Los niños aquí recluidos pasaron los días enteros realizando ejercicios militares: “Querían hacer de nosotros niños alemanes”, cuenta Leonid. Es posible que se tratara de un campo de concentración en el que colaboradores bielorrusos se ocupasen de los niños. Pasado un tiempo, Leonid llegó a la fábrica de Junkers en Dessau, donde trabajó hasta la liberación acarreando piezas.
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Niños de la Acción-HEU en tránsito en Auschwitz a la espera de ser trasladados a Alemania:
Imagen
Fuente: https://collections.ushmm.org/search/catalog/pa11385


La Wehrmacht, con el propósito de ocultar este crimen de guerra, no dejó desde el principio de encuadrar la Acción-HEU bajo el lema: “Protección de la juventud rusa, posibilidad de una mejor educación y sustentación para su pueblo”. Planificó que con los niños deportados a Alemania viajasen una madre y un profesor por cada 250 niños; la madre debía regresar al cabo de dos semanas para hacer propaganda. El responsable de este plan fue el jefe del Estado Mayor del 9º Ejército, Generalmajor Helmut Staedke, en cuya jurisdicción había alrededor de 100.000 trabajadores forzados, entre los cuales había padres que habían sido separados de sus hijos, realizando atrincheramientos, agrupados en unidades acuarteladas y organizados en Zivilarbeitsdienstabteilungen (ZADA) o Batallones de Servicio de Trabajo Civil.

El internamiento de niños en los Kinderdörfer o pueblos de niños tenía una ventaja adicional para la Wehrmacht, y era la presión ejercida sobre los padres de entre los trabajadores forzados. En otras palabras, los niños eran usados como rehenes para asegurarse la mayor colaboración de los padres en los trabajos forzados que les habían impuesto en los ZADA. A medida que las formaciones de combate alemanas se retiraban cada vez más hacia el oeste a causa del empuje del Ejército Rojo, también se retiraban con ellas los batallones de trabajadores forzados, y llegó el punto en que se planteó llevar los campos de niños a Alemania, y continuar así el chantaje sobre sus padres. Y el mismo planteamiento se llevó a cabo cuando se decidió deportar a toda la población local, trabajase o no en los batallones ZADA. Es en este contexto donde debe situarse el documento citado al principio del oficial de intendencia del 9º Ejército, en el que se fundamentaba la captura de niños “para aumentar la participación de la población local en los trabajos de guerra”.

Al respecto cuenta Steinert:

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Finalmente esto explica también el inmenso esfuerzo propagandístico que realizaron los alemanes y la participación de colaboradores, como la Weissruthenische Jugendwerk (Asociación juvenil ruteno-bielorrusa) y la Kampfbund gegen den Bolschewismus (Liga de combate contra el bolchevismo), que en 1944 se mostraba especialmente activa en el territorio jurisdicción del 9º Ejército. A esto se unieron preocupaciones que tenían que ver con la “dirección de una guerra biológica”, como por ejemplo las del Intendente General del GEC, Oberst Georg von Unold, que en 1944 había propuesto deportar a Alemania a todos los niños menores de 10 años, comenzando con el transporte de entre 10.000 y 20.000 niños de edades comprendidas entre 8 y 10 años. Y en un momento posterior, siguiendo la recomendación de Unold, los 250.000 niños restantes que había en territorio ocupado serían deportados.

Georg von Unold dirigió además el protocolo de una reunión que hubo el 1 de junio de 1944, en la que se reunieron representantes del Reichsministeriums für die besetzten Ostgebiete (Ministerio del Reich para los Territorios Orientales Ocupados), del Alto Mando del GE Centro, de los Heeresgruppenwirtschaftsführers (algo así como Líderes de Negocios de los Grupos de Ejércitos) y de la Hitlerjugend distrito Weissruthenien o Rutenia Blanca, así como de la Sicherheitspolizei y del SD. Para entonces ya habían comenzado los preparativos del primer transporte de la Acción-HEU. El 15 y el 20 de junio debían abandonar el territorio jurisdicción del 9º Ejército. En primer lugar el protocolo subraya el papel especial que la Reichsjugendführung jugaría en la “manutención” de los niños trabajadores forzosos. Claramente en ese momento reinaba el consenso de que no se debía limitar a un número en concreto. Con respecto al trabajo de los niños, el Hauptbannführer Siegfried Nickel (del Ostministerium) fijó en el protocolo que:

“La OT (Organización Todt) y la Junkers-Werke tendrán competencias para tomar medidas a este respecto. La OT, que puede influir sobre la Reichshandwerkerschaft, debiera poner en marcha a la mano de obra rural para que resuelva el problema del alojamiento en las zonas de trabajo. Los jóvenes serán tratados desde el principio como trabajadores de la OT y de Junkers. En concreto, mediante un acuerdo con la OT y con Junkers, debiera quedar claro que la formación profesional será responsabilidad de la OT y Junkers, mientras que de la educación escolar será responsable el Ostministerium y las Hitlerjugend”.

Una parte de la reunión giró en torno a la discusión de la logística de la operación. Varios participantes dejaron claro que las deportaciones de los niños se tendrían que hacer de forma forzosa, mientras que el Hauptsturmführer Walter Brandenburg, del Ostministerium, habló de hacer de propaganda con voluntarios. Quedó claro, además, que en principio los niños iban a ser recogidos en los “pueblos de niños” para más tarde ser deportados a dos campos, en Litzmannstadt (Lodz) y en Falkenburg en Pomerania.

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Precisamente, Walter Brandenburg, a efectos de resumir esta reunión, redactó un memorando para su superior en el Ministerio del Este, el SS-Obergruppenführer Gottlob Berger, fechado el 12 de junio de 1944 en el cual, bajo la referencia “Evacuación de jóvenes del territorio del Grupo de Ejércitos 'Centro' (Heu-Aktion)” se declaraba que “El Grupo de Ejércitos 'Centro' tiene la intención de capturar 40-50.000 jóvenes en edades de 10 a 14 que están en los territorios del ejército. Esta medida fue propuesta originalmente por el 9º Ejército...” (11). Los jóvenes, sigue el documento, eran un gran inconveniente en el teatro de operaciones, y en su mayor parte no estaban al cuidado de sus padres porque éstos habían sido reclutados en batallones de trabajo destinados a la construcción de fortificaciones. Por lo que había que establecer Pueblos de Niños detrás del frente, algo que ya había hecho el 9º Ejército, que “ya ha logrado buenos resultados también desde el punto de vista político”. El GEC, sigue el memorando, subrayaba que esos jóvenes no debían caer en manos de los bolcheviques en caso de retirada, pues ello reforzaría la fuerza de guerra potencial del enemigo. Berger remitió la acción a Rosenberg (su ministro) el 10 de junio, y éste mostró, reza el documento, su temor de que la acción pudiera tener consecuencias políticas desfavorables, que sería considerada como un secuestro de niños, y que los jóvenes no representaban de todos modos un activo real para la fuerza militar del enemigo. El ministro prefería que la acción se limitase a jóvenes de entre 15 y 17 años de edad. Luego el documento enumera una serie de argumentos en contra de la decisión del ministro.

El 14 de junio Berger dio su aprobación para remitir de nuevo el asunto de la Acción-HEU a Rosenberg, con el objetivo de revertir su decisión. Rosenberg aprobó finalmente dos días después, el 16 de junio de 1944, la Acción-HEU en los territorios del GEC (13).

Al margen de todas estas discusiones, el 9º Ejército pasó el mes de mayo organizando la Acción-HEU, desalojando el pueblo de Skobrowka para que sirviera de “Pueblo para los jóvenes” a la espera de que los niños fuesen deportados. Al respecto cuenta Steinert:

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Matriona Kirillowna Koschenko, que entonces tenía 10 años, recuerda que en el pueblo sólo había niños y que fueron alojados en literas con paja. “Para taparnos había mantas y algo indefinible de color gris “. Además “a cada niño le dieron un bote de hojalata donde los niños recibían su ración de comida, una papilla”. Se le quedó especialmente en el recuerdo el “acoso constante” al que estaban sometidos, y el carácter militar del día a día en el campo, que estaba administrado por “chicas bielorrusas uniformadas de edades comprendidas entre 17 y 18 años”.

De acuerdo a las pocas fuentes que hay disponibles, el campo no sólo sirvió como base para la deportación a Alemania de niños de 10 a 14 años, sino que también fueron retenidos niños más jóvenes, desde los 8 años, que recibían “educación escolar y formación profesional” de parte de la Kampfbund. Se hacía una selección de estos niños “usando criterios de salud y racistas”. No se sabe cuántos de estos campos de retención de niños hubo ni cuántos de ellos fueron administrados por la Kampfbund gegen das Bolschewismus bajo la concepción de “campos escolares” en los que se usaban “criterios raciales” para seleccionar a los niños. Un apunte recogido en un acta del AOK 9 hace pensar que había varios. Hay una información en el ITS Bad Arolsen que hace pensar en la misma dirección, esto es, que había varios campos de este tipo, aunque no es posible verificarla al 100%: según datos del Museo de la Gran Guerra Patria en Minsk, en Bielorrusia habría habido 11 campos de concentración de niños, la mayoría de los cuales habrían estado un corto espacio de tiempo cerca del frente.
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El transporte de los niños fue brutal:

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Para cargar a los niños en los transportes el 21 de junio se empleó violencia militar de forma masiva. El informe de acción señaló: “En Krassniy hubo pocos soldados para realizar la acción. La Feldgendarmerie se vio obligada a actuar duramente. No se pudo mantener a las madres lejos de los vehículos donde se estaban cargando a los niños. Por eso cabía la posibilidad de que algunos niños pudieran escapar. La Feldgendarmerie tuvo que actuar contra las madres”. El informe también nombra a los colaboradores bielorrusos que estaban involucrados en calidad de propagandistas. Al parecer. algunos de ellos eran muy jóvenes. Al parecer, no tenían permiso para interactuar con los niños y “no lograron ni tranquilizar ni convencer a las madres”. Y finalmente hay algunos indicios que apuntan a posibles excesos sexuales: “ Se ocuparon sólo de las chicas más mayores (entre 14 y 16 años). […] Podría ser que hubiesen ayudado a escapar a algunas chicas”.
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Los transportes de la Acción-HEU se vieron abortados finalmente por la ofensiva soviética, Bagration, de 22 de junio de 1944, que incluso impidió llevar a cabo la orden de Hitler de acelerar la acción. Se deportó a un total de entre 2.500 y 4.500 niños, la mayoría de ellos procedentes del territorio del 9º Ejército, que, según datos de la Dirección Económica del GEC, deportó a unos 3.000 niños de entre 10 y 14 años de edad. También participaron en la Acción-HEU el 2º Ejército y el 4º Ejército, aunque se desconoce el número total de niños que secuestraron y deportaron. Como resultado de esta acción, las fábricas Junkers recibieron “en total unos 3.500 jóvenes y 500 chicas, mientras que otros 2.000 jóvenes y 700 chicas pasaron a trabajar para la OT. Posiblemente hubo otros 100 niños que trabajaron en las fábricas Walther en Zella-Mehlis. Hay tan poca información disponible sobre este asunto como la que pueda haber sobre las deportaciones de niños de Galizia, el norte de Ucrania o Polonia”.

Concluimos aquí este artículo que ha intentado introducir uno de los crímenes de guerra más desconocidos de la Wehrmacht y quedamos a disposición de cualquier duda o pregunta que esté en nuestras manos aclarar o responder.

(1) Johannes-Dieter Steinert, Polish and Soviet Child Forced Labourers in National Socialist Germany and German-Occupied Eastern Europe, 1939-1945. En Enning Borggräfe et al, Freilegungen. Rebuilding Lives – Child Survivors and DP Children in the Aftermath of the Holocaust and Forced Labor (Göttingen: Wallstein Verlag, 2017), pp.142-159 (pp. 144-145). Johannes-Dieter Steinert, Deportation und Zwangsarbeit. Polnische und sowjetische Kinder im nationalsozialistischen Deutschland und im besetzten Osteuropa 1939–1945 (Essen 2013), p. 28. Citado en Johannes-Dieter Steinert, "Die Heeresgruppe Mitte. Ihre Rolle bei der Deportation weißrussischer Kinder nach Deutschland im Frühjahr 1944", S:I.M.O.N. – Shoah: Intervention. Methods, Documentation 3 (2016) 1, p. 54, nota 2.

(2) Para una visión conjunta del destino de los niños europeos sujetos a las fechorías nazis, véase Lynn Holman Nicholas, Cruel World. The Children of Europe in the Nazi Web (New York: Vintage Books, 2005).

(3) Nicholas Terry (2015), “'Do not burden one's own army and its hinterland with unneeded mouths!' The Fate of the Soviet Civilian Population Behind the 'Panther Line' in Eastern Belorussia 1943-June 1944. Beiträge zur Geschichte des Nationalsozialismus, Band 30 (2015), pp. 185-209. Karl-Heinz Frieser documenta que al 1 de octubre de 1943 el GEC tenía una fuerza de personal de 914.500 hombres, incluyendo civiles y militares. Véase Karl-Heinz Frieser et al, Germany and the Second World War. Volume VIII: The Eastern Front 1943-1944. The War in the East and on the Neighbouring Fronts (Oxford University Press, 2017), p. 304, nota 64.

(4) Véase para estas dos acciones el artículo citado de Nicholas Terry en la nota precedente.

(5) Frieser et al, Op. Cit., p. 504, 536.

(6) Johannes-Dieter Steinert, "Die Heeresgruppe Mitte...”, 54-55.

(7) Nicholas Terry, Op. Cit., 186-187.

(8) Idid., 188.

(9) Remitimos para este asunto a Nicholas Terry.

(10) Ibid., 208.

(11) Véase el documento completo en la serie International Military Trials, Nurnberg, Volume III: Nazi Conspiracy and Aggression (Washington, 1946), el documento No. 031-PS, pp. 71-75.

(12) Ibid., 75.
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)

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Re: Grupo Ejércitos Centro: HEU-Aktion 1944

Mensaje por Grossman » Dom Jun 03, 2018 1:25 pm

José Luis escribió: ... Concluimos aquí este artículo que ha intentado introducir uno de los crímenes de guerra más desconocidos de la Wehrmacht y quedamos a disposición de cualquier duda o pregunta que esté en nuestras manos aclarar o responder.
¡Hola!

Muchas gracias por este artículo. Muy interesante y con el valor añadido de que, en efecto se trata de un crimen prácticamente desconocido hasta ahora. No aparece nada en el capítulo dedicado a las deportaciones del libro de la exposición "Verbrechen der Wehrmacht", ni en "Der deutsche Krieg im Osten 1941-1944" de Hartmann, y menos en su "Wehrmacht im Ostkrieg" que se ciñe a los años 1941/42. En el capítulo del libro "Zwangsarbeit in Hitlers Europa" (trabajo forzoso en la Europa de Hitler) dedicado al expolio de Ucrania, firmado por Sjarhej Novikau, menciona que el 10.5.1944 el Generalfeldmarschall Ernst Busch firmó una orden para el reclutamiento forzoso de niños de edades a partir de 10 años, pero no para la deportación a Alemania sino para trabajos de fortificación, por lo que no puede decirse que formó parte de la HEU-Aktion. *

Saludos

* POHL D, SEBTA T "Zwangsarbeit in Hitlers Europa", Metropol (2013) p.160
Espérame y yo volveré, pero espérame mucho
Espérame cuando las tristes lluvias lleguen, y cuando el calor llegue no dejes de esperar
Espérame y yo volveré para que la muerte rabie
No comprenderán jamás los que jamás han esperado, cómo tú del fuego me salvaste
Es que sencillamente me esperaste como nunca nadie me esperó
****************** Konstantin Simonov ******************

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Re: Grupo Ejércitos Centro: HEU-Aktion 1944

Mensaje por José Luis » Dom Jun 03, 2018 2:17 pm

¡Hola a todos!
Grossman escribió:
En el capítulo del libro "Zwangsarbeit in Hitlers Europa" (trabajo forzoso en la Europa de Hitler) dedicado al expolio de Ucrania, firmado por Sjarhej Novikau, menciona que el 10.5.1944 el Generalfeldmarschall Ernst Busch firmó una orden para el reclutamiento forzoso de niños de edades a partir de 10 años, pero no para la deportación a Alemania sino para trabajos de fortificación, por lo que no puede decirse que formó parte de la HEU-Aktion. *
* POHL D, SEBTA T "Zwangsarbeit in Hitlers Europa", Metropol (2013) p.160
No he leído ese libro, pero no estaría tan seguro de que los niños afectados por esa orden de Busch no fuesen finalmente afectados también por la HEU-Aktion. Piensa que esta acción del GEC tenía previsto deportar a unos 40.000/50.000 niños, y si no se llegó a deportar esa cantidad fue debido a la ofensiva soviética. Normalmente los niños eran obligados a trabajar en trabajos de naturaleza militar (y agrícola) en el frente -y a este propósito debe obedecer la orden de Busch citada- pero tal como hemos comentando en el artículo, al final se decidió deportar a todos los niños en los territorios jurisdicción del GEC. Quizás si puedes ampliar un poco más esa orden, en el sentido de saber el territorio del ejército (2º, 4º, 9º, 3EP) en el que cayó, quizás podamos especular con más fundamento.

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Re: Grupo Ejércitos Centro: HEU-Aktion 1944

Mensaje por Grossman » Dom Jun 03, 2018 5:49 pm

José Luis escribió:... Quizás si puedes ampliar un poco más esa orden, en el sentido de saber el territorio del ejército (2º, 4º, 9º, 3EP) en el que cayó, quizás podamos especular con más fundamento.
En relación con esa orden Novikau cita la página 204 de Norbert Müller, "Wehrmacht und Okkupation: Zur Rolle der Wehrmacht und ihrer Führungsorgane im Okupationsregime des faschisischen deutschen Imperialismus auf sowjetischem Territorium, Berlin 1971", y en este aparece, según he podido escrutar de Google-Books, una cita que ya es específica sobre este tema: de Robert Herzog, "Besatzungsverwaltung in den besetzten Ostgebieten-Abteilung Jugend- insbesondere: Heuaktion und SS-Helfer-Aktion", editado por Tübingen Inst. für Besatzungsfragen, 1960.

No es posible concretar más el lugar por medio del texto de Novikau, que en un párrafo previo sí especifica que el 3er Ejército Panzer obligó a numerosos civiles a trabajar en pésimas condiciones en la región de Vitebsk, incluyendo mujeres, enfermos, incluso ciegos y cardiópatas, ancianos y niños, en el cambio de año 1943-44, pero la orden citada de Busch del 10 de mayo la saca a colación en referencia al trabajo forzoso en la Línea-Panther en general. Quizá se podría averiguar por medio del texto de Herzog. ¿Citan Steinert o Terry esta fuente?
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Re: Grupo Ejércitos Centro: HEU-Aktion 1944

Mensaje por José Luis » Dom Jun 03, 2018 7:23 pm

Grossman escribió:
¿Citan Steinert o Terry esta fuente?
No. Sin embargo, creo que podemos inferir de esa orden específica de Busch el destino final de los afectados, que caería dentro del objetivo de la HEU-Aktion o de otras deportaciones, o sería caer dentro de ella y se libraron por la ofensiva soviética de 22 de junio.

Cuenta Terry, en el capítulo referenciado, que tras la Orden del Führer No. 10 (Ostwall), emitida por Hitler el 12 de agosto de 1943 y que ordenaba la rápida construcción de la Muralla del Este (Ostwall), el GEC estimó que necesitaba 400.000 civiles para esta tarea, y que inicialmente sólo pudo movilizar una fracción de esa cantidad procedente de evacuados de la población local.

Cuando el GEC ya tomó posiciones tras la "Línea Panther" a finales de noviembre de 1943, Busch ordenó la creación de batallones de trabajadores civiles permanentes (los ZADAS de los que hemos hablado en el artículo), que estarían integrados inicialmente por civiles, hombres y mujeres, con edades por encima de los 16 años de edad y divididos por sexo en compañías. A la altura de mayo de 1944 en torno a 300.000 civiles estaban realizando tareas militares en los ZADAs o en los servicios de suministros.

Miles de madres fueron reclutadas en los ZADAs o en las áreas de retaguardia, quedando sus hijos sin práctica supervisión. A menudo, la edad de los niños determinaba el destino de sus padres. Si los niños tenían entre 10 y 14 años de edad, sus familas podían ser perfectamente consideradas como Reichseinsatzfähig, esto es aptas o capaces de trabajar en Alemania, y serían deportadas fuera de la zona de operaciones del GEC. En cambio, si sus edades estaban entre los 5 y los 10, entonces sus familias se quedarían en el territorio jurisdicción del ejército en cuestión (Armeegebieten). Y si tenemos en cuenta que el GEC sólo dejaba o deportaba a campos especiales para que cayeran en manos de los soviéticos a los civiles incapaces de trabajar, enfermos, viejos, madres e hijos menores de 10 años -como en los casos de Ozarichi y "Himmelfahrt" estudiados por Terry- es dable pensar que los afectados por la citada orden de Busch, incluidos menores de 18 años, fueron deportados a Alemania (aunque quizá no lo fueron dentro de la HEU-Aktion).

Entre 1942 y 1944 el GEC reclutó y/o deportó más de 307.927 Ostarbeiter, niños incluidos.

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Re: Grupo Ejércitos Centro: HEU-Aktion 1944

Mensaje por Chuikov » Jue Jul 05, 2018 8:14 am

Buenas,

Muchas gracias por este post, José Luis. Me alegro de haber contribuido a la escritura del mismo. Lo que viene a continuación es sacado del mastodóntico libro de Christian Gerlach, “Kalkulierte Mörde, Die deutsche Wirtschafts- und Vernichtungspolitik in Weißrußland 1941 bis 1944” (Ed: Hamburger Edition, año 2000). En la última parte de su libro se dedica a examinar los crímenes de los alemanes contra los niños bielorrusos. Estos días he comenzado su lectura. Será pausada y se extenderá durante meses, pero creo que va a merecer la pena. Sólo un reparo: soy consciente de que este post que estoy escribiendo no está lo trabajado que debiera (faltan algunas traducciones y las notas sólo están señaladas), pero llevo con él varios días escrito y creo que es mejor que lo "suelte" ya antes de tener que esperar varios días más. Cuando Gerlach cita un documento primario o un libro, lo señalo, poniendo el número de nota que el autor puso en su libro, pero no la he copiado a este documento. Así pues, si alguien quiere saber concretamente a qué se está referenciando, que me lo diga y lo pongo.

Reflexión y contexto

Es curioso , y lo digo con todo el cinismo del mundo, que cuando los alemanes habían previsto que la tasa de nacimientos en la Unión Soviética tendría que bajase al mínimo (nota 106), los niños fueran buscados y usados como mano de obra y para otros fines, como José Luis nos ha explicado, verbigracia, como rehenes. En otras ocasiones los niños eran asesinados al igual que los mayores.

En los guetos judíos las embarazadas eran condenadas a muerte. Y en algunos sitios los niños fueron asesinados sistemáticamente (nota 108). Cuenta Gerlach que resulta consternador comprobar la luctuosidad con que los alemanes asesinaron a niños en Bielorrusia. Por ejemplo, en Zoludek los judíos adultos fueron asesinados a tiros, mientras que los niños lo fueron a base de palos en la cabeza. Adolf Rube, del Ghettowache des KdS im Ghettokrankenhaus in Minsk, permitió que se usaran camiones de gas (Gaswagen) para asesinar a los niños en edad de guardería (jüdischen Kindergarten) en el gueto de Minsk. En otra ocasión le confió lo siguiente a un niño que era llevado al cementerio: “Ahora vamos con papá y con mamá” para, una llegados al destino, asesinarlo. Los padres habían corrido la misma suerte el día anterior (p 1075). En el campo de prisioneros de Lesnaja en Baranovichi una médica alemana asesinó a un bebé de ocho meses con una inyección de veneno y , no conforme con ello, se fotografió con el bebé muerto y la madre de la criatura , allí presente, viendo todo el percal .(Ibíd) En Kowali ( Rayon Oktiabrski)los soldados alemanes y policías atraparon a niños que escapaban y los echaron a un fuego para que murieran allí. En Djomenka, en el mismo Rayon, a las niñas les partieron el cuello de igual forma como se hacía con los conejos.

Gerlach no tiene ninguna duda de que todas estas cosas ocurrieron así, tal y como las ha contado. Y esto me ha traído a la cabeza exactamente la misma reflexión, esta vez hecha por el historiador Jan Tomasz Gross en su libro “Golden Harvest”. Gross defiende que hay que dar credibilidad a los testimonios de los supervivientes del Holocausto, ya que en la inmensa mayoría de los casos es la única fuente de que se dispone. De otra forma no se tendría ningún conocimiento de la muerte de cientos de miles de criaturas.

No en vano en octubre de 1943 Heinrich Himmler proclamó en Posen ante altos cargos de las SS y los Einsatzgruppen: “El exterminio del pueblo judío es una página gloriosa de nuestra historia que nunca ha sido ni será escrita”.

Estas palabras de Gross son elocuentes:” In any case, both the type of sources available and the alien character of what Jews endured (that it was impossible to imagine or to convey to anyone who had not witnessed it directly is affirmed by virtually all chroniclers of the Shoah) suggest an analogy between Holocaust historians and anthropologists embarking on a study of remote tribes, relying on the expertise of local informants with whom they can communicate. Tales from the Holocaust arrive as if based on events that had taken place on some other continent altogether, reported by the faint and fragmented voices of a few survivors.” (posición 273, Kindle)

Aunque sean aplicadas al sufrimiento específico de los judíos, no veo motivo que impida extrapolarlas a este caso en particular, el sufrimiento de los niños y padres bielorrusos fuesen o no judíos. En conclusión: aunque se trate de hechos ocurridos en el siglo XX, el acercamiento metodológico a su estudio exige una forma distinta de trabajar con las fuentes.


Es un hecho probado que los alemanes en muchas ocasiones despojaron a los niños de sus ropas y pertenencias para quedárselas ellos y enviárselas a sus hijos (112). Igual pasaba a alto nivel: El HSSPF de Russland-Mitte, Bach-Zelewski envió a Himmler a finales de 1942 10.000 pares de calcetines de niños y 2.000 pares de guantes de niño. Himmler hizo que el RuSHA-Chef Hofmann los enviara a las familias de las SS como regalo de Navidad (113). Benhardt Chiari ha documentado muchos de estos casos (“Alltag hinter der Front”). https://www.amazon.de/Alltag-hinter-Fro ... +der+Front )

Los alemanes estuvieron más interesados por los niños que ya habían pasado la edad escolar. Y hasta el final de la ocupación tuvieron discusiones sobre qué materias enseñarles en la escuela o cómo emplearlos para beneficio propio. Aún así este dato de Gerlach es revelador: En agosto de 1942 había 400 escuelas en la Bielorrusia ocupada por los alemanes, mientras que antes de la guerra había 11.800. Después de dar una serie de datos de lo más interesante Gerlach concluye que la pusilanimidad de los alemanes a la hora de construir escuelas se correspondía con la intención que tenían de incorporar a los niños al trabajo cuanto antes (p1078). En la Arbeitsamtsbezirk Bobruisk en 1944 el 75% de los niños de las quintas de 1928 y 1929 (entre 13 y 15 años) estaban trabajando (nota 126). Siguiendo el ejemplo de lo que hizo el 2º Ejército Panzer en 1942, la administración militar creó un departamento (Arbeitdienst) para el trabajo de los jóvenes. El 12 de marzo de 1944 el GE Centro emitió un decreto por el cual los “jóvenes” de entre 10 y 16 años tenían que ser acuartelados en “Jugend-Zivilarbeitsdienst-Abteilungen”.

La acción HEU

Gerlach refiere la acción HEU y otra , a la que se le llamó “SS-Helfer” o “Luftwaffenhelfer-Aktion” (Jóvenes de entre 15 y 20 años como ayudantes en la guerra, algo así coom HiWis, en principio en unidades de la Luftwaffe y de Flak).

Motivación de esta acción:

1) Cumplir con los esfuerzos de las SS para concitar a los “Bandenkinder” en campos.
2) Cumplir con los esfuerzos de la Wehrmacht por recluir a los niños “errantes”
3) Cumpir con la Jugendpolitik del GK Weissruthenien.

La administración civil comenzó a preocuparse por los niños hacia 1942. Los funcionarios tuvieron que bregar con la resistencia que los niños interponían ante sus “intenciones educativas”. Esto llevó a algunos de los funcionarios de la ocupación hasta a proponer que se asesinase a una parte de los niños bielorrusos ( p 1083). Por ejemplo, en la nota 149, misma página: “Las edades más peligrosas son las comprendidas entre 17 y 21 años [sic]. Los jóvenes de esta edad son 100% comunistas y habría que borrarlos de la lista de los vivos (von der Liste der Lebenden gestrichen werden). El peor de los errores sería formar a estos jóvenes y alistarlos en unidades de policía … Esta zona tenía que haberse limpiado hace tiempo con tribunales de guerra. ¡Se pillan, y se fusilan! [sic] Y así ni hace falta proceso alguno. (nota 149)

Wilhelm Kube y otro personal cercano a él eran de la opinión de que se podía hacer algo para atraer a la causa a esos niños y sacar así provecho. El GK Weissruthenien fue la primera región soviética ocupada en la que se comenzó con algún tipo de plan para traerse al redil ideológico nazi a jóvenes no alemanes. Con esto tanto la administración civil como la Wehrmacht querían evitar que cada vez más jóvenes se hicieran partisanos. Wilhelm Schulz, director del nuevo departamento de juventud en GK Weissruthenien desde enero de 1943 preparó – a petición del WSW-Chef Ermatschenko- la formación de la “Weissruthenischen Jugendwerkes” (WJW). Schulz, al igual que todos los funcionarios jóvenes del Reichsjugendführung (RJF), trabajaba en contacto estrecho con el Ostministerium y el RJF en Berlín. Antes de que se anunciara la creación del WJW el 20 de junio de 1943 ya se habían creado las primeras estructuras (nota 152). Schulz recordaba más tarde que “uno de los principales objetivos era sacar provecho de la forma que fuese posible de estos jóvenes para el esfuerzo de guerra” (nota 153). Se tenía previsto tratar con los niños de entre 10 y 20 años en el WJW. La estructura organizativa del WJW dejaba claras algunas cosas con respecto al sentido y objetivos de la organización: en ella estaban el “Einsatzgruppe Weissruthenien” y el “Einsatzgruppe Deutschland”. Pertenecer a esta organización para luego ejercer de aprendiz o de Hilfsarbeiter debiera ser para los niños y los jóvenes como la aspiración más “sofisticada y elegante”. (nota 155). Según distintas fuentes, el WJW tuvo entre 12.000 y 40.000 jóvenes. El objetivo declarado era poder mandar en 1943 a Alemania 20.000 jóvenes y 10.000 muchachas, incluidas las edades de entre 10 y 14 años. (nota 156, de Chiari).

Una de las primeras instituciones que proyectaban beneficiarse de esta medida era la Luftwaffe. En 1943 cerró un contrato con el WJW para la formación de 300 jóvenes de entre 14 y 16 años como mecánicos de aviones, 150 a las instalaciones de la Luftwaffe en Minsk y el mismo número a Lida. Otros 60 jóvenes se iban a destinar a la fábrica de radios de Minsk, que administraba Telefunken, otros 100 al OT-Lager en Minsk y 30 en unos talleres de la OT-Reparaturwerkstatt (nota 157). La Junkers-Werke ya tenía experiencia con jóvenes bielorrusos (desde otoño de 1943 tenían un Lehrwerkstatt en Bobruisk), y desde abril de 1943 “se habían mostrado receptivos a aceptar los primeros 3.000 jóvenes”. Kube y Schulz acordaron con Sauckel que los jóvenes bielorrusos serían mejor tratados que los “Ostarbeiter” normales. Desde 1942 ya había planes para trasladar a los jóvenes aprendices bielorrusos a Alemania para formarlos allí, por falta de empresas en Bielorrusia (nota 159), pero no se pusieron en marcha hasta más adelante.
….
Aproximadamente a partir de octubre de 1943 3.000 jóvenes fueron llevados para trabajar para Junkers en Dessau y, según distintos datos, entre 800 y 3.000 a las instalaciones en Junkers en Crimmitschau, supuestamente de forma voluntaria (nota 162). Entre ellos había algunos que habían sido “reclutados” dentro de los territorios de jurisdicción militar, reunidos por funcionarios de Trabajo y, por tanto, no se puede hablar en este caso de que hubiese voluntariedad alguna (nota 163). Por tanto, antes de la “HEU-Aktion” unos 6.000 jóvenes, posiblemente también niños, fueron trasladados para trabajar en Alemania en el marco de “Programas especiales de Trabajo” (Sonderprogrammen zur Arbeit) y muchos fueron confinados en los territorios ocupados.

Entretanto en el terreno de jurisdicción militar se había comenzado con el “Kinderraub-Programme” o programa de robo de niños. El problema estribaba en que la administración militar y las tropas de seguridad tenían que lidiar con los niños y jóvenes sin casa. Se trataba de un problema generalizado en toda Bielorrusia. En el GK Weissruthenien se decidió enviarlos a sus casas o retenerlos mediante el WJW (nota 164). Como en la jurisdicción militar apenas había escuelas, el problema se hizo más grande: había muchos más niños por las calles. Los mandos militares veían en los niños sobre todo potenciales espías y un peligro para la tranquilidad y el orden. La solución que se adoptó consistió – en principio en 1942 en la zona de Rshew/Russland- los llamados “Anhaltelager” donde se internaba a los jóvenes y los niños, y eran vigilados por el Ordnungsdienst. Allí colaboraban de forma estrecha también el SK 7ª y el 7b, la Reichskriminalpolizeiamt y el 9º Ejército ( nota 167). Y luego fue cuando el 9º ejército ideó el concepto de “Kinderdörfer”, en 1943, como el que se hizo en Skobrowka (visto más arriba en el post de José Luis). Allí fueron concentrados unos 700 niños de entre 8 y 13 años (nota 168).
Más tarde Nickel expresaba así las ventajas del sistema de pueblo de niños:
a) El territorio alrededor del pueblo ya quedaba libre de bandidos.
b) Las “fuerzas adultas” enroladas en los batallones de trabajo (muchos de ellos padres de los niños) eran seguras.
c) En el caso de tener que mover el frente, sería mucho más fácil tener a los niños concentrados.
d) Tendrían la posibilidad de hacer una formación/educación más intensiva al tenerlos a todos juntos. (nota 170)
La que se dio en llamar HEU-Aktion fue consecuencia de las experiencias positivas que se tuvo con los pueblos de niños, dijo Nickel (nota 172).
La ofensiva soviética (Bagration) hizo que la operación (HEU-Aktion ) fracasara, a pesar de que el propio Hitler había pedido que se acelerara (nota 183).

Mi intención es hablar en otro post sobre la otra acción, la “SS-Helfer” o “Luftwaffenhelfer-Aktion".

Saludos, y muchas gracias por este post tan bien y elocuentemente expuesto, José Luis.
Carpe Diem

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