Guderian y la Blitzkrieg

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José Luis
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Re: Guderian y la Blitzkrieg

Mensaje por José Luis » Dom Nov 20, 2016 1:52 pm

¡Hola a todos!

Como colofón quisiera traducir dos epílogos que resumen muy bien buena parte del fondo que subyace en mis intervenciones anteriores. El primero viene recogido en la página xvi de la Introducción al tercer volumen (The Second World War) de la trilogía Military Effectiveness, editada por Allan R. Millett y Williamson Murray, autores de dicha introducción, a cargo de la Cambridge University Press. Resume las lecciones extraidas de la trilogía para el periodo 1914-1945. Primero os dejo el texto en su original y luego lo traduzco.

What then are the other lessons that one might draw from these volumes today? Perhaps the most important lesson is the absolute necessity of “getting it right” at the level of grand strategy and in reconciling war aims with military means. In an article summing up what we thought Military Effectiveness offered of lasting value, we noted the following:

No amount of operational [or tactical] virtuosity . . . redeemed fundamental flaws in political judgment. Whether policy shaped strategy or strategic imperatives drove policy was irrelevant. Miscalculations in both led to defeat, and any combination of politico-strategic errors had disastrous results, even for some nations that ended the war as members of the victorious coalition. Even the effective mobilization of national will, manpower, industrial might, national wealth, and technological know-how did not save the belligerents from reaping the bitter fruit of severe mistakes [at this level]. This is because it is more important to make correct decisions at the political and strategic level than it is at the operational or tactical level. Mistakes in operations and tactics can be corrected [admittedly at a cost]. But political and strategic mistakes live forever.


¿Cuáles son las otras lecciones que hoy se podrían extraer de estos volúmenes? Quizás la lección más importante es la absoluta necesidad de "hacerlo bien" en el nivel de la gran estrategia y en reconciliar los objetivos de la guerra con los medios militares. En un artículo que resumía lo que pensábamos que Military Effectiveness ofrecía como valor duradero, observábamos lo siguiente:

Ninguna suma de virtuosidad operacional o táctica] redimió fallas fundamentales en el juicio político. Era irrelevante si la política daba forma a la estrategia o los imperativos estratégicos conducían la política. Los cálculos erróneos en ambas llevaron a la derrota, y cualquier combinación de errores político-estratégicos tuvo resultados desastrosos, incluso para algunas naciones que acabaron la guerra como miembros de la coalición victoriosa. Incluso la movilización eficaz de la voluntad nacional, mano de obra, poderío industrial, riqueza nacional y destreza tecnológica no salvaron a los beligerantes de recoger la fruta amarga de varios errores [en este nivel]. Esto es porque es más importante tomar decisiones correctas a nivel político y estratégico que los es al nivel operacional o táctico. Los errores en operaciones y táctica pueden corregirse [cierto que a un coste]. Pero los errores políticos y estratégicos viven para siempre.


El segundo es de Karl-Heinz Frieser, The Blitzkrieg Legend. The 1940 Campaign in the West. Annapolis, Maryland: Naval Institute Press, 2005) y se encuentra en la página 350. Lo mismo:

The successful blitzkrieg against France had not been based on any previously determined doctrine; but, as Halder observed, it was an improvisation born of necessity. A year later, they wanted to try the same trick against the Soviet Union, with the difference, however, that this time a blitzkrieg was really planned and, in strategic respects, the way it was set up. The Germans had figured on a long, drawn-out war against the Western powers, without any time limit set in the beginning. However, they wanted to smash the Soviet Union militarily in a campaign planned for just three months. The mobilization of personnel and matériel was coordinated with this exact final target date. (…) The army high command planned a “super Cannae” to smash the Soviet armies that were deployed along the border in a series of encirclement battles-and they figured that this alone would mean that campaign had been won. The crucial mistake was that the most important prerequesite for a blitzkrieg in the strategic sense did not exist, that is, a first-strike capacity (at least a temporary one). In spite of the attempt to convert to a campaign with a time limit on it, German armament was not able to keep up and so, in June 1941, thirty-six hundred German Panzers attacked a total of twenty-four thousand Soviet tanks.

La exitosa blitzkrieg contra Francia no había sido planeada en ninguna doctrina previamente determinada; sino, como lo observó Halder, fue una improvisación nacida de la necesidad. Un año más tarde, quisieron intentar la misma jugada contra la Unión Soviética, no obstante con la diferencia de que esta vez se planificó realmente una blitzkrieg y, en términos estratégicos, se preparó el camino. Los alemanes habían contado con una guerra larga y extendida contra las potencias occidentales sin ningún límite de tiempo establecido al comienzo. Sin embargo, querían aplastar militarmente a la Unión Soviética en una campaña planificada para justo tres meses. La movilización de personal y material bélico se coordinó con esta exacta fecha del objetivo final. (…) El alto mando del ejército planificó una “superCannae” para destruir a los ejércitos soviéticos que estaban desplegados a lo largo de la frontera en una serie de batallas de cerco, y contaron que esto solo significaría que se ganaría la campaña. El error crucial fue que no existió el requisito más importante para una blitzkrieg en el sentido estratégico, es decir, una capacidad “del primer movimiento ofensivo de la guerra” [sentido del concepto first-strike] (o al menos una temporal). A pesar de los intentos de convertir una campaña con una fecha límite en ella, el armamento alemán no fue capaz de mantenerse y así, en junio de 1941, tres mil seiscientos Panzer alemanes atacaron un total de veinticuatro mil tanques soviéticos.

Saludos cordiales
JL
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Re: Guderian y la Blitzkrieg

Mensaje por Chepicoro » Dom Nov 20, 2016 11:06 pm

Saludos José Luis

Antes que nada agradecer la extensa respuesta y la recomendación para la lectura.
Me explico: en ambos casos el pensamiento operacional fue el mismo: “batalla de aniquilación” mediante ataques de flanco, envolvimiento, cerco y aniquilación. Lo que cambió de 1914 a 1939 fue el diseño operacional para resolver un problema estratégico, de una parte, y la influencia tecnológica, de la otra.
Estoy de acuerdo contigo, pero me refería a la guerra de posiciones que se desarrollo en el frente occidental durante buena parte de la primera guerra mundial, en otras palabras, que Alemania no podía ganar una guerra de desgaste frente a una coalición con recursos superiores. Ya comenzada la guerra tenían que evitar por cualquier medio una repetición de esto.
En cambio, el problema estratégico de 1939 era cómo responder operacionalmente a la incertidumbre estratégica que involucraba una agresión militar a Polonia. Sabemos que Hitler lo fió todo a la ilusión de que Gran Bretaña y Francia no intervendrían finalmente si Alemania atacaba Polonia.
Y la responsabilidad de este error es de Hitler no del alto mando militar, aunque seguramente a Guderian le desagradaba la existencia de Polonia y no puso ninguna objeción moral al respecto. Además hasta 1939 el criterio de Hitler se había mostrado siempre correcto, especialmente en el caso de Checoslovaquia, lo que había desacreditado la opinión de opositores como Beck. Los aliados habían claudicado y Alemania había conseguido lo que había querido sin desembocar en una guerra general europea, incluso con la declaración de guerra de Inglaterra y Francia, estos solo empezaron hostilidades contra Alemania de forma sorprendentemente tímida.
Alemania se encontraba en junio de 1940 estratégicamente peor que en agosto de 1939.
No comparto esta afirmación. Es cierto que los problemas estratégicos de Alemania continuaban, es decir, seguía sometida a un bloqueo económico por parte de Inglaterra que le impedía el acceso a petróleo, pero mientras que los recursos de Inglaterra y Francia eran superiores a los de Alemania e Italia, los recursos de Alemania, Italia y la Europa ocupada eran incuestionablemente superiores que los de Inglaterra y las esperanzas de Churchill se limitaban a que la URSS y especialmente Estados Unidos entraran de su lado en la guerra... problema que finalmente le solucionaría el eje con su invasión a la URSS y el ataque a Pearl Harbor.

Pero Alemania después de la campaña de Francia era la potencia hegemónica en Europa y estaba en condiciones de atacar a la URSS concentrando la mayor parte de sus fuerzas, al menos en mi opinión esto era una mejora estratégica frente a la situación en la que se encontraba a principios de 1940.
el jefe del alto mando y el ministro de guerra se mostraron renuentes, por lo que Hitler los purgó (a ellos y otros jefes de pensamiento similar) en febrero de 1938.
Pienso que Hitler siempre iba a poder encontrar colaboradores para sus planes en una organización burocrática como lo es cualquier ejército, siempre iba a poder reemplazar a gente como Blomberg y Fritsch con gente dispuesta a un ascenso como Jodl o Keitel.
Me refiero a que ya en el otoño de 1939 el EMG alemán pudo estudiar la manera de cómo derrotar a Gran Bretaña (el nudo gordiano estratégico) en el terreno operacional. La pregunta del verano de 1940 sobre cómo continuar la guerra contra Gran Bretaña, una vez que Francia había capitulado, debió haberse formulado en el otoño de 1939 y quizás entonces se habría planificado con tiempo y antelación suficientes para, llegado el momento, acometer las operaciones.
Comparto totalmente este punto... solo para matizarlo, el éxito total de la campaña de Francia creo que también tomó por sorpresa al alto mando alemán, empezando por Hitler y nunca planearon tomando en cuanta un resultado tan favorable.

Sobre los memorandos de Beck, figura que despierta mi simpatía, claro que en última instancia tenía razón, pero quedó desacreditado cuando sus pronósticos sobre que Hitler estaba arriesgando al país durante la crisis de los Sudetes resultaron equivocados cuando los aliados decidieron ceder ante el dictador y en segundo lugar el valor moral que pedía al alto mando alemán es demasiado idealista y poco práctico. La gran mayoría de los hombres no arriesgan una posición, un buen empleo, estatus y la comodidad de sus familias por principios morales, peor aún cuando el gobierno de Hitler contaba con popularidad entre el pueblo alemán y dentro de Alemania era incuestionablemente el lado más fuerte y no sus opositores.
The future well-being of the nation is being risked. History will burden the leaders of the Armed Forces with blood-guilt if they do not make use of their expert knowledge and act according to the dictates of their consciences. There is a limit to soldierly obedience; it is reached when their knowledge, their consciences, and their sense of responsibility forbid soldiers to execute a command.
el EMG podía haber planificado en 1939 unas operaciones que, llegado el caso, buscaran la salida de GB de la guerra mediante una estrategia de aproximación, esto es una “estrategia periférica”, por ejemplo.
No dudo que Alemania de haberse centrado en ello en 1940 podía expulsar del Mediterráneo a Inglaterra, mi principal objeción que le veo a esta estrategia es que es lo que sucede si los ingleses se niegan a negociar?? Derrotar a una nación que esta en una isla cuando su marina supera varias veces la marina de los alemanes, era muy complicado... jugarse todo a León Marino como sugería Manstein aunque las probabilidades de éxito eran muy escasas, tampoco era una buena opción en mi opinión.
Alemania invadió Polonia en 1939, Francia y Gran Bretaña estuvieran varios peldaños por debajo de Alemania en los asuntos doctrinales militares, políticos e ideológicos, que no en los económicos y productivos. Y muchos más peldaños por debajo estaba USA
Solo decir, que USA era el país con mayor productividad por trabajador, sacando una clara ventaja a Inglaterra y Alemania desde el principio de la guerra, a su vez, la productividad de los franceses era inferior a la de los alemanes y luego la productividad de soviéticos, italianos y japoneses estaba más o menos al mismo nivel... con la diferencia de que la productividad en la industria pesada soviética era mucho más alta que la del resto de la economía y que la población soviética era mucho más grande que la de Italia o Japón.
Aunque estaban muy lejos de conseguirlo en los años de la guerra, los aliados sí disponían de la logística necesaria para aproximarse con esperanzas de éxito a una guerra mecanizada a gran escala; los alemanes no.
La dotación de recursos naturales no dependía del alto mando militar de ninguna nación. Guderian en mi opinión hizo lo correcto en abogar por mecanizar al menos de forma parcial a la wehrmacht. Alemania no podía aspirar a un ejército totalmente mecanizado como el de los aliados occidentales en 1944, al menos no sin acceso al petróleo del Caucaso.
Guderian sí que entra, y el mando superior (Manstein como símbolo) no quisieron reconocer algo que ya era evidente a finales de 1941 y de ahí en adelante
Es mi opinión que Alemania aun conservaba opciones de victoria hasta 1942, después la progresiva quiebra moral e intelectual de las fuerzas armadas alemanas al solo prolongar lo inevitable y multiplicar el sufrimiento para todos, incluidos los propios alemanes fue lamentable.
Si tú tomas unas decisiones estratégicas inviables, Chepicoro, ningún éxito operacional o táctico te va a resolver el problema
Coincido, en lo que creo que diferimos es que tu consideras Barbarroja como un error desde el principio, mientras que yo pienso que como concepto estaba bien pero errores en su planificación y aplicación resultaron en la derrota de los alemanes, en cualquier caso claro que tu postura es lógica y esta bien argumentada, pero es que pienso que tu ves las cosas como resultaron finalmente, no con la información que tenían disponibles los alemanes en 1940 y bajo la cual invadir la URSS era una opción más lógica para ellos.
Eso deberías aplicárselo a Hitler y sus tecnócratas, Chepicoro. Eran ellos los que tenían que ponderar esos equilibrios antes de iniciar una guerra.
Y Hitler al igual que Guderian estaba al tanto de esta desventaja material de Alemania frente a los aliados, pero Hitler se la jugo a que podía cambiar el balance material antes de que estos se pudieran movilizar completamente... lo que me asusta es que estuvo cerca de tener razón. si gente como Guderian hubiera estado del lado francés (o al menos hubieran contado con autoridad) en 1939 al estallar la guerra, la superioridad numérica y material de los franceses en la frontera con Alemania hubiera sido aprovechada.

Para finalizar un fragmento de la introducción de Achtung Panzer donde Guderian reflexiona sobre la mala posición estratégica de Alemania.

"Some nations are fortunate enough to be favoured by nature. Their borders are strong, affording them complete or partial protection against hostile invasion, through chains of mountains or wide expanses of sea. By way of contrast the existence of other nations is inherently insecure. Their living space is small and in all likelihood ringed by borders that are predominantly open, and lie under constant threat from an accumulation of neighbours who combine an unstable temperament with armed superiority. Some powers may have considerable natural resources and colonial territories at their disposal, and derive therefrom a considerable degree of independence both in war and peace; others, who are no less viable and may, indeed, often be larger in terms of population, will possess a very restricted base of raw materials and few if any colonial territories. Because of this they live in a state of continual economic stress and are in no position to sustain a long war."

"The pattern of historical development, together with the lack of insight on the part of nations who live in a state of superiority, have created a condition of crisis for those nations who are unable to tolerate a long period of hostilities, with all its attendant economic privations. Such nations have been forced to consider what means may best conduce to bring an armed conflict to a rapid and tolerable end."

Guderian, Heinz. Achtung Panzer! (Kindle Locations 418-432). Orion Publishing Group. Kindle Edition.

Espero continuar en la semana mientras tanto saludos.
Última edición por Chepicoro el Dom Dic 25, 2016 10:47 pm, editado 3 veces en total.
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Re: Guderian y la Blitzkrieg

Mensaje por José Luis » Lun Nov 21, 2016 9:30 am

¡Hola a todos!

Si note molesta, Chepicoro, y con independencia de que vayas interviniendo como mejor lo creas oportuno, voy a ir dejando mis impresiones sobre tus comentarios por cuestión de frescura y fluidez.
Chepicoro escribió:
Me explico: en ambos casos el pensamiento operacional fue el mismo: “batalla de aniquilación” mediante ataques de flanco, envolvimiento, cerco y aniquilación. Lo que cambió de 1914 a 1939 fue el diseño operacional para resolver un problema estratégico, de una parte, y la influencia tecnológica, de la otra.
Estoy de acuerdo contigo, pero me refería a la guerra de posiciones que se desarrollo en el frente occidental durante buena parte de la primera guerra mundial, en otras palabras, que Alemania no podía ganar una guerra de desgaste frente a una coalición con recursos superiores. Ya comenzada la guerra tenían que evitar por cualquier medio evitar una repetición de esto.
La clave está en tu última frase: “Ya comenzada...”. La guerra no surgió como un fenómeno meteorológico: fue comenzada por Alemania.
Chepicoro escribió:
En cambio, el problema estratégico de 1939 era cómo responder operacionalmente a la incertidumbre estratégica que involucraba una agresión militar a Polonia. Sabemos que Hitler lo fió todo a la ilusión de que Gran Bretaña y Francia no intervendrían finalmente si Alemania atacaba Polonia.
Y la responsabilidad de este error es de Hitler no del alto mando militar, aunque seguramente a Guderian le desagradaba la existencia de Polonia y no puso ninguna objeción moral al respecto. Además hasta 1939 el criterio de Hitler se había mostrado siempre correcto, especialmente en el caso de Checoslovaquia, lo que había desacreditado la opinión de opositores como Beck. Los aliados habían claudicado y Alemania había conseguido lo que había querido sin desembocar en una guerra general europea, incluso con la declaración de guerra de Inglaterra y Francia, estos solo empezaron hostilidades contra Alemania de forma sorprendentemente tímida.
Responsabilidad del error. No sólo Hitler, aunque fuese el principal responsable. También sus líderes militares. La oposición de Beck no se basó en absoluto únicamente en argumentos morales (Beck era partidario de atacar a Checoslovaquia, pero no en 1938, sino cuando Alemania estuviera preparada y las circunstancias internacionales fuesen propicias), sino en el conocimiento profesional y la responsabilidad ante el pueblo alemán y sus futuras generaciones.

Antecedentes. Cierto que la política de apaciguamiento franco-británica había allanado el camino y la confianza de Hitler, y con ello la fe de sus seguidores. Pero la entrada en la guerra de esas dos potencias, si Hitler invadía Polonia, era una posibilidad. El que fuese remota -en opinión de Hitler y, en consecuencia, de sus generales- no la descartaba. Sin embargo, ellos no la contemplaron ni se prepararon a tal fin. No tenían un “plan B” para el caso que se diera (lo mismo que sucedería con el Caso Amarillo en 1940 y la Operación Barbarroja en 1941), y cuando se dio...pues ya hemos hablado de ello, huyeron hacia adelante. ¿Qué podían hacer los generales? Lo que hizo Beck en 1938 si Hitler seguía empeñado en seguir adelante.
Chepicoro escribió:
Alemania se encontraba en junio de 1940 estratégicamente peor que en agosto de 1939.
No comparto esta afirmación. Es cierto que los problemas estratégicos de Alemania continuaban, es decir, seguía sometida a un bloqueo económico por parte de Inglaterra que le impedía el acceso a petróleo, pero mientras que los recursos de Inglaterra y Francia eran superiores a los de Alemania e Italia, los recursos de Alemania, Italia y la Europa ocupada eran incuestionablemente superiores que los de Inglaterra y las esperanzas de Churchill se limitaban a que la URSS y especialmente Estados Unidos entraran de su lado en la guerra... problema que finalmente le solucionaría el eje con sus invasión a la URSS y el ataque a Pearl Harbor.

Pero Alemania en después de la campaña de Francia era la potencia hegemónica en Europa y estaba en condiciones de atacar a la URSS concentrando la mayor parte de sus fuerzas, al menos en mi opinión esto era una mejora estratégica frente a la situación en la que se encontraba a principios de 1940.
Si Alemania fuese la potencia hegemónica de Europa en el verano de 1940, como tú crees, entonces no tendría motivos estratégicos (económicos, productivos, mano de obra, materias primas estratégicas, etc.) para decidir invadir la URSS buscando esos recursos con la idea de hacerse autosuficiente para continuar la guerra contra GB y USA. Lo cierto es que Alemania en 1940 tenía más enemigos que en 1939, tenía países ocupados que desviaban sus recursos humanos y materiales, tenía más problemas de mano de obra, tenía menos acceso a los suministros estratégicos...y no sabía cómo continuar la guerra porque no sabía cómo derrotar a Gran Bretaña y temía la esperada entrada de USA en la guerra. Nada de eso ocurría en 1939 antes de la invasión polaca, salvo la crisis económica que padecía provocada por la política económica de Hitler. Tenía más posibilidades de conseguir objetivos estratégicos por la vía diplomática y económica en 1939 que por la vía de la guerra. Eso fue lo que hizo a partir de 1957. En cambio, en 1940 sólo le quedaba el camino de la guerra o el de una paz perdedora. La fuerza militar es un instrumento de la estrategia, pero no el único. Cuando cierras todos los demás (el económico, el diplomático) te quedas sin más opción que la fuerza militar, pero hay desafíos estratégicos que no tienen solución por la única vía del empleo de la fuerza militar. Y esto le ocurría a Alemania en el verano de 1940.
Chepicoro escribió:
el jefe del alto mando y el ministro de guerra se mostraron renuentes, por lo que Hitler los purgó (a ellos y otros jefes de pensamiento similar) en febrero de 1938.
Pienso que Hitler siempre iba a poder encontrar colaboradores para sus planes en una organización burocrática como lo es cualquier ejército, siempre iba a poder reemplazar a gente como Blomberg y Fritsch con gente dispuesta a un ascenso como Jodl o Keitel.
Eso es como lo del manido recurso del “si yo no lo hago, otro lo hará”. Me imagino que tú y yo no robamos aunque otros lo hagan. Si todos lo hicieran porque otros lo iban a hacer igualmente, seguiríamos en la Edad Media (aunque no estamos muy lejos de volver a ella). Beck no lo hizo; Guderian sí. El Bundeshwehr se fundó en los principios profesionales de Beck, no en los de Guderian. Afortunadamente.
Chepicoro escribió:
Me refiero a que ya en el otoño de 1939 el EMG alemán pudo estudiar la manera de cómo derrotar a Gran Bretaña (el nudo gordiano estratégico) en el terreno operacional. La pregunta del verano de 1940 sobre cómo continuar la guerra contra Gran Bretaña, una vez que Francia había capitulado, debió haberse formulado en el otoño de 1939 y quizás entonces se habría planificado con tiempo y antelación suficientes para, llegado el momento, acometer las operaciones.
Comparto totalmente este punto... solo para matizarlo, el éxito total de la campaña de Francia creo que también tomó por sorpresa al alto mando alemán, empezando por Hitler y nunca planearon tomando en cuanta un resultado tan favorable.
Así es. Y ahí germinaron operacionalmente las raíces del desastre posterior.
Chepicoro escribió: Sobre los memorandos de Beck, figura que despierta mi simpatía, claro que en última instancia tenía razón, pero quedó desacreditado cuando sus pronósticos sobre que Hitler estaba arriesgando al país durante la crisis de los Sudetes resultaron equivocados cuando los aliados decidieron ceder ante el dictador y en segundo lugar el valor moral que pedía al alto mando alemán es demasiado idealista y poco práctico. La gran mayoría de los hombres no arriesgan una posición, un buen empleo, estatus y la comodidad de sus familias por principios morales, peor aún cuando el gobierno de Hitler contaba con popularidad entre el pueblo alemán y dentro de Alemania era incuestionablemente el lado más fuerte y no sus opositores.
Vuelvo a repetir que la oposición de Beck no se basó exclusivamente en principios morales, sino en el conocimiento y la experiencia profesionales que le indicaban que una guerra generalizada llevaría a Alemania al desastre (el fin de Alemania). El asunto, y ahí está la carencia crucial de los tecnócratas, era que los Guderian, Manstein, Rommel -por nombrar a algunos de los más célebres- carecían de ese conocimiento y experiencia profesionales en la dosis necesaria para aprehender las realidades estratégicas. Si supieran como Beck, no se jugarían su futuro y el de Alemania por muchos ascensos, honores y dineros que le ofreciera Hitler, porque sabrían de antemano cómo iba a acabar la aventura. En descargo de Rommel, he de decir que éste lo comprendió en 1943-44, pero lo comprendió ante la evidencia de los hechos consumados. Los otros dos siguieron empecinados en el error.
Chepicoro escribió:
el EMG podía haber planificado en 1939 unas operaciones que, llegado el caso, buscaran la salida de GB de la guerra mediante una estrategia de aproximación, esto es una “estrategia periférica”, por ejemplo.
No dudo que Alemania de haberse centrado en ello en 1940 podía expulsar del Mediterráneo a Inglaterra,mi principal objeción que le veo a esta estrategia es que es lo que sucede si los ingleses se niegan a negociar?? Derrotar a una nación que esta en una isla cuando su marina supera varias veces la marina de los alemanes, era muy complicado... jugarse todo a León Marino como sugería Manstein aunque las probabilidades de éxito eran muy escasas, tampoco era una buena opción en mi opinión.
Tu juicio es muy sensato y sólido. Pero convendrás conmigo en que era mejor tener una estrategia planificada que no tenerla. No había siquiera un “plan A”.
Chepicoro escribió:
Aunque estaban muy lejos de conseguirlo en los años de la guerra, los aliados sí disponían de la logística necesaria para aproximarse con esperanzas de éxito a una guerra mecanizada a gran escala; los alemanes no.
La dotación de recursos naturales no dependía del alto mando militar de ninguna nación. Guderian en mi opinión hizo lo correcto en abogar por mecanizar al menos de forma parcial a la wehrmacht. Alemania no podía aspirar a un ejército totalmente mecanizado como el de los aliados occidentales en 1944, al menos no sin acceso al petróleo del Caucaso.
Los aliados (ni estadounidenses ni soviéticos) jamás tuvieron un ejército de tierra totalmente mecanizado, si bien lo tuvieron en una proporción mucho mayor (en particular USA) que los alemanes. No era sólo cuestión de petróleo, sino también de capacidades financieras, de materias primas estratégicas, logística y tiempo. Los estadounidenses planearon inicialmente crear muchísimas divisiones más de las que finalmente establecieron, y ello fue debido a la necesidad de equilibrar fines y medios. A los soviéticos les pasó un poco parecido bajo circunstancias totalmente diferentes. Los alemanes ya sabían en la década de 1930 que nunca podrían llegar a mecanizar ni un tercio de su ejército por mor de las limitaciones financieras, económicas, industriales, materias primas, etc., que padecía Alemania. Por eso montó un ejército pirata.

Ahora bien, todo eso lo sabían los generales alemanes que querían saberlo, y es una excusa absurda sacarlo a colación a posteriori para explicar por qué perdieron la guerra (no me refiero a ti, sino a ellos).
Chepicoro escribió:
Guderian sí que entra, y el mando superior (Manstein como símbolo) no quisieron reconocer algo que ya era evidente a finales de 1941 y de ahí en adelante
Es mi opinión que Alemania aun conservaba opciones de victoria hasta 1942, después la progresiva quiebra moral e intelectual de las fuerzas armadas alemanas al solo prolongar lo inevitable y multiplicar el sufrimiento para todos, incluidos los propios alemanes fue lamentable.
Con mi mayor respeto por tus opiniones, creo que sólo soñando (ignorando voluntariamente la realidad) se puede decir que Alemania conservaba opciones de victoria en 1942. Nunca tuvo opciones militares de victoria en 1939-1941, sólo opciones de victoria política por éxitos militares. Así ocurrió con la capitulación política del gobierno francés; hubo fricción en la clase política británica sobre la opción de llegar a una mesa de negociaciones con Alemania mientras alemanes y franceses negociaba la capitulación francesa. Y había la posibilidad de que el gobierno soviético claudicase tras los desastres del Ejército Rojo en el verano de 1941. En 1942, con la derrota estratégica del Ostheer en Moscú y la entrada de USA en la guerra, ya no quedaban posibilidades reales de una victoria política (por ejemplo, que Stalin llegase a un acuerdo con Hitler) ante éxitos militares del Ostheer.
Chepicoro escribió:
Si tú tomas unas decisiones estratégicas inviables, Chepicoro, ningún éxito operacional o táctico te va a resolver el problema
Coincido, en lo que creo que diferimos es que tu consideras Barbarroja como un error desde el principio, mientras que yo pienso que como concepto estaba bien pero errores en su planificación y aplicación resultaron en la derrota de los alemanes, en cualquier caso claro que tu postura es lógica y esta bien argumentada, pero es que pienso que tu ves las cosas como resultaron finalmente, no con la información que tenían disponibles los alemanes en 1940 y bajo la cual invadir la URSS era una opción más lógica para ellos.
La considero no un error, sino el mayor error (después del de iniciar la guerra en 1939) como lo consideraron algunos oficiales alemanes antes de Barbarroja que no se quedaron sólo con la información que casaba con los prejuicios ideológicos de Hitler y los tecnócratas, sino que también sopesaron la información, desechada por Hitler (cuando le llegó) y los tecnócratas, que indicaba que la Unión Soviética no era el país que se imaginaban ni política, ni económica, ni geográfica, ni cultural, ni militarmente. Barbarroja se montó sobre un juicio político y unas consideraciones estratégicas fallidos de raíz.

En cuanto al resto de tu intervención. Verás, en mi opinión Guderian y el resto de los tecnócratas, e incluso Hitler, en términos estrictamente estratégicos en el terreno militar (dejando a un lado los objetivos, medios y propósitos que impulsaron su política criminal), tendrían cierta justificación de su aventura guerrera en la IIGM si no hubiese existido previamente la IGM. Pero al tener la experiencia desastrosa de la IGM, esa posible justificación es inaceptable. Cometieron los mismos, o similares, errores políticos y estratégicos con el agravante de que Alemania ni sus fuerzas armadas estaban mejor preparadas para la guerra en 1939 de lo que lo estuvieron en 1914. Y lo que es peor, pero no es tema de este hilo, lo hicieron de una forma criminal nunca vista, en su premeditación y amplitud, en la Historia.

Saludos cordiales
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maxtor
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Re: Guderian y la Blitzkrieg

Mensaje por maxtor » Mié Nov 23, 2016 12:52 pm

Saludos cordiales Chepicoro.

Es cierto que debatir con Jose Luis no es fácil, ni con ninguno de los administradores o miembros distinguidos de este foro dado que te obliga a mucho, a mí especialmente, a releer y contrastar versiones hstóricas. Aunque, qué hay mejor en la vida que un buen libro de historia militar?. :) :)

Donde fracasaron, los alemanes en mi opinión, es en no saber ver qué pasaba luego de un éxito operacional, o entender que la victoria brillante operacional no les daría la victoria estratégica. Los alemanes mantuvieron claramente una ventaja operacional durante los dos primeros años de la Segunda Guerra Mundial, y apenas nada de lo que intentaron fracasaron. El avance panzer a través del norte de Francia fue la maniobra militar más espectacular desde los días de Napoleón. La leyenda del Africa Korps en el Desierto Occidental, un audaz lanzamiento paracaidista en la isla de Creta, la épica de la operación Barbarroja, el enorme envolvimiento que protagonizó la operación Tifón, pero no obstante, dichas victorias marcó una trayectoria que la Wehrmacht fue incapaz de mantener. No es solo una cuestión de recursos económicos, o de combatir en dos frentes (cosa atribuible únicamente a los alemanes) sino de falta de “flexibilidad” del Alto Mando Alemán para saber reaccionar cuando la victoria rápida se les escapó y donde los planificadores alemanes, a pesar de su tan cacareada capacidad operativa, cada vez más y más confusos respecto a qué hacer.

Creo que la potencia de fuego, las capacidades productivas y los recursos de los contendientes son un factor más, y podríamos entrar a debatir el porqué Alemania no supo aprovechar los recursos que tuvo a su alcance ya que invadió casi toda Europa, sino que además las operaciones alemanas deben asumir también su parte de culpa en el resultado final. En 1942 la Wehrmacht lanzó una enorme operación en el sur de la URSS – Plan azul – que era tan extremadamente defectuosa como concepto que nunca debería haberse llevado a la práctica. Al verano siguiente, lo mejor que pudo concebir el EMG alemán fue un torpe ataque sobre el punto más obvio del mapa, la Operación Ciudadela contra Kursk. La respuesta alemana a la penetración aliada desde Normandía en agosto de 1944 fue el desastroso ataque contra Mortain, llevando a las últimas reservas blindadas que quedaban en el teatro operacional occidental a una trampa de la que pocas unidades escaparon. La historia de las operaciones alemanas en la guerra fue un lento y constante declinar. Dicho de otra manera, los alemanes lograron una “revolución en temas militares” en 1940, pero demostró ser accidental – dependiente de una multitud de factores únicos – y extremadamente frágil. (W. Murray, “May 1940: Contingency and Fragility of the German RMA”, en The Dynamics of MIlitary Revolution, 1300 – 2050, ed. MacGregor Knox and W. Murray (Cambridge: 2001), pp. 154 – 174).

La superioridad material de los EEUU, y de la URSS fue fruto de ellos mismos, especialmente la URSS de su absoluta y asombrosa capacidad de recuperación que le hizo primero soportar un golpe brutal y luego tomar la decisión de trasladar sus fábricas al este de su país para poder continuar la lucha, esa capacidad de los aliados e incapacidad alemana de aprovechar sus recursos es parte de la “estrategia global” disponible para los contendientes. No hay forzosamente un vínculo directo entre guerra en dos frentes y derrota militar, y por ejemplo, los EEUU debían cruzar océanos para llevar tropas y recursos al escenario de batalla. El punto de vista económico siempre ha sido muy tentador de asumir como la causa de la derrota alemana, así fue el economista británico Raymond Goldsmith quien afirmó en 1946 que el PIB ganó la guerra. El tamaño económico no basta para explicar el resultado de la guerra. Alemania tenía una capacidad industrial mayor que GB en 1940 y que, en 1941, tenía acceso a muchas más capacidad de este tipo que GB y la URSS junta y, a pesar de ello, no pudo derrotar a ninguna de las dos potencias. La línea que separa los recursos económicos de la victoria en el campo de batalla no es recta ni mucho menos, recordemos Vietnam para los EEUU, y Afganistán para la URSS. Como decía Eisenhower la victoria no se puede comprar. Al final los aliados tuvieron que luchar en el campo de batalla (y con especial mérito por parte de la URSS) y echarlos de los países conquistados.

Fue la victoria lo que le dio a la Blitzkrieg el estatus de doctrina (Hew Strachan).


El mando alemán es cómplice de llevar a Alemania al desastre, no sólo fue una decisión de Hitler sino de un conjunto de factores políticos, diplomáticos, económicos, y por encima de todos los militares. Si la mayoría del Alto Mando Alemán hubiera dejado claro la imposibilidad de ganar una nueva guerra europea y se hubiera opuesto, es dudoso que Hitler se hubiera lanzado por Polonia, por muchos éxitos que hubiera tenido antes en Austria y Checoslovaquia. Antes de que la Segunda Guerra Mundial empezara en el plano militar, el Reich alemán había perdido políticamente la guerra. El auténtico fracaso estratégico de Hitler fue que, al inicio de la guerra mundial que había desencadenado, solo tenía un plan de operaciones contra Polonia, perfectamente elaborado por sus generales, pero no tenía un plan estratégico global para un conflicto con las potencias occidentales. Fue un juego de doble o nada y perdió. Alemania no estaba en absoluto preparada para un conflicto contra su oponente más peligroso, el Imperio británico (recordemos el daño que la Marina británica causó a Alemania por el embargo durante la PGM). Hitler no había construido ni una flota de bombarderos estratégicos de largo alcance ni suficientes submarinos y buques de superficie, la marina ni siquiera había llegado a desarrollarse hasta los niveles permitidos por el Tratado Naval Anglo-Alemán de 1935.
No habían ni planes para una guerra con Occidente, ante la negativa de Hitler de preparar los mismos ya que lo veía como un insulto a sus habilidades de política exterior. Por lo tanto Alemania no tenía un plan de guerra contra las potencias Occidentales, tampoco podía tener un plan de Blitzkrieg contra ellas, fue simplemente el aprovechar unas victorias basadas en la tecnología actual (aviación, tanques e infantería móvil) contra unos rivales que eran débiles en su capacidad de respuesta y se elevó a doctrina por el fulgurante éxito inicial. (Karl-Heinz Freiser - "El mito de la Blitzkrieg - La campaña de 1940 en el Oeste").

Saludos desde Benidorm.

maxtor
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Re: Guderian y la Blitzkrieg

Mensaje por maxtor » Mié Nov 23, 2016 2:23 pm

[quote="José Luis"]

La bataille conduite francesa no constituía en su naturaleza una estrategia militar errada. Lo que la hacía errada era el concepto y desarrollo operacional de la misma, sometido a una rigidez del mando y control tan impracticable (como la que pretendía Schlieffen en sus memorandos) que hacía imposible, en la práctica, superar con éxito la fricción de la guerra. Es el caso opuesto al alemán: si éstos lo apostaron todo al albur de los éxitos tácticos y la flexibilidad táctico-operacional, los franceses lo apostaron todo a una campaña cuyo desarrollo debía seguir paso a paso lo previamente planificado, no habiendo lugar para la flexibilidad ante la fricción de la guerra debido a la incapacidad de los mandos intermedios y subalternos para tomar decisiones. Decisiones que siempre llegaban tarde y mal. El estricto e inflexible mando y control que propugnaba la bataille conduite era lo que la hacía impracticable, no su concepto estratégico.

[quote="Chepicoro"]

Saludos Chepicoro.

La línea Maginot ofrecía una serie de ventajas al eliminar las posibilidades de éxito de un eventual ataque sorpresa; obligaba a los alemanes a atacar por un camino desviado, pasando por países neutrales cuyo potencial aumentó, el potencial francés; protegía las regiones industriales junto a la frontera noreste, cuya pérdida había sido tan dolorosa durante la PGM y además, especialmente después de los enorme sacrificios de recursos humanos de la guerra anterior, parecía necesario hacer algo para equilibrar la inferioridad numérica con los alemanes. Verdún demostró el valor de las fortificaciones.

No es cierto que la Línea Maginot fuese originalmente diseñada como expresión de una estrategia puramente defensiva, ya que fue precisamene dicha línea la que permitió liberar tropa que pudieron ser usadas para ejecutar operaciones en otro sitio, lo que falló no fue la línea Maginot sino la "filosofía Maginot" ya que los franceses querían evitar batallas a campo abierto a toda costa manteniendo un concepto a toda costa de defensa lineal y adoptando como artículo de fe que lo importante era la primacái de la defensa y la superioridad del fuego sobre el movimiento. Los generales franceses y su Alto mando rehusaron a una defensa activa con profundos contrataques blindados y ahí vino su gran error; en el carácter e incapacidad de sus altos mandos.

Concepto defensivo francés que incluso tuvo una gran influencia en el pensamiento militar norteamericano tras la Segunda Guerra Mundial como por ejemplo en la creación en 1973 del US Army Training and Doctrine Command (TRADOC), que bajo la direcció de su primer comandante en jefe, el general W. E. DePuy se inició un debate interno que todavía sigue vivo treinta años después y que cristalizaron en el manual Army Field Manual 100-5, Operations - FM 100-5, del Ejército en julio de 1976, manual de clara orientación defensiva activa aunque posteriormente y tal y como ha indicado Jose Luis los posteriores manuales operativos sí recogieron claramente las influencias soviéticas a finales de la década de los 70.

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Re: Guderian y la Blitzkrieg

Mensaje por maxtor » Vie Nov 25, 2016 2:37 pm

Pero en la parte negativa de la evaluación sentenciaron en Guderian “la ausencia en su personalidad de facultades y cualidades de estado mayor general, mencionando, entre otras cosas, su falta de visión operacional, su falta de crítica profesional, y sobre todo su falta de madurez política
No entiendo bien a que se refieren por falta de madurez política. Durante la República de Weimar se supone que el ejército era apolítico, lo que esta bien en una democracia, que luego esta acabara por ser reemplazada por una dictadura, es otro asunto... pero el que Guderian fuera no diera su apoyo activamente a una u otra facción política no me parece un defecto.

Saludos cordiales.

No creo que se pueda considerar el ejército alemán durante la República de Weimar como apolítico, sino más bien lo contrario. Desde noviembre de 1918 hasta el verano de 1919, la situación alemana había oscilado entre revolución y contrarrevolución, la Reichswehr formada por 400.000 hombres y constituida en marzo de 1919 a partir de los Freikorps, era cada vez más un ejército politizado, y claramente hacia la derecha. Como en la derecha política, entre los militares también había conservadores prudentes y tácticos y golpistas impacientes. Algunos se mostraban dispuestos a ofrecerle una oportunidad al Estado burgués parlamentario bajo un gobierno del bloque de partidos burgueses; los otros deseaban el golpe de Estado militar y la dictadura. Ninguno de los dos grupos necesitaba de los socialdemócratas.

En el ejército alemán, tras el tratado de Versalles, se trataban también cuestiones políticas como en la Asamblea Nacional, prácticamente cada unidad del ejército seguía su propia tendencia política y cada general sus propias ideas. Dos de ellos se erigieron progresivamente en lo líderes de las dos principales tendencias políticas de la Reichswehr: Hans von Seeck, el jefe del Estado Mayor, quien, como mínimo al principio sí aspiró a despolitizar al ejército; y Walter von Lüttwitz, comandante en jefe del Gruppenkommando I, el "padre de los Freikorp" que ya desde 1919 planteaba constantes exigencias políticas, como por ejemplo la supresión del derecho de huelga y la derogación del subsidio de desempleo. Los planes de la Reichswehr de establecer una dictadura fueron tema de conversación constante desde verano de 1919.

(Sebastian Haffner - "La revolución alemana de 1918 - 1919", pp. 195 - 196 - Edc. IneditaEditores).

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Re: Guderian y la Blitzkrieg

Mensaje por Chepicoro » Vie Nov 25, 2016 7:12 pm

José Luis
Si note molesta, Chepicoro, y con independencia de que vayas interviniendo como mejor lo creas oportuno, voy a ir dejando mis impresiones sobre tus comentarios por cuestión de frescura y fluidez.
No me molesta, de hecho me da un poco de pena solo poder elaborar respuestas los fines de semana.

maxtor
Es cierto que debatir con Jose Luis no es fácil, ni con ninguno de los administradores o miembros distinguidos de este foro dado que te obliga a mucho, a mí especialmente, a releer y contrastar versiones hstóricas. Aunque, qué hay mejor en la vida que un buen libro de historia militar?. :) :)
Es difícil, pero por lo mismo es gratificante, debatir con gente como ustedes, yo al menos lo disfruto y aprendo bastante.

Ahora volvamos al debate.
La clave está en tu última frase: “Ya comenzada...”. La guerra no surgió como un fenómeno meteorológico: fue comenzada por Alemania
Y la responsabilidad del estallido de la guerra es fundamentalmente de Hitler y del partido Nazi, no de la wehrmacht, que le informó correctamente sobre el balance material en contra de Alemania, cuyos dirigentes se opusieron a sus planes hasta ser purgados y que no sabían si durante la crisis con Polonia los aliados iban a ceder como hasta ese momento habían hecho una y otra vez.

Es cierto si todos los altos mandos se hubieran negado a obedecer en 1939, Hitler no podía llevar a cabo su guerra, pero ningún ejército del mundo ha desobedecido a su gobierno cuando este además de legalmente constituido, cuenta con un innegable apoyo popular y hasta ese momento parece muy exitoso tanto a nivel interno (unidad nacional, acabar con el desempleo, recuperación e incremento del nivel de vida) como a nivel exterior (recuperar el "prestigio" de Alemania y revertir buena parte de las restricción del "dictado de Versalles").

Juzgar a Guderian porque cumplió con el trabajo para el cual se había preparado toda su vida y a los demás militares alemanes porque no se amotinaron en masa en 1939 es como mínimo desproporcionado y en mi opinión absurdo porque ese estándar no se le exige o plantea a ningún otro ejército en la historia.

La oposición de Beck no se basó en absoluto únicamente en argumentos morales (Beck era partidario de atacar a Checoslovaquia, pero no en 1938, sino cuando Alemania estuviera preparada y las circunstancias internacionales fuesen propicias), sino en el conocimiento profesional y la responsabilidad ante el pueblo alemán y sus futuras generaciones.
Se que Beck esgrimió argumentos prácticos para oponerse a la invasión de Checoslovaquia, pero como resultaron las cosas él se equivocó (aunque era difícil si no imposible poder prever que Chamberlain iba a vender a los checoslovacos) y pedir que todo el ejército te siga cuando la realidad acababa de demostrar que en esa ocasión Hitler estaba en lo correcto, era pedir lo imposible.

"Beck addressed his fellow generals and demanded that they present Hitler with a united ultimatum demanding that he call off the Czech adventure scheduled to go ahead, as he reminded his audience, the following month. The risks were enormous, he stressed. Germany would find herself fighting not only France and Britain, but waiting in the wings were the Soviet Union and the United States, with their limitless economic and manpower resources. Beck was backed by General Wilhelm Adam, the elderly commander of Germany’s barely fortified Western Front – the much trumpeted but barely begun Siegfried Line. Adam painted a black picture of an almost defenceless front that would be overrun within weeks, if not days. There were only two dissenting voices: General Busch and the Nazi-sympathising Reichenau, who lost no time in informing Hitler of what had been discussed."


En última instancia, Beck estaba en lo correcto y tenía razón de oponerse al aventurismo de Hitler, pero en 1938 al dictador le salieron bien las cosas.

On 18 August 1938 he submitted his resignation to Brauchitsch. ‘If I wanted to preserve one spark of self-respect I could not do otherwise,’ he told his friend General Kurt von Liebmann, commandant of the War Academy where Stauffenberg was completing his General Staff course. ‘After all, I sat in the seat of Moltke and Schlieffen and had an inheritance to administer. I could not quietly observe how this band of criminals let loose a war.’ When Brauchitsch broke the news that Beck had quit, the Führer was visibly relieved. With his uncanny intuition he had marked the general down as an enemy: ‘The only man I fear is Beck,’ he had told an aide, ‘That man would be capable of acting against me.’

Jones, Nigel. Countdown to Valkyrie: THE JULY PLOT TO ASSASSINATE HITLER

Hombres como Beck son raros, más en una organización burocrática con jerarquías definidas, contradecir al jefe y mantener su posición es complicado y la mayoría de los seres humanos no lo hacen, la mayoría somos como Guderian en el sentido de que volteamos para otro lado y tratamos de acomodarnos a la situación.
Pero la entrada en la guerra de esas dos potencias, si Hitler invadía Polonia, era una posibilidad. El que fuese remota -en opinión de Hitler y, en consecuencia, de sus generales- no la descartaba. Sin embargo, ellos no la contemplaron ni se prepararon a tal fin. No tenían un “plan B” para el caso que se diera (lo mismo que sucedería con el Caso Amarillo en 1940 y la Operación Barbarroja en 1941)
Ahí estoy totalmente de acuerdo.
Tenía más posibilidades de conseguir objetivos estratégicos por la vía diplomática y económica en 1939 que por la vía de la guerra
Pienso que una vez que Hitler rompe los acuerdos de Munich e invade el resto de Checoslovaquia, la vía diplomática estaba casi cerrada, al menos con Francia e Inglaterra que habían quedado en ridículo... por ello hizo bien desde su punto de vista en tratar de negociar con los soviéticos.
Eso es como lo del manido recurso del “si yo no lo hago, otro lo hará”.
Todos los regímenes dictatoriales que conozco del siglo XX han encontrado personal, no dudo que personas de bien como tú que además conocen tan bien la historia se negarían a colaborar en un régimen criminal... pero la mayoría no es así. Que pesaba más para Guderian en 1939, colaborar con un régimen que había devuelto el prestigio a su profesión, que había suprimido el comunismo, que había terminado con el desorden y la falta de unión entre el pueblo durante la época de la república, que había mejorado las condiciones económicas a simple vista (que ya se que Alemania estaba en vías de reventar económicamente si seguía con ese nivel de gasto, pero eso no lo sabía Guderian), que había levantado las restricciones impuestas en Versalles, que había preferido a los oficiales profesionales de la wehrmacht en lugar de los agitadores de las SA y que estaba en pleno proceso de rearme. Para un joven oficial alemán en ese momento habría sido muy difícil no dejarse seducir por Hitler... que hubiera personas con visión, talento y coraje moral para hacer lo correcto como Beck, es de admirarse, pero desafortunadamente las cosas no salieron a su favor.

maxtor
Creo que la potencia de fuego, las capacidades productivas y los recursos de los contendientes son un factor más,
Yo creo que son el factor de más peso y por mucho en cualquier guerra que acabe siendo una de desgaste como lo fue la SGM y una vez que Estados Unidos entra en la guerra la relación entre el PNB de los aliados y el eje es de 2 a 1 y solo iba a aumentar a partir de entonces.
En 1942 la Wehrmacht lanzó una enorme operación en el sur de la URSS – Plan azul – que era tan extremadamente defectuosa como concepto que nunca debería haberse llevado a la práctica.
Entiendo que la otra opción era intentar tomar Moscú y forzar una batalla decisiva con el ejército rojo, pero Hitler impuso su punto de vista sobre la prioridad de apoderarse del petróleo soviético. A parte de errores operativos durante la campaña de los cuáles el responsable fue Hitler hasta donde tengo entendido como obsesionarse con la toma de Stalingrado.
Al verano siguiente, lo mejor que pudo concebir el EMG alemán fue un torpe ataque sobre el punto más obvio del mapa, la Operación Ciudadela contra Kursk.
Y hasta donde se, sus militares le recomendaron a Hitler o no lanzar el ataque, o lanzarlo antes o una "defensa activa" del frente este.
La respuesta alemana a la penetración aliada desde Normandía en agosto de 1944 fue el desastroso ataque contra Mortain, llevando a las últimas reservas blindadas que quedaban en el teatro operacional occidental a una trampa de la que pocas unidades escaparon
De nuevo otra iniciativa de Hitler en contra de las recomendaciones de Kluge en este caso.

No es que Hitler haya tenido la culpa de todo lo que le salió mal a los alemanes y también tuvo sus aciertos en contra de la opinión de la mayoría de sus militares, pero en estos casos que mencionas y otros como reforzar Túnez cuando todo estaba perdido en África, la falla en destruir a los aliados en Dunquerke, ordenar a Paulus que mantuviera su posición ya cercado, etc el dictador fue el principal responsable (que no el único).
Dicho de otra manera, los alemanes lograron una “revolución en temas militares” en 1940, pero demostró ser accidental – dependiente de una multitud de factores únicos – y extremadamente frágil
No estoy de acuerdo, si la actuación de los alemanes durante la guerra a nivel militar se debe a pura suerte y eran extremadamente frágiles, no hay forma de explicar los millones de bajas que sufrieron los soviéticos contra un enemigo supuestamente frágil ni lo que los aliados occidentales tuvieron que batallar con una superioridad material que iba de muy grande a lo aplastante, siendo que con sus más y sus menos Estados Unidos, Inglaterra, la URSS y Alemania estaban en el mismo nivel tecnológico.

Es más esa explicación es contraproducente, si los éxitos alemanes se deben una secuencia de accidentes afortunados, entonces los aliados son unos ineptos al tener la superioridad material que tenían y haber tardado tanto en destruir a un enemigo tan frágil. Si la suerte estuvo del lado alemán muchas ocasiones, pero ellos tomaron de forma consciente la decisión de aceptar más riesgos que los aliados occidentales (las operaciones soviéticas me parecen tan audaces como las de los alemanes, aunque les salieran muy mal ejecutadas al principio de la guerra y la ofensiva japonesa Ichi go tiene poco que envidiar al menos como concepto).

SUPERIORITY OF NUMBERS THIS is in tactics, as well as in Strategy, the most general principle of victory,
von Clausewitz, Carl. On War (p. 123). Vook, Inc.. Kindle Edition.

No es que el bando más débil no pueda ganar, pero es que lo normal es que lo tenga mucho más complicado.

No hay forzosamente un vínculo directo entre guerra en dos frentes
Es incomparablemente más complicada la posición estratégica de Alemania en la SGM que la de Estados Unidos, de hecho los norteamericanos tenían de lejos la posición estratégica más cómoda de todos los contendientes.
Raymond Goldsmith quien afirmó en 1946 que el PIB ganó la guerra
.

Pues es que es difícil no estar de acuerdo con él... si un boxeador de peso pluma combate frente a un peso completo y gana este último la primera explicación que se me ocurre es que el último boxeador pesa el doble, porque la diferencia en el PNB (no se usaba el PIB en la época) entre los aliados y eje fue de esa magnitud una vez que Estados Unidos está en la guerra.
Alemania tenía una capacidad industrial mayor que GB en 1940
Pero para derrotar a Inglaterra necesitaba desembarcar en sus islas y eso no podía hacerlo (al menos de forma segura) sin una marina de superficie que iba a tardar años en construir y sin obtener una superioridad aérea que igualmente iba a tardar su tiempo... cuando los aliados desembarcaron en sentido contrario juntaron la flota más grande que ha visto la humanidad y tardaron más de dos años en doblegar a la Luftwaffe. Luego entonces Alemania no podía aprovechar su superioridad material frente a los británicos en 1940.
en 1941, tenía acceso a muchas más capacidad de este tipo que GB y la URSS junta
Económicamente luego de ocupar el oeste de la URSS Alemania tenía que haber controlado un potencial económico similar al de Estados Unidos, pero el territorio era deficitario en energía con todo lo que esto implica y los recursos humanos bajo el control del reich tuvieron productividades muy distintas... cosa normal, para que trabajar y esforzarse para mantener a sus opresores.
Hitler no había construido ni una flota de bombarderos estratégicos de largo alcance ni suficientes submarinos y buques de superficie, la marina ni siquiera había llegado a desarrollarse hasta los niveles permitidos por el Tratado Naval Anglo-Alemán de 1935.
No había forma en que Alemania al mismo tiempo creara una aviación de apoyo táctico y otra estratégica a la vez, ni que soñara con en el corto plazo competir con la Royal Navy, simplemente los recursos no dan para todo.
fue simplemente el aprovechar unas victorias basadas en la tecnología actual (aviación, tanques e infantería móvil)
Pero esos enemigos frente a los que se consiguieron esas victorias tenían acceso a la misma tecnología y en muchos casos contaban con más e incluso mejores tanques, más acceso a petróleo, mayor motorización, más aviones, etc.

La línea que separa los recursos económicos de la victoria en el campo de batalla no es recta ni mucho menos, recordemos Vietnam para los EEUU, y Afganistán para la URSS
Ninguna de esas guerras fue vista en la URSS o Estados Unidos como un asunto de vida o muerte, la SGM para sus participantes si lo fue y movilizaron a todas sus sociedades para ello, todas las grandes potencias a excepción de Italia y Francia dedicaron más de la mitad de su PNB al conflicto... en el caso de Vietnam considerando todos los gastos militares de Estados Unidos, no sólo Vietnam, apenas se llegaba al 10% si la memoria no me falla.
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Re: Guderian y la Blitzkrieg

Mensaje por José Luis » Sab Nov 26, 2016 8:52 am

¡Hola a todos!
Chepicoro escribió:
La clave está en tu última frase: “Ya comenzada...”. La guerra no surgió como un fenómeno meteorológico: fue comenzada por Alemania
Y la responsabilidad del estallido de la guerra es fundamentalmente de Hitler y del partido Nazi, no de la wehrmacht, que le informó correctamente sobre el balance material en contra de Alemania, cuyos dirigentes se opusieron a sus planes hasta ser purgados y que no sabían si durante la crisis con Polonia los aliados iban a ceder como hasta ese momento habían hecho una y otra vez.
La responsabilidad mayor de la invasión de Polonia el 1 de septiembre de 1939 fue de Hitler, sin duda. Pero ello no exime al liderazgo militar de la suya. No hubo ninguna resistencia, no digo ya oposición, a dicha invasión por parte del liderazgo militar.
Chepicoro escribió: Es cierto si todos los altos mandos se hubieran negado a obedecer en 1939, Hitler no podía llevar a cabo su guerra, pero ningún ejército del mundo ha desobedecido a su gobierno cuando este además de legalmente constituido, cuenta con un innegable apoyo popular y hasta ese momento parece muy exitoso tanto a nivel interno (unidad nacional, acabar con el desempleo, recuperación e incremento del nivel de vida) como a nivel exterior (recuperar el "prestigio" de Alemania y revertir buena parte de las restricción del "dictado de Versalles").
No se trataba de desobedecer, sino de dimitir. Parte de ese alto mando incluso había llegado a conspirar contra Hitler, y detenerlo o asesinarlo si fuera necesario, en el verano de 1938 por el asunto de Checoslovaquia con la intención de evitar la guerra. Desde luego, Guderian no estaba entre ellos. Así que si en el verano de 1939 una parte del alto mando no se opuso a la invasión de Polonia no fue porque tal proceder no lo hace "ningún ejército del mundo", sino porque, en esta ocasión, estaban de acuerdo con su Führer. Concluida la campaña polaca, con Gran Bretaña y Francia ya en guerra contra Alemania, una parte del alto mando se mostró nuevamente reacia a la orden de Hitler de iniciar la campaña contra Francia en 1939, e incluso, nuevamente, llegó a conspirar contra el Führer para detenerlo o asesinarlo. Guderian tampoco estaba entre ellos. Luego volveré a Guderian. Lo que quiero significar es que, incluso bajo el Tercer Reich, hubo una parte del liderazgo militar (y civil) que estaba dispuesta (algunos decididamente, otros ambiguamente) a eliminar al jefe del estado para evitar una guerra que ellos creían sería desastrosa para su nación. Y no sólo la historia de Alemania, sino la del mundo, está llena de ejemplos similares, consumados o no, contra jefes de estado (o gobiernos) populares o no.
Chepicoro escribió: Juzgar a Guderian porque cumplió con el trabajo para el cual se había preparado toda su vida y a los demás militares alemanes porque no se amotinaron en masa en 1939 es como mínimo desproporcionado y en mi opinión absurdo porque ese estándar no se le exige o plantea a ningún otro ejército en la historia.
No juzgo a Guderian, y demás tecnócratas, sólo por eso, pero también. Y no planteo una rebelión en masa como opción contraria a la que tuvieron, que fue de plena adherencia a su Führer. Muchos de los altos mandos que se adhirieron ciegamente al Führer en 1939 (y antes), habían actuado, a través de los Freikorps, contra el gobierno democrática y legalmente constituido de la República de Weimar durante 1919-1923, y no dejaron de esforzarse en socavar los cimientos de la República de Weimar durante los años siguientes. Ni siquiera se ruborizaron cuando faltaron indecentemente a su juramento de obediencia y lealtad a la Constitución de la RdW para, acto seguido, prestar uno de obediencia incondicional a Hitler.

Pero volvamos a Guderian. Si hubo un general, un alto mando, que tenía fama de ser nazi de la cabeza a los pies, ese fue el mariscal Reichenau. Yo tengo para mí que sólo fue nazi de una manera instrumental y no por convicción. En este último sentido, lo era mucho más Guderian, ya que hablamos de él en particular. Pero Reichenau era considerado por sus colegas como el general nazi por excelencia. La realidad, sin embargo, demuestra que Reichenau, a diferencia de Guderian, tenía visión y responsabilidad estratégicas, de una parte, y madurez política y un coraje físico y moral a prueba del Führer, de la otra. Lo demostró, al menos, en dos ocasiones. En el otoño de 1939, cuando supo que Hitler estaba dispuesto a violar la neutralidad belga, invadiendo su territorio para la campaña en ciernes contra Francia, intentó disuadir a Hitler de ello. Cuando vio que era inútil esa vía, descubrió los planes de la campaña contra Francia a los aliados. Poco más de dos años después, en diciembre de 1941, luego de sustituir a Rundstet como comandante en jefe del HS, Hitler le dijo personalmente, cara a cara, que debía iniciarse un ataque a cargo del Sexto Ejército (del que Reichenau seguía siendo comandante en jefe), ataque que Reichenau consideraba inútil y suicida. Cuando Hitler le espetó que era una orden, Reichenau le contestó, más o menos literalmente porque escribo de memoria: "Y el Sexto Ejército atacará, pero no bajo mi mando". Finalmente, Hitler reculó.

Reichenau era un militar sin escrúpulos morales y políticos, y fue además un criminal de guerra. Pero era un militar independiente, con criterio y con sentido de la responsabilidad de sus obligaciones, las cuales, en su opinión (correcta), iban más allá del simple terreno militar. Sabía que violar la neutralidad del territorio belga implicaba el cierre de todas las puertas para llegar a un posible entendimiento futuro con Gran Bretaña, tal cual había sucedido en 1914. Así que hizo lo posible, desde su punto de vista, para hacer fracasar ese plan.

He puesto a propósito el ejemplo de Reichenau por sus implicaciones nazis. Puedo poner los ejemplos de otros altos oficiales que actuaron de alguna forma parecida o incluso más arriesgada, si cabe. Pero Reichenau es un buen ejemplo porque demuestra cómo un militar nazi (al menos en las formas), afiliado al partido nazi, era capaz de reconocer, sin embargo, las implicaciones políticas y estratégicas que tendría para Alemania (y en consecuencia para él mismo, su familia y sus allegados) la planificación operacional que entonces, en octubre-noviembre de 1939, se estaba elaborando para la campaña contra Francia.

Guderian era pro-nazi no sólo en la formas (saludaba como un nazi), aunque no estuviese afiliado al partido. Estaba muy agradecido a Hitler, quien en sólo menos de seis años lo había ascendido de Oberst (1 de abril de 1933) a General der Panzertruppe (23-11-1938), el segundo escalafón más alto del generalato. Y tras la campaña polaca, por si no estaba o se sentía bien untado, Hitler le regaló una propiedad en la Warthegau (una finca de 937 hectáreas en Deipenhof valorada en 1.240.000 marcos del Reich), que suponía cinco veces el valor de los cheques que Hitler había regalado a los oficiales de alto rango el año anterior. Por cierto, a este respecto comentó Rommel en 1943: “Yo también iba a recibir una propiedad. Pero dije 'no' y rehusé. Debido a su posición en el asunto de las concesiones, también desaprobé a Guderian. Nunca debería haber aceptado la propiedad”.*

Recapitulando, a Guderian le iba bien con Hitler, y eso explica, en buena parte, su adhesión inquebrantable al Führer. Y al igual que Guderian, a otros muchos como él. Esto explica, también y mejor, el que ni siquiera cuando la guerra estaba más que perdida y la desolación física y moral de Alemania se iba haciendo patente como en 1944, Guderian y muchos más siguieron, con Hitler, huyendo hacia adelante, hacia el amargo final. Estos tecnócratas, bien untados y sobornados por Hitler, dimitieron de sus responsabilidades políticas y estratégicas, que sí habían considerado durante la odiada República de Weimar, desde el primer momento en que Hitler llegó al poder. Y fueron tan miopes en sus perpsectivas estratégicas que hasta el propio Manstein eligió una propiedad en Prusia del Este en el otoño de 1944, cuando para cualquiera que tuviera ojos para ver lo que venía era evidente que muy pronto acabaría en manos de los soviéticos. Murray lo expresó bien cuando escribió:

But this concern with the tactical and operational led the Germans to minimize the strategic and the political. Geyer von Schweppenberg's casual dismissal of Clausewitz as a person to be read only by professors suggest the incapacity of the officer corps to deal with larger questions of war. Thus, it is not surprising that the Mansteins and Guderians abdicated their political and strategic responsibility to Hitler and concerned themselves almost entirely with operational and tactical matters. The extent to which they ignored strategic and political questions is suggested by the fact that Manstein used his family fortune to buy an estate in East Prussia in the fall of 1944.**

Guderian, Reichenau, Manstein, etc., no eran unos jóvenes oficiales en septiembre de 1939. Tenían 51, 55 y 52 años, respectivamente, y eran General der Panzertruppe, General der Artillerie y Generalleutnant, respectivamente. No eran jóvenes tenientes o capitanes como lo habían sido en la guerra del 14-18. Manstein le dijo a su mentor, Beck, que fuese práctico y se olvidase de sus responsabilidades políticas y estratégicas cuando éste se esforzaba en julio de 1938 en ganar elapoyo de sus colegas para detener a Hitler. Manstein era su jefe de operaciones, y por tradición estaba destinado a suceder a Beck. Esa cortedad de miras en Manstein fue lo que hizo que Beck perdiese la confianza en su segundo y, cuando presentó su dimisión en agosto, escogiese a Halder y no a Manstein.

Recapitulando, cada uno puede y debe tener su propia visión al respecto de lo sucedido en 1939 y en adelante, pero no deberíamos caer en la simplificación de suponer que estos caballeros militares no tenían otras opciones diferentes a la que escogieron. Tenían otras opciones, individuales o en grupo, como demostraron otros de sus colegas. Escogieron la que más les convenía en cada momento, y siempre a favor del dictador.

*Norman J. W. Goda, “Black Marks. Hitler's Bribery of His Senior Officers during World War II”, en Emmanuel Kreike y William Chester Jordan (eds.), Corrupt Histories. (New York: University of Rochester Press, 2004), pp. 115, 122.

**Allan R. Millet y Williamson Murray [Eds.], Calculations: Net Assessment and the Coming of World War II (New York: The Free Press, 1992), p. 92.

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Re: Guderian y la Blitzkrieg

Mensaje por José Luis » Dom Nov 27, 2016 9:39 am

¡Hola a todos!
Chepicoro escribió:
En 1942 la Wehrmacht lanzó una enorme operación en el sur de la URSS – Plan azul – que era tan extremadamente defectuosa como concepto que nunca debería haberse llevado a la práctica.
Entiendo que la otra opción era intentar tomar Moscú y forzar una batalla decisiva con el ejército rojo, pero Hitler impuso su punto de vista sobre la prioridad de apoderarse del petróleo soviético. A parte de errores operativos durante la campaña de los cuáles el responsable fue Hitler hasta donde tengo entendido como obsesionarse con la toma de Stalingrado.
Permitidme que entre en vuestro debate para resaltar este punto. Pese a que en 1942, en mi opinión, Alemania ya no podía ganar militarmente la guerra, Hitler y su EMG tenían abiertas otras alternativas estratégicas que no pasaban necesariamente por el Frente Oriental. El Ostheer había quedado tan mermado por la campaña de Barbarroja que no estaba en condiciones de conseguir ningún objetivo estratégico determinante en su guerra particular contra la URSS. Recordemos que el objetivo estratégico de Azul era capturar la región petrolífera del Cáucaso, destruyendo en el proceso tantas fuerzas soviéticas como pudieran. Era un objetivo estratégico de naturaleza económica que, de salir bien, no iba a alterar sustancialmente el curso de la guerra en el Frente Oriental, pues había una serie de problemas y obstáculos que hacían virtualmente inviable la explotación práctica del potencial petrolífero del Cáucaso por parte de los alemanes. El Ejército Rojo tampoco estaba, en la primavera y verano de 1942, en situación y disposición de lanzar ofensivas de gran envergadura que amenazasen, más de lo que lo hizo en el invierno de 1941-1942, la situación alemana en la URSS. Por tanto, se daban las condiciones más o menos adecuadas para que el Ostheer pudiese adoptar una postura estratégica defensiva en Rusia (sin detrimento de ofensivas limitadas y puntuales) para buscar unos objetivos estratégicos más sustanciales en otra parte. ¿Y qué parte mejor que el teatro del Mediterráneo?

Si los planificadores del OKH, OKL, OKM y OKW hubiesen puesto sus ojos en Malta y Egipto en la primavera de 1942, en vez de hacerlo en el Cáucaso, Rommel habría contado con la logística y el apoyo aéreo y naval suficientes para abrir la posibilidad de cerrar el Mediterráneo central (capturando Malta) y oriental (capturando Alejandría) a la Royal Navy y expulsar a los aliados de Egipto. Digo que podría haberlo conseguido, no que lo conseguiría con seguridad. Tengo para mí que había muchas más probabilidades de éxito aquí que en Azul. Es cierto que de conseguir este objetivo estratégico, Alemania no iba a revertir el resultado final de la guerra, que, como digo, tenía perdida irremediablemente en el terreno militar. Pero no es menos cierto que haría que los esfuerzos aliados para conseguir la victoria final constituyesen un desafío muchísimo mayor del que tuvieron en la realidad (si obviamos la retrospectiva de las bombas atómicas). Y además, los aliados necesitarían mucho más tiempo para poder abrir un segundo frente en Europa.

Sea como fuere, lo que quiero significar con este ejemplo es el enorme desequilibrio de fines-medios en que descansaba la estrategia nazi, política y militar. Halder (OKH) despreció las posibilidades de éxito que brindaban África del Norte y el Mediterráneo. Estaba obsesionado con la URSS. Keitel y Jodl (OKW) seguían su estela. Los tres se lamentaron, después de la guerra, de haber desaprovechado esas oportunidades (que requerían un esfuerzo de guerra incomparablemente menor que el que exigía la URSS), e intentaron justificarse con falsas excusas, cuando no mentiras. Keitel fue el menos insincero de los tres. Sólo en el EMG de la Kriegsmarine, mientras que Raeder estuvo al mando del OKM, y en particular en su estado mayor de operaciones, se consideraron seriamente estas oportunidades y se plantearon como alternativa estratégica en 1942 (y en 1940-41). Claro que esto no era ya una blitzkrieg ni una "batalla de aniquilación"; todo eso murió para siempre en Barbarroja. Pero el pensamiento operacional reinante en la mayor parte de la Wehrmacht en 1942 seguía ajeno a una comprensión integral de la estrategia y a lo que es posible o no es posible militarmente en una guerra. Seguía ofuscado con unos objetivos inviables por demasiado ambiciosos para los medios que disponía el teatro de guerra ruso, despreciando unos objetivos viables, y también ambiciosos, para los que, sin embargo, sí disponía de medios en el tetaro de guerra mediterráneo, al menos hasta 1942.

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Re: Guderian y la Blitzkrieg

Mensaje por maxtor » Lun Nov 28, 2016 4:00 pm

Saludos cordiales.

Sinceramente no creo que los altos mandos del ejército alemán, Guderian incluido, puedan lavarse las manos del desencadenamiento de la Segunda Guerra Mundial. Si Hitler alcanzó el poder supremo fue solo gracias a la tolerancia del Ejército alemán. En abril de 1934 el general Blomberg en calidad de ministro de defensa se reunió con Hitler y llegaron a un pacto secreto por el que el Ejército ayudaría al líder nazi a hacerse cargo de la presidencia de Alemania a la muerte de Hindenburg a condición de que la Reichswehr conservara pleno control sobre los asuntos militares, y fruto de ello y de las presiones militares fue la purga que hubo posteriormente de la SA con Röhm a la cabeza. Al día siguiente de la purga (con 200 muertos) Blomberg redactó una nota en la que alababa la “decisión propia de soldados del Führer y su ejemplar valentía” al liquidar a los “amotinados y traidores” de las SA. Dos días después del funeral de Hindenburg, el jueves 9 de agosto de 1934, Blomberg escribió a Hitler una escueta carta de una sola frase que decía “Mi líder, querría recordarle su compromiso con la Wehrmacht. Blomberg) (Archivo privado historiador británico Ian Sayer y señalado en el libro de Andrew Roberts, “La tormenta de la guerra”.

El tono apremiado de la nota le recordaba a Hitler el compromiso sin el que no habría podido obtener la supremacía militar que habría de permitirle, cinco años más adelante, desencadenar la guerra. En opinión del historiador británico John Wheeler-Bennett, especialista en el Alto Mando alemán, “hasta agosto de 1934, el Ejército hubiera podido derribar el régimen nazi con un mero asentimiento de sus comandantes, ya que no debían alianza alguna al canciller. Sin embargo, al aceptar la sucesión de Hitler, los generales habían añadido un nuevo grillete, quizá el más férreo de todos, a los vínculos psicológicos que los encadenaban, cada vez más irremediablemente, a un régimen que habían previsto explotar y dominar” (Wheeler-Bennett, “Nemesis of Power, p. 339).

El 20 de agosto, Hitler escribió a Blomberg, garantizándole la inviolabilidad de la Wehrmacht, en cumplimiento del testamento de Hindenburg y de acuerdo a su propia voluntad, y asentar firmemente al Ejército como único portador de armas de la nación. Nadie le pide a Guderian, y a otros generales, que mostraran desafección en los años de las brillantes maniobras diplomáticas que amplió las fronteras alemanas entre marzo de 1936 y agosto de 1939, y que libró a Alemania de la humillación del tratado de Versalles (bajo el que había perdido el 13.5 % de su territorio), pero todos los generales podían intuir claramente qué se venía encima, y Hitler dejó claro que iba a por todas, y el ritmo de su agresión fue en aumento, al ir ganando confianza y al retirarse los generales de la toma de las decisiones políticas.

El ejército alemán fue partícipe del juego de doble o nada que suponía la política expansionista de Hitler, en la famosa reunión de la Cancillería de 5 noviembre de 1937, donde estaban presentes Blomberg, el general Fritsch, el almirante Raeder; Goring, el ministro de exteriores Neurath; y su ayudante Hossbach, que tomó nota de todo lo hablado, Hitler asumió que la historia “había demostrado que la expansión solamente podía lograrse destruyendo la resistencia y asumiendo riesgos”. El riesgo asumido para Hitler fueron las guerras cortas contra GB y Francia antes del periodo 1943 – 1945, ante el espanto de Blomberg y Fritsch se inició una campaña para hacer dimitir a ambos generales ya que especialmente Blomberg suponía un obstáculo para el poder total de Hitler, y se inició una pugna de más generales y altos cargos del ejército alemán, que miró hacia otro lado cuando compañeros de profesión eran vilipendiados y acusados injustamente de acusaciones absurdas.

Los factores económicos son básicos para la explicación de la victoria Aliada pero no deja de ser una respuesta convencional que deja, a veces, sin análizar el porqué Alemania, Japón o Italia cometieron errores fundamentales en la guerra, en opinión del historiador Richard Overy la victoria aliada no tuvo una explicación simplemente material, sino que hubo también importantes causas morales y políticas. Ambos bandos cometieron errores, pero el resultado en el campo de batalla dependió esencialmente del enorme progreso de la eficacia militar de las fuerzas aliadas (y especialmente la soviética). A los Aliados no les sirvieron la victoria en bandeja, sino que tuvieron que luchar por ella. Como dijo Stalin; “Los alemanes no iban a saltar solos al vacío, habría que empujarlos” haciendo referencia a la perentorias reclamaciones de un segundo frente en Europa occidental.

El factor económico no influyó en los críticos años de mediados de la guerra y la balanza de la enorme superioridad material de los Aliados aún no se había inclinado mucho a favor de los mismos. Hasta la invasión alemana de la URSS, GB y su imperio se vieron eclipsados por el potencial económico de los estados europeos del Eje y los territorios que habían conquistado. Es improbable que GB hubiera sobrevivido sola. Tras invadir los alemanes la URSS, la balanza mejoró hasta que los ejércitos alemanes penetraron en las regiones ricas en hierro, carbón y acero del oeste de Rusia y Ucrania, privando así a la industria soviética de dos tercios de su carbón y su acero. En el año que culminó con el sitio de Stalingrado, Alemania produjo el cuádruple de acero que la URSS. Durante los meses críticos de 1942, y 1943, cuando la marcha de la guerra cambió en el frente oriental, la balanza de recursos y las armas aún no se habían inclinado a favor del Ejército Rojo. Ni siquiera la entrada de los EEUU en guerra transformó la situación enseguida. Los estadounidenses ganaron la batalla de Midway a pesar de la abrumadora superioridad naval de los japoneses. Después de años de desarme y de asilamiento, los EEUU no eran una gran potencia terrestre y los diplomáticos alemanes dijeron a Berlín que estaban convencidos de que pasarían años antes de que el potencial económico de EEUU se tradujera en fuerzas numerosas y bien armadas.

En realidad la transformación tardó sólo unos meses y la economía de consumo estadounidense se movilizó tan rápidamente que en 1943 fue posible destinar una parte importante de la producción a ayudar a sus aliados. Ya, en 1944 la balanza de las armas se inclinó masivamente a favor de los aliados. Pero la creciente diferencia no se debió sólo a la posesión de más recursos humanos y materias primas. En el caso soviético, ocho millones de toneladas de acero y noventa millones de toneladas de carbón en 1943 se transformaron en 48.000 piezas de artillería pesada y 24.000 carros de combate; en el mismo año Alemania transformó treinta millones de toneladas de acero y trescientos cuarenta millones de carbón en 17.000 mil carros de combate y 27.000 cañones pesados. (Harrison, “Soviet Planning”, pp. 250 y 253, y R. Wagenführ,” Die deutsche Industrie im Kriege”, Berlín, 1963, pp. 182). Mientras que la URSS sacó el máximo partido de sus mermados recursos, el Nuevo imperio alemán no supo aprovechar sus ventajas económicas. En parte, fue el resultado de la guerra económica, y de nuevo se entrevé claramente un error grave estratégico, al no asumir su posición geoestratégica, el alcance o no de recursos energéticos, y el tamaño de las economías que tenía como rivales. Esgrimir el argumento de la inferioridad material para explicar la derrota alemana, se puede reponder con la frase. “mira con quien te metes”, no?.

Está claro que los aliados entorpecieron en grado sumo el aprovechamiento de todos los vastos recursos disponibles por los alemanes, tanto en el bombardeo estratégico, como en la decisión y realización del traslado de las industrias bélicas soviéticas hacia el Este de su país. Es indudable que la producción alemanes en 1944 y 1945, sin los bombardeos hubiera sido mucho mayor. Los años clave fueron los comienzo de la guerra, donde Alemania podría haber tenido alguna oportunidad. En 1942-1943 la disparidad entre ambos bandos nació de la recuperación de la industria soviética y del rearme estadounidense. Ninguna de las dos podía darse por sentada, y dicho éxito determinó posteriores victorias militares, en Stalingrado, Kursk, en la batalla del Atlántico y en Normandía.

Creo que hay algo más, los aliados de una situación inicial de derrota supieron rehacerse, a veces de forma lenta y torpe, pero aprendieron a bajarse de las cifras macroeconómicas a luchar cara a cara con los alemanes, primero el ejército soviético con un valor enorme y heroico de sus tropas y luego los aliados, tanto en el desierto como en Normandía. El margen de la derrota y la victoria fue a menudo tan escaso que las teorías generales parecen quedar fuera de lugar, si las guerras o batallas se ganaran antes de realizarse por factores económicos, nadie las emprendería, y ahí entra de lleno la ideología, la voluntad de ganar, la moral de los pueblos…. Alemania cometió graves errores de subestimación, tanto de la URSS como de los EEUU, y también de GB que con su decisión de seguir la lucha la metió en un brete estratégico casi sin salida, pero batallas como Stalingrado dependieron del valor de soldados individuales que lograron primero aguantar la acometida del 6º ejército alemán, y luego contratacar; al igual, que en Normandía, a veces, el margen del desastre al principio sobre todo de la operación se decidió por actos de valor de soldados y oficiales intermedios que decidieron tirar hacia delante. Como expone Richard Overy en su parte final de su libro “Por qué ganaron los Aliados”, los Aliados ganaron la Segunda Guerra Mundial, porque convirtieron su fuerza económica en capacidad combativa eficaz y las energías morales de su pueblo, en una eficaz voluntad de ganar.

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Re: Guderian y la Blitzkrieg

Mensaje por maxtor » Mar Nov 29, 2016 11:22 am

Saludos a todos.

De todas formas, personalmente soy de la opinión que en el invierno de 1941 Alemania ya tenía perdida la guerra, la Wehrmacht sufrió un golpe devastador a nivel psicológico con su fracaso en la toma de Moscú. En el periódico Militär – Wochenblatt, en un número de noviembre de 1941 se decía: “El 22 noviembre marca cinco meses desde que la Wehrmacht alemana iniciara sus movimientos contra la amenaza de un ataque bolchevique procedente del este. En ese tiempo, ha ocupado 1.7 millones de kilómetros cuadrados de la Unión Soviética, un territorio en el que se ubican las tres cuartas partes de su industria y que alberga a 75 millones de sus habitantes. Al mismo tiempo, y de modo simultáneo, ha capturado 3.792.600 prisioneros y destruido 389 divisiones; si incluimos las bajas en combate, podemos estimar el total de las pérdidas soviéticas en más de ocho millones de soldados. Las pérdidas materiales se corresponden a las humanas: más de 22.000 tanques, 20.452 cañones, 16.912 aviones han sido destruidos o capturados… un saldo que representa un éxito del que la Wehrmacht alemana tiene motivos para sentirse orgullosa, así como una derrota aniquiladora para el enemigo”.

En efecto, según una de las estimaciones, los alemanes habían formado doce grandes bolsas en doce grandes maniobras envolventes en el transcurso de las operaciones Barbarroja y Tifón, desde Bialystok hasta Bryansk(Coronel Däniker, “Zwei Jahre deutsche Strategie”, Militar – Wochenblatt 126, n. 23 (25 de noviembre de 1941): 637 – 643). En la campaña del este, los alemanes habían llegado las batallas de cerco o aniquilación hasta un punto culminante de destrucción que nunca jamás volvería a alcanzarse. Equivalía a combatir y vencer doce veces la Operación Caso Amarillo de Francia. Sin embargo, no se había conseguido nada en concreto.

Se perdió algo más que una campaña. El estilo alemán de hacer la guerra, basado en victorias rápidas y decisivas y en un cuerpo de oficiales de espíritu independiente que manejaba las situaciones como les parecía más adecuado, había sufrido un golpe mortal. Durante el resto de la contienda, el cuerpo de oficiales combatiría su propia guerra en dos frentes, uno por el futuro de Alemania, pero otro, también, por su propio futuro. En los primeros meses de 1942, las tropas de la Wehrmacht se encontraban en modo superviviencia, mientras el ER lanzaba una inmensa ofensiva estratégica en la que, al final, acabaría envuelto todo el frente oriental. Un ejército que se enorgullecía de sus rápidas campañas de maniobras en el nivel operacional se había disuelto, por primera vez, en pequeños grupos dotados de agotados soldados de infantería que se aferraban desesperadamente a cualquier hueco que pudieran encontrar. No obstante la Wehrmacht sobrevivió a aquel invierno y ahora llegó el momento de seguir adelante.

El problema estratégico de 1942 difería bastante del problema del año anterior, y la única responsabilidad era atribuible a Hitler. En medio de una euforia general se lanzó a una invasión rusa planificando una campaña de pocos días con el objetivo estratégico de destruir la mayor cantidad de tropas que hiciera desestabilizarse al gobierno soviético que caería como una fruta madura. Hitler no re repondría nunca de la sorpresa que el valor del Ejército rojo le dejó incluso en los meses antes del invierno del 41. En aquellos momentos el Reich se enfrentaba a una gran alianza de un poder sin precedentes.

Visto en perspectiva actual, resulta difícil imaginar las posibles situaciones en cuyo contexto Alemania hubiera podido ganar la guerra, en este aspecto hay historias alternativas que son apasionantes, o analizadas seriamente desde un punto de vista militar como el libro “Hitler triunfante”, de Peter G. Tsouras, que reúne a historiadores muy serios como Charles Vasey, John Prados, David C. Isby, Paddy Griffith, y Stephen Badsey, entre otros, que tomaron en cuenta situaciones y contextos más posibles que la mayoría. Griffith, por ejemplo, postula una operación aérea contra los campos petrolíferos del Cáucaso en otoño de 1941, mientras que Prados escribe un ataque combinado mar-tierra-aire contra Gibraltar en enero de 1941. Es importante recordar que en el año 1942 existían alternativas reales con respecto al futuro rumbo del conflicto. En teoría, los alemanes podrían haber hecho las cosas diferentes o varias cosas. Podían haberse dedicado a una guerra de corso total contra la marina mercante de los Aliados, utilizando submarinos de modelos cada vez más avanzados; podían haber proseguido el desarrollo de su propio ejército estratégico de bombarderos, un proyecto que acariciaban de cuando en cuando; podían haber adoptado el modelo de guerra total a finales de 1941 en lugar de hacerlo en 1943, después de Stalingrado y cuando ya era demasiado tarde.

Los ejércitos alemanes ocupaban la práctica totalidad de Europa, y sus mejores zonas industriales, el Reich todavía no había sentido el golpe de la ofensiva de los bombardeos estratégicos aliados, y por lo tanto, sí que controlaban, de verdad, con los recursos necesarios que les hubieran permitido adoptar otro rumbo. ¿Cuál hubiera sido el impacto en 1944, pongamos por caso, de un incremento significativo en la producción de cañones antiaéreos en 1941?. La defensa antiaérea alemana ya era bastante mortífera de por sí, y las tripulaciones de los B-17 y de los B-24 pagaron su precio en sangre. ¿O de un programa de producción que favoreciera a los U-booten, en detrimento de los tanques?. La victoria aliada en la batalla del Atlántico fue una de las muchas operaciones fallidas que, tras rozar el éxito, se van a pique y que salpican el paisaje de la historia militar, tal vez una de las oportunidades perdidas de Hitler. No sé si Alemania hubiera podido ganar la guerra, o simplemente alargarla mucho más tiempo, que hubiera podido parecer una cuasi-victoria, o simplemente hubiéramos visto el lanzamiento de bombas nucleares en Berlín.

Aún conteniendo todo lo anterior, un alto grado de especulación, las opciones existían, pero imaginar que Alemania podría conseguir mucho más con los anteriores escenarios es ignorar su historia militar. El poder germánico siempre se ha sustentado en su ejército de tierra, su soporte fundamental. La situación geográfica de Alemania, en el centro de Europa, sus fronteras básicamente abiertas y sus recursos más limitados que los de los países vecinos no le permitían la aplicación de estrategias que hubieran podido, a largo plazo, conducir a la victoria. Esta es una de las razones por las que los alemanes realmente nunca se inclinaron por la opción de bombardeo de largo alcance; es posible que dichos bombardeos estratégicos funcionaran, pero, en definitiva, se trataba de una opción que requería tiempo. También es la razón que explica el por qué la marina nunca llevó la guerra marítima hasta sus límites, puesto que por mucho que, a largo plazo, hubiera podido tener en jaque a GB, se trataba de una estrategia que no producía resultados rápidos (al igual que el proyecto nuclear). Únicamente el ejército tenía todavía la posibilidad de una victoria lo bastante decisiva y rápida para forzar la disolución de la coalición enemiga.

A principios de 1942, Alemania se enfrentaba a grandes obstáculos estratégicos. Se hallaba en inferioridad numérica en tierra, mar y aire, el país estaba rodeado de enemigos, su principal ejército acaba de sufrir un terrible golpe, casi aniquilador, en Moscú, y su lista de bajas en el este acababa de sobrepasar el millón de hombres. Pero incluso con dicha situación y las alternativas que se le planteaban a Alemania, es reseñable la escasa discrepancia con respecto a la decisión de Hitler de lanzar otra ofensiva en la URSS. Visto desde la perspectiva de la distancia de la historia militar alemana, la situación en apariencia desesperada de la Wehrmacht sólo dejaba una opción: el ataque.

Saludos desde Benidorm.

(Fuente: Robert M. Citino, "La muerte de la Wehrmacht").

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Re: Guderian y la Blitzkrieg

Mensaje por Chepicoro » Jue Dic 08, 2016 4:44 am

Saludos.


Como siempre me pasa en este foro, me "han obligado" (gracias) a releer alguno de mis libros para poder argumentar mi postura. En esta ocasión "Hitler´s General´s" editado por Correlli Barnett, que además fue uno de los primeros libros que leí cuando empezaba a aficionarme a este tema hace unos 10 años, todas las citas de este post las voy a extraer de la introducción de este libro, a menos de que señale otra cosa.

"As the nature of Hitler´s regime became more evident in the course of the war, the generals confronted a moral conundrum which they were singularly ill equipped by their a-political training and tradition to solve"

"From the very moment that Hitler first came to power in January 1933, therefore, the fortunes of the German officer corps, collectively and individually, became bound up with his personal adventure in pursuit of fantasies of continent domination."

Cuando era justo pedirle a los generales alemanes que se amotinaran contra Hitler como ustedes reclaman? En que momento el régimen de Hitler se vuelve abiertamente criminal y se justifica utilizar cualquier medio para destruirlo? No tengo dudas que Hitler era un criminal, pero esto no fue inmediatamente aparente en 1933 al llegar al poder.

Durante la purga de la noche de los cuchillos largos, creo que el régimen nazi por primera vez recurre a la violencia de forma abiertamente ilegal y a gran escala, pero el quitar de en medio a Rohm y a las SA generó simpatía y respaldo por parte del ejército... hasta Witzleben se expresó bien de los nazis en este episodio.

Witzleben, always an implacable opponent of Hitler and destined to be nominated as the new army Commander-in-Chief by the July plotters in 1944, cried ‘Splendid!’ when he heard that the SA leadership had been shot.
Jones, Nigel. Countdown to Valkyrie: THE JULY PLOT TO ASSASSINATE HITLER (Kindle Locations 647-649).

"The Munich Agreement radically altered the strategic balance of Europe in Hitler´s favour, opening the way to his final occupation of Czechoslovakia in March 1939, which in turn uncovered the southern flank of his next victim, Poland. But Munich marked not only Hitler´s triumph over Chamberlain and Daladier, but also over the leadership of the German Army.

That leadership certainly saw war as a legitimate instrument of policy, as it always had been in European affairs, but war waged at the right time and with a strong and thoroughly well prepared army, as in 1866 and 1871. The foreshortening of the possible date for a conflict from 1940 (dismayingly close as even that was) to 1938, when the German Army remained in the middle stage of expansion, training and equipping, horrified them. For Germany to become embroiled again in a war with France and Britain over Czechoslovakia would, they contended (Beck, the chief of Staff, in particular), lead to yet another cataclysmic national defeat. There was even half-hearted talk of an anti Hitler coup d´etat. but the generals misunderstood Hitler´s game of armed diplomatic bluff as much as did his British opponent Neville Chamberlain.
In the event, Hitler´s bloodless victory at Munich discredited, divided and unnerved the military doubters and Beck was replaced by Hadler, a lesser and narrower man. With Fritsch already discarded in February 1938 after being framed on homosexuality charge by the Gestapo, and replaced by Brauchitsch, a good soldier but weak and vacillating as a head of the Army, Hitler had achieved complete dominance over the generals."


Y Hitler no es el único ejemplo de un dictador después de concentrar todo el poder político del estado, exitosamente se hace con el el control de sus fuerzas armadas hasta obtener un liderazgo "dócil" a sus intereses... sin ir más lejos Stalin en la URSS y por similares métodos aunque a mucho mayor escala descabezaría al ejército rojo.

"If the historian may pronounce a judgment on the German generals of Hitler´s era it is that professionalism is not enough, technical brilliance is not enough, obedience to an oath and to orders is not enough. What their traditions upbringing and training failed to give Hitler´s generals was a wider sense of political and social responsibility; a belief that to obey their own consciences constituted the highest duty of all. Only the "bomb plot" conspirators of July 1944. Witzleben, Speidel and Stulpnagel (yo agregaría al menos a Beck y Rommel) succeeded in so completely breaking the mental and moral bounds of a narrow professionalism as to embark on positive action to destroy Hitler and his regime.

Una vez empezada la guerra la situación de los generales era todavía más compleja, no hacer lo mejor posible en su esfera de responsabilidades, en el momento en que Alemania estaba enfrentada de nuevo a Francia e Inglaterra, o incluso boicotear el esfuerzo de guerra no podía ser considerado traición? y el comportamiento criminal de las SS (y también de la wehrmacht) no podían ser casos aislados o en todo caso responsabilidad de Himmler o Goebbels?, cuando uno se podía dar cuenta que los actos criminales de los nazis no eran un exceso de algún radical, sino la esencia del régimen y que el primer criminal era Hitler?

No es que Guderian y otros como él no merezcan ser criticados y se les reproche correctamente su cobardía moral... pero el valor moral es mucho más raro que el valor físico, la mayoría en el momento de tomar una decisión moralmente complicada no somos héroes, eso era verdad en la década de los 30´s del siglo pasado y lo sigue siendo en la actualidad y no se me ocurre una situación más compleja que la que tuvo el cuerpo de oficiales alemán durante la dictadura de Hitler. Por esa misma razón resaltan personas como Witzleben o Beck que vieron desde muy temprano la naturaleza del régimen o Rommel que pasó de ser un admirador de Hitler a oponerse a este sabiendo lo que arriesgaba.
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Re: Guderian y la Blitzkrieg

Mensaje por José Luis » Jue Dic 08, 2016 10:42 am

¡Hola a todos!

Estimado Chepicoro:

El libro de Barnett sigue la versión clásica de la defensa del generalato alemán, gestada por Manstein y cía durante el Proceso de Nuremberg en el llamado "memorando de los generales", que trataba de justificar la relación entre la Wehrmacht y el régimen nazi durante los años de entreguerra y su "honorable" expediente durante la IIGM. Es un libro más al uso, carente de un análisis crítico de las acciones y omisiones de sus biografiados. Pero Barnett no es el tema de este hilo.

Por lo que escribes parace que tu argumento trata de explicar, y en cierto modo justificar, los motivos por los cuales el generalato alemán no se resistió (opuso, rebeló...) a Hitler en algún momento de la historia del Tercer Reich. Esto en relación con el aspecto político (en el sentido dado por Beck sobre los deberes últimos de un oficial), tradicional y socio-cultural de la raigambre militar alemana. Según argumentas, parece que esta raigambre y el contexto hisórico alemán durante el Tercer Reich hacían verdaderamente difícil, si no imposible, la formación de una elite del generalato que se opusiera a la política criminal de Hitler (porque conducía a la guerra) o, ya durante la guerra, a la conducción de la guerra de Hitler (porque abocaba al desastre). Además, introduces un aspecto apolítico en los miembros de la Wehrmacht (que favorece la inacción del generalato ante Hitler), así como otros aspectos de conciencia (ética, moral) que tienen esacasa traducción en el común de los mortales ante situaciones críticas.

Bien, en todo lo anterior hay cierta parte de verdad y no menos parte de falsedad.

Es un hecho que, salvo excepciones que se cuentan con los dedos de una mano, el cuerpo de oficiales de la Wehrmacht (entonces Reichswehr) recibió con júbilo o satisfacción la llegada de Hitler al poder. Esto incluye a Beck, Hans Oster, Witzleben, Stauffenberg (por nombrar algunos de los que muy pronto cambiarían radicalmente de opinión y que se harían famosos por su protagonismo durante el 20 de julio de 1944). También es un hecho que su reacción (la del cuerpo de oficiales) ante la barbarie de la "Noche de los Cuchillos Largos" fue la de mirar hacia otra parte (aunque aquí ya se empezó a gestar una conspiración contra Hitler encabezada por Hans Oster) porque los resultados de la misma (descabezamiento de la SA) favorecían los intereses del ejército según su liderazgo. Lo que subyace bajo esta aceptación del régimen de Hitler por los militares es la creencia firme de su liderazgo de que el Führer haría posible que el ejército alemán recuperara su grandeza y sus privilegios, y con ellos Alemania. No de otra forma se explica la "luna de miel" que vivió el liderazgo de la Wehrmacht y Hitler durante 1934-1937. Bajo esta tesitura es ciertamente de lunáticos esperar que hubiera un elite del poder militar que se levantara contra Hitler.

Ahora bien, a partir de noviembre de 1937 quedó claro para la jefatura de la Wehrmacht que Hitler cabalgaba hacia una guerra generalizada, de consecuencias indeseables para los tres hombres que escucharon atónitos los planes de Hitler en la conferencia de la Cancilleríoa del Reich. Se rompía la "luna de miel". Lo que siguió ya lo hemos tratado y no hace falta volver a ello. Sólo subrayar que Hitler purgó a los opositores bajo la pasividad general del cuerpo de oficiales. Y éste es el punto.

Si hablamos aquí de todo este tema que gira en torno a la "resistencia contra Hitler" es por el significado que tiene en relación a uno de los ingredientes fundamentales ausentes en los militares que hicieron posible la llamada Blitzkrieg. De otra forma no tiene sentido hablar de este asunto en este hilo. Y aquí entramos en el asunto de la política e inevitablemente de la estrategia, las grandes carencias de los tecnócratas.

Si Blomberg, Fritsch y hasta Göring (aunque éste en tono muy bajo) se mostraron reacios a los planes de Hitler en noviembre de 1937 fue, fundamentalmente, porque consideraron que la situación política internacional y la situación estratégica nacional (especialmente en lo tocante al estado de las fuerzas armadas y los recursos nacionales) no aconsejaban que Alemania se viese envuelta en una guerra, y menos provocada por ella. Contrariamente a lo que pareces creer, estimado Chepicoro, el liderazgo militar alemán no era en absoluto apolítico. Para que no haya dudas debemos convenir en definir "apolítico": Ajeno a la política o que se desentiende de ella (RAE). Obviando lo que parece evidente (que nadie es apolítico aunque pretenda serlo, pues la política afecta siempre), la creencia de un ejército alemán apolítico es uno de los mayores mitos de la historia militar alemana. Lo que no es un mito, sino una certeza, es que la mayoría abrumadora del ejército alemán siempre pretendió, en toda su historia, que la política, en tiempo de guerra, quedase sujeta al ejército. Y lo del Reichswehr apolítico, en particular, es un mito asombroso debido a la ignorancia que parecen albergar sus creyentes sobre la propia historia del Reichswehr y de su figura más representativa, sobre la cual gira este mito, el Chef der Heeresleitung Hans von Seeckt, irónicamente destituido de su puesto por sus ambiciones políticas.

El liderazgo del Reichswehr-Wehrmacht siempre fue político, como la mayoría de sus integrantes (Guderian incluido), desde von Seeckt hasta Fritsch, desde Schleicher hasta Blomberg. Y hasta tal punto fue comprometidamente político que trabajó por derrocar el régimen, durante la República de Weimar, y ordenó (Blomberg) el adoctrinamiento de la Wehrmacht en los principios básicos del nacionalsocialismo, durante el Tercer Reich. Por tanto, su compromiso político (el que fuera en cada momento dado de la historia) es indiscutible. Otra cosa bien diferente es su capacidad para la comprensión de la política como esfera central de la elaboración de la estrategia nacional o gran estrategia, y el vínculo indisoluble que une y somete la estrategia militar a la política. Y es aquí donde reside el mayor déficit del liderazgo militar alemán en su historia. Fue precisamente el desprecio hacia el papel de la política y hacia las propias responsabilidades políticas de los oficiales militares lo que posibilitó, junto con el gran empujón nazi, el auge de los tecnócratas y la catástrofe y mito de la Blitzkrieg.

El meollo de todo este asunto no está en la presunción de que el generalato de la Wehrmacht debiera oponerse a Hitler por los crímenes del régimen nazi, sino en la obligación que tenía en resistirse a embarcarse en una guerra que, desde cualquier punto de vista de la estrategia profesional, llevaría a Alemania al desastre. Más teniendo en cuenta el desastre reciente de 1918. No tendrían siquiera que rebelarse o amotinarse; bastaría con presentar su dimisión como hizo Ludwig Beck.

Hammerstein (te recomiendo la lectura de Hammerstein o el tesón de Enzensberger) dijo una vez:

Divido a mis oficiales en cuatro grupos. Los inteligentes, los trabajadores, los estúpidos y los perezosos. Normalmente dos características se combinan. Algunos son inteligentes y trabajadores: su lugar es el Estado Mayor General. La mayoría son estúpidos y vagos: significan el 90% de todos los ejércitos y son adecuados para los trabajos rutinarios. Cualquiera que sea a la vez inteligente y vago está cualificado para las tareas más elevadas de liderazgo, porque posee a la vez la claridad intelectual y la compostura necesarias para las decisiones difíciles. Uno debe tener cuidado con los estúpidos y trabajadores: no se les debe confiar ninguna responsabilidad porque solo causarán problemas.

El problema de la Wehrmacht es que estuvo dominada por el grupo de los estúpidos y trabajadores.

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Re: Guderian y la Blitzkrieg

Mensaje por José Luis » Sab Dic 10, 2016 10:06 am

¡Hola a todos!

A quien pueda albergar dudas sobre la ideología nazi de la Wehrmacht en general le aconsejo que lea el capítulo titulado "The Politicization of the Reichswehr/Wehrmacht" de la obra de la serie de Germany and the Second World War, del volumen IX/I, a cargo de Ralf Blank et al, titulado German Wartime Society 1939–1945: Politicization, Disintegration, and the Struggle for Survival (Oxford: Clarendon Press, 2008), pp. 501-523. Sólo voy a poner una docena de citas a modo de muestra, pero hay centenares de cómo se adoctrinó a la Wehrmacht en los principios básicos de la ideología nazi.

-Col. Walter von Reichenau pointed out, on the very day he took on the post of head of the ministerial office in the Reichswehr ministry, that the Wehrmacht had never been more identical with the state than on 30 January
1933.

-Lt.-Col. Gotthard Heinrici, departmental head in the General Army Office (AHA), hoped that one would at last now get ‘out of the Marxist-Jewish mess’. (17-2-1933).

-On 11 April 1933 he (Blomberg) ordered the forces to go along with the national movement.

-(1 June 1933, Blomberg): The ‘non-political existence’ of the Reichswehr was over. The task now was for
it ‘to serve the national movement with all dedication’.

-Parallel with the establishment of a 300,000-strong army, as decided in December 1933, the Reichswehr leadership was concerned about the ‘ideological inculcation’ in all servicemen of the ‘guiding ideas of the National Socialist state’.

-In his basic order of 16 April 1935 Blomberg also referred to Hitler’s Mein Kampf and his directive, then a year old, of being ‘a national and social meltingpot for raising a new kind of German’.

-Blomberg’s crucial order on the ‘uniform political education and training’ of the officer corps was issued, not entirely by accident, on 30 January 1936. In order to be able to fulfil their ‘leadership task for people and state’ the officers of all three Wehrmacht services must ‘possess the National Socialist ideology in spiritual unanimity, as something of their own and an inner conviction’.

-On 29 February 1938 the Reich war minister ordered that the teaching include also ‘racial theory’ and ‘hereditary health matters’.

-On 12 January 1935 Blomberg, at a commanding officers’ conference, threatened that ‘those who could not fit in with the National Socialist ideology’ would be removed from the Wehrmacht. This aim was also emphatically supported by the army leadership against internal critics. Gen. Werner Freiherr von Fritsch, who rendered homage to Hitlerism, told the officer corps that Germany’s future was, ‘for better or worse’, firmly linked to National Socialism. ‘Anyone acting detrimentally against the National Socialist state is a criminal.

-This kind of call fell on fertile soil in the new Wehrmacht. Thus the commander of military district VII (Munich) declared: ‘We are National Socialists, even without a Party card. The best, the most loyal, the most serious.’ On 2 March 1937 the commander of the 1st Panzer Division, Cavalry Gen. Maximilian Freiherr von Weichs, made his views clear: ‘With the National Socialist revolution our whole nation has begun, not only in appearance but in its mental attitude, to march in step with the army.’

-A year later Maj.-Gen. Heinrici told recruits of the 16th Infantry Division: ‘The principles according to which [the old army] lived and worked enabled our nation to defy a world of enemies through four long years. They are the same principles that our new Wehrmacht is striving to convey and that the National Socialist ideology, born of the spirit of soldierdom, is bringing ever closer to us!’

-The ideal type of the German officer was characterized as follows by Artillery Gen. Friedrich Dollmann, commanding IX Army Corps, speaking to Party officials of Gau Kurhessen: ‘What we are striving for is the firmly consolidated personality devoid of vanity, with assured demeanour but innerly modest, with a good general education, putting the principles of the National Socialist ideology into effect in his general attitude and lifestyle.’

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Re: Guderian y la Blitzkrieg

Mensaje por Chepicoro » Vie Dic 16, 2016 7:47 am

Y podría encontrar docenas de citas en el sentido contrario de que la wehrmacht no era suficientemente nazi, especialmente a los ojos de Hitler y compañía. Como todas las fuerzas armadas del mundo la wehrmacht era parte de su sociedad pretender que podía mantenerse al margen de ella me parece irreal.

Pero si les entiendo bien lo que critican de Guderian y compañía en este hilo es que no se hayan amotinado en septiembre de 1939 pues sin el alto mando Hitler no podía librar guerra alguna.

Una pregunta hay algún caso conocido en que un ejército se haya amotinado contra un gobierno legítimamente electo que además lleva 6 años de una política interior que se percibía dentro y fuera de Alemania como muy exitosa y una política exterior con éxitos espectaculares hasta ese momento?? O se le crítica a la wehrmacht por no tener un estándar que no se le pide a ningún otro ejército del mundo?

Puedo empezar a citar varios casos donde es una dictadura la que termina por moldear a las fuerzas armadas para que cumplan sus objetivos, especialmente dictaduras "exitosas" y más o menos es la misma historia, se reemplaza a parte de la cúpula de las fuerzas armadas y se sustituye por mandos más dóciles al dictador mientras que el resto del ejército prefiere mantener su posición, más sueldos y privilegios que vienen con el puesto. No conozco un sólo caso en el siglo XX donde una dictadura se haya quedado sin personal para sus fuerzas armadas.

Si se podía detener a Hitler fue en las urnas o a más tardar evitando concentrar toda la autoridad del estado en su persona si la democracia en Alemania hubiera sido funcional. Una vez con el poder absoluto, no veo como el ejército podía mantenerse al margen, más aun cuando nazis y oficiales si compartían algunos objetivos legítimos.


En esto Guderian y el resto del alto mando alemán me parecen seres humano normales y francamente los autores y foreros que los critican creo que pecan de exceso de idealismo y de desconocer como funciona una organización burocrática, como lo es cualquier ejército moderno. En todo caso es su postura, aunque creo que esta bastante desconectada de lo que sucede en el mundo real y demasiado severa con los alemanes al no exigir él mismo estándar para los militares de otros países.

Los Beck del mundo son muy raros en comparación con los Guderian y eso pasa no sólo en cualquier ejército, me atrevo a decir que en cualquier organización pública o privada o esa ha sido mi experiencia personal... que no viene al cuento en el debate pero que ha forjado mi posición en este asunto.

No es que la wehrmacht no merezca ser criticada, claro que lo merece pero en este asunto de desencadenar la guerra contra Polonia, creo que su crítica es demasiado severa, dudo que otra organización militar en las mismas circunstancias hubiera actuado de forma muy distinta.
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